Iglesia católica, iglesia universal

[Visto: 936 veces]

Eslovaquia
Por Sandro Magister
El servicio de www.chiesa sobre la remoción del arzobispo de Trnava ha agitado enérgicamente, en Eslovaquia pero no solamente allí, la polémica encendida por la decisión vaticana:
“Obispo de rostro humano” despedido por el Papa
En particular, suscitó reacciones lo escrito por www.chiesa –al referirse a los resultados obtenidos por las autoridades vaticanas– respecto al desorden administrativo de los bienes de la arquidiócesis entregados para ser gestionados a las sociedades comerciales Ninett y Hanalex del depuesto arzobispo Róbert Bezák.
Los dirigentes de estas sociedades, Ondrej Studenec y Anna Hušcavová, han solicitado a www.chiesa una rectificación de las imputaciones que les fueron dirigidas, definidas por ambos como “falsas e infundadas”.
En la carta, Anna Hušcavová defiende la bondad de lo obrado por ella – sobre lo cual www.chiesa no tiene motivos para dudar – y remite el origen de la deuda de la arquidiócesis de Trnava a la decisión del administrador apostólico que reemplazó al depuesto arzobispo Bezák de romper relaciones con las sociedades Ninett y Hanalex.
Esta reconstrucción suya de los hechos es conocida por las autoridades vaticanas. Pero ello no les ha llevado a modificar su juicio, resultado de las investigaciones que culminaron en la visita apostólica del pasado mes de enero.
Para ser precisos, la suma perdida por la arquidiócesis de Trnava llega a los 577,213.09 euros, que equivalen a un cuarto de los ingresos anuales de la arquidiócesis. A juicio de las autoridades vaticanas y del actual administrador apostólico, la responsabilidad de esa pérdida recae en la gestión de los bienes de la arquidiócesis, llevada a cabo por el arzobispo depuesto.
Ese sistema de gestión –siempre a juicio de las autoridades vaticanas– había fracasado anteriormente también en la diócesis vecina de Banska Bystrica, concluida con la venta de parte del patrimonio inmobiliario de la diócesis, para cancelar las deudas acumuladas.
Además, al confiar la gestión de los bienes de la arquidiócesis a la sociedad Ninett, asistida a su vez por la consultora Hanalex, el depuesto arzobispo de Trnava habría despojado de sus prerrogativas al consejo diocesano para los asuntos económicos, previsto por el Código de Derecho Canónico (cánones 492-493). Monseñor Bezák ni siquiera había nombrado un ecónomo, contrariando lo que prescribe el Código en el canon 494.
En consecuencia, están en conflicto los puntos de vista de Anna Hušcavová y del Vaticano. En todo caso, el desorden administrativo, investigado por la Congregación vaticana para el Clero, presidida por el cardenal Mauro Piacenza, no ha sido la única causa de la remoción del arzobispo Bezák.
Lo que le ha preocupado a las autoridades vaticanas han sido sobre todo algunas de sus posturas en el campo doctrinal y disciplinar y sus actitudes de abierta ruptura con gran parte del clero de su arquidiócesis y con todo el episcopado de Eslovaquia. Sobre este otro aspecto se ha movido la Congregación vaticana para los Obispos, presidida por el cardenal Marc Ouellet.
Sobre esto ha hecho referencia el anterior servicio de www.chiesa. Se puede agregar que también la edad relativamente joven, 52 años, de monseñor Bezák ha jugado en su contra.
El temor que una situación así deteriorada pueda prolongarse por otro cuarto de siglo, hasta que el arzobispo alcance la edad canónica de 75 años (en la que todo obispo está obligado a presentar su dimisión) indujo a las autoridades vaticanas a dar el paso decisivo.
Por eso, el 2 de julio, el papa Benedicto XVI ha “relevado” a monseñor Bezák del cuidado pastoral de la arquidiócesis de Trnava.
Testimonios en el Sínodo
TOMMASO SPINELLI, catequista de jóvenes catecúmenos en la oficina de catequesis de Roma, Italia: “La nueva evangelización necesita substancia: unas catequesis de espesor que sepan decir algo serio a nuestra vida, pero también, y sobre todo, vidas de espesor, que muestren con los hechos la solidez que tiene quien es cristiano. Con mayor razón hoy que las familias están desunidas y con frecuencia abdican de su tarea educativa, los sacerdotes son un testimonio para los jóvenes de la fidelidad a una vocación y la posibilidad de elegir una manera de vivir alternativa y más bella respecto a la que propone la sociedad. Sin embargo, lo que me preocupa es que estas figuras de espesor se estén convirtiendo en una minoría. El sacerdote ha perdido confianza en la importancia de su ministerio, ha perdido carisma y cultura. Veo sacerdotes que se adaptan al pensamiento dominante. Y lo mismo sucede en las celebraciones litúrgicas: cuando intentan ser originales acaban siendo insignificantes. Sacerdotes, os pido que encontréis la valentía de ser vosotros mismos. No temáis, porque si sois auténticamente sacerdotes, si proponéis sin miedo la verdad de la fe, los jóvenes os seguiremos. De hecho, hacemos nuestras las palabras de Pedro: “Señor, ¿a quién iremos? ¡Sólo tú tienes palabras de vida eterna!” Y nosotros tenemos un hambre infinita de algo eterno y verdadero.
“Por tanto, propongo: 1) Aumentar la formación, no sólo espiritual, sino también cultural, de los sacerdotes. Con demasiada frecuencia vemos a sacerdotes que han perdido el papel de maestros de cultura que les hacía importantes para toda la sociedad. Hoy, si queremos ser creíbles y útiles, debemos volver a tener buenas herramientas culturales. 2) Redescubrir el Catecismo de la Iglesia Católica en su carácter conciliar: en concreto la primera parte de cada sección, donde los documentos del Concilio iluminan los temas tradicionales. De hecho, el Catecismo pone con sabiduría como premisa a la explicación del Credo una parte inspirada en la ‘Dei Verbum’, en la que se explica la visión personalista de la revelación; a los sacramentos, la ‘Sacrosantum Concilium’, y a los mandamientos, la ‘Lumen Gentium’, que muestra al hombre creado a imagen de Dios. La primera parte de cada sección del Catecismo es fundamental para que el hombre de hoy sienta la fe como algo que le afecta de cerca y sea capaz de dar respuestas a sus preguntas más profundas. 3) Por último, la liturgia se olvida y se desacraliza con demasiada frecuencia: hay que volver a ponerla con dignidad en el centro de la comunidad tanto parroquial como territorial”.
BERISLAV GRGIC, obispo croata, prelado de Tromso, Noruega: “En los países nórdicos -Dinamarca, Finlandia, Islandia, Noruega y Suecia- la Iglesia católica es una pequeña minoría y, por tanto, no tiene ni las ventajas ni las desventajas que se encuentran a menudo en las regiones tradicional y predominantemente católicas. A pesar de su limitada relevancia, tanto numérica como social, nuestra Iglesia es una Iglesia en crecimiento. Se están construyendo o comprando nuevas iglesias e instituyendo nuevas parroquias, se están añadiendo ritos no latinos, el número de las conversiones y los bautismos adultos es relativamente alto, no faltan las vocaciones al sacerdocio y a la vida religiosa, el número de bautizos supera con mucho el de los fallecimientos y el de quienes abandonan la Iglesia, y la presencia en la Misa dominical es bastante alta.
“En algunos sectores de la sociedad existe un gran interés por la fe y la espiritualidad, tanto por parte de los no creyentes, que buscan la verdad, como por parte de los cristianos comprometidos de otras confesiones, que desean una profundización y un enriquecimiento de la vida religiosa. Hay que observar además que, en los últimos años, un número más bien alto de órdenes contemplativas ha abierto sus casas. Sin embargo, la transmisión de la fe se hace más difícil a menudo debido a las grandes distancias. Nuestros sacerdotes tienen que viajar mucho (a veces hasta 2000 Km al mes) para ir a visitar a los fieles que viven en lugares distantes y poder celebrar con ellos la Misa. Durante los meses invernales esto resulta muy duro”.
OLIVIER SCHMITTHAEUSLER MEP, vicario apostólico francés de Phnom-Penh, Camboya: “El genocidio Khmer rojo ha asesinado a obispos, sacerdotes, religiosos y a la mayoría de los cristianos. Desde hace 20 años vivimos de nuevo el tiempo de los Hechos de los Apóstoles, con un primer anuncio de la Buena Nueva asegurado por el pequeño número de supervivientes, sostenido por la llegada masiva de misioneros. Hoy, nosotros tenemos aproximadamente 200 bautismos de adultos cada año… la pequeña Iglesia de Camboya es, de alguna manera, un laboratorio de evangelización en un mundo budista, que ha entrado plenamente en el proceso de secularización dirigido por la globalización a semejanza de los dragones asiáticos. La Misión Ad Extra está íntimamente ligada a la Misión Ad Intra. Ad Extra y Ad Intra se enriquecen mutuamente, alentándose entre ellas al servicio de una misma y única Misión de Evangelización.
“He aquí algunos puntos significativos para un primer anuncio de Jesucristo que también pueden servir para una reflexión sobre la nueva evangelización.
Dos fundamentales: 1) El verdadero encuentro de Jesucristo abre el corazón a la caridad y a la experiencia del perdón que conducen al descubrimiento del don de la vida. 2) Los laicos son apóstoles en este mundo (‘Apostolicam actuositatemì).
“¿Cómo puede ser la Iglesia sacramento de Cristo en el mundo a través de una nueva evangelización en la práctica y en la verdad? 1) Una Iglesia que llega al corazón. 2) Una Iglesia sencilla. 3) Una Iglesia hospitalaria. 4) Una Iglesia que reza. 5) Una Iglesia alegre”.
Príncipes de la Iglesia. Pero con un Rey crucificado
“En torno a los Apóstoles florecen las comunidades cristianas, pero éstas son ‘la’ Iglesia, que tanto en Jerusalén como en Antioquía o Roma, es siempre la misma, una y universal. Y cuando los Apóstoles hablan de la Iglesia, no se refieren a su propia comunidad: hablan de la Iglesia de Cristo, e insisten en esta identidad única, universal y total de la ‘Catholica’, que se realiza en cada Iglesia local”.
Pero el Papa Ratzinger, además del primado de esta catolicidad, ha insistido sobre otro tema: el de la realeza de Cristo, que los cardenales están llamados a testimoniar.
A los cardenales se les aplica el título de “príncipes de la Iglesia”. Pero el reino al que pertenecen – ha subrayado el Papa en la homilía del 25 de noviembre citando el diálogo de Jesús con Pilato – “no es de este mundo”.
Es el reino que Jesús actúa en la cruz, “en el supremo acto de amor”.
Así ha concluido Benedicto XVI su homilía:
“Queridos y venerados hermanos cardenales, a vosotros se os ha confiado esta ardua responsabilidad: dar testimonio del reino de Dios, de la verdad. Esto significa resaltar siempre la prioridad de Dios y su voluntad frente a los intereses del mundo y sus potencias. Sed imitadores de Jesús, el cual, ante Pilato, en la situación humillante descrita en el Evangelio, manifestó su gloria: la de amar hasta el extremo, dando la propia vida por las personas que amaba. Ésta es la revelación del reino de Jesús. Y por esto, con un solo corazón y una misma alma, rezamos: Adveniat regnum tuum”.
Los seis nuevos cardenales creados en el último consistorio son: James Michael Harvey, de los Estados Unidos; Béchara Boutros Rai, libanés; Baselios Cleemis Thottunkal, indio; John Olorunfemi Onaiyekan, nigeriano; Rubén Salazar Gómez, colombiano y Luis Antonio Tagle, filipino.
Con ellos, el colegio cardenalicio asume en su conjunto la fisionomía analizada con precisión en el artículo siguiente, publicado en “Avvenire”, el diario de la conferencia episcopal italiana, el mismo día que tuvo lugar el consistorio.
UN CONSISTORIO PARA LA IGLESIA UNIVERSAL
Por Gianni Cardinale
“He querido, con este pequeño consistorio, completar el consistorio de febrero, […] mostrando que la Iglesia es Iglesia de todos los pueblos, habla todas las lenguas, es siempre Iglesia de Pentecostés; no Iglesia de un continente, sino Iglesia universal”.
Benedicto XVI ha explicado así, con estas breves palabras dirigidas a los padres sinodales la mañana del sábado 27 de octubre, el estrecho vínculo entre el consistorio de este 24 de noviembre y la precedente creación cardenalicia, que se remonta a hace apenas nueve meses, el pasado 18 de febrero.
En esa ocasión, el Papa Joseph Ratzinger impuso la birreta a 22 eclesiásticos, 18 de los cuales tienen menos de 80 años y, por tanto, tienen derecho a voto en posibles cónclaves. Y la mayoría de ellos (14 con derecho de voto en el cónclave, más 4 ultra octogenarios) procedían de Europa, y de Italia en particular (7, todos electores).
En este consistorio “complementario”, en cambio, se impone la birreta a 6 nuevos purpurados de los cuales ninguno es originario de Italia o del Viejo Continente.
Con esta nueva “hornada”, lo que antes era llamado el sacro colegio está formado por 211 cardenales, 120 de los cuales votantes (la cifra máxima prevista por las normas que el Papa, de todas formas, puede derogar).
En este colegio están representados los cinco continentes con 66 países, 48 de los cuales tienen por lo menos un purpurado elector.
De los 120 electores, 67 son los que han sido creados hasta ahora por Benedicto XVI y 53 los nombrados por Juan Pablo II.
Entre los 91 no electores que tienen más de 80 años están los dos últimos cardenales, aún vivos, creados por Pablo VI, además del mismo Papa Ratzinger. Son el brasileño Paulo Evaristo Arns y el estadounidense William W. Baum.
Al mirar la representación geopolítica de los votantes se puede observar que el continente más representado sigue siendo Europa, con 62 cardenales (el 51,6%). Siguen América con 35 (29,2%), África y Asia con 11 cada uno (9,2%) y Oceanía con 1 (0,8%).
Se trata – en números absolutos más que en los porcentajes – de una distribución más en línea con los últimos decenios.
Como ejemplo, basta recordar que a principios de 1978 – es decir, al final del pontificado de Pablo VI – de los 118 cardenales votantes, 59 eran europeos (50%), 32 americanos (27,2%), 12 asiáticos (10,2%), 11 africanos (9,3%) y 4 procedentes de Oceanía (3,4%).
Los italianos ahora son 28 (el 23,3%), mientras que en 1978 eran 27 (22,9%).
Desglosando la representación del Nuevo Mundo se observa que hoy los norteamericanos son 14 (11,7%) y los latinoamericanos 21 (17,5%), mientras en 1978 eran, respectivamente, 13 (11%) y 20 (16,9%).
Hojeando la lista de los países más representados en el colegio de los electores del Papa se puede observar que, después de los italianos, el grupo más numeroso es el de los estadounidenses, con 11. Siguen los brasileños y alemanes (con 6 cada uno); indios y españoles (con 5 cada uno); franceses, mexicanos y polacos (con 4 cada uno).
Actualmente los cardenales pertenecientes a congregaciones religiosas son 34, 21 de los cuales son electores. Franciscanos, jesuitas y salesianos, con 6 purpurados cada uno, son los más presentes. Pero si se restringe la cuenta sólo a los electores, los hijos de San Juan Bosco son 4, los del santo de Asís son 3 y los de San Ignacio son 2.
Los cardenales electores que trabajan, o han trabajado, en la curia romana o en otras oficinas eclesiásticas de Roma son un tercio del total: 41, de los cuales 28 están en activo y 13 están jubilados.
Con el consistorio del 24 de noviembre Benedicto XVI ha creado en total, hasta ahora, 90 cardenales, 74 de los cuales tenían menos de 80 años en el momento del nombramiento.
Sólo ha habido cuatro papas más “creativos” que él en la historia: Juan Pablo II (con 231 nuevos purpurados), León XIII (con 147), Pablo VI (con 144) y Pío IX (con 123). Juan XXIII nombró a 52 cardenales y Pío XII a 56.
Analizando la geopolítica de los nombramientos cardenalicios “ratzingerianos” se puede observar como en conjunto el actual Papa ha concedido hasta ahora 39 púrpuras “votantes” a Europa (el 52,7%; 21 de las cuales eran italianos, el 28,4%); 10 a Norteamérica y 10 a Asia (13,5%); 8 a América Latina (10,8%); 7 a África (9,5%); ninguna a Oceanía.
De las 210 purpuras “votantes” creadas por él, Juan Pablo II impuso 112 a Europa (el 53,3%; 46 de las cuales eran italianos, el 21,9%)); 35 a América Latina (16,7%); 22 a Asia (10,5%), 21 a Norteamérica (10%), 16 a África (7,6%), 4 a Oceanía (1,9%).
Pablo VI, por su parte, concedió 82 birretas cardenalicias a Europa (el 57,3%; 40 de las cuales eran italianos, el 28%); 17 a América Latina (11,9%), 14 a Norteamérica (9,8%); 13 a Asia (9,1%); 12 a África (8,4%); 5 a Oceanía (3,5%).
Como puede observarse, Benedicto XVI, en comparación con su predecesor, ha concedido, según los porcentajes, más púrpuras a Italia, Norteamérica, Asia y África; menos, en cambio, a América Latina.
En cambio, respecto a Pablo VI, Ratzinger ha dado menos birretas a Europa (pero con porcentajes iguales para Italia), mientras ha premiado más a Norteamérica, Asia y África.
Estos datos apenas formulados están, sin embargo, destinados a cambiar muy pronto. De hecho, en los próximos días, según los datos personales, el número de cardenales electores empezará a disminuir. El 8 de diciembre cumplirá 80 años el arzobispo emérito de Río de Janeiro, y en 2013 otros diez purpurados superarán esta edad.
Entre ellos, cinco cardenales latinoamericanos saldrán pronto de la categoría de los electores, entre los cuales están también los eméritos de Santiago de Chile y de San Salvador de Bahía.
Es fácil pensar, por tanto, que en un nuevo posible consistorio que podría tener lugar a finales de 2013, en el cual posiblemente se concederán una docena de nuevas púrpuras, habrá un amplio espacio de recuperación para América Latina.

Fuente: www.chiesa.espressonline.it (traducción al español de José Arturo Quarracino).

Puntuación: 5 / Votos: 65

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *