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El nombre de Óscar López Meneses estuvo estrechamente vinculado en la década pasada al de Vladimiro Montesinos. Ex operador del ‘Doc’, nexo de los denominados congresistas tránsfugas con el SIN, condenado por tenencia ilegal de armas, sentenciado por haber recibido dinero del ex asesor presidencial y acusado de haber ocultado equipos de interceptación telefónica, López Meneses sigue demostrando que, a pesar de sus antecedentes, su cercanía con el poder se mantiene.
El programa “Mira quien habla” de Willax Televisión mostró un reportaje que confirma los estrechos vínculos que López Meneses tiene con la PNP, en especial con el jefe de la VII Dirección Policial, general Luis Praeli.
La investigación, realizada por los periodistas Cecilia Valenzuela y Óscar Quispe, se inició en junio de este año. Según explicó Valenzuela a El Comercio, la inquietud se inició cuando fuentes policiales en retiro le comentaron que habían escuchado al general Praeli jactarse de su relación con López Meneses, y que este vínculo lo colocaba en una situación expectante con Adrián Villafuerte, asesor del presidente Ollanta Humala.
Valenzuela cruzó esa información con otra fuente que le dijo que López Meneses coordinaba la estrategia político-policial del gobierno, la cual incluía seguimiento e interceptaciones telefónicas a políticos y periodistas contrarios al régimen.
Las sospechas se incrementaron cuando López y Villafuerte fueron vistos almorzando juntos en un restaurante de la Avenida del Ejército.
Los periodistas de Willax pusieron la mira entonces en las propiedades de Óscar López. En julio empezaron a hacer guardia en la vivienda de su padre, Óscar López Zapata, en Alfredo Novoa 113, en Surco. Ahí comprobaron que la casa era resguardada por tres vehículos policiales, dos patrulleros de la Unidad de Emergencia y un portatropas. En una de las imágenes incluso se aprecia a López Zapata entregándole el rancho a los agentes que cuidan su casa.
A algunas cuadras de ahí, en la casa de López Meneses, en Batallón Libres de Trujillo 209, verificaron que cuatro vehículos resguardaban la cuadra: dos de la SUAT, uno de emergencias y uno más del serenazgo de Surco. Esta parte de la investigación se realizó a inicios de agosto. Con el paso de los días, la vigilancia se incrementó a ocho vehículos.
Fue justamente en esta vivienda donde se encontró un arsenal con armas de diverso calibre en el 2001, que habría utilizado el grupo Júpiter para brindar seguridad a Montesinos.
Ayer, el equipo de Willax se acercó a conversar con los policías que resguardaban la casa. Los agentes informaron que, según lo que les habían dicho sus superiores, en el inmueble residía el jefe del Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas, almirante José Cueto Aservi.
Hora después, Valenzuela llamó por teléfono a Cueto. Su ayudante le confirmó que el almirante no vivía en ese lugar .
INVITADO EN EL POTAO
El pasado viernes 8, López Meneses estuvo entre los invitados a la ceremonia por el aniversario 22 de la VII Dirección Territorial Policial. El anfitrión fue el general Praeli. Lo que llama la atención es que López, quien tiene una condena vigente de cuatro años de prisión suspendida, se dio el lujo de departir con las principales autoridades policiales e incluso de compartir tribuna con el propio ministro del Interior, Wilfredo Pedraza.En la casa de López Meneses aún se encuentra el auto de su ex suegro, el prófugo general Víctor Malca Villanueva, ex ministro del fujimorismo. Según pudo comprobar Valenzuela, la Interpol ha levantado la orden de captura internacional que pendía sobre Malca. La periodista indicó que este se presentó como un perseguido político ante una entidad en Francia, la cual pidió a la Interpol dejar sin efecto la orden. Todo esto en medio de la inacción de nuestra embajada.
PEDRAZA: “SERÍA GRAVÍSIMO”
El ministro del Interior, Wilfredo Pedraza, entrevistado por la periodista Cecilia Valenzuela, anunció que ha iniciado una investigación sobre la protección policial a Óscar López Meneses y dijo que de confirmarse “sería gravísimo”.
“El general Praeli es el jefe de la región, yo voy a iniciar una investigación para verificar [la denuncia]”, aseguró.
Sobre la presencia de López Meneses en la ceremonia del viernes pasado, indicó que verificará si eso ocurrió. “Una vergüenza, sin duda, porque el que invita tiene que ser el anfitrión [Praeli]… No me une ninguna relación directa ni indirecta con este personaje [López], creo que él tiene que brindar explicaciones, él está con libertad condicional”.
Por su parte, el general Luis Praeli confirmó que existe la orden de custodiar la casa en la calle Batallón Libres de Trujillo, pero dijo que esa orden se recibió por vía telefónica el 7 de diciembre del 2012, durante la gestión de su antecesor, el general Carlos Gómez Cahua.
“Ya el comando del director general [Jorge Flores Goicochea] me ha llamado, está disponiendo una exhaustiva investigación para determinar cómo nace, porque la orden es tajante: indica que a partir del día 7 de diciembre del año 2012 se instale el servicio en la calle Batallón Libres de Trujillo número tal”, manifestó el jefe policial a la periodista Valenzuela.
El general Praeli no supo explicar sobre la custodia policial en la casa del padre de López Meneses pero dijo que el tema se investigará.
Fuente: Diario El Comercio.
El espía espiado
Por Cecilia Valenzuela
El silencio de Montesinos retumba estrepitosamente entre los muros de la Base Naval del Callao. Los últimos dos años y cuatro meses han transcurrido sin quejas de su abogada y sin ninguna novedad editorial de parte del asesor. Salvo uno que otro comentario irrelevante en facebook; y su pronunciamiento sobre la solicitud de indulto de Alberto Fujimori –advirtiéndole que se lo iban a negar-, Montesinos no ha reclamado nada durante este gobierno. ¿Por qué? ¿Por qué si con los dos anteriores no perdió oportunidad de hacerlo? ¿Qué ha dejado de extrañar, qué ha dejado de hacerle falta?
La confirmación de que uno de sus operadores más eficaces, Óscar López Meneses, prácticamente, despacha, en la Séptima Región Policial de Lima; torna verosímiles rumores escalofriantes, rumores que refieren la “experiencia” del Doctor en nombramientos, estrategias electorales, seguimientos y chuponeos.
Pero hoy, más allá de las sospechas de la resurrección de Montesinos, están los hechos: el favorito del SIN tiene entre ocho y diez unidades policiales resguardando su casa y la de sus padres, las 24 horas del día; además, tiene la arrogancia de presentarse en un local policial, y ocupar una butaca, tres filas más atrás que la del ministro del Interior a pesar de encontrarse cumpliendo una condena judicial con prisión suspendida.
¿De qué tamaño es la espalda que lo cuida? Quien le garantiza que puede burlarse de la dignidad policial y enfrentar a todos los que lo recuerdan como el encargado “social” del Grupo Júpiter, esa suerte de guardia pretoriana que Montesinos inventó al interior de la PNP para que lo resguardara y a la que usó para los efectos más denigrantes.
El presidente Humala, el ministro Pedraza le deben una explicación al país. Las mismas fuentes que nos llevaron a vigilar, durante cuatro meses, las casas donde opera López Meneses como si fuera un SIN, custodiadas por múltiples unidades de la PNP, mientras a los ciudadanos nos roban los celulares, nos revientan las lunas de nuestros autos, nos secuestran o nos disparan por no soltar la cartera; sostienen que para efectos prácticos, la policía sigue inutilizada a la hora de enfrentar la inseguridad ciudadana porque se maneja desde dos cabezas: la formal, que representa el ministro Pedraza, su parsimonia y sus patrulleros inteligentes; y la informal, la paralela, la que funciona desde las casas de López Meneses, la que hace “las cochinaditas”, la que espía opositores, sigue e intercepta a periodistas incómodos, y que representa el asesor Adrián Villafuerte.
La oficialidad de la Policía Nacional no oculta su fastidio cuando se les pregunta sobre la influencia de este coronel en retiro en las FF.AA y en la institución policial. El ahora asesor del presidente Humala para asuntos militares y policiales, fue antes edecán y hombre de confianza del general montesinista César Saucedo, de ahí su amistad con López Meneses y su proclividad al espionaje político, sostienen las fuentes. La cuestión, sin embargo, es establecer hasta dónde su desesperación por saber lo que piensan y coordinan los opositores al régimen, lo ha llevado a extremos. López Meneses conoce las mañas de Montesinos, pero no tiene la capacidad ni la frialdad analítica del Doctor.
De todas maneras, la primera pregunta que deberán hacerle los congresistas que investiguen este escándalo, al general Luis Praeli, jefe de la Séptima Región y a todas luces, el títere de López Meneses en este thriller político, es de dónde sacó la arrogante idea de invitar a una ceremonia en “El Potao” a un sujeto sentenciado por recibir dinero de Montesinos a cambio de llevar al SIN a los congresistas tránsfugas. Lo único que se le pudo probar, a pesar de que en su casa, la misma que ahora protege la PNP, se le encontraron armas de guerra, y en otra de sus propiedades se halló parte de los equipos de chuponeo que estaban en el SIN, y digo parte porque los equipos más modernos se perdieron y la policía anticorrupción jamás los pudo hallar.
Conflicto CCFFAA-PNP
En medio del creciente escándalo en el Gobierno por el resguardo policial Óscar López Meneses, otrora operador de Vladimiro Montesinos, la gran interrogante que debe aclararse es quién ordenó la protección a este oscuro personaje.
El exdirector general de la Policía Raúl Salazar, sindicado como el hombre que dio la orden, alegó que dispuso la protección en mayo de 2012 a pedido del jefe del Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas, José Cueto Aservi, quien –aseguró el oficial en retiro– le dio la dirección Batallón Libres de Trujillo 209, en Surco, que resultó ser la casa de López Meneses.
En efecto, el Memorándum Múltiple 326 de la Región Policial Lima, del 29 de mayo del 2012, dispone dar seguridad a ese inmueble y está firmado por el general Aldo Miranda Soria, por entonces director general de la región, quien fue destituido. Desde Costa Rica, el general Miranda reconoció que firmó el documento, pero que lo hizo cumpliendo órdenes de Salazar.
“El mismo almirante José Cueto me dijo que quería seguridad para su domicilio porque temía para su familia, por el riesgo que representaba. Yo le dije: ‘pero tú tienes personal de las FFAA que te puede custodiar’, pero él me respondió ‘no, yo quisiera un patrullero de la Policía Nacional”, contó Salazar en RPP esta mañana.
El exjefe policial alegó que no sabía que la referida dirección era de López Meneses y que tampoco lo verificó en todo este tiempo en que estuvo vigente. Además, sostuvo que el ministro del Interior, Wilfredo Pedraza, se precipitó al señalar que la responsabilidad fue suya.
Indignado, el vicealmirante Cueto Aservi negó minutos después también en RPP la versión de Salazar y cuestionó que usen su nombre para armar una patraña y justificar la irregular protección a López Meneses.
“Tras haber escuchado al señor (Raúl) Salazar, exdirector de la Policía, siento gran pena por la Policía porque creo que no merece ese tipo de generales. La forma tan vil y tan indignante de mentir, de hacer ese tipo de patrañas sabe Dios por qué, cubriendo a qué o protegiendo qué, creo que es él responsable de esto”, subrayó.
El marino aseguró que no conoce al exoperador montesinista y que denunciará al exjefe policial por involucrarlo en este escándalo. “Este señor tiene la desfachatez de decir tantas mentiras abiertamente”, anotó.
“Dice (Salazar) que le pedí seguridad en el día de la Policía (6 de diciembre de 2012), pero esa casa esta vigilada y protegida desde el 29 de mayo de 2012, yo asumí el 21 de mayo y con ese pretexto inventaron un documento donde se da una orden del general Miranda, quien ahora dice que la orden fue de Salazar. ¿Es decir, meses después le pido seguridad para mi casa con esa dirección? Además, todo mundo sabe que existe un directorio protocolar con nuestras direcciones”, explicó.
Cueto también subrayó que que la persona que llamaba usando su nombre para estas instrucciones lo hacía de un número que no era el suyo. “Lo más raro es que todas las llamadas son del mismo celular”, indicó tras señalar que espera que el Ministerio Público investigue quién hizo esas llamadas.
INVESTIGACIÓN FISCAL
El Ministerio Público inició una investigación de oficio sobre el caso. Norah Córdova, titular de la Primera Fiscalía Especializada en Delitos de Corrupción de Funcionarios, fue la casa de López Meneses, pero como no estaba, anunció que citará al exoperador montesinista.
La polémica entre José Cueto y Raúl Salazar por el resguardo policial al otrora operador montesinista Óscar López Meneses continúa. Luego que el jefe del Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas (CCFFAA) dijera que el exdirector de la Policía mentía vilmente al señalar que nunca le había pedido seguridad, el general en retiro señaló que se sentía muy decepcionado del vicealmirante y calificó como una “perrada” las acusaciones que recibió de su parte.
“Estoy desconcertado de verdad de la forma de actuar del jefe del CCFFAA. El almirante (José) Cueto ha mentido con desparpajo al país, lo he visto en la mañana (…) pero eso no se hace, porque él también tiene hijos, tiene familia. Eso no se hace. Eso es una perrada”, dijo Salazar a RPP.
“Creo que estoy traicionado, toda la Policía está traicionada, no de la Marina de Guerra ni del CCFFA, que no se comprenda al Ejército, a la Marina y a la Aviación, que son instituciones de mi respeto y del respeto de toda la Policía Nacional, con la cual mantenemos todas las mejores relaciones. Es la persona que falló, es el almirante Cueto quien nos ha decepcionado tremendamente”, añadió.
De otro lado, Salazar reiteró que no guarda relación ni conoce a ninguno de los López Meneses y pidió que se realice una indagación “muy prolija para que se sepa la verdad”. “Quisiera que se haga una investigación exhaustiva porque hay muchos cabos que en realidad él tiene que aclarar”, acotó.
Cueto en tanto dijo que, según un documento policial con fecha 30 de mayo de 2012, difundido en un diario local, la custodia de su supuesta casa, que en realidad era de López Meneses, se coordinó con el “comandante de la Marina José Núñez Balboa”. Agregó que lo grave en este caso es que este último “no existe”.
Fuente: Diario Perú21.
IDL Reporteros
En el Informe Nº037-2013-DIREJFE-DIRTURB-SUAT, el coronel Arrué indica que cuando se relevó con su predecesor, el comandante PNP Joel Valdivia Montoya, este le informó que el personal SUAT “viene cubriendo servicio de vigilancia móvil en el domicilio del Almirante AP. José Cueto Aserbi [sic], Presidente del Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas, sito en la calle Batallón Libre [sic] Nro. 209 Monterrico –Santiago de Surco”.
“Dicho servicio” prosigue Arrué “se viene cubriendo desde el día 06DIC2012 a través de una Orden Verbal dispuesta por el entonces Director General de la PNP, Raúl Salazar Salazar”. Aparentemente, a juzgar por lo que sigue del texto, Salazar le indicó al predecesor de Arrué que esa orden era el resultado de una reunión entre el presidente Ollanta Humala y el almirante Cueto, para que el personal SUAT se incorpore a la protección de la casa, “con el fin de prevenir acciones delincuenciales de sabotaje y/o terrorismo, así como ser víctima de la delincuencia común”.
En ese documento, Arrué solicita saber si sigue o no con el servicio, “toda vez que a la fecha no existe documentación para el servicio en mención…”.
Arrué recibió la orden, verbal, de seguir.
El 4 de octubre de este año, Arrué envió otro oficio, el 1031-2013-DIREJFE-PNP/DIRTAURB-SUAT, al general PNP Luis Monar Moyoli, director de las Fuerzas Especiales de la PNP.
El oficio era el encabezamiento para una hoja de recomendación en la que Arrué solicitaba “autorización para repliegue del servicio que personal de la dirección táctica urbana SUAT PNP en el domicilio del Presidente del CCFFAA. Distrito Surco, por duplicidad de trabajo”.
En la Hoja, Arrué reveló que el SUAT “proporciona servicio con una unidad vehicular y dos efectivos durante las veinticuatro (24) horas, en la Av. Batallón Trujillo cuadra dos (02) Distrito de Surco-Lima en razón de que en esta el Presidente del Comando Conjunto de la FFAA Almirante José Cueto Aservi, tiene su domicilio”.
Arrué indica que además del personal SUAT, cuidan al presunto almirante Cueto, dos policías de la UDEX (desactivación de explosivos), dos policías y un patrullero del Departamento de Emergencia Lima Sur y, además, personal de USE (antidisturbios), “todos ellos durante las veinticuatro horas del día, inclusive lo hace un vehículo del Serenazgo del distrito de Santiago de Surco”.
Indicando que “existe duplicidad de servicio” Arrué pidió “que se disponga el retiro del servicio de seguridad que presta el […] SUAT […] en el domicilio del Presidente del Comando Conjunto de la FFAA Almirante César Cueto Aservi”.
La respuesta fue: No.
Ahora, pese a sus gestiones para liberarse de algo que le pareció evidentemente irregular, Arrué ha sido relevado de su puesto al mando de la SUAT.
Pero si algo queda claro es que la persona que dio la orden para que se confundiera el domicilio de López Meneses con el del almirante Cueto, fue el general PNP Raúl Salazar. Y fue Salazar quien indicó que iba a llamar Cueto, el que resultó ser un impostor telefónico.
En resumen, en este caso que, aunque grotesco y enormemente bochornoso para la Policía, no es menos grave y delictivo, queda claro lo siguiente:
• En confundir la casa de López Meneses con la del almirante Cueto, o miente Salazar o miente Cueto. Es relativamente fácil determinar quién de los dos fue el que mintió.
• No fue una mentira por error o ligereza sino con planificación, organización y alevosía. Hubo un impostor, que se hizo pasar por Cueto y otro por su secretario. Se empleó un teléfono, el 954-717-650, para llamar a los policías haciéndose pasar por Cueto. No una, sino muchas veces.
Antes de terminar como hazmerreír de todas las policías del mundo (incluyendo Lichtenstein y las islas Palao), la PNP, que tiene buenos detectives, podría recuperar en algo la dignidad socavada descubriendo la identidad de los impostores, la composición de la banda y el tejido de complicidades detrás de ella. La situación es tal, que no tendrían que temer ningún daño ácido si actúan con energía y prontitud.