Por Mario Ghibellini– Diario El Comercio
Quién lo hubiera visto y quién lo veía. El Guido Bellido que apareció en la conferencia de prensa posterior a su defenestración del cargo que, literalmente, había ostentado por dos meses y pico era otro. Ya no el premier hinchado que sopapeaba verbalmente congresistas y miembros de su Gabinete, sino un ser gris que musitaba frases anodinas para quitarles el cuerpo a las preguntas incómodas de los hombres de prensa que habían acudido a la cita para conocer los detalles de su colapso político. Parafraseando la letra de una conocida canción, alguien podría haberle recitado: ahora ya no hablas tan alto, ahora ya no pareces tan orgulloso. Pero lucía tan disminuido, tan encogido, tan, digamos, ‘apukado’, que a cualquier observador de la escena el esfuerzo de escarnecerlo tendría que habérsele antojado ocioso.
Una buena medida de la irrelevancia a la que de pronto el ex primer ministro se había visto reducido la dio el hecho de que un canal de noticias, harto de su menú sin presa, dejase de transmitir ese último manotazo suyo de protagonismo mientras hablaba. En ese momento, ‘Puka’ ha de haber comprendido la falsedad intrínseca de la consigna leninista aquella que sostiene que “salvo el poder, todo es ilusión”, pues si algo resultó ilusorio en su caso, fue precisamente la sensación de omnipotencia con la que vivió por nueve semanas y media.
–Puedes conservar el sombrero–
Durante ese periodo, el sol se devaluó y la imagen del Gobierno se envileció. Se hace difícil, en realidad, tratar de identificar alguna ganancia en el paso de este prescindible personaje por la Presidencia del Consejo de Ministros. Pero, quién sabe, a lo mejor alguna moraleja útil para los futuros portadores del fajín en cuestión se puede extraer de esta historia. Porque, vamos, el ascenso y caída de Bellido dan para una fábula sobre la vanidad del poder. O si se quiere, sobre la vanidad a secas.
‘Puka’, en efecto, se comportó mientras se desempeñaba como jefe del Gabinete con una altanería que sus inubicables méritos no solventaban. Negaba con una sonrisita que quería ser cachosa sus pasadas loas a Edith Lagos. Se entretenía disparando anatemas contra los ministros que no le parecían lo suficientemente radicales como para salir con él en la foto del Comité Central de la revolución. Anunciaba nacionalizaciones y cuestiones de confianza de las que su presunto jefe no había dicho palabra hasta ese momento. Se lanzaba soliloquios en quechua que, más que estar dirigidos a un sector de la población que igual lo habría comprendido si hablaba en castellano, eran una forma de regodearse en la incapacidad de sus ocasionales interlocutores de entender lo que en ese instante estaba diciendo sobre ellos… Todo le estaba permitido, parecía pensar él, porque había accedido a una posición empírea de cuyos privilegios gozaría para siempre.
Eso fue, probablemente, lo que a fines del mes pasado le provocó la fantasía de que, a pesar de haber llegado tarde al aeropuerto, podía abordar un vuelo de Juliaca a Lima cuando la puerta del avión ya estaba cerrada. Pero, según ha trascendido, el piloto de la nave prefirió ceñirse a lo que las normas a las que estamos sometidos todos los mortales prescriben y lo dejó correctamente sembrado en la pista de despegue.
El episodio tendría que haberlo movido a una reflexión sobre los límites de su cargo, pero ya se sabe que reflexionar es caer en el juego de la derecha y, en consecuencia, él decidió seguir practicando la desautorización y el desplante… Hasta que a mediados de esta semana lo llamaron a Palacio para comunicarle que ya había llenado el álbum y que la fiesta se le había acabado. Lo despojaron ahí mismo de todas las ínfulas del poder; salvo, claro, de su bonito sombrero de ‘boy scout’, con el que seguramente continuará explorando desde el Congreso las infinitas posibilidades del despropósito, pero ya en un tono más quedito. Para decirlo en términos que le resulten familiares, lo hicieron doblar sus plumitas.
–Moraleja inútil–
Con toda la grima que el ex premier provoca, sin embargo, no hay que perder de vista el elemento central de este sainete sin gracia. Esto es, que el verdadero responsable de lo que hemos vivido los peruanos durante estas semanas de infamia es el presidente Castillo. Él fue quien colocó a Bellido en el puesto que sacó a la superficie su personalidad inquietante y quien lo mantuvo allí a pesar de las evidencias de que era la causa de una sangría cotidiana en materia institucional y económica para el país.
Por eso, ahora que ‘Puka’ ha adquirido otra vez su dimensión real, hay que volver los ojos hacia los nuevos integrantes que el mandatario ha llevado al equipo ministerial. En particular, hacia los titulares de las carteras de Interior y Educación, pues a juzgar por sus respectivos vínculos con Cerrón y el Fenate, el Gobierno sigue hipotecado a los intereses que motivaron la crisis de hace unos días y, terminado este fin de semana largo, podríamos despertar a la misma pesadilla de antes, solo que con un ‘casting’ distinto.
Lo único que podría suponer una diferencia con lo anterior es ciertamente la llegada de la señora Mirtha Vásquez al premierato. Pero si una vez instalada en el poder acabara acomodándose a la situación descrita, sabremos que la moraleja de la fábula que su antecesor escribió sin saberlo no sirvió de nada.
5 “Dinámicos” prófugos no son buscados por la Policía
Por GABRIEL MAZZEI y ERIK RIVERA- Diario Correo.
Paradero desconocido. A cuatro días de que el Poder Judicial dictara prisión preventiva, nadie sabe dónde se encuentran los cinco presuntos integrantes de “Los Dinámicos del Centro”, la organización criminal enquistada en el gobierno regional de Junín dedicada al trámite irregular de licencias de conducir a cambio del cobro de coimas, así como a la contratación de personas afines a Perú Libre.
Se trata de Arturo Cárdenas, alias “Pinturita”, mano derecha de Cerrón; Eduardo Reyes Salguerán, Waldys Vilcapoma, José Bendezú Gutarra, y Francisco Muedas Santana, sobre quienes el juez Jorge Chávez dictó detención preventiva por 36 meses a pedido del Ministerio Público.
Todos ellos tienen vínculos con el partido de gobierno, Perú Libre, y la fiscal Vanessa Díaz Ramos les imputa los delitos de organización criminal y cohecho pasivo propio.
Vladimir Cerrón es sindicado por la fiscal Díaz Ramos como presunto líder de “Los Dinámicos del Centro”.
BÚSQUEDA
Pese a que es un caso emblemático, ayer se supo que los prófugos no han generado el interés principal de la policía para capturarlos. El general PNP Roger Arista, jefe de la Macro Región Policial Junín, informó a Correo Huancayo sobre las medidas que viene tomando la institución para la captura de los hoy prófugos Dinámicos del Centro.
Arista destacó que, a la fecha, un total de 1,793 requisitoriados han sido detenidos en la región en los puntos de control ubicados tanto en la margen izquierda como derecha de la Carretera Central. “Tenemos seis puntos de control territorial: Morococha, La Oroya, Pachacayo, Jauja, Orcotuna, Cincos. Lo mismo por la margen izquierda, tenemos Morococha, La Oroya, Jauja, Apata, Concepción, San Jerónimo, Cajas, Quebrada Honda. Y lo mismo tenemos en Huancavelica”, sostuvo la autoridad.
En estos lugares, precisó, el mayor control se aplica entre las 5 y 11 de la noche.
Es decir, la Policía espera que “Los Dinámicos del Centro”, con antecedentes de no someterse a la justicia, se presenten en los puntos de control para ser capturados.
El oficial PNP añadió que no solo es en esta jurisdicción que se ha dispuesto la orden judicial de captura, sino en todo el territorio nacional. La Policía los puede detener incluso en el extranjero. Sí, cómo no.
INCIERTO
A pesar de que el general PNP asegurase que vienen poniendo énfasis en este caso, lo cierto es que no existe un plan especial para la captura de los presuntos Dinámicos del Centro: el trabajo policial se limita al que realizan a diario en su rutina.
Recordemos que, en junio pasado, el investigado Arturo Cárdenas Tovar, “Pinturita”, no fue ubicado por la policía cuando se le dictó orden de detención preliminar y, por el contrario, entró a la clandestinidad.
Solo reapareció después de que la jueza July Baldeón, denegara el pedido de prisión preventiva en su contra y de otros investigados del caso.
Luego, la cuestionada resolución que los dejaba libres fue anulada en segunda instancia por una sala superior y la investigación fue trasladada a la Fiscalía anticorrupción de Lima a fin de brindar mayores garantías a las pesquisas que comprenden al fundador de Perú Libre, Vladimir Cerrón.
“NADIE HA VENIDO”
El último viernes, Sonia Tovar Cárdenas, hermana de Arturo Cárdenas, dijo al portal Ojo Público que su hermano está en su vivienda y que ningún policía lo ha llegado a buscar.
“Ningún policía se ha acercado a la casa. La puerta está abierta aquí desde las seis de la mañana hasta las ocho de la noche (…). Él está aquí en su casa. Acaba de salir a almorzar con su esposa y su hijita”, aseguró Cárdenas.
La familiar del denominado “Pinturita” dijo poner las manos al fuego por su hermano y consideró que las investigaciones de la Fiscalía son injustas.
CRÍTICAS
Al respecto, el exviceministro del Interior Dardo López-Dolz calificó de “absurda” la estrategia que emplea la Policía para capturar a “Los Dinámicos del Centro” debido a que en el Perú hay carreteras que no cuentan con estas garitas policiales. Así, López-Dolz explicó, que “existen otras formas de salir del país, que no solamente involucran una salida por carretera”. En esa línea, dijo que el ministro del Interior, Luis Barranzuela, da la impresión de defender a los involucrados en este caso al no establecer otras estrategias mucho más rigurosas como la recompensas para detener a los requisitoriados.
De otro lado, cuestionó la designación de Barranzuela en la cartera del Interior porque, dijo, una persona no puede ser “abogado de una banda perseguida por la justicia y después ministro del Interior” dado que existiría un conflicto de interés.
“No puede haber esa incompatibilidad. Como abogado puede defenderlos, pero no puede asumir un cargo en el que tiene decisión sobre cómo se realizará la labor policial respecto a estas personas (a las que defendía). Eso es inaceptable en cualquier parte del mundo”, manifestó.
En tanto, explicó que todo ministro del Interior es informado sobre las detenciones policiales y que -bajo ese contexto- Barranzuela podría avisar a las personas involucradas en el caso antes de ser detenidas y “poner en riesgo” las investigaciones. “Es absurdo pensar que al haber sido abogado de ellos (Perú Libre) ahora vaya a perseguirlos”, concluyó.
Como se sabe, Barranzuela ejerció la defensa legal del partido de gobierno, de Vladimir Cerrón y el expremier Guido Bellido en la investigación por presunto financiamiento ilícito para la campaña presidencial del partido del lápiz.