VI Asamblea del Sodalicio en Aparecida

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Monseñor Jordi Bertomeu Farnos celebra la misa en la parroquia Nuestra Señora de la Reconciliación en Lima, Perú, junto al padre Juan Carlos Rivva. (Crédito: Parroquia Nuestra Señora de la Reconciliación/Captura de pantalla).

Enviado del Vaticano anuncia supresión de toda la familia sodálite

El domingo 2 de febrero de 2025, el funcionario del Vaticano encargado de reprimir un grupo laico con sede en Perú plagado de escándalos anunció que no sólo una, sino las cuatro entidades pertenecientes a la llamada “familia espiritual” han sido suprimidas.
El mes pasado se filtró la noticia de que después de más de un año de investigación por parte de los dos principales investigadores del Vaticano, el Papa había decidido suprimir el Sodalitium Christianae Vitae (SCV), con sede en Perú, fundado por el laico peruano Luis Fernando Figari.
Hablando durante una misa el 2 de febrero en la parroquia Nuestra Señora de la Reconciliación dirigida por el SCV en el barrio de Camacho en Lima, monseñor español Jordi Bertomeu Farnós anunció que además del SCV, “todo lo que fundó Figari” había sido suprimido.
Celebró la Misa junto al sacerdote del SCV y párroco, el padre Juan Carlos Rivva, quien en el pasado ha sido crítico de la investigación del Vaticano y de las acciones papales tomadas contra los miembros del SCV.
El SCV, al concluir su asamblea general del 6 al 31 de enero en Aparecida, confirmó la noticia de su supresión y anunció que Bertomeu, funcionario del Dicasterio para la Doctrina de la Fe (DDF) del Vaticano y uno de los dos miembros de la Misión Especial encargada por el Papa de investigar el SCV en 2023, había sido designado como comisionado papal para supervisar el proceso de supresión.
Al iniciar la misa del domingo en Lima, Bertomeu dijo que justo antes de Navidad el Papa Francisco “me pidió que lo acompañara en este proceso de supresión del Sodalicio y de todo lo que fundó Figari, porque llegó a la conclusión, después de un largo discernimiento, de que no había un carisma inicial, que Figari no recibió una gracia especial”.
Insistió en que la decisión “no fue un castigo”, sino el producto de un discernimiento que llegó al final de “una Misión Especial muy difícil y muy complicada”.
Ustedes, con una mirada de fe, acompañados por Pedro, han llegado a un punto para recoger los pedazos y salvar todo lo que se pueda salvar”, dijo, y destacó la necesidad de mantener las buenas obras y proyectos del SCV, al tiempo que purifican la comunidad de sus aspectos problemáticos.
Bertomeu pidió a los fieles de la parroquia, muchos de los cuales pertenecen a las diversas entidades fundadas por Figari, que le ayuden a “transmitir este mensaje del Santo Padre al inicio de este proceso de supresión del Sodalicio y de las otras entidades que fundó el laico Figari”, y que se encuentren “más arraigados en Cristo y acompañados por la Santísima Virgen María”.
Aunque todavía no se ha hecho ningún anuncio formal sobre el SCV o las otras tres entidades pertenecientes a la familia espiritual, el anuncio de Bertomeu lo hace oficial.
Además del SCV, Figari también fundó un movimiento eclesial y dos comunidades de mujeres: la Comunidad Mariana de la Reconciliación (MCR); una comunidad de religiosas, las Siervas del Plan de Dios; y un movimiento eclesial, llamado “Movimiento de Vida Cristiana”.

Homilía celebrada por Bertomeu en la iglesia principal del Sodalicio en Lima

Enviado del Papa a Perú, Jordi Bertomeu, confirma que se suprimirá al Sodalicio y todas las ramas vinculadas al SCV

La decisión del Papa de suprimir toda la galaxia SCV se produce después de una investigación del Vaticano ordenada por el Papa sobre el SCV que comenzó en julio de 2023, cuando el Papa Francisco envió a su principal dúo investigador, Bertomeu y el arzobispo maltés Charles Scicluna, en una “Misión Especial” para investigar las continuas acusaciones de abuso y corrupción financiera dentro de la organización.
Scicluna es arzobispo de Malta y secretario adjunto del Dicasterio para la Doctrina de la Fe (DDF) del Vaticano, del que Bertomeu también es funcionario y que, entre otras cosas, se encarga de gestionar las denuncias de abusos clericales. Scicluna también es presidente de una comisión de revisión de casos de abuso dentro del dicasterio.
La investigación comenzó únicamente como una indagación sobre denuncias dentro del SCV, sin embargo, durante el proceso, que el año pasado resultó en la expulsión de 15 miembros de alto rango del grupo, incluido su fundador, surgieron denuncias por parte de ex miembros de cada una de las otras ramas, dejando su futuro incierto.
Si bien no es necesariamente algo sin precedentes en la Iglesia Católica, la decisión de suprimir todas las ramas de una familia espiritual que comparten un fundador y adhieren a un “carisma” es extremadamente rara.
Potencialmente establece un nuevo estándar para una posible intervención futura del Vaticano, ya que no se ha tomado una decisión de esta magnitud con otros grupos acusados ​​de formas similares de mala conducta, incluidos los Legionarios de Cristo y sus entidades asociadas después de que surgieron acusaciones contra su fundador, el padre mexicano Marcial Maciel Degollado.
Los observadores creen que la razón de esto no son sólo las acusaciones, pasadas y recientes, de abuso sexual y encubrimiento contra varios miembros, sino también las acusaciones de amplia corrupción financiera y tácticas mafiosas de atacar e intentar desacreditar a los críticos, víctimas y periodistas que informan sobre los escándalos, así como a uno de los investigadores del Vaticano.
Problemas en las raíces
Sociedad de Vida Apostólica y el mayor movimiento laico eclesial del Perú, el SCV fue fundado por el laico peruano Luis Fernando Figari en 1971.
Nacido en Lima en 1947, Figari es el fundador de una comunidad laica de hombres, el SCV; una comunidad laica de mujeres, la Comunidad Mariana de Reconciliación (MCR), en 1991; una comunidad de religiosas, las Siervas del Plan de Dios, en 1998; y un movimiento eclesial, llamado “Movimiento de Vida Cristiana”, en 1985; todos los cuales compartían la misma espiritualidad “sodálite”.
Un grupo carismático con un don para involucrar a los jóvenes, las ramas del SCV atrajeron una franja de vocaciones de aquellos atraídos por su énfasis en una vida de estricto ascetismo, formación intelectual y combate espiritual, creyendo que su llamado era luchar como soldados de élite en el ejército de Dios.
Figari renunció como superior general del SCV, uno de los grupos eclesiales más influyentes de Sudamérica, por supuestos motivos de salud en 2010, aunque para entonces ya habían surgido escándalos que involucraban a otros miembros y ya habían empezado a surgir en Perú acusaciones de abuso sexual, físico y psicológico contra Figari.
Fuente: CruxNow.com

Palabras del párroco a mantener el espíritu de la parroquia

Antes de finalizar la Misa, el párroco quiso dirigir unas palabras a los fieles que había asistido a la Misa. Juan Carlos Rivva ha confesado que «ser párroco de esta comunidad ha sido una de las mayores bendiciones que Dios me ha dado en la vida». Rivva ha destacado que es una «parroquia unida, viva, evangelizadora y solidaria».
«Los sacerdotes que trabajamos en esta parroquia del Sodalicio, ahora que tristemente ha sido suprimido, queremos incardinarnos en la arquidiócesis de Lima y continuar sirviendo a través de nuestro ministerio a los fieles de esta parroquia para poder seguir dando continuidad a esta acción maravillosa del Espíritu Santo», dijo el párroco.
Dirigiéndose a Jordi Bertomeu, Juan Carlos Rivva le pidió que «haga uso de sus buenos oficios e interceda para que esto sea posible».
Por último, lanzó una petición a los feligreses para que «custodien la identidad de esta parroquia» para poder seguir siendo «una familia espiritual».
Antes de dar la bendición final, Jordi Bertomeu volvió a tomar la palabra para reiterar que «están en el corazón del Papa» y que él está allí porque el Papa le ha enviado a estar con ellos y para hacer este proceso «lo más liviano y transparente posible».
Fuente: Infovaticana.com
Enviado del Vaticano a Perú

Supresión de la Fraternidad Mariana de la Reconciliación

Los miembros de la Fraternidad Mariana de la Reconciliación confirmamos, como se ha hecho público en los últimos días, que hemos sido recientemente informadas que el Papa Francisco ha decidido suprimir nuestra comunidad, junto con las demás instituciones iniciadas por el Sr. Luis Fernando Figari, por considerar que estas carecen de carisma.
https://fraternas.org/…/comunicado-de-la-fraternidad…/

Supresión de las Siervas del Plan de Dios

https://siervasdelplandedios.org/?p=2882

Comunicado final

Los miembros del Sodalicio reunidos del 6 al 31 de enero en la ciudad de Aparecida (Brasil), deseamos hacer llegar el siguiente mensaje:
1. Durante nuestra Asamblea General, recibimos la comunicación de que el Dicasterio para los Institutos de Vida Consagrada y las Sociedades de Vida Apostólica, con aprobación específica del Papa Francisco, había decidido suprimir al Sodalicio de Vida Cristiana.
2. Los sodálites asumimos con docilidad esta decisión manteniendo nuestra confianza en la Providencia de Dios. Reafirmamos nuestra plena obediencia al Santo Padre y lo seguimos acompañando con nuestras continuas oraciones.
3. Queremos expresar como Asamblea, con dolor y profundo arrepentimiento, nuestro pedido de perdón a las víctimas y a todas las personas afectadas por los diversos abusos ocurridos en nuestra historia, por las heridas producidas y por todo el escándalo que esto ha ocasionado.
4. Agradecemos el acompañamiento y a todas las orientaciones que la Iglesia nos ha dado a lo largo de este tiempo, especialmente a través de los Delegados Pontificios presentes en esta Asamblea, Cardenal Gianfranco Ghirlanda SJ y Fray Guillermo Rodríguez Rico OFM. De la misma manera, a toda nuestra familia espiritual que nos ha acompañado con su testimonio y oraciones.
Aparecida, 31 de enero de 2025
Los sodálites miembros de la VI Asamblea General

Arzobispo Eguren se defiende frente a Comisión Scicluna-Bertomeu: «No hubo una investigación seria y han lesionado mi buen nombre»

La Iglesia en Perú vive un auténtico polvorín interno. Si en estos días pasados ha sido el cardenal Juan Luis Cipriani quien ha tenido que salir a la palestra con comunicados para defender su buen nombre y fama ante las graves acusaciones vertidas por el diario izquierdista El País, ahora le toca el turno a José Antonio Eguren, arzobispo emérito de Piura que fue obligado por el Papa a renunciar el año pasado.
Monseñor José Antonio Eguren, arzobispo emérito de Piura y vinculado al Sodalicio de Vida Cristiana hasta que el Papa Francisco decretó su expulsión el pasado mes de septiembre, ha roto su silencio a través de un contundente comunicado difundido este domingo 2 de febrero.
Eguren ha roto su silencio y ha señalado directamente a la ya famosa ‘Misión Especial Scicluna-Bertomeu’ como origen de su forzosa renuncia. Al igual que el cardenal Cipriani, el arzobispo Eguren ha denunciado que fue sometido a un proceso en el que no se han respetado sus derechos dando a entender que Roma tiene un gravísimo problema en su forma de proceder que -por lo que va saliendo a la luz- roza prácticas mafiosas indignas de la Iglesia fundada por Cristo. ¿Quién va a querer ser obispo viendo cómo se les trata?
Al airearse en medios y redes sociales el documento del Dicasterio para la Doctrina de la Fe, firmado por el Papa Francisco el 5 de julio de 2023, donde se señalan los fines de la investigación que tuvo a su cargo la “Misión Especial Scicluna-Bertomeu” en relación al Sodalitium Christianae Vitae, el arzobispo José Antonio Eguren se ha pronunciado sobre cómo vivió todo este proceso.
«El revelador documento, redactado en italiano, señala que luego de diversos encuentros tenidos con exsodalites se han levantado hechos que suscitan mucha perplejidad. Entre ellos menciona, ‘la actuación delictuosa de la actual cúpula directriz del Sodalitium, en modo especial del Rev. Jaime Baertl y, en particular, el reciclaje de enormes sumas de capital bajo el amparo del Concordato de 1980, con el concurso de diversos personajes prominentes, entre los cuales el Obispo de Piura, S.E. Monseñor Eguren’», comienza diciendo el arzobispo peruano.
Tras la difusión de ese documento, el arzobispo emérito de Piura se ha pronunciado al respecto «en salvaguarda de mi honor, fama y apellido».
Denuncia de irregularidades durante su declaración ante Scicluna-Bertomeu
En primer lugar, Eguren confirma que fue llamado a declarar, a la «Misión Especial Scicluna-Bertomeu», el 27 de julio de 2023, en la Nunciatura Apostólica en el Perú. En dicha reunión «en ningún momento se me comunicaron los alcances del mandato con el que venía la ‘Misión Especial’. Tampoco se me comunicó la existencia de alguna acusación sobre malos manejos económicos, y mucho menos se me formuló ni una sola pregunta relacionada con el reciclaje de enormes sumas de dinero en supuesto abuso del Concordato de 1980». José Antonio Eguren se pregunta el motivo por el cual si la Misión venía con esa información a investigar, con la precisión que señala el Documento del Dicasterio para la Doctrina de la Fe en el que incluso aparece mi nombre, «¿por qué no se me preguntó nada al respecto?»
José Antonio Eguren asegura que su declaración ante la “Misión Especial Scicluna–Bertomeu” «estuvo llena de irregularidades, tanto de forma como de fondo». Eguren denuncia que no se le permitió ir con ningún abogado, civil y/o canónico, ni tampoco se le pidió prestar juramento. De igual modo, afirma que no se levantó un acta de la reunión. «Además, mi declaración fue cortada abruptamente por Monseñor Jordi Bertomeu al poco tiempo de iniciada porque, según dijo, dicha ‘Misión Especial’ tenía una agenda muy apretada con varias declaraciones más que tomar», añade el arzobispo emérito de Piura.
Sobre su declaración, aclara que «durante el tiempo de mi declaración sólo se me preguntaron generalidades. No hubo preguntas referidas al abuso del Concordato de 1980 ni al manejo de ‘enormes sumas de dinero’, ni acusación de ninguna otra índole. Me impidieron, por tanto, que pudiera ejercer mi derecho a la legítima defensa, toda vez que venían con un mandato muy concreto de la Santa Sede y del Papa Francisco».
Filtraciones y diferencia de trato
Con todos estos datos, el arzobispo emérito de Piura no ha dudado en señalar que los miembros de la “Misión Especial” viajaron a Perú «con un juicio ya formado desde Roma a cumplir con una mera formalidad o trámite».
De forma sutil, el arzobispo purgado por Francisco hace casi un año, insinúa que ha podido haber filtraciones a «un sector de la prensa local» que ha tenido acceso «privilegiado a las actuaciones reservadas de la ‘Misión Scicluna–Bertomeu’ de julio – agosto de 2023», y que gracias a esas publicaciones «sabemos que a las personas que tenían algo que denunciar se les concedieron varias horas para escuchar con todo detenimiento sus versiones. No fue mi caso, y hasta donde sé, de ninguno de los investigados», denuncia Eguren.
«Asimismo, a personas que solicitaron a la ‘Misión Especial’ ser escuchadas para aportar información relevante en relación con el Sodalitium y sus obras no se les dio audiencia», lamenta el arzobispo Eguren quien a su vez señala que esta situación «no constituye justicia proporcional en ningún sentido, ni la protección del derecho de defensa garantizado internacionalmente por los sistemas occidentales de justicia. Por otro lado, si la ‘Misión Especial’ venía a investigar, se privó de información que le hubiera podido ayudar en el discernimiento de temas delicados y complejos».
Destituido como arzobispo de Piura tras el informe de la ‘Misión Especial’
Monseñor José Antonio Eguren ha confirmado ahora que fue en base al Informe Final presentado por la «Misión Especial Scicluna–Bertomeu”, que se le pidió primero mi renuncia al oficio pastoral como Arzobispo de Piura (27 de febrero de 2024), y después se decretó su expulsión del Sodalicio de Vida Cristiana (25 de septiembre de 2024). «En espíritu de filial obediencia al Santo Padre acepté ambas decisiones, pero siempre solicitando saber cuáles eran las ‘diversas acusaciones’ contenidas en el Informe Final de la ‘Misión Especial’. Hasta la fecha no he tenido una respuesta a mis múltiples cartas dirigidas a la Santa Sede (Vaticano) en ese sentido», escribe Eguren en el comunicado.
Además, arremete contra «el modo arbitrario de proceder de la ‘Misión Especial Scicluna–Bertomeu’» por haber afectado «seriamente mi derecho de presunción de inocencia y mi derecho a la legítima defensa. En ese sentido, no hubo una investigación seria. La ‘Misión Especial’ vino con un mandato específico del Santo Padre que, en mi caso, no fue observado». Asimismo el arzobispo lanza la siguiente pregunta: «¿cuál fue entonces el debido proceso que se siguió después para pedir mi renuncia como Arzobispo de Piura y expulsarme del Sodalitium, si nunca pidieron mi versión de los hechos materia de investigación?»
Críticas a la actuación de Scicluna-Bertomeu
Eguren denuncia en su escrito con contundencia que «el proceder de Monseñor Charles Scicluna y de Monseñor Jordi Bertomeu ha lesionado seriamente mi buen nombre heredado limpiamente de mis padres, quienes me enseñaron siempre a honrarlo, más aún, como ministro sagrado. Asimismo, ha lesionado los principios de verdad y justicia, de caridad y respeto a la buena fama que todos tenemos».
Por otro lado, el arzobispo emérito de Lima ha aprovechado para señalar que «desde hace más de 23 años, no tengo participación alguna en la gestión ni en la administración de Asociaciones Civiles ni del Sodalitium. En relación con la infundada acusación de defraudación tributaria, la Fiscalía Especializada en Delitos Tributarios investigó en su momento a los cementerios para establecer si se había defraudado impuestos en el Perú. Luego de la investigación fiscal y la opinión técnica de la SUNAT (el organismo que administra los tributos en el Perú), esa investigación se archivó por no existir ningún tipo de fraude al Fisco Peruano».
Por último, el arzobispo Eguren desvela que en la audiencia que el Santo Padre le concedió el pasado sábado 4 de enero de 2025, tuvo la oportunidad de expresarle al Papa Francisco «que desde hace varios años vengo sufriendo una sistemática campaña de difamaciones y calumnias, a lo que me dijo que me asistía todo el derecho para defender públicamente mi buen nombre y fama. Es por ello que, alentado por el Papa, hago esta declaración pública».
Fuente: Infovaticana.com

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