Archivo de la categoría: Antropología de la Religión

Factor religioso como fenómeno humano

V Congreso Americano Misionero

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Inauguración en Santa Cruz el V Congreso Americano Misionero

Más de 3,000 católicos de toda América Latina se concentran en la ciudad de Santa Cruz. Este martes 10, a las 16:00, con una misa se inauguró el V Congreso Americano Misionero (CAM).
La eucaristía de inauguración del CAM fue presidida por el cardenal Fernando Filoni, delegado del Papa para este acontecimiento eclesial, que arribó a suelo cruceño, y fue el encargado de transmitir la bendición del santo padre al pueblo boliviano.
En español, pero con un notorio acento italiano, transmitió el mensaje de este quinto congreso que pretende involucrar a todos los católicos en la labor misionera, a la que están llamados no solo los sacerdotes, sino “todo aquel que fue bautizado”.
Al término de la celebración eucarística se desveló la estatua del fallecido cardenal Julio Terrazas. Un monumento de dos metros y 40 centímetros que desde hoy permanecerá en el ala oeste de la catedral.
Fuente: www.correodelsur.com

Cardenal Filoni en el V Congreso Americano Misionero: la misión es anuncio y testimonio

En la Eucaristía que dio comienzo al V Congreso Americano Misionero (VCAM) en Bolivia, el cardenal Fernando Filoni, delegado del Papa Francisco, animó a los más de tres mil participantes del V Congreso Americano Misionero a ser “creíbles con el testimonio” en la vida misionera. “Hoy es fundamental ser creíbles pero no por la multiplicidad de nuestras palabras sino por el testimonio de la vida recibida en Cristo”, sostuvo el cardenal que presidió esta eucaristía inaugural en el atrio de la Catedral San Lorenzo de Santa Cruz.
Participaron de la misa 90 obispos, entre ellos el nuevo cardenal de Bolivia, Toribio Ticona, 450 sacerdotes, 1,306 delegados de los 24 países de América, 110 especialistas ponentes, 245 voluntarios y 1,203 delegados misioneros de las 18 jurisdicciones eclesiales de Bolivia.
“Cualquier obra misionera es al mismo tiempo anuncio y testimonio”, señaló el cardenal Filoni. Manifestó que el VCAM “nos permite valorar nuestro compromiso misionero y nos permite tomar un nuevo empuje renovado en el ardor y la pasión por Cristo; amar a esta tierra americana significa hacerle el don de Jesús bendito; yo creo que esto es lo que constituye la verdadera bendición”.
Después el delegado de Francisco destacó la obra misionera realizada por la Beata Nazaria Ignacia, quien el 14 de octubre de 2018 será canonizada por el Pontífice. “No puedo dejar de citar el gran ejemplo de una mujer boliviana por adopción que bajo el impulso de cuanto Dios había obrado en ella se hizo misionera; no solo asumió el nombre de Jesús, lo anunció y siguió la obra de Cristo en esta tierra bendita de Bolivia”. Explicó que la futura santa boliviana fundó el nuevo instituto las Misioneras Cruzadas de la Iglesia en Oruro “para que su pasión por el Evangelio y por los pobres pudiera continuar más allá de su vida que ofrecía con gusto y por la Iglesia”.
A la conclusión de la misa, la Iglesia boliviana descubrió un monumento del Cardenal Julio Terrazas Sandóval, fallecido en 2015, que está ubicado a un costado de la Catedral de San Lorenzo, en Santa Cruz.
Fuente: Obras Misionales Pontificias- Bolivia.

XVII Congreso ALER 2018

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El XVII Congreso de ALER en Toro (Zamora, España) brinda la oportunidad a académicos y al público en general, de compartir sus conocimientos y experiencias en un marco intercultural, con más de 200 investigadores de América Latina, Estados Unidos y Europa con especialización en el fenómeno religioso y sus implicaciones en el contexto social. Asimismo ofrece la oportunidad de conocer nuevas propuestas y marcos teóricos y conceptuales que parten de la realidad latinoamericana.
De igual forma permite a investigadores iberoamericanos, profesionales y estudiantes, pertenecientes a instituciones educativas o independientes, presentar el resultado de sus investigaciones y socializarlos a nivel internacional, posibilitando su entrada como integrantes  de la Asociación Latinoamericana para el Estudio de las Religiones.
En esta ocasión el XVII Congreso Latinoamericano para Estudios de las Religiones (ALER), coincide con el 56 Congreso de Americanistas (56ICA) en la ciudad de Salamanca a 100 kilómetros de  nuestra sede. Como hemos hecho en otras ocasiones, la cercanía permite que a los colegas latinoamericanos puedan realizar un uso más racional  de los pasajes internacionales y es un puente atractivo para que los colegas europeos y de otras latitudes.
TEMÁTICA DEL CONGRESO
En esta ocasión hemos elegido el tema: “Movilidad Religiosa y Conflicto. Patrimonio Cultural y Turismo”, por diversas razones. En primer lugar, El turismo como fenómeno masivo es una realidad a nivel global. Bajo cualquier circunstancia o motivo una masa enorme de población mundial encuentra satisfacción, gusto y placer para desplazarse dentro de sus países como fuera de ellos. Ello incluye desde luego motivaciones políticas, religiosas y por supuesto académicas. El problema es que conforme el turismo ha adquirido esa forma masiva, así también ha aumentado el riesgo de los patrimonios (naturales o culturales) que se visitan. Decenas de instituciones y universidades concebidas para investigar y proteger ambos tipos de patrimonios suelen ser superadas por las descargas masivas de turistas, algo que se observa en mayor medida en aquellas regiones en las que medios de transporte y empresas de servicios turísticos facilitan la movilidad de grandes grupos humanos.
Por otro lado, las formas neoliberales que han adoptado el Estado y los gobiernos a nivel mundial, reduciendo sus presupuestos a la investigación y protección de sus respectivos patrimonios, también ha redundado por consecuencia en mayores riesgos del patrimonio. Más recientemente coadyuvan en ese incremento de peligros formas radicales de poderes políticos y económicos como el Estado Islámico, mafias de narcotraficantes, empresas voraces y demás. Adicionalmente, así como la sed de conocer y explorar pasado y presente de las sociedades humanas aumentó con el desarrollo de las tecnologías digitales, los problemas relacionados con el uso, usufructo y conservación de los bienes culturales a nivel global, son ya de alto impacto superando la propia capacidad de las instituciones y sociedades para investigar, proteger y difundir de forma profesional la historia y dinámica de sus patrimonios.
Siendo España el país anfitrión, la ciudad de Toro será nuestra sede en esta ocasión y la  riqueza artística de esta localidad nos orienta el trabajar en torno al patrimonio cultural, ya que Toro está reconocida por su declaratoria como Bien de Interés Cultural en calidad de conjunto histórico desde 1963, protección que se extiende de forma particular a otros monumentos de la ciudad como la Colegiata de Santa María la Mayor (1892), el Convento de Sancti Spiritus de religiosas dominicas (1943), las iglesias de San Lorenzo (1929), San Pedro del Olmo (1929), El Salvador (1929), Santo Sepulcro (2009), la ermita de Santa María de la Vega (1930) y más recientemente, el conjunto lúdico formado por la Plaza de Toros y el Teatro Latorre (2008), el puente mayor (2009) y el Alcázar del siglo X (2012). Su densidad patrimonial convierte a Toro en uno de los conjuntos artísticos y monumentales más impresionantes de la región castellano-leonesa, lo cual ha llevado a que su casco histórico haya sido declarado como conjunto monumental histórico-artístico.
Esta riqueza patrimonial tiene, sin duda, un atractivo turístico importante que hace que Toro haya sido reconocida como enclave de interés turístico, aunando en esta declaratoria elementos tangibles, como sus bienes arquitectónicos, y bienes intangibles como su música y danzas tradicionales, gastronomía o tradiciones religiosas que constituyen un activo susceptible de ser transformado en atractivos turísticos que provoquen un flujo de visitantes hacia este territorio.
Finalmente las movilizaciones religiosas, peregrinaciones y expresiones religiosas tienen en Toro un recuerdo especial en las fiestas de la Virgen del Canto, patrona de la ciudad y de su comarca, festividad en la cual los pueblos de la región se dan cita en Toro en lo que casi podemos calificar de pequeña peregrinación hacia la ermita de la patrona.
Por todos estos elementos, el tema elegido para encabezar este congreso muestra una especial relación con la ciudad sede en un patrimonio y tradiciones que se ponen al servicio de los congresistas para su disfrute y conocimiento, actuando como marco privilegiado durante las sesiones del mismo ya que éstas tendrán lugar en edificios patrimoniales de la ciudad.
LINEAS TEMÁTICAS PARA LA PRESENTACIÓN DE SIMPOSIOS
I.TEORIA, ENFOQUES Y MÉTODOS DE LA RELIGIÓN
II. LAS DIMENSIONES DEL HECHO RELIGIOSO
III. LAS DIMENSIONES SIMBÓLICAS DE LAS RELIGIONES Y LAS ETNICIDADES
IV. LOS CAMBIOS RELIGIOSOS
V. LA EVANGELIZACION DE AMERICA LATINA
VI. LA HERENCIA DE LA EVANGELIZACIÓN: EL CATOLICISMO LATINOAMERICANO
VII. EL PLURALISMO CATÓLICO
VIII. EL COMPLEJO MUNDO EVANGÉLICO
IX. VIEJAS Y NUEVAS RELIGIÓNES AUTÓCTONAS
X. RELIGIONES TRADICIONALES NO CRISTIANAS EN AMÉRICA LATINA
XI. LAS RELIGIONES SURGIDAS EN EL CONTEXTO ESTADOUNIDENSE
XII. MOVIMIENTOS RELIGIOSOS CONTEMPORÁNEOS
XIII. HISTORIA DE LAS ORGANIZACIONES RELIGIOSAS Y PARAECLESIÁSTICAS EN AMÉRICA LATINA
XIV. RELIGIÓNES, ORALIDADES LITERATURAS
XV. POLÍTICAS PÚBLICAS, DERECHOS Y LIBERTADES RELIGIOSAS
XVI. RELIGIÓN Y POLÍTICA
XVII. RELIGIÓN, GÉNERO Y SEXUALIDADES
XVIII. RELIGIÓN Y EDUCACIÓN
XIX. RELIGIÓN Y MEDIOS DE COMUNICACIÓN
XX. RELIGIÓN E INMIGRACIÓN
XXI. RELIGIÓN Y SALUD
XXII. RELIGIÓN E ICONOGRAFÍA
XXIII. RELIGIÓN Y MÚSICA
XXIV. RELIGIÓN Y DOCUMENTACIÓN
XXVI. RELIGIÓN, CONFLICTO Y TRASFORMACIONES CULTURALES
XXVII. RELIGIÓN,  ECONOMÍA Y MEDIO AMBIENTE
XXVIII. RELIGIÓN Y CIENCIA
XXIX. RELIGIÓN, TURISMO Y PATRIMONIO CULTURAL
XXX. ALIMENTACIÓN, COMIDAS TRADICIONALES Y RITUALIDAD
XXXI. DERECHOS HUMANOS, MIGRACION Y ORGANIZACIONES RELIGIOSAS
XXXII. TEATRO, DANZA, BAILE Y RELIGIÓN
XXXIII. IMAGINARIOS, HISTORIA DE MENTALIDADES Y RELIGIÓN
XXXIV. HISTORIA DE LAS CONGREGACIONES Y ÓRDENES RELIGIOSAS
XXXV. MEMORIAS REFLEXIONES Y PERSPECTIVAS EN TORNO A LA RELIGIÓN
ESTRUCTURA Y FUNCIONAMIENTO DEL XVI CONGRESO
El XVII Congreso contará con una conferencia de apertura y cuatro conferencias magistrales a cargo de destacadas personalidades científicas e internacionales. Además de las conferencias magistrales el XVII Congreso acogerá los simposios temáticos donde se podrán escuchar las ponencias seleccionadas.
Fecha y horario del congreso: Tendrá lugar del 9 al 13 de Julio de 2018 en el horario de 9:00 a 20:00 horas.
Simposios: Se invita a quienes estudian el fenómeno religioso a organizar simposios dentro de la amplia temática del congreso. Los temas de los simposios deben ser presentados al Comité Ejecutivo, enviando la propuesta para su aprobación. Cada simposio tendrá una o dos  personas que recibirán y aprobarán las ponencias.
Formato de entrega de propuestas de simposios: Tienen que contar con un título que no exceda  18 palabras, nombre de las personas coordinadoras, institución académica, correo electrónico y país o países. El resumen del simposio debe ser de 300 palabras.
Los simposios se realizarán en un día o en más, de acuerdo al número de ponentes, y de acuerdo a las normas que brinde la persona coordinadora del simposio. En general cada ponente dispondrá de veinte minutos para exponer su tema y de un breve tiempo de 10 minutos para responder a los comentadores oficiales del simposio y a las preguntas del público. En los simposios el comité organizador proporcionará los recursos audiovisuales necesarios.
Publicación de los simposios
La  coordinación del simposio tiene autonomía para publicar, de acuerdo con los ponentes del mismo, los trabajos que se presenten. Pero el comité ejecutivo se reserva el derecho de presentar para su publicación, una selección de las ponencias presentadas como actas del congreso, siempre de acuerdo con los respectivos autores. Esto no descarta la edición previa de los mismos. En todo caso se requiere autorización de autores y coordinadores de simposio.
Aunque las sesiones del XVI Congreso están abiertas al público en general, los directores de simposios, los ponentes y todas las personas que quieran recibir constancia de participación deben inscribirse oficialmente en el congreso y abonar la cuota estipulada; tal inscripción da derecho a recibir el programa del congreso, las ponencias de su simposio y otras ventajas adicionales.

Pasión de Judas Iscariote

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Por Juan Manuel de Prada– Diario ABC de Madrid.
Cuando supe que Jesús predicaba el advenimiento de una nueva era, me incorporé a su séquito. ¡Había deseado con tanto ardor que la religión de nuestros padres fuese la antorcha que incendiase el mundo! Pero no tardé en descubrir, consternado, que las palabras de Jesús eran alienadoras, pues no respondían a un programa que asegurase a los oprimidos la conquista del poder. En lugar de encabezar una revuelta contra los opresores de Roma, Jesús curaba al criado de un centurión; y, cuando le mostraban una moneda con la efigie del César, ni siquiera exhortaba a la rebeldía fiscal. Es verdad que condenaba a los acaparadores; y que en cierta ocasión expulsó a los mercaderes del templo armado de un látigo. Pero en lugar de reclamar la confiscación de las riquezas, exhortaba a los oprimidos a vivir sin afanes, como los lirios del valle y los pájaros del cielo. Cuando, como todo el mundo sabe, no hay revolución posible si a los desheredados no se les incita con el afán de recuperar su heredad.
«Bienaventurados los pobres, porque de ellos es el reino de los cielos», le escuché decir desde lo alto de una montaña. Aquellas palabras enfriaron mi corazón. ¿Por qué esperar a un hipotético reino celestial, pudiendo hacer efectiva esa bienaventuranza en la tierra regada con la sangre, el sudor y las lágrimas de los pobres? Y, para hacer efectivo ese reino terrenal, bastaba con azuzar en los pobres la conciencia de sus penurias, bastaba con estimular su animadversión hacia los opresores. ¿De qué vale a un pobre la santificación de su alma, si entretanto permanece en la miseria? Mejor sería brindarle los medios políticos para recuperar los bienes que la rapacidad de la clase dominante le ha arrebatado. Pero Jesús ni siquiera censuraba que una mujer casquivana se gastase trescientos denarios en un perfume de nardo para ungir sus pies, en lugar de destinar ese dinero a los pobres. ¡Y, para justificar tamaña frivolidad, se permitía recordarnos que siempre tendríamos pobres entre nosotros, mientras que sus días terrenales estaban contados! Creo que fue entonces cuando resolví abreviarlos.
Antes ya había tenido que escucharle otras sandeces parecidas, mientras lo acompañaba en sus correrías apostólicas. En Cafarnaún, Jesús despachó a una multitud enfervorizada que quería proclamarlo rey asegurando que él era el Pan de la Vida; y que quien viniese a él no tendría jamás hambre ni sed, sino vida eterna. En lugar de preocuparse por el bienestar material de los pobres, los embaucaba con promesas de un pan bajado del cielo. Pero, si en verdad hay pan almacenado en el cielo, mucho más eficaz que andar esperando bobaliconamente su descenso sería organizar de inmediato el asalto a las despensas celestiales, antes de que un solo pobre se muera de hambre.
Y, puesto que Jesús no estaba dispuesto a hacerlo, resolví que debía ser yo mismo quien acatase el impaciente dictado de la justicia. De este modo, ya que Jesús había defraudado en vida a los pobres, al menos su muerte podría desencadenar la revolución pendiente. Para que nadie dudase de mis intenciones, lo entregué con un beso, que es la demostración suprema del benéfico amor que algún día no muy lejano se extenderá sobre la faz del orbe, cuando al fin el levantamiento de los pobres contra sus opresores traiga el Paraíso a la Tierra, representado en una sociedad sin clases. Vendí a Jesús para comprar ese Paraíso; y para que nadie pueda maliciar que anhelo disfrutar siquiera de un pedazo ínfimo de la gloria que regalo a las generaciones futuras (en las que ya no habrá pobres, en contra de lo que Jesús afirmaba frívolamente), me sacrifico yo también, en este campo del alfarero, de tierra caliente y roja como la sangre.

Gran Cruz del Congreso

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Con un hemiciclo rebosante de invitados, entre los que destacaron obispos, sacerdotes, religiosas, religiosos, seminaristas, amigos y familiares fue recibido el Cardenal Juan Luis Cipriani. Un prolongado aplauso disponía el inicio de la ceremonia de condecoración con la Medalla de Honor del Congreso de la República en el Grado de Gran Cruz al Cardenal Primado del Perú.
“Juan Luis Cipriani no solamente es un hombre que nos da la palabra de Dios, sino también es un gran patriota, y ustedes encuentran en él una figura que hasta el día de hoy defiende aquellos principios que no está de moda defender la vida, la familia, y que motiva espero cada vez a más políticos a estar al lado de esa batalla, de esa lucha”. De esta manera el Presidente del Congreso de la República, Luis Galarreta, destacó la importancia de esta condecoración.

Luz de esperanza frente al terrorismo

Otra de las encargadas de dirigir la palabra fue la congresista, Luz Salgado, Secretaria de la orden de la medalla del Congreso de la República, quién recordó que el próximo 3 de julio el cardenal cumplirá 30 años como obispo, destacando su paso por Ayacucho: “Quienes hemos recorrido esa zona en la época más aciaga del terrorismo pudimos ver una luz de esperanza en la Iglesia Católica a cargo del Cardenal”.

Cardenal reconocido

Quien también tomó la palabra fue el diplomático Alfonso Rivero, quien fuera embajador de Perú ante la Santa Sede entre el 2016 y 2011; destacó la figura y trabajo que tiene el Cardenal en Roma: “Como embajador del Perú en la Santa Sede tuve la oportunidad de ver como se apreciaba y se aprecia al Cardenal Cipriani en Roma. En los años que representé al Perú en el Vaticano siempre me sentí orgulloso de la labor del Cardenal”.

Es un reconocimiento a la Iglesia

Finalmente, el Cardenal Juan Luis Cipriani agradeció al Presidente del Congreso y a todos los que lo han acompañado en su trabajo pastoral: “Es un reconocimiento a la Iglesia, es verdad que, en la persona del Cardenal Primado, pero al reconocimiento de lo que es la presencia de la Iglesia en el Perú”.

El gran homenajeado es el pueblo de Ayacucho

El Cardenal también se refirió a su trabajo en Ayacucho e hizo una mención a todos los que defendieron la libertad de la patria.
“En estos largos años de mi vida al servicio de la Iglesia, como ya antes se ha mencionado, he predicado incansablemente que la violencia no constituye jamás una respuesta justa; el Papa Juan Pablo II con esas palabras precisas, valientes de una experiencia personal decía: “El mundo actual necesita también el testimonio de profetas no armados’’ y añadía: “Desafortunadamente no bien recibidos en cada época” pues al hacer un repaso mental de esos años en Ayacucho, veo personas que me acompañaron en esa tarea y me parece que gran el homenajeado en esta ocasión es el pueblo de Ayacucho, son sus ‘ronderos’, son sus Fuerzas Armadas y Policiales, fueron épocas muy oscuras en las que Dios quiso ponerme a lado de ese gran amigo y hermano, Monseñor Federico Richter, quien me acompaño como arzobispo de Ayacucho, por eso mi reconocimiento hoy a ese pueblo de Ayacucho y a esas personas que con tanta humildad defendieron la libertad de la patria”.

La verdad ilumina nuestro camino

También destacó que es necesario que en estos tiempos siempre caminemos con la verdad.
“Junto a la paz quiero mencionar la verdad, Jesucristo nos ha enseñado: “Yo soy el camino, la verdad y la vida” es una obligación moral que nos engrandece cuando la verdad ilumina de una manera terca, constante nuestra entrega al servicio de la Iglesia, porque nos encontramos con un desafío muy fuerte, el relativismo ético que pretende disolver todo planteamiento moral, toda valoración moral, por eso es importante que la verdad envuelta, como lo hace el Papa Francisco, en la ternura, en el cariño, una verdad; la verdad es una gran aliada de la tarea que tiene la Iglesia. Es por ello, que, en estos tiempos, la tarea de la defensa de la vida, de la familia, la responsabilidad de los padres en la educación de sus hijos son piezas fundamentales.

Caminemos unidos al Bicentenario

El Cardenal terminó su discurso evocando al Centenario y pidiendo que como peruanos caminemos juntos a ese gran momento de nuestra independencia.
“En esta ocasión quisiera hacer una pequeña pero profunda invocación, el Perú, la trayectoria de nuestra patria nos obliga a llegar al bicentenario unidos, es un deber que está por encima de las diferentes alternativas políticas e ideológicas. Yo creo que el amor a la patria que es una de las señales que marca el nombre de la Iglesia, la Iglesia nos enseña a amar a la Patria, ojalá que nos encuentre unidos, reconciliados y recordando a esa gran mayoría del pueblo que lo que pide es trabajo, paz, unidad, seguridad, salud, educación”.
Esta condecoración es concedida a personas e instituciones en reconocimiento a los servicios prestados a la Nación. La ceremonia se realizó en el Hemiciclo Raúl Porras Barrenechea y contó con la presencia de distinguidas personalidades, familiares del Cardenal Cipriani, el Nuncio Apostólico, Monseñor Nicola Girasoli; el Secretario General de la Conferencia Episcopal Peruana y obispo de Chosica, Monseñor Norberto Strotmann; el obispo de Carabayllo, Monseñor Lino Panizza; el obispo de la Prelatura de Yauyos, Monseñor Ricardo García; el Obispo del Callao, Monseñor José Luis Del Palacio; el obispo auxiliar de Lima, Monseñor Adriano Tomasi; el Vicario Regional del Opus Dei en el Perú, Padre Emilio Arizmendi; el Vicario General de la Arquidiócesis de Lima, Monseñor Octavio Casaverde; el Vicario de Pastoral y Evangelización, padre Luis Gaspar; el rector del Seminario Santo Toribio, Jorge López; el Inspector Provincial Salesiano para el Perú, padre Manuel Cayo; el Comandante General del Ejército, César Augusto Astudillo; Augusto Ferrero Costa, miembro del Tribunal Constitucional; el Mayordomo General de la Hermandad del Señor de los Milagros, Manuel Orrillo; el ex canciller Francisco Tudela; el Ex Vicepresidente de la República, Almirante Luis Giampietri; la lideresa del Partido Popular Cristiano, Lourdes Flores Nano; los congresistas Víctor Andrés García Belaunde y Yonhy Lescano (Acción Popular); Jorge del Castillo (APRA); Úrsula Letona, Francisco Petrozzi, Milagros Salazar (Fuerza Popular). También asistieron religiosas y religiosos de diferentes congregaciones, miembros del Cabildo Metropolitano y trabajadores del Arzobispado de Lima.
Discurso completo del Cardenal Juan Luis Cipriani
Discurso del congresista Luis Galarreta
Discurso de la congresista Luz Salgado
Discurso del embajador Alfonso Rivero.
Fuente: www.arzobispadodelima.org

¿Cómo un cardenal ayudó a su país a clasificar al Mundial Rusia 2018?

Por David Ramos-ACI Prensa.
Del 14 de junio al 15 de julio, 32 equipos que representan a sus países buscarán ganar la Copa Mundial de la FIFA Rusia 2018. Pero uno en especial logró llegar hasta ese evento con un poco de ayuda de un cardenal de la Iglesia Católica.
Se trata del Arzobispo de Lima y Primado del Perú, Cardenal Juan Luis Cipriani.
Perú fue el último equipo en clasificar a la Copa del Mundo, tras vencer a Nueva Zelanda. La selección peruana no había participado en este evento desde 1982.
En un conversatorio con jóvenes de la capital peruana en el Seminario Santo Toribio de Mogrovejo, el 20 de abril, el entrenador de la selección peruana, Ricardo Gareca, destacó que “el Cardenal ha sido una persona muy importante en el proceso de clasificación”.
Gareca, de nacionalidad argentina, aseguró que el Cardenal Cipriani “fue un hombre de apoyo, no solo espiritual”, sino que también influyó que el Arzobispo de Lima sea “una persona tan importante para el país”.
Copa del Mundo y balón oficial Telstar 18. Foto: Adidas.El entrenador aseguró también que “soy un hombre de fe. Católico, apostólico y romano, por bautismo y por convicción”.
“Es lo que he elegido para mi vida”, señaló.
Ricardo Gareca dijo además que “en este acontecimiento de la clasificación tiene mucho que ver la gente. Nunca dejamos de creer y también le rezamos al Señor de los Milagros”.
“Nos pueden ganar, pero va a ser difícil”, señaló, y destacó que “uno debe ser un apasionado de lo que hace. Triunfar en la vida, tiene que ser buena gente, una persona admirada por su propia familia”.
“El deporte es una fuente de inspiración permanente”, dijo.

Conferencia Episcopal de Taiwán

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Por Gianni Valente- Vatican Insider.
Desde hace casi diez años los obispos de Taiwán no habían venido a reunirse con el Papa en el Vaticano, en ocasión de las tradicionales visitas “ad limina Apostolorum”. Lo acaban de hacer, del 8 al 14 de mayo. Y a algunos días de distancia, se delinea con mayor claridad, gracias a los mismos obispos taiwaneses, el carácter exquisitamente político-diplomático que ha tenido su “mission” en los Palacios vaticanos.
El Vaticano es uno de los pocos Estados que cuenta con representación diplomática en Taipéi. Pero los contactos entre el gobierno chino y la Santa Sede plantean la posibilidad de que se establezcan plenas relaciones diplomáticas entre el Vaticano y la República Popular China. Perspectiva vista con preocupación en Taiwán, que los jefes políticos de Pekín siguen considerando una provincia rebelde.
Los líderes taiwaneses actuales temen que la eventual apertura de canales diplomáticos entre la China Popular y la Santa Sede implique la contemporánea clausura de la representación vaticana en Taipéi. Y, por lo que se ha podido saber en estos días, los obispos taiwaneses hablaron con Francisco también sobre estos argumentos. «Le dije al Papa», declaró el arzobispo de Taipéi John Hung Shan-chuan, al final de su viaje romano, «que no nos considere parte de China, que no nos piense juntos. Si quieren establecer relaciones diplomáticas, está bien, pero esto no debe sacrificar el interés de Taiwán».
Obispos mensajeros
Durante la visita “ad limina”, los obispos taiwaneses se convirtieron en voceros de las instancia de las preocupaciones que cultiva la cúpula política de Taiwán, en relación con los posibles progresos de las negociaciones entre la Santa Sede y la República Popular China. Antes de comenzar el viaje hacia Roma para las visitas “ad limina”, los siete obispos y el Secretario de la Conferencia Episcopal taiwanesa fueron recibidos por la presidenta de Taiwán Tsai Ing-wen y por el vicepresidente Chen Chien-jen, cuya fe católica fue generosamente citada durante la campaña electoral. El 10 de mayo, en ocasión de la recepción organizada en su honor en la sede diplomática de Taiwán ante la Santa Sede, los obispos taiwaneses pre-anunciaron a los medios de comunicación que habrían invitado al Papa a su país, en marzo de 2019, coincidiendo con el Congreso Eucarístico Nacional. El arzobispo precisó también que la invitación contaba con el apoyo «de la presidenta Tsai». Tres días después, en la audiencia con el Papa, el arzobispo taiwanés le preguntó al obispo de Roma «si tenía alguna frase para la presidenta Tsai». Ante semejante pregunta, el Papa Francisco respondió: «que trate bien a la Iglesia católica».
Agenda político-eclesiástica
Los detalles más elocuentes de la agenda con la que los obispos taiwaneses llegaron al Vaticano fueron descritos por el mismo arzobispo Hung, en una entrevista concedida después del viaje romano a Radio Free Asia, la corporación de transmisiones de radio creada durante los años cincuenta por los Estados Unidos para hacer llegar a las personas programas de sensibilización anti-comunista y con el objetivo de apoyar la política estadounidense en el Asia oriental. El mensaje que había que transmitir al Vaticano era claro, y en absoluta sintonía con la línea independentista de la actual cúpula taiwanesa: Taiwán es un país que se basta a sí mismo, y también la Iglesia de Taiwán lo es; la China popular y Taiwán son «dos naciones». Y también la Iglesia en China y la Iglesia en Taiwán son «dos Iglesias» distintas.
En la entrevista con Radio Free Asia, el arzobispo de Taipéi ofreció un informe sobre las palabras que dirigió al Papa: «Traté de decirle: “Usted puede entablar relaciones diplomáticas con China, pero no puede herir a Taiwán, debe proteger a Taiwán», porque «Taiwán es la parte más débil, se puede considerar como un huérfano, como un huérfano en el escenario internacional». Al Sucesor de Pedro, el prelado explicó que hasta ahora en Taiwán todos le aprecian, pero las cosas podrían cambiar: «Si sienten que el Papa quiere romper las relaciones diplomáticas con nosotros, entonces comenzarán a ver disminuir el aprecio hacia él, y dicen: “¿Cómo se puede tener un Papa así, que quiere dejarnos?”».
Operación “tranquilización”
El 10 de mayo, durante la recepción oficial organizada en honor de los obispos taiwaneses en la sede de la embajada ante la Santa Sede, el arzobispo Hung se refirió, bromeando, a las tantas “falsas alarmas” que han surgido recientemente en relación con un posible e inminente acuerdo entre Pekín y la Santa Sede sobre la cuestión de los nombramientos de los obispos chinos. Cuando volvió a Taipéi, el arzobispo ofreció más “tranquilizaciones” para todos los que, por diferentes motivos, esperan que se verifique (y evocan) el enésimo fracaso de las negociaciones entre la Santa Sede y el gobierno de Pekín. Lo hizo utilizando palabras del Papa, con el ya consabido método de las “citas” papales extrapoladas de conversaciones privadas con el Pontífice, con todo y anejo exegético.
«No sabemos», dijo el pastor de Taipéi al “South China Morning Post”, «si el Vaticano llegará a construir vínculos con China, pero sabemos que no se ha alcanzado ningún acuerdo sobre los nombramientos de los obispos. El Papa Francisco –añadió Hung– dijo que no desistirá. Dijo que debemos mantener los principios sobre el nombramiento de los obispos, y probablemente China no estará de acuerdo». El arzobispo de Taipéi también propuso algunas consideraciones doctrinales un poco arriesgadas para corroborar su escepticismo sobre el posible acuerdo sino-vaticano en relación con los métodos para nombrar a los obispos: «La postura del Papa», dijo, «es la de mantener la tradición de la Iglesia católica romana, que los obispos son nombrados por el Papa. Nunca se rendirá, por lo que es difícil llegar a un acuerdo cuando no hay un compromiso aceptado por ambas partes».
La Iglesia de Taiwán cuenta con 300 mil católicos locales y casi otros tantos católicos inmigrantes. En los últimos años, el número de los católicos que han fallecido es más o menos igual al de los nuevos bautizados. Actualmente, los seminaristas católicos que se preparan al sacerdocio son 12, distribuidos en siete diócesis. En sus informes mediáticos sobre los discursos y encuentros (con el Papa y sus colaboradores) que tuvieron en Roma, los obispos no hicieron muchas referencias a problemas pastorales o a cuestiones vinculadas con la misión de anunciar el Evangelio.
En mayo de 2017 la Corte Constitucional de Taiwán abrió las puertas a la plena legalización de los matrimonios entre parejas del mismo sexo. Una medida que convirtió a Taiwán en el primer país de Asia que ha emprendido (con el absoluto apoyo de la presidenta actual) el camino que han recorrido alrededor de 20 naciones europeas y americanas (además de Israel y la República Sudafricana).

Numa Molina SJ

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ORDENACIÓN P. Rubén Darío Manzano Liscano (SCOR)

Carta abierta al padre Numa Molina SJ

Estimado hermano Numa:
Permíteme presentarme: mi nombre es Rubén Darío Manzano. Soy religioso de la Congregación de la Pasión de Jesucristo, conocidos como Pasionistas, y diácono de la Iglesia Católica. No soy teólogo, tampoco un erudito; mucho menos politólogo o sociólogo. Soy un humilde cristiano católico venezolano, un religioso desconocido que hace vida y misión en una comunidad de inserción de la ciudad de Caracas. Junto a mis hermanos religiosos ejerzo mi ministerio diaconal entre los más pobres tratando de dar aliento, consuelo, esperanza y alegría al creciente número de seres humanos que tocan a nuestras puertas o que encuentro cada día en mi labor pastoral sin distinción de raza, credo, condición social o ideología política. Administramos con mucha fe los humildes sacramentos que la Iglesia nos ha confiado con la conciencia de ser hombres de Dios al servicio de todo el Pueblo de Dios aunque tengamos que arriesgar nuestras vidas y lo poco que tenemos (como muchísimos religiosos, clérigos y laicos de nuestra Iglesia venezolana que se entregan a tiempo y a destiempo) con tal de llevar la verdad del mensaje del Evangelio a pesar de las amenazas, vejámenes, descalificaciones y vilipendios que sufrimos a diario. Somos hombres y mujeres de carne y hueso, con nuestros defectos y virtudes, que sienten, lloran, sufren, temen y luchan con audacia y valentía; que tratan de ser lo más fieles posibles a nuestra vocación a pesar de nuestras limitaciones. Compartimos nuestra misión con un gran número de laicos que, con fe humilde y sencilla, se entregan cotidianamente como cireneos de los crucificados de hoy que pululan en cualquier lado y cuyos clamores suben al cielo hasta llegar a los oídos de Dios.
Te preguntarás a qué se debe este preámbulo y esta carta. Con caridad fraterna y cristiana te respondo: no escribo para polemizar contigo, ni para descalificar a otros, ni para defender con ciega frialdad ideologías ni revoluciones ni partidos políticos; mucho menos enarbolar la bandera apologética en defensa de algún “líder”.  Tampoco pretendo defender a algún obispo (ellos pueden defenderse mejor de lo que lo haría yo). Por el contrario, humilde y sinceramente quiero expresarte mi más sincero agradecimiento por todo lo que escribiste en el artículo publicado en la página web de Religión Digital el día 16 de abril de 2017 titulado “Iglesia en Venezuela, pueblo de Dios espantado por sus pastores” y al que cualquier persona puede acceder al hacer clic en este link.
Te agradezco porque te refieres a nuestra Iglesia (a la que perteneces, a la que en buena parte debes tu formación, tu vida, tu “status”, tus viajes, tu renombre, tu manutención, tu pasado, tu presente y tu futuro) como, y cito, “una institución eclesial instalada en las sacristías, aburguesada y sin dimensión profética. Es una iglesia amartirial y aprofética que se ha amoldado siempre a los gobiernos de turno y a los poderes económicos” a lo largo de su historia.  Te agradezco porque, lejos de sentirme ofendido como parte de esa iglesia de la que hablas, tus palabras me motivan y animan mi fe, pues cada una de tus “imparciales” descalificaciones hacen que esa Iglesia se haga más fuerte, más fiel y más evangélica gracias a que está sufriendo la misma suerte que sufrió su Señor y Creador.
Hermano: te agradezco que no generalices con tanta falta de caridad cristiana al hablar de una Iglesia amartirial y aprofética por el hecho de no contar en nuestro país con fieles cristianos cuyo martirio cruento y profetismo público sea reconocido por la Iglesia universal con el título de santos o beatos. No olvides que el martirio y la profecía son dones de Dios. Obvias con mucha parcialidad ideológica no cristiana a tantos hombres y mujeres, hermanos tuyos y míos, que día a día salen a la calle a vivir un martirio incruento en medio del calvario en el que se ha transformado nuestro país, con el corazón temeroso pero cargado de fe y esperanza tratando con todas sus fuerzas de ayudar a crear otro mundo posible, poniendo su granito de arena en la construcción del Reino de Amor, Justicia y Ternura por el cual Jesucristo, tu Señor, mi Señor, nuestro Señor, se hizo hombre y por el cual murió vejado y maldecido en una cruz de ignominia, víctima del odio inoculado en su propio pueblo por los poderosos de su época.  Ese mismo Jesús muere hoy encarnado en los Abeles que hoy son asesinados en Venezuela a manos de tantos Caínes que viven engañados y que solo respiran odio, envidia, resentimiento y venganza. ¡Cuántos mártires anónimos mueren hoy víctimas de la violencia y la represión desmedida, movidos por su fe (cuya autenticidad corresponde solo al juicio de Dios) en la justicia y la verdad verdadera!  Ni tú ni yo podemos negar que la gracia de Dios esté trabajando en el anonimato.
Hermano: es verdad que la humanidad de nuestra Iglesia se ha aliado muchas veces con los poderosos de turno a lo largo de su historia. Y muchas veces ella misma lo ha reconocido y ha pedido perdón. Se reconoce así: humana y pecadora, con sus luces y sombras.  Puede que le haya faltado contundencia, compromiso, testimonio y hasta credibilidad. Pero tus palabras parecieran negar que en ella vive el Espíritu de la Gracia de Dios que todo lo transforma y recrea y que la guía y sostiene a pesar de las tinieblas. ¿Se te olvida o ignoras intencionalmente todo el bien que esa Iglesia imperfecta ha hecho a lo largo de su historia? Te recuerdo que ella es mucho más que los obispos y la jerarquía (de la que tú y yo formamos parte por ser clérigos). Ellos, nosotros, somos apenas una pequeñísima parte del Pueblo DE Dios que tú buscas dividir y polarizar afirmando que solo una parte de él es digno y fiel por profesar una ideología política partidista que, además, pretendes equiparar a la propuesta evangélica escatológica de Mateo 25,32.
Hermano, te pregunto: ¿cómo puedes afirmar que los obispos venezolanos carecen de una mirada imparcial  sobre lo que sucede en el país cuando tu visión también está sesgada por la defensa a ultranza de algo que pudo haber sido pero que ya no es? ¿Por qué no anuncias y denuncias con profetismo evangélico el odio que reina entre nuestros hermanos y que tú pretendes obviar? ¿Por qué no hablas de las víctimas de la violencia tirana y que cada día engrosan cifras que no son publicadas verazmente en los medios de comunicación nacionales? ¡Oh sorpresa! la gran mayoría de esos medios son del Estado y los que no (los privados) están silenciados por una censura amenazante proveniente del mismo Estado. Una verdad que, aunque se pretenda callar brilla por sí misma. ¿Por qué no denuncias la escasez de alimentos, de medicinas, la moribunda asistencia hospitalaria, el adoctrinamiento en nuestras escuelas, las largas colas que hacen nuestros hermanos para comprar lo necesario para malvivir y subsistir en medio de una lucha por la supervivencia del más “vivo” o más desleal, la ausencia de salarios justos, el encarecimiento de la vida? ¿Por qué no hablas de paz, de la búsqueda del consenso partiendo del necesario disenso en un clima de verdadero diálogo sin reproches, amenazas, descalificaciones y abusos de poder? ¿Por qué no denuncias la corrupción, la desidia, la división, el revanchismo, el clientelismo, el “cuanto hay pa’ eso”, la falta de planificación, la falta de futuro, cordura, fraternidad, esperanza, fe, misericordia y amor? ¿Acaso esas denuncias no son también evangélicas y cuyo objeto constituye un pecado que clama al cielo?
Hermano: por empezar a anunciar y a denunciar lo que hay de pecado en nuestro país en mi incipiente y humilde ministerio diaconal he sido amenazado, descalificado como “güarimbero”, “extranjero” y “opositor apátrida”, incluso en medios de comunicación en donde graban, tergiversan y manipulan mis homilías con tal de crear una mentira convertida en verdad perversa, difundiéndola entre gente humilde y sencilla que cada día es adoctrinada para convertirla en una masa manipulable que cree luchar ciegamente por sus derechos cuando muchas veces es conducida a lo contrario. Y así como yo muchos hombres y mujeres de Dios, que no buscan otra cosa que la paz y la justicia evangélicas, se ven sometidos al escarnio público por ser consecuentes con su fe en un Dios providente, Padre de TODOS. No puedo negar que haya habido, a su tiempo, importantes reivindicaciones sociales para los más pobres en los últimos 18 años. Pero hoy, esos logros se han ensombrecido por la profunda degradación social que actualmente padecemos todos, en especial, los más empobrecidos.
Hermano: te recuerdo que el llamado a la desobediencia civil que tú pretendes criminalizar en tu escrito es un derecho de TODO ciudadano venezolano, consagrado en el artículo 350 de nuestra Constitución Nacional. Esa misma que ha sido violada reiteradamente por sus propios defensores y guardianes, y que hoy la pretenden desconocer implantando un Golpe de Estado institucional que desconoce la voz de la mayoría del pueblo venezolano que eligió la Asamblea Nacional. ¿Por qué no has denunciado proféticamente esa violación que postra a todo nuestro pueblo?  ¿Ese es el testimonio profético que das a la “aprofética” Iglesia venezolana?
Hermano Numa: ¿se te olvida que tú también eres “pastor” del Pueblo de Dios y que compartes esa labor junto con todos los presbíteros y obispos de Venezuela? Afirmas que, y cito, “aquí ya casi pereciera que ser cura y ser opositor al gobierno son sinónimos”. Y tienes razón, porque aquí no hay cabida para el disenso, para la libertad de pensamiento y de conciencia, que vayan en contra de las ideologías y los poderes de turno. Y esto no es un mal de ahora (a pesar de que se ha visto recrudecido en los últimos años) sino de hace mucho tiempo y gobiernos atrás. ¿Por qué no empleas tu fama y tu prestigio para sumar y multiplicar en vez de restar y dividir a una Iglesia y a un pueblo ahogado en la división y la polarización?  ¿No darías así mejor testimonio de profetismo cristiano? ¿No contribuirías a cambiarle la cara a esta Iglesia amartirial y aprofética que criticas con vehemencia?
Hermano: no soy ni de un bando político ni del otro. Tampoco un pusilánime o un indiferente. No tengo prebendas ni privilegios políticos partidistas. Tampoco soy un tarifado ni un apátrida. Soy un hombre de Dios, como tú, como muchos. Viví y vivo en carne propia la cruda realidad de patear las calles buscando el sustento, lo necesario para vivir, para repartir y compartir entre los pobres que tocan a la puerta de nuestra Parroquia. Te invito a que renuncies a tus privilegios de clérigo y religioso católico, te despojes de cualquier ventaja y salgas hoy a las calles de nuestra Venezuela en busca de pan, futuro, salud y trabajo, sin títulos, sin “palancas”, sin filiaciones partidistas, sin carnets ni identificaciones políticas, en el anonimato, así como lo hace muchísima gente de nuestro humilde pueblo que lucha día a día por sobrevivir. Estoy seguro que el poder de la cruda realidad te hará verla de otra manera.  Porque es muy fácil criticar desde posiciones privilegiadas y muy difícil construir y edificar desde abajo y sin derechos, como hacen muchos católicos, no creyentes y organizaciones de la Sociedad civil. Y esto mismo aplica también para los miembros de nuestra Iglesia que no dan testimonio creíble de su misión y que permanecen enclaustrados en sus sacristías y templos olvidándose del dolor y el sufrimiento de los pequeños de Dios, viviendo una fe estética sin compromiso evangélico por los otros.
Estimado hermano: sé que estas líneas que te escribo pondrán en peligro mi vida y la integridad de los que me rodean.  No me las doy de temerario ni de valiente.  Al contrario, temo y mucho; no al que puede matar al cuerpo sino al hecho de callar y convertirme en cómplice silente de las estructuras de pecado que hoy nos oprimen como pueblo.  Dios es el Dios soberanamente libre y que nos hace libres.  Y a su amparo me acojo porque no cuento con guardaespaldas.
Querido Numa: cuando quieras y puedas te invito a mi casa, a que nos conozcamos, nos sentemos y nos miremos a los ojos como hermanos y podamos dialogar en paz aunque partamos del necesario disenso; porque las diferencias han de sumar, no restar. También me gustaría brindarte un humilde café. Solo avísame con tiempo para reunir el dinero y poder hacer las colas necesarias para encontrar al menos un poquito para ofrecerte, si es que se puede y se consigue. Pido a Dios que te bendiga y nos bendiga; que envíe su Espíritu para que renueve la faz de la tierra noble de Venezuela y podamos convertirnos en un país mucho mejor de lo que somos y de lo que fuimos. Recibe mi más sincero abrazo fraterno en Cristo Jesús.
Con alegría, fe y esperanza, tu hermano
Rubén Darío Manzano Liscano CP

Caradura Karadima

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Ojos en la Iglesia

Por María José Blanco– Diario La Tercera.
“El Papa nos pidió formalmente perdón, a nombre propio y de la Iglesia universal”. Esta fue una de las primeras frases que entregaron James Hamilton, Juan Carlos Cruz y José Andrés Murillo, tres víctimas de abusos sexuales por parte de Fernando Karadima, en una conferencia de prensa que ofrecieron al finalizar las reuniones que desde el viernes y hasta el lunes sostuvieron con el Pontífice, en el Vaticano, invitados por la máxima autoridad católica.
“Durante casi 10 años hemos sido tratados como enemigos, porque luchamos en contra del abuso sexual y el encubrimiento en la Iglesia. En estos días conocimos un rostro amigable de la Iglesia, totalmente diferente del que conocimos antes”, declaró Hamilton, en Roma.
Desde el 26 de abril, el Pontífice fue escuchándolos uno por uno, por separado y también juntos, respecto de su visión del expárroco de El Bosque y de las acusaciones que apuntan al obispo de Osorno, Juan Barros, por presuntos encubrimientos.
La recepción de Cruz, Hamilton y Murillo en la residencia Santa Marta, del Vaticano, marcó, para medios de prensa y organizaciones religiosas y laicas, un hito de acogida a víctimas de abusos cometidos por miembros de la Iglesia. Y se dio tras la visita a Chile y posterior informe que, a petición del propio Pontífice, elaboró el arzobispo de Malta, Charles Scicluna.
En ese contexto, Juan Carlos Cruz contó la frase que le dijo el Papa Francisco: “Yo fui parte del problema, yo causé esto y pido perdón”. Esas fueron, según Cruz, las palabras exactas del Pontífice.
En la reunión con Francisco, según señalaron los denunciantes -a través de un comunicado de prensa y de respuestas directas a los periodistas-, se conversó acerca del abuso sexual, de poder y de eventuales encubrimiento de obispos ante los testimonios.
En el documento expresan que “se trata de realidades a las que nos referimos no como pecados, sino crímenes y corrupción, y que no se agotan en Chile, sino que son una epidemia. Una epidemia que ha destruido miles de vidas de niños, niñas y jóvenes. Personas que confiaron y que fueron traicionadas en su fe y en su confianza. Hablamos desde la experiencia. Una, a la que otros no han logrado sobrevivir”.
Hamilton, Cruz y Murillo también dijeron que se comprometieron a enviarle “sugerencias” al Papa, subrayando que “no depende de nosotros que se lleven a cabo las necesarias transformaciones en la Iglesia para detener la epidemia del abuso sexual y el encubrimiento. Esperamos que el Papa transforme en acciones ejemplares y ejemplificadoras sus cariñosas palabras de perdón. De no ser así, todo esto será letra muerta”.
El balance y conferencia que hizo el grupo fue ampliamente cubierto por agencias y medios internacionales, como The New York Times, The Guardian y The Washington Post, entre otros.
Este encuentro de los tres denunciantes se da como antesala de la reunión que a partir del próximo 14 de mayo tendrán, también en el Vaticano, los 33 obispos de la Conferencia Episcopal de Chile, todos citados por el Pontífice, para darles a conocer sus conclusiones del informe que elaboró el arzobispo Scicluna, el cual consta de 2,300 folios y testimonios de 64 personas, en relación al caso del obispo Barros.
Justamente, fueron las denuncias de presuntos encubrimientos del prelado de Osorno las que marcaron la visita del Papa a Chile, en enero pasado, en la cual el Pontífice dijo -en Iquique- que “el día que me traigan una prueba contra el obispo Barros, ahí voy a hablar; no hay una sola prueba en contra. Todo es calumnia”.
Dicha declaración generó controversia y, posteriormente, que la máxima autoridad de la Iglesia Católica se retractara. Tras ello, en abril, envió la carta a los obispos chilenos, diciendo que “he incurrido en graves equivocaciones de valoración y percepción de la situación, especialmente por falta de información veraz y equilibrada”.
Respecto de Barros, Juan Carlos Cruz aseguró que le contó al Papa el rol de ese prelado y de “algunos miembros de la Iglesia. “En el caso de monseñor Barros, yo le conté al Papa que no solo él, sino el obispo Ignacio Valenzuela (Talca), el obispo Andrés Arteaga (auxiliar de Santiago) y el obispo Tomislav Koljatic (Linares) veían cómo Karadima abusaba a jóvenes que estaban ahí. Él recibió esa información”.

Justicia civil

En la conferencia de prensa, los tres denunciantes también fueron consultados respecto de si iban a iniciar un proceso penal contra las personas que ellos acusan como supuestos encubridores de delitos en la Iglesia.
Hamilton se refirió directamente a dos cardenales chilenos: “Nos encantaría meterlos a todos a la cárcel, pero en Chile los abusos prescriben desde el punto de vista de la justicia penal a los cinco y 10 años”.

El testimonio del sacerdote que denunció a Karadima: “Era un relato muy descarnado, muy fuerte”

Fue en el año 2004 cuando Verónica Miranda, entonces esposa de James Hamilton, llegó donde el sacerdote y capitán de navío Gustavo Adolfo García Fuenzalida SSCC para compartir con él el testimonio de su pareja, quien le había confesado los abusos que, por años, sufrió por parte de Fernando Karadima, ex párroco de El Bosque.
Catorce años más tarde, el religioso mira con orgullo y alivio a Hamilton, junto a Juan Carlos Cruz y José Andrés Murillo en Roma. “Encuentro maravilloso este encuentro con el Papa. Lo había esperado desde siempre”, señala. 
Tras escuchar a Miranda, García la instó para elaborar una declaración completa para presentársela al cardenal Errázuriz. “Quedé espantado (…) ella me lo quería contar como una especie de confesión, pero le dije que tenía que ir más allá, que era una información que ameritaba que el arzobispo conociera (…) era algo que le podía estar pasando a otra personas, algo demasiado grave”, señala García, en conversación con Las Últimas Noticias.
“Detalles…”
Tras esto, cuenta, la mujer accedió y comenzaron a trabajar en la declaración. “Ella iba relatando y yo tipeaba. Fueron varias páginas (…) Era un relato muy descarnado, muy fuerte, yo le exigía detalles. La historia es muy larga, porque había empezado cuando Hamilton era estudiante. Hay cosas que no te puedo repetir porque son atroces y no quiero entrar en detalles por respeto a la persona. Era un a carta muy cruda, un relato de hechos escandalosos”.
Una vez completada y firmada la declaración por parte de Miranda, el sacerdote García llamó al cardenal Errázuriz, quien lo recibió al día siguiente en su casa y lo autorizó entregarle la carta al Tribunal Eclesiástico, dirigido en ese entonces por el religioso español Eliseo Escudero, quien finalmente sería el encargado de llevar a cabo la investigación en contra de Karadima.
Antes de entregar la declaración, García dijo haber tenido una “inspiración divina”. Sacó una copia de ella y se la dio a Miranda. “Él (Escudero) me preguntó si yo tenía otra copia y le dije que yo no tenía otra copia, por que yo no tenía otra copia (…) me pidió que borrara el archivo. A mí eso ya no me importaba porque la Verónica tenía su declaración”.
Luego de esto, García cuenta que pasaron años para ver algún resultado a lo realizado. “A mí no me dieron nunca una respuesta. Tiempo después me encontré con Errázuriz y me dijo ‘¿te acuerdas cuando fuiste a mi casa? Bueno, ese tema va a explotar en estos días’. Y explotó”.
Fuente: www.ahoranoticias.cl

La nueva vida de James Hamilton

Se acaba de volver a casar. Dejó de ir a misa. El más severo y persistente denunciante del sacerdote Fernando Karadima cerró un doloroso proceso tras el fallo judicial que develó la veracidad de su denuncia. Ahora, comienza una nueva vida, liberado de viejos miedos y ataduras.

Por Alejandra Matus/Producción: Paulina Wiegand- Revista PAULA.
James Hamilton es un cirujano de reconocido prestigio, la persona que puso de cabeza a la Iglesia Católica chilena con su implacable y valiente denuncia en contra del poderoso sacerdote Fernando Karadima. Y, sin embargo, su sonrisa persistente, el cigarro permanentemente encendido y la devoción con que mira a su nueva flamante esposa, Valérie Elgueta Rouveyrol, transmiten una cierta fragilidad, un candor similar al que transmitían los ex colonos de Colonia Dignidad al abandonar ese recinto. Un hombre redescubriendo su identidad y probando consigo mismo quién quiere ser el resto de su vida.
Un año y medio después de que Hamilton sorprendió al país con sus afirmaciones sobre los abusos de Karadima en el programa Informe especial, de TVN, la justicia dictaminó que él y los otros tres denunciantes dijeron la verdad. Tras este duro proceso, la decisión sorprendió al denunciante en paz y sin amargura, recién casado y preparando su luna de miel.
Atrás quedó la rabia y, mucho más atrás aún, quedó el miedo. El Hamilton de hoy habla tranquilo, abre su vida personal y sus reflexiones, con ese conocimiento que solo da la experiencia y que supera a cualquier discurso teórico.
Acabas de casarte y dices que tu esposa fue una de las razones que te dio fuerza para llevar a cabo este largo proceso de denunciar lo sucedido y reparar tu historia.
Sin duda, el amor por Valérie fue lo que me motivó a limpiar todas mis ataduras y legalizar mi nulidad eclesiástica. Ya tenía una relación con ella cuando presenté la petición de nulidad. Quería rehacer mi vida. Si no hubiera sido por eso, lo más probable es que me hubiera echado para atrás.
¿Pensaste renunciar, rendirte?
Muchas veces. Tal vez seguí adelante porque soy cirujano y los desafíos, la adversidad, para mí se convierten en un aliciente para seguir intentando.
¿Cómo viviste el día después a esa entrevista en Tolerancia cero, en marzo de este año, donde tildaste de criminal al cardenal Francisco Javier Errázuriz?
En ese momento casi todas las reacciones fueron de apoyo. Lo que sucede es que lo que yo dije resonó en muchas personas que probablemente también han sido víctimas de algún tipo de abuso. Ellas sabían que yo no estaba equivocado. Cuando la verdad tiene fundamentos, dentro de nuestra cobardía natural, encontramos valentía.
Durante el proceso judicial tuviste que carearte con Karadima. ¿Cómo fue ese encuentro?
Fue reconfirmar de boca de él los hechos. No porque los reconociera, aunque reconoció algunos, sino por sus silencios, por su defensa en el secreto de confesión. Pero encontrarme con él fue sumamente desagradable, porque él es un abusador perverso, una persona que permanentemente viola los límites. Me saludó de mano e inmediatamente me tomó el codo, trató de acercarse. Incluso me preguntó por mis hijos, como si no hubiera pasado nada. Es un agresor.
Dijiste que habías pagado un costo alto por decir la verdad. En tu caso, ¿cómo se expresó?
Viví un momento muy duro. Tuve mucha rabia y me aislé. Rompí lazos con mi familia, mis amigos y Valérie.
¿Caíste en alcoholismo o actitudes autodestructivas?
Ni siquiera. El dolor no te permite distraerte. Es un garfio que te atraviesa las entrañas, te inmoviliza, te paraliza.
¿De qué periodo estamos hablando?
Invierno y primavera del año pasado; y verano de este. En pleno proceso judicial.
¿Cómo era tu rutina en ese periodo?
Nada. Llegaba a la casa del trabajo y me encerraba. No quería hablar con nadie ni ver a nadie.
Esa rabia que sentías, ¿contra quién era?
Contra mí mismo.
¿Por qué?
Prefiero no hablar de eso.
¿Cómo saliste?
Llegó un minuto en que me dije: “No puedes seguir viviendo así”. Desde el fondo de ese pozo en el que caí, empecé a valorar lo importante que es el afecto de tus seres amados. Descubrí que no hay nada más importante y que tenga más valor que eso. Después de muchos meses de sufrimiento en soledad, levanté cabeza cuando descubrí lo que es verdaderamente importante.
Verdad sanadora
¿Cómo tomas la decisión judicial que, por un lado, deja establecidos los hechos, pero por el otro absuelve?
De dulce y agraz. Por un lado queda completamente establecido el caso. Por otro, cuando tú tienes un delincuente que delinque en forma consuetudinaria, el tema de la prescripción es muy cuestionable, porque desde el punto de vista médico y de criminalística este tipo de personas nunca deja de abusar. No hay que olvidarse que estos patrones están muy estudiados en todo el mundo. Se sabe que estas personas deben ser aisladas de la sociedad, o controladas, porque no se rehabilitan. En este sentido, creo que es obligación del Estado procurar la protección de sus ciudadanos tomando las medidas que corresponden.
¿Esto lo van a plantear ustedes como apelación o esperan que las cortes actúen de oficio?
La verdad es que estamos muy satisfechos con la investigación y con lo que el fallo ha mostrado. Creemos que esto ya es responsabilidad de la sociedad y del Estado, con sus organismos garantes. Cada cual tiene que hacerse responsable de lo que le corresponda. Nosotros ya nos hemos hecho más que responsables de lo que nos ha correspondido. El hecho de que el fallo saque a la luz toda esta red de abuso, con su cabecilla, me permite descubrir que la vida no es solo esto, que sigue adelante, que puedo seguir con mi actividad profesional y, por encima de todo, abrazar un proceso de sanación que me permitió constituir una nueva familia. Para mí ha sido un regalo enorme de la maduración en el tiempo.
¿Es el regalo de la verdad?
Creo que lo importante es que la gente sepa que siempre la verdad tiene un costo y que ese costo puede ser muy alto. Pero cuando la verdad aflora, la posición en la que uno queda posteriormente es muchísimo mejor de aquella que estaba al comienzo. Así que, a pesar de que todos le hacemos el quite al sacrificio, la búsqueda de la verdad, lo vale. No solo por un concepto ético, sino que porque produce un bienestar humano. Pero ha sido un camino muy difícil, en que creo que la resistencia se debió a la unidad del grupo de denunciantes. En medio de las peores dificultades nunca perdimos el sentido del humor. Poder reírse de la propia tragedia significa que uno está encaminado a la sanación.
¿Cómo se expresaba ese humor?
Cuando nos juntábamos a evaluar cómo íbamos, cada uno llegaba más destrozado que el otro, agobiado, frente a un clima y a una expectativa sumamente adversa. Pero nunca faltó la talla. Nos reíamos un poco de manera cruzada de lo que íbamos viviendo y que era distinto para cada cual, en edad, en contextos laborales y personales. Llegábamos adonde nuestro abogado, Juan Pablo Hermosilla, a llorarle penas y terminábamos riéndonos de nosotros mismos. Estar ahí y poder juntarnos ya era un gran paso. Estar ahí y saber que no estábamos solos, nos confirmaba la delincuencia que habíamos vivido.
Romper la soledad fue un primer triunfo.
Es que antes de eso estábamos compartimentados, sin que pudiéramos hablar entre nosotros ni saber lo que le ocurría al otro, en un sistema de control total. Compartir nuestras experiencias fue un alivio gigante. Descubrir que había un patrón común, actos y técnicas de sometimiento similares, nos daba esa gran certeza de que no era uno el equivocado. La soledad hace que el abuso se enquiste. El abusador siempre quiere aislar a su víctima, las mujeres abusadas por el marido, los niños abusados, los empleados abusados en la empresa, las nanas abusadas por el patrón, porque así el abuso se perpetúa.
Héroe a la fuerza
Volviendo al punto de inicio. Cuando tienes que tomar la decisión de hablar y aún no podías prever el fin del camino y ante ti solo se mostraba el precio que tendrías que pagar. ¿Qué te motivó a hablar?
Los hechos se desencadenaron por el proceso de nulidad eclesiástica de mi primer matrimonio. Ese proceso fue durísimo, porque fue la primera experiencia de profunda decepción con las autoridades eclesiásticas. Fue perder la ingenuidad.
¿Tú estabas pidiendo la nulidad?
Sí. Los fundamentos estaban dados por lo que hoy todo el mundo sabe (los abusos de Karadima), pero que en ese momento se suponía que era algo archisecreto. Me pidieron un primer borrador de unas veinte páginas, donde me preguntaron prácticamente de todo, y yo lo hice, con mucho dolor. Expliqué cómo lo que viví fue desequilibrante en mi relación de pareja y cómo comprometió la libertad que uno debe tener a la hora de decidir casarse. En un momento, y para mi sorpresa, se filtró la información y me vi en la obligación de fundamentar. Ahí empieza una serie de manipulaciones del proceso, muy dolorosas para mí, porque en ese momento era solo mi palabra y no tenía confirmada la existencia de otras víctimas. Fue en ese contexto que me vi en la obligación de fundamentar y no me quedó otra que buscar testimonios de gente que hubiera vivido lo mismo que yo, para que fueran testigos.
¿Habías oído que existían o cómo los encontraste?
Sospechaba, porque eran personas que yo conocí, que eran sumamente valiosas y que súbitamente se habían alejado de esta parroquia. Además, habían sido degradadas, con calificativos poco menos que de endemoniados. Mientras más los denostaban, más me llamaba la atención y más dudas me provocaba su alejamiento.
¿Cómo fue para ti esa experiencia de verte en el diario?
Un shock. Lo primero que hice fue tratar de avisarle a Valérie, mi señora, lo que estaba pasando y luego al director de la clínica donde yo estaba trabajando, porque ya anteriormente esta red de delincuencia había logrado, gracias a miembros que pertenecían a la Clínica Alemana, que me echaran de ahí. Me vi en la necesidad de proteger mi trabajo y de hablar con el director para que supiera que yo no estaba detrás de esto. Y ahí se desencadena todo. Apenas pocos días antes de que apareciera la información en la prensa, con Juan Carlos (Cruz) y Andrés (Juan Andrés Murillo) habíamos contactado al abogado Juan Pablo Hermosilla, previendo que esto se iba a abrir en algún momento. Y cuando esto estalla, buscamos la manera de defendernos y así, en cuestión de días, se arma el Informe especial, donde contamos nuestra cruda verdad. La reacción fue como un terremoto, de violencia extrema.
A qué te refieres con actos de violencia. El despido de la Clínica Alemana, ¿qué más?
Por ejemplo, cuando hice la denuncia, me pidieron un análisis siquiátrico. Fueron dos sesiones. En la primera de ellas el siquiatra me entrevistó apenas por media hora sin demostrar mucho interés. En la segunda, en que yo suponía que íbamos a ahondar en la conversación, el profesional ya tenía redactado un informe de seis o siete páginas con sus conclusiones respecto de mi personalidad. Eso fue muy doloroso, porque hasta ese momento yo pensaba que me iban a escuchar. Aún creía que iba a haber un proceso auténtico. Me sentí manipulado. Y después cuando ese informe se filtró a la prensa, sentí un golpe demoledor. Me sentía infinitamente solo. Si consideramos la magnitud de las fuerzas que tuvimos que enfrentar, el mito de David y Goliat queda chico. Nosotros no teníamos ni una piedra, ni una honda para lanzar. Esto llegó a un momento de clímax cuando me intentaron hacer firmar una declaración de ocho puntos, de los cuales tres eran completamente falsos. Y yo me negué.
¿Cuáles eran esos puntos falsos?
Se trataba de que asumiera una condición de homosexual, que no soy, y también se intentaba que quedara establecido que yo me había confesado de todas estas tropelías con el mismo Karadima, lo que tampoco era cierto, pero era importante para ellos, porque disminuía mi credibilidad como denunciante y les permitía entorpecer la investigación eclesiástica. En ese momento ocurre una nueva filtración del proceso canónico, esta vez a la prensa. Primero a La Tercera y luego a La Segunda, con mi foto y todo.
¿Cómo te preparaste para esa batalla?
No me preparé. Yo no busqué asumir este papel. Las circunstancias me obligaron. No quiero que la gente piense que tengo alguna cualidad especial o valentía sobrenatural. Solo fui un héroe accidental. Si me pides una receta de cómo hacerlo, no soy capaz de dártela.
Regreso a la vida
¿Cómo lograste que tu relación con Valérie sobreviviera tu paso por el infierno?
Ha sido un proceso maravilloso de recuperación de mi habilidad para tomar decisiones libres, voluntarias y conscientes, y todo gracias a esa fuerza indefinible que es el amor. Valérie y yo rompimos y estuvimos separados durante esos largos meses que duró mi aislamiento. Pero cuando me di cuenta de que la estaba perdiendo, intenté recuperarla. Sé que la expresión es cursi, pero pensé que si nuestro amor era fuerte y verdadero, tendría que soportar esta prueba. Ella fue muy cariñosa, pero también muy prudente, hasta que llegó el día en que, figurativa y literalmente, me tendió la mano.
¿Cómo fue? ¿Qué pasó?
Yo la llamé. Nos vimos, nos miramos a los ojos, ella me extendió la mano y sobraron todas las palabras.
Ahora que el proceso judicial termina un ciclo. ¿Qué lecciones te deja? ¿Cómo te cambió esta experiencia?
Ha sido un proceso de liberación y despertar. De volver a la autenticidad después de vivir muchos años anestesiado. He descubierto que el amor, el respeto, la bondad y la belleza no son monopolio de ningún credo. En el momento en que aceptamos ese monopolio, caemos en la esclavitud y el abuso.
Declaraste en la entrevista de Chilevisión que ya no eres católico. ¿Todavía crees en Dios?
He adquirido la maravillosa libertad de dudar de su existencia.

Ecce homo

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Por Alfredo Gildemeister- Lucidez.pe
Relata Santa Catalina Emmerich en el libro “La amarga pasión de Cristo”, libro en el que se inspirara Mel Gibson para su célebre y controversial película “La pasión de Cristo”, lo siguiente: “Jesús, cubierto con la capa colorada, con la corona de espinas sobre la cabeza y el cetro de caña entre las manos atadas, fue conducido de nuevo al palacio de Pilatos. Resultaba irreconocible a causa de la sangre que le cubría los ojos, la boca y la barba. Su cuerpo era pura llaga; andaba encorvado y temblando. Cuando Nuestro Señor llegó ante Pilatos, este hombre débil y cruel se echó a temblar de horror y compasión, mientras el populacho y los sacerdotes, en cambio, seguían insultándole y burlándose de Él. Cuando Jesús subió los escalones, Pilatos se asomó a la terraza y sonó la trompeta anunciando que el gobernador quería hablar. Se dirigió al Sumo Sacerdote, a los miembros del Consejo y a todos los presentes y les dijo: ‘Os lo mostraré de nuevo y os vuelvo a decir que no hallo en él ningún crimen’.
Jesús fue conducido junto a Pilatos, para que todo el mundo pudiera ver con sus crueles ojos, el estado en que Jesús se encontraba. Era un espectáculo terrible y lastimoso y una exclamación de horror recorrió la multitud, seguida de un profundo silencio cuando Él levantó su herida cabeza coronada de espinas y paseó su exhausta mirada sobre la excitada muchedumbre. Señalándolo con el dedo, Pilatos exclamó: ‘Ecce homo’ (‘He aquí el Hombre’)”. Santa Catalina Emmerich narra este episodio en base a lo que Dios le mostraba por medio de visiones. Estas visiones de toda la pasión fueron recogidas por el poeta alemán Clemente Bretano, quien permaneció al pie de la cama de la santa transcribiendo todas las visiones que la santa le relataba. Finalmente, la obra fue publicada en 1833, obra que transcribe todas las visiones de Emmerich desde la última cena de Jesucristo hasta su resurrección.
El evangelista San Juan narra también este hecho, cuando un Pilatos acobardado, muestra a la multitud a un Jesús destrozado físicamente luego de la flagelación y la coronación de espinas, diciendo: “Aquí tenéis al hombre”. ¿Pero qué dicen los historiadores y los científicos al respecto? ¿Realmente fue Cristo destrozado físicamente tal como narran los evangelios y Santa Catalina Emmerich? De acuerdo con los estudios científicos realizados sobre el famoso sudario de Turín, esto es, el sudario con el que José de Arimatea, Juan y las santas mujeres envolvieran el cuerpo de Cristo luego de ser descendido de la cruz, y la imagen allí impresa de la cual cada vez existen más pruebas científicas que apuntan que podría ser la imagen de Jesús, los médicos calculan que Jesús debió de ser un hombre alto y fuerte, de una altura aproximada de 1,80. El rostro mostrado por el santo sudario es el de un hombre de raza judía: nariz larga y fina, ojos grandes y hundidos, cabellos abundantes y lacios, peinados con raya en medio y melena larga, bigote y barba partida ligeramente en dos, labios finos, aunque no con exceso. Algo que sorprende del sudario es la grandeza, la serenidad y la majestuosidad del cadáver, pese a observarse que fue martirizado.
Como bien señala en su libro “El sudario de Cristo”, Manuela Corsini de Ordeig: “Todo su cuerpo está cubierto de heridas y golpes, llagas y equimosis y como ‘arado’ por instrumentos hirientes. Las señales de los azotes están repartidas por todo el cuerpo, en forma de diminutos abanicos formados por pequeños hematomas de tres en tres o de dos en dos. Hasta por el vientre y los muslos se encuentran estas señales, demostrando la fuerza del castigo y el enroscamiento de los látigos; únicamente faltan en los antebrazos, que debieron permanecer en alto, atados o tensos y apartados de las zonas flageladas. Se pueden contar 97 golpes de látigo (61 en la espalda y parte dorsal del cuerpo y 36 por el delantero). A estos 97 golpes corresponden seis heridas por cada uno, ya que el “flagrum” o el “flagellum” con que fue azotado constaba de tres, o de dos correas o cuerdas en cuyas puntas había dos bolitas de plomo u otras veces una taba de cordero; las correas eran largas y reunidas en una sola empuñadura. Por el estudio de la dirección de las llagas se ha concluido que fue azotado por dos verdugos de diferente estatura, situados uno a la izquierda y otro a la derecha, castigando cada uno la parte del cuerpo contraria al lado en que se hallaba”. De acuerdo con los historiadores, éste era el estilo romano de flagelación y no el judío. La forma judía constaba de 40 latigazos menos uno. La ley penal romana no fijaba el número de azotes y lo dejaba al arbitrio de los verdugos o a su cansancio. De la pena de flagelación muchos reos no salían vivos y morían allí mismo por los golpes que repercutían en los órganos internos y en la columna vertebral. Las heridas en toda la cabeza demuestran que la corona de espinas fue trenzada por los soldados romanos no en forma de aro sino de casquete puesto que las huellas de sangre más abundantes están precisamente en lo más alto de la cabeza, por lo que debió de ser un aro de juncos en el que se trenzaba todo un entramado de ramas espinosas que formaba un casco.
Para que se tenga una lejana idea de lo que fue pasión, científicamente e históricamente fundamentada, en esas condiciones físicas comenzó Cristo el recorrido hacia el Gólgota o Calvario. A ello hay que agregarle que, como todos los condenados a la muerte de cruz en aquella época, no llevó la cruz completa, sino solamente el palo transversal o “patibulum”, razón por la cual, la espalda y los hombros se encuentran materialmente destrozados, primero por la flagelación y luego por el efecto del roce con un cuerpo áspero y pesado que gravitó sobre ellos, como es el pesado madero transversal de la cruz. Cuenta santa Catalina que mientras Jesús sufría estos insultos, laceraciones, golpes, escupitajos y mil formas más de dolor, Él rezaba por nosotros y perdonaba a sus verdugos.
Que estos simples apuntes nos ayuden en esta semana santa, a meditar lo que Cristo sufrió por nosotros en su pasión, sufriendo cada latigazo, golpe y dolor por cada uno de nosotros. Acompañémoslo en su pasión, así como Juan y las santas mujeres acompañaron a María hasta el Calvario.

Amaterasu (cualquier similitud con la realidad es pura coincidencia)

Por Ricardo Vásquez Kunze– Político.pe
En la mitología japonesa Amaterasu es la diosa del sol o de la luz, la número uno del panteón de los inmortales. De ella desciende, según la leyenda, la dinastía imperial del Sol Naciente que lleva ininterrumpidamente en el trono del Crisantemo más de 2000 años.
Pese a ser la diosa más poderosa Amaterasu tuvo que pasar por momentos muy difíciles, y su poder se eclipsó brevemente por las maniobras de su hermano Susanoo. Él sumió al mundo en las tinieblas, según cuenta la leyenda nipona, luego de haber sido la luz en los ojos de su hermana. Se rebeló contra ella con éxito, al parecer envidioso con la repartición del cielo, la noche y los océanos que hiciera su padre.
La actitud ofensiva de Susanoo llegó al colmo de arrojar excrementos al palacio de su hermana mientras, embriagado de poder, cegaba los campos de arroz y esparcía las plagas por el mundo. La reacción de Amaterasu fue encerrarse en una cueva y despreciar olímpicamente, si cabe el término, al mundo del que su hermano se había apoderado. Con su autoexilio la luz dejó de brillar sobre la faz de la tierra, y muy pronto las cosechas se marchitaron y los hombres y los dioses empezaron a extrañar el reinado de Amaterasu y a odiar el de Susanoo.
Ante las súplicas, Amaterasu permaneció impasible hasta que un día recibió en la entrada de su cueva un obsequio que atrajo su atención: un espejo. El brillo de su propio reflejo fue tal que la diosa quedó hipnotizada frente a su cueva y, al salir, fue rodeada de dioses y hombres que le rogaron acabar con la oscuridad de la tiranía y corrupción que el gobierno de Susanoo había traído.
Frente a esa solicitud, Amaterasu accedió y encerró a su hermano en la cueva. Entonces reinó nuevamente la paz y brilló la luz en la tierra y el equilibrio se reinstauró con el triunfo de Amaterasu.

Acuerdo de gobernabilidad

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CONFERENCIA EPISCOPAL PERUANA
ANTE LA CRISIS ACTUAL
Hace dos meses hemos celebrado con el Papa Francisco días bellos que marcan nuestra memoria. Hoy nos encontramos ante una inmensa crisis política. “Cuando se trata del bien del Perú, no han de regir intereses particulares sino el Bien Común de la Patria”. (CEP, 18 de diciembre 2017)
1. Constatamos un proceso sistémico de corrupción causado por el divorcio entre ética y política, reforzado por ambiciones personales y de grupo, agudizado por la impunidad y maltratado por un sistema que soslaya la justicia.
2. Hemos llegado a un punto de quiebre político. Un nuevo comienzo exige no solo un cambio de mando sino la recuperación ética y moral del país en todos los niveles, porque los altos niveles de corrupción roban la esperanza, especialmente de los pobres y de los jóvenes. «Los heridos están ahí. El desempleo es real, la violencia es real, la corrupción es real… El vaciamiento de la democracia es real. La gangrena de un sistema no se puede maquillar eternamente porque tarde o temprano el hedor se siente». (Carta del Papa Francisco 10-2-2017).
3. Cumplir el deber constitucional de gobernar es una responsabilidad de todos los poderes del Estado. Ninguna autoridad puede sentirse eximida. Quien asuma el liderazgo del Perú debe promover y recibir el apoyo de todas las fuerzas sociales para generar paso a paso un ‘Acuerdo de Gobernabilidad´.
4. Convocamos a los ciudadanos para asumir los cargos públicos, conscientes del compromiso de servir a la patria y no servirse de la política para sus propios intereses. Hacemos un llamado a la responsabilidad de aquellos que tienen mucho por aportar y no lo hacen, desinterés presente, desgraciadamente desde la juventud.
5. En este momento crucial urge poner en primer lugar el Bien Común ante los intereses particulares. Recuperemos los valores éticos y morales que han construido la esencia de nuestra peruanidad. No hay nada más contrario al mensaje cristiano que el individualismo: vivir sin prójimos y aprovecharse de ellos.
Queremos caminar con todos los ciudadanos para participar vigilantes en los procesos que promuevan la vida y la institucionalidad democrática del país, “y así forjar un Perú que tenga espacio para todas las sangres, en el que pueda realizarse la promesa de la vida peruana”. (Discurso del Papa Francisco,19/01/2018).
Que el Señor nos bendiga para hacer grande nuestro Perú.
Lima, 22 de marzo de 2018
+ Miguel Cabrejos Vidarte OFM Arzobispo Metropolitano de Trujillo y Presidente de la CEP
+ Pedro Barreto Jimeno SJ Arzobispo Metropolitano de Huancayo y Primer Vicepresidente de la CEP
+ Robert Prevost OSA, Obispo de Chiclayo y Segundo Vicepresidente de la CEP
+ Norberto Strotmann MSC, Obispo de Chosica y Secretario General de la CEP

El aprendiz de Montesinos

Por Aaron Salomón– Político.pe
Saltó la pus. El material audiovisual difundido no ha hecho más que recordarnos la podredumbre de la política peruana. Al igual que en tiempos de Vladimiro Montesinos operadores del gobierno del renunciante Pedro Pablo Kuczynski, como su aliado Kenji Fujimori y sus caricaturescos ‘Avengers’, ofrecían a los parlamentarios obras para sus respectivas regiones con la condición de que rechacen el nuevo pedido de vacancia.
Parece que el benjamín de los Fujimori aprendió muy bien la lección de su tío el ‘Doc’: en setiembre del 2000, las sucias artimañas de este exasesor presidencial -hoy justamente encarcelado fueron puestas al descubierto cuando salió a la luz un sórdido video en el que se le veía entregándole 15 mil dólares a Alberto Kouri para pasarse a las filas de Perú 2000, el partido de gobierno de este entonces. Ese fue el inicio del fin para el régimen de Alberto Fujimori.
Y el mismo destino corrió el régimen de un endeble PPK, quien fue tan caradura que no hizo un mea culpa y culpó a la oposición de su dimisión. Atrás quedaron los esfuerzos de sus allegados. No valió que el escudero oficialista Juan Sheput afirmara que el Gobierno no tenía nada que ver en esta crisis. Tampoco que Mercedes Aráoz refunfuñe y argumente que todos los congresistas les tocan la puerta para pedir ayuditas.
¿Mal de muchos, pecado de tontos? No, señora: los peruanos nos cansamos de ser los tontos de la película. Francamente es inentendible la férrea defensa de algunos políticos, cuyos nombres deben ser anotados en una lista negra para no cometer nuevos errores en comicios venideros.
Y es que, como reseña el diario Correo (21/03/2018), la transcripción de los ‘kenjivideos’ es vomitiva.
No, Kenji. No son meras “fanfarronerías”. El congresista Bienvenido Ramírez le narra a su colega parlamentario Moisés Mamani el provecho que ha obtenido al apoyar a PPK, tales como obras y puestos importantes. “En menos de una semana me dieron las obras. Me dieron las direcciones regionales de mi región, de Tumbes. Puse al director del proyecto Puyango, puse al director del PCI, puse al director de Agroideas, estoy poniendo ahorita el prefecto de Tumbes, estoy poniendo ahorita Produce, estoy poniendo Senasa”, se ufana el médico que recomendaba evitar leer para no tener Alzheimer.
En otra reproducción se observa que el parlamentario Guillermo Bocángel, Kenji Fujimori y su asesor Alexei Toledo intentan compra la conciencia de Mamani contándole de las deliciosas comiditas con Kuczynski. Ahí, Fujimori tiene el descaro de tranquilizar a su otrora correligionario diciéndole que no se preocupe por la Fiscalía porque tendrá al Gobierno de su lado. “En la vida hay que tomar decisiones difíciles. (…) ¿Por qué te va a perseguir la Fiscalía si vas a tener del lado al Gobierno?”, sentencia el hermano de Keiko.
También el mismísimo abogado de Kuczynski, Alberto Borea, hace su aparición y le facilita el número del ministro de Transportes y Comunicaciones, Bruno Giuffra, quien a su vez intentó negociar con Mamani según los últimos audios propalados. A él se suma el destituido gerente de políticas de la Sucamec, Fredy Aragón, quien da cátedra del oscuro “negocio de los congresistas”. Todo un rosario de mercaderes.
Pero esta historia no acaba con la renuncia de Pedro Pablo Kuczynski y la asunción de Martín Vizcarra. Kenji Fujimori, Guillermo Bocángel y Bienvenido Ramírez, además de Mercedes Aráoz y Carlos Bruce, serán desaforados. Tras ello, los mencionados tendrán que afrontar una investigación fiscal por presunto cohecho, cuya pena máxima es de cinco años de cárcel efectiva.
El menor de los Fujimori –cuya agenda seudoliberal logró atraer a sectores de izquierda– si bien en diciembre del año pasado logró salvar a PPK hoy hace que se vaya prematuramente a hacer ejercicios a su vivienda de Choquehuanca Street (si es que no llega a escaparse a EE.UU.). Y así parece haber acabado la carrera política del hijo predilecto de Alberto Fujimori, aunque, pensándolo bien, en el Perú todo puede suceder (y renacer).

Obispos chinos

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La necrológica de los obispos chinos en L’Osservatore Romano

Una pequeña señal de la pasión por la unidad de la Iglesia en China

Por Gianni Cardinale- www.30giorni.it
Es sabido que L’Osservatore Romano publica en segunda página, bajo el título “Luto en el episcopado”, las noticias de la “piadosa muerte” y de la “imprevista muerte” de todos los obispos católicos fallecidos apenas la noticia de su muerte llega al Vaticano. De modo que cuando en el periódico vaticano del 8 de abril apareció el necrológico del prelado chino Miguel Huang Woze, obispo de Nanchong, fallecido el 22 de marzo a la venerable edad de 99 años, el hecho podía parecer normal. En realidad no es así. Se trata de un acontecimiento inédito; y de un pequeña “revolución periodística”, aunque no sólo es eso. Es la primera vez que L’Osservatore Romano da la noticia oficial de la muerte de un obispo chino ordenado después de la ruptura del régimen comunista de Pekín con la Santa Sede.
Hasta ahora en las publicaciones oficiales vaticanas los casi 130 (*) obispos chinos simplemente no existían, ya fueran “oficiales” (reconocidos por el Gobierno) –con aprobación de la Santa Sede y sin ella– ya fueran “clandestinos”. Ninguno de estos obispos aparece en el Annuario pontificio, el “¿quién es quién?” oficial del Vaticano. Ni muchos menos L’Osservatore Romano publica en la primera página los nombramientos de los nuevos obispos chinos reconocidos por la Santa Sede, como hace, en cambio, con las demás diócesis del mundo. Y el diario vaticano tampoco publica las noticias necrológicas. Por lo menos hasta el 8 de abril. Ese día, como decíamos, fue recordada la figura de monseñor Huang Woze, obispo “oficial” y reconocido por la Santa Sede. Y no se trató de una necrológica de circunstancias. L’Osservatore Romano, tras recordar que «el solícito pastor seguía visitando las parroquias de su vasta diócesis incluso durante los últimos meses de vida, pese a que padecía diabetes», escribía: «todos los que han tenido la suerte de visitarle refieren con cuánto amor les enseñaba la foto del Santo Padre, Juan Pablo II, único objeto ornamental de su modesto despacho».
El 9 de mayo apareció la necrológica de monseñor Francisco Javier Guo Zhengji, de 91 años, obispo de Bameng, él también “oficial” y en comunión con Roma. En este caso L’Osservatore Romano del 16 de mayo publicó en la página 4 una crónica de los funerales en la que se subrayaba que también participaron en el rito fúnebre «los fieles de la comunidad “clandestina”», lo que fue «una señal más de la “pasión por la unidad” que anima a la Iglesia en China», «una señal de esperanza y colaboración». «Los fieles de la comunidad “clandestina”», añadía el periódico, «han querido manifestar su respeto al obispo y unirse a los hermanos de la comunidad “oficial”, reafirmando su convicción de las dos comunidades son una única familia».
Pero después del 8 de abril la atención del diario de la Santa Sede no se ha concentrado sólo en los obispos chinos en comunión con Roma, aunque “oficiales”. L’Osservatore Romano del 30 de mayo publicaba en la página 5 una noticia que había aparecido en la agencia Fides de la Congregación para la evangelización de los pueblos, sobre los funerales, celebrados el 24 de mayo en la Catedral de Tianshui, de monseñor Agustín Zhao Jing-nong, fallecido el 16 de mayo a la edad de 95 años. En este caso el periódico evitó publicar la noticia en la sección “Luto en el episcopado”, pero trató a monseñor Zhao con los títulos de «excelencia” y de «prelado». Zhao Jing-nong era de hecho el obispo “oficial” de Tianshui, válidamente consagrado, pero no reconocido por la Santa Sede. Este tratamiento distinto por parte del diario vaticano podría estar motivado por el hecho de que el prelado en cuestión, aunque se había reconciliado con la Santa Sede en los últimos años de su vida, no había llegado, sin embargo, a una legitimación. Fides y L’Osservatore Romano concluían así su recuerdo: «Monseñor Agustín Zhao era considerado por todos un hombre bueno y justo. Los sacerdotes de Tianshui refieren que siempre han visto en las manos del prelado un Rosario, a no ser que estuviera comiendo o haciendo otras cosas».
(*) Recientemente La Civiltà Cattolica –cuyas galeradas como es sabido se corrigen en la Secretaría de Estado– escribía: «[En China] la Asociación patriótica católica oficial ha de tener 79 obispos, y la Iglesia subterránea 49. Pero la Santa Sede reconoce muchos obispos de la Asociación: con otras palabras, los dos tercios casi de los obispos estarían de facto reconocidos por Roma» (6 de marzo de 2004, pág. 505).