Reino de Dios

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Santo Evangelio

Por Antonio Elduayen Jiménez CM
Teniendo el Reino de Dios, que el Padre nos ha dado, ¿qué más necesitamos? Es lo que Jesús nos dice al comienzo del evangelio de hoy (Lc 12, 32-48). Jesús llama cariñosamente “pequeño rebaño”  al grupo de sus discípulos, pues los ve (nos ve) como un rebaño pequeño e indefenso ante  el mundo. Pero no tienen (no tenemos) por qué temer. Hay que temer sólo a quien tiene poder para echar al infierno, no a los que sólo matan el cuerpo y después ya no pueden hacer nada más… (Lc 12, 4-5). Por el contrario, tienen (tenemos) que estar animosos, pues al Padre Dios le ha parecido bien darnos su  Reino. ¿Qué más necesitan?, dice Jesús y añade: Vendan sus bienes y den limosnas…
Lo que sigue en el evangelio tiene que ver con este Reino, que el Padre nos ha dado. El primer párrafo (Lc 12, 33-34) aclara lo de la primacía del Reino de Dios: es lo máximo, pero no nos pide que nos quedemos sin nada, como hizo aquella primera comunidad de Jerusalem (Hech 2,44 s), que después lo pasó tan mal. El párrafo cierra con una frase que debe hacernos pensar: donde tienes tu tesoro, allí está tu corazón, (= dime lo que amas y te diré quién eres). Vienen después tres parábolas que nos describen nuestra actitud para con el Reino. La parábola de la boda (Lc 12, 35-38)  nos invita a vivir en activa espera; la del ladrón (Lc 12, 39-40), a no dejar que nos arrebaten el Reino; y la del administrador (Lc 12, 42-48), a cuidar las personas y cosas con fidelidad y solicitud.
Con matices distintos (estar alertas, preparados, y ser solícitos y fieles), las tres parábolas son una exhortación a la vigilancia ante lo imprevisible. La espera activa que Jesús nos pide, implica estar siempre vigilantes y constructivos, para que cuando el Señor venga nos encuentre “despiertos”.  ¡Cuán lejos de la actitud de quienes simplemente se sientan a esperar, a ver cuándo el Reino de Dios llega! Lo que se nos pide es: apresurar y hasta anticipar su venida, haciendo que los valores del Reino (paz, unión, amor, bienestar, libertad…), sean ya una realidad, aquí y ahora.
Sin duda, la parábola del administrador fiel y solícito es la más elaborada y, de alguna manera incluye a las dos primeras. Huelga comentarla, pero sí les invito a releer sus dos conclusiones (Lc 12, 47 y 48), de las cuales copio la última: a quien se le dio mucho se le exigirá mucho; y a quien se le encomendó mucho se le pedirá mucho más. Es cierto, pero también lo es que recibirá un gran reconocimiento y premio (Mt 15, 21).

Cardenal Kung

Song Wanjun
La policía china necesitó movilizar a diez agentes para detener a un cura pacífico y desarmado, el padre Song Wanjun, que conducía su auto a las 4 de la madrugada el pasado 7 de agosto en el distrito de Qiaodong, al norte del país, donde hay más población católica y donde se dan más detenciones de clérigos católicos.
El exagerado dispositivo de la policía china para capturar a un hombre desarmado y nada peligroso probablemente se debe a que ya antes este sacerdote se les había escapado en anteriores intentos por detenerle.
Escapar del control estatal
El padre Song Wanjun pertenece a la diócesis de Xiwanzi, pero no al clero registrado en la asociación patriótica (controlada por el partido único) sino que es un sacerdote no oficial o clandestino, es decir, fiel al Papa y sin control estatal.
El padre Song Wanjun, de 39 años, fue ordenado sacerdote hace 11 años. Según explica la agencia AsiaNews, durante años llevó a cabo su misión pastoral en la provincia de Zhangbei, aunque sus superiores después le habían asignado durante un tiempo en la de Chongli.
La noticia de su arresto fue confirmado por la Fundación Cardenal Kung, con sede en los Estados Unidos, especializada en el apoyo a los católicos perseguidos por el régimen chino.
No se sabe dónde está retenido el padre Wanjun ni de qué se le acusa en concreto.
Persecución en el norte de China
En los últimos años, el gobierno chino ha golpeado con fuerza a los católicos del norte de China. Muchos sacerdotes y obispos han sido arrestados o puestos bajo arresto domiciliario, y obligados a someterse a “sesiones de estudio” para convencerlos de que se unan a la asociación patriótica “católica”, controlada por el Partido.
AsiaNews recuerda algunos casos recientes:
– el obispo Yao Ling, arrestado hasta su fallecimiento
– el padre Li Huisheng, condenado a 7 años de prisión
– el padre Wang Zhong, condenado a 3 años
– el obispo James Su Zhimin, anciano de casi 82 ​​años, obispo de Baoding (Hebei), arrestado por la policía el 8 de octubre de 1997. Nadie sabe de qué se le acusa, o si se ha producido un proceso, ni su lugar de detención. Unos parientes le vieron por última vez en 2003.
– el obispo Cosme Shi Enxiang, anciano de 92 años, obispo de Yixian (Hebei), detenido el 13 de abril de 2001 y del que la Policía china no da noticia alguna.
Miles de católicos clandestinos
La zona de Hebei tiene una fuerte presencia católica. Se calcula que tan solo en la diócesis de Baoding hay al menos 50,000 católicos clandestinos, pastoreados por 120 sacerdotes (entre “oficiales” y “subterráneos”).
Según fuentes de la Agencia Fides, en los últimos 20 años por lo menos 20 sacerdotes católicos de la resistencia zona de Zhangjiakou (Hebei), en la diócesis de Xuanhua y Xiwanzi, fueron torturados y o duramente presionados para “persuadirlos” de unirse a la iglesia “patriótica”, controlada por las autoridades civiles.
Fuente: Asia News.

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