¿Cuál fue la razón que llevó al expresidente de la república Pedro Castillo a dar un golpe de Estado el 7 de diciembre de 2022?
La pregunta generó diversas especulaciones, pero detrás existía una historia que se mantuvo en secreto y que esta investigación de Umberto Jara revela a dos años de la caída del gobierno de Castillo.
Un Equipo Especial de la Policía Nacional del Perú, integrado por sesenta y siete policías, hombres y mujeres, logró confesiones directas sobre actos de corrupción que se planificaban y ordenaban desde el Despacho Presidencial. La reacción del gobierno fue iniciar acciones de represalia, tratar de bloquear las investigaciones y, a la vez, organizar un Servicio de Inteligencia extraoficial y una Policía paralela con el objetivo de imponer una autocracia en el país.
Para hacer frente a ese grave peligro, los días 5, 6 y 7 de diciembre de 2022, el Equipo Especial PNP llevó a cabo una singular operación de Inteligencia que cambió el curso de la historia y permitió que se mantengan vigentes la democracia y la libertad en el Perú.
El ahora expresidente intentó adelantarse a ese escenario terminal para su débil gobierno y mediante un mensaje anunció su decisión de disolver el Legislativo de su país: “En atención al reclamo ciudadano a lo largo y ancho del país, tomamos la decisión de establecer un gobierno de excepción orientado a establecer el Estado de Derecho y la democracia”, afirmó. La intención de dar este golpe de Estado, rechazado por las Fuerzas Armadas, la Policía y por la institucionalidad peruano, tuvo un efecto contrario, pues el Congreso se reunió inmediatamente, lo destituyó y juró en su lugar la vicepresidenta Dina Boluarte, quien previamente se opuso a la interrupción del orden constitucional que quería ejecutar Castillo, quien hoy está detenido y acusado por el delito de rebelión.
En los 16 cortos meses que ha durado su gobierno, Castillo nombró cinco gabinetes conformados por 80 ministros y su administración fue una de las más inestables en un país que en los últimos cuatro años ha sido gobernado por seis presidentes.
La caída del expresidente peruano se debe a las numerosas denuncias de corrupción no sólo contra su régimen y sus familiares, sino principalmente contra él mismo, pues fue acusado de encabezar una organización criminal proyectada para adjudicarse contratos del Estado.
Otro factor que contribuyó a la defenestración de Castillo y de la mencionada serie de presidentes peruanos es el diseño constitucional, sobre todo cuando cae en manos de una oposición capaz de entablar alianzas para ejercer la facultad de la vacancia. Se trata, en realidad, de un sistema que intenta combinar un presidencialismo fuerte, con poder para disolver el Congreso -lo que intentó activar Castillo, pero sin éxito-, y un sistema parlamentario también dotado del derecho de poner en marcha la vacancia del presidente. Bajo estas prerrogativas, puede que no haya un escenario de gobernabilidad que saque a Perú de estos terremotos políticos de su sistema mixto.
Fuente: Editorial Planeta.
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