Archivo de la categoría: Antropología de la Religión

Factor religioso como fenómeno humano

Sodalicio atiende víctimas

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El Sodalicio de Vida Cristiana se pronunció nuevamente sobre los casos de abusos sexuales y maltratos cometidos en esa agrupación católica. A través de un video uno de sus representantes indicó las medidas que están tomando para atender a las víctimas.
Rafael Ismodes, director de Integridad y Asistencia de esa organización religiosa, indicó que en ese esfuerzo su Consejo superior tres mecanismos de ayuda:
1. La Comisión de Ética para la Justicia y Reconciliación.
2. La Coordinadora de Integridad y Asistencia a las Víctimas
3. El trabajo directo del Sodalicio.
En el video, Ismodes, afirmó que el Sodalicio reconoce que no acogió debidamente a las personas que denunciaron los abusos y que se están esforzando para corregir los daños ocasionados.
“Reconocemos que aún puede ser insuficiente, como insuficiente ha sido también nuestra forma de comunicarlo. Por eso, queremos contarles con mucha claridad las medidas concretas que estamos tomando”, dice el religioso.
El pasado 5 de abril, el superior general del Sodalicio, Alessandro Moroni, reconoció a través de un mensaje grabado en video que el fundador de la orden, Luis Fernando Figari, cometió abusos y lo declaró persona no grata.
Fuente: Radio Programas del Perú.

200 años de la Diócesis de Chachapoyas

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Por Emiliano Cisneros Martínez OAR- Revista peruana de Historia eclesiástica/2006/N° 9.
Hablar de la diócesis de Maynas o de Chachapoyas exige tratar, siquiera sea brevemente, de las antiguas misiones de Maynas, ya que de su territorio saldrá la diócesis que debería atender todo el mundo de lo que políticamente se llamaba la gobernación de Maynas.
Fueron los padres jesuitas los primeros evangelizadores de esos extensos territorios y lo fueron por muchos años. En 1634 el rey de España autorizaba la fundación y atención de misiones para atender la cristianización de los indígenas que vivían entre los ríos Santiago, Marañón, Huallaga, Ucayali, Napo y Putumayo. De estos tiempos y fruto del trabajo de los jesuitas son las fundaciones de pueblos, tales como Santiago de la Laguna, hoy Lagunas; Nuestra Señora de las Nieves de los Yurimaguas, hoy Yurimaguas; y Logroño, hoy desaparecida.
A esa época pertenecen los famosos misioneros Samuel Fritz y Enrique Richter. El padre Fritz, que misionó el río Marañón, es autor de un completísimo mapa del gran río Marañón, en el que figuran todos los afluentes del Amazonas. El mapa lleva fecha de 1707 y está dedicado al rey Felipe V. El padre Richter, que misionó por las márgenes del Ucayali, dio testimonio de su fe entregando su vida a manos de los indígenas piros que lo mataron a flechazos.
Los jesuitas perseveraron en su difícil empeño hasta 1767, cuando llega la orden del rey Carlos III por la que expulsaba de su reino a todos los jesuitas, interrumpiendo una labor evangelizadora y civilizadora de siglos. Tras su salida, los naturales que habían sido reducidos a civilización, se alejaron de los centros poblados y retornaron a sus soledades. Apenas quedaron unas cuantas familias en Omaguas, Iquitos, Pebas y algún otro lugar. Esta triste situación y el deseo de poner remedio a ella serán las circunstancias que darán pie a la creación de la diócesis de Maynas.
El visitador don Francisco de Requena, en el recorrido que hace a fines del siglo XVIII por el río Amazonas y sus afluentes, pudo constatar el abandono material y espiritual en que habían quedado estas gentes y regiones tras la expulsión de los jesuitas, y en el informe que remite al rey de España propone lo que él entiende puede ser solución a esta situación. Su propuesta pasa por la creación de un obispado en Maynas, que el obispo nombrado pertenezca a los franciscanos de Ocopa y que sean estos religiosos quienes se ocupen de la atención espiritual de estos territorios, así como ya lo venían haciendo en las márgenes del Huallaga y Ucayali. La propuesta de Requena sugería que la comandancia de Maynas ya no dependiera del virreinato de Nueva Granada, sino que fuera anexada al virreinato del Perú.
Atendiendo la sugerencia de Requena, el rey Carlos IV dispuso “por convenir al adelanto espiritual y temporal de las misiones de Maynas y el Ucayali, que el gobierno y comandancia general de Maynas sean dependientes de ese virreinato (del Perú), segregándose del de Santafé todo el territorio que las comprendía, como así otros territorios y misiones colindantes con las propias de Maynas, existentes por los ríos Napo, Putumayo y Yapurá; que todas estas misiones se agreguen al Colegio de Propaganda Fide de Ocopa; el cual actualmente tiene las que están por los ríos Ucayali, Huallaga y otros colaterales, con pueblos en las montañas inmediatas a estos ríos, por ser aquellos misioneros los que más conservan el fervor de su destino”.
En virtud de esta Real Cédula Carlos IV adjudica el virreinato del Perú, en 1802, la comandancia general de Maynas y las misiones de los ríos Napo, Putumayo y Yapurá o Caquetá, gestiona la creación del obispado de Maynas y encarga a los misioneros franciscanos de Ocopa la atención de estas misiones. Un año después, en 1803, el papa Pío VII, atendiendo las instancias del rey, creaba el 28 de mayo la diócesis de Maynas con todos los territorios que abarcaba la comandancia general del mismo nombre. Con ello esperaba fueran mejor evangelizados y atendidos espiritualmente los moradores de estos ríos y montañas, y la autoridad real pretendía adelantar el trabajo de humanización y reducción a civilización de quienes todavía vivían de manera primitiva y con poco o nulo contacto con el mundo exterior.
En 1805 era nombrado quien llegaría a ser el primer obispo de Maynas, el franciscano Hipólito Sánchez Rangel, que en ese tiempo vivía en La Habana. No fue ordenado hasta el 22 de diciembre de 1807, en Quito, y poco después llegaba a la diócesis.
De las dificultades del trabajo que se le había encomendado dan fe estas palabras entresacadas de una carta suya: “Venga el hombre más santo, el más sabio, un genio emprendedor que produzca las invenciones más útiles y más análogas a esta tierra: que pueda y quiera expender en esta obra caudales inmensos, nada hará más de lo que yo he hecho siendo tan pobre en todo”. Permaneció al servicio de la diócesis durante catorce años, hasta 1821; eran los tiempos del proceso libertador. Proclamad la independencia, renuncia al Obispado de Maynas y, posteriormente, es nombrado obispo de Lugo, en España.

Sedes episcopales

La diócesis de Maynas, más tarde llamada de Chachapoyas, por circunstancias históricas y de diverso género, ha cambiado varias veces su sede. La primera fue el pueblo de Jeberos. En los inicios del siglo XIX, cuando se crea la diócesis, Jeberos era uno de los pueblos más importantes de la región de Maynas. El obispo Sánchez Rangel gestionó pronto la incorporación a la diócesis de los pueblos de Lamas y Moyobamba, y en 1812 traslada a esta ciudad la sede episcopal.
El traslado de Moyobamba a Chachapoyas está relacionado con la creación del departamento de Amazonas y el cambio de nombre de la diócesis. Éste se produce el 2 de junio de 1843. En el proyecto gubernativo se piensa que el río Marañón habrá de ser el límite occidental del nuevo departamento, lo que conllevará la inclusión en él de las provincias de Pataz y Chachapoyas, que entonces pertenecían a La Libertad. El mismo gobierno nacional tomará la iniciativa para gestionar la modificación de los límites de la diócesis y el cambio de nombre de la sede. En adelante se llamará Diócesis de Chachapoyas y su sede será la ciudad del mismo nombre.

Límites cambiantes

La gran extensión de los primeros tiempos ha ido recortándose con el paso de los años y la creación de nuevas jurisdicciones eclesiásticas. Aparte los territorios que, tras el proceso independentista pasaron a formar parte de obispados de Ecuador y Colombia, en territorio peruano se han dado las siguientes desmembraciones. En 1900 se crean los vicariatos de Amazonas y Ucayali a los que se les asignan las misiones del Marañón y del Ucayali, que comprendían lo que hoy es el departamento de Loreto y parte de los de Pucallpa y Huánuco. Al crearse en 1908 la diócesis de Cajamarca pasa a depender de ella la provincia liberteña de Pataz, hasta esa fecha parte de la diócesis de Chachapoyas. En 1948 se separa de la diócesis todo el departamento de San Martín, dando lugar a la prelatura de Moyobamba. Y, más tarde, cuando se crea el vicariato de Jaén, formarán parte de él la provincia de Condorcanqui y casi toda la de Bagua, la mitad norte del departamento de Amazonas.

Obispos

Trece han sido los obispos que han regido la diócesis de Maynas o Chachapoyas desde sus orígenes hasta la actualidad.
Como queda reseñado, el primero fue el franciscano Hipólito Sánchez Rangel (1805-1821), quien tuvo que enfrentar las dificultades propias de la enorme misión que se le confió, además de las propias del momento histórico que le tocó vivir: el proceso emancipador que él, ferviente realista, no alcanzó a entender.
Tuvieron que pasar muchos años hasta que se proveyera la silla episcopal de Maynas y fue el piurano José María Arriaga (1840-1849) el designado en 1838. Su ordenación episcopal tendrá lugar en 1840, si bien ya regía la diócesis como gobernador eclesiástico desde 1834. Durante su gobierno se trasladó la sede episcopal a Chachapoyas. Él fue también el fundador del seminario diocesano de Chachapoyas.
El chachapoyano Pedro Ruiz (1853-1862) fue el tercer obispo. Trató de establecer comunicación con tribus indígenas todavía incomunicadas con el mundo exterior y abrir nuevos caminos a la fe y al desarrollo de los pueblos. Para ello fundó la Sociedad de Patriotas de Amazonas. Fruto de su interés y empeño, en 1859 descubre dos grandes ríos, como él dice, desconocidos en las cartas geográficas, a saber, el Cristalino y el Nieva.
A este ilustre chachapoyano le sucedió el franciscano limeño Francisco Solano del Risco (1865-1903), cuyo pontificado es el más largo en la diócesis. Destacó como notable orador y fue grande el servicio que prestó a la Patria en las campañas bélicas de 1879.
Otro franciscano, Santiago Irala (1904-1908), fue el sucesor de monseñor del Risco. El pontificado de este fraile ayacuchano ha sido el más corto; apenas cuatro años. Renunció voluntariamente y se retiró al convento de Ocopa.
En Arequipa nació monseñor Emilio Lissón CM (1909-1918), sexto obispo de Chachapoyas. Durante nueve años rigió la diócesis preocupado por su adelante espiritual y material. Su amplia y profunda preparación la puso al servicio de la diócesis y los méritos contraídos en este servicio le sirvieron para ser promovido a la diócesis primada de Lima, a la que sirvió durante doce años. Desterrado, acabó su vida en España en 1961. Está incoado el proceso diocesano para su beatificación.
A un obispo santo le sucede otro santo: monseñor Octavio Ortiz Arrieta SDB (1921-1958), un hombre cuya memoria sigue viva en el corazón del pueblo hasta en los lugares más apartados, a los que llegó en sucesivas visitas pastorales. Sirvió a la diócesis durante treinta y siete años. Su proceso de beatificación está en Roma, cumplidos ya los trámites diocesanos.
Monseñor José Germán Benavides Morriberón rigió la diócesis en los años 1958-1968. De Chachapoyas fue trasladado a Arequipa como obispo auxiliar.
Los cinco últimos obispos de la diócesis fueron Monseñor Manuel Prado Pérez-Rosas (1970-1976), jesuita, fue promovido de Chachapoyas al arzobispado de Trujillo; Monseñor Antonio de Hornedo Correa, también jesuita, gobernó la diócesis, primero como administrador apostólico (1968-1970) y después como obispo residencial (1977-1991). Le sucedió monseñor Ángel Francisco Simón Piorno (1991-1995), que simultaneó el servicio de Chachapoyas con la administración apostólica de Cajamarca; posteriormente fue trasladado a dicha diócesis. El de monseñor José Ignacio Alemany Grau (1995-2000), redentorista, renunció al gobierno de la diócesis el año 2000. El actual obispo es el agustino recoleto Emiliano Antonio Cisneros Martínez, que inició su servicio como administrador apostólico el año 2000 y fue nombrado obispo residencial en el 2002.
Son, en total, trece los obispos residenciales que han regido los destinos de la diócesis de Maynas o de Chachapoyas desde su creación hasta la fecha en que se cumplen los doscientos años de su creación. El primero y los cuatro últimos han nacido en España; los ocho restantes, en el suelo patrio.
A lo largo de estos dos centurias ha habido períodos de sede vacante; el más largo, sin duda, es el que media entre el primero y el segundo obispos; nada menos que diecinueve años.
Monseñor Otoniel Alcedo Culquicóndor, salesiano, fue obispo auxiliar durante el episcopado de monseñor Ortiz Arrieta, entre los años 1953 y 1958, en que fue promovido a la diócesis de Ayacucho.
Es digno de mención también el clérigo amazonense, que no llegó a ser obispo, pero rigió la diócesis como administrador apostólico en uno de estos períodos: el padre Pablo Visalot, natural de Chisquilla (Bongará); su memoria queda registrada en la historia.
Sirva esta breve reseña como apunte referencial para cuantos se interesan por la historia de la Iglesia en la Diócesis de Chachapoyas.

Sodalicio separa a Figari

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El Sodalicio de Vida Cristiana reconoció culpable de abusos a su fundador, Luis Fernando Figari Rodrigo; pidió perdón por las faltas y delitos de él o de cualquier otro miembro de la organización y anunció una reforma integral de la institución.
El Sodalicio de Vida Cristiana es una sociedad de vida apostólica fundada en el Perú a la que pertenece el director de ACI Prensa, Alejandro Bermúdez.
El encargado de hacer el anuncio fue el Superior General del Sodalicio, Alessandro Moroni, tras más de “cinco meses de oración, reflexión y una dura autocríticas” luego de conocerse las acusaciones contra el fundador por haber cometido abusos físicos, psicológicos y sexuales que actualmente son investigados por el Vaticano.
En el video, Moroni señala que “después de los testimonios recibidos, consideramos al ciudadano Luis Fernando Figari, CULPABLE de los abusos que se le imputan y lo declaramos PERSONA NO GRATA para nuestra organización que deplora y condena totalmente su comportamiento”.
“El Sodalitium reitera a las autoridades del Vaticano el pedido que le hiciéramos personalmente al Papa Francisco en audiencia privada realizada en diciembre pasado para que decrete su inmediata SEPARACIÓN de nuestra comunidad y finalice su insostenible retiro espiritual en nuestras instalaciones”.
En el mensaje también recuerda que el Sodalicio está colaborando con la Santa Sede y la fiscalía en todas las investigaciones que se están realizando.
Moroni pide perdón luego a las víctimas de cualquier tipo de abuso por parte de algún miembro del Sodalicio, a los denunciantes, a los miembros de la familia sodálite y a todos aquellos que participan en sus obras.
El Superior General anunció también “el inicio inmediato de una reforma integral de nuestra organización asumiendo los errores del pasado con miras a construir un nuevo Sodalitium sobre la fortaleza del carisma recibido, su gran familia y sus buenas obras en el Perú y el extranjero”, para lo cual han solicitado la ayuda de un representante del Santo Padre.
“Las autoridades del SCV reconocemos el pecado de no haber reaccionado de manera firme y oportuna y estamos dispuestos a asumir la penitencia que sea necesaria para obtener el perdón de Dios, la Iglesia, nuestra gran familia y de toda la sociedad”, dice Moroni en el video.
“Estamos seguros que con la gracia de Dios, nuestra gran familia prevalecerá y saldrá adelante por encima de los errores de sus autoridades que a partir de hoy están decididas a escribir una nueva historia”, concluye.
Fuente: www.aciprensa.com

Diócesis de Chulucanas

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Monseñor Juan McNabb Conway OSA

Monseñor Juan McNabb Conway OSA, nació en Beloit, Wisconsin el 11 de diciembre de 1925. Hizo votos perpetuos como profeso de la Orden de San Agustín y se ordenó sacerdote el 24 de mayo de 1952. Trabajó como profesor en varias escuelas secundarias patrocinadas por la Comunidad Agustiniana.
Por el año 1964, el 04 de marzo, Su Santidad Pablo VI, crea la Prelatura Nullius de Chulucanas la misma que estaría asistida por el Prelado John C. McNabb Conway, de la Orden de San Agustín, que tendría bajo su jurisdicción eclesiástica las Provincias de Ayabaca, Huancabamba y Morropón.
Monseñor Juan, a pesar de las múltiples dificultades que representaba el no conocer el idioma castellano, se dedicó a trabajar creando diversos movimientos laicales, motivando entre los jóvenes las vocaciones sacerdotales autóctonas y trabajando hombro a hombro con sacerdotes misioneros que siempre le apoyaron. Iniciándose como solía decir “una aventura de Fe”.
Años más tarde, el 17 de junio de 1967 Monseñor Juan es consagrado como Obispo Prelado de Chulucanas, para entonces nuestra Iglesia en formación había avanzado a grandes pasos y se organizan diversas actividades que llevarían el 21 de noviembre de 1975 a la dedicación solamente de la Prelatura a la Sagrada Familia. Creó dos centros de formación cristiana para jóvenes: para varones “Villa la Buena Nueva” en Santo Domingo y para mujeres “Hogar de Nazaret” en Canchaque, que posteriormente fueron trasladados a Chulucanas.
Monseñor Juan, conociendo que nuestro pueblo tenía un sentido muy arraigado de la familia expresado en múltiples detalles y sabiendo que las familias de necesitaban encontrar caminos de renovación interna y de comunión con la Iglesia y el mundo para llegar a ser verdaderas Iglesias domésticas y después de consultar con todos los sacerdotes, religiosas y laicos delegados de todas las parroquias quienes conformaban el Consejo Pastoral, dedicar a la nueva Iglesia Catedral a la Sagrada Familia, quedando el antiguo patrón principal de la Iglesia parroquial del lugar, San Ramón, como patrón del pueblo de Chulucanas.
Es así como el Santo Padre Paulo VI, acogiendo el deseo del Clero y pueblo cristiano de Chulucanas, que el 17 de julio de 1974 y con el Breve Apostólico “Quantun recta confirmatio” declara que la citada Prelatura estaría en adelante bajo el patronazgo de la Sagrada Familia de Nazaret. De este modo, la el Prelado de Chulucanas tendría su cátedra episcopal. En efecto nuestra Iglesia ya tenía su Catedral que sería el centro espiritual de la diócesis y signo de una Iglesia viva que constantemente con las piedras vivas que son los fieles se había edificado y el 04 de agosto de 1984, el Cardenal Juan Landázuri consagra a la nueva Catedral de Chulucanas.
Para entonces la Iglesia había crecido, teníamos sacerdotes autóctonos, religiosas, laicos comprometidos, dedicados a participar activamente en la obra de evangelización y después de 25 años de ardua labor el 12 de diciembre de 1988, Su Santidad Juan Pablo II promueve a la Prelatura a la categoría de Diócesis.
Viendo los sufrimientos de las familias en Huancabamba, Ayabaca y Morropón, durante y después del Fenómeno del Niño, en el año 1983, Monseñor Juan consiguió ayuda de bienhechores para adquirir una avioneta para socorrer a las familias aisladas de nuestra Diócesis. Posteriormente en el año 1986, decidió vender la avioneta y con dicha venta se logró iniciar el nuevo Centro de Pastoral Diocesana “Villa Nazaret”, que es el Centro de Pastoral Evangelizadora de toda la Diócesis hasta el día de hoy.
Ante la proximidad de su jubilación Monseñor Juan, solicita a la Santa Sede el nombramiento de un Obispo Coadjutor que estaría a cargo de la Diócesis al momento en que su jubilación fuera aceptada y el 17 de agosto de 1996, fue ordenado como Obispo Coadjutor Monseñor Daniel Turley Murphy, OSA, sacerdote agustino que durante todo su ministerio trabajó en las distintas parroquias de la Diócesis.
Monseñor Juan trabajó arduamente por nuestra Iglesia Local, preocupándose siempre por la evangelización de los pueblos, porque la Palabra del Padre llegará hasta los lugares más lejanos y apartados de nuestra Diócesis.
Monseñor Juan McNabb OSA falleció el pasado 26 de febrero. Monseñor Daniel Turley OSA viajará a los EEUU y traerá las cenizas del recordado primer obispo de Ayabaca, Huancabamba y Morropón, tal como fue siempre su voluntad.
Fuente: http://radioemmanuelfm.org

Chiapas

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Mensaje del Papa Francisco:

“Li smantal Kajvaltike toj lek – la ley del Señor es perfecta del todo y reconforta el alma, así comenzaba el salmo que hemos escuchado. La ley del Señor es perfecta; y el salmista se encarga de enumerar todo lo que esa ley genera al que la escucha y la sigue: reconforta el alma, hace sabio al sencillo, alegra el corazón, es luz para alumbrar el camino.
“Esa es la ley que el Pueblo de Israel había recibido de mano de Moisés, una ley que ayudaría al Pueblo de Dios a vivir en la libertad a la que habían sido llamados. Ley que quería ser luz para sus pasos y acompañar el peregrinar de su Pueblo. Un Pueblo que había experimentado la esclavitud y el despotismo del Faraón, que había experimentado el sufrimiento y el maltrato hasta que Dios dice basta, hasta que Dios dice: ¡No más! He visto la aflicción, he oído el clamor, he conocido su angustia (cf. Ex 3,9). Y ahí se manifiesta el rostro de nuestro Dios, el rostro del Padre que sufre ante el dolor, el maltrato, la inequidad en la vida de sus hijos; y su Palabra, su ley, se volvía símbolo de libertad, símbolo de alegría, de sabiduría y de luz. Experiencia, realidad que encuentra eco en esa expresión que nace de la sabiduría acuñada en estas tierras desde tiempos lejanos, y que reza en el Popol Vuh de la siguiente manera: El alba sobrevino sobre las tribus juntas. La faz de la tierra fue enseguida saneada por el sol (33). El alba sobrevino para los pueblos que una y otra vez han caminado en las distintas tinieblas de la historia.
“En esta expresión, hay un anhelo de vivir en libertad, hay un anhelo que tiene sabor a tierra prometida donde la opresión, el maltrato y la degradación no sean moneda corriente. En el corazón del hombre y en la memoria de muchos de nuestros pueblos está inscrito el anhelo de una tierra, de un tiempo donde la desvalorización sea superada por la fraternidad, la injusticia sea vencida por la solidaridad y la violencia sea callada por la paz.
“Nuestro Padre no sólo comparte ese anhelo, Él mismo lo ha estimulado y lo estimula al regalarnos a su hijo Jesucristo. En Él encontramos la solidaridad del Padre caminando a nuestro lado. En Él vemos cómo esa ley perfecta toma carne, toma rostro, toma la historia para acompañar y sostener a su Pueblo; se hace Camino, se hace Verdad, se hace Vida, para que las tinieblas no tengan la última palabra y el alba no deje de venir sobre la vida de sus hijos.
De muchas maneras y de muchas formas se ha querido silenciar y callar este anhelo, de muchas maneras han intentado anestesiarnos el alma, de muchas formas han pretendido aletargar y adormecer la vida de nuestros niños y jóvenes con la insinuación de que nada puede cambiar o de que son sueños imposibles. Frente a estas formas, la creación también sabe levantar su voz; ‘esta hermana clama por el daño que le provocamos a causa del uso irresponsable y del abuso de los bienes que Dios ha puesto en ella. Hemos crecido pensando que éramos sus propietarios y dominadores, autorizados a expoliarla. La violencia que hay en el corazón humano, herido por el pecado, también se manifiesta en los síntomas de enfermedad que advertimos en el suelo, en el agua, en el aire y en los seres vivientes. Por eso, entre los pobres más abandonados y maltratados, está nuestra oprimida y devastada tierra, que gime y sufre dolores de parto (Rm 8,22)’ (Laudato si’, 2).
“El desafío ambiental que vivimos, y sus raíces humanas, nos impactan a todos (cf. Laudato si’,14) y nos interpelan. Ya no podemos hacernos los sordos frente a una de las mayores crisis ambientales de la historia.
“En esto ustedes tienen mucho que enseñarnos, que enseñar a la humanidad. Sus pueblos, como han reconocido los obispos de América Latina, saben relacionarse armónicamente con la naturaleza, a la que respetan como ‘fuente de alimento, casa común y altar del compartir humano’ (Aparecida, 472).
“Sin embargo, muchas veces, de modo sistemático y estructural, vuestros pueblos han sido incomprendidos y excluidos de la sociedad. Algunos han considerado inferiores sus valores, sus culturas y sus tradiciones. Otros, mareados por el poder, el dinero y las leyes del mercado, los han despojado de sus tierras o han realizado acciones que las contaminaban. ¡Qué tristeza! Qué bien nos haría a todos hacer un examen de conciencia y aprender a decir: ¡Perdón!, perdón hermanos. El mundo de hoy, despojado por la cultura del descarte, los necesita a ustedes.
“Los jóvenes de hoy, expuestos a una cultura que intenta suprimir todas las riquezas, características y diversidades culturales en pos de un mundo homogéneo, necesitan estos jóvenes que no se pierda la sabiduría de sus ancianos.
“El mundo de hoy, preso del pragmatismo, necesita reaprender el valor de la gratuidad.
“Estamos celebrando la certeza de que ‘el Creador no nos abandona, nunca hizo marcha atrás en su proyecto de amor, que no se arrepiente de habernos creado’ (Laudato si’, 13). Celebramos que Jesucristo sigue muriendo y resucitado en cada gesto que tengamos con el más pequeño de nuestros hermanos. Animémonos a seguir siendo testigos de su Pasión, de su Resurrección haciendo carne Li smantal Kajvaltike toj lek – la ley del Señor que es perfecta del todo y reconforta el alma.”
Fuente: www.excelsior.com.mx

Papa Francisco en México

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El pueblo mexicano expresó al Papa Francisco su cariño, alegría y fervor de forma multitudinaria, luminosa y espectacular. «Francisco amigo, el pueblo está contigo», es uno de los lemas que más se escuchaban, junto con el de «Francisco hermano, ya eres mexicano».
Así como las campanas de la Catedral Metropolitana de Ciudad de México sonaron anunciando la llegada del Sucesor de Pedro -Misionero de Misericordia y de Paz- al aeropuerto internacional de la capital mexicana y, minutos antes de que bajara del avión, un grupo de mariachis le cantaba «Cielito lindo».
Y después del saludo al presidente mexicano, Enrique Peña Nieto y a la primera dama, Angélica Rivera, cuatro niños vestidos con trajes típicos entregaron al Papa un cofre con tierra de los 32 estados mexicanos para que los bendijera. Mucha emoción se vivió también cuando el Papa se acercó a las gradas instaladas junto a la pista de aterrizaje para saludar a los presentes y, en particular a un niño enfermo, que besó y bendijo. La canción «Luz», que le ofrecieron al Santo Padre Francisco algunos artistas mexicanos, encendió se podría decir el tema con el que se le quiso recibir «México se llena de luz».
Y la luz de una valla humana que aplaudía y saludaba iluminada con antorchas y teléfonos móviles acompañó al Papa a lo largo de los más de 19 kilómetros hasta la Nunciatura Apostólica.
Fuente: www.news.va/es

Hilario Chaurrondo CM

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El Padre Hilario Chaurrondo CM ha cumplido cincuenta años de vida sacerdotal. La conmemoración se celebró el pasado domingo en la iglesia de la Milagrosa. Misa concelebrada, asistencia de familiares, de Hermanos en Congregación y de numerosos amigos.
Saludé al Padre Hilario el domingo por la tarde. Goza de buena salud. Parecía un Padre Blanco. Por lo visto en Cuba los Paúles llevan blanca la sotana.
El Padre Hilario es un archivo de Cuba. Cincuenta años seguidos de vida social, de tira y afloja en el país, le dan autoridad y competencia, como a ninguno, para hablar del pueblo cubano y de su Gobierno. El puede testi­moniar sobre el Gobierno de los Zayas, Machado, de los García Menocal, y sobre la primera revolución, frustrada con el famoso Golpe de los Sargentos dirigidos por Batista. Y ha vivido después los tiempos de inconstitucionalidad de Cuba y la época de Batista y Fidel Castro.
ARCHIVO HUMANO
Es un archivo humano el Padre Chaurrondo de todo cuanto ha ocurrido en Cuba en los cincuenta últimos años. Pero es un archivo cerrado. Se me niega a hablar de política. Presiento que conocía a Fidel Castro de joven y mucho más ahora. Lo presiento.
¿Piensa volver a Cuba?
-Así es. Pienso volver (Se explica ese temor a castristas o anticastristas).
UN CURA QUE NO QUISO SALIR DE CUBA
El Padre Hilario es de los curas que no quisieron abandonar Cuba antes, y de los que quieren volver ahora, a pesar de que los años pesan un poco sobre sus espaldas. La sotana le cae hacia adelante. Claro, le arrastran las obras que llevó a cabo en el país:
A mi llegada a Cuba, con la ayuda de Dios, fundé la “Obra de las Mi­siones Parroquiales”. La concluí en mil novecientos veintiséis, agrupando a todas las Congregaciones religiosas en un plan común de evangelizar los campos de Cuba. Recorrí la Isla misionando, desde San Antonio hasta Maisi.
PARA LAS PRISIONES CUBANAS
-¿ Más fundaciones?
-Con la colaboración de las Hijas de la Caridad fundé la “Obra de San Vicente de Paul al servicio del Preso”.
-¿En qué consiste?
-Logramos construir diecisiete capillas-bibliotecas en las prisiones cubanas proporcionando a los presos servicios regulares y una misión anual. Debo des­tacar la colaboración que me prestaron Sor Mercedes Alvarez y la señorita Teté Castañeda.
EL PADRE CHAURRONDO, PERIODISTA
El Padre Hilario me dice que también es periodista.
-¿De qué Prensa?
Durante trece años colaboré en “Mundo”, “Marina” y “Diario Nacional” Debido a esta dedicación constante se me concedió, en la Universidad de La Habana, el título profesional. Cuando enviaba información a una cadena norte­americana de noticias, recuerdo que me pagaban nueve centavos de dólar por cada diez palabras.
-¿Dónde ejerce su apostolado?
En la iglesia de la Merced, en La Habana. Ahora se acaba de reconstruir Las obras han costado doscientos mil dólares.
¿Cuba ha reconocido sus obras?
-Se me concedió la Cruz del Mérito Civil por las obras sociales y cultu­rales, y otras cruces de beneficencia.
AYUDA A LA IGLESIA ESPAÑOLA
-¿No ha dejado su huella en España?
-También. Durante la guerra, proporcioné ayuda a las regiones devas­tadas. Remití al Cardenal Gomá), con la cooperación de Sor Concepción Crespo, docenas de grandes cajas repletas de ornamentos y vasos sagrados para las iglesias más pobres de España. Y debo decirle que gracias a tantas mujeres de alma hermosa logramos un completo éxito con la “Asociación de Ca­tólicas Cubanas”, que además de sus múltiples actividades culturales, benéficas y religiosas, logró convertir una simple casa de alquiler en el sanatorio más confortable de Cuba.
ASISTENCIA A LOS CONGRESOS INTERNACIONALES
-¿Ha participado en Congresos internacionales?
-Puedo decirle que lo he hecho en los Congresos Eucarísticos de Chicago y Barcelona. He estado presente en el Congreso Penitenciario de Chile y el de La Paz de Santo Domingo.
-Grandes han sido sus obras, Padre
-De todo doy las muchas gracias a Dios en estas Bodas de Oro que estoy celebrando. Pido que termine felizmente mi jornada en este mundo que no está lejos, para iniciar con éxito la otra, que es más importante.
El Padre Chaurrondo, que un día fuera el joven de Iturgoyen, ya es un cura con libro abierto, en el que se leen sus obras culturales, benéficas, misioneras. También políticamente hubiera sido interesante el Padre Hilario, pero en Cuba piden cuentas detrás de cualquier esquina.
De “El Pensamiento Navarro”, 15-X-68
UNA VOLUNTAD COSECHADORA
El 3 de noviembre de 1893 es un día normal en el humilde y noble pueblo de Iturgoyen, sin otra alegría que el nacimiento de un niño en una fervorosa y religiosa familia navarra.
Diez años más tarde, aquel niño, después de despedirse de la Patrona del pueblo, la Santísima Trinidad, colocada en una colina de la sierra de Andía levanta el vuelo para iniciar sus estudios. Lleva la ilusión de muchos que caen más tarde a la cuneta:
El no ha leído aún a Paúl Claudel, pero intuye que “la juventud no ha sido hecha para el placer, sino para el heroísmo”. Desea ardientemente agra­decer al Señor el don de la fe, de cristiandad, de fervor, de religiosidad que recibió de su familia.
Es entonces cuando recoge las vibraciones de aquellas palabras de Papini: “La mayor bendición que Dios puede conceder a un pueblo es enviarle buenos sacerdotes”. Y decide dirigirse hacia el Seminario Apostólico de Viana, para ser sacerdote.
Supera dificultades, aprovecha oportunidades, resuelve crisis, orienta su “yo” con una personalidad fuerte y propia, sin influencias ancestrales y am­bientales.
El mes de septiembre, cuando se cortan los racimos y el mosto corre por los lagares para subir a la Mesa Eucarística, ve a este joven de veinticua­tro años cortar el racimo de muchas ilusiones humanas y buenas, con la voluntad cosechadora para ofrecerlo limpio, fuerte y productor, en un sacer­docio joven y viril.
Poco tiempo más tarde, remonta sus alas hacia el límpido cielo de Itur­goyen, con el fin de dar el último adiós a su delicado y anciano padre, para surcar los mares portando el ideal de propagar y robustecer la fe de sus hermanos en la pintoresca isla de Cuba.
Con este nacimiento al sacerdocio y a su nueva filiación cubana comienzan otros caminos tortuosos de no menores ilusiones y dificultades que los de la infancia cronológica.
Hablar de la magnitud de sus obras es derribar babelescos rascacielos para levantar una catedral cuya extensión abarque la superficie terrestre y la altura de las estrellas, en cuya cúspide se encuentra el anemómetro dirigido hacia Dios, a una velocidad que sólo puede ser registrada por el amor y la com­prensión.
Como prueba de gratitud por esta obra gigantesca, el Sr. Presidente de la República de Cuba, Dr. Carlos Prio Socorrás, otorga, en 1949, al Padre Hilario Chaurrondo, la placa de la Orden al Mérito Carlos Manuel Céspedes, máxima distinción que concede la patria cubana a sus fieles servidores, exi­giendo que estos servicios sean relevantes.
La discutida figura y personalidad del Padre Hilario Chaurrondo queda descrita y resuelta por las palabras del ilustre escritor francés Paúl Claude:
“SIN VALORES INTERNOS NO PUEDEN EXISTIR LOS EXTERNOS”.
En sus cincuenta años de estancia, trabajo y desvelos en la isla ha sido guajira con los campesinos, esclavo con los presos, señor con los poderosos, abogado y consuelo con los pecadores. Ha sido un sacerdote a lo Pablo, a lo Javier, a lo Apóstol. Se hace cargo de las responsabilidades que se le ofrecen. Agradece los honores que se le dispensan. Medita las palabras de los Sumos Pontífices, como aquellas de León XIII: “La sociedad no puede tener costum­bres buenas si se quita la religión.” Y como para poder mantener ésta, es necesaria la presencia del sacerdote y su trabajo, en los momentos de crisis, cuando las nubes cubren el cielo y extienden sobre la tierra de Cuba la som­bra de la oscuridad y parece que todo va a terminar allí, resplandece la figu­ra del Padre Chaurrondo, para iluminar, alumbrar y fortalecer a cuantos, creen en un Viernes Santo y en un Domingo de Resurrección, escándalo para unos y salvación para otros.
Este sacerdote, al que queremos hoy encerrar en estas líneas, ha celebrado sus fiestas jubilares de cincuenta años de sacerdote.
Es la casa de los Padres Paúles, de Pamplona, a la que le ha tocado en suerte este Pentecostés. Es la noble y aguerrida Navarra la que se ha vestido sus mejores galas para festejar y felicitar a uno de sus más ilustres hijos.
A las 12.30 del mediodía comienza la cita Eucarística, con un lleno asom­broso, en el recogido y artístico templo de la Milagrosa. Siete sacerdotes, como siete océanos de gracia y perdón, rodean el altar para ofrecer el Santo Sacrificio. Una corona de recuerdo, amor y gratitud forman allí sus familiares, entre los que se encuentran su prima Sor Concepción; sus cuatro sobrinas, Sor Cándida, Sor Iluminada, Sor María y Sor Begoña, todas Hijas de la Caridad; y dos sobrinos paúles: Padre Saturnino Urra Chaurrondo y Padre Ma­nuel Esteban Chaurrondo.
El Padre Superior, Timoteo Marquina, canta bella y elocuentemente las glorias del sacerdocio y felicita con palabras cálidas y llenas de emoción y sabor bíblico al más eficiente colaborador de la casa de Pamplona, por el inusitado y fausto jubileo que celebra el Padre Hilario Chaurrondo.
El coro Apostólico interpreta alegres y sentidas melodías alusivas a la fiesta, tanto en la Santa Misa como en la velada literario-musical que sigue al acto Eucarístico.
Después de la Santa Misa, antes del besamanos y al final de la velada, el Padre Chaurrondo tiene palabras de agradecimiento para cuantos le han ayudado en su peregrinar por los diferentes caminos del Pentágono de sus años sacerdotales. Hace un recuerdo especial para el Padre Caminos, profesor suyo y fundador de la casa de Pamplona, al igual que de aquellos muchachos que desde la Apostólica unen su amistad para formar el “CLUB DE LA PER­SONALIDAD”, cuyo único compromiso y reglamento es comportarse de tal forma que nunca lleguen, por su conducta, a pertenecer al CUADRO DE HONOR. No son rebeldes, no. Son jóvenes de una época. Quieren realizar su “yo” sin presiones, sin falsos misticismos, para llevar al Altar el coraje de Pedro, la energía de Santiago, el valor de Javier, el Amor de Cristo. Ellos, aún niños, comprenden aquel principio pedagógico que sicólogos y pe­dagogos modernos han hecho práctico en la “escuela nueva”: “Al niño se le debe proporcionar el ambiente y la ocasión para que se manifieste tal como es”. No advierten que forman el mejor CUADRO DE HONOR.
La fiesta termina con un sencillo y amistoso ágape, donde no falta la música, llena de recuerdos de Cuba, de España y de Navarra. Al final de este acto, el Padre Chaurrondo pone una nota de humor, presentando al Padre José María Ardanaz, con un peso de 110 kilogramos, como una víctima del bloqueo yanqui-americano a la isla de Cuba.
Día 20 de octubre: El pueblo que lo vió nacer tiene que participar de sus triunfos y de sus glorias. Por eso se viste de fiesta y se adorna con las más vistosas prendas; lanza al aire sus campanas, que transmiten notas de saludo a los navegantes que hacen turismo por las alturas extra-atmosféricas; se llena de visitantes y recibe con gozo y alegría a su más ilustre y preclaro hijo, el Padre Hilario Chaurrondo, el hombre que lleva acumulada la juventud de setenta y cinco primaveras y la madurez de otros tantos años; el sacerdote que aprovecha lo bueno de los pecadores y desecha y poda lo negativo de los buenos, para enguirnaldar el Santuario del Amor.
La iglesia de Iturgoyen reluce agradecimiento al Padre Chaurrondo. Las bóvedas rezuman alegría; el cielo enciende la mejor de sus lámparas, para que este Pentecostés que hoy vive Iturgoyen sea el nacimiento de hombres ilustres, de sacerdotes santos, que recojan con amor al Cristo Roto para en­tregarlo a la sociedad, al mundo actual restaurado por la justicia y la caridad.
De todos los rincones de España y del extranjero llegan retoños familiares, espirituales y religiosos del Padre Chaurrondo para saludarle y unirse a su alegría de acción de gracias.
El mediodía es la iniciación de una nueva etapa para el Padre Hilario Chau­rrondo en la largo y fructuoso “tour” de su sacerdocio. Etapa difícil por la edad y fácil por el entusiasmo y la comprensión.
Describir el entusiasmo y júbilo de Iturgoyen en este día no es fácil. Plastificarlo en el papel es deformar los acontecimientos. Guardarlo únicamente en el recuerdo es una ingratitud. Por eso intentamos llenar una hoja más de los “papeles” del Padre Chaurrondo en la historia de la Iglesia, en los Anales de la Congregación, en las Memorias de Cuba.
Desde estos surcos desordenados como lo hicimos personalmente, enviamos al Padre Hilario Chaurrondo una felicitación por sus cincuenta años de sacerdote, por sus cincuenta años en Cuba, por sus cincuenta años en la iglesia de la Merced, por su vida dedicada a todos los que lo necesitan, por su fe en Dios y su amor a sus semejantes, porque no tiene miedo a las dificultades, por ser una gloria de la Iglesia, de la Congregación y de Iturgoyen, por hacer el bien sin mirar a quien.
El, que sabe comprender, amar y perdonar, será siempre un recuerdo de estímulo y blanco en la carrera del porvenir, al mismo tiempo que una obli­gación de nuestra gratitud.
Fuente: www.vicencianos.org

Cáritas Huancavelica

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Con el propósito de fortalecer la capacidad de innovación tecnológica en los productores para incrementar sus ingresos y tener un empleo sostenible, Cáritas Huancavelica -con el financiamiento de Fondoempleo- llevará adelante el proyecto “Innovación Productiva-Comercial de Pequeños Productores(as) de quinua en comunidades del Vraem-Huancavelica y aledaños”.
Este proyecto promovido por el Ministerio de Agricultura y Riego se realizará en comunidades del Vraem y de la Cuenca Baja del río Mantaro en Huancavelica, correspondiente a los distritos de Ñahuimpuquio, Acostambo, Izcuchaca, Cuenca, Quichuas, Pampas, Cosme y Anco.
El proyecto contempla desarrollar la organización y capacitación a los productores para una adecuada gestión empresarial, así como mejorar  su capacidad productiva, mediante la implementación de tecnologías óptimas de producción ecológica, con el uso de metodologías participativas. Además, se mejorará la articulación comercial de la quinua, mediante una capacitación adecuada en negociación comercial, promoción de los productos y asistencia técnica, principalmente en las variedades más demandadas como son las quinuas blancas (Salcedo, Huancayo y Huallhuas) y quinua de color (Pasankalla y Negra Collana).
Fuente: www.caritas.org.pe

Aclaración a Pedro Salinas

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Fernando Vidal Castellanos

Por Fernando Vidal Castellanos- Diario El Comercio
El pasado viernes se publicó en este Diario una entrevista en que el periodista Pedro Salinas hace una serie de afirmaciones que no corresponden a la verdad y es de justicia aclarar.
Por ejemplo, alude a una carta que Luis Fernando Figari escribió presentando supuestos descargos a las acusaciones que se le han imputado, y afirma que fue distribuida en nuestra organización. La verdad es que Figari pretendía que Alessandro Moroni, superior general del Sodalicio de Vida Cristiana, la divulgara como un documento interno. Moroni se negó por no estar de acuerdo con los argumentos legalistas de la carta, que no satisfacían el deber moral de aclarar las graves acusaciones.
Tampoco es cierto que Figari haya enviado la carta a todos los sodálites. Se la mandó a unos pocos –yo, siendo superior regional en el Perú, no la recibí– como también a algunos amigos y familiares suyos. Lo hizo por cuenta propia y pasando por alto el parecer del superior general
Es falso, asimismo, que el Sodalicio proteja a Figari. Ante la imposibilidad de expulsarlo mientras no se concluye el proceso en el Vaticano, hemos hecho todo lo posible para que se mantenga alejado de la vida de nuestra comunidad.
Por eso, hasta que la Santa Sede se pronuncie, solo podemos reiterar nuestro claro y contundente deslinde moral con respecto a Figari, tal como lo ha expresado nuestro superior general en repetidas oportunidades, tanto de manera pública como en nuestra comunidad. Lo más importante es llegar a la verdad y en ello estamos comprometidos firmemente.
Salinas se refiere a la solicitud hecha por el presidente de la Comisión Ética para la Justicia y la Reconciliación para que Figari comparezca ante ella, y afirma que nuestro superior general se opuso a dicho pedido. La verdad es que Moroni ha explicado que existe una imposibilidad que él mismo tiene que acatar, una vez que las autoridades del Vaticano pidieron que Figari no regrese al Perú hasta que termine la visita apostólica, de manera que no se afecte el debido proceso al que está sometido. Frente a esta situación, Moroni está interponiendo sus oficios para concertar una entrevista por videoconferencia o algún otro medio.
Falso también es que hayamos pedido cualquier compromiso de confidencialidad, y mucho menos silencio, a ninguna de las personas que ayudamos.
No podemos dejar pasar las afirmaciones falsas y difamatorias que ha emitido Salinas, quien acusa a dos miembros de nuestra comunidad de complicidad en hechos gravísimos, sin presentar otro fundamento que su opinión. Consideramos que también en este caso hay un deber moral con la verdad y la honra.
Estos temas son dolorosos, el sufrimiento de las víctimas merece la mayor atención y respeto. Llegar a la verdad requiere dedicación y cuidado. Precisamente por eso, la combinación de especulaciones y apariciones del autor de “Mitad monjes, mitad soldados” (2015) está llevando a que, lejos de acercarnos a la verdad, se genere mayor distorsión y confusión.
Nuestra institución pasa hoy por un proceso muy serio de revisión, renovación y reconciliación. Queremos reiterar nuestro pedido de ayuda a todos lo que quieran cooperar con honestidad en este proceso.

¿Por qué soy miembro de la Iglesia?

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Una, santa, católica y apostólica

Por Lic. Ernesto Vicente Usnayo Villegas
En la edad antigua nuestro Señor Jesucristo nos llamó amigos y fundó realmente su Iglesia de alcance Universal -lo atestigua la historia- sobre el apóstol Pedro en Mt 16, 18 con sus sagradas palabras: ¡“Tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia, y el poder del infierno no la derrotará. A ti te daré las llaves del Reino de los cielos, y lo que ates en la tierra, quedará atado en el cielo; y lo que desates en la tierra, quedará desatado en el cielo”¡ y destinó  a Pedro y a sus sucesores como la piedra angular de su Iglesia. El obispo de Roma es el Vicario de Cristo, unido colegialmente con los obispos del mundo. Está verdad divina es proclamada  en  el Credo (que es el resumen de la santa Biblia).
Creemos por el testimonio que nos legaron la acción de los 12 apóstoles, la Virgen María, San José, los discípulos, los laicos, los mártires, los monjes y monjas, los concilios ecuménicos, la defensa de la fe, los santos como los peruanos Santa Rosa de Lima, San Martín de Porres, el trabajo catequético, los Padres de la Iglesia, los Doctores de la Iglesia.
En la edad media: la creación de hospicios, escuelas, universidades a cargo de la Iglesia; la fundación de congregaciones religiosas; los grandes monasterios por toda Europa con su servicio a los más pobres, usando las tecnologías, de entonces, sin dañar la ecología.
En la edad moderna: las misiones, la aparición de movimientos laicales, el sobrevivir en medio de las persecuciones de todo tipo, la doctrina social de la Iglesia, la defensa de la vida; la mediación para la solución de conflictos internacionales y locales.
En la edad contemporánea: la acción social, política y espiritual a favor de los más desposeídos; el trabajo apostólico de San Juan Pablo II, el Papa Benedicto XVI, el Papa Francisco; la caridad de Dios a través  de la Madre Teresa de Calcuta; la alabanza divina con madre Glenda, Sor Cristina, Padre Diego Cabrera, Luis Enrique Ascoy, Las Siervas, Takillakkta, Martín Valverde, Daniel Poli, Pepe Enciso, Malcolm Roberts, Luis Alcázar, Miguel Quiñones, Martín Portugal y su esposa Lilian Beteta; la evangelización actual a cargo de los hermanos carismáticos, el camino neocatecumenal; así como la participación de millones de jóvenes y familias en las Jornadas Mundiales de la Juventud y de las Familias.
Y mi testimonio es haber conocido a Dios de niño en las novenas patronales de mi pueblo y participar en un  retiro en la época escolar. La enseñanza de la Iglesia de las virtudes personales y sociales como camino de santidad al Reino de Dios.  Gracias a la Iglesia he tenido el honor de conocer muchos amigos en Cristo en el Perú y en el mundo.