Obispo Thomas Paprocki de Springfield, Illinois.
Por Michael Haynes– www.lifesitenews.com
El obispo de Springfield, Thomas Paprocki, ha declarado que el presidente Joe Biden “se burla de nuestra fe católica”, luego de la última medida pro-aborto de Biden al persignarse al escuchar sobre las restricciones al aborto en Florida.
En un vídeo del 8 de mayo, Paprocki unió su voz a la del obispo español José Ignacio Munilla para condenar el enfoque selectivo de Joe Biden hacia el catolicismo y su apoyo al aborto.
“Hacer la señal de la cruz es uno de los gestos más profundos que un católico puede hacer para mostrar reverencia por la muerte de Cristo en la cruz y creer en la Santísima Trinidad al firmarnos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo”, dijo el obispo. “Hacer un mal uso de este gesto sagrado es burlarse de nuestra fe católica”.
El 23 de abril, se vio a Biden haciendo la señal de la cruz en reacción a las leyes aprobadas por el gobernador de Florida, Ron DeSantis, para restringir los abortos de 15 a seis semanas. Mientras hacía campaña en Florida, Biden atacó la prohibición estatal de seis semanas como “extrema” y volvió a declarar su posición de que matar a los no nacidos debería ser “un derecho constitucional en la Constitución federal”.
La Iglesia Católica enseña que el aborto siempre es malo porque mata a un ser humano inocente, violando así la prohibición de asesinato de la Iglesia. (CCC 2270-2272) El memorando del Vaticano de 2004 establece que un político “consistentemente haciendo campaña y votando por leyes permisivas sobre el aborto y la eutanasia” manifiesta una “cooperación formal” con un pecado grave y se le debe “negar” la Eucaristía.
Paprocki resumió la acción de Biden como si hubiera “agravado su apoyo al pecado del aborto”.
Antes de la ahora viral señal de la cruz de Biden, el cardenal Wilton Gregory de Washington había comentado durante una entrevista el domingo de Pascua que el presidente era un “católico de cafetería”. Esto, dijo Gregory, se debió a que Biden “decide ignorar” ciertas cuestiones de la fe, como las relacionadas con la vida y la muerte.
“No se puede elegir”, dijo Gregory. “O eres alguien que respeta la vida en todas sus dimensiones, o tienes que hacerte a un lado y decir: ‘No soy provida’”.