Archivo de la categoría: Ecología

Cambio Climático Biodiversidad Reforestación

Clima estratégico

[Visto: 574 veces]

Por Coronel FAP (r) y meteorólogo de Organización Meteorológica Mundial (OMM) – Diario Correo.
Y ahora que las condiciones de lluvia para este verano van a ser normales, después de tantos años de incertidumbre, ¿qué van a decir los “niñologos”?, ¿qué hay Niño neutro? Son capaces.
La estación de lluvias va a estar dentro de lo normal, por lo tanto debemos estar preparados para recibirlas y no esperar ver en la TV a gente explicando técnicamente lo que ya ocurrió, como son los trasvases en la sierra de Lima o las crecidas de los ríos de las cuencas medias y bajas de la costa norte. No se dejen sorprender con personas que digan que se viene algo inusual. Por eso se pierden grandes inversiones.
Lo más importante de estos eventos es dejar de bautizarlos, rebautizarlos y entrar en controversias solo por su clasificación, y prevenir con antelación prudencial (que es lo difícil) hasta llegar a la vigilancia del día a día, para así transformar los desastres naturales en beneficios. Solo depende de nosotros adaptarnos al clima, nunca esperemos lo contrario.
El planeamiento presupuestal del país, incluyendo al clima, debe ser básico para una nación que cuenta con casi todos los climas del mundo. Lamentablemente, nuestras autoridades que solicitan sus presupuestos, no toman en cuenta tan importante punto de análisis.
Se podría ahorrar vidas, tiempo y recursos sabiendo el comportamiento del clima del próximo año. Por ejemplo, para la distribución de las vacunas, los horarios de las clases en las zonas altas evitando el intenso frío, la extracción minera, el turismo y el transporte de alimentos con menor riesgo de accidentes. Solo basta decisión y una línea base para compararlo, partiendo desde una vigilancia estratégica del clima.

Pedro y el lobo

[Visto: 470 veces]

Por Coronel FAP (r) y meteorólogo de Organización Meteorológica Mundial (OMM) – Diario Correo.
Érase una vez un joven pastor llamado Pedro que cuidaba a sus ovejas (llamadas economía, salud, educación entre muchas). Cada mañana las sacaba a pastar. Pedro se sentaba en una roca y las vigilaba muy atento para que ninguna se extraviara.
Un día, justo antes del atardecer, estaba aburrido y se le ocurrió una idea para divertirse un poco: gastarle una broma al pueblo. Subió a una pequeña colina que estaba a unos metros de donde se encontraba el ganado y comenzó a gritar:
– ¡Socorro! ¡Viene el fenómeno El Niño!
La población y los empresarios se sobresaltaron al oír esos gritos y salieron corriendo en ayuda de Pedro. Cuando llegaron encontraron al chico riéndose.
– ¡Ja, ja! ¡No hay ningún fenómeno El Niño!
Las empresas que no invertían ante el temor y el pueblo con incertidumbre, se dieron media vuelta.
Al día siguiente, subió a la misma colina y cuando estaba en lo más alto, comenzó a gritar otra vez, causando la indignación de la población. Nunca vino el fenómeno El Niño.
Pero cuando llegó la estación de lluvias normales, Pedro se frotó los ojos y vio huaicos, inundaciones y cierres de carreteras que no se advirtieron por la incertidumbre que se sembró, y no se invirtió. Así las cosas, el lobo se comió a tres de sus ovejas (economía, salud y educación), sin que él pudiera evitarlo. Si a esto le sumamos más lobos como la pandemia, la nueva gestión y la inseguridad, la cosa se agrava.
Bienvenido al mundo del clima y las decisiones fáciles, donde por creer al primero que se acerca con historias sin sustento científico, se puede causar pérdidas enormes. Las entidades técnicas del Estado tienen que asumir su rol y ayuda a Pedro a saber si de verdad viene El Niño, o no. De lo contrario todos estarán felices, menos el pueblo.

El papa Francisco intercambia regalos con John Kerry, enviado presidencial especial de Estados Unidos para el clima, en el Vaticano el 15 de mayo de 2021 (Foto CNS/Vatican Media).

Papa Francisco no visitará Escocia

Por Blanca Ruiz- ACI Prensa.
El Papa Francisco no participará en la Conferencia sobre el Cambio Climático de las Naciones Unidas, que tendrá lugar en Glasgow (Escocia) del 1 al 12 de noviembre de 2021, según informa Scottish Conference Media Office.
El pasado mes de mayo, John Kerry, enviado especial para el clima de Joe Biden, presidente de Estados Unidos, durante su visita al Vaticano aseguró que el Papa tenía la intención de asistir a la Conferencia sobre el Cambio Climático en Glasgow.
Kerry se encontró con el Papa Francisco en privado el pasado 15 de mayo. En un vídeo difundido por el Vaticano, se podía escuchar cómo Kerry decía a los miembros de su equipo, “el primer día, él estará allí con los jefes de Estado”.
Está previsto que los días 1 y 2 de noviembre, poco después del inicio de la Conferencia sobre el Cambio Climático, tenga lugar una cumbre de líderes mundiales.
El pasado mes, el Vaticano anunció sus planes de apoyar un evento en el que se unirán científicos y líderes religiosos del mundo previo a la COP26.
“Fe y Ciencia: Hacia COP26” tendrá lugar el 4 de octubre en el Vaticano. Este evento está organizado por las embajadas de Reino Unido e Italia ante la Santa Sede.
En una rueda de prensa que tuvo lugar el pasado 17 de junio, el Arzobispo Paul Gallagher, Secretario de la Santa Sede para las Relaciones con los Estados, aseguró que era “muy probable” que el Papa Francisco participe en el encuentro de octubre, dado su compromiso con el cambio climático.
El Vaticano no ha hecho una declaración oficial aún sobre el viaje del Papa a Glasgow en noviembre.
“Los Obispos de Escocia expresan su apoyo en oración para la recuperación del Papa Francisco”, aseguró el portavoz.

El niño caviar

[Visto: 743 veces]

Por Coronel FAP (r) y meteorólogo de Organización Meteorológica Mundial (OMM) – Diario Correo.
Estamos acostumbrados a escuchar diversidad de términos sobre nuestra estación de lluvias desde hace años (“Niño Modoki”, “Andino”, “Costero”, “Godzila”, “Canónico”, etc).
Lo lamentable es que muchos de ellos son propuestos sin reconocimiento científico internacional, así traten de forzarlos.
Desde los noventa, comenzaron a enquistarse en nuestra realidad estos diferentes “niños” y “niñas”. Muchos de sus inventores también proponían soluciones de prevención que nunca resultaron, con lo que generaron grandes gastos de dinero en estudios y asesorías, sin lograr los objetivos de mitigar y de adaptarnos a los efectos de las lluvias como los países vecinos.
Qué casualidad que la gran variedad de términos acuñados al fenómeno El Niño nacieron en los años noventa después del real Niño del 1997-1998, tiempo en el que nace también el comportamiento político de algunos consistente en cobrarle al Estado por asesorías y estudios poco útiles. Son los que posteriormente se identificaron como “caviares”. Son los que generaron y generan permanente preocupación de la población para luego ellos ser los “salvadores”. Son los que cada año crean el “Niño caviar”, que tienen poco sustento en la realidad científica.
Este año el “Niño caviar” viene más “fuerte” aún, porque a pesar que no vamos a tener un evento tan poderoso como el del 97, ya está generando un escenario favorable para sus creadores, valiéndose de la precariedad del nuevo gobierno y del poco tiempo de respuesta que va a existir de julio a diciembre, lo que sin duda generará las típicas y famosas declaraciones de emergencias que solo apagarán el incendio, pero con costos superiores para que al siguiente año repitamos el plato.
Ya se estudió y asesoró mucho. Con vigilancia 24/7, trabajo conjunto y conocimiento nacional, el “Niño caviar” creado por los consultores poco profesionales, debería dejar de existir.

Datos dudosos

[Visto: 589 veces]

Por Coronel FAP (r) y meteorólogo de Organización Meteorológica Mundial (OMM) – Diario Correo.
En aviación utilizamos la frase “la duda mata” en relación a la rapidez del vuelo y la toma de decisiones a fin de evitar accidentes. Por ello la importancia de la meteorología, por estudiar la atmósfera donde se desarrolla.
Peor aún en la vida diaria, es crear la duda queriendo figurar, asustando y retrasando cualquier proyecto, todo para quedar como un “campeón”, no sin antes autodenominarte “científico” porque suena bien.
Tomando como ejemplo el evento ocurrido hace unos días con rayos y truenos sobre Lima, pocos o nadie me podría desmentirme si digo –de manera falsa– que es un suceso causado por la limpieza de la atmosfera debido a la menor emisión de contaminantes a raíz de la inmovilización del planeta por el COVID-19.
Demoraría en ser refutado porque el hecho no está registrado, pero ya sembré la duda y cuando me llamen los medios les cuento que tengo mucho conocimiento, y con mucha noticia gaseosa de otros países, la hago.
La realidad es que este evento ya ha sucedido en Lima, aunque lamentablemente no ha sido registrado de manera técnica. Por eso causó gran preocupación en la población y fue posible que nos vendan gato por liebre.
Existen otras actividades sociales con datos insuficientes, como ciertas encuestas privadas que son dirigidas de acuerdo a los intereses de pocos, pero logran la incertidumbre de muchos.
También entiendo que es difícil pronosticar el clima de Lima por las diminutas diferencias físicas atmosféricas entre una niebla, neblina o llovizna. Pero sabemos que mientras más grande son los fenómenos meteorológicos son más fáciles de pronosticar, como huracanes, friajes y tormentas.
La base de datos sólida y validada es importante para poder refutar a los improvisados y evitar que los que no trabajan, nos metan el cuento después que paso el evento. Sin buenos datos primarios, las estadísticas y probabilidades son manejables por quienes no opinan con rigor científico.

Crudo verano

[Visto: 474 veces]

Por Coronel FAP y meteorólogo de Organización Meteorológica Mundial (OMM) – Diario Correo.
Este verano lo están asociando (otra vez) con un evento Niña, lo cual está lejos de la realidad. Pretenden, sin querer o queriendo, llegar a una conclusión falsa y eso hace que la ciencia en el país se desvirtúe solo por tratar de bautizar algo que ya lo padecemos hace años. Esto muestra egoísmo y afán por quedar en la historia, otros lo hacen por captar dinero. El problema es que nos pueden hacer perder millones de soles.
El año 2016 se anunció una hecatombe, más grande que la de los Niños 82-98. El país dejó de invertir miles de millones… y no pasó nada. Al año siguiente no se advirtió ni una lluvia, se invirtió y apareció un fenómeno recurrente que destruyó el norte del país, que hasta ahora no nos recuperamos. Ese desastre lo bautizaron como Niño Costero. Le echaron la culpa a la ciencia y al cambio climático. Hubo cientos de muertos, miles de damnificados y millones de pérdidas que hasta hoy se están pagando. Sin embargo, responsables ni uno.
Este verano la interacción entre la atmósfera y la Corriente Peruana (poco investigada) que transporta aguas frías, sumado al importante aporte de humedad de la amazonia (poco investigada también), hace que esta estación de lluvias sea ligeramente superior a lo normal.
De haber hecho vigilancia, la pudimos aprovechar y no sufrir las consecuencias que se nos vienen por solo estar preocupándonos por el aporte de la corriente El Niño que, da la casualidad, es monitoreada por la comunidad internacional con fuertes inversiones. Hoy tenemos a muchos científicos asistiendo a eventos internacionales e inclusive recibiendo pagos por su investigación. Han encontrado una excelente fuente de trabajo, lo que estaría muy bien si no pusieran en riesgo al país. Con sus pronósticos no tan certeros alguien está ganando. El Perú no.

Chinchero al juez

[Visto: 515 veces]

2019. Primera remoción de tierras en Chinchero durante el gobierno de Vizcarra. Entre el MTC y Cultura había una pugna sorda que no trascendió.

Por Ricardo Uceda- Diario La República.
Grupo civil pide al Poder Judicial parar las obras del nuevo aeropuerto del Cusco. Aduce grave daño patrimonial y ambiental. Un proyecto de PPK, Vizcarra y Sagasti. El Estado vuelve a demostrar ineptitud.
La Unión Ciudadana por la Defensa y la Valoración del Patrimonio Cultural y del Ambiente, presidida por el ingeniero Marc Zeisser, ha presentado dos acciones de amparo ante juzgados del Cusco para obtener una orden que detenga la remoción de tierras previa a la construcción del aeropuerto de Chinchero. El proyecto, que debiera culminar en 2024, tuvo tropiezos desde el comienzo. En 2016 el viceministro de Transportes Martín Vizcarra renunció para evitar ser interpelado por autorizar una adenda al contrato de concesión que aliviaba la carga financiera de Kuntur, el operador de entonces. Cuando Vizcarra fue presidente reimpulsó la obra, pero sin observar protocolos indispensables para preservar el patrimonio cultural.
El expediente preparado por Proinversión no contaba con un Certificado de Inexistencia de Recursos Arqueológicos (CIRA) en la zona donde se levantaría el aeropuerto. Es necesario para un proyecto de su tipo. Cuando se anunciaron los trabajos surgió un movimiento de oposición por presuntos daños a la riqueza monumental del Valle Sagrado de los Incas. En 2019 la UNESCO solicitó al gobierno peruano un Estudio de Impacto Patrimonial (EIP) del que hasta el momento no hay noticia.
Las demandas
Una de las demandas, presentada por Zeisser ante un juez civil de Urubamba, denuncia un alto riesgo hidrológico. El aeropuerto, sostiene, afectará gravemente el ecosistema de cuatro microcuencas, por ubicarse entre un acuífero y dos lagunas, una de las cuales abastece de agua a Cusco. Quinientas hectáreas serían impermeabilizadas, cambiando el régimen hídrico de toda la zona. Una prueba ofrecida es un informe de los expertos de las empresas coreanas que brindan asistencia técnica al proyecto. Luego de revisar el Estudio de Impacto Ambiental, dijeron que era solo conceptual, y que se requieren evaluaciones y medidas para mitigar los efectos hidrológicos.
La segunda demanda, ante un juez civil de la Corte Superior del Cusco, se centra en la falta de informes que demuestren la no afectación de la riqueza patrimonial. El texto describe antecedentes históricos y arqueológicos, señala la importancia de mantener uno de los paisajes culturales más importantes del Perú, y remite a la opinión de un amplio sector de especialistas e historiadores del arte, de múltiples nacionalidades, que objetaron la construcción del aeropuerto. Destaca en particular la ausencia del EIP solicitado por la UNESCO para determinar los riesgos sobre Machu Picchu, los Caminos Incas y la ciudad del Cusco, tres sitios declarados Patrimonio Cultural de la Humanidad.
Estudios necesarios
Uno de los requerimientos para la construcción es una Evaluación de Impacto Arqueológico (EIA). Busca efectos directos. Establece si en el terreno habrá patrimonio afectado, y, si lo hubiera, de qué manera se mitigaría. Diversos especialistas opinan que uno bien hecho demostraría que allí no existen restos relevantes: el campo es salitroso porque fue probablemente un pantano o laguna en la antigüedad, sin presencia de construcciones. El MTC, pese a todo su apuro, nunca lo tuvo, pues el que hizo Proinversión fue insuficiente.
El segundo estudio es el solicitado por la UNESCO. Es de mayor trascendencia porque determinará la afectación indirecta del proyecto sobre la riqueza que es patrimonio mundial. Pese a que un EIP no es legalmente indispensable para que se inicien las obras -además de que la opinión de la UNESCO no es vinculante- hay otros motivos de fuerza para hacerlo. Son inocultables los estragos que el turismo masivo produjo en el patrimonio cultural del Cusco. El nuevo aeropuerto, al intensificarlo, producirá un mayor impacto.
Tiro por la culata
En 2019 se produjo una sorda tensión entre el MTC y Cultura por la renuencia del primero a volver a hacer el EIA, acerca del impacto directo. El ministro Luis Jaime Castillo obtuvo un acuerdo a regañadientes del MTC pero hasta que dejó el ministerio, el primer día de octubre, aún no había sido ordenado. La ministra Sonia Guillén habló con Vizcarra para volver a hacer las cosas bien. El entonces presidente dijo que sí pero es probable que a través del MTC trabajara para que se avanzara con el proceso. Mediante un concurso internacional el MTC seleccionó al gobierno coreano para que brindara asistencia técnica a fin de culminar el proyecto en los plazos previstos. Ahora los coreanos están sobre el caballo.
Después de recibir la carta de la UNESCO el Ministerio de Transportes y Comunicaciones (MTC) encargó un estudio rápido y barato. Así pretendió tener un EIP válido. Luego de un trabajo de campo, el estudio concluyó que habría un considerable deterioro del patrimonio mundial en la zona, incluido Machu Picchu. El tiro salió por la culata. Pero luego se comprobó que el dictamen no estaba bien fundamentado y que las zonas de excavación habían sido insuficientes.
La depredación
El MTC ya tendría una Evaluación de Impacto Arqueológico hecha -aún no se anuncia- indiciaria de que no hay riqueza patrimonial relevante en el terreno de construcción. Falta el de impacto patrimonial (sobre daños indirectos a toda la zona arqueológica). Lo seguro es que cualquier estimación de ese tipo dirá lo evidente: que el aeropuerto aumentará el daño del turismo desmedido. No tanto en Machu Picchu, que al tener una sola entrada permite restringir el ingreso, sino en el paisaje cultural, atrozmente violado por construcciones y comercios que evaden cualquier autoridad nacional, regional o local. Los poblados y zonas de tránsito -Aguas Calientes, Pisac, Ollantaytambo- en muchos sentidos pierden su carácter por la invasión de ambulantes, de centros de tatuajes, de masajistas, de hoteles sin parámetros, etcétera. El paisaje cultural, que antes de la construcción del aeropuerto parecía empobrecerse inexorablemente, ¿cómo empeorará cuando exista? Un juez podría parar todo para examinarlo. Y entonces, tal vez, el problema se convierta en una oportunidad para buscar una solución de fondo.

Seguridad Medio Ambiental

[Visto: 745 veces]

Por Coronel FAP y meteorólogo de Organización Meteorológica Mundial (OMM) – Diario Correo.
El Centro de Altos Estudios Nacionales (CAEN) es el centro de más alto nivel de perfeccionamiento y especialización para el desarrollo, seguridad y defensa nacional. En él podemos discernir y analizar la realidad nacional de diferentes ángulos sociales con toda la libertad que la academia lo permite.
Dentro de ello pude comprender la importancia de la Seguridad Medio Ambiental (SMA), de las nuevas amenazas multidimensionales que afectan no solo a nuestro país y sus diversos actores, sino también al mundo en general.
Estas nuevas amenazas multidimensionales son muy conocidas. Entre ellas están: el narcotráfico, el terrorismo, la tala ilegal y la minería ilegal; y todas ellas afectan de manera directa al medio ambiente.
Estudiar sobre la SMA es un proceso modernizador, tomando en consideración las nuevas perspectivas que alcanza el conflicto contemporáneo. No existen mecanismos nacionales que regulen posibles escenarios de crisis medioambiental, ya sea para el ámbito interno o externo, por lo que resulta gravitante contar con elementos adecuados que por un lado vigilen dichos recursos, y por otro protejan los efectos de eventuales crisis.
Al contar con una sistematización de riesgos para la seguridad del medio ambiente conjunta, sin dejar de lado que la información del Estado es de todos los peruanos, lograremos la identificación de zonas conflictivas para dar así una respuesta rápida.
Para eso se necesita de la vigilancia permanente que solo las FF.AA. pueden hacer por ser parte de sus funciones, todo esto sin generar mayor gasto al Estado debido a su alta calificación, no solo en el uso de las armas, sino en sus capacidades intelectuales.
Por supuesto que tendremos obstáculos, pero lo que más temo es la falta de coordinación interinstitucional, tara que debemos romper para resurgir este bicentenario como una potencia regional. Nuestra historia así lo exige.

Otra vez la gastadera

[Visto: 679 veces]

Por Coronel FAP y meteorólogo de Organización Meteorológica Mundial (OMM) – Diario Correo.
Llegamos al momento climático crucial de todos los años, pero ahora con el COVID-19 encima. Todos nos asustamos por las noticias: lluvias con niño, sin niño, y ahora niña o sin ella, porque la palabra “probable” la usan por inseguridad y porque no se puede probar. Así crean el rentable caos.

Los conocedores se juntan, lanzan pronósticos proponiendo compras nuevas. Asustan, hacen dudar y otros esperan a que la duda crezca, para tomar decisiones; y estas lamentablemente llegarán después del desastre porque las compras de emergencia demoran y el huaico caerá antes. Frente a esto se echarán la culpa entre todos, y para no chocar acusan a quien no puede defenderse mediáticamente: la naturaleza.
Los sabios dirán que estamos cambiando el clima y listo. Los inversionistas no apostarán en sus empresas y después del desastre harán el negocio navideño. Una vez que pase invertirán en la emergencia creada con mínima inversión y mayor lucro, porque hay poco control por calmar la necesidad, y así sucesivamente.
En Navidad es la fecha donde la corriente El Niño se extiende trayendo aguas cálidas del norte y dando un aporte a nuestro verano estacional. Esto, aparte, trae como regalo otros gatillos climáticos que no les brindamos el conocimiento necesario porque lamentablemente no están de moda o no tenemos los medios suficientes para pronosticarlos con calidad y precisión. Por eso solo seguimos a los que dicen afuera y a la corriente El Niño la hacemos leña.
Deberá haber una Navidad que ya no gastemos para el próximo año. Habrá una natividad que ya estemos preparados para vigilar y proteger en unión nacional convirtiendo los desastres en beneficios. No usemos a la meteorología como explicación de lo que ya pasó, usémosla como herramienta de futuro.

Y mientras tanto

[Visto: 867 veces]

Por Coronel FAP y meteorólogo de Organización Meteorológica Mundial (OMM) – Diario Correo.
“Nada escapa a la influencia del tiempo”, reza una famosa frase meteorológica, y como lo hemos estado diciendo en este diario por más de seis años, el clima y su predicción influyen en las actividades de la sociedad y por ende en las familias.
La ciencia está para ayudarnos. Por eso el hombre la crea. Sin embargo, hoy nos confunden. Por un lado tenemos la ciencia, pero por otro está la “convenciencia”, que la “ciencia” que conviene a algunos.
La Corriente de El Niño, fenómenos El Niño, La Niña, Niño internacional, Niño Modoki, Niño Canónico, Niño Godzila y Niño Andino son algunas de las denominaciones que se usan. Hace poco crearon uno más: el Niño Costero. Y ahora dicen que nos amenaza La Nueva Niña Costera. A esto inclúyanles sus categorías: neutro, débil, moderado, fuerte, extraordinario. ¿Cuándo tendremos un verano “normal”?
Ojo que, a nivel internacional, el Estudio Regional Fenómeno El Niño (ERFEN) -del que se desprende el Estudio Nacional Fenómeno El Niño (ENFEN)- no ha sido adoptado estos términos, pese a que su intención era homogenizar información sobre el tema en esta parte del Pacífico.
Cuando la sociedad confundida reacciona y pregunta ¿por qué tantos fenómenos?, suelen decirle que todo es causado por el “calentamiento global” o por “el cambio climático”. Hasta he escuchado decir como excusa que “la ciencia también se equivoca”.
No nos preocupemos por el nombre que tenga. Lo más importante es salvar vidas, aprovechar el agua en su máxima expresión y mitigar con mayor precisión los efectos de la madre naturaleza. Esto es mucho más difícil que bautizar y rebautizar fenómenos, manoseados por algunos que lo que hacen al final es confundir a la sociedad y a los inversionistas. Y no estamos para eso, menos desde el teletrabajo.

Vivir lo nuestro

[Visto: 515 veces]

Por Coronel FAP y meteorólogo de Organización Meteorológica Mundial (OMM) – Diario Correo.
En el hemisferio norte, de donde provienen la mayoría de noticias y estudios realizados al COVID-19 se encuentran en otoño, mientras que nosotros en primavera. Ellos están sufriendo una segunda ola, la cual básicamente se debió a la libertad brindada por las autoridades que se confiaron en el verano.
El clima sí influye en esta pandemia (no como muchos dicen) y dejo de lado los estudios recientes por dos motivos: porque son análisis poco validados por la necesidad de usarlos rápidamente tratando de buscar solución; y porque esos estudios son en su mayoría de otro hemisferio, y no regionalizados a nuestro país.
Nos dice nuestra experiencia y comportamiento, que el peruano de la costa va a querer ir al mar o buscar diversiones fuera de casa porque el sol le da alegría; mientras que la lluvia y los días nublados, en cambio, lo llevan a mantenerse en casa.
Ahora, si a esto le sumamos la cantidad de ciudades que hoy tienen alta carga viral, que normalmente son de la costa norte y centro del país, podríamos predecir un aumento de casos. En cambio, en la sierra y selva, donde lloverá y habrá frío, deberían disminuir los contagios.
Ideal sería tener en cuenta los eventos naturales estacionales y los índices de contagio por región, para así crear un mapa situacional interesante que permita tomar decisiones a nivel local, en lugar de compararnos con lo que sucede en el hemisferio norte, donde las variables son distintas. Es nuestra responsabilidad y hay que hacerlo juntos.