Archivo de la categoría: Antropología de la Religión

Factor religioso como fenómeno humano

Altares

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Grupo de Estudio Interdisciplinario de Investigaciones Sociales de la Religión
En el evento EXPERIENCIAS EN INVESTIGACIONES SOCIALES DE LA RELIGIÓN: METODOLOGÍA Y TÉCNICAS cada ponente expuso la investigación realizada, enfatizando en la metodología y las técnicas usadas:
*MERCEDES GIESECKE SARA-LAFOSSE  (UNMSM)
Investigación: Un grupo de sanación de Nueva Religiosidad (1996)
*HAROLD HERNÁNDEZ LEFRANC (UNMSM)
Investigación: Los testigos de Jehová. La ética sistemática como rasgo de espiritualidad (2012)
*VÍCTOR RAÚL NOMBERTO BAZÁN  (UNFV)
Investigación: Catolicismo intercultural en la diócesis de Chosica (2013)
*ANDRÉS FIGALLO BRERO (PUCP)
Investigación: Ideales  religiosos y ethos económico: La tesis de Weber y la Cooperativa Agraria Evangélica  Atahualpa-Jerusalén
*MARCO HUACO PALOMINO (UNMSM)
Investigación: ¿Laicidad o Pluriconfesionalidad? Políticas públicas de gestión del pluralismo religioso. Análisis comparado (2010)

Denuncias falsas

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Sodalicio: superior rechaza que sea una institución criminal

La acusación penal contra Luis Fernando Figari y otros siete miembros de la cúpula del Sodalicio de Vida Cristiana (SVC) por los delitos de secuestro, asociación ilícita para delinquir y lesiones graves, fue rechazada por el Consejo Superior de la organización religiosa. Esta grave denuncia fue presentada por cinco ex sodálites ante la 26 Fiscalía Provincial Penal de Lima.
“Nosotros los sodálites, que reconocemos los errores que podemos haber cometido, no vamos a aceptar que digan que somos una institución criminal. Lo rechazamos tajantemente y estamos dispuestos a trabajar denodadamente para demostrarlo en cualquier fuero”, manifestó el superior general Alessandro Moroni, quien además aseguró que su comunidad continuará trabajando para reparar a las víctimas.
La semana pasada, los denunciantes y su abogado explicaron que se cometió secuestro por la manera en que fueron captados los menores de edad en la comunidad. Sobre la asociación ilícita y lesiones graves, dijeron que el Sodalicio de Vida Cristiana se dedicaba a captar a adolescentes, y muchos de ellos fueron violentados.
Al respecto, otros miembros actuales del SVC desmintieron tales imputaciones. “La acusación de que nosotros en el Sodalicio lavamos el cerebro de los jóvenes es completamente falsa. Los jóvenes que están en nuestra comunidad están allí porque quieren estar. Han entrado libremente y también tienen toda la libertad de poder salir cuando lo crean conveniente”, señaló Gianfranco Zamudio.
Fuente: Diario El Comercio.
Arzobispo de PiuraEl Arzobispado de Piura, mediante un comunicado, indicó que el arzobispo monseñor José Eguren Anselmi está sorprendido de haber sido incluido en la denuncia contra integrantes del Sodalicio de Vida Cristiana, por parte de cinco presuntas víctimas de abusos del fundador de este grupo católico Luis Fernando Figari, a quien la congregación religiosa expulsó meses atrás.
En el comunicado del Arzobispado indican que la denuncia en cuestión no se refiere a abusos sexuales.
La denuncia penal ampliatoria presentada al Ministerio Público pide se añada a los cargos por los que se abrió una investigación de oficio, el pasado 22 de octubre de 2015, los delitos de secuestro, lesiones graves y asociación ilícita para delinquir.
La denuncia fue presentada, inicialmente, en contra del fundador del Sodalicio de Vida Cristiana, Luis Fernando Figari por el presunto delito de abuso sexual, y luego se hizo extensiva, por otros delitos, a quienes integraron esta congregación religiosa por muchos años donde se incluye al arzobispo de Piura José Eguren, junto a Jaime Baertl Gómez, Virgilio Levaggi Vega, José Ambrozic Velezmoro, Eduardo Regal Villa, Óscar Tokumura y Edwin Scheuch Pool.
Mediante el comunicado se precisa que el arzobispo “se encuentra con la conciencia tranquila y espera que prevalezca la justicia, con la cual está dispuesto a colaborar plenamente”.
Fuente: Radio Programas del Perú.

La facilidad del escarnio: A propósito del Sodalicio

Por Andrés Valle Mansilla- laabeja.pe
Disculpen la crudeza, pero siento el deber de expresar mi opinión sobre esto: Hace un par de días vi la publicación de una caricatura anti-clerical que describía lo siguiente: un cardenal mirando por la ventana a una pareja de homosexuales con un niño gritaba su rechazo a la adopción gay, mientras debajo de su sotana se veían los pies de un niño puesto de rodillas en una posición que daba a entender una práctica sexual.
Tras quedar herido ante semejante burla, escribí a la persona que publicó eso protestando por esa evidente generalización y después me enteré de los “likes” y aprobaciones que recibió en las redes sociales de parte de personas que odian a los que se consagran a Dios, sean culpables o no de esos execrables crímenes o que ni siquiera tengan que ver con el tema. De allí el presente artículo, para no limitarme al tema de moda en las últimas semanas, y que ha opacado (en parte) a la lluvia de fango propia de la campaña por las elecciones de 2016.
Dicha caricatura, que parecía inspirada en las portadas de la revista blasfema (“satírica” que le dicen) Charlie Hebdo, mezclaba varios temas candentes: los curas pederastas condenados y las indemnizaciones millonarias que tuvo que pagar la Iglesia a las víctimas; la adopción gay aprobada por la Corte Constitucional de Colombia y las acusaciones de abusos físicos y sexuales perpetrados entre los años 80 y 90 por el fundador del Sodalicio de Vida Cristiana (SCV, por sus siglas en latín) y sus respectivos “brazos derechos” a raíz de la publicación de un libro conteniendo testimonios anónimos e incriminatorios. Es decir, son tres temas graficados con un afán crítico, condenatorio, pero incluso instigador del odio a la fe por culpa de estos criminales contra toda la Iglesia universal. Tal vez me equivoque en lo referido a lo de instigador, pero nunca está de más mencionarlo, porque a veces las expresiones artísticas contra lo piadoso o sagrado esconden semejante intención.
Después de casi un mes de haber estallado el escándalo dentro del Sodalicio, leo un artículo donde se acusa a la asociación de laicos católicos Tradición y Acción por un Perú Mayor (rama local de la TFP brasileña creada por el abogado Plinio Correa de Oliveira) de estar ligada de alguna manera a Luis Fernando Figari Rodrigo, calificándolo de co-fundador de dicha organización, la cual acaba de publicar un comunicado desmintiendo dicha afirmación y aclarando toda posible duda al respecto, además de rechazar todo intento de difamación o tergiversación de la realidad. Tradición y Acción tiene un carisma diferente al Sodalicio y a mí me consta, pese a que no integro ninguna de las dos comunidades. Ese es el beneficio de conocer la riqueza de matices y objetivos de trabajo que posee la Iglesia como parte de su misión de predicar el Evangelio (y lo pongo en mayúsculas para que no queden dudas) y practicar la caridad.
Habrán quienes discrepen conmigo porque dirán que Sodalicio es una secta, al igual que el Opus Dei, por sus métodos de captación de miembros, por las malas experiencias de sus ex miembros, por el espíritu tradicionalista y hasta militarista que algunos dicen que se vive dentro de cada uno de sus locales o por la mortificación que se practica de manera cruel o “medieval” como denuncia Dan Brown en su novela de ficción “El Código Da Vinci” o como caricaturiza ese bodrio llamado “Devorador de pecados” que protagonizó Heath Ledger. En parte los entiendo, y tienen todo el derecho a ser escuchados y a que la verdad se abra paso, prevaleciendo la justicia, pero también hay que escuchar los testimonios de las personas que perseveran en esos carismas y que les han ayudado a ser mejores cristianos. Eso incluye a los ex miembros, que pese a discrepar con sus respectivos estilos, los respetan y hasta los ayudan porque les consta el bien que hacen por la gente y por su defensa de los valores cristianos de la civilización occidental.
Muchas veces los acusadores mediáticos son los que tienen una eterna bronca con la Iglesia por malas experiencias que revelan dolor y dificultad para perdonar, otros por sus románticos ideales anti-religiosos (tipo John Lennon o Elton John), por su simpatía con los objetivos anarquistas o totalitarios de grupos de poder económico o ideológico, por sus heridas emocionales que se remontan a la niñez (por la rígida forma de inculcar la fe por parte de familias que olvidaban cómo ser caritativos o cercanos con sus hijos) o por dejarse llevar por la pereza intelectual mezclada con la tristeza espiritual (acedia), lo que lleva al agnosticismo o al ateísmo práctico. Pueden haber otras razones, pero muchas veces éstas son las que se suelen descubrir al momento de dialogar de este asunto. Por supuesto, sin dejar de mencionar la ignorancia culpable, que genera el prejuicio anti-clerical, que es el que abunda en la sociedad, si no me equivoco.
Es interesante escuchar las motivaciones de esta gente y hacer el esfuerzo por entenderlos. Por algo, el diálogo debe ser siempre la mejor manera de tender puentes para superar diferencias, además de la oración. Pero a quienes se sienten agraviados con acusaciones de delitos sin pruebas, campañas de demolición sistemáticas, opiniones mediáticas sesgadas o con caricaturas ofensivas en nombre de la sacrosanta “libertad de expresión”, tienen toda la razón de salir a manifestar su rechazo ante dichas actitudes. La justicia debe caer sobre los culpables de cualquier delito y el agravante, ante los escándalos que se desataron, debe ser demostrado en los respectivos procesos penales para que la verdad prevalezca. Después de todo, esta situación por la que el Sodalicio está pasando es una suerte de purificación (y no maldición) para que trabaje mejor por el prójimo, en quien está reflejado el mismo Cristo.
Fernando Karadima, Marcial Maciel y otros corruptores de menores cometieron crímenes y ahora lo están pagando, en esta vida y en la otra. Pero hay que recordar que la máxima penal “la inocencia se presume mientras no se demuestre lo contrario” debe aplicarse también a Figari, aunque algunos no le tengan simpatía, mientras dure la investigación fiscal contra su persona. Eso sí, lo correcto sería que venga a Lima a responder por esas acusaciones y así dé el ejemplo de no tener miedo a la verdad, sin ánimo de ofender. Eso le daría un “plus” de ayuda a la Sociedad de Vida Apostólica (no congregación, como ciertos periodistas escriben) que él fundó para evitar la fuga de simpatizantes, porque muchos de ellos aun no logran superar la magnitud del escándalo. Para ellos, y especialmente por las víctimas, las oraciones de quienes buscan la verdad la sanación y el perdón siempre serán oportunas. Para terminar, les dejo el trailer de la película de Alfred Hitchcock “Mi secreto me condena” que narra el calvario de un sacerdote por no poder revelar un asesinato que escuchó en confesión y que es sometido a juicio por ello. Eso sí, meter en este desaguisado al cardenal Cipriani o al juez del Tribunal Eclesiástico Luis Gaspar en una denuncia penal por encubrimiento de delitos, es una evidente muestra de mala fe para removerlos de sus cargos por el odio que les profesan sus acusadores y la antipatía de quienes los atacan por no plegarse a su agenda ideológica anti-vida, anti-familia o anti-desarrollo del país. Ni el odio, ni la difamación, ni la calumnia ni el escarnio público (callejero u online, gratuito o pagado) deben ser tolerados. A ver si se atreven a practicar lo mismo en Irán o en India contra los ayatolas o los brahmanes. Será delicioso ver cómo lo piensan dos veces.

Decreto sobre Sodalicio

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Decreto sobre el Sodalicio de Vida Cristiana del CIVCSVA (a) - Noticias del SodalicioDecreto sobre el Sodalicio de Vida Cristiana del CIVCSVA (b) - Noticias del Sodalicio

Alessandro Moroni, Superior General del Sodalicio de Vida Cristiana (SCV) presentó el decreto vaticano donde se define decisión de la Santa Sede sobre el caso del Sodalicio.
“Hemos recibido el decreto vaticano de la congregación para los institutos de la vida consagrada y sociedades de vida apostólica que define la decisión de la Santa Sede en los siguientes puntos: 
1 El nombramiento de su excelencia, Monseñor Joseph William Tobin, arzobispo de Indianápolis, Estados Unidos, como delegado ad nutum de la Congregación de Institutos de Vida Consagrada y Sociedades de Vida Apostólica.
2. Se le da a este delegado la atribución de aconsejar y sostener al superior general y del gobierno del Sodalicio de Vida Cristiana en el cumplimiento de todas sus competencias.
3. El delegado podrá valerse de un colaborador a quien podrá delegar sus atribuciones, pudiendo participar con él en todas las sesiones del gobierno general del Sodalicio.
4. El delegado vaticano tendrá que ser siempre informado previamente por superior general y sobre todas las decisiones tomadas en el consejo superior”.
Fernando Figari estará aislado
“Queremos informar también que el Sodalicio ha tomado la decisión de cerrar la casa de Roma, donde ha estado viviendo Luis Fernando Figari y trasladarlo a un lugar más aislado y acorde a los requerimientos que la Santa Sede ha pedido para continuar con sus investigaciones”, informó Alessandro Moroni.
Fuente: Radio Programas del Perú y www.sodalicio.org

Acusados van a responder

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El padre Jorge Olaechea, miembro del Consejo Superior del Sodalicio, se pronunció desde Roma sobre el momento que vive esta comunidad católica. Lo hizo a través de un video publicado en You tube.
“Dentro de nuestra organización e historia ha habido gente que ha hecho mucho daño, que ha traicionado aquello que el Señor nos ha pedido”, admitió el sacerdote,  quien añadió que como miembro del consejo superior hará que las personas que resulten responsables de los abusos sexuales, físicos y psicológicos “respondan por todo lo que han hecho”.
Olaechea refirió también que este proceso tendrá un “alto costo” para el Sodalicio, por lo que pidió a sus correligionarios “dar testimonio del Señor”.
Fuente: Diario La República.

Hora nona

“Que Dios nos bendiga a todos”. Con esas palabras Alessandro Moroni dio por finalizado su último mensaje a los feligreses desde Roma. Rodeado por los miembros de la cúpula sodálite, el Superior General fue enfático al pedir la exclusión de Luis Fernando Figari y la intervención del Vaticano en la reforma de su comunidad.
Ya en noviembre del 2015, el Consejo Superior del Sodalicio había dado señales de rectificación al convocar a un grupo de profesionales para la conformación de la Comisión de Ética para la Justicia y la Reconciliación. Este quedó integrado por el doctor Manuel Sánchez Palacios-Paiva, ex vocal de la Corte Suprema y Presidente del JNE; la abogada Rosario Fernández, Presidenta del Consejo de Ministros durante el segundo gobierno aprista; Maita García Trovato, médico cirujano y ex Directora General del Instituto Nacional de Salud Mental, y Miguel Humberto Aguirre, reconocido periodista radial. Completa la lista el Obispo de Lurín, Carlos García Camader.
Luego de oír y contrastar una serie de testimonios, el Consejo elaboró un informe definitivo. Entre sus conclusiones cabe subrayar que el SCV estableció una cultura interna, ajena y contraria a los principios establecidos en sus Constituciones y que la disciplina y la obediencia al superior se forjaron sobre la base de exigencias físicas extremas.
Pero quizá lo más alarmante, y que debe estar pesando sobre la consciencia del fundador del SCV, es la siguiente conclusión: Luis Fernando Figari exigía para él un tratamiento privilegiado en horarios, comidas, bebidas y atenciones, discordantes con la austeridad exigida a los formandos. Todo ello con el silencio cómplice de quienes compartieron la cúpula de poder con Figari en todos sus niveles.

Escenarios

Desde Roma, Moroni también informó que el Consejo Superior del Sodalicio se mantiene a la espera de la designación de un delegado nombrado por la Santa Sede. Este tendría la función de intervenir directamente en la reforma del SCV, tal y como lo hicieran el italiano Velasio de Paolis y el español Ricardo Blázquez con la congregación Legionarios de Cristo en el 2010.
Fuentes allegadas a la Iglesia explicaron que los poderes del delegado vaticano pueden ser limitados o ilimitados, según el encargo que reciba de la Santa Sede. Hay que recordar, además, que el Sodalicio de Vida Cristiana se rige de acuerdo a los preceptos de la Congregación de la Vida Consagrada y no de la Congregación de la Doctrina de la Fe.
Esto marcaría una diferencia importante entre la suerte de Luis Fernando Figari y la del mexicano Marcial Maciel o el chileno Fernando Karadima. Aunque benignas, las sanciones disciplinarias que la Congregación de la Doctrina de la Fe impuso en ambos casos se hicieron efectivas porque ambos eran sacerdotes. No es el caso de Figari.
Las sanciones disciplinarias de la Congregación de la Vida Consagrada dependerán únicamente de los estatutos del Sodalicio. Si dentro de estos no hay una declaración expresa de sujeción a sanciones de esta naturaleza, Figari podría quedar librado de polvo y paja. No obstante, aún podría enfrentar un proceso por la vía judicial.
Fuente: Revista CARETAS.

Kathleen Mc Chesney

El Sodalicio de Vida Cristiana (SCV) difundió una entrevista realizada a la experta en análisis, prevención de abusos y exagente del FBI en Estados Unidos, Kathleen Mc Chesney, a quien han convocado para colaborar en la investigación de los casos ocurridos en la institución.
Mc Chesney ha colaborado con la Conferencia Episcopal de Estados Unidos y congregaciones religiosas, para establecer la Oficina de Protección al Menor y los mecanismos y políticas de prevención de abusos en todo el país.
El Sodalicio de Vida Cristiana es una sociedad de vida apostólica fundada en el Perú a la que pertenece el director de ACI Prensa, Alejandro Bermúdez.
Mc Chesney explicó que su labor es “revisar todas las acusaciones que se han hecho sobre los miembros del SCV en los últimos 40 años y evaluar cómo se manejaron” así como también verificar “cómo es la cultura ahora y qué políticas y procedimientos están establecidos para proteger a los niños”.
“Está claro que ha habido mala conducta por parte de miembros del SCV, no todos, un número pequeño, en los últimos años”, aseguró.
La experta explicó además que “nuestro proceso es llevar a cabo las entrevistas, revisar los archivos, buscar información de fuentes públicas y también revisar los informes de la Comisión de Ética y revisar el informe del Visitador Apostólico cuando se encuentre disponible”.
El pasado 16 de abril la Comisión de Ética, creada a solicitud del SCV, dio a conocer su informe final luego de escuchar a las víctimas de abusos que se presentaron ante ella.
Al respecto, Mc Chesney dijo sobre la Comisión que “han presentado una serie de recomendaciones, han proporcionado alguna información, que revisaremos, y luego sus recomendaciones particulares con respecto a individuos serán evaluados por el Sr. (Ian) Elliot, uno de mis colegas y por una psicóloga de Perú, quien determinará qué tipo de acciones de conciliación deberán tomarse”.
Indicó asimismo que las autoridades del Sodalicio han colaborado con su trabajo y “han sido muy útiles para ayudarnos a encontrar la gente que necesitábamos entrevistar y a la hora de proporcionar registros para poder revisarlos y hacer sugerencias que harán que nuestro trabajo sea mucho más fácil”.
Sobre las medidas correctivas que ya se están aplicando Mc Chesney refirió que están brindando una capacitación en el sistema escolar del Sodalicio para reconocer y tratar adecuadamente cualquier caso de abuso sexual, y han presentado una lista de aproximadamente 30 recomendaciones provisionales internas “que nos han indicado van a seguir”.
La experta dijo además que el informe final de su trabajo estará listo en unos tres meses y aseguró que “siempre es mejor para una comunidad que tiene gente de buena voluntad evolucionar para mejor. Eso es lo que hemos visto con el SCV, que los líderes, que la dirección actual está muy comprometida en mejorar cada vez”.
Fuente: ACI Prensa.

Le catholicisme au Maroc

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L’église de la paroisse des Saints Martyrs de Marrakech

Par le docteur Jean-Marie Thiébaud
Pays de tolérance religieuse, le Maroc accepte la présence du catholicisme qui ne représente pourtant qu’à peine 0.1% de sa population. De nombreuses églises sont ouvertes au culte malgré le départ de 95% des Européens depuis la fin du protectorat et l’indépendance du pays proclamée en 1956.
Baignée de lumière et ornée de coloris clairs en harmonie avec ceux du Maroc, l’église des Saints Martyrs de Marrakech est située dans le quartier de Guéliz (quartier construit sous Lyautey par l’architecte urbaniste français Henri Prost), rue El Imam Ali Guéliz, à proximité du musée Dar et Pacha et à 50 mètres à peine de l’avenue Mohammed V.
Elle nous ouvre sa porte latérale après un passage obligé au presbytère. De loin, nous avions reconnu le clocher surmonté d’une croix, moins élevé certes que le minaret d’une mosquée voisine, église et mosquée pouvant toutefois coexister en paix dans un pays essentiellement musulman sunnite(1) mais de rite malékite(2), la branche la plus tolérante des quatre madhhab (écoles de droit) de l’Islam.
Au fond de l’édifice construit vers 1928, au-dessus du porche d’entrée, trônent d’importantes orgues de fabrication européenne récente.
Jusqu’en 1968 au moins, le fond du chœur était orné d’une immense fresque représentant le christ pantocrator (Christ en gloire, assis sur un trône après sa résurrection, tenant une Bible de la main gauche et bénissant de la main droite). Cette fresque, qui avait été réalisée par Frère Jacques et Frère André Boutin, bénédictin, a disparu et a été remplacée par un grand Christ franciscain polychrome, proche de celui qu’on peut voir dans les chapelles des couvents de Sainte Claire, avec le bras supérieur de la croix en forme de tau.
Sur les piliers du chœur ont été apposées deux plaques rectangulaires en marbre. Celle de gauche porte l’inscription : “L’Église de Maroc, Fille de l’Église romaine, Innocent IV, 31 octobre 1246”, et celle de droite : “Nous avons élevé l’évêque de Maroc à la charge de légat pour l’Afrique, Alexandre IV, 18 mars 1255”. Ces deux évènements fondateurs sont postérieurs au massacre de cinq jeunes franciscains -16 janvier 1220- (3), à l’origine du nom de cette paroisse, et au placement du siège de la Nouvelle Église d’Afrique à Marrakech par le pape Grégoire IX le 9 juin 1237.
Le lundi 4 août 1578, les Portugais furent battus à la bataille dans la bataille des Trois Rois dans l’Oued Makhazen à Ksar El-Kébir au Nord du Maroc. Le sultan Moulay Abu Marwan Abd-al-Malik (sur le trône depuis 1576 grâce à l’appui des Turcs qui l’avaient aidé à chasser le sultan Moulay Mohammed) fit de nombreux captifs chrétiens et les rendit contre de fortes rançons ou les vendit comme esclaves aux princes Saadiens. Une kasbah marocaine porte encore le nom de ce sultan. L’esclavage sera aboli au 18e siècle.
Le sultan saadien Mohammed esh Sheik es Seghir (v. 1636-1655) confia officiellement l’église de Marrakech à l’Ordre des franciscains.Le culte de la Vierge fut vivant jusqu’en 1672 dans la médina de Marrakech où une petite chapelle lui était dédiée.
Ce n’est qu’en 1923 que Pie XI créa deux vicariats apostoliques au Maroc un à Rabat, pour la zone du protectorat français et un autre à Tanger pour la zone du protectorat espagnol et la zone internationale de Tanger.
Victor Colombanus Dreyer, né à Rosheim (67) le 15.02.1866, † 07.05.1944, eut en charge le vicariat apostolique de Rabat jusqu’à son départ du Maroc le 11.03.1927, tandis que le vicariat de Tanger était confié à Mgr Francisco Maria Cervera y Cervera OFM, né à Valence (Espagne) le 13.03.1858, † 25.03.1926, sa succession étant assurée par Mgr José María Betanzos y Hormaechevarría OFM, né à Guernica y Luno (Espagne) le 07.09.1863, qui demeura à Tanger jusqu’à sa mort le 26.12. 1948.
En 1947, Mgr Louis Amédée (Louis François Bienaimé Amédée) Lefevre, † 15.01.1968, était vicaire apostolique à Rabat, succédant à Mgr Henri Vielle (4) -né le 15.061867, † 07.05.1946, l’intérim étant alors assuré par Mgr Ludovic Peurois qui avait été jusqu’alors coadjuteur de l’évêque défunt-, successeur lui-même du Père Lucien Dané OFM, le premier vicaire apostolique de Rabat. Suite à l’indépendance du pays, la population chrétienne a diminué suite au départ progressif de la population européenne. Par les décrets des 14 septembre 1955 et 14 novembre 1956, Pie XII éleva les deux vicariats apostoliques au rang d’archidiocèses dépendant tous deux du Saint-Siège. En 1967, Mgr Marcel (en religion Jean) Chabbert (né à Castres (81) le 31.12.1920 et évêque de Perpignan depuis 1982) succéda à Mgr Lefebvre à Rabat et, à Tanger, Mgr Francisco Aldegunde Dorrego OFM, né à Chamoso le 12.03.1896, † 16.10.1983, évêque coadjuteur, succéda à Mgr Betanzos à la mort de ce dernier en 1948.
En 1983, deux nouveaux archevêques furent consacrés : Mgr Hubert (Hubert Louis Marie Félix) Michon, né à Paris 7e le 2 juin 1927, † dans une clinique de Parly II le 20.05.2004, pour Rabat et Mgr Antonio Peteiro Freire OFM, né à Vilasantar (Espagne) le 20.07.1936, pour Tanger (successeur de Mgr Ramon Lourido). Le 5 mai 2001, Mgr Vincent Landel, né le 25.08.1941, ordonné prêtre le 29.06.1969 dans la congrégation des Prêtres du Sacré-Cœur de Jésus (SCJ) de Bétharram, devient le nouvel archevêque titulaire de Rabat et siège à la cathédrale Saint-Pierre de cette ville. Mgr Antonio Peteiro Freire démissionna pour raison de santé le 24 mars 2005 et le Père José Seijas Torres a été nommé administrateur apostolique du diocèse de Tanger. Depuis le 17.06.2007, le nouvel archevêque de Tanger est Mgr Santiago Agrelo Martínez OFM, né à Asados, Rianjo, La Coruña (Espagne) le 20.06.1942.
Alors qu’il était de 350 à 400 000 à l’époque du protectorat français, le nombre actuel des catholiques au Maroc est d’environ 22000 (répartis dans les 57 paroisses de l’archidiocèse de Rabat) auxquels il convient d’ajouter les 2500 catholiques de Tánger.

Notes
(1) Le sunnisme, largement majoritaire, représente 85 à 90 % des pratiquants de l’Islam.
(2) Ce rite doit son nom à l’imam Mâlik ibn Anas (son nom complet étant Abou Abdallah Mâlik ibn Anas ibn Mâlik ibn’Amr ibn Harith), né en 93 de l’Hégire, imam de Médine, arrière-petit-fils d’un compagnon du Prophète. Il rassemble environ un quart des musulmans (N.B. : Il existe un lycée Imam Mâlik à Casablanca). Les trois autres rites sont le chafiisme (pratiqué en Turquie, en Indonésie, en Inde, aux Philippines, en Malaisie aux Comores, etc.), le hanafisme (en Turquie, au Pakistan, en Afghanistan, en Chine, en Inde, au Bengale, au Bengladesh, en Jordanie, en Égypte et en Syrie, plus modestement en Algérie, en Tunisie, etc.) et le hanbalisme, socle du fondamentalisme, ce dernier ayant généré le salafisme (en arabe : السلفية as-salafiyyah) du mot arabe “salaf”, ancêtre, prédécesseur, terme utilisé pour désigner les compagnons du prophète Mohamed et les deux générations qui leur succédèrent et le wahhabisme (en Arabie Saoudite), fondé vers 1745 par Mohammed ibn Abd el-Wahhâb (1703-1792). Ce courant est désireux comme le salafisme (rite ancien mais revivifié au 14e siècle par Ibn Taymiyya), mais de façon encore plus radicale et fondamentaliste, de rendre à l’Islam sa pureté originelle.
(3) Après avoir été fouettés, ils furent exécutés par le roi en personne qui leur fendit la tête avec son cimeterre. Le prince de Portugal récupéra leurs dépouilles et les déposa dans l’abbaye de Coimbra. On prêta à celles-ci de nombreux miracles dont la conversion de Fernando de Bulhões, né à Lisbonne et connu plus tard, après son entrée dans les ordres chez les Frères mineurs, sous le nom d’Antoine de Padoue (1195-1231), docteur de l’Église (titre confirmé officiellement par Pie XII le 16 janvier 1946). Ces religieux (Bérard de Carbio, chef de la mission, Orhon, prêtre, Pierre de Saint-Gélinien, diacre, Adjute et Accurce, frères lais) ont été canonisés par le pape Sixte VI le 17 août 1421. Une partie des reliques de ces martyrs est retournée au Maroc en 1957.
(4) On doit à Mgr Henri Vielle l’église de Mogador (Essaouira), consacrée en 1936 et toujours en activité. Notons que le nord de la ville actuelle possède deux anciens cimetières, l’un chrétien et l’autre juif. Une des portes du cimetière chrétien est ornée d’une grande croix latine sommant l’inscription PAX, tandis que le cimetière juif est divisé en carrés, chacun d’eux abritant des sépultures des diverses origines de cette communauté autrefois importante numériquement : c’est ainsi qu’il existe un quartier français, un quartier allemand, etc.

Mártires de Marruecos

Bernardo, Pedro, Acursio, Adyuto y Otón fueron protomártires franciscanos, compañeros de San Francisco, que murieron martirizados en Marrakech, en la difusión de la fe. Francisco los eligió después de invocar al Señor y permanecer en continua oración, valorando su valor y cualidades para desempeñar este ministerio.
Cuenta la historia que fueron enviados por San Francisco a predicar a los mahometanos y, tras una despedida emotiva de lágrimas y abrazos, y con la bendición emocionada del santo Pobrecillo, que ellos recibieron conmovidos de rodillas, los seis dejaron la Porciúncula y partieron rumbo a España; a pie, descalzos, sin alforja, mendigos peregrinos de Dios.
Era el año de 1219, cruzaron España y Portugal hasta llegar a la Sevilla musulmana, ahí fueron apresados y luego desterrados a Marruecos. Aquí, continuaron predicando la fe cristiana, por lo que fueron detenidos, encarcelados y torturados en Marrakech, hasta que, al no querer abdicar de Cristo, el rey del país los condenó a muerte. Fue ante sus reliquias, que más tarde fueron trasladadas a Coimbra, donde San Antonio decidió ingresar a la Orden Franciscana.
Empapados del espíritu primitivo de San Francisco, estos mártires encarnaron el Evangelio de Cristo, pobre y crucificado de manera ejemplar. Esta generación de frailes, que experimentaron los juicios y valores de la época medieval, vivieron su cristianismo de una manera heroica. En palabras del propio San Francisco: «Ellos son los más heroicos caballeros de mi Tabla Redonda».
Existe un documento muy extenso y publicado por Quaracchi editores, que narra por testimonios de testigos oculares, este momento de confirmación de la fe, heroico en estos frailes; y es considerado, de las mejores versiones medievales. En ella se relata, por ejemplo, cómo algunos de aquellos mártires azuzaban a las fieras para que los despedazaran, por la urgencia que tenían de rubricar su fe con su sangre. Así, entregaron su alma al Señor el 16 de enero de 1220.Al igual que San Francisco, Santa Clara se enteró del primer martirio de unos Hermanos Menores en Marruecos y, con la firmeza que la distinguía, proyectó e intentó irse a aquellas tierras de los infieles para lograrlo; pero Francisco, más prudente o menos idealista que ella, no se lo consintió, movido también por las lágrimas de las sores de San Damián, que lloraban al verla en esa determinación y temer perderla.
Mas esa fiebre del amor sangriento que no aprobó en «su plantita», la quiso y la animó en los suyos. San Francisco es, entre las Órdenes religiosas, el primer fundador que incluye en su Regla -en sus dos Reglas- un capítulo taxativo sobre las misiones, añadiéndole doce textos evangélicos.
A partir de este pronunciamiento, más tarde, en 1269, 60 Hermanas de Santa Clara del monasterio de Zawichost, morían a manos de los tártaros, en Polonia; en 1268 fueron degolladas colectivamente las moradoras del monasterio de Antioquía de Siria, por orden del sultán Melek Saher Bibars I; en 1289 el sultán Melek-el-Mansur hizo matar a las moradoras del monasterio de Trípoli; y en 1291, al ser tomado San Juan de Acre (Accon o Tolemaida) por las tropas de Melek-el-Asheraf, sufrieron el martirio, nada menos que 74 hijas de Santa Clara; y también las clarisas de España, ya en ese siglo, en 1298, y en los azarosos tiempos posteriores, las del monasterio de Jaén, en número 20, pagaron el tributo de su sangre por la irrupción de las tropas sarracenas (I. Omaechevarría). Este ardimiento misionero femenino continúa hasta hoy, dispuesto a la prueba extrema del amor: dar la vida por Aquel que la dio por nosotros.
Fuente: Orden de los Frailes Menores (OFM).

Convento de Santa Rosa de Ocopa

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El Convento de Santa Rosa de Ocopa se ubica en el distrito de Santa Rosa de Ocopa, provincia de Concepción, departamento de Junín, en el Perú. Fundado por la orden franciscana para servir como sede de un colegio de misioneros, actualmente es un museo y guarda una magnífica biblioteca así como una nutrida pinacoteca. Es un auténtico “relicario del Perú”, como lo llamó José de la Riva Agüero y Osma.
El Convento de Santa Rosa de Ocopa fue fundado en 1725 por fray Francisco Jiménez de San José, padre franciscano y fue bautizado con dicho nombre por situarse cerca de una capilla dedicada a la santa limeña. El propósito era establecer un colegio de misioneros que sirviera de punto de partida fundamental de la evangelización católica hacia los puntos más remotos de la selva.
Luego de erigida la institución, se preparó la celda para los misioneros, y oficinas para el convento; se obtuvo la colaboración de un grupo de frailes que pasaron a establecerse en ese lugar (1734), y cuando el fundador murió en 1736, ya era notoria la difusión de su obra.
De Ocopa, en 1757, salió el fraile Alonso Abad, descubridor del paso que lleva su nombre en la Cordillera Azul. Y fueron estas misiones las que exploraron el Huallaga, el Marañón y el Ucayali, ganándolas definitivamente para el territorio peruano. Prácticamente la mayoría de las misiones que se adentraron en la selva peruana partieron de Ocopa.
Su importancia fue reconocida por el comisario de límites Francisco Requena, cuando propuso al rey que se extendiese la autoridad de aquel colegio a todas las misiones de Maynas (gobernación que aconsejó que se reincorporara al virreinato del Perú, lo que ocurrió en 1802).
Ya en época de la emancipación, los misioneros franciscanos del convento vivieron gran zozobra. En 1824, sufriendo persecución, acudieron a refugiarse a la fortaleza del Callao, pero el brigadier español José Ramón Rodil que a la sazón resistía en la fortaleza chalaca, los rechazó a balazos. De otro lado, el Libertador Simón Bolivar encontró “enteramente desatendidas las misiones”, y debido a que allí solo se empleaban misioneros venidos de España, dispuso que el colegio fuera clausurado, y que se fundara en su lugar un colegio para los hijos de los patriotas de la provincia de Jauja (1º de noviembre de 1824).
El colegio permaneció cerrado durante 12 años, hasta que en marzo de 1836 el presidente Luis José de Orbegoso autorizó sus reapertura y el retorno de los frailes, para que continuaran con su misión de evangelizar y civilizar a las etnias de la Amazonia.
El 22 de febrero de 1838 ocuparon el antiguo local los misioneros italianos y españoles que desde Europa enviara fray Andrés Herrero, comisario general de la orden franciscana para la América Meridional; y un decreto promulgado por el presidente Ramón Castilla en 1849 reconoció la existencia de la institución.
En 1970 se acondicionó un salón para que sirviera de pinacoteca, especialmente por instigación del padre Lorenzo Pelossi, franciscano y pintor italiano superior que vivió en Ocopa la mayor parte de su vida hasta el año 2003 en que falleció.
En 1990 el templo se quemó, perdiendo así mucho material que se había recolectado a lo largo de los años, aunque fue restaurado en su mayor parte.
Se sabe que la biblioteca del convento contiene más de 25,000 volúmenes. Uno de los libros más antiguo es del año de 1490, además de otros libros incunables, que no son accesibles al público, por temor a que se puedan dañar. Los libros que alberga esta biblioteca son de diversos temas (religión, geografía, ciencias naturales, crónicas de la época colonial, etc.) y pueden ser consultados previa autorización.
La pinacoteca cuenta con una colección de pinturas de diversos autores y escuelas, como los de la escuela cuzqueña y la escuela flamenca. Cabe mencionar que el Convento de Ocopa ha sufrido robos de libros y cuadros valiosos, como el de una colección que representa la Pasión de Cristo pintada en láminas de cobre.
En el convento también funciona un Museo de Historia Natural de la Selva donde se exponen una colección de animales disecados como mariposas, monos, un cocodrilo negro de tres metros de longitud aproximadamente, un oso hormiguero, un paiche, serpientes, entre otras especies. Esto fue posible gracias a la ayuda de los pobladores.

Claustros

El Claustro de la Obrería, es el convento antiguo, el que fuera construido bajo auspicio del padre Francisco de San José, y que luce tal como en su tiempo, con sus viejas y robustas pilastras, gracias a la restauración hecha por la arquitecta concepcionina Vivian Orozco. El patio central se conserva también intacto, empedrado y sobrio, sin ningún jardín ni fuente ni adorno; solo luce en el centro una estatua del fundador, obra del maestro Catalino Martínez (1970).
El Claustro del Olivo, llamado así porque en su patio guarda el retoño de un olivo de más de 270 años de antigüedad, el cual fue plantado por el padre fundador. En los corredores de este claustro se exhibe una extensa colección de 29 valiosos cuadros de la escuela cuzqueña sobre la vida de San Francisco de Asís.
El Claustro de la Portería, correspondiente al nuevo convento, fue terminado de construir hacia fines del siglo XVIII. Consta de tres pisos con un jardín central en donde se levanta una pila de tres cuerpos. En su interior se conservan hermosas pinturas alusivas a las labores misioneras de los padres franciscanos, así como escenas talladas en piedra de Huamanga que representan la pasión de Cristo.
El Claustro del Padre Pío, el más moderno, inaugurado en 1959 y construido detrás de la nave mayor de la iglesia. En este lugar descansa los restos del padre Pío Sarobe (1855- 1910), el cual está en proceso de beatificación. En este claustro se encuentra también el museo de arte religioso.
Fuente: Wikipedia.

Comunicado del Sodalicio de Vida Cristiana

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Ante las noticias que se han hecho públicas en algunos medios, las autoridades del Sodalicio de Vida Cristiana informan que el R.P. Luis Ferroggiaro no ha sido separado ni temporal ni permanentemente del Sodalicio.
Como ya se ha informado, el Sodalicio ha abierto una investigación para aclarar las noticias recibidas y hechas públicas sobre algunas conductas o actitudes del Padre Ferroggiaro, aun teniendo en cuenta que -tal como ha expresado Monseñor Javier Del Río, Arzobispo de Arequipa- no se trata de actos graves de abuso y no existe ninguna denuncia ante la justicia peruana.
Para favorecer la investigación, que apunta al esclarecimiento total de los hechos, el Padre Ferroggiaro, después de oír al Arzobispo de Arequipa y a las autoridades del Sodalicio, ha dejado el cargo de Capellán de la Universidad Católica San Pablo y está colaborando con la investigación, a entera disposición de los investigadores.
Fuente: http://sodalicio.org/

Justicia y Reconciliación

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Sodalicio: Moroni puso su cargo a disposición de la Santa Sede Por Sandra Belaunde- Diario El Comercio.

La comisión formada por el Sodalicio de Vida Cristiana (SVC) para investigar los abusos cometidos en esta sociedad religiosa repudió la conducta de su fundador Luis Fernando Figari y pidió la intervención inmediata de la Santa Sede. Esta es la respuesta de Alessandro Moroni, quien –frente los resultados de la investigación– decidió viajar en las próximas horas a Roma.
—Acaba de publicarse el informe final de la Comisión de Ética para la Justicia y la Reconciliación convocada por el Sodalicio. ¿Qué opina?
Agradecemos el trabajo de la comisión y lo consideramos importante. De hecho, fue iniciativa de nuestro consejo que se haya formado esa comisión independiente. El informe es valioso, pero refleja un ángulo de la realidad. No se le puede tomar de manera total y absoluta porque puede llevar a juicios generales que son inexactos.
—La comisión recomienda que la Santa Sede disponga que la conducción del Sodalicio esté a cargo de personas ajenas a su actual estructura. ¿Está dispuesto a dejar el cargo de superior general?
Yo pongo mi cargo a total disposición de la Santa Sede para que decida qué es lo mejor. Mi consejo superior y yo acataremos lo que se decida.
—¿Qué pasa si le piden disolver el Sodalicio y empezar de cero?
Empezar de nuevo me parece poco probable. Creo que podrían enviar a un comisario apostólico. Además del informe de la comisión, el diagnóstico debe ser completado con otros informes.
—Ha declarado a Luis Fernando Figari persona no grata para el Sodalicio. En octubre no decía eso. ¿Qué ha cambiado?
Muchas cosas. Por un lado, he recibido más testimonios de primera mano; por otro, la misma actitud de Luis Fernando. No ha dado la cara sobre sus acusaciones.
—¿Usted le ha dicho que tiene testimonios?
Sí. Él niega todo. Se defiende a través de un abogado.
—¿Se refiere a abusos sexuales o físicos y psicológicos?
Puedo decir que son muy graves y la Santa Sede está en conocimiento de ellos.
—Usted ha dicho que el retiro de Figari debe terminar, pero él sigue viviendo en el departamento del Sodalicio en una de las zonas más costosas de Roma. ¿Por qué?
Por pedido expreso de la Santa Sede. Nos ha pedido que esperemos a que termine la investigación.
—¿El Papa conoce el caso?
Sí. Yo hablé con él. Me pidió esperar a que terminen las investigaciones por el caso. Se interesó personalmente. Creo que va a poner todos los medios para que se haga justicia.
—¿Qué espera que le pase a Figari?
Que tenga el espacio de penitencia adecuado para la toma de conciencia de los males que ha hecho.
—¿Qué sería proporcional a sus delitos, a su parecer?
No quiero adelantar un juicio legal. Espero que se tomen las máximas medidas.
—La fiscalía lo ha citado tres veces. ¿Por qué no fue desde la primera vez?
La primera vez yo estuve de viaje; la segunda acudí a ver a la fiscal, pero ella no fue. Ahora he ido.
—¿Qué tipo de información ha proporcionado? ¿Nombres, hechos?
Toda la información que yo tengo. Los únicos nombres que no he podido dar son los de aquellas personas que me han buscado a mí bajo sigilo.
—¿Los abusos por los que ha declarado son a partir del 2008 o de antes?
Toda la información recibida sobre Figari data de entre 1983 y 1990. Son hechos muy antiguos.
—En los medios se han mencionado varios nombres del Sodalicio como personas que han cometido abusos o los han encubierto.
Hay más de 20 personas dentro de la comunidad que estamos investigando. Se tomarán las medidas respectivas. Algunos de los nombres que han aparecido en la prensa no tienen ningún asidero.
—¿Ha identificado a otro victimario de abusos sexuales, además de Figari?
Después del libro, han aparecido personas que han acusado a otros miembros, también de hechos antiguos. Ahora estamos en pleno proceso de investigación.
—¿Personas que todavía son parte del Sodalicio hoy?
Una sí, pero no está viviendo en comunidad y está en proceso de investigación.
—¿Cuando terminen las investigaciones, esos nombres van a ser públicos? ¿Los va a retirar de la comunidad?
Si es que la medida es el retiro, la tenemos que hacer pública por lo menos a nivel eclesial. No nos vamos a quedar callados.
—¿Desde que es superior general, algún miembro del Sodalicio lo buscó con denuncias para ser investigadas?
Sí. A los pocos meses de asumir el cargo, en el 2013, me remitieron cuatro testimonios. Eran abusos de tipo físico y psicológico. No tenían, según mi evaluación de ese momento, la suficiente consistencia para tomar medidas definitivas contra Luis Fernando. Después aparecieron otros en el 2014 que tenían una connotación sexual más dura. Los agrupé y llevé a la Santa Sede. Esos fueron los que me motivaron a sacar a Luis Fernando del Perú y retirarlo en Roma.
—¿Usted ha sido víctima y victimario de estos abusos?
Sí, a mí me ha pasado y yo los he cometido. Por eso quiero ser yo el primero en pedir perdón, por los errores, excesos físicos y verbales que pueda haber cometido.
—¿Tiene algún recuerdo concreto del que se arrepiente?
Sí. Óscar Osterling me escribió hace un par de días. Me dijo que hice ciertas cosas de las que él fue testigo a principios de los 90. También Vicente López de Romaña, a quien le tengo un gran cariño. Él contó en una entrevista en octubre que una autoridad suya le metió una cachetada. Cuando lo escuché me reconocí y lo recordé. Confieso que sentí pena y vergüenza. Él tuvo la decencia, supongo por el aprecio que me tiene, de no mencionarme en el video.

COMISION DE ETICA PARA LA JUSTICIA Y LA RECONCILIACION CONVOCADA POR EL SODALITIUM CHRISTIANAE VITAE– SCV
INFORME GENERAL
PREMISAS
El encargo conferido estuvo motivado por la búsqueda de la Justicia y la Reconciliación, bajo la premisa moral de que la verdad no prescribe.
Dichos objetivos pasaban necesariamente por la búsqueda de la verdad que supone establecer: quién causó daño, a quién se lo causó, qué daño le causó y cuál es el medio más razonable para resarcirlo en la medida de lo posible.
Dicha conclusión resulta independiente del rol que le corresponda cumplir a la justicia civil, penal o canónica.
El trabajo realizado por la Comisión fue desempeñado ad honorem y al servicio de la verdad.
I. EN RELACIÓN CON EL SODALITIUM CHRISTIANAE VITAE – SCV
Los testimonios recibidos resultan coincidentes en establecer:
En los años iniciales de su fundación, el SCV estableció una cultura interna, ajena y contraria a los principios establecidos en sus Constituciones, aprobadas por Decreto de la Congregación para los Institutos de Vida Consagrada y las Sociedades de Vida Apostólica de la Santa Sede de fecha 1°de Noviembre de 1997, en la que la disciplina y la obediencia al superior se forjaron sobre la base de exigencias físicas extremas, y castigos también físicos, configurando abusos que atentan contra los derechos fundamentales de las personas, universalmente reconocidos y consagrados en la Constitución Política del Perú.
Ese sistema al interior del SCV fue norma interna y práctica establecida, inspirada y fomentada por el fundador de dicha Sociedad de Vida Apostólica y seguida por algunos integrantes de la cúpula, formando una verdadera “cultura particular”.
Los entonces dirigentes del SCV, enunciando los principios escritos en sus Constituciones, lograron captar jóvenes en edad escolar y en etapa de formación, apelando a los ideales y propósitos de bien que inspira la fe cristiana, a la que servirían en un apostolado.
Esos jóvenes ingresaban a la Sociedad, en el primer grado de los peldaños que marcan la organización, y para su formación se integraban en casas del SCV destinadas para ese propósito. La integración al SCV se planteaba con un apartamiento de sus familias, de las que debían desligarse, desvalorizando a sus padres, y llegando en algunos casos a intervenir su correspondencia para impedir la comunicación de los formandos con sus familias.
En esas casas de formación del SCV, muchos de los formandos fueron víctimas de agresiones físicas, vejaciones y hasta abusos de índole sexual. Ello les ha impreso profundos daños psicológicos, y en algunos casos los ha inhabilitado para reincorporarse a la vida civil.
El daño a los formandos se perpetró a partir del ejercicio de una asumida “posición de dominio”, en busca de una obediencia absoluta lograda por la práctica de la disciplina extrema, aplicada por quienes eran entonces las autoridades al interior de la organización. Eso, a su vez, minimizó o anuló la voluntad de los formandos.
Esa “relación de sometimiento” psicológico y físico impuesto al interior del SCV, resulta incompatible con el propósito institucional que se supone debe haber animado a los formandos para lograr en esta organización su discernimiento vocacional y su crecimiento espiritual. La relación entre las autoridades del SCV y los demás miembros de la organización, en sus diversas categorías, evidencia un propósito de anulación de la voluntad individual.
La dependencia y sometimiento se incrementaban, según se avanzaba en las distintas etapas de la vida institucional, bajo la consideración de que ello era parte del período de formación y discernimiento vocacional.
No obstante que esos hechos fueron denunciados al interior del SCV, los entonces superiores no adoptaron medidas correctoras y, por el contrario, los encubrieron alentando con ello la práctica de nuevos y mayores abusos, bajo un manto de impunidad.
El discernimiento vocacional no se realizó en un marco de libertad individual. La decisión final para la consagración, como laico o profeso, no se encontraba en manos de la persona a consagrarse, sino en las de sus autoridades, y en especial de Luis Fernando Figari.
Esto dio lugar a la existencia de personas que, aun considerando tener vocación para la vida consagrada, no fueran aceptadas como tales por la organización, pese a pasar por los procesos requeridos; o personas que, considerando, y en algunos casos evidenciando no tener dicha vocación, fueron condicionadas a efectuar una consagración que realmente no deseaban. Asimismo, en otros casos se postergó o se suprimió la voluntad de los formandos para su consagración, a fin que continuaran dedicados a la atención de la persona de Luis Fernando Figari y a la satisfacción de sus deseos arbitrarios.
Cabe resaltar que el entonces superior general Luis Fernando Figari estableció condiciones de privilegio personal en su exclusivo beneficio; seleccionó un grupo de miembros del SCV para su servicio, quienes debían cuidar de su persona, cocinar sus alimentos “especiales”, atender sus pedidos a cualquier hora del día o de la noche, velar su sueño, ocuparse del lavado de su ropa, entre otros pedidos. Todos ellos debían priorizar la atención personal y la satisfacción material de Luis Fernando Figari, aún a costa del tiempo y espacio que debieron destinar al discernimiento de su vocación y a su formación espiritual, todo ello con la complacencia de las autoridades del SCV.
El deseo de los formandos de seguir estudios superiores distintos a los de teología y filosofía, fue permitido solo en algunos casos y rechazado en otros, en actitud discriminatoria, pese a que el costo de esos estudios no era cubierto por el SCV sino por las familias de los formandos. Eso contribuyó a la sujeción y total dependencia del SCV.
Se les imponía las alternativas que los superiores decidían, dedicándolos a las tareas que la institución necesitaba atender, al margen de la voluntad y destrezas de aquellos.
La renuncia y salida de la institución se entorpecía y rechazaba como un acto de traición. La dispensa de las promesas era dilatada o negada sistemáticamente, y daba lugar a que el renunciante fuese rechazado o condenado con un juicio moral sobre su futuro, produciéndole un injusto temor y profundo dolor. En muchos casos, eso ha dado lugar a graves afectaciones psicológicas y hasta el rechazo a la fe católica aún después de haberse incorporado a la vida civil, obligándolos a sufrir inmerecidos conflictos espirituales.
En consecuencia, las víctimas desarrollaron a lo largo de su pertenencia a la institución, actividades en distintos ámbitos, sin ser aceptadas con plena conciencia y voluntad suyas; sin embargo, las mismas sirvieron al crecimiento de la organización, a costa del crecimiento personal de aquellas.
II. RESPECTO DE LAS AUTORIDADES
Las autoridades responsables, aceptaron el ingreso a la institución -entendida esta como el inicio de actividades con personas que formaron parte del núcleo fundacional[1]-, incluso de menores de edad, sin el conocimiento ni consentimiento de sus padres.
Para el ingreso y permanencia de los miembros de la institución, no se estableció un manual, directivas, lineamientos o documentos similares que permitieran saber a quienes se interesaban en ingresar a la misma, qué prácticas iban a realizar, los horarios, exigencias y demás condiciones de vida en comunidad. Tampoco existían lineamientos a seguir por quienes tenían a su cargo la formación de los nuevos miembros de la institución.
Dada la inexistencia de dichos lineamientos, las condiciones al interior de la institución solo fueron conocidas por quiénes las vivieron o ejercieron, no pudiendo ser verificadas o contrastadas a la fecha con alguna documentación objetiva.
El comportamiento del superior general Luis Fernando Figari, estaba determinado básicamente por dar órdenes que no podían ser cuestionadas, el uso de un lenguaje vulgar y soez, el ejercicio de una dinámica independiente de la comunidad, el control de todas las actividades al interior de la institución y de la vida personal de sus miembros. Asimismo, se evidencia que los integrantes de la cúpula que entonces acompañaba a Luis Fernando Figari, con su silencio obsecuente, aprobaban esa conducta, pese a revelarse contraria al más elemental propósito de vida cristiana.
Luis Fernando Figari exigía para él un tratamiento privilegiado en horarios, comidas, bebidas y atenciones, discordantes con la austeridad exigida a los formandos y “el desapego a los bienes perecederos y el ejercicio de la Comunicación de bienes”[2] establecidos en sus Constituciones. Una vez más se evidencia el silencio cómplice de quienes compartieron la cúpula de poder con Luis Fernando Figari en todos sus niveles. Pese a la notoriedad de dichas conductas, no las censuraron, ni las impidieron. No respondieron al delicado encargo de formar a los jóvenes que depositaron su confianza y anhelos en el SCV y que vieron finalmente frustradas sus expectativas de una vida plena en la fe cristiana.
Luis Fernando Figari presumía de dones sobrenaturales, como afirmar ver en la pupila de los formandos señales claras de su vocación, imágenes de la Virgen o una espada flamígera, símbolo del SCV, entre otras. Eso contribuía eficientemente a formar una imagen de superioridad y por ende de sometimiento a sus decisiones, al margen del interés o bienestar que merecían los miembros de la comunidad.
Las distintas autoridades del SCV aceptaban las órdenes que arbitrariamente podía disponer Luis Fernando Figari, y las replicaban a sus subordinados, generando con ello un efecto multiplicador de esa cultura organizacional asentada en el culto a su personalidad.
Algunas de esas personas que ejercieron autoridad, que conocieron y aceptaron la conducta de Luis Fernando Figari, aún permanecen en la institución e incluso detentan cargos directivos. Corresponde que cada uno de ellos asuma su responsabilidad en estos lamentables hechos.
A efectos de cumplir el objetivo deseado, la Comisión pidió a Luis Fernando Figari la absolución de varias interrogantes a raíz de las denuncias recibidas. Lamentablemente, Luis Fernando Figari se negó a contribuir a este propósito invocando argumentaciones formales orientadas a deslegitimar el trabajo de esta Comisión.
III. PRÁCTICAS INDEBIDAS EN EL MANEJO DE LA ORGANIZACION
Pese a que se formulaba una vivencia comunitaria, no todos los miembros sabían lo que pasaba al interior de la Comunidad. La organización estaba dispuesta para impedir que la información fuera conocida de manera transparente; solo se conocía lo permitido por las autoridades.
Todo eso posibilitó la realización de prácticas constantes de abusos, físicos, psicológicos e incluso sexuales, de manera paralela a prácticas de crecimiento institucional.
El manejo de los recursos económicos de la institución, generado incluso por sus miembros, era y es reservado. A excepción de la cúpula, los miembros desconocen la magnitud y destino del patrimonio y recursos que maneja la institución, pese a que muchos de ellos contribuyen directamente en el incremento de los mismos. En muchos casos, eso ha ocurrido aún a costa del sacrifico económico personal de alguno de sus miembros, como por ejemplo es el caso de aquellos dedicados a labores pedagógicas, o aquellos que han contribuido con algún patrimonio familiar.
La institución cuenta con un patrimonio y recursos importantes, pero los integrantes debían solventar sus propios gastos.
Se daba un tratamiento diferenciado a los miembros, en función a sus condiciones sociales, económicas y aún raciales. Hubo discriminación social y racial, evidenciada en maltratos psicológicos haciendo mofa de la condición personal e incluso familiar, desvalorizando a la persona frente a la comunidad. Los testimonios, en ese sentido, coinciden en destacar que los miembros de la cúpula tenían evidente preferencia por los jóvenes de raza blanca y/o de condición social económica pudiente. Más aún, el entorno de jóvenes que rodeaba a Luis Fernando Figari pertenecía a ese grupo.
La decisión de salir de la institución era obstaculizada por las autoridades. Los miembros de la institución que manifestaran su decisión de apartarse, fueron sometidos a un proceso de mayor manipulación orientado a impedir o retrasar dicha salida, apelando siempre a una posición de dominio y amenaza.
DAÑOS CAUSADOS
El contacto directo con las víctimas y los testimonios recibidos por la Comisión permiten establecer que:
El SCV y sus autoridades, en los distintos niveles, han causado grave daño en las personas que se incorporaron a su organización con el propósito de ser parte de la misma para vivir y crecer en comunidad, bajo la fe cristiana. Esos daños son de carácter físico, psicológico y espiritual y moral.
Los daños físicos provienen básicamente de los abusos perpetrados al implementar medidas destinadas a exponer la integridad de las personas, a pruebas físicas para las cuales no se encontraban preparados y en condiciones opuestas a una lógica razonable; también quedan comprendidos los daños infringidos a quienes fueron víctimas de golpes o castigos físicos, incluso perpetrados por sus propios compañeros en cumplimiento de órdenes o instigación de sus superiores. Las exigencias físicas fueron mantenidas aún con diagnósticos médicos que aconsejaban lo contrario, generándose daños incluso permanentes a quienes se las impusieron. Las dolencias físicas no fueron comunicadas oportunamente a los familiares, siendo por el contrario ocultadas, de manera que han dejado secuelas de distintos grados.
Los daños psicológicos, vienen también de la implementación de esas prácticas de sobre exigencia física irrazonable, de la exposición a riesgo de sufrir daño, o perder la vida al imponerse prácticas de actividades peligrosas; de los malos tratos verbales, escarnio, burlas, humillaciones; de una constante manipulación de la voluntad, así como de los abusos sexuales infringidos contra algunos de los formandos, incluso menores de edad. Las víctimas de estos abusos sexuales evidencian daño profundo, no solo por los actos físicos de agresión a los que fueron sometidos sino también a las injustas confusiones a las que se les expuso sobre su propia identidad sexual, dificultando duramente su despliegue personal al incorporarse a la vida civil, incluyendo sus relaciones afectivas. En muchos casos el daño se ha visto incrementado por el temor a la vergüenza de no haber podido denunciar la violencia en su contra, así como advertir la indolencia del SCV en los casos en que, enterados de la ocurrencia de esos actos, no procedió con la firmeza y justicia que esos abusos reclamaban. No se protegió a las víctimas pese a conocer lo ocurrido; se las dejó a su suerte y más bien, en ciertos casos, se privilegió cubrir al victimario y proteger a la organización, llevando a cabo procesos de aparente investigación que no concluían en una sanción efectiva. Las dolencias psicológicas no fueron advertidas o tratadas, ni oportuna, ni adecuadamente.
Los daños espirituales y morales, provienen de la utilización que ha hecho el SCV de la vocación manifestada por los jóvenes que deseaban integrarse a su organización, sirviéndose de la misma para responder prioritariamente al culto de Luis Fernando Figari, así como al de Germán Doig. Con ello se infringe igual daño a la Iglesia Católica, que confiando en los fundamentos establecidos en las Constituciones del SCV le otorgó su amparo, para permitir y alentar la formación espiritual de los jóvenes y el crecimiento de la fe y la multiplicación de las vocaciones.
El SCV, tanto bajo la conducción de Luis Fernando Figari como de Germán Doig y las demás autoridades que han transitado por el SCV, a lo largo de su existencia, no han respondido a la confianza depositada por la Iglesia Católica y no solo han permitido los abusos indicados, sino que también han defraudado a fieles laicos que siguiendo la espiritualidad del SCV desarrollaron modos de vida afines a ellos, se desprendieron de bienes materiales y brindaron su tiempo y dedicación para cumplir con los mismos. Hoy día, esos mismos fieles, sufren el dolor de haber conocido situaciones de abuso que desconocían y reprueban.
En todo ese proceso, se advierte a la Iglesia Católica como una institución dañada por esas conductas, pues en su nombre se realizaron muchas prácticas que a la luz de los hechos revelados se evidencian como absolutamente contrarias a los principios que ella promueve.
Estos daños se infringieron en el marco de un inadecuado discernimiento vocacional de los formandos y, por ende, la imposibilidad de elegir y estudiar una carrera acorde con sus capacidades o intenciones, que les permitiera asumir un futuro profesional fuera de la institución. Eso acentuó su dependencia y subordinación a la misma. Hoy, para aquellos que dejaron la institución, esa situación se configura en una afectación que les causa serias dificultades de inserción a la vida civil.
El menoscabo físico, psicológico, espiritual y moral determinó una particular afectación, consistente en la pérdida de la autoestima y las capacidades de los jóvenes escogidos para servir de manera directa a Luis Fernando Figari, mediante la atención personalizada e ininterrumpida en sus distintas actividades. Estos jóvenes en algunos casos fueron privados de recibir la formación esperada hasta por más de 20 años, y más bien obligados a realizar tareas domésticas sin compensación económica alguna, bajo la premisa de estar al servicio del “Fundador”, lo que sugiere que dichas prácticas podrían enmarcarse en un supuesto de lo que se conoce como “esclavitud moderna” o “servidumbre”, que debiera ser investigado por las autoridades respectivas.
MEDIDAS RECOMENDADAS
Repudio público a la conducta de Luis Fernando Figari, respecto de quien las autoridades correspondientes deberían adoptar la mayor sanción moral e institucional.
Las víctimas de los abusos deben ser resarcidas. Sus testimonios revelan la necesidad urgente de ser atendidas médica, psicológica y espiritualmente, además de la compensación económica a la que tienen justo derecho y que debe ser considerada por el SCV con cada víctima en un auténtico proceso de reconciliación y justicia. Ello debe comprender una solicitud de perdón y desagravio, de manera personal y escrita, por parte del Superior General a cada una de las víctimas.
Compensación por los daños personales sufridos por quienes fueron privados de un adecuado discernimiento vocacional, y en esa medida, obligados a prestar servicios no remunerados, incluso en condición de “servidumbre”.
El SCV deberá proceder a la devolución inmediata de toda la documentación correspondiente a cada una de las personas que forma o formó parte de la institución, que así lo solicite.
Reconocimiento de la condición de víctimas por parte de la Comisión a través de los respectivos informes individuales.
La Santa Sede con la premura del caso, debiera adoptar drásticas medidas para la pronta intervención del Sodalitium Christianae Vitae, disponiendo que su conducción esté a cargo de personas ajenas a su actual estructura organizacional.
Las personas que ejercieron algún cargo en la organización del SCV, durante los años en que se permitieron los abusos denunciados, deben ser impedidas de ejercer algún cargo representativo al interior de la organización.
Con ese propósito, y a efectos de cumplir el objetivo de este trabajo, la Comisión remitirá el presente informe y otros que lo acompañen, a la Congregación para los Institutos de Vida Consagrada y las Sociedades de Vida Apostólica de la Santa Sede.
Después de haber recibido los testimonios de las víctimas, esta Comisión cree en conciencia, que la Santa Sede debiera disponer con urgencia las medidas necesarias para que Luis Fernando Figari sea efectivamente sancionado por los actos denunciados, dentro de las competencias correspondientes a la justicia eclesiástica.
Publicación del presente informe en la página web de la Comisión: comisionetica.org
La entrega del presente Informe al SCV, a la Congregación para los Institutos de Vida Consagrada y las Sociedades de Vida Apostólica de la Santa Sede a través de la vía diplomática de la Nunciatura Apostólica y al Sr. Cardenal Juan Luis Cipriani Thorne, Arzobispo de Lima y Primado del Perú.
Lima, abril de 2016
Dr. Manuel Sánchez-Palacios Paiva- Presidente
Monseñor Carlos García Camader- Miembro
Dra. Rosario del Pilar Fernández Figueroa- Miembro
Dra. Maita García Trovato- Miembro
Sr. Miguel Humberto Aguirre Guajardo- Miembro
[1] En el año 1973 se encontraba vigente el artículo 8 del Código Civil del año 1936 según el cual, eran  capaces de ejercer los derechos civiles las personas que habían cumplido 21 años de edad.
El 15 de noviembre de 1977 mediante Decreto Ley N° 21994 se modificó el artículo 8 del Código Civil de 1936 estableciéndose que “son capaces de ejercer los derechos civiles los que han cumplido 18 años de edad”.
[2] Acápite 4 del numeral 35 de las Constituciones del SCV.

Alfonso Asencios Zuloaga CM

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Por Hugo Anteparra- Diario Voces
Guardabosques del sector Progreso, pertenecientes al Área de Conservación Regional Cordillera Escalera encontraron el Documento Nacional de Identidad (DNI) y la licencia de conducir del párroco Alfonso Asencios Zuloaga, quien se encuentra desaparecido desde el 23 de noviembre del 2011, en el distrito de Chazuta, el hecho fue puesto en conocimiento del Ministerio Público y de la División de Investigación Criminal.
Los documentos fueron encontrados a la margen derecha del río Caynarachi, a la altura del kilómetro 40 de la carretera Tarapoto–Yurimaguas, en un sector denominado La Carachamera, el DNI y la licencia de conducir del padre Alfonso Asencios están en buenas condiciones, situación que alienta a la comunidad católica a ubicarlo por la zona y esclarecer  lo que pasó con él.
Los guardabosques de inmediato viajaron a Tarapoto y pusieron en conocimiento del hallazgo a sus superiores, quienes coordinaron con el Ministerio Público y los agentes policiales de la DIVINCRI para constituirse al lugar y contribuir con las investigaciones, para encontrar al párroco de La Banda de Shilcayo, quien desapareció cuando realizaba su labor misionera por la zona del Bajo Huallaga.
Moradores del sector La Carachamera, indicaron que por el lugar donde fueron encontrados los documentos de Alfonso Asencio existe un paraje que conduce al caserío Sinami Pampa y por esa misma zona hay un camino de herradura que conduce a la localidad de Santa Elena, adonde se dirigía el párroco al momento de desaparecer.
Como se recuerda el padre Alfonso Asencios Zuloaga, desapareció la madrugada del 23 de noviembre del 2011, cuando salió de Chazuta con destino a Santa Elena, ese día amaneció lloviendo y hubo un derrumbe en el sector Mativuelo. Desde esa fecha es buscado intensamente sin resultado hasta el momento.
0000alfonsoPor M. Carrillo- Diario Ahora
El titular de la Fiscalía Provincial Mixta de La Banda de Shilcayo, Dr. Esteban Clavijo García, presentó su requerimiento de acusación formulada contra los imputados Luís Olivera Olano, Maricela Cubas Cabrera y Ramiro Arévalo Cabrera, como autores de la comisión del delito contra la libertad, en la modalidad de secuestro, en agravio del sacerdote Alfonso Asencios Zuloaga, conducta prevista y sancionada en el artículo 152° inciso 11 del código penal.
Para ellos se está solicitando se imponga una sentencia condenatoria de 30 años de pena privativa de la libertad efectiva y una reparación civil de cien mil nuevos soles. Como ya es conocido, con fecha 23 de noviembre del 2011, en circunstancias que el párroco Alfonso Asencios Zuloaga, se desplazaba por inmediaciones de la carretera de penetración Tarapoto–Chazuta, a la entrada del caserío Santa Elena, ubicado a cien metros de la discoteca “Las Rocas”, habría sido interceptado por la persona de Luis Olivera Olano, quien conjuntamente con Maricela Cubas Cabrera y Ramiro Arévalo Cabrera, privaron de su libertad al referido agraviado y lo condujeron hacia el interior de la mencionada discoteca, donde lo habrían mantenido cautivo, hasta el 29 de diciembre del 2012, fecha en la cual habría sido conducido por Olivera Olano hacia la zona de Bajo Marona, donde fue visto por una testigo, con identidad protegida con el código N°001-2012, en circunstancias que Luis Olivera Olano, conducía de manera apresurada al sacerdote, el mismo que según el testimonio de la testigo, se encontraba demacrado y sin zapatos. Asimismo la imputada Maricela Cubas Cabrera también habría privado de su libertad al agraviado en contubernio con su conviviente, siendo la labor de esta última alimentar al mencionado sacerdote en el interior de la discoteca “Las Rocas”.

Prelatura de Moyobamba

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Rafael Escudero López-Brea nació en Quintanar de la Orden, Toledo, España, el 4 de abril de 1962. Ordenado sacerdote el 9 de julio de 1989. El 9 de julio de 2006, el Papa Benedicto XVI le nombró Obispo Coadjutor de la Prelatura de Moyobamba-San Martín. El 26 de agosto de 2006 recibió la consagración episcopal de manos de Emmo. Cardenal Primado de España Monseñor Antonio Cañizares Llovera, en la Catedral de Moyobamba, ceremonia en que también tomó posesión del cargo. El 21 de julio de 2007, por renuncia voluntaria a su oficio pastoral de Monseñor José Santos Iztueta Mendizábal, asume el cargo de Obispo Prelado de la Prelatura de Moyobamba.

Episcopologio Prelatura Moyobamba

Martín Fulgencio Elorza Legaristi CP, obispo Titular de Baliana y Primer Prelado de Moyobamba: nombrado obispo el 3 de octubre de 1953 y consagrado el 24 de febrero de 1954. Murió en 1966. Está abierto su proceso de beatificación.Venancio Celestino Orbe Uriarte CP, nació en Frúniz, España, 6 de abril de 1927. Ordenado sacerdote el 7 de agosto de 1949. Electo a la Iglesia Titular de Naratcata y Prelado de Moyobamba el 25 de agosto de 1967, consagrado obispo el 21 de noviembre de 1967. Renunció a la Iglesia Titular de Naratcata el 1 de diciembre de 1977. El 5 de junio de 2000 fue aceptada su renuncia voluntaria al oficio pastoral. Murió el 18 de julio de 2008.José Santos Iztueta Mendizábal CP, nació en San Sebastián, España, el 3 de abril de 1929. Ordenado sacerdote el 29 de marzo de 1952. Nombrado obispo coadjutor de la Prelatura de Moyobamba–San Martín, el 30 de mayo de 1998 y consagrado el 3 de julio de 1998. Tomó posesión el 15 de agosto del mismo año. Por renuncia voluntaria a su oficio pastoral de Monseñor Venancio Orbe, el 9 de junio de 2000 fue nombrado Obispo Prelado de la Prelatura de Moyobamba. Murió el 27 de agosto de 2007.