Por JOSEF FEDERMAN, KAREEM CHEHAYEB y BASSEM MROUE- Associated Press
Un cese el fuego entre Israel y el grupo libanés Hezbollah dio inicio, mientras que toda una región al borde de un conflicto a gran escala se pregunta si la tregua será duradera.
El alto el fuego, mediado por Estados Unidos, marcaría el primer paso importante rumbo al fin de casi 14 meses de combates relacionados con la guerra en la Franja de Gaza.
No hubo reportes inmediatos de supuestas violaciones a la tregua, mientras que en algunos puntos de Beirut se registraron algunas celebraciones. Israel ha dicho que reanudará sus ataques si Hezbollah infringe el acuerdo.
El acuerdo establece un cese inicial de dos meses en las hostilidades y requiere que Hezbollah ponga fin a su presencia armada en el sur de Líbano. Por su parte, los soldados israelíes deben regresar a su lado de la frontera. Un panel internacional encabezado por Estados Unidos supervisará su cumplimiento.
En una publicación en árabe realizada una media hora después del inicio de la tregua, un portavoz militar de Israel advirtió en la red social X que los residentes que fueron evacuados del sur de Líbano aún no deberían volver a sus casas, señalando que las fuerzas armadas de Israel seguían desplegadas en la zona.
La tregua inició a las 4 de la mañana del miércoles, un día después de que Israel lanzó su oleada más intensa de ataques aéreos sobre Beirut desde el inicio de un conflicto que en las últimas semanas se había convertido en una guerra a mayor escala. Los ataques cobraron la vida de al menos 42 personas en distintos puntos del país, según las autoridades locales.
El cese el fuego no aborda la devastadora guerra en la Franja de Gaza, donde Hamás aún retiene a decenas de rehenes y la situación luce inmanejable.
Parecía haber cierto desacuerdo persistente sobre si Israel tendría el derecho de atacar a Hezbollah si creía que los combatientes del grupo político libanés habían violado el acuerdo, algo que el primer ministro Benjamin Netanyahu insistió en que era parte del trato, pero que los funcionarios libaneses y de Hezbollah han rechazado.
El gabinete de seguridad de Israel aprobó el acuerdo de alto el fuego el martes por la noche después de que fue presentado por Netanyahu, informó su oficina. El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, calificó el acuerdo como “buenas noticias” y dijo que su gobierno haría un nuevo esfuerzo para lograr un alto el fuego en Gaza.
El gobierno de Biden ha pasado buena parte del año tratando de negociar un cese el fuego y una liberación de rehenes en Gaza, pero el diálogo se ha venido abajo en varias oportunidades. El virtual presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, ha prometido llevar la paz a Oriente Medio, aunque no ha dicho cómo.
Aun así, se espera que cualquier cese de las hostilidades en Líbano reduzca la probabilidad de una guerra entre Israel e Irán, que respalda tanto a Hezbollah como a Hamás y ha intercambiado fuego directo con Israel en dos ocasiones este año.
Israel dice que “atacará con fuerza” si Hezbollah rompe la tregua Netanyahu presentó la propuesta de alto el fuego a los ministros del gabinete después de un discurso televisado en el que enumeró una serie de logros contra los enemigos de Israel en la región. Dijo que un alto el fuego con Hezbollah aislaría aún más a Hamás en Gaza y permitiría a Israel concentrarse en su principal enemigo, Irán, que respalda a ambos grupos.
“Si Hezbollah rompe el acuerdo e intenta rearmarse, atacaremos”, dijo. “Por cada violación, atacaremos con fuerza”.
El acuerdo exige una pausa inicial de dos meses en los combates y requeriría que Hezbollah termine su presencia armada en el sur del Líbano, mientras que las tropas israelíes regresarían a su lado de la frontera. Miles de tropas libanesas y cascos azules de la ONU se desplegarían en el sur, y un panel internacional encabezado por Estados Unidos supervisaría el cumplimiento de todas las partes.
Biden dijo que Israel se reservaba el derecho de reanudar rápidamente las operaciones en Líbano si Hezbollah rompía los términos de la tregua, pero que el acuerdo “estaba diseñado para ser un cese permanente de hostilidades”.
La oficina de Netanyahu dijo más tarde que Israel apreciaba los esfuerzos de Estados Unidos para asegurar el acuerdo, pero que “se reserva el derecho de actuar contra toda amenaza a su seguridad”.
El primer ministro interino de Líbano, Najib Mikati, dio la bienvenida al alto el fuego y lo describió como un paso crucial hacia la estabilidad y el retorno de las personas desplazadas.
Hezbollah ha dicho que acepta la propuesta, pero un alto funcionario del grupo dijo que no había visto el acuerdo en su forma final.
“Después de revisar el acuerdo firmado por el gobierno enemigo, veremos si hay una coincidencia entre lo que declaramos y lo que fue acordado por los funcionarios libaneses”, dijo Mahmoud Qamati, vicepresidente del consejo político de Hezbollah, a la red de noticias Al Jazeera.
“Queremos poner fin a la agresión, por supuesto, pero no a expensas de la soberanía del Estado”, dijo. “Cualquier violación de la soberanía es rechazada”.
Aviones de guerra israelíes bombardean Beirut y sus suburbios. Aun cuando el alto el fuego ganaba impulso en los últimos días, Israel siguió atacando lo que, afirma, son objetivos de Hezbollah en Líbano, mientras que los combatientes libaneses dispararon cohetes y lanzaron drones.
Un ataque israelí arrasó un edificio residencial en el céntrico barrio de Basta, en Beirut. Es la segunda vez en los últimos días que la aviación israelí ataca la populosa zona próxima al centro de la ciudad. Al menos siete personas murieron y 37 resultaron heridas, según el Ministerio de Salud libanés. Los ataques contra los suburbios del sur de Beirut mataron al menos a una persona e hirieron a otras 13, añadió.
Tres personas murieron en otro ataque israelí en Beirut y tres en un ataque israelí contra un campamento de refugiados palestinos en el sur de Líbano. Los medios estatales libaneses dijeron que otras 10 personas murieron en la provincia oriental de Baalbek.
Israel también atacó un edificio en el bullicioso distrito comercial de Hamra en Beirut por primera vez, alcanzando un sitio que está a unos 400 metros (437 yardas) del banco central del país. No se informó de víctimas.
El ejército israelí dijo que atacó objetivos en Beirut y otras áreas vinculadas al brazo financiero de Hezbollah.
Las advertencias de desalojo emitidas por Israel cubrieron muchas áreas, incluidas partes de Beirut que anteriormente no habían sido atacadas. Las advertencias, junto con el temor de que Israel estaba intensificando los ataques antes de un alto el fuego, hicieron que los residentes huyeran. El tráfico estaba atascado y algunos coches tenían colchones atados a ellos. Docenas de personas, algunas en pijama, se reunieron en una plaza central, acurrucándose bajo mantas o de pie alrededor de fogatas mientras los drones israelíes zumbaban fuertemente en el cielo.
El portavoz militar israelí, Avichay Adraee, emitió advertencias de evacuación para 20 edificios en los suburbios del sur de Beirut, así como una advertencia para la ciudad sureña de Naqoura, donde se encuentra la sede de la misión de paz de Naciones Unidas, conocida como UNIFIL.
El portavoz de UNIFIL, Andrea Tenenti, dijo a The Associated Press que los cascos azules no evacuarían.
Las fuerzas israelíes alcanzan el río Litani en el sur de Líbano. El ejército israelí también dijo que sus tropas terrestres se enfrentaron con fuerzas de Hezbollah y destruyeron lanzacohetes en el área de Slouqi, en el extremo oriental del río Litani, a unos pocos kilómetros (millas) de la frontera.
Según el acuerdo de alto el fuego, Hezbollah debería trasladar sus fuerzas al norte del Litani, que en algunos lugares está a unos 30 kilómetros (20 millas) al norte de la frontera.
Hezbollah comenzó a disparar hacia el norte de Israel el 8 de octubre de 2023 en apoyo a los palestinos. Israel respondió al fuego de Hezbollah, y ambos lados han intercambiado andanadas de fuego desde entonces.
Israel aumentó su campaña de bombardeos a mediados de septiembre y envió tropas a Líbano, prometiendo poner fin al fuego de Hezbollah para que decenas de miles de israelíes puedan regresar a sus casas.
Más de 3,760 personas han muerto por fuego israelí en Líbano en los últimos 13 meses, muchas de ellas civiles, según autoridades de salud libanesas. El bombardeo ha desplazado a 1.2 millones de personas de sus hogares. Israel dice haber matado a más de 2,000 miembros de Hezbollah.
Los disparos de Hezbollah ha obligado a unos 50,000 israelíes a abandonar sus hogares en el norte del país, y sus cohetes han llegado incluso a Tel Aviv. Al menos 75 personas han muerto, más de la mitad de ellas civiles. Más de 50 soldados israelíes murieron luchando en la ofensiva terrestre en Líbano.
Alto al fuego de Hezbollah e Israel
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