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Cambio Climático Biodiversidad Reforestación

La COP23 fortalecerá el acuerdo de París

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Por Pilar Gaibor-Deutsche Welle.
La conferencia de las Naciones Unidas sobre el cambio climático (COP23) de este año comenzó en Bonn con un llamamiento conjunto para que se mantenga la ruta del Acuerdo de París sobre el cambio climático.
La propuesta central de la COP23, que se celebra del 6 al 17 de noviembre, es construir bases sólidas para la implementación del Acuerdo de París, dice el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD). Esto se plantea a través de dos grandes objetivos: a) esfuerzos de mitigación, adaptación, financiamiento climático, transferencia de tecnología y el desarrollo de capacidades, así como plantear un marco de responsabilidad frente a sus compromisos; b) generar un “Diálogo Facilitador 2018” para asegurar que las partes conviertan sus compromisos en acción.
América Latina y el Caribe plantean tres temas en la COP 23
Adoptar el primer plan de acción de género y poner en funcionamiento una plataforma de comunidades locales y pueblos indígenas, para asegurar que los beneficios de la acción climática sean equitativamente distribuidos entre los grupos más vulnerables; avanzar las discusiones sobre adaptación, pérdidas y daños, esto incluye el fortalecimiento del Fondo de Adaptación, el lanzamiento de un mecanismo de compensación para la transferencia de riesgos y fortalecer el mandato de entrega de herramientas y metodologías a quienes más lo necesitan; y, evidenciar el vínculo entre la salud de los océanos y la acción climática.
América Latina y el Caribe por la mitigación del cambio climático
El PNUD destaca varios puntos sobre la gestión de la región en torno a paliar los efectos del calentamiento global. Señala que América Latina y el Caribe (ALC) otorgan especial importancia a integrar los esfuerzos de adaptación del cambio climático con los recursos hídricos y la agricultura, y se evidencia esta integración en el uso de tecnologías avanzadas y en la aplicación del conocimiento ancestral y de las comunidades locales.
Se trata de un mecanismo de mitigación del cambio climático en ALC, donde aproximadamente el 50% de las emisiones de gases de efecto invernadero provienen de los procesos de deforestación. Brasil y Ecuador son los dos primeros países del mundo que adoptaron dicho mecanismo y que han reducido sus emisiones debido a la deforestación.
Se espera que otros países de la región, como México, Paraguay, Honduras, Costa Rica y Chile, participen en este programa y, movilicen incentivos financieros que les ayuden a incrementar sus esfuerzos para proteger sus bosques, alinear sus políticas e inversiones nacionales, y simultáneamente fomentar una producción agropecuaria menos invasiva hacia los bosques, y más sostenible en las áreas social, económica y ambiental.

Delegación del Perú en la COP23

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La Delegación del Perú se ha reunido para dar a conocer los avances de las negociaciones durante la primera semana de la Cumbre Mundial de Cambio Climático-COP23, que se realiza en la ciudad de Bonn, Alemania.
“En el Perú hemos priorizado una construcción participativa de nuestras NDC, que incluya los enfoques de género, intercultural e intergeneracional”, asimismo “dialoguemos para involucrar a todos los actores de la sociedad civil, pueblos indígenas, sector privado y la academia en torno a la implementación de nuestras Contribuciones” señaló Rosa Morales, Directora General de Cambio Climático y Desertificación.

Cumbre del Clima de Bonn

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Por Rosalía Sánchez-Diario ABC.
La importancia de ese histórico acuerdo climático vinculante, sellado en diciembre de 2015 y ratificado ya por 169 miembros, radica ahora en que acabe siendo implementado, para lo que hay que negociar todavía detalles cruciales de la letra pequeña. Es necesario, por ejemplo, establecer un sistema de reglas que sirva para medir, comparar y comprobar si los objetivos del clima efectivamente se están cumpliendo en cada país. La ONU ha hecho un llamamiento a los gobiernos en vísperas de la cumbre para adoptar «de manera urgente compromisos climáticos más ambiciosos para garantizar que los objetivos del Acuerdo de París aún se puedan cumplir», en base al último informe elaborado por el Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA). El texto subraya que incluso aunque se cumplan todas las metas fijadas por los Estados, la temperatura del planeta aumentará al menos tres grados respecto de la época preindustrial para el año 2100. Y esto sin tener en cuenta la retirada de Estados Unidos, que solo en el Fondo Verde contribuía con 2,000 millones de dólares hasta 2020.
«Tenemos que lanzar al mundo una señal fuerte y clara de compromiso», decía ayer la ministra alemana de Medio Ambiente Barbara Hendricks. «Se trata de que nadie haga trampas», concretaba bastante más su secretario de Estado, Jochen Flasbarth, anotando que «el diablo está en los detalles». Se refería a que «se podría engañar en muchos puntos, se podría dar, por ejemplo, cifras erróneas de partida o de las emisiones de CO2 anuales, por eso hay que establecer mecanismos seguros de control».
Los anfitriones alemanes han asumido el reto de acoger a los 23,000 participantes en la cumbre, aunque la presidencia sigue correspondiendo a Fiji, uno de los territorios más afectados por la amenaza climática. Fiji ha puesto en el centro del debate «la vulnerabilidad extrema de lugares como las pequeñas islas estado del Pacífico que están siendo devoradas por la subida del nivel del mar, ante los efectos de un cambio causado por otros», explica Manuel Pulgar, portavoz de cambio climático del Fondo Mundial para la Naturaleza. De ahí la importancia de implementar el llamado «Mecanismo de Pérdidas y Daños».

Abandono del carbón

Irónicamente, cerca de Bonn opera la poderosa compañía minera alemana RWE, la empresa más contaminante de Europa. La Organización medioambiental alemana Bund ha pedido a la canciller Angela Merkel que utilice la COP23 para que Alemania abandone el uso del carbón definitivamente en 2030, dando así un paso adelante en el nuevo liderazgo global por el medio ambiente. Estas presiones tienen lugar en un delicado momento para un gobierno alemán todavía en formación.
Tras ganar las elecciones del pasado 24 de septiembre, Merkel está negociando un acuerdo de gobierno con Los Verdes y los liberales del FDP, partidos contrarios en asuntos de protección del clima. De esa negociación ha de salir la posición de Alemania para la próxima década y las organizaciones ecologistas alemanas consideran necesario un abandono del carbón que al Partido Liberal no está dispuesto a someter a la industria alemana.

Continuar el camino del Acuerdo de Paris

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La conferencia de las Naciones Unidas sobre el cambio climático (COP23) de este año ha comenzado en Bonn con un llamamiento conjunto para que se mantenga la ruta del Acuerdo de París sobre el cambio climático.
La conferencia, que se celebrará del 6 al 17 de noviembre, se inicia con el trasfondo de los destructivos efectos de los huracanes, incendios, inundaciones y sequías y sus efectos en la agricultura, con la consiguiente amenaza a la seguridad alimentaria.
Bainimarama dijo que Fiji lleva todo el año trabajando en la creación de una “Gran Coalición” entre Gobiernos de todos los niveles, la sociedad civil, el sector privado y organizaciones confesionales.
La Secretaria Ejecutiva de ONU Cambio Climático subrayó que es urgente avanzar. “Tenemos que hacer progresos inmediatos si queremos cumplir los compromisos que hemos contraído para 2020. En este sentido, las promesas de financiación y de reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero son cruciales”, añadió.
Si Fiji ocupa la presidencia de la COP23, el Gobierno de Alemania está proporcionando los recursos logísticos.
La Ministra de Medio Ambiente alemana, Barbara Hendricks, reiteró el apoyo de su país a la ONU y señaló que, como sede de la secretaría de ONU Cambio Climático, Bonn se está convirtiendo un centro mundial de acciones por el clima y en un núcleo internacional para el desarrollo sostenible.
La Ministra también tuvo buenas noticias sobre la financiación de países en desarrollo: anunció que Alemania apoyaría el Fondo de Adaptación de la ONU con 50 millones más de euros en 2017.
Bonn's Beethoven orchestra in front of the city's old town hall.Durante la COP23, la ciudad de Bonn no solo será la anfitriona de la conferencia, sino que también acogerá eventos culturales que ayudarán a acercar las acciones por el clima a todos los que se encuentren en la ciudad.
La Beethoven Orchestra, llamada así por el famoso compositor Ludwig van Beethoven y originario de Bonn, también contribuirá a los eventos culturales de la COP23 de la ciudad. Los delegados serán invitados a un concierto especial de la sexta sinfonía de Beethoven, también llamada Pastoral, que celebra la naturaleza y el campo. Michael Horn, el director de la orquesta, está convencido de que este mensaje musical de amor a la naturaleza infundirá el espíritu adecuado a las negociaciones sobre el cambio climático. “Afortunadamente, la música es un idioma que todo el mundo entiende”, afirmó.
Fuente: www.unfccc.int

Centro Mundial de Conferencias en Bonn

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La conferencia de las Naciones Unidas sobre el cambio climático 2017 (COP23) abre este lunes 6 con el objetivo de que las naciones impulsen la acción climática al nivel de ambición necesario para hacer frente al calentamiento global, y para poner al mundo en una trayectoria de desarrollo más seguro y próspero.
La conferencia, que llega justo dos años después de la adopción histórica del Acuerdo de París sobre el cambio climático, alentará además la acción por parte de ciudades, estados, regiones, territorios, empresas y sociedad civil en apoyo de los planes nacionales de acción climática, y a favor del objetivo de temperatura acordado internacionalmente y de los objetivos más amplios recogidos en la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible.
Los fenómenos meteorológicos extremos, una llamada a la acción urgente
La conferencia está presidida por Frank Bainimarama, Primer Ministro de Fiji, primer pequeño estado insular en desarrollo que ocupa este papel. La conferencia tiene como telón de fondo los eventos meteorológicos extremos que han devastado la vida de millones de personas en lugares como Asia, las Américas y el Caribe.
“El sufrimiento humano causado por la intensificación de huracanes, incendios forestales, sequías, inundaciones y amenazas a la seguridad alimentaria provocados por el cambio climático son la señal de que no hay tiempo que perder”, dijo el Sr. Bainimarama, quien este lunes asumirá la presidencia en la apertura de la conferencia de manos de Marruecos.
“Debemos preservar el consenso global a favor de una acción decisiva que consagra el Acuerdo de París y buscar alcanzar el objetivo más ambicioso de limitar el aumento de la temperatura promedia mundial a 1,5 grados por encima de la era preindustrial”, dijo.
“Dondequiera que vivamos, todos somos vulnerables y debemos actuar. Fiji está ayudando a construir una gran coalición para actuar de manera decisiva y coordinada entre los gobiernos en todos los niveles, la sociedad civil, el sector privado y todos los ciudadanos del mundo. Es por eso que hemos instalado una canoa de alta mar típica de Fiji, un Drua, aquí en la entrada, para recordar a todos la necesidad de llenar nuestras velas con el viento de la determinación colectiva por hacer que la COP23 sea un éxito y poder así hacer frente al desafío más grande para la humanidad”, afirmó Bainimarama.Una canoa tradicional de las islas Fiji, o Drua, en el Centro Mundial de Conferencias en BonnUna canoa tradicional de las islas Fiji, o Drua, en el Centro Mundial de Conferencias en Bonn.
La COP23 va a responder a esta llamada mediante avances e iniciativas en dos áreas de acción claves e interconectadas:
-Con el trabajo que realizan los gobiernos para aumentar la acción climática en los términos del Acuerdo de París y la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático.
-Con la muestra, fomento y el lanzamiento de nuevas iniciativas de acción climática a nivel mundial, y la ampliación de otras ya existentes, por parte de todos los actores con miras a coordinar mejor los esfuerzos de todos de manera más eficiente, efectiva y transformadora.
Patricia Espinosa, Secretaria Ejecutiva de ONU Cambio Climático, dijo: “La COP23 en Bonn mostrará al mundo las dos caras del cambio climático. En primer lugar, el impulso positivo, resuelto e inspirador por parte de tantos gobiernos y de cada vez más ciudades, estados, empresas, líderes de la sociedad civil y agencias de la ONU, que se están alineando con los objetivos y las metas del Acuerdo de París”.
“En segundo lugar, el realismo se impone, con la evidencia de que los riesgos climáticos son cada vez mayores. El pulso del planeta se está acelerado, la población está sufriendo y la ventana de oportunidad se está cerrando. Juntos, debemos avanzar más lejos y más rápido para elevar el nivel de ambición y de acción para pasar a un nivel superior definitivo”, añadió.
Un anticipo de lo más destacado de la COP23
La conferencia es en sí misma un reflejo de la cooperación y la coordinación internacional.
La COP23 está organizada por ONU Cambio Climático, que tiene su sede en Bonn; está presidida por Fiji y cuenta con el apoyo organizativo y logístico del Gobierno de Alemania, la región de Renania del Norte-Westfalia y la ciudad de Bonn.
La variedad de oradores refleja el amplio espectro de sectores involucrados en la acción climática. Entre las personalidades ya confirmadas figuran la presidenta de las Islas Marshall, Hilda Heine; Arnold Schwarzenegger; el Secretario General de la ONU, António Guterres; la alcaldesa de París, Anne Hidalgo; el Gobernador de California, Jerry Brown; el Enviado Especial de la ONU, Michael Bloomberg; el astronauta Thomas Pesquet; Paul Polman, Director Ejecutivo de Unilever; la Primera Ministra de Escocia, Nicola Sturgeon; y el explorador del Solar Impulse, Bertrand Piccard.
Se espera que asistan cerca de 20 jefes de Estado, incluido el Presidente de Francia, Emmanuel Macron, y numerosos jefes de Gobierno como la Canciller alemana, Angela Merkel.
Se prevé que de la COP23 salgan además varias iniciativas transformadoras, incluida una de las Naciones Unidas sobre salud y pequeños estados insulares, una plataforma para apoyar la participación de las comunidades locales y los pueblos indígenas, un Plan de Acción de Género de amplio alcance, y el desarrollo de un proyecto de protección global frente a los riesgos para proporcionar seguros asequibles a 400 millones de personas en situación de pobreza y vulnerabilidad.
Hay que actuar con urgencia para mantenerse alejados de los puntos críticos
El Acuerdo de París se basa en planes nacionales de acción climática conocidos como Contribuciones determinadas a nivel nacional (NDC, por sus siglas en inglés), cuyo nivel de ambición debe aumentarse con el tiempo para encaminarnos colectivamente hacia el objetivo de la temperatura del Acuerdo de París. Ese objetivo es mantener el aumento de la temperatura global por debajo de los 2 grados centígrados y, aún mejor, que no se superen los 1,5 grados.
Urge una acción más rápida e inmediata, ya que los compromisos y los esfuerzos registrados hasta el momento ponen al mundo camino de un aumento de 3 grados centígrados, o quizá más.
Esto provocaría la pérdida de la capa de hielo de Groenlandia, mayores aumentos del nivel del mar, daños importantes en importantes sistemas naturales, como el Amazonas, y riesgos para la previsibilidad de los sistemas de circulación oceánica.
Hasta ahora, las temperaturas ya han aumentado alrededor de un grado centígrado en relación a la época preindustrial.
Negociaciones gubernamentales
La COP23 está estructurada siguiendo el principio de “una conferencia, dos zonas”. Las negociaciones intergubernamentales de la ONU tendrán lugar en la zona Bula, una expresión fiyiana para dar la bienvenida.
Durante las negociaciones, los países tienen la intención de diseñar y presentar el diálogo de Talanoa, llamado así por el espíritu de intercambio abierto y debate constructivo de las naciones insulares del Pacífico, y que se desarrollará en el transcurso de 2018. Este diálogo se basará en tres cuestiones fundamentales: ¿dónde estamos?, ¿hacia dónde queremos ir?, ¿cómo llegamos hasta allí?, y finalizará en la COP24, el año próximo en Polonia. El objetivo es preparar el terreno para ofrecer una respuesta más ambiciones que refleje mejor el conocimiento científico sobre el cambio climático durante el período de 2019-2020.
Asimismo, los gobiernos también trabajarán en lo que se puede llamar el sistema operativo del Acuerdo de París: las formas y medios detallados para ayudar a todos los gobiernos, con el apoyo de los interesados que no son Partes, a cumplir mejor los objetivos del Acuerdo de París ahora, y en los años y décadas por venir. El plazo para ello también se ha fijado para Polonia 2018.
Las directrices que sustentan este sistema operativo deberán garantizar que el Acuerdo de París promueva la transparencia en la acción y el apoyo, y que se fomente la creación de resiliencia y la adaptación.
También será necesario detallar la forma en la que los gobiernos van a evaluar la evolución de la situación mundial, y cómo operarán los mecanismos para facilitar la implementación y promover su cumplimiento.
Está previsto que los negociadores de la COP23 avancen en otros asuntos pendientes en el marco de la Convención, como por ejemplo verificar el progreso de la entrega de 100.000 millones de dólares estadounidenses para apoyar a los países en desarrollo para 2020, o la entrada en vigor de la Enmienda de Doha del primer tratado internacional de reducción de emisiones, el Protocolo de Kyoto.
Acción climática global y la Alianza de Marrakech
Cerca de la zona de las negociaciones, y bordeando el río Rin, el Gobierno alemán ha puesto en marcha la zona Bonn, donde los gobiernos, ciudades, estados, empresas y sociedad civil mostrarán los avances logrados después del Acuerdo de París y anunciarán nuevas iniciativas.
“Espero ver nuevas e increíbles iniciativas. A día de hoy, los beneficios económicos, y de salud pública y bienestar de un mundo más verde y limpio están totalmente claros para gobiernos, empresas, inversores y consumidores por igual. Pero también espero nuevos avances en la coordinación de la experiencia y los recursos globales para lograr resultados concretos más rápidamente”, afirmó Barbara Hendricks, ministra de Medioambiente, Protección de la Naturaleza y Seguridad Nuclear del Gobierno de Alemania.
La Alianza de Marrakech para la Acción Climática Global (ACG) es un programa de actividades de cinco días con más de 100 eventos que mostrarán cómo las ciudades, regiones, empresas e inversores trabajan conjuntamente con los gobiernos y el sistema de las Naciones Unidas para implementar el Acuerdo de París.
Durante los primeros tres días de la ACG (del 10 al 12 de noviembre), se presentará la acción en ocho áreas temáticas principales: Energía, Agua, Agricultura, Océanos y Zonas costeras, Asentamientos humanos, Transporte, Industria y Bosques. Cada mañana se ofrecerá una rueda de prensa para presentar estos eventos.
Los dos días siguientes (del 13 al 14 de noviembre) girarán en torno al segmento de alto nivel, donde se presentará una serie de destacados oradores que se centrarán en temas transversales, como finanzas, innovación, resiliencia, el Objetivo de Desarrollo Sostenible 11 (ciudades y comunidades sostenibles) y el Objetivo de Desarrollo Sostenible 2 (hambre cero).
Fuente: www.unfccc.int

Delegación del Perú

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Perú se prepara para participación en la Conferencia de la ONU sobre Cambio Climático-COP23 a realizarse en Bonn

La Ministra del Ambiente, Elsa Galarza, saludó la participación de las autoridades del gobierno central, regional y local; así como a las organizaciones de la sociedad civil, pueblos indígenas y la academia; que formarán parte de la delegación del Perú en la Vigésimo Tercera Conferencia de las Partes sobre Cambio Climático (COP23), a realizarse en la ciudad de Bonn, Alemania, del 06 al 17 de noviembre de 2017.
“Estamos siendo testigos de cuán vulnerables son nuestras sociedades, nuestra infraestructura y nuestra gente a los impactos del cambio climático. Bajo este escenario, la adaptación climática adquiere un nuevo significado y exige una respuesta global para construir puentes hacia un desarrollo que garantice el bienestar de las futuras generaciones”, enfatizó.
En ese sentido, la Ministra Galarza agradeció el compromiso e interés mostrado por los miembros de la delegación peruana al representar al país en la COP23, impulsando la acción climática desde un enfoque inclusivo, respetuoso y participativo; y expresó su deseo de que se pueda adoptar el Plan de Acción de Género de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, con miras a promover e incorporar políticas climáticas sensibles al género.
“La conferencia será una buena oportunidad para tejer relaciones y contar todo lo que se está haciendo en el país y cómo es que venimos avanzando en la senda correcta a través de un trabajo conjunto. Estamos convencidos de que el cambio climático es un tema de agenda interna y, en ese sentido, el gobierno peruano está comprometido a trabajar como una sola fuerza para reducir los impactos de la variabilidad climática y mejorar la calidad de vida de todos los peruanos, haciendo frente a peligros tales como la deforestación, que arrasa la biodiversidad de nuestros bosques”, acotó.La delegación peruana estará presidida por la Ministra del Ambiente, Elsa Galarza e integrada por el equipo de negociadores liderados por la Embajadora Liliam Ballón -quien ejerce además la presidencia Pro Tempore de la Asociación Independiente de América Latina y el Caribe (AILAC), grupo de negociación ante la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, de la cual Perú forma parte-; representantes del Grupo de Trabajo Multisectorial para la implementación de nuestras Contribuciones Nacionalmente Determinadas, que reúne a 13 ministerios y el CEPLAN; así como autoridades de gobiernos regionales y locales; organizaciones de la sociedad civil y los pueblos indígenas; academia; proyectos de cooperación, entre otros.
Por su parte, Rosa Morales, Directora General de Cambio Climático y Desertificación del MINAM, sostuvo que entre los temas de negociación de la COP23 se busca asegurar que el llamado diálogo facilitador, ahora denominado “Diálogo de Talanoa”, el cual tendrá lugar el próximo año y servirá para evaluar el progreso para alcanzar los objetivos del Acuerdo de París, se base en un proceso inclusivo y transparente, y genere el impulso político necesario en pro de la acción climática global.
Este año la Presidencia de la COP23 es ejercida por Fiji, el primer pequeño Estado insular en desarrollo que asume la presidencia de una COP. Precisamente, “Talanoa” es una palabra fiyiana que hace referencia a un proceso inclusivo de participación que se basa en la empatía y que conduce a una toma de decisiones a favor del bien colectivo.
Fuente: Ministerio del Ambiente.

Bonn 2017: COP23

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Durante la conferencia de las Naciones Unidas sobre el cambio climático de este año (COP23), que tendrá lugar entre el 6 y el 17 de noviembre, las naciones del mundo se reunirán para impulsar las metas y ambiciones del Acuerdo de París y avanzar con las directrices para aplicarlo.
El título oficial de la conferencia es COP 23/ CP/RP 13/ CP/RA 1.2, y se celebrará en Bonn, Alemania, bajo los auspicios de la secretaría de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC) y presidida por Fiji. La secretaría de la CMNUCC y el Gobierno de Fiji están colaborando estrechamente con el Gobierno de Alemania, el estado federado de Renania del Norte-Westfalia y el Ayuntamiento de Bonn para garantizar una conferencia dinámica y exitosa.
El 27 de julio de 2017 la Secretaria Ejecutiva de la CMNUCC, Patricia Espinosa, presentó la COP23 a las embajadas ubicadas en Berlín subrayando la importancia de la cooperación durante los preparativos de la conferencia. “La cooperación es lo que hará posible la COP23. También permite adquirir conciencia de la vulnerabilidad de las islas y todas las naciones. Y abre la puerta a más colaboración y apoyo, para las comunidades resilientes y para la transición al crecimiento impulsado por energía limpia”, dijo en el evento. 

Una conferencia, dos zonas

La organización de la COP23 está siguiendo el innovador concepto de “una conferencia, dos zonas”. Durante las dos semanas de la conferencia, una enrome área de la ciudad de Bonn se convertirá en el Campus del Clima, que estará dividido en dos zonas: Bula y Bonn. No obstante en este enfoque se asegura una buena integración de las dos zonas para garantizar que las negociaciones, eventos y exposiciones se integren en una única conferencia.
La zona Bula, donde los Gobiernos mantendrán sus conversaciones, estará compuesta por el Centro Mundial de Conferencias, el Campus de la ONU y una zona ampliada detrás del edificio de Deutsche Welle en Bonn. La palabra “bula” procede de la cultura de Fiji y además de significar hola expresa un deseo de buena salud y felicidad.
La zona Bula estará abierta desde el lunes 6 de noviembre hasta el viernes 17 de noviembre de 2017, excepto el domingo 12 de noviembre. El horario de apertura será de 8:00 a 23:00 h. Las oficinas para las delegaciones estarán accesibles las 24 horas con servicios reducidos el domingo 12 de noviembre, así como durante la noche.
En la zona Bonn, que se ubicará en el parque Rheinaue de Bonn, se celebrarán eventos centrados en la acción climática, entre los que se incluirán algunos eventos de alto nivel, eventos paralelos y exposiciones organizados tanto por la CMNUCC como por el Gobierno de Alemania. También será el emplazamiento de algunas actividades de los medios de comunicación así como de los eventos que las delegaciones organicen en sus pabellones.
La zona Bonn estará abierta desde el lunes 6 de noviembre hasta el viernes 17 de noviembre de 2017, el domingo 12 de noviembre incluido, de las 8:00 a las 22:00 horas.
El Gobierno de Alemania y las Naciones Unidas firmaron el acuerdo bilateral que servirá de base legal para la organización de la conferencia de la ONU sobre el cambio climático de este año, la COP23, que se celebrará en Bonn del 6 al 17 de noviembre.
La conferencia está siendo organizada por la secretaría de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC), que tiene su base en Bonn, y será presidida por Fiji, con el apoyo organizativo y logístico del Gobierno de Alemania, el estado de Renania del Norte-Westfalia y el Ayuntamiento de Bonn.
Durante la firma del acuerdo, el representante de Alemania, el Secretario de Estado Walter Lindner destacó que la acción climática es fundamental desde un punto de vista geopolítico, y que es urgente tomar medidas ante los impactos cada vez más visibles del cambio climático.
“El cambio climático está provocando escasez de alimentos y, en consecuencia, conflictos por el control de la tierra y de los recursos y un aumento de las crisis migratorias y de refugiados. En este contexto, la conferencia de la ONU sobre el cambio climático (COP23) de Bonn tiene, por lo tanto, relevancia mundial. Una vez más, Bonn tendrá la oportunidad de demostrar su calibre como ciudad sede de la ONU y como centro de conferencias”, dijo el Sr. Lindner.
Por su parte, la Secretaria Ejecutiva de la CMNUCC, Patricia Espinosa, elogió el liderazgo que Alemania está demostrando en el ámbito climático. La responsable de la ONU para el cambio climático afirmó: “Con el apoyo que están dando a Fiji, al equipo de cambio climático de la ONU y a todas las personas que van a participar en la COP23, Alemania está demostrando su compromiso con los objetivos climáticos y de desarrollo sostenible. En noviembre, Alemania será el lugar de la acción para los participantes entre los que habrá jefes de Estado, ministros, directivos de grandes empresas, y representantes de la sociedad civil y de los jóvenes”.
“Alemania proporciona a Naciones Unidas un hogar, con instalaciones de primera clase como son el campus de la ONU y el Centro mundial de conferencias. Estamos trabajando con el Ayuntamiento de Bonn y la Renania del Norte-Westfalia, que están siendo unos socios ejemplares. Bonn, que ya era ciudad sede de las Naciones Unidas, se está convirtiendo además en un centro para la sostenibilidad”, añadió.
En noviembre, más de 22.000 personas participarán en la COP23, cuyo principal objetivo es hacer avanzar los esfuerzos para la implementación del Acuerdo de París sobre el cambio climático e impulsar las medidas de acción por parte de todos los sectores.
También asistió a la ceremonia el nuevo embajador de Fiji en Bélgica, Deo Saran, representante permanente de la Unión Europea.
Fuente: http://newsroom.unfccc.int/es/cop23-bonn/

A flood of problems

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Peru’s glaciers have made it a laboratory for adapting to climate change. It’s not going well.

By Nick Miroff– The Washington Post
Photos by Jabin Botsford
After a day of bright sunshine, a chunk of ice the size of a dump truck broke off the glacier on Mount Pucaranra a few weeks ago. It plunged into the lake below and kicked up a wave nine feet high.
Victor Morales, a small, catlike man with a tattered ski cap who is the lake’s solitary watchman, scrambled up to a stone hut on the side of the mountain and got on the radio. The wave had damaged an emergency drainage system meant to reduce the volume of the lake. But to his great relief, the earthen dam holding back the water was intact.
Above: An Andes mountain range and a cross headstone are seen from Cementerio Municipal De Huaraz in Huaraz, in the Ancash region of Peru, on July 13.
LAKE PALCACOCHA, Peru
Lake Palcacocha is a mile long and 250 feet deep, and the effect of a large avalanche would be similar to dropping a bowling ball in a bathtub. Modeling scenarios predict a 100-foot wave so powerful it would blow out the dam. Three billion gallons of ice water would go roaring down the mountain toward the city of Huaraz, burying its 200,000 residents under an Andean tsunami of mud, trees and boulders.
Lake Palcacocha is an example of the immediate threats Peru and other developing countries are facing from climate change. The country is especially vulnerable since it is home to 70 percent of the world’s “tropical glaciers” — small, high-altitude ice caps found at the earth’s middle latitudes. Their disappearance has made Peru something of a laboratory for human adaptation to climate change.
So far, it’s not going very well.
“For countries like Peru that are trying to climb out of poverty, there are major social, cultural and economic obstacles to adaptation,” said Nelson Santillán, a researcher at Peru’s national water authority. “Identifying risks is one thing, but doing something about them is another.”
In the weeks since President Trump announced the United States would renege on its commitment to the Paris climate accord, scientists have pointed to new signs the planet is edging closer to a precipice. Maximum temperature records continue falling. New cracks are opening at the polar ice caps.
Peru’s high-altitude glaciers are tiny by comparison, but millions of people depend on their runoff for water, food and hydroelectricity.
Some of Peru’s glaciers have lost more than 90 percent of their mass. While much of the water trickles harmlessly down the mountainside, in places like Lake Palcacocha, it is pooling in great big puddles of melted ice. Many of these new lakes are held back by glacial moraines, which are essentially mounds of compressed sediments. They may be structurally weak, and as the volume of water pushing on them increases, some will collapse.
“We have glaciers across 19 -no, 18- mountain ranges,” said Marco Zapata, a top scientist at Peru’s institute for glacier research, correcting himself to reflect the latest monitoring data.
“They’re all shrinking.”
For Peruvian authorities, this is becoming more of an engineering problem than an environmental lament. Without reliable glacial runoff, the country’s water and irrigation systems will need to be retooled. New dams and reservoirs will be needed to more effectively store water. Investments in agriculture and other water-intensive industries will need to be recalculated.
“The glacier used to come down to there,” said Tomás Rosario, 45, who farms in the shadow of 22,000-foot Huascaran, Peru’s highest peak. He pointed at a ridge above his village, where bare rock was exposed. “Now the snow is gone and we’re running out of water”.
Victor Morales, the solitary watchman whose job is to call the city of Huaraz to warn of potential floods, waits for breakfast in his stone hut near Lake Palcacocha, a swollen glacial lake in the Andes mountain range.
Last November, in the middle of a crippling drought, a rumor began to spread in Rosario’s tiny town of Soledad and in other Quechua-speaking villages whose residents grow potatoes and corn on the flanks of mountains here.
The rainy season was late, the fields were parched and livestock were dying. The government said global warming was making matters worse.
The villagers, not unlike climate-change skeptics in the United States, did not believe it.
Their suspicions fell instead on the strange machines that foreign scientists and aid workers from the Swiss-Peruvian group Project +Glaciers had installed with great fanfare at Lago 513, another swollen glacial lake not far from Lake Palcacocha.

Alejandro Rosales, 61, talks about about his poor corn harvest this year because of low rainfall. He wants the regional government to complete an irrigation project that would grant his town access to more water from the glacial runoff in Yarush.
The $250,000 emergency warning system included a monitoring station to alert residents living downstream in the town of Carhuaz (population 13,000) in case of a dam rupture. A 2010 flood triggered by an icefall at Lago 513 destroyed dozens of homes.
But in the middle of a drought, no one was especially worried about flooding. Years of disappointing rainfall were sowing anxieties up and down the valley.
Then the rumors picked up. “Everyone was saying that the gringos’ machines were scaring away the rain,” said Feliciana Quito, who farms a small plot downstream from the lake.
Jesús Caballero, the Carhuaz mayor, said he wanted to set the villagers straight, so he offered to hike up to the lake one morning in November to show them the “gringo machines” were harmless.
But when Caballero arrived at the lake that day, he said, it was clear the villagers were not interested in a climate lecture. Some of the young men were carrying sticks. This was a lynch mob.
“I told them the equipment had nothing to do with the rain,” Caballero said. “But I was rowing against the current.”
The villagers attacked the monitoring station, tearing out the antennas and solar panels. They bludgeoned some of the instruments and carried the rest back down the mountain, triumphant, as if they had slayed a dragon.
The rains came three days later, ending the drought. The villagers were jubilant. Their climate science was vindicated.
But now the lake has no emergency warning system in case the dam bursts. The farmers say they will not allow the foreigners to put the equipment back in, let alone drive through their village. When Project+Glaciers sent a team to inspect the damage, they were stopped on the road by women carrying rocks, threatening to stone them.
“We’re not going to let anyone put anything up there that interferes with the rain,” said Rosario, who was one of the expeditionaries who went to the lake that day.
Caballero said the episode has demonstrated the need for greater sensitivity to the fears of rural villagers whose lives and traditions are upended by water shortages and extreme weather.
What is left of the old monitoring system is now locked in a storage room opposite the Carhuaz city hall. Caballero said he thinks he can get the villagers’ approval to put the equipment back in if there is another drought this fall, because it would prove his point that the machines have nothing to do with the rain.
Then again, he said, the villagers may direct their anger at the emergency monitoring systems installed at other nearby lakes, such as Lake Palcacocha. “If the rains don’t come, I worry they’ll march up there and tear the other equipment out, too,” he said.
A sheep joins a group of people as they sit at an overlook in Huaraz. Police officers cordon off streets during a drill to prepare for a potential flood triggered by a dam rupture at the swollen glacial lake upstream in Huaraz. People make their way through the market near Plaza de Armas in Carhuaz.
Population boom 
It would be especially unwise to attack the monitoring station at Lake Palcacocha.
A moraine dam at the lake collapsed in December 1941, and the flood it unleashed killed several thousand people in Huaraz. The city only had 17,000 residents at the time. Since then its population has exploded, as farmers in the surrounding hills have been lured to the city by jobs in mining and tourism.
Land was cheap along the riverbanks, and today the flood zone is the most heavily populated part of the Huaraz, with schools, hospitals and a stadium.
Siphon pipes lead up the mountain to Lake Palcacocha. The siphons were installed to reduce the lake’s volume and to prevent a dam rupture. Nonetheless, the siphons were damaged in the recent icefall, and only a pair remains in operation.
The Peruvian government launched dozens of flood control projects across the Andes after the 1941 disaster, adding an emergency spillway at Lake Palcacocha. When a 7.9 earthquake hit in 1970 and much of Huaraz was destroyed again, thousands died, but the dam held.
But since then the volume of the lake has increased 34-fold as glacial melting accelerates. Lake Palcacocha rose so high in 2011 that authorities declared an emergency, and soon after a series of flexible plastic pipes were installed to siphon off water from the surface like giant soda straws.
The siphons lowered the height of the lake by nearly 20 feet, but they were damaged in recent icefall, and only two are now working.
A major avalanche would toss the pipes from the lake like wet noodles, and the spillway tunnel that is the dam’s last safety valve would be quickly clogged with rock and ice.
Draining the lake to a safer level can be done with relatively simple engineering techniques that would cost only about $7 million, environment ministry officials say. In contrast, a dam failure and catastrophic flooding in Huaraz would inflict more than $2.5 billion in damage, in addition to causing thousands of deaths.
But fixing Palcacocha has become a source of fierce debate. The lake is inside a national park, where big engineering projects are not welcome. While the central government in Lima is eager to drain the lake, local farmers say they need the water, and want new reservoirs that would store it elsewhere and redistribute the load.
These proposals are muddied by deep distrust. The last three regional governors from Huaraz have been jailed on graft charges, and the reputation of the central government in Lima isn’t much better, as two former presidents are also under indictment for corruption.
While the threats of climate change are new, the shortcomings of the political system are not, said Jahir Anicama, head of the Project +Glaciers office in Huaraz. “In the end, it’s a matter of effective government,” he said.
Officials and aid groups have been focused on disaster prevention, but he said the latest conflicts show the need to address the full range of fears that will probably intensify as the glaciers vanish and water supplies grow more irregular.
“We’ve been focused on future flood risks, but that’s not the biggest worry for these farmers,” he said. “They want projects that give them access to water, and they want them now”.

Parque Nacional Ichigkat Muja

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Tiene como objetivo general conservar la única muestra de la Ecorregión de Bosques Montanos de la Cordillera Real Oriental, permitiendo así conservar tanto los valores geológicos y de diversidad biológica asociados, entre los que destacan especies endémicas o de distribución restringida, especies amenazadas y grupos taxonómicos relevantes para la ciencia; como la cabecera de la cuenca del río Cenepa e importantes tributarios del río Santiago y sus funciones ecológicas en el ciclo del agua en la cuenca del Marañón. Presenta una guía de gestión y planificación que facilitara a la jefatura la administración del Parque Nacional Ichigkat Muja- Cordillera del Cóndor (Provincia de Condorcanqui-Amazonas).
Fuente: SERNANP.