Por Ismael Arana- Diario El Mundo
China y Estados Unidos, responsables entre ambas del 38% de las emisiones de gases de efecto invernadero de todo el mundo, han ratificado el acuerdo alcanzado hace un año en la cumbre del clima de Paris (COP21), un paso que se presume trascendental para que este pacto pueda entrar en vigor y luchar por poner coto a los efectos del cambio climático.
La primera en anunciar esta decisión ha sido China, el mayor emisor del planeta, cuyo visto bueno tuvo lugar el día antes de ejercer como anfitrión en la cumbre de líderes mundiales del G20 que se celebra entre este domingo y lunes en la espectacular ciudad de Hangzhou.
De acuerdo con Xinhua, el pacto fue revisado y ratificado por la Asamblea Nacional Popular china, órgano legislativo del país, que hoy ponía punto y final a su reunión bimensual. “La ratificación del acuerdo responde a los intereses de China y ayudará a jugar un papel más importante en la gobernanza climática global”, aseguró la agencia estatal.
Sin referirse explícitamente a este anuncio, el presidente chino, Xi Jinping, dijo este sábado que su país continuará luchando contra las causas del cambio climático y la degradación medioambiental y se comprometió a cerrar minas de carbón y acerias como parte de este esfuerzo. “He declarado muchas veces que las montañas verdes y las aguas claras son tan buenas como las montañas de oro y plata. Proteger el medio ambiente es proteger la productividad, y mejorarlo es aumentar la productividad” añadió en un acto previo a la cumbre.
Reducción de gases de efecto invernadero
Horas más tarde, era Estados Unidos la que daba a conocer su decisión de sancionar este acuerdo, cuya aplicación debe permitir la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero para evitar que la temperatura global no llegue a estar dos grados por encima de los niveles preindustriales.
“La Historia juzgará el esfuerzo de hoy como fundamental” aseguró el presidente norteamericano, Barack Obama, tras entregar junto a su homólogo Xi los documentos que certifican su decisión al secretario general de la ONU, Ban Ki-moon. A su juicio, el que ambas naciones hayan decidido sumarse formalmente al acuerdo puede considerarse como “el momento en el que finalmente decidimos salvar nuestro planeta”, subrayando que “no hay escasez” de cínicos que siempre han dudado de que un pacto de este calado pudiera ser jamás alcanzado.
El Acuerdo de París es el primer pacto universal de lucha contra el cambio climático y no entrará en vigor hasta que no lo hayan ratificado al menos 55 países que sumen el 55% de las emisiones globales. Hasta ahora, tan solo 24 naciones han decidido hacerlo -sobre todo países isleños del Pacífico y el Caribe que juntas no llegan ni al 1% de las emisiones-, por lo que se espera que la suma de las dos superpotencias suponga un aliciente para que otros decidan seguir sus pasos y añadir su nombre a la lista de países firmantes.
“Seguir desarrollando el Acuerdo de París”
Esa idea es la que defiende Li Shuo, responsable de Política Climática y Energética de Greenpeace en el este de Asia, que aseguró que con su inclusión en el acuerdo el día antes a la inauguración del G20, Obama y Xi “deben aprovechar la oportunidad de dirigirse a las 20 mayores economías del mundo a unirse y seguir desarrollando el Acuerdo de París”.
De acuerdo con el texto, el gigante asiático se compromete a alcanzar su pico de emisiones en 2030 y en aumentar la proporción de sus fuentes de energías no contaminantes hasta un 20% del total, mientas que EEUU deberá reducirlas en un 28% en menos de 10 años.
Si por una parte la presidencia de Obama se ha caracterizado por el aumento de las tensiones entre Pekín y Washington a causa de asuntos como los ataques cibernéticos, el proyecto de un escudo antimisiles en Corea del Sur o el contencioso en el Mar de China Meridional, la lucha contra el cambio climático es un área donde ambos países han encontrado terreno en común en el que poder trabajar juntos. Sin ir más lejos, su cooperación abonó el camino para que en 2014 se fijara el objetivo de reducir la emisiones y que finalmente se llegara a un acuerdo en el encuentro celebrado en la capital francesa, destinado a sustituir en 2020 al Protocolo de Kyoto.
De esta guisa se manifestó el principal asesor sobre cambio climático de Obama, Brian Deese, que subrayó que China y EEUU han demostrado que “juntos” pueden ayudar al resto del mundo a avanzar para frenar el calentamiento global. Según añadió, más de 50 países han expresado en público su compromiso a ratificar el tratado antes de final de año, entre los que estarían Brasíl, Corea del Sur, Argentina o Japón.