Cien años de la Universidad Católica

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Por Víctor Nomberto- Revista Ideele N°270.
Este año celebramos el primer centenario de mi alma mater. Por mis estudios de pregrado y posgrado estoy vinculado a la Pontificia Universidad Católica del Perú, donde obtuve mi bachillerato, licenciatura y maestría. También he conformado el Consejo de Facultad de la Escuela de Graduados, como representante del tercio estudiantil.
La partida de nacimiento de la PUCP corresponde al Decreto Supremo de su creación, el 24 de marzo de 1917. Fue firmada por el entonces Presidente de la República José Simón Pardo Barreda y su ministro de Justicia e Instrucción Juan Wenceslao Valera Olano.
Su primer rector desde 1917 hasta 1946, el padre Jorge Dintilhac, pertenecía a la congregación de los Sagrados Corazones. Fue reemplazado entre junio de 1924 y enero de 1925, por el obispo auxiliar de Lima monseñor Pedro Pablo Drinot y Piérola SSCC.
Entre 1946 y 1947 fue designado como Rector pro tempore el Dr. Víctor Andrés Belaunde Diez Canseco. Luego el historiador y sacerdote jesuita Rubén Vargas Ugarte fue rector de la universidad entre los años 1947 y 1953; siendo sucedido hasta 1962 por Monseñor Fidel Tubino Mongilardi, obispo auxiliar de Lima.
Cuando ingresé a la universidad, se desempeñaba como Rector el sacerdote jesuita Felipe Mac Gregor (período 1963-1977). Quienes tomaron la posta fueron el matemático e ingeniero civil José Tola Pasquel (1977-1989), el ingeniero civil Hugo Sarabia Swett (1989-1994), el filósofo Salomón Lerner Febres (1994-2004) y el también ingeniero civil Luis Guzmán Barrón (2004-2009). El actual rector es Marcial Rubio Correa.“El primer Gran Canciller de la PUCP fue el cusqueño Pedro Pascual Farfán de los Godos”.
El principal benefactor de la PUCP en estos cien años ha sido el Dr. José de la Riva Agüero y Osma, quién legó sus bienes a la universidad, entre ellos el Fundo Pando, campus donde realicé mis estudios generales en Letras, en la Facultad de Ciencias Sociales y en la Escuela de Posgrado.
El primer Gran Canciller de la PUCP fue el cusqueño Pedro Pascual Farfán de los Godos. Luego los arequipeños Juan Gualberto Guevara de la Cuba y Juan Landázuri Ricketts OFM. También los limeños Augusto Vargas Alzamora SJ y Juan Luis Cipriani Thorne. Todos ellos arzobispos de Lima.
Para estar a tono con la globalización, el actual Gran Canciller es el Cardenal italiano Giuseppe Versaldi, prefecto de la Congregación para la Educación Católica. El Vice Canciller es Monseñor Salvador Piñeiro García-Calderón, en su calidad de Presidente de la Conferencia Episcopal Peruana. Lo acompañan como representantes de los obispos ante la Asamblea Universitaria: el arzobispo de Huancayo Pedro Barreto Jimeno SJ, el arzobispo de Trujillo Miguel Cabrejos Vidarte OFM, el obispo-vicario de Pucallpa Gaetano Galbusera Fumagalli SDB y el obispo de Chosica Norberto Strotmann Hoppe MSC.
Entre otros acontecimientos, recuerdo en 1973 cuando me solidarice con la renuncia del Cardenal Juan Landázuri Ricketts, arzobispo de Lima, porque “un profesor y alta autoridad quebró su matrimonio y contrajo otro compromiso”. Era Jorge Avendaño. En esa oportunidad Landázuri señaló que dicho abogado “renunció a un cargo administrativo, pero persistió en retener la cátedra, lo que la universidad no evitó. Pensé que no podía avalar esta situación y renuncié a ser Gran Canciller”.
El 14 de octubre del 2016 fue aprobada por la Asamblea Universitaria la reforma del Estatuto, un hito en la refundación de los vínculos de la PUCP con la jerarquía de la Iglesia, reafirmando su condición de católica desde su origen y pontificia desde que se le otorga ese título el 30 de setiembre de 1942.
En su mensaje por los 100 años, el Papa Francisco le dijo a la PUCP que “esta comunidad tiene el desafío de buscar y anhelar los fines esenciales de una institución universitaria católica; es decir, ser evangelizados para evangelizar. Todo cristiano ha sido conquistado por el Señor y de ese encuentro se transforma en testigo. El aprendizaje de conocimientos no basta, se requiere llevarlos a la vida, siendo fermento en medio de la masa. Somos discípulos misioneros y estamos llamados a convertirnos en un evangelio viviente. A través del ejemplo de nuestra vida y de nuestras buenas obras, estaremos testimoniando a Cristo, para que el corazón del hombre pueda cambiar y transformarse en una criatura nueva. Esa Institución, con todos sus miembros, tiene que afrontar el reto de salir al encuentro del hombre y la mujer de hoy, llevando una palabra auténtica y segura. Para lograr este fin se debe buscar ardientemente con rigor la verdad, así como su adecuada transmisión, colaborando de ese modo a la promoción de la persona humana y a la construcción de la sociedad (cf. Juan Pablo II, Constitución Apostólica Ex corde Ecclesiae, 2). Esa Universidad, que en conformidad con su origen, historia y misión, tiene un vínculo especial con el Sucesor de Pedro y, en comunión con él con la Iglesia Universal”.
Ahora la PUCP se proyecta al futuro con dos campus más: uno en Santiago de Surco junto a CENTRUM, con la finalidad de recuperar al segmento de universitarios que esquivan el discurso de los actuales docentes de Pando; y otro en Santa María del Mar, orientado a las Ciencias de la Hospitalidad, con una Facultad de Gastronomía, Hotelería y Turismo.

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