[Visto: 2748 veces]
MRTA contra la Democracia
El Ejército Popular Tupacamarista (EPT) se construye en el campo y su objetivo estratégico continental es el Control Revolucionario de la Amazonía (CRA) .
Nuestra teoría nace, interactúa y se mide en la práctica. Somos ajenos y nos gusta serlo, a todo teoricismo interminable, alambicado y pedante. La construcción del Ejército obedece a una tarea histórica, la necesidad a la larga inevitable de enfrentar en términos político-militares la defensa de los procesos revolucionarios de liberación de los pueblos de Nuestra Pacha Grande. El escenario es continental, como lo ha sido desde los tiempos del primer Tupac Amaru hasta Bolívar, el Che y nuestro Evaristo. Y el Ejército lo estamos construyendo en el campo. Por supuesto, combinará unidades político-militares urbanas y diferentes tácticas a lo largo de una lucha prolongada, en todos los escenarios y espacios, flexiblemente.
Construimos el Ejército en el campo, en términos generales en los Andes y en la Amazonía, que vienen a constituirse en los escenarios fundamentales de la guerra revolucionaria. Para ello existen razones históricas, porque ahí se libraron las grandes guerras de resistencia e independencia, dibujando un mismo camino que va desde el primer Vilcabamba hasta nuestro Vilcabamba (simbólico), nuestra Retaguardia Estratégica. Razones económicas, en la medida que los Andes se constituyeron desde el coloniaje en verdaderas venas abiertas de la explotación de metales preciosos, y allí perviven más de 1600 comunidades originarias andinas, cuyos saberes son complementarios a los procesos de lucha y liberación; mientras la Amazonía, también rica en saberes de lucha y comunidad de nuestros pueblos indígenas, representa el nuevo oro y plata del siglo XXI, ante la cual enfrentamos la disyuntiva histórica de defenderlo para nuestros pueblos o caer nuevamente en la esclavitud y la miseria. Razones sociales de concentración de grandes masas indígenas empobrecidas que permitió un permanente y continuo proceso de levantamientos y rebeliones que desestabilizaron la administración colonial y republicana, y que están en estado latente como potenciales fuerzas de liberación. Razones, finalmente, político-militares, obedeciendo al principio práctico de que en el campo el aparato estatal es débil y casi nula su presencia, lo que facilita la construcción de la fuerza militar revolucionaria, y permite la concentración de hombres y recursos para organizar el Ejército Popular Tupacamarista.
En el presente periodo político y en concordancia con la aplicación y el desarrollo de nuestra línea político– militar de conquistar el poder en todo el territorio nacional o de buscar el quiebre estratégico del territorio, se debe contemplar en función de nuestro Plan General y Plan Militar Estratégico, a la Amazonía, esa colosal reserva terrestre que contiene el 56% de la superficie de los bosques tropicales. Contiene la mayor diversidad biológica del mundo. Produce aproximadamente el 40% de oxigeno del planeta. Representa una de las mayores reservas de agua dulce renovable y contiene además enormes yacimientos de petróleo y gas. Como al futuro escenario de importancia revolucionaria, comprendido de manera global en la estrategia de Guerra de Liberación Nacional, porque en ella van a confluir dos elementos de importancia que deben definir la victoria revolucionaria:
-El proyecto imperial de posicionamiento geoestratégico de absorción de los recursos naturales y de la biodiversidad.
-La casi nula presencia del Estado.
Sobre esta base se debe iniciar un proceso de acumulación y desarrollo de fuerzas: trabajo político-orgánico y lucha política, para consolidar nuestra presencia y en un futuro próximo avanzar hacia los Andes y la Amazonía, en una combinación de guerra de guerrillas y guerra de movimientos, en combinación con el trabajo de guerrilla urbana, milicias y finalmente insurrecciones populares. Siempre de carácter continental. Será fundamental entonces el saber explotar las condiciones topográficas (terreno, clima, vegetación, etc.) para la formación del Ejército Popular Tupacamarista (EPT).
A esto, debemos inculcar en los combatientes y constituirse en política partidaria el saber asumir de manera orgánica el Control Revolucionario de la Amazonia, con el racional aprovechamiento de recursos humanos y los recursos naturales cuyo objetivo deberá guiarse a construir un Partido próspero y un Ejército poderoso, iniciando una fase de ofensiva permanente que desgaste al enemigo. El introducirnos en las poblaciones rurales nos permitirá combinar todas las formas de lucha, acopiar armamento y logística, la Amazonía y sus montañas se convertirán entonces en un colosal teatro de formación política y militar, en una verdadera fortaleza guerrillera inatacable.
Esta es nuestra perspectiva estratégica. Tácticamente la flexibilidad es total y dependerá de múltiples factores en cada caso. Es ocioso pretender anticipar en absoluto lo que vendrá. Hemos aprendido que el horizonte de inéditos posibles supera toda anticipación, por eso nuestra perspectiva es estratégica, es decir, es lo que haremos sí o sí. ¿Cómo lo haremos, con qué variantes tácticas, cómo por ejemplo responderemos ante un eventual gobierno popular y soberano? Eso se decidirá en su momento con la flexibilidad y criterio práctico que convenga a los objetivos revolucionarios de transformación social para la liberación y el poder popular, pero lo que no dejaremos de construir porque son instrumentos a la larga imprescindibles, dada la voluntad bestial de dominio de los poderes enemigos, serán el Ejército y el Partido.
La lucha en última instancia es por el gobierno y por el poder para los pueblos. Sólo la falta de seriedad y la desorientación pueden llevarnos a sentirnos cómodos y satisfechos en la “eterna resistencia”. Escuchamos a compañeros confundidos decir: “el gobierno no es el poder”, ¿qué significa esto? ¿Acaso no es poder cuando un gobierno roba legalmente la tierra a comunidades indígenas o campesinas para las transnacionales? ¿Y no es poder cuando otro gobierno hace la reforma agraria, expropia tierras a latifundistas para devolverlas a los campesinos?, por dar sólo un ejemplo evidente. El poder tiene muchas expresiones concretas, es multidimensional, y una de sus expresiones y dimensiones, una de las más cruciales, es el Gobierno. Un poco más amplio es el Estado (se puede tener el gobierno pero no cambiar el Estado), luego el poder económico (el Estado también tiene una parte de este poder), poder mediático, cultural, militar, ideológico, etc., etc. ¿Y se piensa que puede ser revolucionario quien toma la reflexión sin esa mínima seriedad?
Existen múltiples niveles flexibles de acción, discurso y alianzas políticas. De todo lo anterior, deviene la necesidad de desarrollar el arte de combinar niveles distintos de acción, discurso y alianzas. Aprender de nuestros pueblos indígenas la complementariedad y flexibilidad propia de la vida; lo rígido es propio de lo muerto; por eso el sectarismo es árido y seco, amargo, no convocante. Es un error propio del pensamiento mecánico el excluir los términos diferentes, no complementarlos. En nuestro caso es un error políticamente fatal. El nivel más alto y concentrado de unidad en la acción y el discurso es el orgánico, el Partido. Luego vienen otros niveles diversos y flexibles en lo social, lo electoral, lo gremial, lo político-militar. Se trata de un conjunto complejo donde esos espacios no se oponen y excluyen, como tienden a hacer en la práctica quienes todavía carecen de una sólida formación y práctica política revolucionaria, por el contrario, se articulan, se manejan con destreza todos a favor de nuestros objetivos y planes de transformación social revolucionaria. Justamente, este es el rol del Partido, y el partido son los militantes y cuadros. Saber ocupar con inteligencia todos los espacios, acumular, para desarrollar conciencia, organización y lucha de las mayorías. Hemos aprendido desde hace décadas esta destreza, sabemos combinar discursos y alianzas distintas, en distintos espacios de acción, sin esperar a coincidir en todo con los aliados, y sin dejar por eso de desarrollar nosotros nuestros planes no coincidentes con ellos, o como decía nuestro Evaristo: “sin hacer cuestión de Estado de cada punto de desacuerdo”. Si no lo hubiéramos aprendido no habríamos superado las dificultades ni llegado hasta las tareas de hoy. Ahora nos toca formar en esta destreza imprescindible a los nuevos cuadros, militantes y finalmente a los pueblos. A todos y cada uno damos un lugar porque el proyecto necesita millones, mayorías.
Los medios masivos de comunicación son el arma fundamental del enemigo en este período. Ellas les permiten el buen uso de las otras, militares, judiciales, etc., con que nos pretende aislar, deslegitimar, criminalizar, reprimir o exterminar, según el caso. Con ellas apunta y dispara directamente a las mentes de la opinión pública, de los electorados, de las mayorías. Gana el sentido común, instala ideas, sentidos o sentimientos como el “miedo” a las expresiones revolucionarias, por ejemplo. Logran como mínimo la masa crítica de apoyo o neutralidad suficiente para sostener su dominación, y como máximo sostener ofensivas y profundizaciones contrarrevolucionarias y ultra capitalistas. Por ello, el frente cultural, simbólico, de las ideas, sentidos y sentimientos, es crucial. Y los avances y retrocesos de lucha en ese frente sólo se miden, sólo pueden medirse, en las mayorías. Exige creatividad, audacia, innovación, inventar más que repetir. Ello implica fuertemente poder simbólico, autoridad y recursos materiales financieros. Una razón más para luchar por el gobierno y por el Estado (local, nacional y continentalmente), que es una de las fuentes más grandes e instaladas en las mayorías de poder simbólico, autoridad y de recursos materiales.
La política y lo político-militar es esencialmente hacer pedagogía con el ejemplo. No queremos aquí hacer las consabidas citas al Che, que consideramos imprescindibles de estudiar y comprender. Sólo decimos que el Partido es y está en cada uno/a de los/as militantes y cuadros que lo forman, vive en ellos/as, ellos/as lo portan y lo muestran, lo valorizan a ojos de los pueblos o lo desprestigian. Es una responsabilidad para con el instrumento histórico estratégico de liberación que se necesita y buscamos construir. Hombres y mujeres iguales a cualquiera otros/as de los pueblos, ni mejore ni peores, pero que han asumido un compromiso con una tarea histórica y un deber para con la lucha revolucionaria de liberación y con el instrumento partidario que sirve a ella. Desarrollar conciencia, organización y lucha, todas las líneas del proyecto revolucionario, sólo se puede hacer a partir de cada uno/a de nosotros/as, ni más ni menos. Por ejemplo, ¿De qué sirve repetir frases de ocasión del Che sobre la continentalidad de la lucha, si no se estudia seriamente el problema de las formas de integración regional que han levantado nuestros pueblos históricamente y que hoy se juegan en la geopolítica del continente? O peor aún, si nosotros mismos repetimos el chovinismo estrecho y anticontinental de la oligarquía con supuestos “afuera y adentro de la revolución peruana” en oposición infantil al carácter continental de la lucha. ¿De qué sirve repetir como papagayo lo de usar todas las formas de lucha, si en la práctica estamos en electoralismo o el militarismo? ¿De qué sirve hablar hasta el cansancio de “unidad”, cuando no se es capaz en la práctica de articular a los diferentes dentro del campo popular, progresista y revolucionario? En fin, se trata de que, antes de cuestionar y criticar a otros, lo hagamos con nosotros mismos, para ver qué tanto somos o no portadores del Partido y sus tareas históricas, para mejorar y servir mejor a ellas. O se hace pedagogía con el propio ejemplo, o no se hace nada.
III.- HOY
Tras tres años del “Retorno a la Pacha”, podemos decir con toda seriedad, que contra innumerables obstáculos, dificultades e incomprensiones, estamos cumpliendo en el mínimo inicial los dos grandes objetivos del período. Reconstruimos el Partido y reconstruimos el Ejército. Nos toca ahora consolidarlos y fortalecerlos, como instrumento al servicio de la constitución del sujeto histórico revolucionario, plural, diverso, complejo, de Perú y la Pacha Grande. Tarea gigantesca, titánica, que hacemos desde la autonomía, los esfuerzos y sacrificios más grandes imaginables.
En reciente reunión de parte de algunos miembros de la Dirección Estratégica, hubo ocasión de evaluar y registrar mucho de los puntos planteados acá.
Muy esencialmente, se acordaron las siguientes políticas para este año, todas sujetas a este debate amplio, plural y colectivo:
1.Realizar una próxima reunión ampliada de la Dirección Estratégica, en algunos meses. Concentrando compañeros/as cuadros responsables de trabajos importantes en diversas zonas y frentes. Allí se discutirá el período actual y las tareas en adelante, en detalle, por frente de trabajo, dimensión de la realidad, temática, tarea, etc.
2.Preceder esa reunión con la discusión colectiva, amplia, de este documento borrador, a fin de continuar unificando criterios. Debemos recordar que aún somos una fuerza que necesita mayor coordinación y visión de conjunto y a esa tarea política estamos priorizando enormes esfuerzos y recursos, a través de esta reunión partidaria en la RE.
Se decidirá en esa reunión, la elaboración y uso de un material público, audiovisual y escrito, del Partido destinado al movimiento social y político popular del Perú y América Latina. Las condiciones difíciles, aún represivas, de carácter macartysta, autoritarias y antidemocráticas del Perú, imponen un gran esfuerzo de inteligencia política colectiva para que la elaboración de este material y su difusión sea una acción de vanguardia, ofensiva en el terreno político y deje saldo a nuestro a favor, anticipando la tergiversación y criminalización consabida de los medios y el poder. Sin embargo, esto es algo que ellos hacen sí o sí siempre, cada vez que quieren o necesitan, con nosotros. La idea fundamental es ahora elegir nosotros el momento y los medios, y dar un golpe mediático y político que sea inteligentemente planteado de tal manera que en la suma y resta, nos traiga dividendos político y avancemos, especialmente en el activo del movimiento social. Y siempre cuidando la seguridad mínima de la RE y el Ejército, así como el carácter clandestino del Partido.
En cualquier caso, no debe precipitar o acelerar la construcción, se debe tener un plan de movimiento, defensa y repliegue que garantice no ser golpeados a la luz de lo que produzca esta nueva irrupción. Es muy importante para que sea interesante y atractivo políticamente, que al salir con el material público, ya exista un equipo de propaganda que ponga a funcionar la pagina Web, una red continental electrónica, a través de la cual difundir el video.
En perspectiva, debemos contar con programas radiales así como el lanzamiento en propaganda escrita del Manifiesto Tupacamarista, y una revista bien hecha y de calidad que irrumpa en el escenario nacional de Perú y de nuestra Pacha Grande.
3.Elaboraremos un Plan Estratégico-Táctico Para esta nueva etapa, que consta de tres fases: 1. Reconstrucción, 2. Acumulación, 3. Consolidación-reimplantación.
Su objetivo es trabajar en el proceso de acumulación, que permita más adelante dar el salto hacia la consolidación, del trabajo político organizativo, del trabajo de masas que permita crear bases, ganar simpatía y reconstruir los cimientos del partido en el país y en el exterior. Pasa por la creación de cuatro comisiones, cada una con su debido plan:
a) Comisión económica. Que aunando orgánica y planificadamente todas las formas y fuentes de ingreso del Partido trabajen por la consecución de más y mejores recursos que garanticen la construcción y consolidación de la RE, la dotación de las unidades de Ejército, financiamiento de tareas económicas, funcionamiento de la estructura, adquisición de equipos (radiocomunicación, escaneo, computación, comunicación hacia fuera), etc.
Es importante incluir en su plan el trabajo por afianzar en la RE la producción y economía de guerra, con un fondo de guerra con fuentes lo más diversificadas y con el criterio de lograr autonomía permanente. Y lo mismo vale para todas las necesidades económicas partidarias, en el entendido que partimos de lo pequeño a lo grande y de lo simple a lo complejo implica vencer lo artesanal y no puede constituirse en freno. Es clave la entrega y esfuerzo de cada uno/a de los/as militantes y cuadros, de las bases sociales; las tareas generales y particulares de la lucha por el socialismo, requieren de hombres con convicción, definición y plena conciencia de que el sacrificio, el sudor y la constancia es y será la madre de la batalla por la vida.
Eso implica dejar muy claro que la tarea económica del Partido no está pensada para constituirse en sostén de compañeros que ven peligrar su subsistencia y no “aborten” así, el papel ni el rol histórico de luchadores sociales. Es preciso junto al principio de consolidar una poderosa cultura del trabajo, fortalecer una renovada moral que exprese el salto cualitativo de los hombres y mujeres que la cultiven que eleve el nivel de la Conciencia Revolucionaria tan venida a menos por quienes trafican con las esperanzas del pueblo, que elimine toda práctica nociva producto de los vicios del sistema que pretende incrustarse, de no tener una estricta vigilancia orgánica, en el seno del Partido, para de allí pretender corroer la concepción histórica de lucha y resistencia populares, e imponer, una concepción equivocada donde el Partido sea visto como un organismo de beneficencia.
b) Comisión Ideológica y de Formación. Que será la encargada de nutrir permanentemente de insumos ideológicos y políticos a los cuadros, militantes y combatientes del partido. Asimismo se encargara de nutrir la parte de la pagina web específicamente de formación y desarrollar las escuelas ideológicas en donde la DE tenga presencia. Y ayudara al desarrollo de los Frentes Sociales y Frentes Políticos. Actualmente, vemos en muchas partes un auge de grupos y colectivos, se trata generalmente de compañeros/as entusiastas y con mucha voluntad, pero sin formación política, o aún siquiera organizativa mínima, que sea sistemática, de calidad, útil para hacer el trabajo y resolver problemas concretos. Ahí es donde debemos aportar también generosamente a todo el campo popular, aunque no sea necesariamente de nuestras filas.
Adelantar una ardua labor política-ideológica y de formación militante en los compañeros militantes, combatientes cuadros y DE que permita fortalecer y desarrollar el pensamiento político, los troncos ideológicos, los valores, principios e historia tupacamarista. Específicamente, realizar una escuela de formación política y política-militar para al menos un contingente de militantes y cuadros de diversos trabajos políticos y sociales del Partido, incluyendo la experiencia en el Ejército en nuestra RE, en la perspectiva de mantener una Escuela Ideológica permanente con los cuadros militantes y combatientes. El espacio de la escuela político-militar, donde desarrollar las matrices político-ideológicas así como el entrenamiento y preparación militar renovará el esfuerzo, compromiso y la voluntad de lucha de los militantes tupacamaristas.
Buscamos esta sistematización para mantener, defender y preservar la esencia político-revolucionaria del MRTA. Profundizar y comportar en la practica militante una nueva cultura política creadora y de lucha, a través de la riqueza de los pensamientos revolucionarios, el marxismo y sus diversas corrientes, los pensamientos propios revolucionarios de Nuestra América, especialmente el de nuestros pueblos originarios indígenas, de los patriotas de la primera independencia, de José Martí, del marxismo latinoamericano, especialmente de José Carlos Mariátegui y el Che, así como las corrientes populares de liberación, Teología de la liberación, Educación popular, teoría de la dependencia, contra colonialismo, etc. Así como en lo técnico organizativo, las comunicaciones, y todos los ámbitos del quehacer múltiple de la militancia y la lucha, para contar con herramientas útiles y prácticas en todos estos ámbitos, y formando militantes y cuadros de acero en su voluntad de lucha por la liberación, pero flexibles y prácticos para avanzar y lograr objetivos, para articular y sumar, construir y conspirar.
c) Comisión de Inteligencia Estratégica. Que responde a la necesidad de hacer un monitoreo sistemático, permanente y útil del posicionamiento Político y Militar del Imperio Norteamericano y sus aliados en el mundo y específicamente en el Cono Sur, y sus diversas manifestaciones, bien sea a través de agencias de cooperación como de presencia y ayuda militar. Asimismo recabar todo tipo de información de Inteligencia que pueda ayudar a la consecución para la realización de diversas tareas y objetivos estratégicos trazados por el Partido y además en apoyo y soporte para la defensa de los diversos procesos de cambio que se están dando en la Pacha Grande.
d) Comisión de Organización. Que deberá expresarse en un nivel de organicidad interna después del evento partidario bien sea como coordinadora y más ajustados a nuestros estatutos o forma de organizarnos. Conformaremos un CEN – Comité Ejecutivo Nacional que ayude a la coordinación de las tareas del Partido en todos los niveles, nacional e internacional. Es decir, verá las estructuras y funcionamientos al interior del Perú como conjunto orgánico, con las flexibilidades necesarias a nivel local – regional, y coordinará el estratégico ámbito de las relaciones internacionales, especialmente en la Pacha Grande.
Concretamente, se trata de llevar la reconstitución del Partido a la formación de REGIONALES en Perú, que deberán nutrirse con componentes calificados y destacados, empezar un serio proceso de construcción y consolidación partidaria, que discutirá los métodos de trabajo para una audaz política de articulación social y política y deberá elaborar el PROGRAMA de la plataforma del FRENTE SOCIAL Y POLÍTICO teniendo como ejes las cuestiones reivindicativas sectoriales de primer orden del campo social y popular en cada región y articuladas nacional e internacionalmente. Siempre y muy importante con vocación articuladora, respetando y teniendo paciencia con las diferencias o incomprensiones de algunos sectores y compañeros, dejando siempre las puertas abiertas con los sectores populares, progresistas, a pesar de hacer el debate respetuoso y argumentado con ellos; nuestra vocación debe ser siempre de articuladores que es lo mismo que decir de mayorías.
El arte de saber combinar las diversas áreas de lucha y trabajo, especialmente lo social, lo político y lo político-militar, a partir de los regionales y considerando la necesaria seguridad, pero con vocación de poder para los pueblos, será decisivo para afrontar períodos de avance y retrocesos, propios de una lucha prolongada como la que sostenemos.
4.Tras tres años, abandonar la política de convergencia con otros núcleos tupacamaristas, que no han podido aún abocarse a la tarea de reconstruir el Ejército y se muestran débiles en calidad política y organizativa como Partido. Especialmente, retirar los apoyos en recursos a estos núcleos, que siempre aportamos solidariamente con mucho esfuerzo y renuncia a nuestras propias y enormes necesidades. Se mantendrá buena relación con todos ellos, como parte de las que mantenemos con todas las fuerzas populares y progresistas; si hay apoyos en recursos será en la perspectiva de alianzas para tareas y acuerdos comunes, o de que ingresen a la DE. Nuestros militantes y cuadros que militan con ellos en Partidos o frentes, trabajarán en ellos como DE y para nuestras líneas, si ganan compañeros/as ahí, ingresarán a la DE, pero ya no habrá dialogo hacia la convergencia, al menos en esta etapa y hasta cambien las condiciones.
5.Revisar y fortalecer el trabajo de construcción de la Retaguardia Estratégica y las unidades de Ejército. Asignar las responsabilidades correspondientes y si existen evaluar sus avances y dificultades. Continuar con la línea de profundo análisis estratégico y táctico que ha sustentado su construcción y la combinación de factores sociales y políticos con los militares, sobre los cuales por seguridad no podemos referir aquí. Específicamente, se invertirán recursos fuertes en mejorar y fortalecer la construcción de la RE y el Ejército, como prioridad.
6.Frente al escenario electoral local próximo en Perú, el MRTA – DE hace pública y formal su apoyo a diversas instancias populares y progresistas que buscan ganar poder local. Para lo cual se deberá elaborar un pronunciamiento expresando nuestra posición política frente al escenario electoral local, que debe ser elaborado a partir de la discusión colectiva en nuestra próxima gran reunión partidaria.
7.Frente al escenario electoral presidencial del próximo año, el MRTA – DE hace pública y formal su posición de apoyo incondicional al candidato presidencial del campo popular y progresista que pase a segunda vuelta, ya sea el sacerdote, el indígena o el militar nacionalista. Esperamos y trabajamos en lo que podemos por la unidad en una sola candidatura, pero si no se logra, respetamos la legítima opción de cada cual, sólo llamamos a la responsabilidad histórica y la generosidad revolucionaria, frente a la aguda y peligrosa situación de equilibrio en la lucha de clases en la Pacha Grande, y el sufrimiento del pueblo peruano bajo la ofensiva neoliberal autoritaria, para unirse en segunda vuelta a una candidatura popular o progresista, y mantener luego de eso su legítima lucha por su programa o bandera. Para lo cual se deberá elaborar un pronunciamiento expresando nuestra posición política frente al escenario electoral presidencial, que debe ser elaborado a partir de la discusión colectiva en nuestra próxima gran reunión partidaria.
Fuente: perurebelde.wordpress.com
Andahuaylazo
Por Mario Ghibellini
Ollanta, acudiendo a la magia de los verbos impersonales, ha afirmado que “hubo un error” (“cometí” es lo que tendría que haber dicho) y que en perspectiva ahora se ve que el de Toledo “no era un gobierno antidemocrático” (nótese el circunloquio para evitar admitir que era democrático). Según él, además, su confusión habría obedecido al hecho de que estaba en Seúl, “a más de 15 mil kilómetros de distancia”. Pero todas esas son paparruchadas para tratar de zafarse de lo obvio. A saber, que si bien en el Andahuaylazo el arte le correspondió a Antauro, a Ollanta sí le correspondió parte. Un parte de guerra, para ser exactos.
El “piquichón del Orinoco” ya tiene escriba
Por Martha Meier Miró Quesada
“Ollanta Humala no podría ser un demócrata aunque lo intentara”, escribió el periodista Gustavo Gorriti Ellenbogen en “Caretas” hace escasamente cinco años. Entonces, invocaba a votar por Alan García y no por “el piquichón del Orinoco”.
“Piquichón de Orinoco”, así llamaba Gorriti al candidato Humala por su cercanía al proyecto del “petrogorila” (léase Hugo Chávez, según el apodo que le endilgó). En aquellos tiempos, Gorriti afirmaba que no había que creerle a Humala por “su formación, su trayectoria, su base de apoyo organizado, sus múltiples puntos de contacto con el montesinismo, sus plurales analogías con Chávez”.
Hoy el periodista de Ideele Reporteros –prensa financiada entre otros por el especulador internacional George Soros– se ha convertido, tras la primera vuelta, en un simpático porrista del humalismo. Y con eso no solo pone en duda lo que dijo antes sino lo que afirma hoy. ¿A cuál Gorriti debemos o podemos creerle? ¿Al del 2006 o al recientemente converso y neocreyente del comandante (r) candidato?
“Sin Antauro no hay Ollanta. Antauro fue si se quiere la pista de despegue […]. Sin el trabajo previo que hizo Antauro, Ollanta no estaría en las elecciones”, sostuvo en nota publicada por agenciaperu.com. Aseguró, además, que el ‘andahuaylazo’ fue una estrategia política de Ollanta Humala y comentó que el manifiesto que pronunció desde Seúl era prueba inequívoca de su apoyo a tal levantamiento armado.
Frente a esas afirmaciones cabe mencionar que, por estos días, al periodista Jaime Bayly le ha llovido de todo. ¿Por qué? Simplemente por recordar el apoyo brindado por el actual candidato O. Humala al ‘andahuaylazo’, ese sangriento y antidemocrático episodio contra el gobierno de Alejandro Toledo que tuvo el lamentable saldo de cuatro policías asesinados. Entre las burdas mentiras con que se ataca a Bayly, por recordar lo que Gorriti y otros denunciaron y quieren que se olvide, están: el ser parte del inexistente plan Sábana, sicario mediático pagado por los mineros, entre varias otras falsedades que son, indudablemente, parte del guion de los asesores brasileños del comandante (r) candidato y del galán que engrosa el elenco de una película ya conocida: Alvarito Vargas Llosa.
Quienes se rasgan las vestiduras por la democracia se han convertido en los principales verdugos de la pluralidad y no tienen empacho en lapidar a quien opina distinto sobre el candidato con el que se han aconchabado. ¡Qué Dios nos coja confesados! Y esto que Bayly no ha hecho sino recordar algo que fue denunciado por don Gorriti Ellenbogen en el 2006, cuando esta cofradía de humalistas de última hora le hacía ascos al comandante (r).
“El presidente Toledo fue elegido democráticamente […] Quienes postularon sobre su vacancia fue gente del entorno fujimorista […] Tenía que hacerse a través de los mecanismos que la ley demanda: a través del Congreso […] Lo que se intentó hacer no fue una insurgencia sino un cuartelazo”, sostuvo a agenciaperu.com. Otra vez hay que preguntarse ¿a cuál Gorriti se le cree?
Hay un Gorriti que sostuvo: “Si bien en el campo de [Alan] García hay gente que ha tenido una relación cercana con el fujimorato, en el campo de Ollanta Humala hay gente que ha tenido una relación mucho más cercana con el montesinato”. Hay otro Gorriti que como buen converso tardío –tras la primera vuelta– es un fanático impenitente del comandante (r).
Ir de un extremo al otro tan repentinamente, sin duda, es lo que lo ha llevado a tratar de justificarse en su última nota de “Caretas”. “Todos cambiamos a lo largo de la vida. Cambia nuestro cuerpo con los años [ocasionalmente con los meses], cambia nuestra mente y, a veces, cambia el alma también. Pero, igual que con la gente, no todos los cambios son iguales y algunos sí que son espectaculares”. Espectacular es sin duda que el periodista haya mutado en escriba de aquel golpista al que consideraba un simple y llano “piquichón de Orinoco” por su chavismo y deslizaba que podía estar recibiendo dinero de ese gobierno tramposo. Sobre el supuesto distanciamiento del proyecto bolivariano afirmó: “Se han dado cuenta de que el abrazo de Chávez es asfixiante y letal para ellos. Lo que pasa es que el gorila del Orinoco no se puede contener. Humala es su candidato en el que ha invertido por lo menos afectos, no sé si algo más”.
Humala y los derechos humanos
Por Fernando Rospigliosi
Esta semana Ollanta Humala firmó un nuevo documento y juró ante la Biblia su respeto por la democracia y los derechos humanos.
Algunos de los presentes en esa ceremonia habían investigado y señalado varios de los crímenes cometidos por Humala.
Por supuesto, todo el mundo puede cambiar. Pero si alguien ha cometido delitos graves y no se ha arrepentido jamás de ellos, y ha logrado evadir las sanciones usando métodos corruptos, ¿se puede obviarlos de un plumazo?
Alberto Fujimori cometió graves transgresiones y fue sentenciado por ellos. Si fuera candidato no se podrían excusar sus fechorías.
Denuncia de la Coordinadora
El 9 de febrero del 2006 la Coordinadora Nacional de Derechos Humanos (CNDDHH) patrocinó la presentación de tres denuncias penales ante el fiscal de Aucayacu contra Ollanta Humala.
Cuando Humala apareció como candidato a la presidencia el 2005 y se hizo conocido nacionalmente, pobladores de Madre Mía lo reconocieron como el temido “capitán Carlos”, autor de asesinatos, torturas, desapariciones y robos en la zona.
Una de las denuncias de la CNDDHH es la que presentó Jorge Ávila Rivera:
“El 17 de junio de 1992, fui secuestrado por un grupo de militares al mando del ‘capitán Carlos’, a quien he podido reconocer como Ollanta Humala Tasso, y conducido a la Base Militar de Madre Mía, en donde permanecí varios días por considerárseme presunto terrorista. Durante este tiempo fui torturado con electricidad, golpes de patadas y puñetes”.
“Cuando los militares me hicieron llegar a la base militar encontré a mi cuñado Benigno Sullca Castro, a mi hermana Natividad Ávila Rivera y a otras personas cuyos nombres no recuerdo, que también habían sido detenidos y eran torturados por los militares”.
“El 22 de junio de 1992, a las 00:00 horas, aproximadamente, el recurrente, mi hermana y mi cuñado fuimos nuevamente torturados por los militares en presencia del ‘capitán Carlos’. Luego, cerca de las dos de la madrugada, nos sujetaron las manos y nos condujeron al lugar llamado ‘el matadero’ para ejecutarnos”.
“Cuando ya nos encontrábamos en ‘el matadero’ mi hermana y mi cuñado lloraban porque era evidente que nos matarían; logré desatar mis manos y opté por tirarme al río Huallaga en un descuido de los soldados. Cuando ya me encontraba nadando a varios metros del lugar de los hechos escuché disparos. Habían asesinado a mi hermana Natividad Ávila Rivera y a mi cuñado Benigno Sullca Castro. Solo se encontró el cadáver de mi cuñado. Mi hermana hasta la fecha se encuentra desaparecida”. (Ver Carlos Basombrío y Fernando Rospigliosi, La seguridad y sus instituciones en el Perú a inicios del siglo XXI, IEP, 2006, p. 312 y ss.).
Este es solo uno de los casos denunciados por la CNDDHH.
Ahora los defensores de Humala dicen que no fue sentenciado por el Poder Judicial. Olvidan que la propia CNDDHH recogió en un video los testimonios de los testigos sobornados por Humala para que no declaren.
¡Y ahora hay personas que creen que respetará la independencia del Poder Judicial!
La honradez es la diferencia
El 23 de enero del 2006 el periodista Edmundo Cruz entrevistó a Zonia Luis Cristóbal. El reportaje se publicó en La República el 6.2.06 (“‘Fui rapada como animal’. Testimonio de un abuso. El ‘capitán Carlos’, Ollanta Humala, irrumpió en la casa de Zonia Luis y Cirilo Rosales, y frente a sus hijos a ella la golpeó y rapó, y a él le metió una pistola en la boca. Zonia le daba de comer, lavaba y planchaba la ropa al militar, fue en el año 1992”).
Zonia y su esposo tenían un restaurante y una farmacia en Madre Mía. Allí comían “Carlos” y 48 soldados y se curaban a los enfermos y heridos.
Ella y sus hijos le relataron al periodista Edmundo Cruz que el “capitán Carlos” no le pagó, a diferencia de los anteriores oficiales, y además saqueó su casa y se robó todo.
“–José Luis (hijo menor): Nos saquearon. Fue un robo”.
“–Luis Enrique (hijo mayor): Se llevaron las pepitas de oro (que extraían del río Huallaga), la plata que teníamos, los medicamentos, los perfumes para la venta.”
“–Zonia: Era la única botica en Madre Mía. Los capitanes, los oficiales siempre venían y todos nos conocían y sabían cómo éramos. El único que hizo ese abuso fue ese capitán (“Carlos”)”.
La República precisa que está probado que Humala era el capitán que estaba en ese lugar en ese momento.
Ahora Humala dice que la honradez hace la diferencia. Si eso hacía de capitán, ¿qué no haría de presidente?
Carlos Iván Degregori nos dejó. Era uno de los más brillantes intelectuales del Perú contemporáneo y estuvo comprometido con causas justas y decentes. Fue el principal redactor del informe de la Comisión de la verdad (CVR).
Perú entre el lobo y la caperucita
Por Guillermo Descalzi
Ni uno es lobo ni la otra es caperucita, pero la figura vale como retrato de quienes son. El lobo, disfrazado, no es otro que Ollanta Humala, y está allí listo para comérsela a Keiko. La caperucita es Keiko Fujimori. En este cuento no hay mucho que pensar para saber a quién escoger en la próxima ronda electoral. Yo me voy mil veces por Keiko. Lo extraño es que haya gente de tanta calidad intelectual como Mario Vargas Llosa apoyando ahora a Humala en la segunda vuelta en el Perú. ¡Atención, calma, hay mucho en peligro en esta elección!
Humala ha moderado su discurso para que se le acepte, pero yo no creo en comunistas reformados, especialmente ahora con la hegemonía chavista sobre la izquierda continental. Hay que desnudar al lobo. El movimiento de Humala se las da hoy de “nacionalista”. Tan solo ayer se adjudicaba otro nombre. Decían los Humala, Ollanta, Antauro y su padre, Isaac, que ellos eran “etnocaceristas”. ¿Qué es el “etnocacerismo”? Es algo confuso. Se llaman “etnocaceristas” por Andrés Avelino Cáceres, militar que resistió la invasión chilena en la guerra de 1879, cuando ya Lima se había rendido. Cáceres encabezó un movimiento guerrillero indígena. Ollanta Humala habla hoy, de “reivindicar” a los pueblos indígenas. Yo quiero decir que me parece muy correcto reivindicarlos, la cosa es cómo.
Más aún: yo, Guillermo Descalzi, estoy vinculado directamente con Andrés Avelino Cáceres a través de mi abuela, María Luisa Cáceres. Hasta allí, y no más, comparto lo que los Humala piensan que es el “cacerismo”. Adoptaron ese nombre como los sandinistas adoptaron el de Sandino en Nicaragua, y como el FMLN adoptó el de Farabundo Martí en El Salvador. Es una manera sencilla de camuflar su estirpe roja de izquierda revolucionaria.
Sobre el cómo reivindicar a los pueblos indígenas, lo que propone Humala es “cambiar la relación entre el Estado y el capital”. “Hablamos de una refundación de la república y de una asamblea constituyente que vuelva a definir las relaciones entre el estado, el pueblo y el capital”. Reivindican la raza indígena como si esta estuviese naturalmente en contra del imperialismo y el neoliberalismo. Desenmascaran la “falsa democracia” que hay en el Perú. Reivindican a Chávez y defienden la revolución bolivariana.
Plantearon hasta hace muy poco que el remedio a los males del Perú se podía lograr mediante golpe de Estado. Hoy, por supuesto, el golpe que pretende Ollanta Humala no es de Estado sino electoral. Matar al Estado actual mediante golpe electoral. Eso es lo que pretende Humala. El gobierno de Gana Perú propone saldar la deuda histórica del Estado-Nación con los pueblos indígenas andino-amazónicos a través de un nuevo contrato social, con una nueva Constitución y un Estado reformado, democrático, laico, pluricultural y participativo al servicio de los peruanos, en particular de los pobres y excluidos.
La posición de los Humala refleja el resentimiento profundo de los pueblos indígenas del continente. Yo lo entiendo, pero no por eso soy anticapitalista ni antioccidental, y mucho menos lo que la izquierda radical llama ser “anti-imperialista”, que no es más que una manera disfrazada de buscar la dictadura del proletariado. Darle el poder a Humala sería el error más grande de la historia peruana.
A Keiko, por otro lado, sus propias posiciones revelan la ingenuidad que tiene, defendiendo a su padre ante la increíble intransigencia de quienes sencillamente por ser ella hija de Alberto Fujimori, por eso nunca votarían por ella y prefieren al lobo. Es una inocentada, pero hoy al Perú no le queda otra que escoger entre el uno o la otra. Es una tragedia porque como verán, aquí está bien claro quién es el malo de la película, y no es ella. Ollanta Humala, el ganador con más del 30% del voto, es un ex militar y ex golpista frustrado, que también ganó hace cinco años en primera vuelta solo para perder después por puntos frente a Alan García Pérez.
Si García, que dejó un Perú destrozado tras su primer gobierno, cogido por una hiperinflación y asediado diariamente por Sendero Luminoso, si García, que en su primer gobierno dejó un legado de corrupción y desquicio, si ese García pudo ser aceptado como salvación ante Humala cinco años atrás, espero que hoy los escrúpulos de la burguesía peruana no sean tan inamovibles como para rechazar a Keiko por lo que fue el gobierno de su padre. Su padre, después de todo, acabó con Sendero Luminoso y devolvió sanidad económica al país. Sí, también en el proceso acaparó tanto la autoridad que por sus excesos hoy Alberto Fujimori esta en la cárcel, pero, entre las faldas de Caperuza y los dientes del lobo, ¿a cuál, pregunto yo, debe el Perú elegir?
Fuente: Miami Herald.