Por Fritz Du Bois- Perú21
Sin desmerecer en lo absoluto el triunfo del Juan Aurich, no podemos dejar de mencionar que el torneo Descentralizado que anoche terminó se ha coronado, por culpa de dirigentes y de autoridades, como el más absurdo que se haya jugado.
Así tenemos que, a lo largo del año, los aficionados no estuvieron pendientes de jugadores o entrenadores sino de abogados, ya que los puntos iban y venían sin que los equipos ganaran. El pésimo manejo dirigencial ya había deslucido y devaluado el campeonato más importante del fútbol profesional peruano.
Hasta que llegó el día del partido final y se descendió al papelón total.
En primer lugar, se llevó a cabo la conferencia de prensa de un funcionario de la Municipalidad de Lima que, con un aire a Poncio Pilatos y con mucha solemnidad, dijo que el Estadio Nacional no ofrecía seguridad, con lo cual solo quedaba asumir que el partido estaba siendo cancelado.
Sin embargo, inmediatamente después –y casi corriendo–, dijo que tendrían que ser otros los que asumieran la responsabilidad, y salió despavorido de la sala evitando por todos los medios aclarar qué es lo que había declarado y cuál era la posición de la municipalidad provincial.
Luego de esa escena, que parecía salida de una comedia, siguieron largas horas de una incertidumbre total. Había 35 mil personas que se dirigían al estadio, pero nadie sabía si el partido, por el título del campeonato, se iba a llevar a cabo. Al final sí se jugó, aunque se inició con ‘solo’ media hora de retraso y con miles de aficionados aún ingresando.
Un ejemplo más de lo mal que se maneja el fútbol peruano. Por lo que solo queda lamentarnos que llevemos 30 años sin asistir a un Mundial y que en toda competencia internacional seamos los primeros en ser eliminados.
Aunque, ahora, a la dirigencia que tanto criticamos le podemos sumar a la señora Villarán con los papelones de su administración municipal.
Galones, sudor y lágrimas
El sello militar, la cronología y los entretelones del recambio ministerial, las consecuencias congresales del distanciamiento con Toledo y detalles del pasado del premier Valdés Dancuart.
Por Enrique Chávez- Revista CARETAS
Fue una de esas ocasiones en las que el grado de la crisis se mide por el punto de la conversación. Eran el carro y la seguridad del presidente Ollanta Humala aparcados en la entrada de la casa del premier Salomón Lerner en San Isidro, y no al revés.
Rozaban las diez de la noche del viernes 9.
Humala se sintió movido a visitar a Lerner, pero lo más probable es que buscara una última bocanada de oxígeno político que le permitiera al gabinete llegar al Año Nuevo.
Bajo la manga, y la de su esposa Nadine, ya guardaba los nombres de los posibles recambios.
Lerner había entregado esa tarde su carta de renuncia, consensuada con sus asesores de la Presidencia del Consejo de Ministros. Sinesio López, Manuel Dammert, Cecilia Israel y César Valega asistieron al almuerzo de emergencia convocado por Lerner.
En su casa, Lerner le hizo los últimos reclamos al Presidente. Corría fuerte el rumor de un vídeo en el que se observaba a López, Dammert y Carlos Tapia, el otro asesor defenestrado en medio de una guerra de tuits con el misterioso Luis Favre, en conversaciones con la dirigencia de Patria Roja.
Lerner se quejó. Él mismo les encomendó la misión. Era parte de la estrategia para aislar a Gregorio Santos, presidente regional de Cajamarca, militante de PR y protagonista del lío del proyecto minero Conga.
Esta antesala del final transmite el nudo de tensión que terminó por tumbarse al gabinete Lerner. El premier sentía cada vez más que un aparato político alterno cercano al presidente recortaba su cancha de acción, al punto de hacerles seguimientos de Inteligencia a sus propios asesores.
Como Lerner lo comentó entre amigos los días previos, ocurría lo que en una empresa cuando el presidente del directorio no le deja las riendas del día a día al gerente general.
En parte, es la compleja relación entre los presidentes, o jefes de Estado, y sus primeros ministros, las cabezas constitucionales de gobierno.
Pero el recelo, que esta vez explotó tan rápido, conlleva aquí consecuencias todavía imprevisibles. Humala tuvo al nuevo premier, Óscar Valdés, como instructor durante sus días en el Ejército. Pero como el segundo lo reconoció, recién se reconectaron durante un viaje aéreo en el que coincidieron el año pasado y Valdés ni siquiera aceptó integrar su lista parlamentaria.
Lerner, en cambio, fue el mentor y principal soporte político de Humala desde la campaña de 2006. Entrevistada por CARETAS ese año, Nadine Heredia le asignaba un “papel importante” dentro de un grupo de cinco fundadores del que solo queda Daniel Abugattas.
Era Lerner señalado como el concertador del gobierno, un empresario que tranquilizó al capital y tendía la mano a los actores de izquierda.
CRONOLOGÍA DEL RECAMBIO
Tras la crisis generada con la renuncia de Tapia, Lerner le propuso a Humala una suerte de “segundo debut” en la PCM, con relevos ministeriales y su permanencia en el cargo. Apuntaban como fecha entre enero y febrero. El Presidente aceptó pero donde no llegaron a un acuerdo fue en las carteras a renovar. Lerner puso sobre la mesa los despachos de Agricultura (Miguel Caillaux), Cultura (Susana Baca), Energía y Minas (Guillermo Herrera Descalzi) y Ambiente (Ricardo Giesecke). Humala quería despachos que habían tenido tintes más políticos, como Justicia (Francisco Eguiguren), Producción (Kurt Burneo), Mujer (Aída García Naranjo) y Trabajo (Rudecindo Vega).
Lerner no transó. Se comenzaba a vislumbrar su salida del gabinete.
Luego llegó el desenlace de Cajamarca. Fue un acuerdo tomado en el gabinete de crisis que, agotada la vía del diálogo político, se imponía la salida de declarar el Estado de Emergencia. Pero a Lerner le quedó la sensación de que no se había jugado lealmente la primera posibilidad.
La influencia de los aparatos de seguridad e Inteligencia se dejó sentir en Cajamarca. En la mañana del domingo 4 el premier se dio con la sorpresa de que participaría en un desfile militar en la Plaza de Armas. Al momento de la negociación trunca, no solo Valdés ejerció una presión protagónica (CARETAS 2210) sino que también el presidente Humala era informado del desarrollo de las discusiones en tiempo real, de nuevo sin el concurso de Lerner, y ordenaba que se respondiera de tal o cual forma.
CARETAS 2210 apareció el miércoles 7 con una premonitoria carátula que daba cuenta de la estrella ascendente del ministro Valdés. Ya su nombre era voceado como el próximo PCM entre el compacto círculo que rodea al primer mandatario.
En aquellos días se produjeron dos hechos adicionales que precipitaron la decepción del primer ministro: la detención preventiva del dirigente Gerardo Saavedra y el congelamiento de las cuentas del gobierno regional. En ninguna de las decisiones fue consultado Lerner y en ambas tuvo mucho que ver Valdés. Con respecto a las cuentas, el propio Luis Miguel Castilla, titular del MEF, reconoció que su sector tomó la decisión en respuesta a un informe enviado por el Ministerio del Interior. Lerner ordenó revertir la situación pero ya había llegado a un acuerdo con Humala sobre su salida.
Saldría de vacaciones desde el 20 de diciembre hasta fin de año. Luego, al volver, presentaría su renuncia los primeros días de enero.
Todo indica que terminó por adelantar su decisión debido a que se enteró de que Humala se encontraba desde semanas atrás en pleno sondeo para encontrar nuevos miembros del gabinete. Luego de oficializar su renuncia convocó a una reunión de emergencia con los ministros para la mañana del sábado 9.
Ahí les pidió a todos proceder con cautela y expresó su agradecimiento al Presidente. A diferencia de Tapia, no se iría con un portazo. Humala le ha reiterado la posibilidad de que vuelva al Ejecutivo en un futuro. En conversaciones privadas, Lerner ha señalado que el gobierno ha tomado un rumbo que podría, o no, tener éxito. Tampoco descarta su retorno si el experimento termina en fracaso.
LA SALIDA DE TOLEDO
Uno de los rebotes más trascendentes con el cambio de once carteras se encuentra en el Congreso. Con Perú Posible fuera de juego se abre un gran signo de interrogación sobre el balance de poderes en Pasos Perdidos.
Alejandro Toledo ha insistido en que él no demandó ministerios para continuar con el apoyo al Ejecutivo. Humala lo llamó el sábado para comunicarle de la recomposición del gabinete.
Versiones provenientes de Palacio y del equipo saliente de la PCM coinciden en afirmar que fue el propio Daniel Abugattas, presidente del Legislativo, quien visitó a Toledo bien entrada la noche del sábado 10 en su residencia de Camacho. Es comprensible que el nacionalista viera con mucha preocupación la posibilidad de perder a un aliado fundamental pero no queda claro si afinó bien su coordinación con Humala. También es concurrente la versión del ofrecimiento de cinco despachos, lo que se antoja desproporcionado para los verdaderos planes del Presidente.
En la mañana del domingo Toledo se reunió con el estado mayor de Perú Posible (Carlos Ferrero, Juan Sheput, Marcial Ayaipoma, Carmen Omonte) e integrantes de la bancada de Alianza Parlamentaria como los acciopopulistas Víctor Andrés García Belaunde y Manuel Merino.
Luego de más de una hora de debate decidieron terminar su identificación con el Ejecutivo.
En la chakana reiteran que, por encima de la discusión sobre los ministerios, primó el criterio de no asumir el riesgo político que entraña el golpe de timón del gobierno.
El miércoles 30, Toledo y Lerner cenaron en el restaurante La Gloria y el entonces premier ya había mostrado su incomodidad con la influencia creciente de Valdés, el asesor Adrián Villafuerte y los organismos de Inteligencia. Días después, en Madrid, donde hacía escala en su retorno de Marruecos, Toledo declaró a la prensa sobre su preocupación en torno al Estado de Emergencia. Humala lo llamó para tranquilizarlo y le aseguró que el papel de los militares se limitaría al apoyo a la Policía.
LOS SOCRÁTICOS
El viernes 9, horas antes de que el gabinete hiciera implosión, Humala pronunció su discurso por el aniversario de la Batalla de Ayacucho en la Pampa de la Quinua. “Necesitamos revisar, para no politizar a nuestras Fuerzas Armadas, si se debe mantener el voto al personal militar”, dijo. “Porque si votan, también tienen derecho a recibir visitas de políticos”. También instó a “alejar a los guardianes socráticos de la nación, de la República, de lo que es la política del día a día, porque la tarea del soldado es superior… El soldado es como un sacerdote, que está más allá del bien y del mal; su único objetivo es mantener la tierra, nuestra tierra, por la que muchos han muerto”.
Tampoco hay que magnificar los términos bajo una lupa. En octubre último también se refirió a los periodistas como “guardianes socráticos” y los comparó, igualmente, con los religiosos.
Pero proponer eliminar el voto a los uniformados otorgado hace apenas seis años y volver al servicio militar obligatorio sí extiende la impronta castrense en el ejercicio del gobierno.
La composición del nuevo gabinete no es un indicativo. Nadie podría escatimar las credenciales democráticas de nuevos ministros como Juan Jiménez (Justicia) y Luis Peirano (Cultura). También se ha hecho notar que dos puestos antes ocupados por militares en retiro, Interior y Defensa, están ahora en manos de los civiles Daniel Lozada y Alberto Otárola. Ambos, claro está, hombres de confianza del premier, que es un militar retirado. Lozada, economista y empresario, era jefe del gabinete de asesores de Valdés en Córpac. Y Otárola era su viceministro.
Como ocurrió en la pampa ayacuchana, la militarización puede medirse en un talante y un estilo. La izquierda como jugadora en el procesamiento de los conflictos sociales ha sido descartada.
Óscar Valdés Dancuart tiene experiencia como el llamado a poner orden.
Su suegra, Vera Trebse de De Col, recurrió a él a mediados de los 90 para cumplir con esa tarea en la corporación ADC que, como tantas empresas familiares, experimenta períodos de desajuste. Valdés enderezó el conglomerado que se originó con minas, pero hoy tiene su fuerte en las molineras y fábricas de fideos.
Luego, en su trabajo al frente de la Cámara de Comercio de Tacna y su posterior candidatura a la presidencia regional, mantuvo una tensa relación con los sectores de la zurda.
Ya como ministro, Valdés se esmeró en tomar el control de la Dirección de Inteligencia del Ministerio del Interior (DIGIMIN) que, después de la Dirección Nacional de Inteligencia (DINI), a su vez muy próxima al presidente, es el órgano de inteligencia más poderoso del Perú.
Rompiendo con la tradición policial, Valdés puso al frente de la DIGIMIN a otro militar retirado, el coronel EP (r) Eduardo Arbulú Gonzales.
A inicios de este mes, Arbulú presentó un informe a Valdés que implicaba al jefe de la Oficina de Administración de Palacio de Gobierno, coronel PNP Belermino Vásquez Guevara, en un sistemático robo del combustible asignado a los vehículos de la familia presidencial. Acompañó su informe con videos y fotografías de seguimiento.
El pasado jueves 6, el diario La República reveló que Valdés ordenó la destitución de Vásquez. Este argumentó al mismo diario que el asesor presidencial Adrián Villafuerte, también militar retirado, utilizó la denuncia como un pretexto para reemplazar a los policías del resguardo presidencial con militares.
Humala acaba de incorporar a personal de la Brigada de Fuerzas Especiales del Ejército en su custodia personal, pero todavía mantiene a un grupo de Seguridad de Dignatarios de la Policía.
Algunos personajes cercanos al Presidente observan todos los cambios con incertidumbre. En un país de complejidades peruanas, donde las demandas sociales se entremezclan con agendas radicales –y el actual presidente fue quien más se aprovechó del escenario– es un trayecto casi natural para un gobierno pasar de la apertura política al ajuste del diálogo. Pero aquí las etapas parecen quemarse demasiado rápido, más por las ansias de resolver problemas casi inherentes al crecimiento que por un calculado diseño ideológico.
Tapia opositor
Poner a los militares por encima del bien y del mal, como “guardianes socráticos” para no contaminarlos con la política, es querer darles un carácter tutelar en el país, lo cual representa una visión peligrosa que no ayuda a la democracia, manifestó Carlos Tapia.
“Es muy raro y peligroso ese tipo de visión”, expresó al noticiero Abre los ojos.
El pasado 9 de diciembre, el presidente Ollanta Humala resaltó el militarismo en la Pampa de Quinua al conmemorar un aniversario más de la Batalla de Ayacucho.
Carlos Tapia avaló que los militares tengan derecho al sufragio.
“Creer que las Fuerzas Armadas se alejan de la política porque no votan es una idea trasnochada”, añadió el exasesor de la PCM, al tiempo de advertir que el Nobel Mario Vargas Llosa no apoyará la postura de Humala.
Fuente: Perú21.
Secretario renuncia
Sr. Óscar Valdés Dancuart
Presidencia del Consejo de Ministros
Por la presente formulo renuncia irrevocable al cargo de la Secretaria de la Descentralización. Este cargo de confianza, en un órgano de línea de la PCM, tiene adicionalmente responsabilidades funcionales en dirección de varias comisiones intergubernamentales con participación de gobiernos regionales y municipales (CCI, Foniprel, Descentralización Fiscal, Pasco Urbano, Fida Ancash, Bipartita Transferencias Lima).
A este cargo fui designado el 03 agosto 2011 con Resolución Ministerial N° 219-2011-PCM, suscrita por el entonces Presidente del Consejo de Ministros, Salomón Lerner Ghitis, cuya renuncia irrevocable ha sido presentada y aceptada el 10 de diciembre 2011. En estos 4 meses, la Secretaría de Descentralización ha impulsado políticas para fortalecer la mayor unidad de la nación y su democracia. Se ha iniciado una nueva etapa para relanzar concertadamente el proceso de la reforma descentralista. La Secretaría de Descentralización ha formulado políticas públicas en cinco dimensiones, las que impulsan la descentralización como vía para la reforma ciudadana del Estado; promueven las potencialidades estratégicas de los territorios, sus macro regiones y espacios locales; coordinan la distribución del poder democrático en las articulaciones intergubernamentales, en diálogo con los gobiernos regionales y municipales y sus mancomunidades de asociatividad; plantean propuestas en la reforma de la gestión pública descentralizada por resultados para el desarrollo; y amplían la participación de la población en el proceso de la reforma y en la solución de las demandas de la sociedad.
Estoy adjuntando a la entrega de la renuncia, el Informe de la gestión realizada, con la situación encontrada, las acciones ejecutadas, los logros alcanzados y las acciones pendientes. Con la formulación de la Propuesta del nuevo Plan Nacional de Descentralización y Regionalización 2012-2016 (PNDR), se cumple con el mandato del Programa de Gobierno del Gabinete Lerner, aprobado por el Congreso de la República en agosto del 2011, el cual en la Quinta Política señaló el objetivo de impulsar “Grandes regiones territoriales para el Desarrollo”, siendo una de sus metas elaborar y someter a debate el nuevo PNDR. Esta propuesta de Política de Estado se ha elaborado estos meses de manera participativa, especializada y descentralizada, integrando todas las actividades y teniendo como momento culminante el Seminario Internacional, del 5 y 6 diciembre, con más de 1,000 participantes de todo el país.
Acompaño esta carta, con el documento de la propuesta del Plan Nacional de Descentralización y Regionalización 2012-2016, para la respectiva consulta, que debiera empezar en la sesión de Instalación del Consejo de Coordinación Intergubernamental, la que en acuerdo del 6 de diciembre entre PCM y los Gobiernos regionales establecieron sería realizada el próximo 26 de enero del 2012. En estos 4 meses, se reactivaron, reinstalaron y conformaron, respectivamente, las Juntas de Coordinación Interregional del Norte (Internor), Centro Sur, Amazonía (CIAM), Macrosur y Litoral central, en un nuevo proceso de articulación de macro regiones de planeamiento desde los territorios, distinto pero complementario al de regionalización política que debe sustentarse en la voluntad que la propia ciudadanía formule para un estatuto de gobierno intermedio.
Se han tenido múltiples reuniones con las municipalidades, en especial con sus asociaciones representativas AMPE y REMURPE. Tras 8 años de postergación, se ha reconocido las 1,303 municipalidades rurales, aprobándose el listado con el DS 090-PCM publicado el 3 de diciembre 2011. Se ha impulsado la formación extendida de mancomunidades, registrándose 114 en la actualidad, incorporando sus experiencias de asociatividad. Se ha presentado varias iniciativas coordinadas con los gobiernos regionales y municipales para facilitar la inversión descentralizada, algunas de las cuales han sido incluidas en los DU y otras están pendientes. Se ha insistido en la necesaria descentralización fiscal, habiéndose formado nuevamente la comisión respectiva, pero sin que se avance con las medidas de consenso para garantizar la predictibilidad del gasto en los gobiernos subnacionales. En el Foniprel además del concurso convocado el segundo semestre y la convocatoria para estudios de pre inversión, se ha planteado la necesidad de reformular su estrategia y diseño para la atención a las zonas de mayor pobreza, debiendo darse prioridad real a la superación de las desigualdades, lo que no ocurre, como lo evidencia la campaña contra la desnutrición infantil, caso en el cual desde el 2007 a la fecha solo ha concitado menos del 1% de los S/.1,780 millones entregados por el Foniprel.
La reforma descentralista, por la que votó el país y formulamos en la propuesta del PNDR, requiere la democratización del poder y reforma del Estado neoliberal burocrático. Es una reforma entrelazada con las otras reformas indispensables para la gestión del territorio nacional, en especial la neo industrialización, la matriz energética gasífera petroquímica, la integración de la minería al desarrollo ambientalmente sustentable, y las plataformas logísticas productivas de País Puerto. Sin estas reformas no es posible la descentralización. Sin las reformas se afianza la recentralización desnacionalizadora, y se hacen más graves las deformidades de la actual administración centralista-burocrática del Estado heredada del Fujimorismo. Se agravaría la captura privatista burocrática del neoliberalismo fujimorista y su continuación con la tesis de García del “perro del hortelano”, para la captura privada de las decisiones, dejando en la precariedad y el clientelaje la administración de los asuntos públicos.
El Perú debe superar el peligro de abandonar las reformas, lo que lo llevaría a reengancharse en el sistema mundo perdiendo una oportunidad estratégica para el desarrollo nacional, reduciéndose otra vez a exportador de minerales, y a sacrificar su agricultura para concentrarla en pocas manos y dedicarla a etanol y abandonar nuestra seguridad alimentaria. El Perú debe darle curso a las reformas por las que votó el 2011, al elegirse desde el pueblo y las provincias al nuevo gobierno. El Perú debe afianzar los polos energéticos descentralizados, recuperando el gas de Camisea en el Sur y sacando adelante la hidroeléctrica de Manseriche (4,500 MW) en el Marañon, en un plan nacional de energía, para dotar de energía limpia y barata a los hogares y a nuestro impulso económico productivo e industrialista del sur, el norte y la amazonia. Sería funesto abandonar esta reforma para quemar el gas y concentrar la limitada energía en darle energía barata a la mera exportación de minerales y a los nuevos monopolios de la tierra en la costa. El Perú debe priorizar la reforma de la gestión del agua y su uso para agricultura orgánica, respondiendo al desafío del cambio climático, y afianzando el uso de los recursos en los diversos territorios macro regionales. Sobre esta base, es que debe integrarse al desarrollo regional la minería responsable y sustentable, haciendo de nuestro potencial minero una palanca para el desarrollo, superando la ilegalidad, y garantizando las respuestas al cambio climático para la conservación del agua y su uso prioritario para la vida y la agricultura. Sería funesto abandonar esta reforma, para reducir el país a un archipiélago extractivista que sacrifica sus recursos de vida fundamentales. El Perú debe impulsar decididamente la reforma competitiva de sus especializaciones productivas y plataformas logísticas de sus grandes macro regiones, afirmando los conglomerados productivos de medianas y pequeñas empresas para el valor agregado en agricultura, industrias y servicios. Hay que recuperar nuestra condición de País Puerto de Suramérica con el Asia pacífico, haciendo de los ejes transversales las palancas de integración en América del Sur, afirmando el eje amazónico de biodiversidad y de relación productiva comercial entre Manaos (Mercosur) y el Norte peruano, así como la relación del sur peruano con el corazón industrial de Brasil (Rio y Sao Paulo) con el ferrocarril Ilo-La Paz-Santa Cruz-Sao Paulo y la Petroquímica en Ilo. Es fundamental el compromiso del Estado a la malla de infraestructuras productivas en alianza de las empresas públicas estratégicas, como Petroperú, Electroperú, Enapu, con socios internacionales y las empresas nacionales, garantizando la competencia.
Sería funesto abandonar estas reformas, para que el país se reconcentre en Lima Callao como plataforma logística primaria y encarecida, a la cual se subordinen los flujos logisticos de las diversas regiones del país, con lo que además de trabar el desarrollo descentralizado se pagaría un inmenso sobrecosto como subsidio a monopolios que capturen esta plataforma recentralizada y la propia Lima afectaría sus posibilidades como litoral metropolitano y ciudad metropolitana global. La reforma descentralista es parte de reformas fundamentales en la Nación. Los ciudadanos reclaman que se pongan en práctica y se realicen, no que se abandonen.
Tengo la convicción que la democracia peruana y su gobernabilidad requerida de reformas, solo podrá afianzarse con y en acuerdo descentralista con los gobiernos y sociedades regionales y locales; nunca sin y/o contra ellas. El país requiere, al respecto, concertación ciudadana. Le deseo éxitos en las tareas de Gobierno bajo su responsabilidad al asumir la Presidencia del Consejo de Ministros. Atentamente
Manuel Dammert Ego Aguirre
Proyecto Conga carece de licencia social
El secretario de Descentralización de la PCM, Manuel Dammert, consideró que Yanacocha debería estar dispuesta al diálogo, y mostró su sorpresa al ver que algunos no están interesados.
“Me ha sorprendido escuchar a dos funcionarios de Yanacocha, cerrados, tan cerrados como está el más radical de los dirigentes del frente ambiental de Cajamarca”, indicó.
Añadió que esta no es una crisis cualquiera. “Lo que hay en este momento en Conga es el comienzo de una reformulación de una política de Estado que ha sido dejar a la minería casi como un enclave para incorporarla en el desarrollo nacional”, dijo en “Buenos Días Perú”.
Indicó que aún faltan pasos a seguir para dar luz verde al proyecto Conga, pues además de la propuesta de reformular el estudio de impacto ambiental, aún faltan la licencia social y los estudios hidrológicos y la aprobación del uso del agua. “Eso está pendiente, no se puede decir que eso ya está resuelto”, añadió.
Balón de GLP a S/.12
Por Manuel Dammert
Desde enero 2011, el gas de Camisea abastece a un millón de usuarios. Solo que no son peruanos que vivan en San Juan de Lurigancho, Pamplona Alta, Los Olivos, Comas o el Cercado. Tampoco son pobladores del sur peruano, y menos aún del Cusco, donde están los yacimientos. Se trata de habitantes de Corea del Sur, a los que el monopolio Hunt-Techint-Repsol ha incluido en su circuito mundial de exportación de nuestro gas, mientras impiden se use en Perú por los peruanos.
El gobierno y el monopolio exportador distraen la atención con una falsa “renegociación”. Realmente la exportación continúa acelerada, saqueando al país, con una gigantesca megacorrupcion. Solo en los costos inflados del barril de líquidos, señalados como prueba preconstituida por la Contraloría el 2008, está probado defraudan al Perú por un total de US$ mil millones desde el 2004 y por los siguientes 30 años. Ya existe racionamiento de gas para las centrales térmicas, afectando el abastecimiento a las empresas mineras del sur y el norte. La crisis mundial de la energía, agudizada con la crisis de Egipto, Libia y otros países árabes productores de petróleo, impulsa que el precio del petróleo suba a más de US$ 100 barril. Todos los países protegen y cuidan sus reservas energéticas estratégicas. Menos el Perú, que en 20 años de neoliberalismo acrecienta exportar el gas de los lotes 88 y 56, que es la reserva principal, propiedad de todos los peruanos.
Se exporta gas natural, y también se exportan líquidos asociados y su envase en gas licuado de petróleo (GLP). El gas, envasado en balón de GLP, ha reemplazado en los hogares nacionales a la leña y el kerosene. Es la fuente de energía principal domiciliaria. Constituye el eslabón más débil, que estalla en esta crisis. La población exige su precio real, al ser producido en Perú y no traído desde medio oriente. El precio del balón de GLP debe ser S/ 12 y no de S/. 30 o S/. 40, el gas más caro de la región suramericana. Reducir el precio no requiere que aporte dinero el Estado; sino basta con establecer la política pública soberana, rompiendo el actual robo al pueblo por el monopolio exportador.
Pero no solo debe bajar drásticamente el precio del GLP. Debe masificarse el uso del gas natural, conectado a los domicilios. Entre el 2004 y 2010, solo existen 24 mil conexiones domiciliarias de gas. El gobierno y Calidda proyectan llegar a 200,000 al 2015. Es una oferta grotesca para mantener la exportación a costa del Perú. En Colombia existen 5.5 millones de usuarios, y en Bolivia tienen conexiones el 99 % del Alto en La Paz. En Perú, con una adecuada red de ductos en las grandes ciudades y regionales, se puede y debe tener 3 millones de usuarios en 3 años. El precio de este gas natural conectado seria un quinto más barato que el actual de la electricidad, es decir de S/ 9. La masificación solo es posible si el Estado invierte, con su empresa estatal de hidrocarburos, en hacer la red de ductos para abastecer el gas, y recupera la inversión en 20 o 30 años. Esto es lo que han hecho Colombia y Bolivia. El Perú está obligado a hacerlo.
Gas barato y masivo en las casas, es una condición básica para que los hogares tengan mejor calidad de vida y liberen recursos para educación, salud, trabajo. Es uno de los usos nacionales del gas, junto al transporte, la industria y la petroquímica. Pero solo es posible si recuperamos para el Perú el gas actualmente secuestrado de los lotes 88 y 56. Este es uno de los temas de la carta abierta a García, y que pese a la brutal represión, la he presentado de todos modos, lavando la bandera por el Perú.
Fuente: Diarios Gestión y La Primera.
Aurich campeón
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