Por Manuel Romero Caro- Diario Gestión.
Esta es la historia de cómo Odebrecht (Odb) logró que el Gobierno le devolviera, una carta fianza por US$ 66.7 millones, a pesar de haber incumplido las obligaciones a las que se había comprometido en el proyecto Kuntur (K).
En mi opinión el caso que a continuación se presentará demuestra el muy elevado nivel de influencia que alcanzó Odb sobre el sector público. Logrando librarse de sus obligaciones en Kuntur, una empresa privada que asumía todos los riesgos de la construcción y operación de un gasoducto al sur y quedándose con la concesión del Gasoducto Sur Peruano (GSP) y su abusivo contrato de concesión, en el que la mayor parte de los riesgos los asumen los consumidores eléctricos (que posteriormente asume el Estado).
Como recordarán nuestros lectores la concesión del gasoducto al sur fue otorgada inicialmente a Kuntur Transportadora de Gas, propiedad de Conduit Capital Partners (fondo de inversión USA). Dicha concesión fue otorgada por solicitud de parte; por lo que no se exigía concurso público para otorgar la concesión de transporte (artículo 12 DS 081-2007-EM). Pero por esa misma razón, en esta modalidad el concesionario debía asumir todos los riesgos y no podría recibir el subsidio de los consumidores eléctricos, del que había gozado el proyecto Camisea. En sus primeros años Kuntur se dedicó a desarrollar algunos de los estudios de pre inversión del proyecto, entre ellos el Estudio de Impacto Ambiental. Posteriormente, en el 2012, Odebrecht adquiere el 100% de Kuntur, al que llamaremos Odebrecht-Kuntur.
La cláusula 2.2 del Contrato de Concesión, de fecha 06.10.2008 establecía que “El Concesionario asume la Concesión y las obligaciones del Contrato a su propio riesgo técnico, económico y financiero, y es responsable por el cumplimiento de todas y cada una de sus obligaciones establecidas en el Contrato y en las Leyes Aplicables durante la vigencia del Contrato”. Y la carta fianza que por US$66.7 otorgara Odebrecht al MEM respaldaba el cumplimiento de sus obligaciones contractuales.
A pesar de lo anteriormente reseñado, Odebrecht-Kuntur, a través de la Carta Kuntur-GG-049-2010 del 04.06.2010, comunicó al MEM su interés en negociar modificaciones al Contrato de Concesión. Siendo la más significativa el otorgamiento del subsidio de los consumidores eléctricos. Lo que no pudo conseguir por no haber obtenido la concesión en una licitación o concurso.
Es en estas circunstancias que se presenta la primera de numerosas coincidencias sospechosas entre las decisiones (o ausencia de ellas) que ha ido adoptando el Gobierno y lo que le convenía a Odebrecht. Ya que “coincidentemente” el presidente Humala anunció en el Mensaje a la Nación del 28.07.12 que se convocaría a un concurso internacional para el Gasoducto Sur Peruano (GSP), que tendría la misma ruta que el de Odebrecht-Kuntur, pero que contaba con el subsidio de los consumidores. Para todo fin práctico, desde ese momento Odb-K ya estaba liquidada, pues era imposible que compitiera con un proyecto igual pero con subsidio.
Y sospechosamente, ante ese grosero cambio en las reglas del juego, Odb nunca protestó ni permitió que los gremios a los que pertenecía protestaran ante dicho sorpresivo cambio. ¿ Es que Odb ya sabía lo que le iba a deparar el futuro?
Con la Ley 29970 se estableció que para recibir los beneficios de dicha ley (subsidio de consumidores eléctricos principalmente) se requería que el proyecto debería ser licitado por ProInversión.
Con los beneficios de la Ley 29970, mediante oficio N° 002-2013-DM del 03.01.13, el Ministerio de Energía y Minas (MEM) solicita a Proinversión (PI) incorporar al proceso de promoción de la inversión privada al proyecto “Mejora de la Seguridad del país y Desarrollo del Gasoducto Sur Peruano”. Siendo necesario destacar dos controvertidos episodios de la licitación. El primero se refiere a que mediante Oficio N°002-2013 del 17.04.2013, PI se dirige al ministro de energía Merino para solicitarle información sobre el estado de situación del contrato de concesión de Kuntur con el Estado (100% de propiedad de Odebrecht, al que llamaremos Odb-K) . Y el MEM, en lugar de contestar en horas un asunto tan sencillo, se demora más de un año en responder. Es así que mediante Oficio N° 851-2014-MEMSG, del 30.04.2014, adjunta el Informe N° 069-2014-MEMDGH, el que concluye: 1) que el contrato de concesión de Kuntur se encuentra vigente, y 2) que “actualmente se encuentra suspendida la evaluación referida al Cronograma de Ejecución de Obras presentado por Odebrecht-Kuntur hasta la conclusión de las negociaciones y consecuente aprobación o desaprobación de la modificación solicitada”. Por lo que PI recién supo el estado de situación de Odebrecht-Kuntur 60 días antes de otorgar la buena pro, cuando ya se les había negado a los competidores de Odb algunos cambios que hubieran permitido que todos pudieran haber competido en igualdad de condiciones. De otro lado, ¿cómo podía afirmar el 30.04.2014 el MEM que la concesión de Odebrecht-Kuntur seguía vigente y suspendida la evaluación del Cronograma de Ejecución de Obras, si hacía meses que estaba en proceso la licitación para el GSP, (con la participación de Odebrecht), lo que definitivamente liquidaba a Odb-K? Inclusive el propio ministro Merino ya había anunciado que no le iban a otorgar a Odb-K lo que pedía. ¿O la idea era mantener artificialmente vigente a Kuntur para beneficiar a Odb?
Asimismo la Dirección General de Hidrocarburos (DGH) tendría que haberse pronunciado acerca del cronograma de ejecución de obras, el que, de acuerdo al contrato, debía terminar 39 meses después de la aprobación de su EIA (07.06.11). Es decir en setiembre del 2014. Y como ni siquiera se habían iniciado las obras del gasoducto de Odb-K, la DGH debió declarar la caducidad de la concesión. Pero no solo no se hizo esto, sino que el MEM “suspendió” el contrato el 3 de abril del 2012 por un año, a cuya finalización en lugar de declarar la caducidad, se le volvió a renovar. ¿No resulta sospechoso que el MEM le otorgara tantas facilidades a Odb-K? Esta empresa se convirtió en inviable desde que se aprobó un gasoducto con su mismo trazo, pero con subsidio de los consumidores eléctricos (Ley 29970); y la mejor prueba de ello era la participación de Odb en la licitación del GSP.
Otra coincidencia sospechosa entre lo que decidió (o dejó de decidir) el gobierno de Humala y lo que le convenía a Odb, se presentó en la licitación del GSP, cuando el consorcio competidor de Odb solicitó, mediante carta del 09.05.14, que para estar en igualdad de condiciones, el Estado garantizara que el ganador de la licitación pudiera utilizar el EIA ya aprobado (de propiedad de Odb-K) cuyo costo sería asumido por el ganador. Sin embargo el gobierno no aceptó la razonable solicitud planteada. Si la hubiera aceptado se hubiera tenido que liquidar Odb-K, y Odb hubiera tenido que asumir el pago de la carta fianza que garantizaba el cumplimiento de sus obligaciones.
Esta negativa posibilitó que apenas Odb obtuviera la concesión del GSP, solicitara la terminación de la concesión de Odebrecht-Kuntur. La que fue otorgada mediante la RS N° 079-2014-EM. Finalizada la concesión ya no había obligaciones que cumplir. Por lo que Odb-K solicita que se le devuelva la garantía que había otorgado respaldando el cumplimiento de sus obligaciones en dicha empresa. Argumentando que la suscripción del contrato de concesión del GSP había tornado inviable técnica y económicamente la concesión de K. En otras palabras, Odb-GSP había originado la inviabilidad de Odb-K. Esto fue posible porque artificialmente el MEM mantuvo con vida a Odb-K hasta que se solicitara el fin de dicha concesión. Argumentando que el contrato del GSP liquidaba Kuntur; y que el desarrollo del GSP (al amparo de la Ley 29970) “es un hecho extraordinario, imprevisible e irresistible que ha modificado sustancialmente la concesión de K”.
Es así que el “experto” Alfredo Dammert Lira, en un fallo “final e inapelable” decide que ha habido una Fuerza Mayor, y que esto originó la inviabilidad de la concesión de Odb-K. Por lo que el MEM “debe proceder a devolver dicha garantía al Concesionario”. Si bien este fallo se ejecutó durante el gobierno anterior; la documentación del caso se ha hecho pública recientemente.
Finalmente cabe mencionar que habría otra importante irregularidad, debido a que Odb-K elevó el monto de la inversión estimado a US$6,004 millones, según una carta enviada a la Bolsa de Valores de Lima (el 6 de julio del 2012), por lo que debió entregar una garantía de US$300 millones (5% de la inversión), lo que tampoco habría hecho.
De la lectura del artículo, todo parece indicar que se habrían ejecutado una serie de artificios que al final permitieron que Odb se libre del cumplimiento de sus obligaciones en Odb-K y obtuviera la concesión del GSP. La que, quizás por justicia divina, perdiera al no poder completar el cierre financiero.
Existen más coincidencias sospechosas, algunas de las cuales ya han sido explicadas en anteriores artículos. Sin embargo ya sería tarea de las autoridades pertinentes trabajar a partir de ellas.
¿Gobierno perdonó $66 millones a Odebrecht?
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Muy bien descrita la forma como la alianza Odebrecht-Graña Montero y otros coludidos con las autoridades “nacionalistas”, han trajinado los recursos del erario nacional, defraudando al sur peruano que les dio su confianza, siguiendo la ruta trazada por los anteriores gobiernos corruptos con sus dirigentes y funcionarios conocidos y denunciados algunos de ellos…¡debemos decir basta ya! Sería bueno dar un vistazo a la famosa linea 2 del Metro de Lima…sapos y culebras saltarán.
Mensaje excelente y oportuno.