En la foto: Padre Gabriel Ignacio Rodríguez SJ; doctor Marcial Rubio, rector PUCP; Adolfo Nicolás SJ, padre general de los jesuitas; padre Gustavo Gutiérrez OP y padre Benjamín Crespo SJ.
¿Cómo se produce esta invitación a Roma?
El entonces arzobispo, Gerhard Ludwig Müller, presidente de la Congregación para la Doctrina de la Fe (la antigua inquisición) fue creado cardenal y tuvo la gentileza de invitarme a la ceremonia como rector de la PUCP. A propósito de esto hemos tenido unas entrevistas con algunas personas destacadas de Vaticano: el mismo cardenal Müller; el cardenal Zenon Grocholewski, que es el presidente de la Congregación para la Educación Católica, que se encarga de las universidades católicas; y con el padre Adolfo Nicolás, general de los jesuitas, que es una persona muy cercana a nosotros porque la Compañía de Jesús trabaja en la Universidad.
¿Cómo han sido las conversaciones en estas reuniones?
Les he manifestado que somos una universidad católica, una comunidad predominantemente católica; que creemos en la libertad de conciencia y dentro de ella nos toca hacer una labor pastoral de difusión de conocimiento de la fe católica. Hemos conversado de que tenemos algunos problemas que queremos regularizar. Tenemos reuniones por lo menos una vez al año y hemos visto formas de solucionarlos. Si bien es difícil, creo que podemos encontrar formas de solución. En todo caso hay una buena voluntad para hacerlo en el Vaticano.
¿Cuál es la impresión que tienen los cardenales Müller y Grocholewski sobre la universidad?
Conocen la universidad porque tienen información y hubo una visita apostólica hace dos años. Ellos consideran que es una muy buena universidad, una comunidad católica que puede tener una buena relación con la Iglesia. Hay algunos problemas legales pero hoy día tenemos un Papa que dice que no hay que burocratizar a la Iglesia, sino cumplir la finalidad propiamente católica que es la difusión del mensaje cristiano y ganar almas al cielo con respeto de la independencia de cada uno. En eso estamos y el Santo Padre y nosotros tenemos una relación muy cercana. Estamos tratando de construir una posición común.
¿Cuál es el ambiente que se vive en Vaticano con el nuevo Papa?
Hay una efervescencia del catolicismo. El Papa Francisco tiene un año de haber sido elegido y está cubriendo la Iglesia con un mensaje renovado y esperanzador. Eso se nota en la Plaza de San Pedro. Francisco se pasea en el papamóvil, todos lo quieren ver, tocar y es una sensación de un cristianismo renovado y que avanza.
El Papa ha mostrado una gran apertura a la Teología de la Liberación…
La Teología de la Liberación, que ha llevado adelante Gustavo Gutiérrez como uno de los grandes pioneros, es una teología plenamente católica. Ha habido sectores conservadores que han tratado de desmerecerla y ponerlo a él al margen de la Iglesia. Esto nunca ha sido así formalmente. Hay documentos de la Congregación para la Doctrina de la Fe (cuando el papa Benedicto XVI era todavía cardenal Ratzinger). Él dice que la Teología de la Liberación y el padre Gutiérrez son plenamente católicos. Eso ha sido discutido y contestado por gente que tiene una visión distinta de las cosas.
Y el padre Gutiérrez ha sido recibido en Vaticano…
He estado el martes pasado en el Vaticano, con el cardenal Óscar Rodríguez Maradiaga, que es el presidente del grupo de ocho cardenales que está reformando la Iglesia, con el cardenal Müller, que es el presidente de la Congregación para la Doctrina de la Fe, y con el padre Gutiérrez. Ellos tres han hablado de un libro en común: Povera per i poveri. La missione della Chiesa (Pobre para los pobres. La misión de la Iglesia) donde escriben Müller y Gutiérrez y el prólogo es del Papa Francisco. Esta es una manifestación de que Gustavo Gutiérrez estuvo y está dentro de la Iglesia Católica. Eso es un orgullo para nosotros. Cuando el padre Lombardi, que es el vocero de Vaticano presentó a los tres que hablaban (Rodríguez Maradiaga, Müller y Gutiérrez), dijo lo que los une es que los dos cardenales son doctores Honoris Causa de la PUCP y el padre Gutiérrez es profesor. Allí ellos han tenido un diálogo fructífero para la iglesia.
Algunos sectores hablan sobre una “universidad rebelde”, pero el hecho de que usted haya sido invitado por Vaticano en su calidad de rector de la PUCP significa que el vínculo está vigente.
El vínculo de la PUCP con el Vaticano está presente y está fuerte. Yo he sido recibido como rector de esta universidad y trabajo para acercar a la universidad a la jerarquía de la Iglesia y ellos trabajan para acercar a la jerarquía de la Iglesia a la Universidad. Puedo decir que la relación de la Universidad con el Vaticano es buena. Eso hará a la larga que esto se solucione.
Fuente: PuntoEdu.
El rector de la ex Pontificia Universidad Católica del Perú, Marcial Rubio, habla al Vatican Insider en Roma sobre el futuro del contencioso abierto entre la Santa Sede y esa casa de estudios
Por Andrés Beltramo Álvarez- Vatican Insider
La Universidad de Perú, ex Católica y Pontificia, guarda prudencia. No parecen existir señales que indiquen un pronto desbloqueo del contencioso que esa casa de estudios mantiene con la Santa Sede. La situación se mantiene empantanada, no obstante el cambio de pontificado y la elección del Papa latinoamericano. Así lo confirmó al Vatican Insider el rector, Marcial Rubio, quien viajó a Roma para asistir a la creación cardenalicia de Gerhard Ludwig Müller.
“Creo que el Papa Francisco tiene un mensaje renovado, más a tono con la realidad de los países del fin del mundo pero en relación a la universidad yo guardaría prudencia y vería cómo evoluciona el caso”, dijo Rubio entrevistado a unos pasos de la Plaza de San Pedro.
Momentos antes había saludado -frente al Aula Pablo VI de la Santa Sede- a Müller, prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe y doctor “honoris causa” de la ex PUCP, quien estaba acompañado por el cardenal Zenon Grocholewski, prefecto de la Congregación para la Educación Católica.
Según el rector ese centro educativo “sigue fiel a sus principios católicos” y reveló que “se están tratando de buscar soluciones en El Vaticano”. “Son situaciones complicadas y largas pero creo que vamos a tener una solución a largo plazo finalmente”, precisó.
Es decir, no se ven soluciones posibles a corto plazo. Actualmente la institución peruana vive una realidad paradójica. Sus directivos sostienen que continúa manteniendo su condición de católica, pero desde julio de 2012 un decreto papal le prohíbe utilizar públicamente sus títulos de Pontificia y Católica. Una sanción aplicada por la constante negativa de la Asamblea Universitaria a modificar los propios estatutos para adherir a la constitución apostólica “Ex Corde Ecclesiae”, el documento que rige a todas las universidades de la Iglesia en el mundo.
Desde diciembre de ese mismo año y como consecuencia del decreto, en el claustro ningún profesor está habilitado a impartir lecciones oficiales de teología católica. Una determinación del gran canciller y arzobispo de Lima, Juan Luis Cipriani Thorne, cuya autoridad no es reconocida ni por el rector, ni por el resto de las autoridades.
Por lo pronto el rector Rubio sostuvo que su posición no ha cambiado: “Nosotros creemos que estamos dentro de la ‘Ex Corde Ecclesiae’ y dentro de los mandatos de la Santa Sede para con las universidades católicas. Creemos que tenemos un espíritu cristiano y lo hacemos bien. Las discrepancias son discrepancias que no tienen una explicación razonable en términos de dogmática y aún de derecho canónico. Eso pensamos nosotros. Lo que pasa es que la intervención del arzobispo de Lima tiene una posición muy especial con respecto a nosotros. Pero Dios es muy potente y siempre arregla todo”.
Aún así las señales del Vaticano dejan poco espacio al optimismo. A comienzos del actual pontificado el prefecto Müller sometió en varias ocasiones el problema al Papa Francisco y obtuvo una inicial “luz verde” para convocar una nueva “asamblea interdicasterial”, una reunión con jefes de varios organismos de la Santa Sede para tratar el tema. Esa reunión debía llevarse a cabo a finales de octubre, pero unas horas antes de que pudiese celebrarse una nota de la Secretaría de Estado anuló todo, posponiendo cualquier debate al respecto, al menos por el momento. Un episodio que frustró cualquier próximo cambio de situación.
Luego, el 13 de febrero pasado, el mismo pontífice defendió la “fidelidad valiente e innovadora” de las instituciones educativas católicas a su identidad religiosa. “Los jóvenes necesitan educación de calidad y de igual modo valores, no solo enunciados, sino atestiguados. La coherencia es un factor indispensable en la educación de los jóvenes. ¡Coherencia! No se puede hacer crecer, no se puede educar sin coherencia: coherencia, testimonio”, añadió.
En el discurso que pronunció, ante los participantes en la asamblea plenaria de la congregación vaticana para la Educación, subrayó también que en el 2015 se celebrará el 25 aniversario de la “Ex Corde Ecclesiae”. ¿Se arriesgarán las partes a llegar a esa fecha con la universidad católica más importante de Sudamérica al margen de las directivas de esa constitución?
El escenario por ahora permanece bloqueado. Así pareció confirmarlo al Vatican Insider el prefecto Müller: “Esperemos que venga una solución porque la situación es lamentable, muchos estudiantes no pueden terminar sus estudios con estas circunstancias. Todo ha sido dicho al respecto, no queremos perder esta universidad, cuando existen problemas debemos solucionar estos problemas y no cerrar con todo. Veremos”.