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Por Antonio Elduayen Jiménez CM
En la historia misionera de la Congregación de la Misión (PP. Vicentinos en el Perú), China fue, con Madagascar, el campo de misión Ad Gentes más trabajado. Siendo sus exponentes máximos los mártires San Juan Gabriel Perboyre (1802-1840) y San Franscisco Regis Clet (1748-1820), cuyas imágenes en nuestra parroquia nos los recuerdan. He puesto en primer lugar a Perboyre, porque fue canonizado 4 años antes, no obstante que fueran beatificados en la misma fecha (10.11.1889) y que Regis Clet, que era 46 años mayor, muriera martirizado 20 años antes. Habría que añadir que, también, porque es mucho más conocido de los fieles y se nos hace más simpático y cercano.
Digamos a favor de Regis Clet que es un misionero mucho más curtido, pues tiene 48 años cuando llega a China (frente a los 33 de Juan Gabriel), y misiona durante 30 años (frente a los 5 de Juan Gabriel). Ambos murieron en U-Chang-Fu (la actual Wuhan) y ambos por estrangulación sobre una cruz, pero Regis Clet a la edad de 72 años, frente a los 38 de Juan Gabriel. Dejemos las comparaciones y demos unos datos de Francisco Regis Clet, cuya fiesta se celebra el 18 de Febrero, día de su muerte y partida al cielo.
Nacimiento e ingreso en la Congregación
Canonizado por el Papa Juan Pablo II, con otros otros 119 mártires chinos, el 1º de Octubre del 2000, había nacido en Grenoble (Francia) en agosto de 1743. Ingresó en la Congregación de la Misión (Padres Vicentinos) a los 21 años. Fue ordenado sacerdote en 1773. Durante 15 años ejerció de profesor de teología en el Seminario Mayor de Annecy. Admirado por su gran bondad y su cultura, le llamaban “biblioteca viviente”. En 1788, fue nombrado Director de Novicios en la Casa Madre, París, un año antes de que estallara la Revolución Francesa. Obligado a salir de Francia, pidió ir a las Misiones de China, a donde fue en 1791.
Trabajo misionero y martirio
Durante 30 años evangelizó en las provincias inmensas de Kiong Si, Hou Pe y Ho nan, con gran entusiasmo. Una violenta persecución contra los cristianos le obligó a huir…Traicionado por un cristiano apóstata, a cambio de 30 monedas, fue sometido a infinidad de vejaciones y sufrimientos, que soportó sin la menor queja. Fue condenado a morir estrangulado. Atado a una cruz, se cumplió la sentencia el 18 de febrero de 1820. Casi 50 años mas tarde, sus reliquias fueron llevadas a la Casa Madre en Paris, en cuya Capilla reposan actualmente, frente a las de San Juan Gabriel Perboyre.
Forjador de un gran Patrimonio Misionero
Eso fue San Francisco Regis Clet, con su trabajo de 30 años, que prepararon el apogeo de la Iglesia Católica China (1785-1942). Fue también inspirador de misioneros, haciendo posible que un buen número de vicentinos franceses viajaran a la Misión de la Congegación en China. Entre ellos San Juan Gabriel Perboyre, deseoso de emular el trabajo de Francisco Regis Clet y de conseguir el martirio como él. Es lo que Perboyre decía a sus seminaristas siempre que les mostraba la túnica ensangrentada y las cuerdas de la ejecución de Clet. Que desde el cielo bendiga la gesta misionera de los Padres Vicentinos en China, hoy trabajando en y desde las catacumbas.
En la historia misionera de la Congregación de la Misión (PP. Vicentinos en el Perú), China fue, con Madagascar, el campo de misión Ad Gentes más trabajado. Siendo sus exponentes máximos los mártires San Juan Gabriel Perboyre (1802-1840) y San Franscisco Regis Clet (1748-1820), cuyas imágenes en nuestra parroquia nos los recuerdan. He puesto en primer lugar a Perboyre, porque fue canonizado 4 años antes, no obstante que fueran beatificados en la misma fecha (10.11.1889) y que Regis Clet, que era 46 años mayor, muriera martirizado 20 años antes. Habría que añadir que, también, porque es mucho más conocido de los fieles y se nos hace más simpático y cercano.
Digamos a favor de Regis Clet que es un misionero mucho más curtido, pues tiene 48 años cuando llega a China (frente a los 33 de Juan Gabriel), y misiona durante 30 años (frente a los 5 de Juan Gabriel). Ambos murieron en U-Chang-Fu (la actual Wuhan) y ambos por estrangulación sobre una cruz, pero Regis Clet a la edad de 72 años, frente a los 38 de Juan Gabriel. Dejemos las comparaciones y demos unos datos de Francisco Regis Clet, cuya fiesta se celebra el 18 de Febrero, día de su muerte y partida al cielo.
Nacimiento e ingreso en la Congregación
Canonizado por el Papa Juan Pablo II, con otros otros 119 mártires chinos, el 1º de Octubre del 2000, había nacido en Grenoble (Francia) en agosto de 1743. Ingresó en la Congregación de la Misión (Padres Vicentinos) a los 21 años. Fue ordenado sacerdote en 1773. Durante 15 años ejerció de profesor de teología en el Seminario Mayor de Annecy. Admirado por su gran bondad y su cultura, le llamaban “biblioteca viviente”. En 1788, fue nombrado Director de Novicios en la Casa Madre, París, un año antes de que estallara la Revolución Francesa. Obligado a salir de Francia, pidió ir a las Misiones de China, a donde fue en 1791.
Trabajo misionero y martirio
Durante 30 años evangelizó en las provincias inmensas de Kiong Si, Hou Pe y Ho nan, con gran entusiasmo. Una violenta persecución contra los cristianos le obligó a huir…Traicionado por un cristiano apóstata, a cambio de 30 monedas, fue sometido a infinidad de vejaciones y sufrimientos, que soportó sin la menor queja. Fue condenado a morir estrangulado. Atado a una cruz, se cumplió la sentencia el 18 de febrero de 1820. Casi 50 años mas tarde, sus reliquias fueron llevadas a la Casa Madre en Paris, en cuya Capilla reposan actualmente, frente a las de San Juan Gabriel Perboyre.
Forjador de un gran Patrimonio Misionero
Eso fue San Francisco Regis Clet, con su trabajo de 30 años, que prepararon el apogeo de la Iglesia Católica China (1785-1942). Fue también inspirador de misioneros, haciendo posible que un buen número de vicentinos franceses viajaran a la Misión de la Congegación en China. Entre ellos San Juan Gabriel Perboyre, deseoso de emular el trabajo de Francisco Regis Clet y de conseguir el martirio como él. Es lo que Perboyre decía a sus seminaristas siempre que les mostraba la túnica ensangrentada y las cuerdas de la ejecución de Clet. Que desde el cielo bendiga la gesta misionera de los Padres Vicentinos en China, hoy trabajando en y desde las catacumbas.