Por Débora Dongo-Soria/ Semana Económica.
A Pedro Pablo Kuczynski le quedan menos de dos meses para una nueva campaña enfocada en ganarle a Keiko Fujimori. Ello tras superar por cerca de dos puntos porcentuales a Verónika Mendoza, del Frente Amplio, en primera vuelta, según los más recientes resultados oficiales de la ONPE.
Será una campaña cuesta arriba. Keiko Fujimori tiene hasta ahora cerca del 40% de los votos -casi el doble de los que tiene PPK- y ha ganado en 15 de las 24 regiones, incluida Lima. PPK sólo ha ganado en Arequipa, aunque con una ventaja reducida (27.49% frente al 25.66% de Mendoza y 23.86% de Keiko). PPK ya adelantó que en esta segunda etapa se dedicará a viajar más. El sur será una zona clave: ahí Mendoza obtuvo el primer lugar y Fujimori el segundo en la mayoría de regiones.
PPK está en una encrucijada, según la politóloga Adriana Urrutia. A diferencia de Mendoza, se enfrenta a una rival política muy parecida a él en el mercado electoral. En términos económicos, ambos ofrecen una propuesta muy similar: la continuidad del modelo económico.
¿En qué debe consistir la campaña de PPK ahora?
EL CANDIDATO ANTIFUJIMORISTA
Los analistas consultados por SEMANA Económica coinciden en que deberá convertirse en un candidato antifujimorista creíble. El antivoto hacia Keiko ha subido desde 34% a mediados de enero hasta 45% a final de marzo, según Ipsos Perú. Luis Benavente, director gerente de Vox Populi, sostiene que el voto antifujimorista está muy activo, como se vio en la marcha en contra del autogolpe del 5 de abril de 1992 y la candidatura de Keiko.
Félix Puémape, investigador del IEP, considera que PPK deberá hacer un fuerte trabajo de comunicación para convencer al elector antifujimorista de por qué él es una opción viable en la segunda vuelta. “La única salida que tiene es politizar la campaña, hablar de la importancia de la democracia y de por qué el fujimorismo no debería volver [al poder]”.
Un primer paso para hacerlo -sugiere Puémape- es buscar a figuras que la sociedad relacione con el antifujimorismo para que lo acompañen en su campaña de segunda vuelta, como Beatriz Merino y Mario Vargas Llosa, u otros incluso de centro-izquierda.
Esta no será una tarea fácil para PPK, ya que en la segunda vuelta de las elecciones presidenciales del 2011 -en la que quedó en tercer lugar- apoyó la candidatura de Keiko Fujimori, desde un estrado y al lado de ella misma, frente a la de Ollanta Humala. Sus adversarios políticos se han encargado de recordárselo en los últimos meses. Recientemente envió otro mensaje que fue interpretado como cierta cercanía al fujimorismo: un día antes de la marcha del 5 de abril, dijo que firmará una ley para que Alberto Fujimori cumpla su condena desde su casa. Verónika Mendoza criticó su posición.
Lo que puede jugar a favor de PPK es que el electorado peruano es sentimental y que se ha visto mucho odio en esta campaña. “No estamos en un escenario donde el peruano dice ‘estoy en contra de tal propuesta’. La gente dice ‘Yo odio a la china’”, explica la politóloga Adriana Urrutia. “PPK puede capitalizar ese sentimiento de rabia, frustración y cólera y hacer que la gente que en un principio no estaba de acuerdo con él, sienta ahora que él es su representante frente a esta persona que odian”, agrega.
PUNTOS COMUNES CON LA IZQUIERDA
Más allá de captar el voto antifujimorista, PPK también tendrá que proyectar un discurso más cercano a la izquierda. Para lograrlo, tendrá que decidir hasta qué punto está dispuesto a hacer concesiones respecto a sus declaraciones anteriores que impliquen críticas hacia la izquierda. “Así como Keiko salió a declarar que ella respeta a la Comisión de la Verdad y que no va a liberar a su padre, PPK tiene que hacer lo mismo. Tiene que decir lo que ese electorado quiere oír”, señala Urrutia. También tendrá que hacer concesiones hacia los votantes de Verónika Mendoza, pues en primera vuelta dijo que la candidata del Frente Amplio “no ha hecho nada en su perra vida” y ha descrito algunas de sus propuestas como “chavistas”.
El candidato también deberá marcar claramente sus diferencias con Keiko Fujimori para que la izquierda no piense que ambos candidatos representan lo mismo y esté dispuesta a votar por él, según Denise Ledgard, ex directora del Lugar de la Memoria. “PPK tiene que mostrar su posición frente al respecto a los derechos humanos y su lucha contra la corrupción. Tiene que explicar por qué tiene ganar”, afirma. Este discurso de diferenciación también debe estar dirigido a la derecha, agrega Ledgard, pues este espectro ideológico también percibe una similitud entre ambos candidatos porque mantendrán el mismo modelo económico.
PPK también puede diferenciarse de Keiko Fujimori a través de su entorno más liberal, según Urrutia. Por ejemplo, está la presencia de su candidato al Congreso Carlos Bruce –quien tiene una agenda de derechos sexuales– y su plancha al Congreso, la cual es más variada.
La reciente declaración de PPK, quien dijo que buscará reunirse con Gregorio Santos, parece ser el primer paso del candidato para captar el voto de izquierda. Santos, quien fue elegido como gobernador regional de Cajamarca y está en prisión por acusaciones de corrupción, obtuvo el primer lugar en esa región y más del 4% de los votos totales.
En la misma línea parecen estar las declaraciones de Mercedes Aráoz, candidata a la vicepresidencia de PPK. Aráoz dijo que existen algunas similitudes entre el plan de gobierno de Peruanos por el Kambio y el de Mendoza, lo que podría acercar al voto de izquierda. “En temas de mujer lo hemos trabajado muy parecido. Hay temas sociales, de libertades civiles que para nosotros son fundamental y que nosotros acompañamos las ideas y lo podemos plantear de manera colectiva, señaló.