Juan Gualberto Guevara y Cuba fue el XXIX Arzobispo de Lima y Primer Cardenal del Perú. Mantuvo el prestigio de la Iglesia Católica frente a los cambios sociales y políticos de la década del cincuenta en el Perú.
Hijo de Don Simón Guevara y de Doña Eulogia Cuba. Nació en la ciudad de Vítor- Arequipa, el 12 de julio de 1882. Inició sus estudios en el colegio de los padres lazaristas dirigido por Hipólito Duhamel, teniendo como profesor al futuro arzobispo de Lima Emilio Lissón. La educación que allí recibió fue determinante para que orientara su vocación religiosa.
Sus estudios religiosos los hizo en el Seminario de San Jerónimo, recibiendo las órdenes menores de subdiaconado y diaconado de manos del obispo Manuel Segundo Ballón. Fue ordenado presbítero en Puno, el 2 de junio de 1906 por el obispo Ismael Puirredón, y empezó a ejercer su ministerio como vicepárroco y capellán de Yura.
Pasó a ser vicepárroco de Arica, cargo que ejerció entre 1906-1910. En Tacna, ciudad peruana ocupada por los chilenos, demostró su patriotismo al ayudar a los sacerdotes peruanos expulsados a salvar libros parroquiales que ayudarían en la preparación del plebiscito que decidiría si la provincia permanecería en poder de Chile, plebiscito que nunca se realizó. Las autoridades chilenas lo expulsaron de Arica y pasó entonces a regentar la parroquia de Vítor.
En 1912 ingresó a la Universidad de Arequipa, y se graduó de bachiller en letras. También se desempeñó como Vicerrector del Seminario de Arequipa en 1914, Subdirector del periódico católico “El Deber” en 1916 y Sacristán en la Catedral de Arequipa entre 1916-1920.
En 1920 viajó a la ciudad de Roma y en la Universidad Gregoriana optó el grado de Doctor en Derecho Canónico en 1922. De regreso al Perú, asumió la dirección de “El Deber” en 1923 (cargo que ejerció por más de veinte años), y se incorporó a la plana docente del Instituto Arévalo. Canónigo del cabildo diocesano (1927), en 1930 fue promovido a la dignidad de IX tesorero. Ese mismo año fue designado capellán del colegio de los Sagrados Corazones de Arequipa y al año siguiente dirigió la Acción Social Católica arequipeña.
Luego de haber sido honrado con el título de prelado doméstico de Su Santidad, fue preconizado para ocupar la vacante sede diocesana de Trujillo, por fallecimiento del obispo Carlos García Irigoyen. Consagrado obispo de Trujillo el 2 de marzo de 1940, el 23 de mayo de 1943 fue elevado a la dignidad arzobispal. Entre las acciones que realizó se hallan una exhaustiva visita por el extenso ámbito de su jurisdicción hasta Pataz; la separación del colegio de externos del local del seminario; la celebración en Trujillo del Tercer Congreso Eucarístico Nacional (27 al 31 de octubre de 1943) y la coronación canónica de la Virgen de la Puerta de Otuzco (1944).
Todo ello le valió el reconocimiento de la alta jerarquía eclesiástica. El Papa Pío XII ordenó su nombramiento como Arzobispo de Lima el 16 de diciembre de 1945. Recibió asimismo los títulos de Primado del Perú y Vicario General Castrense.
Primer Cardenal del Perú
Casi al finalizar dicho año de 1945 le fue anunciada su promoción a Cardenal de la Santa Iglesia Romana, que por primera vez en 400 años recaía en un prelado peruano. El 11 de enero de 1946 tomó posesión de la arquidiócesis de Lima por intermedio de un delegado, ya que debió viajar de urgencia a Roma a recibir el capelo cardenalicio. En esta ciudad se le confirió la dignidad cardenalicia con fecha 18 de febrero y el 28 de abril tomó posesión personalmente de su cargo, habiéndosele asignado el título presbiterial de San Eusebio y como miembro de la Reverenda Fábrica de San Pedro y de las Sagradas Congregaciones de Ritos y de la Iglesia Oriental.
El 8 de mayo de 1946 accedió al cargo de Segundo Gran Canciller de la Pontificia Universidad Católica del Perú.
El Cardenal Juan Gualberto Guevara tuvo por obispo auxiliar a monseñor Federico Pérez Silva CM, pero más tarde éste fue trasladado a Piura y su cargo fue ocupado por Juan Landázuri Ricketts OFM.
Suprimida la ley sobre la previa autorización del gobierno que tenían que solicitar los arzobispos y obispos para poder viajar fuera de sus jurisdicciones eclesiásticas, visitó diversas parroquias de la costa de su sede limense y fue legado papal a latere ante el Congreso de Sucre (Bolivia) y ante el cuarto Congreso Eucarístico Nacional de Cusco (1949). Brindó un permanente y decisivo apoyo a la Acción Católica Peruana, organización laica nacida años antes con el Primer Congreso Eucarístico Nacional (1935) y que trabajaba por dotar de contenido cristiano a la familia y las instituciones. Presidió cinco asambleas episcopales.
Se preocupó del buen funcionamiento del Seminario mayor de Santo Toribio, impulsando las vocaciones sacerdotales, y gracias a ello, durante su gestión logró un significativo aumento en el número de seminaristas. Proyectó también crear la Casa del Sacerdote, con el fin de brindar cómoda pensión a los que viajaban a Lima.
Disciplinadamente dedicado a los deberes de su gobierno, el cardenal Guevara mereció diversas condecoraciones tales como la Gran Cruz de Honor y Devoción de la Soberana y Militar Orden de Malta, Gran Cruz de la Orden del Sol del Perú, Gran Cruz de la Orden del Cóndor de los Andes de Bolivia, Gran Cruz de la Orden del Mérito de Bernardo O’Higgins de Chile, Gran Cruz de Isabel la Católica de España y Gran Cruz de la Ordem do Cruceiro do Sul del Brasil.
Falleció en la ciudad de Lima víctima de cáncer el 26 de noviembre de 1954, en vísperas de celebrarse el V Congreso Eucarístico Nacional y Mariano del Perú, que había diligentemente preparado y convocado y que fue presidido por el cardenal Federico Tedeschini. Sus restos reposan en la cripta de la Catedral de Lima. Fue sucedido por Juan Landázuri Ricketts OFM.
Fuente: Wikipedia.