Pepeado

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NOCHES DE FANTASÍA

Por Victoria Manrique Pineda- Revista Velaverde
Sexo, licor y drogas. Al pa­recer pasó sus últimos días y sus respectivas noches de vida en medio de exce­sos y de diversión desen­frenada, casi como una película ho­llywoodense filmada en Las Vegas; y todo parece indicar que su repentina muerte también lo fue. “Deambu­lando, trastabillando, descalzo y sin documentos ubicaron a una persona de sexo masculino”, reza el primer parte policial S/N-DEPEME-S1-14798 del 30 de enero de 2016 de la comi­saría de Chacarilla del Estanque.
Al parecer, fue así como encon­traron al hijo de Ivoska Humala en el cruce de las avenidas Velasco Aste­te y Benavides, en Surco. Un segun­do informe hablaba de una persona indocumentada atropellada por un vehículo hasta ahora no identifica­do. Por último, una tercera versión indicaba que en realidad el suizo-pe­ruano se cayó de un segundo piso de un grifo cercano al lugar donde fue hallado por unos incompetentes policías.
Lo cierto es que nadie parece concordar en qué es lo que realmen­te pasó con Daniel Seiffert Humala, y cómo es posible que haya pasa­do más de un mes como NN en la Morgue Central de Lima (estando a punto de ser enterrado como tal), cuando él tiene DNI peruano, por lo que sus huellas y datos aparecen en el Reniec. Las otras preguntas que todos se hacen son: ¿cómo alguien tan cercano a la familia presidencial pudo estar perdido tanto tiempo sin que se inicie siquiera una investiga­ción de oficio? ¿Por qué la familia no mostró un real interés de iniciar su búsqueda? Salvo el abuelo, quien in­tentó, de forma discreta, denunciar su desaparición, ni el mandatario ni la presidenta del Partido Nacionalis­ta se han mostrado muy preocupa­dos por la suerte de su “sobrino más querido”.

¿QUÉ ESCONDE EL HOTEL BILBAO?

En la edición anterior escribí un artículo titulado Noches de fantasía, en el que reco­pilaba los extraños sucesos que rodearon la muerte de Daniel Seiffert Humala. Uno de esos hechos fue qué pasó su última noche con vida en el hotel Bilbao. Otra in­cógnita es cómo se desplazó desde la cuadra nueve de Carlos Villarán, en La Victoria (donde se encuentra el hotel) hasta cerca al cruce de las avenidas Velasco Astete y Benavides en Surco, sin zapatos, sin dinero, ni identificación alguna. ¿Cómo llegó hasta allí? Nadie lo sabe. Y parece que no lo quieren saber.
EXTRAÑAS REACCIONES
Además del misterio que rodea su deceso, lo otro que muchos se pre­guntan es cómo pudo Daniel Sei­ffert permanecer más de un mes en la Morgue Central de Lima sin que pudieran identificarlo. Por su­puesto, el hecho que hayan sido sus abuelos los únicos que hicieron un intento por encontrarlo genera aún más suspicacias, sobre todo porque muchos afirman que Da­niel era el sobrino favorito del pre­sidente Ollanta Humala.
De ser así, ¿por qué el mandatario no usó ninguno de los recursos a su disposición para intentar ubicarlo? Una simple llamada a la morgue hu­biese sido suficiente. Una prueba de ello es que Isabel Paiva, exesposa de Antauro Humala, publicó por un par de horas varias fotografías de Seiffer Humala para que estas sean difundi­das y así poder facilitar su ubicación. El resultado fue que a los dos días se supo que llevaba más de un mes en la morgue como un NN.
Lo otro que trascendió es que Daniel Seiffert había visitado Palacio de Gobierno unos días antes de su muerte. Un allegado a la familia in­cluso le confesó a un diario local que el joven salió muy molesto luego de la cita con su tío, y que se encontra­ba muy preocupado por la situación de su mamá en el caso de las agen­das de Nadine Heredia. Hay quienes también indican que habría sosteni­do más de una reunión con la esposa del mandatario. ¿Hablarían del email en el que lo mencionan?

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