Interrogatorios a Feliciano y Abimael Guzmán en la Base Naval. Cúpula de Sendero se contradice por asesinato de Huilca.
Por ANGEL PÁEZ- Diario La República.
“¿Usted cree que Pedro Huilca Tecse era un objetivo militar de Sendero Luminoso?”, le preguntó a Oscar Ramírez Durand, camarada “Feliciano”, el presidente de la Subcomisión que procesa la acusación constitucional contra Alberto Fujimori por el crimen del dirigente sindical, el congresista José Luis Risco. “Bueno, yo creo que sí”, respondió “Feliciano”, quien fuera miembro del Comité Central de la organización maoísta: “Yo creo que sí, porque en una reunión (Abimael) Guzmán (Reinoso) (…), él manifestó lo siguiente: ‘Que este tipo (Huilca) era un agente de la reacción, que odiaba a los senderistas que (…) participaban en la marcha de Construcción Civil. Y que incluso filmaba a los compañeros y entregaba esas filmaciones a la policía y que ese tipo se había convertido en un enemigo del pueblo, del proletariado, en un esquirol, en un vende obreros’. Se supone que plantear eso es prácticamente convertirlo (a Huilca) en un blanco”. Aunque el propio Abimael Guzmán ante la misma Subcomisión parlamentaria desmintió que Sendero Luminoso mató a Pedro Huilca, y lo confirmaron los cabecillas Edmundo Cox Beuzeville y Martha Huatay Ruiz, “Feliciano” insistió en que el “presidente Gonzalo” era responsable de todas las acciones militares de la organización terrorista y que él definía los blancos a los que se debía eliminar.
“Después (de la reunión en la que Guzmán señaló que Huilca era un objetivo militar), yo no sé qué directivas pudo haber dado él (Guzmán) al Comité Metropolitano (de Lima, aparato cuyas actividades se concentraban en Lima) para que lo aniquilen”, explicó Ramírez Durand: “Pero yo creo que sí estaba en los planes de este señor (Guzmán). ¿Por qué? Porque siendo Pedro Huilca, como él decía (Guzmán), un esquirol, un miembro de la CGTP, un revisionista. Y el revisionismo para este individuo era el peor enemigo en las filas del pueblo, era el enemigo principal en las filas del proletariado y del pueblo”. Durante el interrogatorio Oscar Ramírez Durand se expresó en severos términos de Guzmán. “Yo creo que lo más probable es que él (Guzmán) haya dado la orden, supongo yo, en ese tiempo, a Martha Huatay, que estaba a cargo de Socorro Popular, o el señor (Edmundo) Cox (Beuzeville), que era responsable del ‘metro’ (Comité Metropolitano)”. Porque en Lima eran dos aparatos: el Comité Metropolitano, que en ese tiempo estaba a cargo de Edmundo Cox, y Socorro Popular, a cargo de Martha Huatay, quien reemplazó a Yovanka Pardavé (Trujillo), que estaba presa”. Pedro Huilca fue asesinado el 18 de diciembre de 1992, y a Martha Huatay la arrestaron el 17 de octubre del mismo año. La reemplazó Cox, pero éste niega el crimen. “La orden de aniquilar a (María Elena) Moyano vino de él, y lo comentó en reuniones donde yo estuve presente”, insistió “Feliciano”: “La situación de Huilca (…), lo más probable es que estaba en la lista de Sendero, de Guzmán, no en la mía. Pero creo que hay un alto margen de probabilidad de que él haya dado esa orden. ¿Por qué? Porque ya le he dicho el porqué. Lo consideraba un enemigo, pues, de la revolución”. A insistencia de la Subcomisión para que aporte pruebas, Oscar Ramírez dijo que no las tenía, y se disculpó porque su ámbito de acción no era Lima. “Yo nunca trabajé en Lima”, dijo, y aclaró que el Comité Metropolitano y Socorro Popular “dependían directamente de Guzmán”.
“Feliciano” acusa
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