Archivo por meses: marzo 2015

Asesinan alcalde distrital de Mara

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Alberto Roque Cconislla.jpg

El alcalde distrital de Mara en la provincia de Cotabambas, región Apurímac, fue asesinado por delincuentes.
La víctima, identificada como Alberto Roque Cconislla (35), se encontraba a pocos kilómetros de la sede distrital cuando desconocidos interceptaron el vehículo en el que se desplazaba.
Según reportaron, estos sujetos utilizaron revólveres para perpetrar el crimen y luego darse a la fuga.
Odilón Huanaco Condori, alcalde de la provincia de Cotabambas dijo a través de RPP que no permitirán que los policías del distrito muevan el cadáver, exigió que un grupo de especialista de la Policía de Lima investigue el homicidio para dar con los culpables, pues aseguran no confiar en los agentes ni en la Fiscalía de la zona.
CotabambasEl vehículo Toyota Hilux de color beige metálico y de placa EGB-753, perteneciente a la comuna de Mara, presentaba un impacto de bala en el lado izquierdo de la parte delantera, y el trágico suceso es investigado la doctora Jessica Pumacayo, titular de la Fiscalía Mixta de Tambobamba.
Escena del crimenPara la Policía el chófer Hipólito Mío participó del asesinato del alcalde de Mara, Alberto Roque Cconislla, la madrugada del pasado 18 de marzo en la región de Apurímac.
Apurímac: alcalde de Mara fue asesinado
Por esa razón el titular del Juzgado de Cotabamba dispuso su internamiento en el penal de la ciudad del Cusco por nueve meses, mientras duran las investigaciones del homicidio.
Las pericias balísticas indican que Hipólito Mío participó.
El móvil del homicidio fue político, Alberto Roque el fin de semana iba a participar de una audiencia pública en la que denunciaría varios casos de corrupción.
Según la investigación de los detectives de la Policía, el chófer detuvo la camioneta y se retiró del lugar, ese momento sus cómplices rompieron una ventana del vehículo, abrieron la puerta y dispararon contra el alcalde.
Antes de huir, los agresores colocaron piedras en la carretera para aparentar un supuesto asalto.
Para los agentes, la escena del crimen fue adulterada, la camioneta fue desplazada a 80 metros de distancia del lugar del ataque.
Fuente: Radio Programas del Perú y Diario La República.

Ludolfo Ojeda y Ojeda FSC

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Ludolfo Ojeda FSC

Hermanos de las Escuelas Cristianas
Víctima de un cáncer terminal falleció a los setentidos años de edad el hermano Ludolfo Ojeda y Ojeda quien ha sido durante varios años director del Instituto Superior Pedagógico Loreto y formador de los maestros en la región.
El hermano Ludolfo Ojeda y Ojeda, arequipeño de nacimiento, llegó a Iquitos hace doce años y desde el primer momento se hizo cargo del Pedagógico Loreto, donde puso todo su esfuerzo para mejorar la calidad educativa de dicha institución, desde los aspectos materiales hasta la innovación didáctica, aportando al desarrollo de la educación y la mejora de la enseñanza.
Fuente: Diario La Región de Loreto.

Firman acta de acuerdo en Andahuaylas

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Andahuaylas

Se levanta el paro indefinido
La presidenta del Consejo de Ministros, Ana Jara, saludó “el respaldo del pueblo (de Andahuaylas)” al acuerdo que se llegó en la mesa técnica con el Ejecutivo y firmó el documento para levantar el paro que se desarrollaba en esa zona, desde el 12 de marzo, debido al sorpresivo aumento de las tarifas eléctricas por parte de la empresa Electro Sur.
“Andahuaylas: Saludo respaldo del pueblo a los acuerdos de mesa técnica con Ejecutivo. Queda de ustedes, levantar el paro y estaré para la firma”, tuiteó Ana Jara.
Se arribó al compromiso de revisar la tarifa del servicio eléctrico y mejorar la calidad y ampliarla a localidades que carecen del mismo, la devolución de los cobros indebidos efectuados por Electro Sur Este y la modificación de la opción tarifaria.
Por su parte, la ministra de Energía y Minas, Rosa María Ortiz, dijo que los otros puntos atendidos son la eliminación del cobro indebido por concepto del Fonavi, la reparación de daños ocasionados a los equipos de los usuarios, la creación de una oficina de Osinergmin en Andahuaylas y la no privatización del servicio eléctrico.
Electro Sur Este es una empresa estatal encargada de la distribución de energía eléctrica en el Cusco, Apurímac, Madre de Dios y la provincia de Sucre, en Ayacucho.
El presidente de su directorio, Américo Montañez, fue gerente de Infraestructura de la región Cusco en la gestión de Jorge Acurio Tito, ex hombre de confianza de la pareja presidencial en el sur que fue denunciado por corrupción.
Antonio Medina (FP), legislador por Apurímac, dijo que la empresa necesita una inversión de S/.130 millones para mejorar la infraestructura del sistema de electrificación.
El gobernador de Apurímac, Wilmer Venegas, había demandado la presencia en Andahuaylas de la presidenta del Consejo de Ministros, Ana Jara, para validar los acuerdos con la mesa de diálogo.
Fuente: Radio Programas del Perú y Diario Perú21.

Asesinan humilde trabajador

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Augusto Jimenez Oliva

Un obrero de langostinera fue asesinado de dos balazos en la cabeza -al parecer por sicarios ecuatorianos- a orillas del río Tumbes, en el sector la Boca del Cherre, barrio San José (cercado de Tumbes).
El cuerpo de la víctima, identificado como Augusto Jiménez Oliva, de 46 años de edad, fue retirado por la Policía Nacional a bordo de un bote y conducido a la Morgue Central de Tumbes. 
Las investigaciones se han iniciado, en entorno a este homicidio que ha enlutado a la familia del humilde trabajador.
Fuente: Radio Programas del Perú.

Negociación de conflicto en Andahuaylas

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Anton Spinoy

Las negociaciones entre los dirigentes de Andahuaylas y funcionarios del Ministerio de Energía y Minas (Minem), Osinergmin y de la Oficina de Diálogo y Sostenibilidad (ODS) de la Presidencia del Consejo de Ministros (PCM), para abordar los reclamos de la población en torno al servicio de la empresa Electro Sur Este (ELSE), fueron condicionadas a la presencia de la primera ministra Ana Jara.
Así lo aseguró el alto comisionado, Julio Rojas Julca, quien indicó que, a pesar de ello, la comitiva enviada por el gobierno a Andahuaylas sigue trabajando por alcanzar un acuerdo entre ambas partes. Esta provincia acata desde hace cuatro días un paro indefinido como rechazo al cobro irregular realizado en los recibos de 5,600 clientes de ELSE, concesionaria de la distribución de energía en la región Apurímac.
Electro Sur EsteEl gobernador regional de Apurímac, Wilber Venegas Torres, viajó a Lima para reunirse con la Primera Ministra y la Ministra de Energía y Minas.
En tanto, las vías que conectan a Andahuaylas con Abancay y Ayacucho continúan bloqueadas. El paro es acatado también en la provincia de Chincheros. Las clases escolares fueron suspendidas en estas localidades.
Fuente: Diario El Comercio.
HeridoHeridos
Al menos diez heridos de consideración deja el enfrentamiento entre huelguistas y la Policía Nacional en la provincia de Chincheros (región Apurímac), en el quinto día de paro en contra de la empresa Electro Sur Este, a raíz de los cobros excesivos y el mal servicio.
Unos 200 efectivos policiales usaron gases lacrimógenos y realizaron disparos para dispersar a los manifestantes, quienes se han apostado en el sector del Llimpe, en el lugar conocido como la “Y”, límite de Uripa con Chincheros.
Los heridos han sido evacuados al hospital de eta localidad, uno de ellos de gravedad, quien fue identificado como Kevin Junior Huarhuachi. Él habría perdido un ojo por impacto de bala.
La situación es tensa en Chincheros ya que hay cientos de pasajeros varados en la zona, que no pueden llegar a Andahuaylas, donde miles de manifestantes se reúnen en el campo ferial para iniciar una marcha por la ciudad.
Cabe indicar que ellos exigen la presencia de la presidenta del Consejo de Ministros y de la ministra de Energía y Minas para resolver el problema generado por la mencionada empresa.
Lista de heridos:
-Néstor Suca Cárdenas. Herido de bala, hombro izquierdo.
-Edwin Percy Guizado Mendoza. Con herida abierta en el arco supramaxilar derecho, comprometido el ojo.
-Kevin Junior Huarhuachi. Por descatar pérdida de ojo derecho.
-Luis Loayza Quispe. Corte en la frente.
-Alberto Huapaya Blas. Herida abierta supramaxilar.
-Vidal Ramos García. Sangrado nasal profuso.
-Pablo Gutiérrez Chungui. Herida abierta frontal.
-Alberto Córdova Ruiz (miembro de la policía nacional). Herida abierta en la frente
Los otros heridos aún no son identificados. Ellos se encuentran en el nosocomio de Chincheros.
Fuente: Radio Programas del Perú.

¿Cruzada o guerra civil?

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Blas

Francisco Torres García- Diario Ya
El tiempo, que se evapora rápidamente, trae como consecuencia que los lectores impenitentes acabemos amontonando libros que ansiamos devorar, pero que siempre dejamos para mañana. Entre los míos figuraba un texto titulado “La Iglesia y la Guerra Española. De 1936 a 1939”, llevado a los anaqueles de las librerías por la Editorial Actas, y cuyo autor es Blas Piñar. No creo que para muchos este nombre necesite de más introducciones: hijo de un defensor del Alcázar de Toledo, Consejero Nacional del Movimiento designado por Francisco Franco, fundador de Fuerza Nueva, diputado entre 1979 y 1982, notario y notable jurista. Menos conocida, fuera de determinados ámbitos, es su destacable obra teológica, sus trabajos sobre los ángeles y la Virgen María. Pero también un hombre de la Acción Católica, que ocupó puestos importantes y que ha vivido en primera línea los cambios en la Iglesia española de los últimos setenta años. ¿Qué nos puede decir -se preguntarán los más escépticos- Blas Piñar, ese hombre que sigue llamando a la “incivil guerra civil”, a la “contienda fratricida”, Cruzada?
A lo largo de algo más de tres centenares de páginas, preñadas de datos y citas que obligan a la relectura y a la reflexión, en las que el autor ha reducido en mucho sus propias opiniones para dejar que fluyan los testimonios que sustentan de forma impecable su tesis, lo que aflora, en una prosa que recuerdan en mucho los modos de sus discursos -para muchos, independientemente de sus posiciones ideológicas, ha sido el mejor orador político de las últimas décadas-, es el dolor que le causa el olvido y hasta la abjuración de la Cruzada. De ahí que el libro se divida en dos grandes apartados: De guerra civil a la Cruzada y De Cruzada a Guerra Civil.
Naturalmente, Piñar no se esconde. Él mismo se autodefine en la introducción: escribe como “católico practicante”, como “ciudadano de la Hispanidad” y estando “orgulloso de ser español”. No oculta al lector cuál es su intención: “dar testimonio a las nuevas generaciones de lo que fue la Cruzada española de 1936 a 1939” y denunciar “lo que yo llamo el proceso secularizador que ha ido minando y destruyendo todo lo que supuso la Cruzada”. Lo que Piñar hace en su texto, extendiéndose en su análisis más allá de la temporalidad que anuncia la portada del libro, es explicarnos también cómo se produjo la abjuración de la Cruzada, un proceso en el que también intervinieron hombres de la Iglesia.
Es fácil encontrar en cualquier manual, en los libros de texto de los escolares, los referentes a la dimensión internacional de la guerra española, uno de los acontecimientos capitales del siglo XX. El eco de que aquel conflicto superó las barreras geográficas hispanas para adquirir validez universal. Eso sí, presentado, erróneamente, como la lucha del fascismo contra el antifascismo. También para Piñar, la Cruzada tiene un valor universal, especialmente para los católicos, como defensa de la civilización cristiana. Así lo vieron los cardenales Gomá y Pla y Daniel (“Cruzada contra el comunismo para salvar la Religión, la Patria y la familia”).

Iglesia y guerraEl término Cruzada.
Es evidente que hoy el término Cruzada no se aplica a la guerra civil. Es más, como anota Piñar, cayó en desuso a principios de los setenta. Ya en las postrimerías del régimen de Franco él era uno de los pocos que continuaban utilizándolo. Hoy sólo encontramos referencias al mismo en los textos y manuales para subrayar que la Iglesia miró la guerra civil con esa consideración; aunque no son pocos los autores que han tratado de reducir al mínimo posible esa vinculación sepultando bajo la hojarasca de las palabras los textos que Piñar exhuma con la precisión del notario. Los ojos del lector recorren las declaraciones de Pío XI, Pío XII o Juan XXIII, las de decenas de miembros de la jerarquía eclesiástica nacional o internacional y de pensadores católicos que hasta los años cincuenta dieron a la guerra civil española, o, mejor dicho, a la lucha sostenida por los ejércitos nacionales el título de Cruzada.
Son muchas las reflexiones que se abren ante el lector y que a buen seguro despertarán la polémica en el seno de la conciencia. Entre ellas estimo que dos resultan altamente sugerentes: primera, ¿por qué la inquina contra la utilización de este término?; segunda, ¿cómo se incardina la polémica, muy posterior, sobre la definición de Cruzada en todo el proceso de deslegitimación de aquellos que en 1936 se sublevaron contra la República del Frente Popular, que ha conducido a la actual mitificación de la II República como el más idílico de los regímenes políticos que ha tenido España? ¿cómo situarla dentro del intento de trocar la victoria de 1939 en una derrota sobre el pasado emprendido por la izquierda, al objeto de mitificarse a sí misma ocultando el reguero de sangre que dejó en España entre 1931 y 1939?
Convendría que muchos tuvieran presente que la definición de una guerra como Cruzada es algo que, salvo para los católicos, carece de toda trascendencia. No es más, traducido a un lenguaje laico, que una condecoración. Ahora bien, no es menos cierto, y ahí es donde radica el problema, que esa definición y el propio término implican una consideración de “causa justa”, cuya sola existencia siembra la duda en el cuadro del discurso oficial de la izquierda sobre la guerra civil que ha sido intentado sacralizar con la denominada Ley de Memoria Histórica salida de los cenáculos ideológicos socialistas.
Quienes desde el orbe católico vivieron en primera persona el tiempo de una guerra civil, iniciada mucho antes de julio de 1936, quienes ya habían sufrido los primeros brotes de la persecución religiosa que se abriría como un torrente sangriento en el verano del treinta y seis, resultante de la política antirreligiosa/anticatólica impulsada por el jacobinismo anticlerical republicano encabezado por Manuel Azaña y por la tensión revolucionaria de socialistas y anarquistas que demandaba la aniquilación de un enemigo ideológico declarando la guerra al mismo Dios, no dudaron a la hora de dar a la sublevación contra la República del Frente Popular, no a la república como forma de gobierno, el carácter de Cruzada. Básicamente por una razón, anota Piñar, por que se trata de una lucha “para liberar territorios que fueron cristianos y de los que se hicieron dueños los enemigos de la fe, destruyendo todo testimonio o vestigio del cristianismo por odium fidei”. Es evidente que eso había sucedido o estaba sucediendo en España. Así lo vieron los Papas registrándolo en Encíclicas como la Divini Redemptoris en marzo de 1937:
“El furor comunista no se ha limitado a matar a obispos y millares de sacerdotes, de religiosos y religiosas, escogiendo precisamente a los que con mayor celo se ocupaban de los obreros y de los pobres, sino que ha hecho un número mucho mayor de víctimas entre los seglares de toda clase, que aún ahora son asesinados cada día, en masa, o por el mero hecho de ser buenos cristianos, o, al menos, contrarios al ateísmo comunista”.
Ante esta situación Pío XI asume la responsabilidad de una “bendición especial a cuantos en España se impusieron la difícil y peligrosa tarea de defender y restaurar los derechos y el honor de Dios y la religión”. Uno tras otro registra Piñar los pronunciamientos del episcopado español apoyando el carácter de Cruzada que anida en el ánimo de los nacionales: “No había sido esta Cruzada -anota monseñor Pla y Daniel en 1939- ni ordenada ni convocada por la Iglesia, pero fue reconocida y bendecida como tal por Pío XI el 14 de diciembre de 1936”.
Difícilmente hasta los años setenta este carácter de Cruzada sería criticado o puesto en tela de juicio, salvo por sectores minoritarios. El conocimiento de lo que fue la guerra civil y de la persecución religiosa estaba vivo, porque muchos de los testigos, de los supervivientes, aún formaban parte del clero regular y secular. Seminaristas o jóvenes sacerdotes de 1936 ocuparon durante tres décadas importantes puestos en la Iglesia defendiendo el espíritu de la Cruzada. Otros, de una generación posterior o simplemente inmersos en el progresismo secularizador se dejaron llevar por el “signo de los tiempos”, participaron el “proceso secularizador de la Cruzada” denunciado por Piñar. Parece querer el autor, de algún modo, simbolizarlos, en los ámbitos eclesiásticos, en la persona del cardenal Vicente Enrique y Tarancón. Un hombre que, hasta 1972, según los textos insertos en el libro, asumió públicamente el “carácter de  verdadera Cruzada” de una guerra en la que “nuestros jóvenes empuñaron el fusil con espíritu de verdaderos cruzados de la religión”; pero que después se sumó al grupo de obispos y eclesiásticos que se posicionaron contra el alineamiento de la Iglesia con uno de los dos bandos, lo que suponía la abjuración de la Cruzada.
La Cruzada martirial.

Esta Cruzada no es para Piñar sólo una lucha bélica tiene además una dimensión martirial en las personas, pero también en las cosas. Nadie desconoce el hecho, aunque se trate de rebajar en su significado y cuantificación, de que en la España del Frente Popular se desató la persecución religiosa contra personas, edificios, obras de arte, documentos… Tal magnitud tuvo que Pío XI, en septiembre de 1936, reconoció a las víctimas la consideración de mártires. Pío XII habló de los que “han sellado con su sangre su fe en Jesucristo y su amor a la religión católica. ¡No hay mayor prueba de amor!”.
Que la Iglesia y los Papas otorguen la consideración de mártires a los católicos asesinados por odio a la fe no debiera provocar las “olas de cólera” que hoy se dan. Como sucede con el término Cruzada se trataría de un valor que sólo tendría trascendencia para los católicos. El problema es que la elevación pública a los altares de estos mártires implica el reconocimiento de que fueron asesinados, y en la inmensa mayoría de los casos torturados, deshaciendo de un plumazo la leyenda rosa de la España del Frente Popular; y aunque ellos murieran perdonando nadie puede exonerar de responsabilidad a sus asesinos directos y al poder político de izquierdas, básicamente socialista, que lo permitió.
Piñar subraya como en la abjuración -“secularización” anota el autor- de la Cruzada se produjo, y probablemente en primer lugar, el segundo martirio para estos hombres y mujeres que murieron por miles: “esta calificación de mártires, que merecían quienes lo fueron, fue puesta en entredicho, incluyendo, además, otro segundo, martirio el del silencio y del olvido de los que se habían exaltado como testigos ejemplares de la fe”.
La Iglesia del diálogo cristianismo-marxista, la Iglesia del aggiornamiento, la Iglesia que, por razones políticas, artificialmente deslindadas de la razones de Fe, desde Roma inició un oportunista proceso de desenganche del régimen de Franco en el ocaso del mismo, escogió como víctima propiciatoria la Cruzada. De ahí que los procesos de beatificación fueran paralizados y los sectores progresistas de la Iglesia española pidieran, impidieran o boicotearan, según los tiempos, su continuidad. Y, naturalmente, se produjeron los asombrosos cambios de actitud, fruto del oportunismo, que Piñar, sin juzgar registra.
Quizás sea destacable el del padre José María Llanos S.J., cuyos dos hermanos fueron asesinados por los republicanos, que evolucionó desde su posición como capellán del Frente de Juventudes y perseguidor de películas “inmorales” a miembro destacado del Partido Comunista, de “cura obrero” a “cura rojo” que se decía en la época. Así en 1942 escribía: “primavera de mártires prometedora… vamos sin rebozos ni simulaciones, sin titubeos, a entrar por el camino, largo, empinado y triunfal de la glorificación de los muertos, juventud de España a los altares”. Sin embargo, en 1991  pedía dilatar los procesos y aconsejaba para ellos un silencio discreto. En la misma línea el cardenal Vicente Enrique y Tarancón se sumó a quienes buscaban invalidar los procesos distorsionando la causa necesaria, el martirio por causa de la Fe, estimando que en aquellos asesinatos y torturas “pesaba más el odio a un clero que ellos entendían como protector de los ricos”, aunque cuatro décadas antes pensara lo contrario y, por razón de oportunismo político, prefiriera ignorar los testimonios que en los procesos ocupan miles y miles de páginas.
Queda, como final, el análisis que Piñar hace de las consecuencias de la abjuración de la Cruzada y que podemos sintetizar en la apertura del “proceso de descristianización y paganización de España que se está produciendo con pasos de gigante”, y que, nuevamente, con precisión de notario, trata de poner en evidencia. Lo que, sin duda, para muchos católicos será motivo de reflexión. Queden, como cierre de este breve recorrido por un libro más que notable, unas frases explicativas que comienzan al inicio de la obra y que invitan a introducirse en sus páginas:
“Lo inesperado y sorprendente es que el proceso secularizador de la Cruzada contase con el apoyo decisivo (que en este libro se pone de manifiesto y se comprueba) de hombres de la Iglesia, tanto de la docente como de la discente; apoyo incomprensible, a mi modo de ver, para que ese proyecto prosperase y consiguiese lo que se proponía”.

Izquierda partida en dos

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Lo mismo de siempre. De un lado, hay un sector que negocia una alianza para participar en las elecciones del 2016 con la etiqueta del Partido Humanista, de Yehude Simon. Del otro, Tierra y Libertad impulsa el relanzamiento del Frente Amplio. Hasta el momento no parece viable una fórmula única.
Por Enrique Patriau- Diario La República
La izquierda peruana se parte el 2015 en dos proyectos, al parecer, irreconciliables.
El factor de división, como lo explicó un recorrido militante de izquierda a este diario, es “el pragmatismo“.
En sencillo, hay dos partidos con inscripción vigente ante el Jurado Nacional de Elecciones (JNE) que agruparían a las demás fuerzas progresistas del país: el Frente Amplio por Justicia, Vida y Libertad (o Tierra y Libertad), liderado por el ex cura Marco Arana, y el Partido Humanista, del congresista Yehude Simon.
El punto es que no se avizora mayor opción de presentar una candidatura única.
Simon y representantes de otras agrupaciones se han reunido en tres o cuatro ocasiones para empezar a darle forma a un nuevo proyecto.
En esas conversaciones han participado, entre otros, Fuerza Social, el Partido Socialista, el Partido Comunista y Ciudadanos por el Cambio.
Salomón Lerner, líder de este último movimiento, confirmó el interés en construir una alternativa electoral viable al 2016, junto al Partido Humanista de Simon.
Lerner advirtió que si bien “las cosas van avanzando”, todavía no existe ningún documento firmado o acuerdo formalizado. “Hay conversaciones serias, eso es cierto, pero falta concretar”, señaló a este diario.
¿Por qué Simon? Para Lerner, su “apertura, sus ganas de trabajar con tolerancia, mancomunadamente y su transparencia” son los principales atributos que lo convierten en un deseable compañero de ruta.
Sigifredo Velásquez, presidente de Fuerza Social, también adelantó que los primeros acercamientos con Simon abren la posibilidad de un “frente político” con una perspectiva de largo aliento, y liderazgo que represente a las izquierdas democráticas.
Lo curioso es que si de un lado Simon y el Partido Humanista representan la opción para un sector de la izquierda de competir en los comicios del 2016, para otro grupo es, precisamente, el principal obstáculo en la búsqueda de un consenso que lleve a presentar una candidatura de unidad.
El factor Simon
No podemos evitar ni prohibir conversaciones, eso está muy claro. Todos tienen derecho a conversar. Lo que sí sabemos es con quién no queremos celebrar alianzas“, señaló Pedro Francke, coordinador de Tierra y Libertad.
Francke se refiere específicamente a Simon.
Para Tierra y Libertad, el ex presidente del Consejo de Ministros de Alan García cuando ocurrió el ‘Baguazo’ no es un compañero de viaje “confiable” pensando en las elecciones del año entrante.
“No estamos dispuestos a ir detrás de la candidatura de Yehude Simon”, añadió Francke.
Tierra y Libertad viene impulsando el renacimiento del denominado Frente Amplio, que después de las elecciones regionales del 2014 entró en un franco proceso de descomposición. Tanto así que los movimientos que lo formaron inicialmente empezaron a pelearse entre ellos por la utilización del nombre.
Efectivamente, en una carta fechada el 27 de noviembre del 2014 y firmada por Ciudadanos por el Cambio, Patria Roja, Partido Socialista, Fuerza Social y Partido Comunista Peruano, se cuestionaba a Tierra y Libertad por seguir utilizando la denominación de Frente Amplio.
Estas cinco agrupaciones le decían al partido liderado por Marco Arana que el nombre fue decidido entre todos y que su utilización unilateral significa “asumir una identidad que no les corresponde y que constituye una usurpación inaceptable que no contribuye a las buenas relaciones entre nuestras organizaciones ni a la mejor conducción de las luchas de nuestro pueblo”.
Consultado al respecto, Francke dijo que esta discrepancia ya había sido superada.
Así, en mayo, el Frente Amplio tendrá un congreso nacional, en Lima, en donde se establecerán las reglas para las elecciones internas y se definirán las alianzas rumbo a las elecciones generales del 2016.
En esta edición renovada del Frente Amplio participan, entre otros, el Movimiento por la Gran Transformación (ex nacionalistas junto al congresista Jorge Rimarachín), sindicatos de trabajadores y otras organizaciones regionales.
Hasta el momento existe un solo precandidato en el Frente Amplio: el ex cura Arana, propuesto por Tierra y Libertad. Aunque Francke espera que se presenten otras opciones y que la votación sea universal.
Tierra y libertad

Tierra y Libertad celebra congreso nacional
Tierra y Libertad se encuentra celebrando su Congreso Nacional Extraordinario, en el que participan, entre otros, Marco Arana, Pedro Francke y la ex regidora municipal Marisa Glave.
De acuerdo con Arana, en el nuevo Frente Amplio existen puntos programáticos de coincidencia entre las organizaciones que participan.
Estos son: el urgente cambio del modelo económico extractivista por uno de diversificación productiva, el cambio de la actual Constitución, el fortalecimiento del proceso de descentralización, la lucha contra la corrupción y la inseguridad ciudadana y el acceso universal y gratuito a los servicios básicos, como la salud, la educación y el agua potable.
El sábado 21 de marzo, Ciudadanos por el Cambio tendrá su convención nacional en Lima.
En dicha actividad, este movimiento tomará una decisión final sobre su participación en la eventual alianza con el Partido Humanista que lidera Yehude Simon.

Las imágenes son distintas a la realidad

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Nicodemo

Cuarto domingo de Cuaresma
Por Antonio Elduayen Jiménez CM
Les invito a leer el capítulo 21, versículos 4-9 del libro de los Números para saber por qué y para qué Dios mandó a Moisés hacer una serpiente de bronce y ponerla en lo alto de un madero. (Sabrán de paso que, contrariamente a lo que dicen nuestros hermanos evangélicos, Dios no sólo no prohibió hacer imágenes sino que hasta mandó hacerlas (Ex 25,18-19; 1 Re 6, 22-23). Imágenes, SI; ídolos, NO, es lo que Dios nos pide). Aludiendo al texto arriba mencionado, Juan nos dice en su evangelio (3,14-21) que el Hijo del Hombre debe también ser levantado para que el hombre se salve.
Para Juan, “ser levantado” significa que Jesús ha de ser elevado en la cruz (crucificado), pero también y sobre todo que ha de ser “glorificado” (resucitado, ascendido y sentado a la derecha del Padre, una manera de hablar para decir que el Padre Dios le dio todo poder y gloria en el cielo y en la tierra). La exaltación de Jesús en la cruz tiene ese doble sentido, que la Iglesia recoge y celebra en la Fiesta de la Exaltación de la Cruz (el 14.09). Para Jesús, su muerte en la cruz por nosotros fue la manera de mostrarnos su inmenso amor (Jn 15,13) y de llevar a cabo la entrega por amor que el Padre Dios hizo de su Hijo al mundo (Jn 3,16).
Juan nos está diciendo que es grande el amor de Jesús por su Padre, cuya voluntad hará cueste lo que cueste, incluso dar su vida por nosotros. Que es grande igualmente el amor que el Padre Dios nos tiene, tanto que nos entregó a su Hijo único para que no perezca ninguno de los que creen en él, sino que tengan vida eterna…” (Jn 3, 16). He subrayado lo del amor inmenso que Jesús y el Padre Dios nos tienen, porque quiero llegar a donde Juan quiso llevarnos, a saber, que Dios y Jesús no desean juzgar ni condenar a nadie. Que el juicio y la condena nos los hacemos nosotros, al excluirnos por el pecado del Plan de Dios en Jesucristo.
Es sólo una manera bíblica de hablar la que presenta a Jesús viniendo sobre las nubes con legiones de ángeles, y sentándose, como Rey poderoso, para juzgar a todos los hombres (Mt 26, 64, Mc 13,26, Lc 21,27). Jesús vendrá, sin duda, y todos seremos juzgados y sancionados (para el cielo o para el infierno), pero no será tal como lo imaginamos. Ese juez acusador y que nos grita la sentencia no condice con el inmenso amor que Dios y Jesús muestran tenernos. Es muy a su pesar que podemos perdernos, dependiendo del uso bueno o malo que hagamos de nuestra libertad.
¿Crees de verdad en el amor de Dios? Entonces ni serás juzgado (Jn 3,18). El juicio ya lo hiciste al optar y decidirte por ese amor. ¿No has creído en el amor de Dios? Entonces es tu propia incredulidad la que te condena, al rechazar tu única fuente de salvación.

¡Como has cambiado, pelona!

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Por Martha Meier Miró Quesada
Corría el año 2006 cuando la actual alcaldesa de Lima era candidata presidencial y entre uno de sus contrincantes figuraba el comandante Ollanta Humala. Ella, por entonces, a viva voz denunciaba que este era el carnicero y violador de derechos humanos ‘capitán Carlos’. Villarán fue la única candidata que llegó hasta Madre Mía, donde Humala en los años noventa –es decir durante el gobierno del ingeniero Alberto Fujimori– estuvo dos veces a cargo de la base contrasubversiva. Allí con la voz entrecortada y los ojos húmedos por la emoción, Villarán se despachó una perorata en la que aseguró que, de ser elegida, levantaría un monumento “para rendir homenaje a las víctimas de la violencia política [en Madre Mía] para que nadie las olvide”. El ‘capitán Carlos’ (a decir de Villarán, Ollanta Humala) era señalado como culpable del asesinato de los pobladores Natividad y Benigno Sullca.
La actual alcaldesa no llegó a la presidencia y rápidamente olvidó a tales y otras víctimas de violaciones de los derechos humanos en la zona donde Humala se desempeñó en tiempos del fujimorato. Su excusa es de vergüenza: el caso fue judicializado (César San Martín –hoy presidente del Poder Judicial y entonces vocal de la Suprema– dejó al voto el archivamiento del caso, no por contarse con pruebas irrefutables de la inocencia de Humala, sino por una débil investigación y por el peso dado a los testimonios de sus compañeros soldados de la base, en comparación con los de los familiares de las víctimas).
Dónde quedó la señora Villarán que se rasgaba las vestiduras por los derechos humanos y fue hasta Madre Mía a vociferar: “Ollanta Humala debe venir aquí y decirle cara a cara a la gente si es responsable o no de los delitos que se le imputan”. Cuando se la acusó de intromisión en las diligencias judiciales, uno de sus voceros aseguró que Villarán estaba en la zona invitada “por una coordinadora regional de derechos humanos y por los propios afectados. Se reunirá […] con un grupo de vecinos que ha recibido amenazas para que no siga declarando en los casos de violación de derechos humanos que están en plena investigación”.
Las notas de prensa sostenían que Susana Villarán llegó a la zona para “recoger los testimonios de los familiares de las víctimas de violaciones de derechos humanos por parte del candidato a la presidencia [Humala] que tiene la valentía para amenazar con fusilar, con cerrar el Congreso, pero que no tiene la valentía de dar la cara ante personas humildes que exigen justicia y reparación”. Arrebatada, dijo: “Soy pequeña de estatura, pero valiente para defender los derechos humanos y la vida, mientras que el ‘comandante’ se corre de Andahuaylas, Madre Mía y Aguaytía”.
Lo que se le ven pequeñas son la vergüenza y la memoria. Los afectados y amenazados se le han evaporado con la misma facilidad que esas propiedades de El Suche, Miraflores, que “olvidó” mencionar en su declaración jurada. Ahora con irresponsabilidad y oportunismo –vía las declaraciones de Eduardo Zegarra, vocero de su hoy extinto partido Fuerza Social y teniente alcalde– trepa al pacatán del entuerto humalista, pese a haber sostenido enfáticamente que “Humala es el candidato de la incivilidad, porque apoya un modelo militarista de gobierno, similar al que existe en Venezuela. Los peruanos ya hemos tenido demasiados gobiernos militares y desean seguir siendo gobernados por civiles. Un eventual gobierno de Ollanta Humala sería riesgoso para el país, pues este sería presa de una total improvisación que perjudicaría a todos los peruanos. ¿Qué experiencia en la gestión pública tiene el señor Humala? ¿Cuándo ha estado él al frente de un organismo estatal o empresa privada? Otro aspecto a criticar es su postura a favor de la impunidad, puesto que este no ha mostrado una condena expresa a la posible amnistía en contra de los militares que cometieron crímenes de lesa humanidad”.
Así en el 2006 Susana Villarán, actual alcaldesa de Lima, calificaba al comandante como el candidato de las tres I: “improvisación, impunidad e incivilidad”. Señora alcaldesa, usted en el 2011 se lleva la gran I por su grandiosa incoherencia. La deben estar recordando con mucho respeto y cariño en Madre Mía, pero eso qué importa, ¿verdad? Salvo el poder, todo es ilusión, decía Lenin después de todo.
Gana Venezuela

Mi voto es por Keiko

Por Jaime Bayly
Hoy votaré en las elecciones presidenciales peruanas por la señora Keiko Fujimori.
Quienes me conocen saben que hace años arriesgo el temerario pronóstico que la señora Fujimori será la próxima presidenta del Perú.
Lo que no estaba en mis cálculos, y no deja de sorprenderme, es que, según las encuestas más confiables, el señor Ollanta Humala pasará a la segunda vuelta con una cómoda ventaja sobre los demás candidatos.
Parece, pues, un hecho que el señor Humala estará en la segunda vuelta. Si ello ocurre, debemos respetar la voluntad de quienes votarán por él. No conviene insultar al señor Humala ni a sus votantes. El señor Humala ha sido inteligente y tenaz en presentarse como el cambio más radical a un gobierno que es repudiado por dos de cada tres peruanos.
Con todo respeto al señor Humala, no votaré por él. Creo que el señor Humala es una buena persona con malas ideas. Creo que un gobierno del señor Humala pondría en riesgo la democracia peruana (pues, como es bien sabido, el señor Humala admira a dictadores como Hugo Chávez y Fidel Castro) y frenaría el crecimiento económico de los últimos veinte años, que ha logrado rebajar la pobreza en el Perú. El señor Humala dice ahora que su modelo o arquetipo o inspiración es Lula da Silva y no Hugo Chávez. Me reservo el derecho de no creerle del todo. Una vez en el poder, creo que el señor Humala será un fiel amigo y dócil aliado del dictador venezolano. Entrevisté al señor Chávez cuando era candidato a la presidencia venezolana en 1998. El señor Chávez me dijo en tono moderado y conciliador que discrepaba radicalmente del modelo de Fidel Castro. Una vez que se consolidó en el poder, Chávez, deshonrando sus promesas embusteras, ha hecho todo lo posible por glorificar a un tirano despreciable como Fidel Castro y para que Venezuela se parezca cada día más a Cuba.
No quiero que el Perú se parezca a la Venezuela crispada y estatista de Chávez ni a la Cuba hundida en la miseria de los hermanos Castro. Quiero que el Perú sea un país libre y con una economía en crecimiento que alivie a los más pobres. Quiero que el Perú siga el camino de Chile, no el de Venezuela. Por eso no votaré hoy por el señor Humala y en la segunda vuelta votaré por quien se enfrente al señor Humala.
Espero que quien se enfrente al señor Humala en la segunda vuelta sea la señora Fujimori. Tengo por ella respeto y admiración. A pesar de su juventud, es una mujer que ha demostrado su tranquila inteligencia, su serenidad y firmeza en los momentos adversos y su tolerancia a las críticas más despiadadas. Creo que la señora Fujimori sería una buena presidenta. Ha demostrado que es humilde cuando corresponde serlo y que sabe delegar responsabilidades en personas serias y competentes. A diferencia del señor Humala, la señora Fujimori, precisamente para no parecerse al gobierno autoritario y corrupto de su padre, hará su mejor esfuerzo para presidir un gobierno respetuoso de las formas democráticas y exento de pillos y bribones como los que se apandillaron con su padre en la década de los noventa.
El Perú debe elegir hoy si quiere parecerse a la Venezuela de Chávez o al Chile próspero y con creciente justicia social de Bachelet y Piñera. Si quiere seguir el camino prepotente y antiliberal de Chávez, voten por el señor Humala. Si quieren seguir el admirable crecimiento económico de Chile, voten por la señora Fujimori.
Convencido como estoy de que en la segunda vuelta el señor Humala solo perderá si tiene como rival a la señora Fujimori, votaré hoy por Keiko Fujimori, que no se ha metido en esta pelea electoral por ambiciones personales sino por amor a su padre, porque el destino le planteó un desafío mitológico que ella tuvo el coraje de aceptar y no esquivar, porque su candidatura se funda no en desbordes ególatras sino en la resignación de quien acepta cumplir la ardua misión que el destino le ha encomendado, aun a expensas de complicarse la vida personal.
Invito a mis compatriotas a votar hoy por la señora Fujimori y, en la segunda vuelta, a votar por la candidata o el candidato que se enfrente al señor Humala. Creo que de este modo lograremos conjurar la sombría amenaza de que el Perú siga el camino de la Venezuela de Chávez, que es el camino seguro a la pobreza, al envilecimiento de la democracia y al recorte de las libertades personales.

Golpe o insurgencia

Jaime Bayly hizo mención del periódico “Ollanta”, que -según dijo- el líder de Gana Perú y su hermano Antauro publicaban desde el año 2002, durante el gobierno de Alejandro Toledo: “Este periódico es el primer paso en la carrera política de Ollanta Humala, que tenía como último objetivo ser presidente del Perú”, consideró Bayly mostrando en pantalla algunas portadas del citado periódico.
Asimismo, se refirió al denominado ‘Andahuaylazo’ ocurrido el 1 de enero del año 2005, en donde un grupo de reservistas se levantó en armas dejando un saldo de cuatro policías muertos. “Yo acuso al teniente coronel, Ollanta Humala, de haber conspirado contra la democracia peruana, representada entonces por Alejandro Toledo, en complicidad con su hermano Antauro. Y que quede claro que Antauro cumplía las órdenes de su hermano Ollanta Humala”, manifestó el periodista. Bayly volvió a la televisión luego que en octubre del 2010 su programa “El francotirador” se dejara de emitir por la señal de Frecuencia Latina.
El candidato de Gana Perú, Ollanta Humala, admitió que avaló desde Seúl el levantamiento conocido como ‘andahuaylazo’, que encabezó su hermano Antauro en enero del 2005. Sin embargo, señaló que solo apoyó la “insurgencia popular, que es un derecho constitucional” pero que no estuvo de acuerdo con la parte operativa, como denominó a la toma de la comisaría, que desencadenó la muerte de policías.
En diálogo con RPP, Humala intentó confusamente establecer una diferencia entre lo que fue su apoyo a “la acción política” y su rechazo la “acción operativa”.
“Yo he condenado el ‘andahuaylazo’ cuando hubo muertos. A la luz de los hechos hay que ver que [el gobierno de Alejandro Toledo] no se trataba de un gobierno antidemocrático, que hubo un error y deslindé con el ‘andahuaylazo’ porque no puedo aceptar que se derrame la sangre de los peruanos”, afirmó.
Humala hizo esta precisión tras escuchar en la emisora un audio de una entrevista que le hicieron en el 2005 en la que, desde Seúl, dijo: “Yo me pronuncio a favor de la recuperación inmediata de la soberanía popular a través del pueblo. Respaldo la insurgencia popular. La corrupción, debido a la falta de autoridad de este gobierno [de Alejandro Toledo], ha llevado a la población a una posición extrema como recuperar la nación soberana. Respaldo la acción política de mi hermano como una insurgencia popular, los detalles no los sé porque estoy en Seúl; si ha sido una comisaría o una prefectura no lo sé. Pero la acción política sí la respaldo”.
El candidato también reveló que en aquella época, tras ser alertado por algunos periodistas de que la vida de su hermano corría peligro, lo convenció de que depusiera las armas y luego llamó a Toledo para informarle de ello. “Pero eso no significa que yo lo haya ordenado. Yo no soy autor mediato, yo no he participado. No tengo ningún tipo de complicidad con el ‘andahuaylazo’”. Señaló que en el proceso penal sobre el caso se demostró que él no participó en dicha asonada.
Pese a todo, Antauro pidió, a través de un video grabado desde la prisión antes de la primera vuelta, apoyar la candidatura de su hermano Ollanta Humala.
Fuente: Perú 21.

La maldición de los templarios

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Templarios

Por César Cervera- Diario ABC de Madrid
En una fecha así, 13 de octubre de 1307, el Rey de Francia inició la persecución de los templarios que terminó con su último gran maestre lanzando una amenaza profética antes de ser quemado vivo: «No tardará en venir una inmensa calamidad para aquellos que nos han condenado sin respetar la auténtica justicia». Un año después fallecieron el Monarca galo y el Papa que lo toleró.
La aversión al número 13 está fuertemente arraigada en la cultura occidental. En la Última Cena había trece personas (doce apóstoles y Jesús), siendo Judas el traidor, el número 13. En el Apocalipsis, el capítulo 13 corresponde al anticristo y a la bestia. A su vez, la Cábala –una disciplina de pensamiento esotérico relacionada con el judaísmo– enumera a 13 espíritus malignos; al igual que las leyendas nórdicas, donde Loki, el dios de las travesuras, aparece en ocasiones citado como el invitado número 13. Por su parte, el viernes según la tradición cristiana es el día que Jesucristo de Nazaret fue crucificado. Además, algunos estudiosos de la Biblia creen que Eva tentó a Adán con la fruta prohibida un viernes y que Abel fue asesinado por su hermano Caín el quinto día de la semana. Cabe recordar que los siete días de la semana –establecidos en función del tiempo en el que transcurre un ciclo lunar– son definidos por las religiones judeo-cristianas y musulmanas como el tiempo que tardó Dios en crear los cielos y la tierra, y todo lo que hay en ellos.
El viernes, considerado por las razones anteriores un día aciago por la tradición cristiana, coincide entre 1 y 3 veces por año con el número de la mala suerte, el 13, dando lugar a la fecha más «maldita», de la que cine y literatura han dado buena cuenta. No en vano, el miedo por los viernes 13 tiene su epicentro histórico en una fecha que quedó marcada por el misterio y la traición: el viernes 13 de octubre de 1307. En la madrugada de este día, el Rey francés Felipe IV inició una brutal persecución contra la Orden de los Caballeros Templarios que provocó el arresto masivo de sus miembros.
Felipe IV persuadió al Papa Clemente V para que iniciase un proceso contra los templarios acusándolos de sacrilegio a la cruz, herejía, sodomía y adoración a ídolos paganos a través de la práctica de ritos heréticos. Especialmente humillante –bajo el prisma de la época– era la acusación de practicar actos homosexuales entre los caballeros de la Orden del Temple, que vivían a medio camino entre la austeridad de un monje y las exigencias de un guerrero. No obstante, se trataban de falsedades sin base alguna para ocultar las verdaderas causas de carácter económico. El Rey de Francia –donde los templarios vertebraban la mayor parte de la influencia y el patrimonio adquiridos durante las Cruzadas– coaligado con el papado y los dominicos ambicionaban acabar con la poderosa y acaudalada orden militar, convertida en el principal prestamista de la Corona francesa y de otros países europeos.
Las calumnias se convierten en acusaciones
Clemente V, pese a ser francés y antiguo arzobispo de Burdeos, mostró inicialmente su oposición a la guerra que Felipe IV pretendía desencadenar contra los templarios, puesto que necesitaba de su ayuda militar para iniciar una nueva cruzada en la zona de Palestina. Sin embargo, la negativa del último gran maestre, Jacques de Molay al proyecto Rex Bellator –impulsado por la Corona de Aragón para fusionar todas las órdenes militares bajo un único rey soltero o viudo– predispuso al Papa en contra de la Orden.
El origen del temor a los viernes 13: La maldición de los templariosManuscrito medieval que acusa a los templarios de sodomía
En 1307, Jacobo de Molay, último maestre del Temple, secundando los deseos papales de Cruzada, llegó a Francia para reclutar tropas y abastecerse de vituallas. A su paso por el país escuchó las calumnias propagadas contra su Orden por el Monarca francés. Para ello se sirvió de las acusaciones de Esquieu de Floyran, un espía al que Jaime II de Aragón había expulsado de su corte por verter falsedades contra los templarios pero que fue recibido con los brazos abiertos por el Rey galo, deseoso de provocar su caída a cualquier precio.
Ofendido por la campaña de desprestigio contra la Orden del Temple, Jacobo de Molay acudió ante el Papa solicitando un examen formal para desacreditar las burdas calumnias. Accedió Clemente V a sus deseos y así se lo comunicó al Monarca francés por carta del 24 de agosto de 1307. Pero Felipe IV, quien había intentado entrar sin éxito entre las filas templarias cuando se quedó viudo, no estaba dispuesto a dilatar el asunto y cerró el puño sobre su presa. Aconsejado por su ministro Guillermo de Nogaret, Felipe IV despachó correos a todos los lugares de su reino con órdenes estrictas de que nadie los abriera hasta la noche previa a la operación: el jueves, 12 de octubre de 1307.Los pliegos ordenaban la captura de todos los templarios y la requisa de sus bienes.
El 12 de octubre de 1307, a la salida de los funerales de la condesa de Valois, el maestre Molay y su séquito fueron arrestados y encarcelados. Y durante la madrugada del viernes 13, la mayoría de los templarios franceses fueron apresados y sus bienes confiscados bajo pretexto de la Inquisición. La resistencia militar fue mínima a causa de la avanzada edad de los guerreros que permanecían en Francia. Los jóvenes se encontraban preparando la inminente cruzada en la base de Chipre.
Para mitigar el escándalo, el Rey publicó un manifiesto donde involucraba al Papa en la decisión. Cuando Clemente V se enteró de la detención, reprendió al Monarca y envió dos cardenales, Berenguer de Frédol y Esteban de Suisy, para reclamar las personas y bienes de los encausados. Tras pactar con el Papa las condiciones del proceso, Felipe IV consiguió la facultad de juzgar a los miembros franceses de la Orden del Temple y administrar la mayoría de sus bienes. No obstante, el proceso fue del todo irregular. Sin ir más lejos, los templarios habían de ser juzgados con respecto al Derecho canónico y no por la justicia ordinaria de Francia. Asimismo, Guillermo de Nogaret –mano ejecutora del Rey– estuvo bajo la excomunión formal de la Iglesia desde el principio hasta el fin de los procesos.
Una amenaza, que resultó ser una profecía
Por medio de la tortura, la Inquisición obtuvo las declaraciones que deseaba, incluso del Gran Maestre, pero estas confesiones fueron revocadas por la mayoría de los acusados posteriormente. Mientras el Papa tomaba una decisión definitiva sobre la Orden y el futuro del Gran Maestre y el resto de cargos superiores, un goteo de templarios fue pasando por la hoguera en medio de un sinfín de irregularidades y el recelo del pueblo llano. En 1314, Jacobo de Molay, Godofredo de Charney, maestre en Normandía, Hugo de Peraud, visitador de Francia, y Godofredo de Goneville, maestre de Aquitania, fueron condenados a cadena perpetua, gracias a la interferencia del Papa y de importantes nobles europeos. No en vano, encima de un patíbulo alzado delante de Notre-Dame, donde se les comunicó la pena, los máximos representantes de la orden renegaron de sus confesiones: «¡Nos consideramos culpables, pero no de los delitos que se nos imputan, sino de nuestra cobardía al haber cometido la infamia de traicionar al Temple por salvar nuestras miserables vidas!». El desafío de los líderes templarios, rompiendo lo pactado, les condenó a muerte.
El origen del temor a los viernes 13: La maldición de los templariosJacques de Molay
Aquel mismo día, se alzó una enorme pira en un islote del Sena, denominado Isla de los Judíos, donde los cuatro dirigentes fueron llevados a la hoguera. Según se cuenta entre el mito y la realidad, antes de ser consumido por las llamas, Jacobo de Molay se dirigió a los hombres que habían perpetrado la caída de los templarios: «Dios conoce que se nos ha traído al umbral de la muerte con gran injusticia. No tardará en venir una inmensa calamidad para aquellos que nos han condenado sin respetar la auténtica justicia. Dios se encargará de tomar represalias por nuestra muerte. Yo pereceré con esta seguridad». Fuera real la frase o un adorno literario añadido posteriormente por los cronistas, la verdad es que antes de un año fallecieron tanto Felipe IV como Clemente V.
En el resto de Europa, la persecución templaria no fue tan violenta y sus miembros fueron absueltos en la mayor parte de los casos. Sus bienes, no en vano, fueron repartidos entre la nobleza o integrados en otras órdenes militares como la de los Hospitalarios.