Lagartos y ratas

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Las serpientes en IDL

Por Martha Meier Miró Quesada- Diario EXPRESO.
El periodista Beto Ortiz diseccionó con la tranquilidad de un cirujano a las serpientes que se cobijan en IDL, autodenominándose ‘periodistas de investigación’ o ‘periodistas independientes’.
Hizo lo propio con la falsa narrativa sobre el caso ‘Lava Jato’, creada en el templo de la secta caviar de Gustavo Gorriti.
En su programa Beto a Saber, Ortiz dijo que demostraría “cómo es verdad que la señora Romina Mella, mano derecha de Gorriti, en IDL, fue mandadera del fiscal de la Nación, Pablo Sánchez, para comunicaciones con el fiscal general de Brasil”.
Así fue y todo está documentado, por las interceptaciones telefónicas que se hicieron en Brasil al descubrirse que el juez Moro de santo no tenía un pelo.
Lo presentado por Ortiz es una denuncia gravísima que demuestra lo podrido que estuvo el Ministerio Público, y a lo mismo está volviendo.
Ortiz lanzó una megabomba: un reportaje del periodista Ismael Tasayco en la que presentó documentación judicial procedente del Brasil de interceptaciones de conversaciones vía telegram y entre los miles de documentos y transcripciones –en total 7 terabytes– figura la siamesa despegada de Gorriti: Romina Mella.
Villanueva, ex asistente de la suspendida Fiscal de la Nación Patricia Benavides, ya había dicho que Mella tenía escritorio en la oficina del equipo de fiscales Lava Jato. Era verdad y la documentación lo demuestra.
Romina Mella y Dallagnol habrían sostenido conversaciones a través de Telegram.
La fulana se comunicaba con el fiscal brasileño Deltan Dallagnol, más o menos el Vela Barba de allá, quien terminó renunciando cuando se investigó la actuación del Ministerio Público Federal y los abogados de Lula demostraron que se usó la prisión para ejercer presión sobre supuestos testigos, entre otras. ¡Vaya fuente la de la periodista!
Comprobado está que Mella fue enlace del entonces fiscal de la Nación Pablo Sánchez con Dallagnol. Ajá, Sánchez el de los almuerzos con ‘periodistas’, organizados por Pedro Salinas.
La que “investigaba” el hurto de Odebrecht y su gran cómplice peruano José Graña, era la secretarucha en la sombra del fiscal Sánchez, lo que demuestra que IDL y Gorriti lo controlaban.
Los documentos presentados en el reportaje del Tasayco son irrebatibles. Mella se comunica con Dallagnol diciéndole: “Querido Deltan, en primer lugar, recibe un cordial saludo desde Lima, Perú. Espero que estés bien.
Escribo porque Gustavo Gorriti, mi editor y yo, viajaremos a Curitiba el 27 de noviembre, y nos quedaremos allí una semana.
Como ustedes saben, en IDL Reporteros, estamos trabajando desde el 2015 en una investigación conjunta”. “Investigación” cuando la de IDL compartía un chat con Pérez y Vela donde le jugaban información privilegiada.
En el set de Beto a Saber, el abogado Humberto Abanto explicó claramente que todo esto explica “por qué una institución no gubernamental accedía a información clasificada del Ministerio Público y cómo, además, en el caso de Alan García, co-participó para cercar a un expresidente”.
Todas esas serpientes merecen cárcel, junto a sus ‘rehabilitados’ clientes luego de que éstos devuelvan al Perú lo robado.
La mano derecha de Gustavo Gorriti habría sido “mandadera” del fiscal Pablo Sánchez Velarde.

IDL entrometido en LavaJato

El programa “Beto a Saber” del 21 de marzo en Willax, difundió preocupantes revelaciones sobre cómo la mano derecha del controvertido Gustavo Gorriti, director de la ONG IDL Reporteros, mantenía conversaciones con el fiscal carioca Deltan Dallagnol, quien estuvo a cargo de la mega investigación del caso LavaJato en Brasil.
La evidencia es una documentación judicial proveniente de Brasil, donde se compilan conversaciones en la aplicación Telegram entre Romina Mella, la periodista de IDL y persona de confianza de Gorriti, y el fiscal Dallagnol.
El rol de Mella habría sido de una “emisaria o relacionista” entre el entonces titular del Ministerio Público, Pablo Sánchez Velarde (Fiscal Supremo Titular de Perú desde el año 2005), y Dallagnol. En uno de los mensajes difundidos por en el programa “Beto a Saber” se encuentra una invitación especial que la periodista, como si fuera una secretaria, le hace al fiscal brasilero a una actividad: La Fiscalía del Perú está organizando una conferencia internacional sobre corrupción y lavado de dinero personificada en el caso LavaJato desde la perspectiva de la investigación fiscal, pero también con la participación de periodistas de investigación, Las autoridades peruanas, especialmente la Fiscalía General de la Nación, están muy ansiosas por invitarlo como orador”.
También sería una buena oportunidad para coordinar acciones puntuales con el Fiscal de la Nación, Pablo Sánchez ¿Quién sería el funcionario designado en su oficina para coordinar la invitación? Esperemos que te interese”, se lee en otro de los mensajes mostrados por el programa, el cual está escrito en un tono que correspondería a una encargada de relaciones públicas, logística o secretaria de la Fiscalía y no a una periodista de investigación.
Esta información complementaría las declaraciones del colaborador eficaz, Jaime Villanueva, quien habría afirmado que Romina Mella tuvo un espacio de trabajo en el despacho del fiscal José Domingo Pérez del Equipo Especial Lava Jato, donde ella habría revisado documentos clasificados, utilizando una computadora para realizar diversas tareas.
El programa “Beto a Saber” lanza dos preguntas interesantes, a las que también nos adherimos: “¿Porqué la fundadora de IDL-Reporteros tenía que hacer esta invitación a nombre de la Fiscalía de la Nación?¿Qué poder ostentaba para ofrecer coordinar acciones puntuales con la máxima autoridad del Ministerio Público?”.
En ese sentido, el abogado Humberto Abanto dijo a Willax que Pablo Sánchez Velarde “tendrá que explicarnos a todos por qué necesitaba la interacción de la representante de una organización no gubernamental con un fiscal de Brasil, que era el jefe de la fuerza de tarea cuando además el Perú tiene firmado un convenio de cooperación judicial que facilita todas estas cosas”.
Parece que ese convenio judicial no se habría respetado, pues otro de los mensajes revelaría una posible relación de cercanía entre los periodistas de IDL y Deltan Dallagnol: “Querido Deltan, en primer lugar recibe un cordial saludo desde Lima, Perú; Espero estés bien. Escribo porque Gustavo Gorriti, mi editor y yo, viajaremos a Curitiba el 27 de noviembre y nos quedaremos allí como una semana. Como ustedes saben, en IDL Reporteros estamos trabajando desde 2015 en una investigación conjunta…”.
Esta comunicación revelaría una fecha aproximada desde cuándo IDL Reporteros habría estado involucrado (aunque se desconoce hasta qué punto) en el trabajo de la Fiscalía relacionado al caso Lava Jato y expondría totalmente a Gorriti como un posible entrometido, especialmente a través de su mano derecha, en tareas de competencia del Ministerio Público.
Al respecto, el ex gerente de la Escuela Ministerio Público, Luis Alberto Pacheco manifestó su indignación por que la forma en la que Romina Mella trata a Dallagnol en los mensajes “demuestra que ella tiene autoridad y seguridad en cuanto a una condición: la de representante de la Fiscalía y por eso es que se permite hacer una invitación de esta naturaleza y de fechas”.
¿Cómo se obtuvieron estas conversaciones?
El reportaje de “Beto a Saber” asegura que estas comunicaciones habrían sido obtenidas por piratas informáticos en el 2019 al hackear los teléfonos de fiscales brasileños involucrados en el caso Lava Jato, quienes habían filtrado mensajes por Telegram.
Estas conversaciones revelaron las coordinaciones entre el juez Sergio Moro y el equipo de fiscales que investigaban el caso Lava Jato, cuyo jefe era Deltan Dallagnol.
Humberto Abanto explicó a Willax que en Brasil “se decía que era Moro el que estaba dirigiendo la estrategia de investigación y no el fiscal. Esto hizo que las autoridades judiciales brasileñas dictaran un levantamiento del secreto de las comunicaciones entre Dallagnol y Moro. Es así como se obtienen siete tiras de información de Dallagnol”.
Entre todas estas comunicaciones, se encontraban unos 115 diálogos entre Romina Mella y Dallagnol, que datan del año 2015.
¿IDL Operadores políticos?
Basándose en toda la evidencia revelada, Luis Alberto Pacheco afirmó a “Beto a Saber” que todo ello “demuestra que Romina Mella era y sigue siendo una operadora política con escritorio en el despacho de José Domingo Pérez y que además era relacionista publica del despacho de la Fiscalía de la Nación”.
La interferencia de la mano derecha de Gorriti se sumaría a un historial de operaciones políticas en las que el director de IDL habría estado involucrado. A fines de febrero de este año, el programa dominical “Contracorriente” de Willax lanzó un reportaje donde el ex fiscal supremo de Panamá, José Antonio Sossa Rodríguez, denunció el “modus operandi” de Gorriti para destruir su imagen pública, chantajearlo y manipular las noticias en su contra cuando este era director de informaciones del diario panameño La Prensa durante la década de los 90´.
Por otro lado, el pasado 30 de enero, Jaime Villanueva indicó que el director de IDL Reporteros habría dirigido la investigación del caso “Los Cócteles”, por la que el fiscal José Domingo Pérez solicitó 30 meses de prisión preventiva contra la lideresa de Fuerza Popular, Keiko Fujimori.
“Le pagaban su bono y él (Gorriti) se hizo cargo del Caso Cócteles. Ya expliqué la relación con Gustavo, que era un poco el que dirigía la investigación. Gustavo venía bastante seguido a hablar con Pablo Sánchez. De hecho, Gustavo intercedió y hasta exigió que se contrate al fiscal [Stefan] Lenz”, contó Villanueva.
Toda esta información está mermando la imagen del periodismo independiente de investigación que tanto defiende Gustavo Gorriti y sus subordinados de IDL. Cada vez más se evidencia que no sería un periodista, sino un operador político que utilizaría esa profesión como una pantalla para sus verdaderas intenciones.
El país merece que el fiscal Pablo Sánchez y los periodistas Romina Mella y Gustavo Gorriti den explicaciones.
Fuente: El Reporte.pe

Walter Delgatti. (Foto: Agencia Senado)

Moro-Dallagnol

Según Romina Mella: “Delgatti había hackeado las comunicaciones que tuvo el procurador brasileño Deltan Dallagnol, a través de Telegram. En total, fueron hackeados 952 mil 754 mensajes, en el periodo que va de mayo de 2014 a abril de 2019. Todo el material de las interceptaciones fue confiscado por las autoridades brasileñas.
Publicaciones de periodismo de investigación, como The Intercept Brasil, obtuvieron el material hackeado…que mostró coordinaciones impropias entre el juez Sergio Moro con el procurador Deltan Dallagnol…las acciones indebidas de Moro y Dallagnol afectaron toda la visión de debido proceso que hasta entonces había mantenido tanto el juez como los fiscales a cargo de la investigación.
Juez federal Sergio Moro. (Foto: Agencia Brasil)
Dentro del material interceptado por el hacker, figuran los mensajes que intercambié con Deltan Dallagnol durante 15 meses, entre el 25 de junio de 2015 y noviembre de 2016. La mayoría de los mensajes fueron escritos en inglés, porque era el idioma con el que el entonces procurador se sentía más cómodo que con portuñol.
Las conversaciones representan e ilustran una etapa muy importante en los inicios de la investigación latinoamericana del caso Lava Jato; y muestran también cómo se produjo una interacción habitual de periodista de investigación-fuente con las autoridades fiscales especializadas que avanzaban vertiginosamente el caso en Brasil.
Los mensajes que intercambié con Dallagnol contienen 4 mil 131 palabras. IDL-Reporteros las obtuvo y revisó en su totalidad”.
Fuente: IDL-Reporteros.

Mentiroso hasta el final

El allanamiento de la vivienda de Martín Vizcarra no se ejecutó a solicitud suya, como él afirmó inicialmente en las redes sociales.

En horas de la madrugada, el Ministerio Público realizó una operación simultánea de allanamiento e incautación en Lima y Moquegua, en el contexto de la investigación que se sigue al expresidente Martín Vizcarra, al exministro de Transportes y Comunicaciones (MTC) Edmer Trujillo y otros, por el Caso Los Intocables de la Corrupción. Se intervinieron, concretamente, las viviendas de los mencionados personajes en la capital y en la región señalada.
La imputación fiscal que los concierne, como se recuerda, presume la pasada existencia de una organización criminal encabezada por el exmandatario y gestada en el 2014, cuando él era gobernante regional de Moquegua. Una vez en la Presidencia de la República, sostiene la fiscalía, esa organización se habría encargado de copar con la llamada “muralla moqueguana” el MTC –y, más específicamente, la unidad ejecutora Provías Descentralizado– donde se habrían perpetrado hechos ilícitos en tres proyectos (Tintas, Pampas y Samegua) por montos que superan los S/200 millones.
Producido el allanamiento en su casa, el exgobernante colgó un mensaje en sus redes sociales en el que decía: “Soy el primer interesado en colaborar con la justicia, por eso solicité voluntariamente al MP [Ministerio Público] la inspección de mi domicilio”. Y añadió: “¡Se predica con el ejemplo!”. No pasó mucho tiempo, sin embargo, antes de que la fiscalía lo desmintiera por la misma vía. “Las diligencias de allanamientos se han ejecutado en mérito al requerimiento efectuado por el Ministerio Público y autorizado por el Juzgado Supremo de Investigación Preparatoria de la Corte Suprema de la República”, decía, entre otras cosas, un primer comunicado de la institución, al que siguió otro en el que revelaban que el exjefe del Estado había solicitado cambiarse la ropa de dormir, lo que sugiere a las claras que la intervención fue para él sorpresiva.
)Las falsedades, de cualquier forma, no son una novedad en el discurso del expresidente. Todos tenemos presentes las mendacidades que dijo cuando se descubrió que se había vacunado contra el COVID-19 –y que había hecho vacunar también a su esposa y su hermano– irregularmente, aprovechando las prerrogativas de su cargo. Todos lo hemos escuchado también coordinar con la gente que laboraba en el despacho presidencial a fin de “cuadrar” versiones alejadas de la realidad a propósito de citas y visitas que había recibido poco tiempo antes. La particularidad de su forma de mentir es que, aun cuando es colocado frente a la evidencia de que las cosas no son como él afirma, continúa sosteniendo lo indefendible.
El clima, no obstante, está cambiando para él. No solo en el caso que ha motivado los allanamientos (en el que los testimonios de colaboradores eficaces y testigos protegidos han complicado severamente su situación), sino también en el caso relativo a las contrataciones que beneficiaron mientras él era presidente a Richard Cisneros, conocido artísticamente como Richard Swing, en el Ministerio de Cultura. Decimos esto porque el pleno del Congreso aprobó el último jueves acusar al exmandatario penalmente con relación a este caso, por los presuntos delitos de tráfico de influencias agravado, negociación incompatible, obstrucción a la justicia y peculado doloso. Elocuentemente, la decisión se tomó con 84 votos a favor, ninguno en contra y cuatro abstenciones. Con esa decisión, el Ministerio Público puede avanzar a la etapa de investigación preparatoria.
No son días fáciles los que esperan a Vizcarra en el futuro cercano. Su defensa tendrá que batirse para demostrar la inocencia que él alega en todos los procesos que tiene abiertos. Y tendrá que hacerlo sin faltar a la verdad. La gran pregunta, por supuesto, es si contará con la colaboración del expresidente en ese esfuerzo. Es decir, si ha ensayado él su última falsedad a raíz de lo ocurrido ayer, o si seguirá propagando bulos como aquellos a los que nos ha tenido acostumbrados hasta ahora. O, en otras palabras, si continuará siendo mentiroso hasta el final.
Fuente: Editorial Diario El Comercio.

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