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Defendamos nuestra fe

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Felipe Mac Gregor Rolino SJ, rector PUCP (1963-1977) da un discurso en el III Congreso Nacional de Educación Católica. Sentados, de derecha a izquierda: Monseñor Ricardo Durand Flores SJ, Eduardo Palomino Thompson, Sister María Consuelo Sparks Miró Quesada IHM y otros. 1975.
Por Eduardo Palomino Thompson- Doctor en Educación.
PRESENTACIÓN DEL AUTOR
Este escrito se desarrolla a raíz de la diversa y difícil problemática del catolicismo en el momento actual, tanto en Perú como especialmente en el mundo. Los diversos capítulos son en su casi totalidad de mediados de este año 2023.
Para este autor el problema central del catolicismo actual, sin negar que también existan otros factores influyentes, no viene sobre todo de enemigos externos que atacan y cuestionan la Iglesia, hecho que es real, siempre lo ha habido y también la debilita, sino sobre todo de católicos laicos, eclesiásticos, teólogos, y hasta dignatarios vaticanos un poco rebeldes, a los cuales se suele llamar “progresistas”, quienes propugnan cambios a creencias milenarias judeocristiana, lo cual parece atentar contra la ortodoxia católica ya que se les ha considerado siempre como no negociables. En otros casos, es una forma sutil que prioriza la fraternidad y el caminar juntos, aunque no nos una la fe, todo ello por encima de lo fundamental de las creencias, aspectos todos ellos buenos pero que no son los centrales de una fe católica la cual queda debilitada. También hay católicos tradicionalistas que complican el panorama, aunque en mucho menor número, más discretos, y cuyos reclamos no cuestionan aspectos sustantivos.
La impresión que uno tiene es que, algunas de estas personas, quisieran refundar la Iglesia Católica llevándola hacia una doctrina menos exigente y que sea fácilmente aceptada por el mundo (es decir no ortodoxa), olvidando, increíblemente, que la doctrina católica procede de Dios Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Pero como sabemos, estas situaciones están ya profetizadas por San Pablo en 2Timoteo, 2 a 4: “predica la palabra, insiste con ocasión y sin ella, reprende, reprocha y exhorta siempre con paciencia y doctrina. Pues vendrá un tiempo en que no soportaran la sana doctrina, sino que se rodearán de maestros a medida de sus pasiones para halagarse el oído. Cerrarán sus oídos a la verdad y se volverán a los mitos. Pero tú sé sobrio en todo, sé recio en el sufrimiento, esfuérzate en la propagación del Evangelio, cumple perfectamente tu ministerio”. Es que hay mesiánicos que quieren corregir al Señor.
Estas corrientes heterodoxas siempre han existido en la Iglesia, pero últimamente se potenciaron a raíz de los que se denominó el “espíritu del Concilio” luego del Vaticano II (1965). Había quienes deseaban entonces, algunos teólogos y medios de comunicación en especial, cambios sustanciales en aspectos doctrinales claros y milenarios. Entonces derrotados, han resurgido en parte empujados por cierta posición dubitativa de Papa Francisco tal vez producto de que, al no ser un teólogo profesional, debe valerse de otras personas que, por lo visto, no poseen tampoco la necesaria preparación teológica y/o poseen cierto espíritu heterodoxo. También puede ser porque el Papa considera que se hacen necesarios una serie de cambios sustantivos a nivel doctrinal a fin de acercarse al mundo, aunque ello suponga el peligro de romper con la ortodoxia católica milenaria y que se pueda crear un cisma. Algunos creen en esta hipótesis y que, fallecido el Papa Benedicto XVI, se ha roto una especie de dique que estaba conteniendo ciertas ideas con variantes sustantivas.
Luego de 10 años de pontificado, buen número de “progresistas” que deseaban cambios importantes por el Papa Francisco, han quedado decepcionados al no ver modificaciones papales tangibles, según ellos, sino solamente apariencias de variantes importantes. Desde la otra orilla, sectores tradicionalmente ortodoxos que consideran que no puede haber cambios trascendentales, han quedado sorprendidos, y hasta decepcionados, al considerar que, aunque mucho no se haya cambiado todavía, hay intenciones de hacerlo en cuanto haya oportunidad y aún con riesgos de quebrar la ortodoxia milenaria de la fe de muchos católicos; todo ello en el proceso de lo que se está llamando una Iglesia Sinodal que aspira a caminar juntos a cualquier precio.
Además, por lo que se ve, se quiere decidir cosas importantes en la Iglesia hasta por decisiones mediante votación, y aunque ellas sean contrarias a su pasado y tradición milenaria y a las Escrituras, cosa absurda ya que la verdad no se vota. Los sínodos de octubre de 2023 y 2024 van a ser un asunto clave al respecto y más aún la Exhortación Sinodal que de ellos se derive, lo cual sucederá seguramente en el año 2025.
Pero uno se pregunta ante sectores católicos que quieren hacer variantes importantes en la doctrina católica: ¿es que es dable modificar los mandamientos de Dios Padre, el mensaje de Jesús en su vida y la organización y el impulso del Espíritu Santo de Pentecostés?; ¿qué autoridad tenemos los hombres para cambiar el plan y decisiones de Dios?; ¿alguien puede atreverse a garantizar que si así fuera todo iría muy bien porque las modificaciones serían mejores que lo que Dios dispuso? ¿No será lo más lógico que seamos los hombres los que nos acomodemos a las exigencias de Dios que sabe lo que es bueno para nosotros, aunque ello signifique molestias y sacrificios?
Quienes pertenecemos años a la Iglesia Católica no vamos a aceptar integrarnos a una Iglesia Sinodal, nueva y distinta en una serie de aspectos no negociables y en la cual, básicamente, los bautizados que forman el Pueblo de Dios, mediante consensos y/o votaciones, tomen decisiones vinculantes en cada diócesis, lo cual permitiría que en una de ellas sea pecado o virtud, lo que en otra es al revés. Nos llevaría a la conocida multiplicación de las iglesias protestantes y a negar que la verdad es solamente una y que, en el fondo, Dios no se puede contradecir de una época a otra.
Obviamente esta situación, si se confirman cambios sustantivos en las creencias al concretarse las definiciones sinodales por el Papa, cosa que al momento no se ha hecho, puede llevar muy bien a separaciones, cismas, y otros, con abandono de fieles, o a tensiones internas con los que prefieren quedarse sin romper con sus creencias tradicionales avaladas por el mismo Dios. La opinión clara de este autor, y seguramente de cualquier católico serio y ortodoxo, es que hay aspectos milenarios que no son cambiables y que se refieren al matrimonio, familia, aborto, y otros.
Asimismo, es muy claro que hay teólogos, eclesiásticos, y hasta autoridades católicas vaticanas, que están buscando hacer variantes que no son pertinentes ni aceptables y que, en la fe, moral y costumbres debemos defender lo que es ortodoxo.
Es que nuestra Iglesia es católica por el conjunto de sus creencias, vida y acciones, y no podemos decir que somos una Iglesia sinodal como se está diciendo porque ciertos estilos, metodología, creencias o énfasis quieren ser cambiados. No debemos decir que la Iglesia es Sinodal porque no lo es, aunque haya elementos valiosos de ella que habría que integrar, pero en su lugar y no como portaestandartes de la fe.
Desde otro ángulo, la sinodalidad insiste en dar un valor excepcional, y casi mágico, al caminar juntos y al discernimiento espiritual. Siendo ambos muy buenos e importantes, no parece puedan ser un sustento sólido de un sentido de vida y de una fe, menos aún a nivel de un conglomerado de muchas personas con características, edades y culturas tan diferentes. Más aún sabiendo la gran “profesionalidad” que supone asegurar que el discernimiento ha sido bien realizado y que lo que se recoge es la voluntad del Espíritu; en el fondo puede haber una gran subjetividad en un discernimiento espiritual. Por otra parte, no hay ningún valor específico de seguridad que pueda dar a la fe el hecho de caminar juntos con personas tan diferentes. Es decir, ambos, el discernimiento y el caminar juntos, constituyen un sustento muy gaseoso para cualquier pensador o teólogo que quiera construir algo sólido y perdurable.
Por otro lado, la sinodalidad parece creer que lo principal en la Iglesia católica es que la gente quiere ser escuchada por la jerarquía y el sacerdocio, cuando el verdadero y humilde creyente lo que quiere es escuchar a Dios en su interior y en base a ello buscarlo con todo su ser: “el quaerere deum”. En esa línea tampoco parece que va a querer torcer la voluntad de Dios ante sus exigencias; más bien lo que desea es la gracia para amar y cumplir la voluntad de Dios expresada en los mandamientos, y otros.
La invitación del Papa al Sínodo (2021) planteó tres ejes fundamentales al caminar juntos: la comunión; la misión y la participación y, para ello como clave, el encuentro entre los hombres independientemente de sus creencias y peculiaridades. Pero la cultura del “encuentro”, es muy complicada más aún si a ello añadimos el discernimiento y la fraternidad incluso con no creyentes, lo cual constituye otro aspecto muy mencionado.
Por otra parte, si bien pensamos, la comunión con otros tan distintos por fe, costumbres y creencias es muy difícil y utópica. Y lo es más si añadimos a ello el segundo elemento: la misión, la cual supone objetivos comunes. ¿Pero, cómo se va a lograr esto si el encuentro y la fraternidad nos vincula con personas muy distintas y por tanto con misiones y creencias sustantivas diferentes? ¿Y cómo vamos lograr una gran participación si el proyecto final no es común y la metodología del discernimiento es complicada, puede ser muy subjetiva y hasta desunir a muchos por ideas diferentes?
Asimismo, ¿qué pasa si en el discernir tenemos posiciones encontradas no solo entre los que caminan juntos, sino con lo establecido por Dios Padre en los mandamientos? Además, ¿no es Jesús el camino, la verdad y la vida? ¿Para qué buscar lo que ya se encontró: el saber caminar juntos y lo que hay que hacer? Las prioridades que ha puesto el Papa son muy importantes, pero no ha dicho que sean el centro de la fe; en todo caso lo son de objetivos más modestos del Sínodo.
Vale la pena recordar aquí lo de San Pablo en 2 Tesalonicenses, 2, 3 y 4: “Que de ninguna manera os engañe nadie, porque primero tiene que venir la apostasía y el hombre de la iniquidad, el hijo de la perdición que se opone y alza sobre todo lo que lleva el nombre de Dios o es adorado, hasta el punto de sentarse él mismo en el templo de Dios, mostrándose como si fuera Dios”. O será que cierta gente nos está vendiendo una “metodología” que facilita la manipulación a fin de llegar a lo que desean…
No faltan quienes afirman que lo que está pasando en el mundo, y en la Iglesia Católica, es una de las señales de los últimos tiempos con su rechazo a Dios y los consiguientes sufrimientos finales para la humanidad. Que sea esto un aviso para nosotros que pueden acercarse tiempo difíciles en los cuales tendremos que defender con fuerza nuestra fe e identificación con Dios Padre, Hijo y Espíritu Santo, antes que con los hombres por encumbrados que sean.
Es de esperar que esto no ocurra, pero hay que estar preparados y vigilantes y no nos dejemos ganar por “alguna a lo mejor soterrada estrategia de infiltración atea” que quiera apartarnos del único y supremo Señor. O a lo mejor, como en los tiempos del Señor en que se pedía la venida del Mesías Salvador, habrá que pedir que vengan ya los tiempos finales y el triunfo definitivo de Dios con toda la doctrina escatológica correspondiente. La ortodoxia de la fe es lo primero para todos nosotros.
No olvidemos que, tanto en lo social, la paz, lo político, lo religioso, y otros, los riesgos de un estallido mundial espantoso se comentan entre pensadores, sociólogos, teólogos y hasta místicos, según presuntas revelaciones. Para estos últimos Dios, harto de un mundo ateo que se burla de los mandamientos, va a desencadenar una purificación física y espiritual que hará temblar a la humanidad.
CONTENIDO DEL LIBRO
Los tres primeros capítulos de este libro procuran observar situaciones mundiales de tipo general, las cuales son necesarias a fin de enfocar con mayor profundidad el asunto, ya que el desarrollo y las dificultades eclesiales siempre tienen estrecha relación con la evolución del mundo, los lineamientos internacionales y aspectos de la cultura, filosofía, literatura, así como otras disciplinas.
El cuarto capítulo, haciendo ingreso a la parte católica, busca dar una explicación fundamentalmente religiosa a esta difícil situación mundial: el olvido de Dios. En el quinto capítulo se busca dar una mirada diagnóstica a la situación del catolicismo en Perú y el mundo en estas décadas post segunda guerra mundial. El sexto capítulo quiere hacer ver el esfuerzo del pontificado de Benedicto XVI, en la línea de los de Juan Pablo II y Pablo VI, por tratar de recentrar el mundo y el catolicismo en lo religioso, superando malas influencias del mundo, así como también ciertas ideas de sectores católicos progresistas más enfocadas a un catolicismo que priorice la ayuda a la solución de aspectos temporales que los espirituales y religiosos.
Los siguientes capítulos: siete, ocho y nueve, que corresponden todos a mediados de 2023, buscan enfocar la difícil y a veces criticada problemática católica actual muy centrada en el pontificado del Papa Francisco, así como diversas líneas o decisiones vaticanas que han removido notablemente el ambiente de los fieles y eclesiásticos, hecho que puede continuar aún más en el resto de 2023 y 2024, y hasta 2025, ante las decisiones que puedan derivarse del Sínodo y de la Exhortación final del Papa.
El décimo capítulo, ante la difícil situación producida por lo expresado en los tres capítulos precedentes correspondientes al pontificado del Papa Francisco, trata de entender si se trata de una crisis total del catolicismo, o problemas parciales a superar.
Los siguientes capítulos, once, doce y trece, procuran insistir en la necesidad de una Iglesia más orante, un pontificado futuro más centrado en lo religioso y la urgencia de educar en una fe claramente ortodoxa ante deseos de algunos de cambios no negociables en lo católico.
El capítulo 14, aunque aparentemente se sale del tema, busca resaltar algunas urgencias de cosas que habría que hacer para, dentro de una cultura con elementos católicos y democráticos, se busque superar los dramáticos problemas de nuestro Perú dentro de un enfoque humanista y constitucional y bajo la iluminación católica. La fe se encarna en el mundo y tiene que ver con el desarrollo nacional y ciudadano. La Doctrina Social de la Iglesia es muy clara.
El capítulo 15 procura hacer ver el perfil de lo que piensa el autor sobre aspectos de los enfoques desarrollados en los diversos capítulos, considerando que no se debe etiquetar a quienes escriben sino, en todo caso, por sus ideas en diferentes aspectos individuales.
1.- EN LO GLOBAL: ¿DESARROLLO HUMANO INTEGRAL? O SOSTENIBLE.
Una breve historia:
La década de los 90 significó un momento de gran preocupación por el “desarrollo humano”, muy promovido por las Naciones Unidas mediante su organismo el PNUD, el cual se hizo abanderado de esta justa e importante propuesta. Por su misma expresión, comprendía una visión con los más variados elementos del contexto mundial. En el fondo, se encontraba en la línea que, para lo individual, señalaba la “Declaración de los Derechos Humanos” de las Naciones Unidas (1948): “El pleno desarrollo de la personalidad humana” (art. 26).
Dentro de esta misma orientación el Concilio Vaticano II habló de “educación integral” (1965), la cual comprende lo cognitivo, afectivo, moral, físico, espiritual y religioso. En la línea de lo global y colectivo, la Iglesia seguía con su centenario principio de que los estados tienen como objetivo y prioridad “el bien común”, también dentro de un concepto integral y totalizante.
Lamentablemente, y por los planteamientos de sus mismos documentos internacionales, las instituciones señeras actuales, ONU, UNESCO, y otras, van perdiendo el sentido de integralidad para resolver los problemas del mundo y se van canalizando hacia énfasis parciales, los cuales se comienzan a considerar como los únicos necesarios para resolver los problemas, olvidándose el sentido holístico de los mismos y dejando de lado, o debilitando, aspectos vitales. Los “énfasis exagerados” hacen tanto daño como los olvidos, al dejar aspectos esenciales.
En este siglo XXI ha habido dos documentos fundamentales de tipo global: a) el documento del MILENIO, con proyección del 2000 al 2015; y b) su continuación que es el documento de las Naciones Unidas con las prioridades para el período del 2015 al 2030 denominado: “Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible”, con su planteamiento de “Transformar nuestro mundo”.
Dicho documento ha establecido 17 Objetivos del Desarrollo Sostenible y 169 metas.
Recuerda que: “Los objetivos y las metas son de carácter integrado e indivisible y conjugan las tres dimensiones del desarrollo sostenible: económica, social y ambiental”. Son a 15 años. Como se puede observar por su lectura, todo se centra en el desarrollo sostenible, lo cual no debiera ser. Asimismo, se reduce únicamente a los tres aspectos mencionados, lo cual, obviamente, es incompleto. Lo lamentable es que esta orientación limitada está influyendo mucho en la documentación, planes y acciones mundiales.
En los párrafos correspondientes se observa que, en el fondo, el asunto ambiental está a la par de la pobreza económica como objetivo central. En este sentido se manifiesta: que la erradicación de la pobreza es “un requisito indispensable para el desarrollo sostenible”; que se está resuelto a “sanar y proteger nuestro planeta” y “reconducir al mundo por el camino de la sostenibilidad…”.
Asimismo, como se manifiestan líneas arriba, “los objetivos y metas conjugan las tres dimensiones del desarrollo sostenible: económica, social y ambiental”. Pero uno se pregunta: ¿es todo esto tan importante como para que se haya convertido en la preocupación central y casi única del mundo por encima de la paz, el terrorismo, la delincuencia, la familia, las virtudes y valores, el desarrollo que comprende el avance de cada uno en su personalidad, y otros, lo cual conforma los logros humanos integrales comprendiendo una preocupación por Dios y lo trascendente?
Personalmente pienso que no y que se les está dando un relieve excesivo, sin querer decir que no sean importantes. Al hacerlo se convierte a la pobreza, el medio ambiente y lo ecológico no solamente en los temas centrales de la problemática mundial, sino que se han minimizado los demás y se les ha convertido en aspectos muy secundarios.
Vale la pena terminar este breve artículo mostrando los objetivos tanto del Milenio como de la Agenda al 2030 a fin de observar la debilidad de ambos, tanto por la ausencia de aspectos esenciales, como por el énfasis exagerado en otros. Se invita al lector a analizarlos con detenimiento y sentido crítico. Además de un notable reduccionismo al limitar los aspectos importantes, hay una total utopía en su logro final cuando se habla continuamente de garantizar el cumplimiento de los objetivos.
Documento del Milenio.
Objetivos de Desarrollo del Milenio establecidos para el período 2000-2015.
Los 8 ODM:
1. Erradicar la pobreza y el hambre.
2. Lograr la enseñanza primaria universal.
3. Promover la igualdad de género y la autonomía de la mujer.
4. Reducir la mortalidad infantil
5. Mejorar la salud materna.
6. Combatir el VIH/SIDA, paludismo y otras enfermedades.
7. Garantizar la sostenibilidad del medio ambiente.
8. Fomentar una asociación mundial para el desarrollo.
Fueron explicitados con mayor detalle comprendiendo metas e indicadores (ver en Google).
Agenda al 2030.
Una lectura detallada del Documento, fácilmente ubicable en internet y con unas 70 carillas de desarrollo, permitirá ver sus valores, pero también su reduccionismo y grandes utopías, así como sus lagunas. Veamos, de manera escueta, los 17 objetivos para confirmarlo.
1. Poner fin a la pobreza en todas sus formas en todo el mundo.
2. Poner fin al hambre, lograr la seguridad alimentaria y la mejora de la nutrición y promover la agricultura sostenible.
3. Garantizar una vida sana y promover el bienestar para todos en todas las edades.
4. Garantizar una educación inclusiva, equitativa y de calidad y promover oportunidades de aprendizaje durante toda la vida para todos.
5. Lograr la igualdad entre los géneros y empoderar a las mujeres y niñas.
6. Garantizar la disponibilidad de agua y su gestión sostenible y el saneamiento para todos.
7. Garantizar el acceso a una energía asequible, segura, sostenible y moderna para todos.
8. Promover el crecimiento económico sostenido, inclusivo y sostenible, el empleo pleno y productivo y el trabajo decente para todos.
9. Construir infraestructuras resilientes, promover la industrialización inclusiva y sostenible y fomentar la innovación.
10. Reducir la desigualdad en y entre los países.
11. Lograr que las ciudades y los asentamientos humanos sean inclusivos, seguros, resilientes y sostenibles.
12. Garantizar modalidades de consumo y producción sostenibles.
13. Adoptar medidas urgentes para combatir el cambio climático y sus efectos.
14. Conservar y utilizar en forma sostenible los océanos, los mares y los recursos marinos para el desarrollo sostenible.
15. Promover el uso sostenible de los ecosistemas terrestres, luchar contra la desertificación, detener e invertir la degradación de las tierras y frenar la pérdida de la diversidad biológica.
16. Promover sociedades pacíficas e inclusivas para el desarrollo sostenible, facilitar el acceso a la justicia para todos y crear instituciones eficaces, responsables e inclusivas a todos los niveles.
17. Fortalecer los medios de ejecución y revitalizar la Alianza Mundial para el Desarrollo Sostenible.
2.- CRISIS NACIONAL Y MUNDIAL: LA RESPUESTA EDUCATIVA Y RELIGIOSA.
INTRODUCCIÓN.
La historia del mundo y del Perú muestran que todos los tiempos han sido difíciles por problemas diversos, así como con frecuencia por crisis profundas y a veces duraderas. Nadie duda que los momentos actuales son de una grave situación nacional e internacional tanto en lo humano como en lo religioso. Pero vale la pena anotar que en este artículo no tomamos la expresión crisis en su sentido extremo de que prácticamente todo es negativo, ha estallado y no tiene solución, sino en el de algo muy complicado, pero siempre solucionable y que no comprende nunca la totalidad de la realidad, la cual tiene siempre aspectos no tan dramáticos y hasta positivos.
Es muy lamentable que no hayamos aprendido las lecciones de la historia y sigamos en diversos aspectos hasta peor que antes, pese a que el nivel educativo es mejor que el de cualquier época precedente. Esto quiere decir no tanto que la educación sea mala (desde luego que no es muy buena), cuanto que la sociedad y los estudiantes, de cualquier nivel que sea, no respondemos a ella, especialmente en los aspectos éticos, ciudadanos, religiosos, justica social, apego a la verdad, y otros.
En efecto, los educadores, llámense maestros, padres, medios de comunicación, u otros, muy raramente enseñan a ser delincuentes, corruptos, vengativos, malos padres, deficientes ciudadanos, etc. etc., pero como las personas somos libres con frecuencia, al parecer más que en otros tiempos, optamos por lo incorrecto y generamos así los problemas.
Hay que potenciar que la sociedad y la educación prioricen las virtudes, los valores de todo tipo, incluyendo por supuesto los religiosos. Asimismo, que valoren la verdadera ciudadanía, entre otros muchos. Mientras no exista una respuesta real de muchos más de los que no responden adecuadamente, seguiremos en situaciones muy difíciles y las profundizaremos. En verdad la respuesta está en nosotros, ya que los gobiernos y gobernantes son el producto de nuestras fallas o aciertos. Una buena educación puede ayudar, pero si la persona no responde, nada se arregla. Las culpas son nuestras, no de las estructuras políticas, económicas y sociales.
CRISIS NACIONAL
En variados aspectos, los dos siglos republicanos no han sido mejores que los virreinales, exceptuadas por supuesto la libertad y la independencia. En efecto: luchas internas, guerras civiles, envidias, deseos de poder, y otros, no hicieron muy feliz ni desarrollado el siglo XIX. Pero el siglo XX tampoco fue muy famoso: tensiones ideológicas, políticos con ambiciones, deficiente preocupación por salir de la pobreza, golpes de Estado, criollismo, corrupción, y tal vez flojera de muchos, no permitieron avances sustantivos.
De otro lado, el siglo XXI parecía que empezaba en muchos aspectos mejor, pero al cumplirse el Bicentenario ha mostrado que falta mucho para tener un Perú con un avance social, político y económico sólidos, mostrando riesgos de tornarse un país inviable y hasta perder la finalidad para la que nació. No es posible decir que no estamos en grandes problemas, o tal vez, como dicen algunos, en una gran crisis.
Que Dios nos ayude para que superemos esta situación y que todos los peruanos colaboremos activamente a ello.
CRISIS MUNDIAL
Las dolorosas experiencias de las guerras mundiales del siglo XX, el rechazo internacional al nazismo y fascismo, así como la caída del muro de Berlín y el aparente desplome del comunismo, presagiaban un siglo XXI mejor, amén de los avances tecnológicos y la evidente mejora económica, educativa, y otras, en gran parte de la humanidad. Pero la invasión de Rusia a Ucrania y todo lo que ella está implicando nos están golpeando severamente.
Por otra parte, en el mundo de África, y gran parte de Asia, las cosas han sido y siguen siendo muy complicadas: no han faltado los fundamentalismos religiosos (musulmanes) y el gobierno chino que quita libertades a las personas y quiere someter las religiones. Tampoco se ha superado la gran pobreza, las guerras, migraciones y hasta la miseria en muchos lugares. La explotación mundial sigue siendo notable, sin negar mejoras económicas de muchos de los asalariados.
Desde otro ángulo, la incentivación de la lucha de clases sigue vigente en el ideario marxista-comunista, así como su deseo de someter a los estados a su poder político, social, económico y a su ateísmo. De otro lado, aunque al parecer se va mejorando, todavía queda una fuerte dosis de discriminación, maltrato a la mujer, explotación laboral, pobreza injusta (no olvidar que hay también pobreza culpable de las propias personas), derechos humanos, pero también los olvidados deberes; así como un liberalismo convertido en muchos casos en un libertinaje salvaje que golpea durísimamente la ética, las virtudes y buenas costumbres, así como la justicia social por los abusos de no pocos de sus gestores.
En cuanto a la política, la democracia occidental no parece muy perfecta y no ha cuajado mucho, aparte de sus diversas interpretaciones. Por otro lado, los gobiernos autoritarios y corruptos pululan por el mundo y perjudican la libertad de los hombres y sus derechos más elementales.
Pese a todo lo dicho, lo que explica las crisis, y especialmente ésta, es la pérdida de sentido de innumerables personas. Por una parte, del sentido humano que invita a la paz, la justicia, la colaboración de todos por encima de ciertas lógicas diferencias de diverso tipo. No es posible que no se capte la maravilla que es la persona humana, su diferencia cualitativa con el mundo natural y el lógico respeto de unos a otros.
Asimismo, las crisis de todos los tiempos están explicadas, para cualquier cristiano y de variadas confesiones, especialmente la judía, en la pérdida del sentido de Dios.
Al respecto, el Papa Benedicto XVI, recientemente fallecido, decía en el año 2005 con mucha razón: “El verdadero problema de nuestro momento histórico radica en que Dios está desapareciendo del horizonte de las personas”. Igual podemos decir que se esfuma en las orientaciones básicas de diversos estados.
Es evidente que cuando Dios se eclipsa del entorno humano las personas pierden hasta su sentido de vivir, pasando entonces frecuentemente su objetivo al placer y al egoísmo: si no hay Dios, trataré de vivir todas las satisfacciones imaginables porque no hay resurrección ni vida eterna, ni nadie que me juzgue; el otro y sus problemas no me interesan. Lo que deseo es vivir lo mejor que pueda de este poco tiempo que aparentemente tengo. Demás decir que esto se deriva en que mis compromisos ciudadanos con todos se debilitan y, en no pocos casos, significan que explotó a los demás en mi provecho siempre que puedo: lo que me interesa es tener dinero para satisfacer mis ambiciones y deseos.
Es decir, la crisis de la existencia de Dios perjudica no solamente lo espiritual propio y ajeno, sino también a la comunidad política, social y hasta a la económica. Cuando impera el sentido de Dios en muchos ciudadanos, la sociedad puede vivir en mayor paz y con un sentido de esperanza. Por ello, gran parte de la crisis actual proviene de la pérdida de Dios, lo cual es evidente en la sociedad actual y en todo el mundo.
Obviamente es una crisis sobre todo de las personas.
LA CRISIS DE PENSAMIENTO Y DE LOS MOVIMIENTOS E IDEOLOGÍAS.
No siendo este autor ni teólogo ni filósofo, no le es factible hacer una respetable reseña de tan importante tema, a más que sería muy larga. No obstante, a tenor de la opinión de otros, se pueden decir algunas cosas que parecen ciertas.
Como sabemos, el medioevo significó la irrupción victoriosa del pensamiento cristiano y la fe católica. Los primeros siglos fueron de dolorosa introducción y martirio; luego la prédica y esfuerzo cultural (benedictinos) trajo la educación y cristianización de los llamados bárbaros. Más tarde, (siglo XI), el impulso intelectual de las nacientes universidades de gran presencia católica, así como la influencia incluso política de la Iglesia que tenía una voz notable, para no pocos excesiva, dio a lo religioso católico una importancia sustantiva.
Los cuestionamientos a la Iglesia Católica en los siglos XV y XVI, en buena parte por culpa de fallas de sus propios miembros, facilitó el surgimiento del protestantismo. La libre interpretación de las Sagradas Escrituras y nuevas ideas filosóficas colocan al hombre en el centro y ya no a Dios. Con Descartes: “pienso luego existo”, así como otros filósofos para quienes no es válido sino lo que consideran razonable y en su opinión científica, las cosas empeoran. El racionalismo y la ilustración se imponen, al mismo tiempo que un gran libertinaje y reacción antirreligiosa ya que ellos comienzan a cuestionar todo aquello que no parta del hombre como centro. En estas últimas décadas el endiosamiento de la naturaleza, ecología y medio ambiente, con frecuencia van en la línea de querer colocarse por encima incluso del mismo hombre, ya no solo de Dios.
El ideal del mundo para muchos comienza ya a no ser la vida eterna, sino el progreso y la felicidad de cada uno solo en esta morada, ya que se niega la otra. Los siglos XIX y XX profundizan esta línea y filósofos y movimientos ideológicos (liberalismo, marxismo y comunismo) y cuestionan abiertamente a Dios y lo religioso. Pero, asimismo, pese a la creencia de que el ideal de la felicidad, el avance educativo y el progreso tecnológico iban a llevar a la paz y satisfacción individual y colectiva, hubo una evidente frustración de la humanidad al ver que seguían las guerras, el odio y mucha pobreza. Todo esto, en lugar de haber traído como consecuencia un nuevo acercamiento a Dios y a sus mandamientos, ha sido lo contrario. Entonces, como hoy, numerosos intelectuales e ideólogos también rechazan el valor de la persona humana y su grandeza, priorizando la tierra y lo inmaterial como el origen de todo o el nuevo “dios”.
Por otro lado, liberalismo y socialismo, cada uno en sus diversas versiones más o menos radicales o combinadas, han polarizado el mundo como pocas veces. Además, ambos luchan sin cuartel por el control universal, incluso quitando al hombre su libertad y privacidad. Dios, por supuesto, va al tacho de basura.
De otro lado, los organismos internacionales, que debieran ser portadores de respeto a la libertad e identidad de las naciones, la paz, justicia, apoyo social, económico, y otros, se han ideologizado, burocratizado y alejado de una mínima aceptación de lo religioso y de las identidades nacionales. Sus documentos, que tratan de imponer un estilo y control al mundo, son cada día más discutibles y están preocupados solamente de lo temporal, amén de que dan unos diagnósticos que olvidan avances educativos, en salud, superación de la pobreza, y otros. Igualmente, la familia no cuenta para ellos y promueven la ideología de género, el matrimonio entre personas del mismo sexo, el aborto, las separaciones. Asimismo, la Declaración del Milenio y la Agenda para el Desarrollo Sostenible al 2030 son temporalistas e incompletas.
No cabe duda que, ante todo este lamentable panorama hay fuertes reacciones en los países y en las iglesias, los cuales cada día más buscan enfrentar esta situación particularmente mediante nuevas reflexiones y una educación adecuada, tanto escolarizada como de grupos de estudios y publicaciones, a fin de superar estos problemas que están llevado a esta crisis de pensamiento y de fe a la entera sociedad.
RESPUESTAS EDUCATIVAS PARA SUPERAR DIFICULTADES O ATENUAR LAS CRISIS
Hay que partir de la idea de que siempre habrá problemas, pero también que podemos trabajar para minimizarlos y superarlos, lo que dependerá sobre todo de la respuesta adecuada de las personas, es decir de cada uno de nosotros. La influencia positiva en el mundo de la cultura, la educación en todos sus niveles, así como de la culturización, parecen el camino más adecuado. En este caso, corresponde, especialmente a los directores, pero también a maestros y familias, una serie de iniciativas apropiadas para cada caso. Van algunos sencillos aportes.
+ En 4to y 5to de Secundaria, así como en los primeros ciclos de la Educación Superior debiéramos colocar (independientemente y al margen de normas y leyes) charlas, cursos o seminarios para que los estudiantes se informen y reflexionen sobre las motivaciones y soluciones a las dificultades y crisis mundial y nacional, analizando documentos que lo reflejen, así como otros que los contesten. El Dr. Edistio Cámere, Director del colegio Santa Margarita de Monterrico, tiene experiencias valiosas al respecto.
+ Buscar cuidadosamente para ello al profesor adecuado y que el profesorado de Secundaria y Superior reciba una formación específica que manifieste la orientación institucional.
+ Que los padres de familia reciban información y formación al respecto.
+ Propiciar grupos de reflexión voluntarios a fin de profundizar los temas.
3.- UN MUNDO DESTROZADO: ¿QUÉ HACER?
INTRODUCCIÓN.
Una rápida mirada al mundo peruano e internacional es suficiente para darnos cuenta de la muy dura situación que se vive, sea en lo social o económico, como en lo educativo y cultural, así como en lo ético y moral, y ni digamos en lo religioso cada día más ajeno al mundo de hoy y con evidente declive en su cumplimiento.
De otro lado, las guerras nunca terminan y amenazan una conflagración generalizada que podría hacer casi desaparecer el mundo. Las ideologías están totalmente enfrentadas y, al parecer, cada día se extreman más con peligro de un odio mundial de fatales consecuencias. Globalismo sí globalismo no; calentamiento global, ecologismo y medio ambiente sí, o se está exagerando. Liberalismo total o comunismo radical; estados y personas libres o súper controladas (Orwell, “1984”); estatismo o predominio de lo privado. Y así sucesivamente en casi todo. Curioso, nunca tanta educación y más problemas en el mundo y en las personas. Nunca hubo tanta corrupción, delincuencia, deseos de poder y riqueza.
Pero aparte de lo dicho, y pese a que el mundo anterior no ha sido nada angelical, los principios correctos éticos y morales, o si se quiere las virtudes y valores, al menos en la teoría, predominaban antiguamente con claridad y eran defendidos sin dudas ni vacilaciones. Hoy muchos de ellos son atacados y se sostiene lo contrario de lo anterior. Digamos que, teológicamente, parece que se ha perdido la conciencia de pecado: lo que antes era malo ahora es bueno y viceversa.
La verdad es que, en los aspectos tecnológicos, científicos, de educación, salud, y otros, se ha avanzado mucho y hay que celebrarlo y agradecerlo, pero al parecer en diversos aspectos hay un retroceso impresionante y las tensiones personales y sociales lo muestran abiertamente. También se ve muchas personas que no se encuentran en la línea observada y rescatan y viven una serie de valores y virtudes; no seamos pesimistas y pensemos que todo es malo. Pero, por otra parte, como ocurrió siglos atrás, hay una gran desilusión por el progreso: hay demasiadas injusticias e infelicidad, aunque ciertas encuestas digan de esta última lo contrario.
Si esto lo trasladamos al Perú, en muchos aspectos las cosas son hasta al parecer más deficientes. No vale la pena mencionar lo que vemos a cada momento y lo hemos constatado también en lo político, económico y social en las últimas décadas.
Igualmente, lo religioso ha sufrido un gran enfriamiento.
¿QUÉ HACER?
Los católicos, y cristianos en general, sabemos por la doctrina del pecado original nuestra tendencia al mal ante las tentaciones del demonio y nuestra propia concupiscencia. Quienes no lo creen por lo religioso no pueden dejar de percibir que, en el hombre y en consecuencia en el desarrollo humano, hay mucha injusticia, maldad, deseo de dominar al otro, de riqueza, violencia, placeres, etc. Y esto lo habrá siempre. Es decir, por el lado creyente o no creyente, la conciencia de un mundo futuro complicado es muy clara. Mundo, demonio y carne son parte de nuestra historia de desorden y de pecado.
Seamos creyentes o no creyentes, percibimos que si bien parece no va a haber una solución en este mundo a esta complicada situación, sí puede ocurrir una mejora que permita una convivencia más satisfactoria y una mirada a lo trascendente Los caminos más adecuados parecen ser dos: uno religioso y otro ciudadano. Un tercer caso, el mejor, podría ser si ambos se juntan y refuerzan. Son bien conocidos y no es necesario desarrollarlos sino brevemente.
El conseguir buenos ciudadanos implica una buena educación en valores y virtudes, arrancando para ello de la filosofía griega y continuando con pensadores de todas las edades que han ido perfilando lo que debe cumplir una persona buena y correcta consigo mismo y, en particular, con su ciudad, no solamente poseyendo una buena doctrina que lleve a conocer lo que debe hacer por los otros y por su ciudad sino, sobre todo, por su colaboración y compromiso personal y acción concreta en la construcción de la ciudad terrena. Los voluntariados constituyen una forma de hacerlo.
El creyente, aunque prioriza la construcción de la “Civitas Dei”, no olvida que es también ciudadano de esta tierra y que las personas son su prójimo e hijos de Dios y que, por tanto, debe colaborar a la paz, el desarrollo religioso y ciudadano, así como con lo cultural, social y material en sus más variadas acepciones. Las virtudes religiosas, normas éticas, morales y valores de su propia confesión propician una acción exitosa, aparte de lo que personalmente les corresponde.
Es evidente que cuando lo ciudadano y religioso se juntan las posibilidades de éxito son mucho mayores. Pero no olvidar, para ambos casos, que lo fundamental no es el conocimiento teórico del entramado de compromisos y cualidades necesarias, sino una actitud permanente de cumplimiento de las respectivas responsabilidades. A nadie en la escuela se le enseña a mentir, robar, matar, y otros, pero si no ha habido un verdadero convencimiento intelectual, un querer espiritual vivo y operante y una voluntad decidida, terminamos delinquiendo y perjudicando a la comunidad. Por ello, los verdaderos responsables de que las cosas vayan mejor o peor somos cada uno de nosotros, aunque también los padres tengan una importante responsabilidad. Pero los culpables centrales no son ni las escuelas, ni los maestros ni el gobierno, ni el ministerio: somos nosotros. Si mejoramos todo progresará, aunque nunca será perfecto.
4. – EL OLVIDO DE DIOS:
Causa de los males personales, sociales y nacionales.
Los primeros siglos heroicos de los mártires cristianos constituyeron la savia que permitió un medioevo en el cual el catolicismo, sin olvidar sus muchas debilidades, dio sentido y vida a la cultura cristiana de occidente de aquella época, así como a la esperanza en una vida eterna feliz con el Señor para quienes cumplan la ley de Dios.
Ya en el siglo XVI y siguientes: protestantismo, racionalismo e ilustración, entre otros, debilitan la firmeza de la fe de aquellos y los siguientes tiempos. Luego el marxismo y comunismo destrozan la religiosidad, libertad, propiedad y endiosan como nunca al Estado. Ellos y la masonería combaten a la Iglesia Católica, la cuestionan y, sobre todo, la infiltran. Occidente no se porta muchas veces bien con otros países conquistados y varios de ellos resisten el aporte cultural y la fe católica que llevan. Por otra parte, el liberalismo destroza con frecuencia las costumbres y la justicia social.
Últimamente el hombre progresa y hace avances científicos y tecnológicos maravillosos, pero, en vez de agradecer a Dios que le dio inteligencia, voluntad e iniciativa, se endiosa, prescinde de Él y cuestiona sus mandamientos: mata (guerras y aborto); codicia el bien del prójimo (individualismo); hurta; sexualiza su vida (adiós familia de hombre y mujer estables); y muchos otros.
Todas las épocas han tenido mil dificultades y fallas, pero la actual quiere prescindir exprofesa y abiertamente de Dios como nunca otra: mundo, demonio y carne, como decían nuestros antiguos catecismos, han ganado espacio y amenazan a que el mundo se vuelva otra vez pagano.
Otro gran problema que se presenta en el momento actual a la religiosidad, y a la prioridad del hombre sobre el Estado y lo material, son las organizaciones internacionales con agenda propia que contradicen aspectos importantes de la enseñanza católica y el cristianismo en general, amén del sentido humano de la vida.
Desde hace años su plan globalista (Agenda al 2030) empuja cada día con más fuerza a un gobierno mundial en el cual, con burócratas no elegidos sino infiltrados, o amigos, se quiere dar pautas y leyes para todos los países, ciertamente dentro de parámetros básicos impuestos por sus autores; así como también una religión universal. No falta la idea del hombre como producto de la evolución de la tierra y con prioridad a esta última incluso por encima de la conciencia personal. Pero también: el control poblacional (aborto); las inmensas y deplorables consecuencias de que el sexo no es biológico sino cultural; la libertad convertida en libertinaje; la idea de que lo ecológico y climático están por encima de la persona humana y la religión; el apoyo a la existencia de familias monoparentales; así como una serie de ideas muy cuestionables.
El Plan de la ONU hacia el 2030: “Transformar nuestro mundo: la Agenda 2030 para el desarrollo sostenible” es muy claro en sus objetivos y metas: solo lo temporal y de tipo casi todo económico y ambientalista; nada de Dios, lo religioso y la familia; apenas por casualidad algo de valores, ética, moral, cultura, humanismo, etc.
Como es evidente, esto significa una pérdida del sentido de Dios y sus mandamientos.
Como decía el Papa Benedicto XVI: “El verdadero problema de nuestro momento histórico radica en que Dios está desapareciendo del horizonte de las personas…” 
De otra parte, y como muestra de la pérdida de Dios y su poder y acción sobre el mundo sabemos que, en la antigüedad y hasta hace no mucho tiempo, las personas consideraban que cuando venían guerras, hambre, pestes y pandemias, la culpa era de sus pecados y se hacía penitencia y a veces Dios daba marcha atrás (recordemos al profeta Jonás que predica penitencia y el rey y la ciudad de Nínive le escuchan y reciben el perdón). Pero ahora sería una barbaridad hablar de castigos de Dios, pese a que la sociedad, los jueces a los delincuentes, padres y maestros sí pueden hacerlo y se exige que lo hagan. Pero a Dios le prohibimos hacerlo… Pero Dios castiga los pecados de cada hombre y de las sociedades muchas veces para hacerlo reaccionar y expiar. ¿Por qué no puede hacerlo con las personas, sociedades y naciones? Pero ni nos atrevemos a decirlo… Parece que Dios ya no juega en el partido de nuestras vidas.
¿QUÉ HACER?
Sí, ¿qué hacer en esta sociedad mundial actual en la cual el hombre, el dinero y el consumismo nos han llevado tan lejos de Dios y arriesgan nuestra eterna salvación?
¿Qué hacer para que los omnímodos derechos humanos no sigan sustituyendo los deberes que se enmarcan en los mandamientos? En fin, ¿qué hacer para que la teología no siga siendo rebasada por la antropología la cual se ha adueñado del centro absoluto del hombre y la sociedad? Por lo que parece el antropocentrismo ha reemplazado a Dios. Es más, el naturalismo está reemplazando al antropocentrismo; seríamos producto de la naturaleza y no de Dios.
Pero todo esto, lamentablemente, ha ocurrido también dentro de las preocupaciones y prioridades religiosas y las labores de la acción eclesial. En efecto, el mensaje de Dios, la conversión, la huida del pecado, la liturgia y los sacramentos, la oración, el deseo del triunfo de Dios y su venida, y otros, ya no son temas centrales. Ahora lo son aspectos importantes sí, pero muy humanos y a veces dados con sentido secular, esto también dentro de la teología y las actividades católicas, desplazando aspectos básicos de la fe.
No obstante, una mínima revisión de los evangelios hace ver que Jesús predicaba el Reino de Dios y que los milagros, atención a los pobres, enfermos, y otros, eran sobre todo para que la gente creyera y amara por encima de todo a Dios, pero no constituían la preocupación central del mensaje ni de la dedicación del tiempo. Hoy es al revés; es visible que no hemos secularizado mucho, o mejor, demasiado. Se ha olvidado lo de: “Buscad el Reino de Dios y su justicia y todo lo demás se os dará por añadidura” (Mateo 6, 33). Incluso un obispo portugués, que será cardenal en setiembre, manifestó que la Iglesia Católica no quiere convertir a los jóvenes. ¿Es aceptable semejante afirmación?
REGRESAR A DIOS E IMPREGNAR LA CULTURA DE LO RELIGIOSO
Debemos cambiar de óptica y hacer que Dios y la preocupación espiritual vuelvan a ser el centro de nuestro ser y accionar católico. Hay quienes piensan que el avance espectacular de ciertos grupos evangélicos y orientales, especialmente en Latinoamérica, responde al descuido y olvido católico de lo espiritual que liga fundamentalmente a Dios, olvidando que la verdadera pobreza que debe superar el hombre es la ausencia de Dios y del verdadero sentido de la vida; no la económica, aunque hay que procurar reducirla con interés y decisión.
Van surgiendo grupos significativos de católicos en varios países influyentes que, de alguna manera, pero no igual sino creativa, a imitación de los benedictinos cuyos monasterios dieron vida a la religiosidad y cultura medieval, siguiendo siendo laicos comprometidos, unen sus familias y crean focos de profunda religiosidad en el mundo incluso en ambientes algo separados de la contaminación mundana, pero no aislados.
Es decir, focos de vivencia evangélica laica que se convierten en la sal del mundo.
Rod Dreher, escritor y periodista, es uno de sus adalides. Su libro “La opción benedictina” (2017), ha impactado en mucha gente religiosa de diversas confesiones y en variadas naciones (Ediciones Encuentro, Madrid, 2018. También en internet, Google).
Es necesario que, de mil formas creativas diferentes o parecidas, se retome la verdadera vivencia evangélica hoy con gran frecuencia opacada por: el progresismo medio marxistoide; ecologismo exagerado; colectivismo cuestionable; sexismo de género; religiosidad casi exclusivamente dedicada solamente a sacar de la pobreza material (y no espiritual) a las personas; preocupación solamente política que olvida la conversión, oración y sacramentos como fundamento de todo.
TRABAJO EN EDUCACIÓN, CULTURA E INVESTIGACIÓN HUMANISTA
Pasados los educativos y culturales siglos benedictinos de las primeras centurias, el segundo milenio vio aparecer universidades y estudios manuscritos con una notable e influyente presencia teológica, filosófica y cultural, especialmente con participación de numerosos pensadores monjes y religiosos. Como consecuencia, una religiosidad católica influyente, aún pese a la frecuente debilidad en las costumbres y laxitud. En el siglo XVI y siguientes todo esto se pierde notablemente.
Si se quiere recuperar lo más exitoso de aquellas épocas es necesario entrar con más fuerza en la educación, básica y universitaria, así como al campo de la cultura, la investigación y publicaciones, dándoles desde luego un sentido más religioso sin descuidar lo humano. Es decir, colegios con una formación teológica e identidad católica sustantiva y con laicos comprometidos, incluso ante la escasez de los religiosos.
Igual tiene que ser en el campo universitario. El siglo XX fue exitoso en la creación de muchas universidades católicas en diversos países. Incluso los primeros pasos fueron muy sólidos en la recuperación de un pensamiento católico de elites influyentes, pero, tal vez por crecer muy rápido y/o por no cuidar la identidad del personal docente, muchas de ellas se han alejado de los objetivos primitivos y hasta se han perdido totalmente como portaestandarte del pensamiento y la educación católica. La Universidad Católica de Lima (PUCP) es un ejemplo muy claro. Incluso se ha perdido el control eclesial de muchas de estas mismas entidades en el mundo. En cuanto a la educación católica superior no universitaria, el panorama es trágico, ya que estas instituciones se preocupan de dar una carrera profana y eliminan lo formativo religioso y cultural.
Los institutos de investigación, las publicaciones, así como el desarrollo de material audiovisual para medios virtuales, siempre dentro de una línea cultural influyente católica en las humanidades, tienen una situación aún más deficiente y constituyen hoy el talón de Aquiles de un verdadero esfuerzo por influir en la cultura nacional y en el mundo intelectual internacional.
Finalmente, no olvidar que todo empieza por la familia y la educación religiosa de niños y jóvenes por sus padres. Las escuelas de padres constituyen un aporte significativo que habrá que trabajar más. La tarea es grande y los operarios pocos.
5.- CATOLICISMO MUNDIAL Y PERUANO: Problemática 1950 a 2023.
INTRODUCCIÓN.
Lo religioso, en líneas generales, significa una opción que considera la interacción con un ser superior que se considera ha creado al hombre y el mundo. Ello se concreta en una relación con dicho ser que, en general, significa un culto de adoración y el cumplimiento de normas dadas por la divinidad, así como la responsabilidad por ellas en esta vida temporal y en una vida posterior eterna. En ciertas religiones no llega a relaciones mayormente trascendentes, dependiendo de las creencias respectivas.
Pero, en el caso en general de las grandes religiones como la católica, significa algo inmanente (el aquí de esta vida temporal) y el allá de una vida posterior que es lo trascendente. El desarrollo de este tema que se hace a continuación se concentra en lo católico por su claro predominio en todo sentido en Perú y las creencias del autor.
En el Perú prehispánico y virreinal.
En nuestra época prehispánica las creencias religiosas estuvieron ligadas a elementos sencillos de escasa profundidad reflexiva y sin mayor sustento real, pero de seguimiento generalizado. En el Virreinato, la venida de los españoles con el mensaje de la predicación católica trae una fe de nivel muy superior. A ella se van adhiriendo, aunque con frecuencia con no mucha profundidad, los pobladores originales del Perú y de todo el continente y, obviamente, la siguen los mestizos, así como los españoles que la traen. En su planteamiento doctrinario es una fe que se orienta por las Sagradas Escrituras (Antiguo y Nuevo Testamento), la Tradición y el Magisterio de la Iglesia. El catolicismo peruano virreinal fue muy fiel al Concilio de Trento (1545-1563) y por tanto con una orientación totalmente distante del protestantismo, así como muy tenaz por el mismo carácter de sus portadores: los españoles venidos a América.
Su historia en el Perú republicano.
En la República, en su primer centenario, el marco general es el mismo que el virreinal y el Estado peruano valora lo religioso católico, lo considera prioritario y lo apoya constitucional y legalmente, aunque se percibe un decaimiento en el cumplimiento de muchos compromisos de los fieles católicos, así como cuestionamientos religiosos sobre todo, por la influencia de la Revolución Francesa, la Ilustración y el Racionalismo de las filosofías de entonces, así como por el liberalismo de aquellos tiempos. De otro lado, disminuyen las vocaciones sacerdotales y religiosas, lo que debilita el trabajo pastoral. Por otra parte, como es sabido, el clero dio un gran respaldo a la Independencia y varios de sus hombres principales fueron sacerdotes y religiosos.
En cambio, el siglo XX significó una reacción católica en sus 6 o 7 primeras décadas, a la cual contribuyeron entre otros: la venida de religiosos de órdenes y congregaciones europeas, en casos debido a expulsiones de sacerdotes y religiosos particularmente de Francia; el impulso misionero (Pío XI) y un renovado aporte dentro de ello de religiosos españoles; la creación de buen número de colegios de calidad dirigidos por órdenes y congregaciones y a los que envían sus hijos muchos gobernantes y personas influyentes de Lima y provincias. También ocurre la fundación de la Universidad Católica de Lima (1917) a fin de impulsar la formación católica en un entorno universitario antirreligioso de tipo positivista y con cierto anticlericalismo.
Asimismo, en dichas décadas se desarrolla con fuerza el movimiento de laicos comprometidos de la Acción Católica, el cual renueva la presencia masculina en muchas parroquias. Igualmente, un buen número de sus miembros más conspicuos ingresan a la política con connotado prestigio. Al mismo tiempo, se multiplican iglesias en nuevos espacios urbanos y las vocaciones sacerdotales nacionales tienen un aumento superior al del siglo precedente, amén del siempre sostenido aporte de generosos países hermanos. Por otra parte, el sector rural y en general las provincias mantienen su fe sencilla, aunque al parecer no muy profunda.
El mundo católico en las últimas seis décadas.
Antes de desarrollar el transcurrir de lo religioso católico en el Perú desde 1950 a la fecha (los últimos 70 a 80 años que constituyen el objetivo central de este capítulo), es necesario hacer un amplio paréntesis dedicado a lo ocurrido en lo religioso católico en el mundo luego de la segunda guerra mundial, ya que ello ha influido notablemente en el catolicismo peruano de estas últimas décadas. Al respecto, es preciso tener en cuenta lo que se ha mencionado en otros momentos sobre ideas filosóficas y su influencia en el acontecer religioso mundial en general.
La gente joven de los años 60 no había conocido sino de oídas la segunda guerra mundial; tampoco muchos de los nuevos intelectuales que iban surgiendo. Unos y otros perciben el nuevo creciente progreso tecnológico, así como la recuperación económica mundial al menos en los países adelantados. Todo ello invita a una mayor posibilidad de gastos y comodidades. Pero, al mismo tiempo, luego de décadas de dos guerras, un pensamiento y filosofías que ansían la libertad o a veces el libertinaje en sus más variados aspectos, aunque ello vaya contra aparentes y sacras éticas anteriores. En el fondo, un cuestionamiento muy generalizado y un deseo de “romper ataduras” con lo anterior sin límite alguno de exigencias.
Se promueven a partir de entonces la libertad absoluta y los derechos de todo tipo, aunque puedan ser absurdos. Las famosas protestas del mayo francés de 1968, de tanta trascendencia en las décadas siguientes en todo el mundo, quieren un cambio total, y secularizado; pasan a Dios y a todo lo moral y ético a un último plano completando el destrozo iniciado un par de siglos antes o más. En lo sexual se plantea romper con todas las “ataduras” del pasado. El marxismo y el comunismo, con su ateísmo, lucha de clases y gestión antirreligiosa y económicamente negativa, constituyeron otro grave problema. Obviamente, el liberalismo era una gran parte del pensamiento y acción de entonces y también trajo muchos problemas.
En cuanto a la Iglesia Católica, algunos teólogos (la denominada “Nouvelle Theologie”) que manifestaban ideas diferentes y que habían sido contenidos durante el papado de Pío XI (1922 a 1939), y sobre todo en el de Pío XII (1939 a 1958), van encontrando mayor espacio en un mundo que quiere cambios y no acepta fácilmente planteamientos anteriores; digamos que los avances tecnológicos, educativos, y otros, ensoberbecen al hombre, el cual va cayendo en un peligroso relativismo que lleva a las dudas y se opone a las certezas de la fe.
La Iglesia misma ve la necesidad de hacer ajustes y promover un acercamiento al mundo a fin de convertirlo, pero sin cuestionar la doctrina tradicional milenaria cosa que de ninguna manera pensaba hacerse. Para ello, el Papa Juan XXIII convocó al Concilio Vaticano II en 1959; su sucesor Pablo VI lo culmina en 1965. De acuerdo a una experiencia milenaria se aconseja que los concilios sean cortos y para asuntos muy puntuales a fin de tratar solamente lo necesario. Si no es así, se suele querer cambiar muchas cosas, precisamente no indispensables ni urgentes. Asimismo, los documentos pueden ser muy largos y por lo mismo no tan precisos y/o sujetos a múltiples y discutidas interpretaciones. Incluso teólogos y obispos, la soberbia está siempre en el hombre, pueden querer ser originales y avanzados y plantear cosas novedosas, pero no valiosas o permitidas por el mensaje de Jesucristo y ajenos a la historia de la Iglesia.
En cambio, el Concilio duró 4 años y, sobre todo, tuvo múltiples sesiones y largos documentos. No es que se quisiera cambiar todo ni lo sustancial, pero sí hubo tal vez cierto mesianismo y la idea de dar una imagen nueva y adaptada al mundo a fin de conquistarlo, olvidando de alguna manera que es el mundo que debe adaptarse a las enseñanzas de Cristo y no al revés, lo que no quitaba oportunas y específicas adaptaciones tal cual se hizo.
No obstante, el Concilio Vaticano II desarrolla, entre corrientes diferentes, un magisterio profundo y adecuado que trata de integrar lo tradicional con ajustes de adaptación dentro de la continuidad del magisterio de la Iglesia, con la mencionada finalidad de dar respuestas más en consonancia con los nuevos tiempos.
Posiblemente hubo algunos aspectos no bien precisados que dejaron algunas puertas abiertas que luego, no bien interpretados, dieron algunos problemas.
Pero, como suele ocurrir casi siempre, una vez concluido el Concilio ciertos teólogos, o seudo teólogos, y sobre todo los influyentes medios de comunicación de tipo muy liberal que deseaban cambios que no se podían permitir, cuestionaron ciertas cosas ya que querían mucho mayores variaciones incluso en aspectos de la doctrina milenaria de la Iglesia. En el fondo buscaban una adaptación de la Iglesia al mundo más que convertir el mundo a Dios. Además, la doctrina de ellos se volcaba más a tratar de resolver los problemas materiales de los hombres que a promover y reforzar el amor a Dios y la salvación eterna personal y colectiva.
Unido todo esto a ciertos teólogos, y a veces hasta obispos disconformes que deseaban mucho mayores y arriesgadas variantes, surge la expresión “espíritu del Concilio” con la idea de que hay que seguir cambiando muchas cosas una vez concluido el mismo. Este pensamiento se impuso en cierto número de eclesiásticos y teólogos influyentes, lo que trajo todo tipo de experiencias y novedades, muchas de ellas muy ajenas y hasta contrarias al Concilio, lo cual golpeó la fe de muchos fieles, dividió la Iglesia, enfrentó a católicos y complicó la seguridad de la doctrina evangélica, instalándose una concepción del “cambio por el cambio” que debilitó la fe, la liturgia, la catequesis y concepciones de la vida religiosa, entre otros.
A esto se añadió una fuerte influencia del marxismo y comunismo, triunfantes en diversos países sea en las ideas o en formas de gobierno. Todo ello llevó a un apoyo abierto de ciertos católicos a estos cuestionables movimientos e ideologías, así como al surgimiento de la denominada teología de la liberación “con préstamos del marxismo” y con cierta propensión a la lucha de clases. Asimismo, una opción demasiado cerrada a los pobres económicos (olvidando que con frecuencia los ricos pueden ser espiritualmente muy pobres y hay también que liberarlos). Todo ello fue una mala influencia en la teología del Perú y América Latina y en ciertas divisiones de los obispos a partir de los años 70. De todas formas, en el caso del Perú, esto no llegó mayormente al católico de a pie, pero debilitó la acción pastoral, particularmente la espiritual de sacerdotes y laicos comprometidos. Pero no es correcto echar la culpa al Concilio, ya que muchos otros elementos ajenos, anteriores y posteriores, fueron los portaestandartes de los problemas.
Factores que han perjudicado a la Iglesia Católica en el mundo de hoy.
Es bien conocido que la Iglesia Católica ha sido muy perjudicada en estos dos últimos siglos por la masonería y el comunismo, no solamente por sus ideas contrarias a las del catolicismo y su ateísmo militante, sino en no pocos casos por notables y conocidos esfuerzos de infiltración de ambos en: seminarios; documentos orientadores, cargos curiales y episcopales, e incluso en importantes puestos vaticanos, cosas todas bien probadas. El perjuicio en lo doctrinal y en la gestión pastoral ha sido lamentablemente muy grande.
San Pablo VI, a los pocos años de finalizado el Concilio Vaticano II, y a vista de múltiples problemas en la Iglesia, dijo que el humo de Satanás había entrado en la misma. Con frecuencia olvidamos que la acción del demonio es un elemento fundamental en los tropiezos espirituales de la Iglesia Católica.
De otro lado, el liberalismo, con sus ideas con frecuencia contrarias a lo religioso y con su creciente permisividad, ha constituido un elemento que también ha deteriorado la ética y moral sobre todo de occidente y de los países cristianos. Los aspectos afectivos, sexuales, familiares, e incluso económicos y de justicia social, han sufrido sus embates de manera particular.
Por otra parte, los medios de comunicación se han constituido asimismo en elementos muy perjudiciales a la Iglesia Católica en los últimos tiempos. Hay conocidos medios a nivel internacional que se dedican solamente a criticar a la Iglesia, incluyendo inventos y exageraciones. En efecto, hasta antes del Concilio Vaticano II (1965), en general los medios eran bastante respetuosos con la Iglesia Católica; pero luego han tenido hasta tres actitudes contrarias: a) Durante el Vaticano II informaban y entrevistaban sin objetividad, priorizando todo aquello que iba de acuerdo a los cambios que ellos estimaban que se debían hacer, dando poca importancia a lo que se hacía y las correspondientes motivaciones; digamos que los medios de comunicación “hicieron su Concilio”, como dijo el futuro Papa Benedicto XVI por aquellos años; b) han estado en permanente crítica, según la línea ideológica del medio de comunicación, a aquello que les parecía criticable, perdiendo fácilmente objetividad; c) cualquier problema o falla en la Iglesia Católica es informado y reinformado hasta la saciedad, amén de con frecuencia exagerada; un caso típico es el de la pederastia, la cual tiene índices
mucho mayores en las familias y el desempeño laboral que entre los eclesiásticos, así como en otras confesiones religiosas, que en la Iglesia católica. Pero lo que se busca es desprestigiar al catolicismo haciendo ver casi exclusivamente las fallas dentro del mundo católico y muy poco sus valores y aportes.
Otro elemento que viene complicando el desarrollo de la fe católica lo constituyen diversos organismos internacionales, ya que sus líneas de acción y su documentación no avalan aspectos éticos y morales propios de la concepción católica y, en particular, muestran desinterés y ausencia de todo lo religioso como elemento trascendente de la vida humana para los creyentes, los cuales constituyen la gran mayoría de los habitantes del planeta tierra. En cuanto a la documentación, ella se refiere exclusivamente a lo temporal y nunca da la menor cabida a lo trascendente.
Véase si no la Declaración del Milenio (2000) y la materialista y utópica Agenda del Desarrollo Sostenible al 2030 (el verdadero ídolo de esta década para muchos organismos internacionales), ambas imposibles de cumplir y donde Dios no aparece ni por equivocación. Son organizaciones burocráticas, muy codiciadas e ideologizadas que, en este aspecto, en lugar de aportar a la humanidad, desvían de lo que debieran ser las preocupaciones centrales del mundo y el respeto a la vida humana, la familia y a la gran mayoría que cree en lo trascendente.
Otro elemento influyente que puede causar serios problemas a la doctrina católica y a su desarrollo, si no lo está ya causando, es el del globalismo internacional. En el siglo XXI buena parte del mundo intelectual va inclinándose a los postulados de la globalización que, si bien por una parte tiene aspectos positivos, por otra propicia un gobierno de tipo internacional que plantea una clara intervención en los países por medio de organismos mundiales. Es decir que pretende que las burocracias internacionales sean las que definan muchas asuntos nacionales, incluso contra la identidad y deseos de los Estados, de las religiones y de las costumbres locales.
En estos momentos hay reacciones bastante fuertes a estas pretensiones, particularmente en la Unión Europea, ya que existen estados que se quejan de la intervención que consideran inadecuada del organismo rector de Bruselas, o por otra parte de la ONU y dependencias conexas. En dichas instancias internacionales predominan las ideologías y frecuentemente ideas contrarias a la religiosidad y/o a favor de aspectos reñidos con la moral o ética religiosa, por ejemplo: el aborto, la familia, eutanasia, y otros, contrarios a los planteamientos cristianos, católicos y humanos. Aparte de ello, pretenden normar detalles que son propios de los países miembros.
Asimismo, incluso se defienden posiciones muy vehementes en favor de la ecología, el medio ambiente, cambio climático, desarrollo sostenible, el género con predominio dicen de lo cultural sobre lo biológico en el tema hombre-mujer, y otros. Si bien diversos aspectos de estos temas van siendo incorporados en sus aspectos valiosos a las preocupaciones incluso religiosas, otros son cuestionables por algunas exageraciones o derivaciones que incluso van contra aspectos religiosos y de la moral y ética universal. En casos por dejar totalmente lo trascendente y considerar que todo es producto de la naturaleza y el planeta tierra y no de Dios; es decir un mundo secular sin relación con la divinidad.
También son muy perjudiciales los estados que no permiten el libre desarrollo del catolicismo, lo persiguen, quieren controlarlo o le impiden su existencia. El caso de China es lamentablemente emblemático ya que hasta se inmiscuye en el nombramiento de obispos. También lo son varios países árabes, entre otros. Las organizaciones internacionales, en especial en su acción y documentación más significativa, no tienen mayor preocupación por la libertad religiosa. Debieran impulsar a que los Estados, en sus Constituciones y acciones, fijen las líneas correctas en este tema. Aunque duela, a algunos ¿no es lo religioso y la eternidad mucho más importante que el cambio climático, la ecología, y otros? Desde luego que sí.
FALLAS EN LA IGLESIA QUE PERJUDICAN AL CATOLICISMO EN EL MUNDO.
+ Formación espiritual y psicológica de seminaristas, postulantes y novicios.
Es muy importante estudiar si los que postulan a la vida religiosa y eclesiástica poseen condiciones básicas para este tipo de vida, ya sea en lo espiritual, psicológico, u otros.
Asimismo, insistir en un gran seguimiento en su preparación. Parece que últimamente todo esto está mejorando. Pero debe verse también si no hay seminaristas infiltrados.
+ Formadores.
Un aspecto básico será escoger muy bien a los formadores de los seminarios y noviciados, tanto por su vida espiritual como en cuanto a sus ideas y enseñanza, particularmente las teológicas.
Se debe hacer un mejor seguimiento a los eclesiásticos o religiosos formadores en aquello que enseñan y promueven.
Corresponde a ellos, desde la formación de los seminaristas, postulantes y novicios, inculcarles la idea de que la vida sacerdotal y religiosa no es una “carrera” eclesiástica, sino un servicio al Señor y a los hombres sin ningún interés de “ascensos”.
+ Las desviaciones doctrinales de eclesiásticos, religiosos y laicos, deben ser públicamente cuestionadas cuando no basta la amonestación personal. Lo mismo la documentación internacional negativa.
Los obispos y superiores están haciendo actualmente un mayor seguimiento a las fallas en las costumbres (ej. pederastia), pero poco a las desviaciones doctrinales que son tanto o de mayor importancia.
Tendrían que ser frecuentes los memorandos, observaciones o discrepancias, aunque no sean personas o países católicos, a quienes manifiesten en su vida pública, en medios de comunicación, leyes, constituciones o actividades diversas, ideas claramente contrarias a lo sostenido por la Iglesia Católica (ej. el aborto, la ideología de género, el matrimonio, la eutanasia, y otros).
La Secretaría de Estado del Vaticano, o a quien corresponda, debiera estudiar todo documento importante internacional, y enviar a los organismos responsables sus respetuosas pero claras observaciones. Además, hacerlas de conocimiento público para todas las iglesias del mundo.
Igualmente, en cada país, mediante el estudio por sus obispos de observaciones cuando haya aspectos contrarios en las constituciones o leyes al derecho natural o a la doctrina de la Iglesia, haciendo una breve síntesis para la información en las prédicas dominicales y los medios de comunicación, así como publicarlas a la entrada de las iglesias.
Habría que tener en cuenta que las instituciones del mundo, así como las políticas, llaman la atención, e incluso separan, a quienes incumplen sus estatutos: clubes, fuerzas armadas, ministros, empleados o trabajadores, etc. etc. Parece que hay mucho miedo en la Iglesia Católica en defender el correcto magisterio. Si no es así, muchos fieles al final pueden quedar muy desorientados al no tener los argumentos necesarios para contestar. Si se trata de fieles católicos significativos en el quehacer nacional o mundial habría que llamarles la atención públicamente. Da la impresión que la diplomacia vaticana ha influido tal vez a veces negativamente por su debilidad ante la abierta expresión y difusión de ideas contrarias en cuanto a las enseñanzas evangélicas. La Iglesia parece debe ser más valiente que diplomática. Recordemos la valentía del Señor y la de San Juan Bautista cuando se trataba de increpar y decir la verdad.
+ Catequesis, bautismo y primeras comuniones.
Las parroquias y obispados deben seguir redoblando los esfuerzos por cubrir la catequesis en sus propias sedes, así como en los centros de Educación Primaria y Secundaria, promoviendo bautismos, primeras comuniones y confirmaciones. Para ello buscar la colaboración de más catequistas y formarlos bien. Asimismo, plantear cursos teológicos obligatorios en sus universidades y centros de educación superior.
+ Elección de Obispos.
Es un aspecto clave en que parece ha habido fallas importantes, siendo ello lo principal para una mejora de la pastoral y vida cristiana. Básicamente deben ser personas con una clara identificación con la doctrina de la Iglesia y un gran conocimiento de la teología. De lo contrario pueden terminar desviando a los feligreses.
+ Las fallas de nosotros los propios católicos.
La participación activa de las familias en la educación religiosa de sus hijos, así como su testimonio y participación litúrgica, son claves en el avance o retroceso de la religiosidad. Al respecto hay diversas fallas que explican nuestro débil catolicismo.
LA IGLESIA CATÓLICA EN EL PERÚ EN LAS 6 o 7 ÚLTIMAS DÉCADAS.
Retomamos el tema de la Iglesia en el Perú que se dejó para dar una visión del catolicismo en el mundo y sus problemas contemporáneos, ya que ellos han influido en lo que a continuación se manifiesta.
Como en toda organización, en la Iglesia Católica en el Perú ha habido avances y retrocesos, al menos en el parecer de este autor, dependiendo ello básicamente de las personas responsables, pero, sobre todo, de la respuesta de los bautizados.
En cuanto al Episcopado, con una importante ayuda de religiosos y religiosas, se observa que ha abarcado y atendido mejor los más variados territorios con vocaciones sacerdotales propias y del generoso aporte de misioneros de países hermanos. Se ha notado avances en su organización, gestión y labores pastorales. Lamentablemente, las corrientes teológicas y también ideológicas, sin llegar felizmente en general a extremos, han dividido al episcopado y también a sacerdotes, aunque felizmente menos a los fieles.
De otro lado, muchas parroquias han creado y reforzado grupos apostólicos y espirituales, así como servicios asistenciales a favor de gente necesitada. Se brinda un apoyo especial a aspectos pastorales ya sea de formación personal, de catequesis, primeras comuniones, confirmaciones, y otros. Ello permite también enfrentar la escasez sacerdotal ya que el laicado comienza a realizar una acción significativa. Por otra parte, por ejemplo, la prelatura del Opus Dei promueve la santidad del laicado en su desarrollo profesional y laboral e ingresa con fuerza al mundo universitario y de la cultura (Universidad de Piura). Igualmente otros grupos religiosos.
La Acción Católica de los años 30 al 60, pujante y preocupada tanto por lo espiritual pero también con toda razón por la justicia social mediante el desarrollo de la doctrina social de la Iglesia, fue girando luego en el mundo universitario hacia posiciones discutibles por su cierta cercanía al marxismo y la lucha de clases debido a su proximidad con la teología de la liberación. Hoy es casi inexistente y ha dejado de dar su aporte de políticos preparados, valiosos, honestos y católicos como hace algunas décadas.
La Universidad Católica de Lima, fundada el año 1917, la otra cantera de católicos cultos comprometidos con su fe y decididos a mejorar la política, luego de unos años muy significativos y valiosos, en mi opinión fue tomando una línea sinuosa y discutible con apoyo de sacerdotes formados en Francia por algunos teólogos de “avanzada”, así como profesores no bien seleccionados. Es decir, la Acción Católica y la Universidad Católica que habían sido los puntales de la recuperación católica en el Perú desde los años 30 a los 70, comenzaron al parecer a ser en parte responsables de importantes desvíos y mala influencia. En el caso de la PUCP el arzobispado, contra todo derecho, perdió su control por el trabajo de zapa de ciertos seudo católicos y hasta sacerdotes y religiosos. Igual ocurrió con la Universidad San Martín de Porres y los dominicos. Luego de los años 60 obispados, congregaciones, así como sociedades como el Opus Dei, maristas, religiosas del Sagrado Corazón, jesuitas, y otros, fundan universidades en general de buena línea que van contrarrestando lo inconveniente, pero el perjuicio se ha sentido y si no se cuidan, crecen demasiado o las infiltran, todo se volverá a perder.
En cambio, los colegios católicos sí se mantuvieron en general en la línea correcta, pero con una gran pérdida de religiosos, aunque buscando llegar a más lugares y lejanos por ellos mismos o mediante Fe y Alegría, liderada por los padres jesuitas y con la colaboración de diversas congregaciones. Hoy los colegios católicos están promoviendo laicos comprometidos para no perder su identidad y mantener el servicio educativo y pastoral pese a la escasez vocacional. No obstante, la religiosidad y preparación teológica de sus alumnos debiera ser más profunda mediante una enseñanza religiosa más amplia en horas y acciones más significativas.
Otro aspecto importante en el mundo colegial, iniciado en la década de los sesenta, fue la creación de colegios parroquiales con apoyo financiero del Estado (1963), lo que permitió a muchas congregaciones tener pensiones económicas para los alumnos y llegar a lugares alejados y personas de escasos recursos.
Por otro lado, el área o asignatura de Religión continuó en el currículo nacional de Primaria y Secundaria y el Estado la financia en las obras estatales, nombrándose profesores especializados en la Secundaria por medio de las oficinas de Educación Católica de las diócesis o territorios eclesiásticos; algo ciertamente envidiable. El problema reside en la Primaria donde con frecuencia no se da, aunque esté establecida su docencia. El Proyecto Educativo católico ha constituido otro avance importante en las instituciones educativas católicas.
Problemas.
De todas formas, estos grandes esfuerzos en las variadas líneas mencionadas han sucumbido en parte ante un mundo contestatario y con frecuencia arreligioso. No cabe duda que en el Perú, como al parecer en casi todo el mundo católico, ha habido una notable disminución de los matrimonios católicos, un debilitamiento de las familias, una disminución de los bautizos y de la asistencia dominical a Misa, entre otros indicadores negativos.
Asimismo, no cabe duda que en los últimos 50 años diversos grupos evangélicos han aumentado su presencia de manera muy rápida y significativa, tanto en el Perú como en otros países; se dice que sus adherentes serían un 12 % en nuestra patria. Están sobre todo en lugares de poblaciones y lugares sencillos y acusan una religiosidad muy centrada en Dios y en oraciones de alabanza. Su avance tiene que ver mucho con una acción misionera en la que los laicos son personas muy activas en la difusión de una fe en que la oración es un aspecto clave.
En conversaciones informales no es raro escuchar que el descuido católico al no centrarse más en Dios promoviendo en cambio más bien lo temporal (justicia cotidiana, pobres económicos, ecologismo, y otros), ha hecho que mucha gente haya encontrado en estos grupos la respuesta a sus deseos de Dios que en muchos sectores católicos se ha debilitado. Al respecto el reconocido y notable historiador y ensayista europeo Hilaire Belloc decía: “La Iglesia no fue fundada ni se mantuvo viva con fines temporales, sino que fue fundada para la salvación de las almas; su función está dirigida a este propósito. Cualquier programa de reforma social que tenga por finalidad los males temporales es solo una ayuda secundaria a la tarea general del catolicismo, sino que se detiene en el campo de lo de este mundo, mientras que la fe tiende a lo que es eterno. Está claro que una identificación de la fe con un determinado programa de mejoras sociales está en contradicción a la razón y conduce a malas consecuencias” (Cita tomada del artículo de un blog que se refiere a su libro “Crisis de la civilización”, 1948). Da la impresión que la Iglesia Católica está priorizando excesivamente lo temporal y no lo espiritual. Esta puede ser su más seria desviación en este momento histórico.
¿HAY DESVÍOS DOCTRINALES EN LA IGLESIA CATÓLICA?
Aparte de aspectos ya mencionados en páginas precedentes, parece que hay riesgos de desvíos de tipo doctrinal y pastoral y es importante manifestarlos.
+ Los riesgos de la SINODALIDAD.
El Papa ha convocado a un Sínodo de obispos que concluirá en el año 2024. Se entiende por Sinodalidad, palabra muy empleada por el Papa Francisco, un caminar juntos esperando e interpretando las mociones del Espíritu Santo de lo que quiere para la Iglesia.
De momento, oficialmente, parece que no hay desviamientos doctrinales oficializados, aunque se observan tendencias hacia ello y no faltan observaciones importantes de teólogos serios y cardenales, especialmente en cuanto a planteamientos de los episcopados alemán y belga en asuntos de índole de ética y moral sexual, pero que no están avalados, al menos hasta el momento, por el Vaticano.
Este parece ser el riesgo de una Sinodalidad que se está interpretando como un gran poder a obispos, sacerdotes y laicos (el pueblo de Dios) para que su voz sea considerada como la voz de Dios y, en consecuencia, aspectos que están claros en las Escrituras, Tradición y Magisterio, puedan ser reinterpretados y signifiquen hasta lo contrario de lo que antes se sostenía incluso por siglos. Es el caso de la eucaristía a los divorciados, aprobación o bendiciones a parejas homosexuales, eutanasia, separaciones matrimoniales, y otros.
Una Sinodalidad llevada a una línea radical se presta a que teólogos, obispos y personas laicas crean estar inspiradas por el Espíritu Santo y propongan y aprueben cosas que están contra las Sagradas Escrituras, la Tradición y el Magisterio de la Iglesia. O puede ser aprovechada por personas que sencillamente quieran engañar y hacer triunfar sus ideas. Existe el gran peligro de que se pretenda que las votaciones sinodales suplanten la verdad y los lineamientos divinos. La Iglesia no es una democracia donde las votaciones mandan y ellas reflejan la verdad. Lo que constituye su mensaje a seguir es básicamente lo que dicen los mandamientos y lo que ha dicho Jesucristo.
+ El riesgo de la inculturación en la tradición católica. La Misa antigua.
Aunque al parecer la labor misionera está increíblemente cuestionada hasta dentro de la Iglesia Católica, parece que algunos se olvidan que el Señor envió a sus apóstoles a predicar y bautizar a todas las gentes. Sin embargo, se quiere llegar a personas de la Amazonía, y otras, sin la fe católica, tomando parte de sus ritos y prioridades cercanas a la madre tierra, la pachamama, lo cual, antiguamente, ha sido considerado en diversos casos inadecuado. Veremos las propuestas que se concretan para la liturgia y las creencias de estos grupos a fin de ver si están en la línea católica. De primera instancia me parece que hay muchos riesgos y que sería mejor mantener los ritos actuales para ellos con pequeñas adaptaciones.
Curiosamente, en cambio, se quiere quitar las misas tradicionales, de centenares de años, y en cambio abrir la puerta a ritos novedosos, posiblemente muy distintos y al parecer incluso a veces cuestionables. Nunca he asistido a la Misa antigua luego de los hoy cuestionados cambios de 1972, pero no estoy de acuerdo con querer prohibir lo que por centenares de años se hizo con gran fruto. Benedicto XVI lo dijo con toda claridad. Sus seguidores manifiestan que estas misas, en su sacralidad y religiosidad, tienen mayor vivencia religiosa que los cambios que se hicieron en 1972 que la empobrecieron. Últimamente he releído la versión antigua y la actual y parece que es verdad: la versión antigua se ve más, profunda, teológica, espiritual y acerca más a Dios.
En mi caso, como hasta mis 32 años era la Misa antigua la que se seguía, opino que llamaba más a la unión con Dios y la humildad de los hombres. Algunos cambios que se hicieron creo fueron acertados a fin de acercar a los feligreses a un mayor entendimiento de la Misa, pero muchos otros, en mi opinión, fueron más bien un retroceso. Por ello la resistencia por décadas de muchos católicos a dejar la Misa antigua que fue la de siglos; lo que por siglos fue bueno no puede luego ser malo; y lo dijo el Papa Benedicto XVI con absoluta claridad. No seamos tan cerrados. Total, hay más de 20 ritos católicos para la Misa: ambrosiano, sirio-malabar, mozárabe, etc. 
+ ¿Lo espiritual-religioso? o lo temporal.
Jesús se dedicó centralmente a difundir el mensaje del Reino de Dios y, secundariamente, a devolver la salud, saciar el hambre, etc. Al poco tiempo los apóstoles decidieron crear diáconos para otras tareas que no fueran la predicación y la tarea de bautizar.
En cambio, hoy con cierta frecuencia, parece que la labor de la Iglesia fuera más para mejorar este mundo temporal que para evangelizar; es decir una ONG más que una institución religiosa. Sin olvidar la caridad cristiana y las obras de misericordia, no se puede olvidar que la Iglesia es sobre todo una institución espiritual creada por Jesucristo para la predicación del Reino de Dios, el bautismo y la salvación eterna individual y colectiva de los hombres, entre otros. La crisis eclesial actual, según no pocos, obedece a esta distorsión: la preocupación por dar mejor economía a los pobres pareciera más importante que su salvación eterna.
+ ¿Está la Iglesia Católica amenazada por una gran apostasía o una reducción sustantiva de fieles?
En los tal vez últimos 150 años, diversas apariciones y/o revelaciones particulares, en la casi totalidad no aprobadas por la Iglesia Católica, hablan de una gran apostasía en los tiempos finales o cuasi finales. El mismo Nuevo Testamento se hace eco de ello con textos muy claros. La irreligiosidad y cuestionamientos a Dios desde dentro y desde fuera de la Iglesia Católica hacen sospechar que podría suceder algo de ello en las próximas décadas.
El Papa Benedicto XVI, cuando era un joven teólogo, ya atisbaba los problemas que se venían a la Iglesia ante el secularismo posterior a la 2da. guerra mundial y hablaba de una Iglesia Católica más reducida en número. Décadas más tarde dijo: “El verdadero problema de nuestro momento histórico radica en que Dios está desapareciendo del horizonte de las personas”. Por ello, ya de Papa, en su primera Encíclica; “Deus caritas” (2005), manifestaba el centro de sus preocupaciones como Pontífice: “Mi deseo es insistir sobre algunos elementos fundamentales, para
suscitar en el mundo un renovado dinamismo de compromiso en la respuesta humana al amor divino” (Introducción).
No cabe duda que la verdadera forma, personal y comunitaria, para que una apostasía, herejía, u otro, no nos comprenda es aferrarse a la sana doctrina, así como a la fe, esperanza y caridad. Estamos avisados de este riesgo y no podemos ser indiferentes ante él. La situación del mundo expresada a través de este artículo, y de diversos autores, hace ver un casi enfrentamiento del mundo con Dios; un relativismo notable; un subjetivismo orgulloso, así como divisiones internas eclesiales por posiciones diferentes. El riesgo de una apostasía de un sector es real. Pero, ¿se recuperaría la iglesia de esta hipotética situación?
Es bastante claro que al final de los tiempos el triunfo será de Dios y de la Iglesia Católica. Pero ello no quiere decir que no debamos hacer que el mal sea el menor posible y el triunfo de Dios mayor y más pronto.
Las orientaciones de los diversos papados en los últimos 170 años.
Como es lógico los Papas, con la colaboración de sus consejeros, establecen sus prioridades de acuerdo a las circunstancias que les toca vivir, así como las necesidades de la Iglesia en dicho momento de acuerdo a las correspondientes urgencias. Se esfuerzan por escuchar las inspiraciones de Dios al respecto, aunque posiblemente también el demonio puede meter su cola. De alguna manera podríamos decir, simplificando bastante, lo siguiente:
+ El pontificado de Pío IX (1846-1878) hubo de enfrentar la pérdida de los Estados Pontificios, por una parte y, por otra, condenó en la Encíclica “Quanta Cura” y un Syllabus, errores modernistas, liberales, comunistas, y otros.
+ El Papa León XIII (1878-1903), ante posiciones radicales de mercado y en lo laboral desde el capitalismo y el socialismo marxista, vertebró la doctrina social de la Iglesia que luego continuó su gran desarrollo.
+ Pío X (1903-1914) se enfocó a condenar de nuevo el modernismo, así como a dar un mensaje eminentemente religioso durante su pontificado.
+ Benedicto XV (1914-1922), en medio de la primera guerra mundial, concentró sus mayores esfuerzos en la búsqueda de la paz.
+ Pío XI (1922-1939) cuestionó con energía las peligrosas ideologías políticas de la época: comunismo, nazismo y fascismo. Asimismo, escribió importantes encíclicas y promovió las Misiones y la Acción Católica.
+ Pío XII (1939-1958) ayudó a la paz en la segunda guerra mundial y escribió encíclicas más religiosas que sociales. Mantuvo, como su antecesor, una Iglesia cohesionada y alejada de posiciones teológicas contestatarias.
+ Juan XXIII (1958-1963), convocó al Concilio Vaticano II a fin de buscar un acercamiento al mundo mediante un “aggiornamento” de la Iglesia Católica. Publicó varias encíclicas de tipo social.
+ Pablo VI (1963-1978) concluyó el Concilio y procuró que cierto “espíritu” negativo del Concilio no deteriorara la Iglesia. Publicó varias importantes encíclicas.
+ Juan Pablo I (1978) gobernó solamente 33 días. Mostró gran inquietud por las catequesis papales.
+ Juan Pablo II 1978-2005) procuró recomponer ciertos desvíos postconciliares; publicó el Catecismo de la Iglesia Católica; el nuevo Código de Derecho Católico e impulsó el desarrollo de la fe.
+ Benedicto XVI (2005-2013), como experto y profundo teólogo, buscó sobre todo potenciar la fe de los sacerdotes y de los católicos e ir profundizando en la doctrina correcta. Fue un pontificado esencialmente religioso.
+ Francisco (2013- ) ha procurado un nuevo acercamiento a los compromisos sociales de los católicos. Asimismo, ha atisbado la posible revisión de aspectos tradicionalmente defendidos en el pasado por la Iglesia Católica.
Tal cual se puede observar, cada Papa va respondiendo, básicamente, a las necesidades de su tiempo, aunque en casos también a su propia visión de lo que estima necesita la Iglesia.
La pregunta importante sería: en los años que vienen, ¿qué tipo de papado parece se requeriría dada la situación de la Iglesia y del mundo? Es evidente que ello depende de lo que cada quien estime que se necesita como prioritario: para unos será dar preferencia a lo social; para otros la relación con el mundo y “estar en salida”; para unos terceros procurar evangelizar, etc.
Personalmente, ante el gran quiebre de la fe y la religiosidad que se da en parte significativa del catolicismo y en buen número de confesiones religiosas en el mundo, creo que en estos momentos urge un pontificado eminentemente religioso que insista en la búsqueda del amor a Dios y la vida eterna más que de preocupaciones ecológicas, climatológicas, medio ambientales, y otras, sin desprecio alguno por estas últimas. El Reino de Dios y la salvación eterna de la humanidad deben tener una clara preferencia. Asimismo, que el Pontificado llame la atención a organismos internacionales, nacionales y personas católicas y no católicas que sostienen públicamente planteamientos contrarios a la doctrina eclesial. Parece inconveniente que no se diga con fuerza lo que es negativo y más aún si son católicos los que lo dicen y sostienen. La iglesia primitiva fue muy valiente incluso con riesgo martirial.
Perspectivas católicas para el Perú y el mundo.
Si hablamos de número de católicos las perspectivas no son muy buenas; hay sectores de países desarrollados tradicionalmente católicos que están disminuyendo sus feligreses, claro ayudados por la disminución demográfica. No obstante, hay quienes piensan que ello va a llevar a un refuerzo de los católicos realmente comprometidos. Hoy hay muchos católicos que lo son porque están bautizados, pero cuyas creencias y vida están muy lejos de su compromiso religioso. En Europa y América hay un decrecimiento, en tanto en África y Asia un aumento de católicos y vocaciones sacerdotales y religiosas.
Lo que habría que hacer:
Buscar un catolicismo más comprometido tanto en las creencias como en vida personal, social y comunitaria, catolicismo que debe comprender la liturgia, la oración, los sacramentos y el cumplimiento de los mandamientos, cosas que con frecuencia se olvidan por una dedicación tal vez excesiva a los apoyos temporales y a las necesidades humanas. Hay quienes opinan que la Iglesia Católica se está convirtiendo en una gran ONG, dejando de lado la predicación del Reino de Dios y despreocupándose de la salvación eterna y de Dios. Es algo que debemos evitar todos los católicos.
En 1992 el Vaticano publicó un excelente Catecismo que contiene la síntesis de la fe católica explicada con profundidad en un texto especial (no tipo preguntas y respuestas). Luego imprimió una síntesis mucho más breve del mismo de tipo preguntas y respuestas. Sería muy valioso que se publicará uno de lectura corrida (no de preguntas y respuestas) que digamos en unas 40 o 50 páginas expresara de manera clara y sintética los aspectos sustantivos de la fe y moral católica. Algo como para escolares de secundaria y universidad, así como para católicos laicos con cierto compromiso. Debiera contener los aspectos sustanciales de la fe, esperanza, caridad, liturgia, oración, doctrina social de la Iglesia, y otros, pero también las razones por las
cuales la Iglesia rechaza el aborto, eutanasia, divorcio, asuntos de género etc.
Procurar una gran divulgación mediante los más variados medios y en las prédicas dominicales.
Aquello a lo que nunca se va a poder llegar.
A que todos los católicos tengamos una fe sólida y comprometida. Somos débiles y pecadores y es evidente que el pecado original nos golpeó duramente, aunque la gracia de Dios nos da la fuerza para triunfar. Como decía el catecismo de antaño, hay que luchar contra mundo, demonio (esto lo estamos olvidando demasiado) y carne.
Pero todo ello es en esta vida temporal. La esperanza del católico es la vida eterna con Dios que, por medio de Jesucristo, se nos ha ofrecido si amamos a Dios, a nuestro prójimo y guardamos los mandamientos.
ESTE AUTOR EN CUANTO A PERÚ Y LA IGLESIA ¿ES OPTIMISTA, PESIMISTA, REALISTA?
En la reflexión sobre un Estado o país, o la misma Iglesia, parece inadecuado generalizar y colocarse en una posición única debido a la gran cantidad de variables a tener en cuenta. Es más, para algunos aspectos uno puede ser optimista, para otros, pesimista, y en unos terceros puede optar por una opción realista. Pero no cabe duda que existe un elemento a veces olvidado: la incertidumbre; desconocemos el futuro, lo que va a ocurrir.
Por otra parte, como cada generación trae respuestas con frecuencia diferentes a las demandas y problemas cotidianos, no resulta muy seguro decir que, como la economía va progresando en un momento determinado, ella va siempre a ser buena en el futuro; tampoco que un valor o aspecto cultural determinado de un pueblo, estado o nación, va a permanecer incólume en el tiempo; igualmente un antivalor. La historia de las grandes culturas nos muestra sus inicios, los avances, sus retrocesos y hasta su desaparición.
Lo expuesto nos lleva a pensar que cada generación, o mejor cada siglo, puede tener cosas importantes que sean elementos para el optimismo, el pesimismo o el realismo en diversos aspectos. Como que cada siglo o generaciones puede variar en sus avances o retrocesos. Hoy como personas y Estado podemos estar bastante bien en algunas cosas y mañana retroceder en las mismas. En el fondo, y esto es muy importante, hacia el futuro lo que hay es una buena dosis de incertidumbre, aunque si los avances van durando en el tiempo, la esperanza de que permanezcan es grande.
Si vamos a una revisión del mundo en su historia milenaria hay elementos para ser optimistas. En efecto: la educación y la salud cada día llegan a más personas, con lo que la productividad y la economía se favorecen, el empleo mejora y la pobreza y la enfermedad retroceden. La tecnología en sus más variados aspectos sigue imparable con beneficios para todos los habitantes del mundo. Asimismo, diversos temas.
Pero existen aspectos ya milenarios como para ser al menos un poco pesimistas: las guerras no terminan y son más letales; existen países que quieren dominar el mundo; hay ideologías que se quieren imponer a sangre y fuego; la libertad es aniquilada por unos (incluso la religiosa) y en otros se convierte en libertinaje. Las virtudes, valores, ética, moral y religiosidad están muy golpeados; y otras muchas cosas más. ¿Quién sabe cuántas de estas cosas mejorarán y cuántas empeorarán y por cuánto tiempo?
En el progreso en estos aspectos reside sobre todo el optimismo futuro tanto para el Perú como para el mundo. Si en estos aspectos no se avanza o se mejora poco todo el optimismo del párrafo anterior queda destrozado.
Una mirada sincera a nuestro Perú nos hace ver que, al cumplir el Bicentenario, en los más variados aspectos, se ha avanzado bastante menos de lo pensado y soñado, sin negar que, pese a las fallas, hay muchos más peruanos con instrucción, salud, menos pobreza, más tecnología, y otros. Pero en cambio, en muchos aspectos de tipo valórico, ético, religioso y ciudadano, parece que estamos en un evidente retroceso.
Es esta la parte más delicada y complicada a la que hay que hacerle frente desde todos los ángulos si queremos tener un país y un catolicismo con un avance verdaderamente integral, sea en lo ciudadano como en lo religioso, así como en lo económico, social y ético.
Es evidente que el éxito, o al menos el avance sustantivo en diversos aspectos, depende de cada uno de nosotros como personas y como colectividad. Será bueno recordar que posiblemente un momento de reacción favorable para el Perú en diversos aspectos fue luego de la guerra con Chile: las generaciones llamadas del “Novecientos” y del “Centenario” buscaron levantar al Perú de su postración y produjeron intelectuales, políticos y gestores de primer nivel (tres primeras décadas del siglo XX). Es decir, hay momentos de reacción enérgica y positiva.
Decía alguien que el que es realista tiene que ser de alguna manera algo pesimista, ya que la realidad es que el mundo, y el Perú, tienen muchas deficiencias. Pero, por otra parte, también puede ser optimista, ya que hay aspectos en los cuales ha habido avances importantes y los seguirá habiendo. En fin, hay razones para la esperanza, ya que depende de nosotros y de nuestra sociedad el responder adecuadamente y superar lo negativo, convirtiéndolo en positivo en los más variados aspectos, particularmente en el político, ciudadano, educativo y religioso.

El amor de Dios por nosotros

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Evangelio según San Mateo 18,21-35.
Se adelantó Pedro y le dijo: “Señor, ¿cuántas veces tendré que perdonar a mi hermano las ofensas que me haga? ¿Hasta siete veces?“.
Jesús le respondió: “No te digo hasta siete veces, sino hasta setenta veces siete“. Por eso, el Reino de los Cielos se parece a un rey que quiso arreglar las cuentas con sus servidores. Comenzada la tarea, le presentaron a uno que debía diez mil talentos.
Como no podía pagar, el rey mandó que fuera vendido junto con su mujer, sus hijos y todo lo que tenía, para saldar la deuda. El servidor se arrojó a sus pies, diciéndole: “Señor, dame un plazo y te pagaré todo“. El rey se compadeció, lo dejó ir y, además, le perdonó la deuda.
Al salir, este servidor encontró a uno de sus compañeros que le debía cien denarios y, tomándolo del cuello hasta ahogarlo, le dijo: ‘Págame lo que me debes‘. El otro se arrojó a sus pies y le suplicó: ‘Dame un plazo y te pagaré la deuda‘. Pero él no quiso, sino que lo hizo poner en la cárcel hasta que pagara lo que debía.
Los demás servidores, al ver lo que había sucedido, se apenaron mucho y fueron a contarlo a su señor. Este lo mandó llamar y le dijo: ‘¡Miserable! Me suplicaste, y te perdoné la deuda. ¿No debías también tú tener compasión de tu compañero, como yo me compadecí de tí?‘.
E indignado, el rey lo entregó en manos de los verdugos hasta que pagara todo lo que debía. “Lo mismo hará también mi Padre celestial con ustedes, si no perdonan de corazón a sus hermanos“.

Homilía del Padre Paul Voisin de la Congregación de la Resurrección:

La dinámica del perdón es muy interesante. Recuerdo que, al volver a ver “Lo que el viento se llevó”, pensé en la dinámica entre los dos personajes principales, Scarlett O’Hara y Rhett Butler. En su fogosa y contenciosa relación había momentos en los que era obvio que Scarlett estaba arrepentida de algo que había dicho o hecho, y se acercaba a su marido para intentar enmendarlo, sólo para encontrarlo lleno de orgullo e incapaz de reconocer su buena voluntad. Y había otros momentos en los que Rhett también reconocía sus errores y quería arreglar las cosas, sólo para encontrar a su esposa llena de orgullo e insensible a su bondad. Dos personas – ficticias, por supuesto – ambas necesitadas de perdón y ambas – a su debido tiempo – dispuestas a perdonar. Sin embargo, en su condición humana, perdieron las oportunidades de perdón y reconciliación. Aunque el perdón seguramente habría cambiado el final de la historia, más triste aún es que esta dinámica se produzca con regularidad en nuestra vida cotidiana.
El evangelio de este fin de semana (Mateo 18, 21-35) nos habla de las gracias del perdón. La dramática respuesta del rey al hombre que le debía una cantidad enorme nos calienta el corazón. Podemos imaginar el alivio que supuso para el deudor admitir sinceramente su incapacidad para pagar la deuda. Por supuesto, ¡este rey representa a Dios y nosotros somos el deudor! Luego, ese deudor aliviado se da la vuelta y no muestra compasión alguna hacia su compañero de trabajo, a pesar de que la suma adeudada era una pequeña fracción de lo que él debía. No es de extrañar que, cuando sus otros compañeros de trabajo se enteraron, se escandalizaran y acudieran al rey para denunciar la injusticia de su colega. El poder de esta parábola es que nos hace reflexionar sobre cómo nosotros – el deudor perdonado – transmitimos este alivio y esta nueva vida a aquellos con los que estamos enfadados o distanciados.
Pedro respondió a la pregunta de Jesús diciendo lo que él pensaba que era la respuesta perfecta, y que Jesús le aplaudiría por ello. Estaba dispuesto a perdonar a su hermano siete veces. El siete era un número muy simbólico en el judaísmo, un signo de perfección. Sin embargo, Jesús no le aplaudió, sino que le dijo que debemos perdonar setenta y siete veces. El perdón que Jesús nos pide debe ir más allá de nuestro propio nivel de comodidad, y llegará más profundamente a nuestro espíritu herido y perdonará como Dios perdona, reflejando su compasión y su amor incondicional.
La Primera Lectura del Libro del Eclesiástico (27,30 – 28,9) nos habla del corazón de quien no puede perdonar. Nos dice: “La ira y la cólera son cosas odiosas, pero el pecador las abraza con fuerza”. Nos dice que debemos recordar nuestro pacto con Dios y “pasar por alto las faltas”. De lo contrario, dice que “sufriremos la venganza del Señor”. A pesar de estas fuertes palabras, sabemos que no siempre es fácil perdonar.
El Salmista nos asegura hoy que “el Señor es bondadoso y misericordioso, lento a la cólera y rico en compasión”. Qué buena noticia para nosotros, pero buena noticia que estamos obligados a compartir con los demás: ¡perdonando como hemos sido perdonados!
Mientras reflexionaba sobre el Evangelio durante la semana, pensé en los beneficios del perdón y la reconciliación.
En primer lugar, el perdón es una bendición para quien lo recibe. Todos buscamos el perdón. Todos queremos una segunda oportunidad, pero a veces no nos resulta fácil – en nuestra condición humana – extender ese perdón. Nuestro amor no siempre es incondicional, como lo es el amor de Dios por nosotros. Todos hemos experimentado el alivio y la paz que produce el perdón. Es como si una nube oscura se hubiera disipado y pudiéramos vernos a nosotros mismos, a los demás y a todo lo que nos rodea con otros ojos, con ojos nuevos. Tal vez el perdón nos sorprendió. Tal vez dudábamos de que nos perdonasen, a pesar de nuestro remordimiento y contrición. Tal vez pensamos que el otro nos vería como indignos de su amor y amistad. Sin embargo, fuimos perdonados, y eso marcó toda la diferencia del mundo.
Sin embargo, el que perdona también recibe una bendición, recibe un don. Esa es la bendición y el regalo que el deudor de la parábola se perdió. No sólo “perjudicó” al otro deudor, su colega, sino que se “perjudicó” a sí mismo. Cuando estamos enfadados o distanciados de alguien, cargamos con un peso. Es como si lleváramos una pesada carga. Ver o escuchar a esa persona nos hace dar un grito ahogado. Sentimos algo pesado en la boca del estómago. Una vez que la persona se dirige a nosotros y nos expresa su dolor, tenemos la opción de perdonar o permanecer -como Rhett y Scarlett en esas ocasiones – orgullosos y altivos. La elección es realmente nuestra. En ese momento la gracia de Dios nos bombardea para que abramos nuestro corazón y perdonemos. Cuando respondemos a la gracia de Dios somos bendecidos por Dios. Nuestro perdón a otro muestra que realmente entendemos y apreciamos el gran regalo que Dios nos ha dado. Entonces podemos dejar esa carga -ese rencor, esa ira, ese enojo- y soltar para ya no “abrazar fuerte” sino liberarlos y liberarnos de la carga del pecado.
Dios nos ofrece vida, y vida en plenitud. Pero esa vida tiene un precio. Debemos perdonar como hemos sido perdonados. Debemos amar como somos amados. Entonces viviremos verdaderamente en unión con Dios, y en armonía unos con otros “perdonando de corazón a otros (a nuestro hermano)”.

Indonesia, con su boom vocacional en un país musulmán, envía ya misioneros católicos a otros países

Indonesia es el país que alberga el mayor número de musulmanes en todo el mundo. Los católicos apenas suponen un 3% de la población y siguen teniendo dificultades para vivir su fe con normalidad. Sin embargo, o quizás precisamente por esto mismo, las vocaciones al sacerdocio y a la vida religiosa se han disparado en este país asiático.
De hecho, la Iglesia Católica en Indonesia ha pasado de recibir misioneros a ser ella la que envía a evangelizar a otros países. Así, por ejemplo en la isla de Flores se ha celebrado recientemente la ordenación del primer sacerdote camilo del país. Después de diez años de presencia en Indonesia, los Ministros de los Enfermos (MI) tienen a su primer sacerdote. Se trata del padre Mensiano Aman, sacerdote ordenado junto con seis jóvenes carmelitas por el obispo Monseñor Edwaldus Martinus Sedu en la parroquia de Maulo, parte de la diócesis de Maumere, en la isla de Flores. La noticia ha sido comunicada a la agencia Fides por el padre Luigi Galvani, pionero de la misión camila de Flores.
El padre Aman -dice el padre Galvani- proviene de una familia campesina en la zona montañosa de la isla de Flores y tiene un hermano sacerdote del Instituto de los Verbitas, misionero desde hace años en Chile. Después de completar sus estudios de Filosofía y Teología en el país, como preparación para su sacerdocio asistió a cursos pastorales en Manila. Con su ordenación, los camilos de Indonesia han iniciado su sueño de poder contar con otros candidatos para el sacerdocio cada año“.
Un aumento general de las vocaciones
En las dos casas de formación de Maumere y Ruteng viven 7 sacerdotes actualmente, 5 de los cuales son nativos del lugar, 15 jóvenes religiosos de votos temporales, 6 novicios, 42 estudiantes de filosofía y 24 nuevos candidatos, entre ellos dos jóvenes de Pakistán y uno de Timor Oriental.
El padre Luigi explica además que “Indonesia, que sigue siendo el país musulmán más poblado del mundo, se está convirtiendo en un oasis prometedor de vocaciones religiosas y sacerdotales. De hecho, la continua apertura de nuevas comunidades y seminarios religiosos es un testimonio claro de este momento favorable. En la isla de Java, por ejemplo, la Facultad de Teología de Yakarta alberga a unos 300 estudiantes, en Jogjakarta hay 330 y en Malang otros 320. En la isla de Timor, en Kupang, el Estudio Teológico cuenta con unos 300 seminaristas. Pero sobre todo en Maumere, en la isla de Flores, es impresionante ver el Seminario filosófico y teológico más grande de la Iglesia Católica en el mundo, dirigido por los misioneros Verbitas, con más de 1000 seminaristas“.
Enviando al mundo misioneros
“Si en las últimas décadas Indonesia había sido un país destinatario de la evangelización, ahora está devolviendo este don a las naciones con el envío de sus misioneros”, afirma este religioso.
De hecho, recuerda que “varias decenas de misioneros indonesios de varios institutos religiosos, como los Verbitas que están en primera fila, llegan a otros países del mundo cada año para llevar a cabo el servicio pastoral y misionero. Este también parece ser el objetivo futuro de los camilos indonesios que, además del compromiso de preparar ‘nuevos trabajadores para la viña del Señor’, se proponen difundir el mensaje evangélico y el carisma de amor de San Camilo dentro y fuera del país”.
Fuente: ReligiónEnLibertad.com

Indonesia y el florecimiento de las vocaciones: 19 jóvenes profesan votos en una sola congregación

Indonesia, país con el mayor número de musulmanes del mundo, cuenta también con una viva y activa minoría cristiana. Y esta fe queda patente en el gran número de vocaciones religiosas que van surgiendo en el país ya sea para el sacerdocio como para la vida religiosa.
De este modo, en la Arquidiócesis de Pontianak, en la provincia indonesia de Kalimantan Occidental, el arzobispo Agustinus Agus presidió las profesiones de 19 jóvenes de las hermanas franciscanas de la Inmaculada Concepción de la Madre de Dios, 16 postulantes, y 3 con los votos perpetuos.
Tal y como informa AsiaNews, el arzobispo las instó a seguir este carisma pues “la Iglesia realmente necesita de todas vosotras. Las 16 postulantes provienen de varias diócesis del país, entre las cuales figuran la arquidiócesis de Pontianak, la diócesis de Sanggau -ambas, en la provincia de Kalimantan Occidental- y la diócesis de Malang, en la provincia de Java Oriental.
La pandemia de Covid-19 ha frenado y paralizado todo, dijo Sor Yulita Imelda, superiora provincial, “sin embargo, Dios, nuestra piedra angular, ha mostrado Su poder al conduciros a todas vosotras, para formar parte de la Congregación”.
Cabe destacar que cuatro de ellas ya estaban formalmente inscritas como nuevas novicias. A cuatro hermanas se les permitió pronunciar los primeros votos. Tres pronunciaron sus votos perpetuos.
Esta congregación franciscana se fundó en los Países Bajos el 24 de junio de 1844. Las primeras cinco hermanas misioneras holandesas llegaron a Indonesia el 28 de septiembre de 1906. Desembarcaron en el puerto de Singkawang, en la provincia de Pontianak Occidental, y pasaron sus primeros días en una casa muy sencilla, propiedad de un residente de origen chino, en Singkawang.
Las religiosas emprendieron sus primeras obras pastorales en el campo de la salud y de la educación. Sor Cayetana puso en marcha las obras para un centro de salud dedicado a los enfermos de lepra, más conocido como el Alverna Leper Hospital. Otras hermanas dieron vida a una escuela con un internado, además de un hospital local, el Saint Vincentius Hospital. Los tres centros de apostolado siguen funcionando en la actualidad.
Fuente: ReligiónEnLibertad.com

Misioneros de África

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Richard Kuuia Baawobr MAfr

Formado en Teología Bíblica y Espiritualidad Ignaciana en Roma, Friburgo (Suiza) y Lyon, empezó su actividad sacerdotal en Zaire y la prosiguió en Tanzania. Fue superior de los Misioneros de África entre 2010 y 2016 y, desde ese año hasta su muerte, obispo de Wa (Ghana).
Dedicó, como obispo, una atención particular a los discapacitados que, en varias zonas del África negra siguen siendo, desgraciadamente, objeto de estigmatización. De ahí que impulsara, a través de la creación de un servicio específico, la colaboración entre voluntarios diocesanos y profesionales del sector sanitario para hacer más eficientes los cuidados a ese colectivo.
Baawobr era, ante todo, un hombre humilde que anteponía el servicio al prójimo a cualquier otra consideración. Como dijo en una entrevista concedida a la agencia católica ACI África, «siempre pienso en los dos hijos de Zebedeo que se disputan los asientos, uno a la izquierda y otro a la derecha. En ese momento Jesús les recuerda que su grandeza está en el servicio, que él ha venido a servir». Conclusión: «Así que creo que cada uno de nosotros, dondequiera que estemos, estamos llamados a servir, y eso es lo que nos hará grandes, no el título».
Sin embargo, no flaqueaba en la defensa de los principios innegociables. Lo demostró cuando el Parlamento ghanés inició sus debates acerca de un proyecto de ley que blindaba el matrimonio entendido como la unión entre hombre y mujer. Impávido ante las presiones, cada vez más agobiantes, de los grupos homosexuales, Baawobr recordó, tras encomiar la actitud del presidente del Parlamento, que «el matrimonio en el derecho consuetudinario ghanés es entre un hombre y una mujer y no el promovido por la comunidad LGBTIQ+».
En otras palabras, el Magisterio coincidía plenamente con la tradición y la práctica abrumadora del país africano, por lo que no había lugar para modificaciones legislativas encaminadas a satisfacer las pretensiones de una ínfima minoría.
Baawobr empezó a llamar la atención de las altas esferas eclesiales durante su etapa como superior de su familia espiritual, los Misioneros de África, también conocidos como Padres Blancos. Rigió sus destinos entre 2010 y 2016, siendo nombrado obispo ese mismo año. Sus últimos cargos eclesiales, además del gobierno de su diócesis, fueron los de presidente del Simposio de Conferencias Episcopales de África y Madagascar y de miembro del Dicasterio para la Unidad de los Cristianos.
Fuente: www.eldebate.com

Cardenal Charles-Martial Allemand-Lavigerie MAfr

Fue un misionero y cardenal católico francés, fundador de los Misioneros de África (Padres Blancos). Nació el 31 de octubre de 1825 en Bayona, Francia; y falleció el 26 de noviembre de 1892 en Argel, Argelia.
Diplomático en Roma, obispo de Nancy, arzobispo de Argel y de Cartago.
En 1868 con objeto de evangelizar el África subsahariana funda la sociedad de los Misioneros de África, conocida como Padres Blancos, cuyos miembros usan el post-nominal con las iniciales M. Afr.
El papa León XIII lo elevó al rango de cardenal el 27 de marzo de 1882.
Ordenó la construcción de la Catedral de San Luis de Cartago (1884-1890) en honor al rey Luis IX, muerto por culpa de la peste en el año 1270 durante la séptima cruzada mientras asediaba Cartago.
En París, en 1888 el cardenal Lavigerie, jefe de la Iglesia católica en África, lanza una campaña antiesclavista. Alertado por sus misioneros reclama una intervención europea para poner fin al tráfico de esclavos.
La trata de esclavos en África le llevó a emprender una vasta campaña y tras fundar con el Papa una liga antiesclavista, el cardenal realiza una gira de conferencias contra la esclavitud de 1888 a 1889 en Europa. Dijo en París: “Para salvar el interior de África hay que provocar la ira del mundo“.
En esa época dos millones de seres humanos desaparecían cada año, es decir, cinco mil negros eran asesinados, raptados o vendidos cada día, lo que significaba la destrucción de todo un continente. Solo llegaba a su destino un tercio del cargamento humano.
Entre quienes escucharon su prédica se encontró María Teresa Ledóchowska, quien se adhirió incondicionalmente a la causa antiesclavista. Ella sería fundadora de la congregación de las «Hermanas Misioneras de San Pedro Claver», a imitación de Pedro Claver, el «esclavo de los esclavos». María Teresa fue beatificada en 1975.
La llamada de Charles Lavigerie fue acogida por el rey de los belgas Leopoldo II quien el 18 de noviembre de 1889 recibió en Bruselas a los representantes de dieciséis gobiernos para determinar las medidas a adoptar con vistas a reprimir la trata de esclavos resultante de la colonización y del reparto de África, trata que no había disminuido su intensidad a pesar de la Conferencia de Berlín de 1884.
Murió el 26 de noviembre de 1892, a la una de la madrugada, en Argel. Su cuerpo fue llevado a Túnez y colocado en la bóveda preparada para él en la cripta de la Catedral Metropolitana de Cartago en Byrsa Hill el 8 de diciembre. En 1964, cuando la catedral pasó a ser propiedad del gobierno, sus restos fueron trasladados a Roma y enterrados en la cripta de la Curia General de los Misioneros de África.
Jean-Baptiste-Frézal Charbonnier MAfr (20 de mayo de 1842 – 16 de marzo de 1888), misionero católico de los Padres Blancos que fue Vicario Apostólico de Tanganica desde enero de 1887 hasta marzo de 1888.
Léon-Antoine-Augustin-Siméon Livinhac MAfr (13 de julio de 1846 – 12 de noviembre de 1922) fue un obispo católico que estableció la iglesia en lo que hoy es Uganda y se convirtió en líder de los Padres Blancos (Sociedad de Misioneros de África). Supervisó una importante expansión de la sociedad misionera que coincidió con la anexión europea de la mayor parte de África.
De 1892 a 1922 la sociedad creció de tres obispos a dieciséis; y de 185 padres y 64 hermanos a 674 padres y 180 hermanos. Livinhac definió una constitución para la sociedad, escribió muchas circulares dando instrucciones a los misioneros y patrocinó la publicación de varias revistas.
Léonce Bridoux MAfr (15 de enero de 1852 – 20 de octubre de 1890) fue un obispo católico de los Padres Blancos que se convirtió en Vicario Apostólico de Tanganica, Tanzania, que incluía partes de lo que hoy es Ruanda, Burundi, República Democrática del Congo, Zambia y Malawi.
Joseph-Marie-Stanislas Dupont MAfr (23 de julio de 1850 – 19 de marzo de 1930). Obispo titular de Thibaris (16 de febrero de 1897-19 de marzo de 1930). Vicario Apostólico de Nyassa, Zambia.
Joseph-Marie Birraux MAfr (27 de noviembre de 1883 – 30 de abril de 1947), obispo católico que fue Vicario Apostólico de Tanganica y más tarde se convirtió en Superior General de los Padres Blancos o Sociedad de Misioneros de África.
Jan Cornelius van Sambeek MAfr fue Vicario Apostólico de Tanganica (1936-1946) y luego Obispo de Kigoma (1946-1957), ahora Tanzania.  Nació el 23 de abril de 1886 en Veldhoven, Países Bajos. Una de sus hermanas se hizo monja y tres de sus hermanos se hicieron sacerdotes. Estudió Teología en Cartago, Túnez. El 29 de junio de 1911 fue ordenado sacerdote de los Padres Blancos (Sociedad de Misioneros de África ). Permaneció en los Países Bajos durante la Primera Guerra Mundial (1914-1918).
Robert Marie Gay MAfr (22 de enero de 1927 – 29 de junio de 2016) fue un prelado católico de Uganda nacido en Canadá. Fue el segundo obispo de la Diócesis Católica Romana de Kabale de 1996 a 2003.
Gay nació en Ottawa, Ontario, el 22 de enero de 1927. Ingresó en la congregación de los Misioneros de África y el 30 de enero de 1954 fue ordenado sacerdote. Se desempeñó como Superior General de los Misioneros de África (Padres Blancos), desde 1980 hasta 1986.
Jan de Groef MAfr (Beigem, Brabante Flamenco, Bélgica, 7 de enero de 1948 ) es obispo de Belén en Sudáfrica. Desde 1999 enseñó a misioneros en Bobo-Dioulasso, en el estado de Burkina Faso , en África occidental . En 2003 fue nuevamente nombrado párroco de la parroquia de Siyabuswa en la arquidiócesis de Pretoria. Desde 2006 ocupó puestos directivos en Cedara- KwaZulu-Natal.
El Papa Benedicto XVI lo nombró Obispo de la Diócesis de Belém el 31 de diciembre de 2008. El 28 de marzo de 2009, Jabulani Adatus Nxumalo, arzobispo de Bloemfontein, lo ordenó obispo con la asistencia de James Patrick Green, nuncio apostólico en Sudáfrica, y su predecesor Hubert Bucher .
Michael Louis Fitzgerald MAfr. Cardenal-Diácono de Santa María en Portico. Presidente emérito del Pontificio Consejo para el Diálogo Interreligioso. Prefecto emérito de la Comisión para las Relaciones Religiosas con los Musulmanes.
Diego Sarrió Cucarella MAfr, Presidente del Pontificio Instituto de Estudios Árabes e Islámicos.

Beato Charles Deckers MAfr, mártir de Argelia.
Fuente: Wikipedia.

Ucrania será el Vietnam de Rusia

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Zuppi en Beijing

Del 13 al 15 de septiembre, el cardenal Matteo Maria Zuppi, arzobispo de Bolonia y presidente de la Conferencia Episcopal Italiana, acompañado por un oficial de la Secretaría de Estado, viajará a Pekín, como Enviado del Santo Padre Francisco“, reza el comunicado vaticano, difundido por la Oficina de Prensa de la Santa Sede.
La visita constituye una etapa más en la misión deseada por el Papa para apoyar las iniciativas humanitarias y la búsqueda de caminos que puedan conducir a una paz justa“.

El Cardenal Matteo Zuppi, enviado del Papa Francisco, fue recibido este jueves 14 de septiembre en el Ministerio de Asuntos Exteriores de China por Li Hui, Representante Especial para Asuntos Euroasiáticos.
Según la nota de la Oficina de Prensa del Vaticano, “el encuentro, que tuvo lugar en un ambiente abierto y cordial, estuvo dedicado a la guerra en Ucrania y sus dramáticas consecuencias, subrayando la necesidad de aunar esfuerzos para fomentar el diálogo y encontrar caminos que conduzcan a la paz”.
También se abordó el problema de la seguridad alimentaria, con la esperanza de que pronto se pueda garantizar la exportación de cereales, especialmente a los países con más riesgos”, informó el Vaticano.
Fuente: Vatican News y ACI Prensa. El ministro de Asuntos Exteriores de Ucrania, Dmytro Kuleba, asiste a una reunión con el representante especial de China para asuntos euroasiáticos, Li Hui, en medio del ataque de Rusia a Ucrania, en Kiev, Ucrania.
El Ministerio de Exteriores ucraniano ha emitido un comunicado en el que asegura que su ministro Dmitro Kuleba “ha hecho hincapié en que Ucrania no acepta ninguna propuesta que implique la pérdida de sus territorios o la congelación del conflicto”. Añaden que Kuleba “ha informado en detalle al enviado especial del gobierno chino sobre los principios de la restauración de una paz sostenible y justa basada en el respeto de la soberanía y la integridad territorial de Ucrania”. Aunque, de momento, China sigue manteniendo distancia, absteniéndose de condenar a Moscú.
En 2016, Dmytró Ivánovich Kuleba (en ucraniano: Дмитро́ Іва́нович Куле́ба) fue nombrado representante permanente de Ucrania ante el Consejo de Europa. Desde agosto de 2019 hasta marzo de 2020, fue vice primer ministro de Integración Europea y Euroatlántica de Ucrania. Se ha desempeñado como ministro de Relaciones Exteriores de Ucrania desde el 4 de marzo de 2020.
Fuente: Eduard Kryzhanivskyi/ Servicio de prensa del Ministerio de Asuntos Exteriores de Ucrania via REUTERS.

San John Henry Newman

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La conversión de San John Henry Newman (1801-1890) fue el resultado de una búsqueda de la auténtica fuente de la santidad, búsqueda evocada en su Apologia pro vita sua, obra que tuvo una gran influencia apologética, en la misma línea que las Confesiones de San Agustín. A lo largo de los años, ha ayudado a muchas personas de origen anglicano y protestante a avanzar en su conversión al catolicismo.
El padre Keith Beaumont, sacerdote del Oratorio y autor de Comprender a John Henry Newman. Vida y pensamiento de un maestro y testigo espiritual, lo explica en el número 361 (septiembre de 2023) de La Nef:

Una conversión “apologética

La obra más conocida e influyente de San John Henry Newman es sin duda su Apologia pro vita sua, publicada en 1864. El libro no es una obra de “apologética” en el sentido de defensa de una doctrina (salvo en su quinto y último capítulo), sino más bien una autobiografía intelectual (algunas ediciones llevaban incluso el título o subtítulo de “Historia de mis opiniones religiosas“). Se trata de una respuesta a las acusaciones de duplicidad y falsedad formuladas por el novelista Charles Kingsley, que veía en la conversión de Newman al catolicismo tal manifestación; la Apología se concibe así como una demostración detallada y muy documentada de la continuidad y coherencia del pensamiento del autor a lo largo de unos treinta años.
Pero, paradójicamente, esta obra intensamente personal ha ejercido una enorme influencia “apologética”, pues ha desempeñado un papel fundamental en la conversión al catolicismo de un número muy elevado de personas, sobre todo en el mundo anglosajón.La “conversión” de Newman no fue un acontecimiento aislado, sino un proceso que duró unos treinta años e implicó varias etapas.
Nacido en el seno de una familia anglicana de piedad más bien convencional, a los quince años el adolescente tuvo una experiencia deslumbrante: descubrió a Dios como una “presencia” interior, tomando conciencia, en palabras de la Apología, de la existencia de “dos seres -y solo dos seres- absolutos y cuya existencia se imponía con luminosa evidencia: yo mismo y mi Creador” (Apologia pro vita sua). Este encuentro con Dios, cuya presencia en lo más íntimo de su ser se convertiría en una constante a lo largo de toda su vida, determinaría el curso de su vida: su elección del celibato, su compromiso como pastor en la Iglesia anglicana, su implicación en un vasto movimiento para renovarla y, finalmente, su conversión al catolicismo en 1845.
En aquella época, estaba profundamente influido por el evangelismo anglicano, surgido del poderoso movimiento de renovación espiritual inaugurado por John Wesley en el siglo XVIII. Esta corriente estaba próxima a varias formas de protestantismo: hacía hincapié en la relación personal con Dios más que en la pertenencia a una institución; abogaba por la lectura (y, en consecuencia, la interpretación personal) de la Biblia; insistía en la necesidad de una “conversión” personal concebida como un acontecimiento repentino y único; y ponía gran énfasis en la búsqueda de la “santidad”. (En una carta escrita tres años antes de su muerte al secretario de la muy protestante London Evangelization Society, declaraba que la Iglesia católica “ha añadido algo al sencillo evangelismo de mis primeros maestros, pero en modo alguno lo ha oscurecido, diluido o debilitado”: Cartas y diarios de John Henry Newman, XXXI).

Elegir una Iglesia

En la Universidad de Oxford, donde pasó 28 años de su vida, primero como estudiante y luego como miembro del Oriel College, descubrió las tradiciones de la High Church anglicana, pero le disgustaron su formalismo, su esclerotización y su falta de una verdadera vida espiritual.
Junto con un pequeño grupo de amigos, del que pronto se convirtió en líder indiscutible, emprendió una profunda renovación de su teología, vida sacramental y espiritualidad: fue el movimiento conocido como Movimiento de Oxford y Movimiento Tractariano. Inspirándose en los grandes teólogos anglicanos de los siglos XVI y XVII, conocidos como los Caroline Divines [divinos carolinos, en alusión a la época del rey Carlos I] desarrolló una concepción de la Iglesia de Inglaterra como vía media o camino intermedio entre el protestantismo y la Iglesia católica romana.
Sin embargo, se sintió especialmente influido por el pensamiento de los Padres de la Iglesia. Descubrió en ellos una serie de temas que incorporó a su propio pensamiento: la importancia de la Trinidad, la Encarnación, la Resurrección de Cristo y el papel del Espíritu Santo. Los Padres se negaron a separar los tres ámbitos de la teología, la moral y la vida espiritual (como hacía el pensamiento de la época). Redescubrió el concepto de Iglesia como “cuerpo místico de Cristo”.
Ante todo, sus estudios patrísticos y su trabajo como historiador le llevaron a la convicción de que era en la “Iglesia primitiva” donde encontramos “la verdadera expresión de las doctrinas cristianas”, y que la Iglesia tal como existía en otros tiempos debía ser juzgada según su fidelidad a lo que él llamaba “la Iglesia de los Apóstoles” y “la Iglesia de los Padres” (más tarde afirmó que los “escritos de los Padres” habían sido “la única causa intelectual de su renuncia a la religión en la que había nacido”, y que “se unió a la Iglesia católica simplemente porque creía que solo ella era la Iglesia de los Padres” (Certain Difficulties Felt by Anglicans in Catholic Teaching, I).
Los cuatro Padres de la Iglesia latina’ (ca. 1635), atribuido a Louis Cousin (o Luigi Primo o Luigi Gentile, 1606-1668): de izquierda a derecha, San Gregorio Magno, San Ambrosio de Milán, San Jerónimo de Estridón y San Agustín de Hipona.
Cada vez tiene más claro que la Iglesia de Inglaterra no es fiel a estos orígenes. Su teología es confusa y contradictoria; su principal razón de ser es ser una iglesia nacional; y los acontecimientos contemporáneos muestran cómo es simplemente un juguete en manos del Estado. Su teoría de la vía media se derrumba; y poco a poco se da cuenta, con angustia (pues está imbuido de todos los prejuicios del inglés medio de la época sobre la Iglesia católica) de que es esta la última y verdadera continuadora y heredera de la Iglesia de los Apóstoles y de los Padres.

El desarrollo de la doctrina

Sin embargo, seguía existiendo un importante obstáculo intelectual para su adhesión al catolicismo: la idea, muy arraigada entre todos los anglicanos y protestantes de la época, de que la Iglesia católica había añadido al “depósito” primitivo de la fe creencias y prácticas que comúnmente se calificaban de “corrupciones”.
Newman se enfrentó a la pregunta: ¿se trataba realmente de “corrupciones” o, por el contrario, de “desarrollos” legítimos y necesarios? A finales de 1844, se embarcó en una vasta investigación histórica, cuyos resultados se publicarían un año más tarde en su Ensayo sobre el desarrollo de la doctrina cristiana. Newman no inventó el concepto de desarrollo, que se remonta a los teólogos de la Edad Media. Pero propuso una concepción inmensamente más compleja, más matizada y más arraigada en la historia que cualquiera de sus predecesores. Se basó en su profundo conocimiento de la Iglesia primitiva, ayudado por su incomparable sentido de la historia (el futuro Papa Benedicto XVI dijo, hablando de sus años de seminario, que “Newman nos enseñó a pensar históricamente“).
Para él, el desarrollo es “un fenómeno filosófico notable” que caracteriza no solo la doctrina, sino también toda la vida de la Iglesia. La propia Escritura, por su carácter fragmentario e inacabado, “reclama” el desarrollo. La historia muestra la existencia de un proceso coherente regido por “leyes”.
Sin embargo, este proceso posee un carácter abundante y desordenado; el tiempo es un rasgo esencial; el conflicto es también parte integrante e inevitable del proceso, desempeñando un papel en última instancia positivo. De hecho, el desarrollo es un fenómeno permanente en la vida de la Iglesia, y sigue desempeñando un papel importante e incluso indispensable en la actualidad.
Por último, puesto que el conflicto forma parte del proceso de desarrollo, y puesto que ni la Biblia ni la tradición contienen necesariamente todas las respuestas a las nuevas preguntas que puedan surgir, se necesita una autoridad -en este caso, el magisterio de la Iglesia- capaz de decidir en determinados casos.
Como dice Newman en una imagen impregnada de cierto humor, la Iglesia constituye “un Comité Apostólico permanente, para responder a las preguntas que los Apóstoles, al no estar aquí, no pueden responder, sobre lo que recibieron y predicaron” (Carta del 20 de octubre de 1871 a Richard Hutton, Cartas y Diarios, XXV).

Cristo permanece presente en la Iglesia

Conviene hacer un último comentario. Una palabra se repite mucho en el Ensayo: la “idea” de cristianismo que “se desarrolla” a lo largo de los siglos.
Su pensamiento no siempre está perfectamente claro -después de todo, está abriendo nuevos caminos en un ámbito en gran parte inexplorado-, pero en el fondo no se trata solo de un concepto, o de una “idea” en el sentido habitual de la palabra. Lo que el término designa es una realidad viva y personal: es en parte el pensamiento de Cristo en la mente de los hombres (que es sin duda la razón por la que Newman utiliza la palabra “idea”), pero aún más la presencia viva de Cristo en los “corazones” de los hombres y en su Iglesia a través de sus sacramentos.
Al afirmar que la Iglesia católica romana es un auténtico “desarrollo” de la “idea” del cristianismo, Newman está declarando que Cristo permanece espiritualmente presente en esa Iglesia y (según pensaba entonces) solo en esa Iglesia.
Por tanto, su elección de la Iglesia católica fue, ante todo, el resultado de una búsqueda espiritual, una búsqueda de la auténtica fuente de la santidad.
Fuente: Verbum Caro.

De las sombras del cisma a la luz de la verdad

Por André Luiz Kleina- GaudiumPress.org
Pocos hombres han representado de manera tan ejemplar toda la coyuntura histórica y religiosa de una nación como John Henry Newman, un sacerdote anglicano que, como ejemplo para numerosos ingleses que, desde el siglo XIX abjuraron del anglicanismo y abrazaron la verdadera Iglesia, se convirtió en Príncipe de la Santa Iglesia Católica.
John Henry nació en Londres, a mediados de 1801, en el seno de una familia adinerada y aristocrática. Dado el carácter y las cualidades del joven, su familia prefirió que siguiera la carrera de letras en la famosa Universidad de Oxford, donde siempre se destacó como el mejor alumno.
Sin embargo, cuando debía realizar los exámenes finales de su carrera universitaria, eligió las pruebas más difíciles, una opción comúnmente elegida por estudiantes excepcionales. Contrariamente a lo esperado, John no logró la puntuación requerida y reprobó sus exámenes finales. A pesar de presentarse al concurso casi tres años antes de la edad prevista –lo que disculpa su supuesta falta de capacidad–, la desaprobación resonó profundamente en el alma joven de Newman: “¿por qué dedicarse a algo meramente terrenal sólo para ser bien considerado?
En el corazón del anglicanismo
Hubo entonces un fuerte shock en la conciencia de Newman, algo análogo a una conversión, presagiando, sin duda, lo que viviría más tarde: era la llamada a algo más elevado que la vida común de los demás hombres; era el sacerdocio —a pesar de ser anglicano— en el que se sacrifican los intereses personales por el bien del rebaño de Cristo. Con el objetivo sobrenatural a la vista, Newman pudo terminar brillantemente sus estudios –ahora a la edad esperada…– y recibir la ordenación.
Gracias a sus grandes cualidades naturales, combinadas con un espíritu generoso y dedicado, su labor pastoral superó con creces a la de los antiguos y expertos eclesiásticos de Inglaterra; de hecho, el anglicanismo venía experimentando un marcado declive desde hacía algún tiempo. Aún sin conocer los caminos de la verdadera religión, John Newman consideró que era su deber oponerse a tal situación. Y ésta fue, quizás incluso menos explícitamente, la génesis del Movimiento de Oxford[1], que al menos mantuvo a la Iglesia de Inglaterra unida a sus fundamentos cristianos comunes al catolicismo romano.
Vende tus posesiones y luego sígueme
Sin embargo, mientras los fieles ingleses orbitaban en torno a la figura espiritual de Newman, algo parecía alejar al ya experimentado sacerdote de las prácticas e ideas que había defendido hasta ahora: ¡era la llamada de Roma!
Él, que hasta ahora no había negado ni una sola vez lo que Dios le había pedido en su interior, parecía molesto y vacilante; siempre había aprendido que el catolicismo romano era una distorsión de la verdadera religión, una aplicación exagerada de reglas y preceptos que obstaculizaban al hombre la libertad enseñada por Cristo.
Sin embargo, la evidente infecundidad de la religión inglesa contrastaba sorprendentemente con la exuberancia y fertilidad de Roma; además, el simple análisis de las disensiones entre ambas religiones fue suficiente para privarlo de argumentos para fundamentar su ortodoxia.
El apogeo de este toque de Gracia se produjo un día en que estudiaba a San Agustín: al contemplar las duras reprimendas que el Santo daba a las herejías de la época, comprendió hasta qué punto —Newman y los anglicanos ingleses— no estaban tan lejos de los disidentes del siglo IV… ¿no habrían nacido ellos mismos de las raíces secas y muertas de la herejía?
La Luz Divina iluminó este punto en profundidad y, como resultado de un largo proceso de más de 10 años, Newman decidió abjurar del anglicanismo y abrazar la Iglesia Católica Romana. De esta manera logró realmente lo que el joven rico del Evangelio no pudo hacer: vendió sus bienes y siguió al Señor.
A través de grandes tormentas, el vuelo hacia la Verdad
A la edad de 45 años Newman se convirtió al catolicismo. A través del Beato Domingo de la Madre de Dios, [2] pudo aprender los rudimentos del catolicismo romano. Ya en las primeras entrevistas con el santo presbítero se decidió que Juan ingresaría en el seminario romano.
De hecho, Newman tuvo que sentarse en los bancos del seminario junto a novicios de 20 años… pero eso no le preocupaba en absoluto: su objetivo era mayor. Después de dos años recibió las órdenes católicas y pudo ingresar a la Iglesia católica docente de Inglaterra. Esto, así como muchos otros hechos en los que emerge el espíritu humilde de Newman, arrancó del Cardenal Wiseman –su superior, y uno de sus más grandes opositores…– el hermoso testimonio: “Les aseguro que, en ningún momento, la Iglesia ha recibido un converso para que acudiera a ella con mayor docilidad y sencillez de fe»[3].
Esta profunda humildad de John Newman quedaría aún más demostrada durante su ardua vida. El estado de la Iglesia católica en las Islas Británicas era lamentable: falta de vocaciones sacerdotales, desánimo en el apostolado, falta de instrucción religiosa e intelectual, desunión, etc. Abrazar una religión en tales condiciones no sólo fue heroico, sino sobre todo un desafío, al que Newman se entregó de todo corazón.
Sin embargo, las calumnias y las traiciones le persiguieron ferozmente en este intento, por lo que John Newman vio fracasadas todas sus esperanzas, muchas veces a manos de sus hermanos, los católicos. Los propios prelados ingleses le frenaron en numerosas iniciativas, como, por ejemplo, la fundación de universidades católicas de calidad, que no pudo conseguir en absoluto.
Ahora bien, perseverar en tales circunstancias no es más que fruto de una gran virtud, una constante y diaria adaptación y resignación a la voluntad Divina. Benedicto XVI, todavía cardenal, comentó con razón: “Newman fue, a lo largo de su vida, una persona que se convirtió, que se transformó” [4].
La púrpura
Debido a las numerosas calumnias que comprometían su imagen en la opinión pública católica, forjadas por Charles Kingsley, publicó en 1864 la Apología pro Vita Sua, un cálido testimonio autobiográfico sobre su conversión y sus actividades como católico romano. Sin embargo, el reconocimiento por parte de la Iglesia tardó todavía algún tiempo: en 1879 el Papa León XIII lo elevó a la dignidad de Príncipe de la Iglesia, concediéndole el cardenalato.
Convertido, tras toda una vida de perseverancia y resignación, la integridad de su imagen quedó así confirmada. De hecho, incluso León XIII afirmó sentirse enormemente orgulloso de haber podido distinguir a un hombre como Newman. [5] Posteriormente, Juan Pablo II impulsó la causa de su beatificación, realizada por Benedicto XVI el 19 de septiembre de 2010, y canonizada por el Papa Francisco el 13 de octubre de 2019.
El tiempo, afortunadamente, fue lo suficientemente pródigo para dar fe de los méritos de la vida del cardenal Newman antes de su muerte. Víctima de una grave congestión pulmonar, murió el 11 de agosto de 1890, a los 89 años. “Acabamos de perder nuestro mayor testimonio de fe…”, suspiró el predicador ante el cuerpo inerte del célebre cardenal.
En su epitafio, elegido por él mismo, se lee el lema que compendió su doble tránsito: Ex umbris et imaginibus ad veritatem; de las sombras del cisma a la luz de la verdad católica, del ocaso de la vida terrena a la Verdad Eterna.[6]
Referencias:
NEWMAN, John Henry. Apologia pro Vita Sua. Trad: Daniel Bueno. Madrid: Buey mudo, 2010.
CARDEAL JOSEPH RATZINGER. Discurso no centenário da morte do Cardeal John Henry Newman, 28 de abril de 1990.
BELLENGER, Dominic; FLETCHER, Stella. Princes of the Church: a history of the English Cardinals. Gloucestershire: Sutton, 2001.
PENIDO, Teixeira-Leite. O Cardeal Newman. Petrópolis: Vozes, 1955.
Notas:
[1]El Movimento de Oxford fue una gran reforma en la espiritualidad religiosa del Anglicanismo.
[2]Domingo Barberi -en religión Domingo de la Madre de Dios- nació en Viterbo–Italia, en 1792 en Viterbo, y fue sacerdote pasionista y misionero en Inglaterra por mucho tiempo.
[3] PENIDO, Teixeira-Leite. O Cardeal Newman. Petrópolis: Vozes, 1955, p. 98.
[4] CARDENAL JOSEPH RATZINGER. Discurso en el centenario de la muerte del Cardenal John Henry Newman, 28 de abril de 1990.
[5] Cf. PENIDO, Teixeira-Leite. O Cardeal Newman. Petrópolis: Vozes, 1955, p. 180.
[6] Cf. PENIDO, Teixeira-Leite. O Cardeal Newman. Petrópolis: Vozes, 1955, p. 185.

Intromisión interna disimulada

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Por Dra. Delia Muñoz Muñoz y Mag. Lesly Llatas Ramírez (*).
Con ocasión de que el Congreso de la República del Perú aprobó la Moción Nº7565 que plantea la remoción de la totalidad de los integrantes de la Junta Nacional de Justicia, por haber incurrido en actos que configuran una situación de causa grave, en aplicación de! Artículo 157 de la Constitución Política de! Perú que dice “Los miembros de la Junta Nacional de Justicia pueden ser removidos por falta grave mediante acuerdo del Congreso adoptado con el voto conforme de los dos tercios del número legal de sus miembros”.
Entonces, lo primero que debemos entender y comprender es que el Congreso de la República sí tiene la facultad constitucional de remover a los miembros de la Junta Nacional de Justicia. Ergo, no es una afrenta a la separación de poderes o “ataque” a la institucionalidad de un órgano constitucional como se ha pretendido subrayar o peor aún hacer creer a la comunidad internacional al punto de solicitar la activación de la Carta Democrática Interamericana a efectos de propiciar la conformación de un grupo de alto nivel de la OEA y venir a supervisar a nuestro país para ver qué es lo viene ocurriendo.
El Congreso de la República, ha aprobado con 84 votos la Moción 7565 que propone encargar a la Comisión de Justicia, la investigación sumaria de los miembros de la Junta Nacional de Justicia por causa grave, conforme al artículo 157 de la Constitución. El Congreso de la República por tanto ha seguido hasta esta fase el procedimiento constitucional.
La segunda, corresponde a la Comisión de Justicia el que lleve a cabo la investigación correspondiente para lo cual deberá aplicar los más altos estándares internacionales en materia del debido proceso y respeto irrestricto a los derechos humanos y en aplicación de la IV disposición final y transitoria de la Constitución que señala que las normas relativas a los derechos humanos se interpretan de conformidad con los Tratados de Derechos Humanos de los que el Perú es parte.
Ahora es necesario recordar, que la creación de la Junta Nacional de Justicia reemplazó al defenestrado Consejo Nacional de la Magistratura, removido en su totalidad por el entonces Congreso de la República en 2018 por falta grave, y ninguna organización internacional sostuvo siquiera que ese hecho era una “afrenta a la separación de poderes”.
La pregunta entonces ¿Por qué el coordinador residente de la ONU en Perú ONU utiliza el sistema para decir que la continuidad con la investigación a la Junta Nacional de Justicia es o sería una preocupación para la separación de poderes? Y ¿Por qué las OI no lo dijo en el caso del defenestrado Consejo Nacional de la Magistratura?
El Coordinador de la ONU residente en el Perú emitió un cuestionado comunicado al sostener primero “El sistema de naciones unida muestra su preocupación por la continuidad de la investigación hacia la Junta Nacional de Justicia…”. Lo que hay que clarificar aquí es si este comunicado representa una posición del Sistema o es más bien una postura personal y política del coordinador residente utilizando la institucionalidad de la OI.
Para lo cual el Estado peruano debiera en lo inmediato posible CONVOCARLO para esclarecer tan confuso comunicado cuyo tenor sí ha vulnerado el propio estándar propiciado por las Naciones Unidas que es el respeto a la no injerencia en asuntos internos y además que en el Perú no se vive una dictadura ni muchos menos somos un gobierno autoritario, como pretendió incoar el vacado exmandatario Pedro Castillo Terrones hoy preso.
Además el coordinador residente debe saber de antemano que los sistemas internacionales incluido a Naciones Unidas, tienen un rol subsidiario, porque son los Estados quienes tienen la obligación principal de investigar todo hecho que ponga de manifiesto una violación de derechos humanos.
Asimismo, el coordinador residente de la ONU en Perú ha olvidado que la esencia de la separación de los poderes es el respeto de las competencias y funciones de todos los poderes y órganos de un Estado.
De modo, que Naciones Unidas no puede bajo ningún asidero legal pretender amedrentar al Perú, a un Estado miembro originario de las Naciones Unidas y respetuoso del derecho internacional, con palabras sutiles e impedir la continuidad de una investigación de un Poder del Estado que está facultado por nuestra Constitución hacerlo.
Nuestro país ha sido un activista de promoción de estándares internacionales siendo uno de ellos el de democracia, derechos humanos y estado derecho, un estándar que el Perú junto con otros Estados han promovido en marzo de 2012, A/HRC/RES/19/36 aprobado por el Consejo de Derechos Humanos.
Como Estado, país y sociedad somos consciente de la valoración de la democracia, prueba de ello, es que ni el pueblo del Perú, ni las instituciones democráticas permitieron que Pedro Castillo efectivice un golpe de Estado. No pudo incoar un golpe de Estado primero porque no tuvo apoyo de las FFAA y segundo porque los Poderes y órganos del Estado no acataron semejante disposición. Dimos prueba al mundo de que en Perú se vive en democracia, apreciamos y valores nuestro sistema democrático y constitucional.
De otro lado, el comunicado del coordinador residente dice “que la JNJ es crucial para mantener el equilibrio de poderes y la administración de justicia en el país…”. Y cita el instrumento internacional sobre los principios básicos de la ONU sobre la independencia de la judicatura de 1985. A ver, la Constitución y la Ley Orgánica de la JNJ, establecen que, la JNJ, es un órgano constitucionalmente autónomo y se encuentra sometido a la Constitución y su Ley Orgánica. De modo que, al estar sometido a la Constitución le es aplicable el artículo 157, el hecho de que puedan ser removido ante falta grave previa aprobación del Congreso.
La configuración del articulo 157, no es una fórmula constitucional que trasgreda la separación de poderes, de lo contrario sería inconstitucional y no se habría colocado como parte de la Constitución.
Cosa distinta es que no quieran aceptar que están inmersos en un proceso al que deberán responder. Tampoco es un “atentado” con la independencia de sus funciones. Aquí hay un hecho concreto y es que existe una denuncia contra el pleno de la Junta por falta grave y la mejor forma de esclarecer los hechos es mediante una investigación.
Se hizo lo propio con el entonces Consejo Nacional de la Magistratura y se destituyó a todos sus miembros e incluso se desapareció al Consejo como órgano. Estuvimos sin dicho órgano por tanto tiempo, hasta que llegó la Junta Nacional de Justicia. Entonces, ¿podríamos decirse que en ese entonces era un peligro a la separación de poderes? Por supuesto que no. La destitución de los ex miembros del Consejo Nacional de la Magistratura fue correcta y necesaria hacer por la entonces coyuntura.
La independencia del Poder Judicial, de la JNJ, es tan de igual de importante como lo es la autonomía del TC, del Ministerio Público, de la Controlaría, del Poder Legislativo. De modo que, enmarcar como dice el comunicado de la ONU “esencial para el equilibrio de poderes” es una interpretación no solo antojadiza sino direccionada a proteger celosamente a un órgano del Estado, poniéndolo con dicho enmarcado por encima de cualquier otro.
Dicha interpretación viola el estándar de Naciones Unidas sobre democracia, estado de derecho y derechos humanos, porque la separación y equilibrio de poderes implica el respeto a la autonomía e independencia de todos los poderes y órganos del Estado y no solo de la JNJ.
Ahora, el hecho de someter a una investigación a los miembros de la JNJ no significa una lesión a su autonomía, el Congreso no ha trasgredido sus funciones, porque no tiene competencia para nombrar, ratificar o destituir jueces y fiscales, pero sí tiene competencia constitucional remover a los miembros de la JNJ en caso de falta grave.
Sí se le dice al Poder Legislativo “no investigues” porque un cuestionado comunicado de la ONU dice que eso sería atentar contra la separación de poderes, entonces, en adelante ni el Poder Judicial, ni el Congreso, ni el Ministerio Público, podrían investigar a altos funcionarios del Estado porque según la opinión del coordinador residente de la ONU en Perú, sería atentar contra el equilibrio y la separación de poderes del Estado. En otras palabras se habrá asentado un precedente nefasto en nuestro país gracias al comunicado de la ONU.
En consecuencia, la JNJ tiene que respetar los fueros, así como se ha respetado sus propias competencias y funciones lo propio se tiene hacer con las facultades del Congreso de la República, pues pretender minimizarlo o desconocerlo sería una afectación grave a la separación de poderes del Estado.
En consecuencia, al Estado peruano le queda por hacer:
Que se convoque al coordinador residente de la ONU acreditado en Perú y se le haga saber la expresa y manifiesta incomodidad de la emisión de un comunicado que parece más una postura personal y política que institucional.
Emitir un comunicado delineando la postura del Estado peruano y solicitando en la corrección del comunicado emitido
Se solicite el cambio del coordinador residente de la ONU en Perú
Que nuestros representantes del Perú ante la ONU y OEA se expresen al más alto nivel la postura del Estado y la irrespetuosidad del comunicado emitido por el coordinador de la ONU en Perú.
(*) Delia Muñoz Muñoz. Decana de la Facultad de Derecho de la Universidad Norbert Wiener. Docente universitaria y exministra de Justicia y Derechos Humanos. Especializada en el Derecho Internacional de los Derechos Humanos
(*) Lesly Llatas Ramírez. Docente universitaria y especializada en el Derecho Internacional, Derechos Humanos, relaciones internacionales. Directora de Entérate con Lesly, portal de información, entrevistas y transmisiones en vivo. 

José Luis Sardón: «Presidenta de JNJ soslaya texto constitucional»

Carta Magna establece claramente que el Congreso puede destituir por falta grave a los miembros de la Junta Nacional de Justicia, remarca jurista.

Por Aaron Salomón- Diario EXPRESO.
¿Es constitucional que el Congreso remueva eventualmente a los integrantes de la Junta Nacional de Justicia (JNJ)?

El artículo 157 de la Constitución establece claramente que el Congreso puede destituir por falta grave a los miembros de la JNJ, así que no hay ninguna duda al respecto de que es constitucional.
¿Y la falta grave es determinada por el Congreso?
Exactamente, el único requisito es que el acuerdo sea tomado por dos tercios del número legal de miembros del Congreso, es decir, por 87 votos.
Que es una cifra complicada para alcanzar. Es el mismo número que se exige para vacar a un presidente.
Así es, es la misma valla que se tiene que saltar para determinar la vacancia por incapacidad moral del presidente de la República o para elegir a magistrados del Tribunal Constitucional. Es muy difícil alcanzar ese número.
Entonces, ¿no tiene asidero lo que ha señalado la presidenta de la JNJ, Imelda Tumialán, acerca de que la investigación del Congreso es un quiebre al orden constitucional?
No, no tiene sentido. Está soslayando, una vez más, el texto constitucional.
Usted ha criticado la presencia de Inés Tello en la JNJ, porque ella tiene 78 años y la Constitución dice que los miembros de la JNJ deben tener menos de 75 años.
El artículo 156, inciso 3, de la Constitución dice que, para ser miembro de la JNJ, se requiere ser mayor de 45 años y menor de 75 años. El verbo que utiliza la Constitución es “ser”, para “ser” miembro; por lo tanto, debe entenderse que, si se cumple los 75 años, ya no se puede ser miembro de la JNJ. El texto es clarísimo y no cabe pretender efectuar ninguna “interpretación” que distorsione su sentido.
¿Al permanecer Inés Tello en la JNJ, a pesar de que la Constitución lo prohíbe, está cometiendo una falta grave?
La permanencia de ella no solo la involucra a ella personalmente. Si la materia ha sido debatida y resuelta en el Pleno de la JNJ, podría arrastrar también a los que han consentido eso. No sé cómo habrá sido el trámite interno de esta cuestión.
¿Cada miembro de la JNJ debe ejercer su derecho a la defensa ante el Congreso?
Sí, por supuesto, cada uno de ellos debe poder defenderse, explicar su conducta y el alcance de su responsabilidad en las irregularidades que se le señalan.
¿Tendría que verse caso por caso?
Sí, debe verse, analizarse y votarse caso por caso.
Urge que el Tribunal Constitucional delimite las competencias de la JNJ, tomando en cuenta las investigaciones que tiene la fiscal de la Nación, Patricia Benavides, en esta entidad.
Hay dos procesos constitucionales entre el Ministerio Público y la JNJ: uno es un proceso competencial y el otro es un proceso de amparo planteado por la fiscal de la Nación personalmente. Es deseable que ambos procesos sean resueltos a la brevedad posible. El primer proceso, está en el TC; y el segundo, en manos del juez constitucional de primera instancia.
El Poder Judicial otorgó la medida cautelar solicitada por Patricia Benavides y ordenó que se suspendan todas sus investigaciones en la JNJ, después que se filtrara en IDL la investigación en su contra a cargo de, precisamente, Inés Tello.
Se filtró, una vez más, lo actuado en un proceso que debiera ser reservado a IDL, que lo hizo público.
¿Tienen fundamento las investigaciones contra la fiscal de la Nación, por remover a una fiscal, por recibir un reconocimiento de la Municipalidad de Lima o por cuestionamientos a sus títulos de maestría y doctorado? Lo digo porque ella sostiene que no se trata de actos funcionales.
Lo que he podido averiguar es que existen muchos procedimientos disciplinarios en contra de la fiscal de la Nación: ella ha señalado que son más de veinte. Algunos de ellos se refieren claramente a temas administrativos, pero no sé si alguno de ellos también tiene una connotación jurisdiccional.
Y en temas administrativos, no debería inmiscuirse la JNJ.
Claro, no debería inmiscuirse. En todo caso, habría que ver con mucho cuidado cuál ha sido la posición que ha tenido la JNJ frente a la gestión de Zoraida Ávalos y debería seguir los mismos estándares en el caso de los procedimientos contra Patricia Benavides.

Sacerdotes que desafiaron a Pinochet

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José Aldunate Lyon SJ

La opción por los pobres y la defensa de las personas perseguidas fue su consigna. Teólogo, intelectual, obrero, educador y activista, el sacerdote jesuita José Aldunate Lyon (Santiago, 1917) consagró su vida a la defensa de los sectores populares y de los oprimidos. Colaboró con Alberto Hurtado en la Acción Sindical Chilena y, en la década del 70, como parte del trabajo de una comunidad cristiana de base, formó el Equipo Misión Obrera (EMO). Durante la dictadura, este grupo se dedicó a la defensa de perseguidos del régimen y a promover la recuperación de las libertades cívicas.
En este campo desplegó –junto a otros religiosos, religiosas y laicos– una amplia y comprometida labor de protección y denuncia, tanto en la práctica que va, desde el asilo de personas en la Nunciatura hasta las manifestaciones callejeras en los años 80, pasando por el permanente apoyo a la Agrupación de Familiares de Detenidos Desaparecidos, como a través de sus escritos en las publicaciones clandestinas “No podemos callar” (que circuló desde 1975) y “Policarpo” (que la sucede hasta 1995), así como en la revista “Mensaje”.
Es conocido y respetado por su protagonismo y rol fundacional en el Movimiento contra la Tortura Sebastián Acevedo. Tuvo un relevante papel en la denuncia del centro de torturas y exterminio Villa Grimaldi y en su posterior recuperación como sitio de memoria.
El padre José Aldunate, sin duda es uno de los nombres que resuena en temas de derechos humanos, sufrió un infarto cerebral y falleció en 2019, a los 102 años.
Sigue siendo un ícono en la defensa de los más desvalidos y también en los temas «tabúes» que envuelven a Chile. 

Mariano Puga

Un cura obrero en medio de las balaceras de los esbirros de Pinochet. Mariano Puga fue padre espiritual del seminario cuando fue activo opositor a la dictadura militar. Representaba a esa iglesia más comprometida con el pueblo, con los pobres.
Su incansable tarea evangelizadora, especialmente entre los más desposeídos y olvidados, lo hizo acreedor del apelativo del “guerrillero de la fe“. El nuevo rebaño de este peculiar pastor que para replicar las enseñanzas de Cristo no tuvo miedo de vivir la pobreza, de convertirse en un obrero y de confrontar al mismísimo Pinochet para enrostrarle el sufrimiento que padecieron millones de chilenos durante diecisiete años.
El famoso cura obrero, ex párroco de La Legua, el creador de la Capilla Universitaria y uno de los principales referentes de la lucha por los Derechos Humanos durante la dictadura de Pinochet, fue un chilote más. Incansable, recorría los rincones más apartados del archipiélago. Con una Biblia en la mano y un acordeón en la espalda. Este hombre alto, de pelo canoso y voz profunda aparecía y desaparecía de las islas a las que llevaba un mensaje evangelizador audaz y rompedor.
Mariano Puga Concha continuó su peregrinar por las islas de la X Región centrando su mensaje en el aspecto pastoral. “La iglesia se ha preocupado mucho de sacramentar, es decir, de realizar bautizos, primeras comuniones, matrimonios por la iglesia, confirmaciones, pero no ha presentado, como centro del mensaje, a Jesús y su proyecto. La pregunta no debe centrarse en torno a cuánta gente comulga en misa, sino más bien a cuántos discípulos de Jesús existen, cuántos, como diría el padre Hurtado ‘chiflados’, por el mensaje de Cristo tenemos entre nosotros”. Por eso, cada vez que podía, el cura Puga tomaba el acordeón, se ponía a cantar y  pedía a sus fieles leer la Biblia.
Proveniente de una familia conservadora y de la elite social y económica, encajaba perfecto. Su madre procedía de una familia inglesa. Fue criado por institutrices traídas desde Inglaterra, y poco después su familia se instaló en Londres, donde cursó sus estudios primarios y secundarios, y luego ungido como sacerdote, en Italia y Bélgica, obtiene un doctorado en Teología Moral, especialización que le abre las puertas para impartir una cátedra de Teología en la Universidad Católica.
Teniendo todos los requisitos, decidió tomar una vía distinta, vinculándose con el padre Alberto Hurtado. Junto a él conoce el mundo de los trabajadores y sus organizaciones, los pobladores y su lucha cotidiana por la sobrevivencia. Falleció en 2020 a los 88 años.

Pierre Dubois

El mítico sacerdote francés, Pierre Dubois llegó a Chile en 1963 para participar en el Movimiento Obrero de Acción Católica y en la Juventud Obrera Católica. Durante los ataques de fuerzas especiales contra los pobladores, Dubois hacía de escudo humano, abriendo los brazos en cruz, en medio de balas y bombas lacrimógenas y expulsando a gritos a los efectivos policiales.
Muchas veces fue detenido y golpeado durante los operativos. En 1986, luego del atentado contra Pinochet, fue expulsado de Chile, regresando en 1990 pero con la orden de no residir en La Victoria. En 2001 recibió la nacionalidad por gracia y en 2010 volvió a vivir en su querida población, en donde falleció en septiembre de 2012. 

Antonio Llidó

El español Antonio Llidó llegó a vivir a Quillota en 1969. A mediados de 1971, ingresó al Movimiento Izquierda Revolucionaria MIR, razón que motivó al obispo de ese entonces a prohibirle el ejercicio de su ministerio, tras negarse a regresar a España como castigo por su militancia política.
Tras el golpe de Estado fue detenido y llevado a los centros José Domingo Cañas y Cuatro Álamos, donde recibió torturas. Sus compañeros de prisión coinciden que hasta en las peores condiciones físicas siempre mantuvo palabras de ánimo y contención, cantando y ofreciendo misas para los presos. Hasta el día de hoy permanece como detenido desaparecido.

Cardenal Raúl Silva Henríquez

Luego de titularse de abogado en la Universidad Católica, ingresó la congregación salesiana de Macul para ser sacerdote. En 1959, don Raúl Silva Henríquez es nombrado Obispo de Valparaíso, tres años más tarde se convirtió en Arzobispo de Santiago y en 1962 fue nombrado Cardenal.
En su apostolado, repartió cinco fundos y 128 hectáreas de la Iglesia Católica a 244 familias campesinas, dando pie a la reforma agraria. Fue mediador en las protestas universitarias de 1967 y trató de evitar el golpe de Estado contra Allende en 1973.
Durante la dictadura ejerció un importante trabajo en derechos humanos, creando la Vicaría de la Solidaridad, la Vicaría de la Pastoral Obrera y defendiendo a los religiosos perseguidos por la represión. El Cardenal del pueblo murió en 1999 a los 91 años.

Alfonso Baeza

El padre Alfonso Baeza falleció en el 2013. Era ingeniero civil de la Universidad Católica y sacerdote desde 1960. Participó en el Movimiento Obrero de Acción Católica y trabajó el Comité Pro Paz, en la Vicaría de la Solidaridad y en la Vicaría de la Pastoral Obrera.
Se fue a vivir a la población José María Caro, rechazó la posibilidad de ser Obispo para poder seguir trabajando con el mundo obrero.
Fue uno de los más comprometidos religiosos en la lucha contra la dictadura y su perpetuación; incluso en 2009, viajó a Brasil para visitar a Mauricio Hernández Norambuena “comandante Ramiro“, autor del asesinato del senador Jaime Guzmán, a quien le regaló el nuevo testamento.

Gonzalo Arroyo SJ- Cristianos por el Socialismo

Agrónomo, Licenciado en Filosofía, en Teología y PhD en Economía, la vocación intelectual de Gonzalo Arroyo SJ se ha traducido en su desempeño como docente en las Universidad Católica y en la Universidad de Chile, previo a su exilio. En París, fue Profesor Asociado en la Universidad de París y contribuyó a la creación de CETRAL (Centre de Recherche sur l’Amerique Latine et le Tiers Monde) y colaboró con la revista Études. Tras su retorno a Chile, el Padre Gonzalo Arroyo SJ se ha destacó por su trabajo en la revista Mensaje, como director de ILADES y por su aporte en la fundación de la Universidad Alberto Hurtado, ya sea como profesor y vicerrector.
Roberto Bolton García, miembro del Equipo Misión Obrera (EMO) en Calama.
Suprema ratifica condenas contra efectivos (r) de la Armada por secuestro del sacerdote Michael WoodwardMichael Roy Woodward Iriberry- MAPU
Pablo Fontaine Aldunate SSCC
Daniel Caruette
Jaime Lancelot
Rafael Maroto Pérez, miembro del Comité Central del MIR
Monseñor Enrique Alvear Urrutia
Esteban Gumucio Vives SSCC
Gerardo Poblete Fernández SDB- Izquierda Cristiana
Ronaldo Patricio Muñoz Gibbs SSCC
Carlos Puentes Figueroa
Lorenzo Maire
Monseñor Carlos González Cruchaga
André Joachim Jarlan Pourcel
Blanca Rengifo,  miembro del Comité Central del MIR
Joan Alsina

Gran madre Rusia

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El Papa Francisco abraza al arzobispo Sviatoslav Shevchuk, arzobispo mayor de Kiev-Halych y jefe de la Iglesia católica ucraniana, durante una reunión con miembros del sínodo de obispos católicos ucranianos de rito oriental en la sala de audiencias del Vaticano el 6 de septiembre de 2023. (Foto: CNS/Vatican Media)

Por Elise Ann Allen- The Tablet.
En una sesión con obispos católicos de Ucrania el jueves 7 de septiembre, el enviado personal de paz del Papa Francisco dijo a los prelados ucranianos que la “victoria” en la guerra con Rusia sería “paz, y nunca la humillación del enemigo”.
El cardenal italiano Matteo Zuppi, presidente de la conferencia episcopal italiana, dijo que la humillación simplemente “conduce a enemistad y hostilidad futuras”.
Los comentarios del cardenal Zuppi se produjeron durante un sínodo de obispos greco-católicos en Roma del 3 al 13 de septiembre, en el que se discutió como tema “Asistencia pastoral a las víctimas de la guerra”. La Iglesia greco-católica ucraniana, que cuenta con unos seis millones de fieles, es la mayor de las Iglesias orientales en comunión con Roma.
Como parte de su misión de mantenimiento de la paz, el cardenal Zuppi viajó a Kiev, Moscú y Washington, D.C. durante el verano, y se espera que visite Beijing este otoño.
La reunión tiene lugar en el contexto de la controversia sobre los comentarios del Papa Francisco a un grupo de jóvenes rusos, durante los cuales el Papa elogió a la “Gran Madre Rusia” y alabó “la Gran Rusia de Pedro I, Catalina II, ese gran imperio ilustrado”.
La retórica generó una reacción inmediata por parte de las autoridades civiles y eclesiales, con líderes nacionales acusando al Papa de reciclar la “propaganda imperialista” rusa y el jefe de la Iglesia greco-católica ucraniana (UGCC), el arzobispo mayor Sviatoslav Shevchuk de Kiev-Halyć, emitiendo una declaración diciendo Las palabras del pontífice provocaron “gran dolor y preocupación”.
Aunque no se refirió directamente a los contratiempos, el cardenal Zuppi citó al difunto cardenal Lubomyr Husar, ex arzobispo mayor de Kiev-Halyć que murió en 2017, llamándolo una “figura de gran autoridad espiritual” y diciendo que “la verdadera victoria final será posible si Todos se comportan como seres humanos en el pleno sentido de la palabra. Todas las demás victorias son sólo parciales o imaginarias y nunca conducirán a una paz verdadera”.

Zuppi empapado

El cardenal Zuppi definió su participación en el sínodo greco-católico como “un signo más de comunión con la Iglesia de Roma y de Italia”, y destacó varios ámbitos de colaboración desde el estallido de la guerra el año pasado, entre ellos la decisión de varias ciudades costeras en Italia el mes pasado para dar la bienvenida a 80 niños ucranianos y sus acompañantes para unas vacaciones en la playa para escapar de la guerra.
“Nuestra fuerza es la comunión que es al mismo tiempo jerárquica y sinodal: la dimensión vertical ayuda a experimentar la apertura y la sensibilidad, y la horizontal a verificarlas con la historia y con la comunión”, dijo el cardenal Zuppi.
Expresó su pesar por el sufrimiento del pueblo ucraniano y por la insensatez de las guerras, que, según dijo, “son siempre derrotas fratricidas”.
“Debemos trabajar para abordar la cuestión humanitaria, en particular por los más frágiles y por todos aquellos niños que deben poder regresar a Ucrania”, dijo, y cerró destacando la petición del Papa de que la Iglesia, y en particular todos los santuarios, recen el Rosario durante el mes de octubre por la paz mundial, y especialmente por la paz en Ucrania.
En su vuelo de regreso de Mongolia a Roma el lunes, el Papa Francisco distinguió entre cultura e imperialismo y dijo que en su comentario a los jóvenes rusos: “No estaba pensando en el imperialismo cuando dije eso, estaba pensando en la cultura, la tradición y la cultura. Nunca es imperialista, nunca. Siempre es diálogo”.
“Hay algunos imperialistas que quieren imponer su ideología. Cuando una cultura se destila y se convierte en ideología, esto es veneno. Una cultura destilada se convierte en ideología, debemos distinguir entre esto”, dijo, añadiendo: “La cultura rusa no debe ser cancelada por culpa de la política”.
El tema también surgió durante la reunión del Papa el 6 de septiembre con los obispos greco-católicos ucranianos, y una declaración del Vaticano sobre la reunión no ofreció detalles, sino que simplemente afirmó que el Papa había repetido lo que dijo a los periodistas en su vuelo de regreso desde Mongolia.
En su propia declaración, la UGCC dijo que tuvieron una “conversación franca” con el Papa, que, según dijeron, comenzó una hora antes a pedido del Papa para tener una conversación más larga, y durante la cual expresaron “el dolor, el sufrimiento del pueblo ucraniano, y una cierta decepción”.
La UGCC dijo que los obispos “expresaron al Papa todo lo que nuestros fieles en Ucrania y en todo el mundo nos confiaron transmitir a Su Santidad”, incluidas declaraciones de algunos obispos de que ciertos gestos y declaraciones hechas por el pontífice “son dolorosos y difíciles para el Pueblo ucraniano, que actualmente está sangrando en la lucha por su dignidad e independencia”.
Los obispos, según el comunicado de la UGCC, indicaron que habían surgido “malentendidos” entre el Vaticano y Ucrania desde el comienzo del conflicto, y que estos malentendidos están siendo utilizados por la “propaganda rusa” para justificar “la ideología asesina del mundo ruso”.
Por ello, “los fieles de nuestra Iglesia son sensibles a cada palabra de Su Santidad como voz universal de la verdad y la justicia”, dijeron.
Durante la conversación, el Vaticano dijo que el Papa Francisco expresó su cercanía a quienes experimentan “una dimensión de martirio”, de la que, según dijo, no se habla lo suficiente, y transmitió su dolor por la sensación de impotencia que a menudo se experimenta ante la guerra, a la que llamó. “algo del diablo, que quiere destruir”.
El Papa Francisco, según el Vaticano, también señaló a los niños ucranianos que ha conocido desde que estalló la guerra, diciendo: “te miran y han olvidado su sonrisa. Éste es uno de los frutos de la guerra: quitarles la sonrisa a los niños”.
Tanto el Vaticano como la UGCC señalaron que como señal especial de cercanía al pueblo ucraniano, el Papa había traído consigo un icono de la Theotokos, o Madre de Dios, que el arzobispo Shevchuk le había regalado mientras los dos aún estaban en Buenos Aires. Aires y dijo a los obispos ucranianos que reza ante el icono todos los días.
En su reunión, los obispos ucranianos también pidieron al Papa Francisco que continúe sus esfuerzos para lograr la liberación de los prisioneros, especialmente de los sacerdotes redentoristas, el padre Ivan Levytskyi y el padre Bohdan Haleta, que fueron detenidos por las fuerzas rusas en noviembre de 2022, y que regalaron al Papa. algunas de las pertenencias personales del padre Levytskyi y del padre Haleta, incluida una cruz misionera, un libro de oraciones y un rosario.
El arzobispo Shevchuk también entregó al Papa un icono de Jesucristo salvado de una iglesia quemada por soldados rusos en el pueblo de Chervone, en la región de Zaporizhia.
Otros funcionarios del Vaticano también se reunieron con la UGCC durante sus procedimientos sinodales esta semana, incluido el secretario de Estado del Vaticano, el cardenal italiano Pietro Parolin; el cardenal suizo Kurt Koch, prefecto del Dicasterio Vaticano para la Promoción de la Unidad de los Cristianos; y el cardenal italiano designado Claudio Gugerotti, prefecto del Dicasterio del Vaticano para las Iglesias Orientales, quien recibirá su sombrero rojo de manos de Francisco el 30 de septiembre.
El cardenal Parolin dijo que estaba orando por el padre Levytskyi y el padre Haleta y elogió a la UGCC por el cuidado espiritual mostrado a los soldados que luchan en el frente, diciendo: “Ustedes los han apoyado espiritualmente con sus oraciones y les han enseñado que, mientras defienden la soberanía y libertad de su territorio nacional, los ucranianos también tienen que guardar su corazón para no sucumbir al odio, que puede convertirlos en presa fácil ante tantas atrocidades”.
El cardenal Parolin dijo que las prioridades del Vaticano son actualmente el intercambio de prisioneros y la repatriación de niños ucranianos desde Rusia, tema que abordó el cardenal Zuppi durante sus visitas a Kiev y Moscú.
Otras prioridades destacadas por el cardenal Parolin incluyen el reciente acuerdo sobre exportación de cereales, así como los aspectos humanitarios del plan de paz propuesto por las autoridades ucranianas.
El cardenal Koch dijo que la guerra ha tenido un impacto negativo en el diálogo ecuménico, insistiendo en que “las consecuencias de esta guerra aún son impredecibles y tomará tiempo para que sanen las heridas en el cuerpo y el alma de muchas personas”.
El cardenal Koch expresó su esperanza de que se logre “una paz justa en Ucrania”.
Gugerotti, quien fue nuncio en Ucrania de 2015 a 2020, pasó alrededor de dos horas con los obispos de la UGCC el 6 de septiembre, según la UGCC, transmitiéndoles “cercanía y afecto en este momento de dolor, desamor y sufrimiento continuo”.
Se necesitarán grandes sacrificios y grandes esfuerzos para tratar de restaurar un sentido de dignidad a las personas cuyas personalidades han sido destrozadas“, dijo Gugerotti, afirmando que era importante para él escuchar los testimonios de los obispos, que dijo “ayuda a comprender mejor y a tratar de cumplir mejor mi deber, y también a informar al Santo Padre de todo lo que sé”.

Regidor de Villarán cobró a Minedu

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Recomendó ‘influencers’ durante gobiernos de PPK y Sagasti

Ricardo Sifuentes recibió varios pagos por un total de 100,000 soles.

Por César Rojas- Diario EXPRESO.
Durante los gobiernos de Pedro Pablo Kuczynski y de Francisco Sagasti, un exregidor de Susana Villarán cobró cien mil soles en diferentes órdenes de servicio, a diversos organismos de la educación pública.
Se trata de Ricardo Sifuentes Quintana, quien se dedicaba a recomendar allegados de su hermano, el influencer Marco, como “aliados” para la Sunedu. Entre estos, figuraban ‘El cacash‘ y ‘Curwen‘, quienes en las redes sociales se caracterizaban por defender a los gobiernos de PPK y del morado.

Mito de Sunedu

El 23 de septiembre de 2016 presentó el informe “Análisis de comunicación política para la Sunedu“, por 7,600 soles. Entre sus méritos, figuraba haber sido presidente de la Federación de Estudiantes de la Universidad Católica cinco veces.
En el documento, Sifuentes acusaba a un congresista de Fuerza Popular, de potencialmente “acosar, desgastar, deslegitimar y poner contra las cuerdas” a la Sunedu.
Por ello proponía entablar una “batalla de percepciones”, “sugiriendo consultores externos especializados en media training” y “suministro de información oficial y extraoficial”, a diferentes medios de comunicación.El analista señalaba que había que invertir en “encuestas y focus group”, así como en la alta urgencia de nodos influenciadores, así como la “creación de un relato o mito de Sunedu“.

Entrevistadores

“Contar con voceros y entrevistadores que puedan abogar por nuestra causa”, era otra propuesta. En la segunda ola de covid-19, Sifuentes cobró S/35 mil a la Secretaría Nacional de la Juventud por “asistencia técnica”.

Niñato azuzador

Y es aquí donde los muchachones de izquierda tratan de llevar agua a su molino. Veamos dos ejemplos: cuando salieron los aportes de los empresarios a Keiko Fujimori, de inmediato la doctora Marisa Glave dijo que así como había una “reforma política”, también se necesitaba, ya, una “reforma empresarial”. Y Marco Sifuentes (Ocram) nos recordó las experiencias actuales de las algaradas en Chile, Ecuador, Bolivia y Colombia. “¿Adivinen quién se une a la fiesta?”, escribió en alusión a los colectiveros y al Perú. Azuzador resultó este periodista ya curtido que juega a ser chibolo.

Llanto caviar

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Ernesto Blume: “La JNJ ha incumplido el mandato de la Constitución

En #PatiodeHonor, el ex presidente del Tribunal Constitucional expresó que existe una infracción.

Testimonios brindados por el expresidente del Poder Judicial, José Luis Lecaros, y el expresidente del Tribunal Constitucional, Ernesto Blume, ex miembros de la Comisión que nombró a esta Junta Nacional de Justicia (JNJ), afirman que la consejera de dicha entidad, Inés Tello, está usurpando funciones desde el 11 de setiembre de 2020, el día que cumplió 75 años.
La JNJ hizo una interpretación auténtica (al estilo Fujimori) para permitir que Tello se quede más allá del límite de edad que establece taxativamente el artículo 156 de la Constitución y el 10 de su Ley Orgánica, se colige de un reportaje difundido en la víspera en Willax TV.
El hecho de que sea una magnífica magistrada [no significa que no pueda]cesar a los 75 años”, dijo por ejemplo Lecaros.
La permanencia de Tello se materializó en la resolución 224-2020-JNJ, del 23 de octubre de 2020 negando que hubiera impedimento para ejercer el cargo.

Tumialán se equivoca

Al respecto, el analista Federico Salazar, en su columna habitual de fin de semana, señala que si bien el límite de edad no está contemplado en la ley orgánica de la JNJ, ese no es el caso porque “el límite de edad no tiene que ver con vacancias, sino con ceses y jubilaciones”.
Es más, “en la ley de carrera judicial y en la ley de carrera fiscal, el cargo ‘termina’ por causa de cesantía o jubilación. Así se ve, claramente, en los artículos 107.9 de la primera y 106.9 de la segunda”.
Y el Tribunal Constitucional ha señalado que no hay cargo vitalicio.

Interpretación absurda

“Hay un tema complicado con la doctora Tello, que es un tema de la doctora Tello y no de toda la Junta, que es el tema de la edad. Le dieron una interpretación absurda para mantenerla en el cargo, cosa que la presidenta de la Junta no sabe explicar el hecho de haber extendido su vigencia como miembro de la Junta cuando tendría que haber cesado, conforme a la ley”, dijo para EXPRESO el constitucionalista, Aníbal Quiroga.
Fuente: Canal N y Diario EXPRESO.

Cancillería peruana expresó su “extrañeza” a coordinador de la ONU por comunicado sobre investigación a la JNJ

El Ministerio de Relaciones Exteriores le “recordó” al coordinador residente Igor Garafulic en qué marco debe desarrollar sus funciones en nuestro país.

El Ministerio de Relaciones Exteriores convocó al coordinador residente del Sistema de las Naciones Unidas en el Perú, Igor Garafulic, para expresarle de manera oficial la extrañeza del Gobierno peruano por el pronunciamiento del Sistema de las Naciones Unidas en el Perú del 7 de septiembre referido a la investigación que lleva a cabo el Congreso sobre los siete magistrados de la Junta Nacional de Justicia (JNJ).
El Ministerio de Relaciones Exteriores le recordó al coordinador residente del Sistema de las Naciones Unidas en el Perú el marco en el cual se deben desarrollar sus funciones, en estricto cumplimiento de las Resoluciones de la Asamblea General de las Naciones Unidas”, reza el comunicado.
En la víspera, la Comisión de Relaciones Exteriores del Congreso de la República exhortó a la Cancillería a que se activen los mecanismos diplomáticos pertinentes para que el coordinador residente del sistema de Naciones Unidas en el Perú sea retirado de nuestro país de manera inmediata.
El grupo de trabajo, que preside Alejandro Aguinaga, acordó, en ese contexto, remitir una nota de extrañeza a la Cancillería y propuso que se declare persona non grata a Garafulic.
La controversia, cabe señalar, fue originada por un comunicado de la ONU en el que expresó su preocupación por la investigación iniciada por el Parlamento a la Junta Nacional de Justicia, y destacó que dicha institución “tiene un rol crucial para mantener el equilibrio de poderes y la administración de la justicia en el país”.
Este pronunciamiento generó una serie de críticas y rechazo de los legisladores que consideraron que el comunicado de la ONU constituye una injerencia en temas internos del país.
Fuente: Diario Perú21.

Congreso pide retiro de residente de ONU por interferir en asuntos del Perú

Parlamentarios señalan que JNJ se victimiza cuando en realidad es “una criatura creada por Martín Vizcarra”.

Por María Teresa García- Diario EXPRESO.
Coordinador residente de la ONU busca quebrar al Perú: rechazan nueva injerencia a favor de JNJ.
La Comisión de Relaciones Exteriores del Congreso acordó remitir una nota de extrañeza ante la Cancillería peruana y solicitará el retiro del coordinador residente de la Oficina de la Organizaciones de Naciones Unidas (ONU) en el Perú, Igor Garafulic, por intromisión en asuntos internos del Perú, afirmó su titular, Alejandro Aguinaga.
El residente de Naciones Unidas se ha permitido enviar un documento que es violatorio de las funciones constitucionales que tiene el Congreso de la República y por ende, está inmiscuyéndose en nuestra soberanía, por eso enviamos una nota de extrañeza a la Cancillería, lo estamos declarando persona no grata y estamos solicitando su inmediato retiro”, dijo Aguinaga a EXPRESO.
El legislador fujimorista fustigó la actuación de Igor Garafulic quien en ningún momento contó con la autorización de la sede central de la ONU, para efectuar un pronunciamiento como el que realizó sobre la Junta Nacional de Justicia (JNJ).
En otro momento, Aguinaga recordó que el Congreso del Perú puede remover a los miembros de la JNJ según el artículo 157 de la Constitución por causa grave, y los calificó como “una criatura creada por Martín Vizcarra”.
Que se estén victimizando es una barbaridad y hablen de golpe, porque así como el Congreso los nombró constitucionalmente, puede retirarlo. Hablar de las cosas que les conviene y hacer señalamiento de lo que no les conviene, lo único que traduce es oportunismo y no una identificación con lo que realmente mandan los preceptos de una buena conducción de este organismo. Fue una criatura creada por Vizcarra para poder tumbarse al Consejo Nacional de la Magistratura”, indicó el fujimorista.
Por su parte, el legislador Alejandro Cavero (Avanza País) les recordó a los integrantes de la JNJ que ninguna institución en el Perú “tiene corona”.
Ninguna institución puede tener corona o sentirse por encima de las demás, o intocable. Yo creo que muchos de estos miembros de la junta se creen intocables, incuestionables, por encima del bien y del mal, algo que es muy típico y muy arrogante de una cierta élite caviar que se creen intocables y sin necesidad de contestarles absolutamente a nadie”, dijo.
Su colega de bancada, Diego Bazán, enfatizó que el Congreso de la República tiene el deber de hacer control político, respetando siempre el debido proceso.
Si la Comisión de Justicia encuentra responsabilidad en el JNJ, se tendrá que reorganizar la JNJ”, dijo el parlamentario.

Enrique Ghersi sobre JNJ: «Hay una desnaturalización de las funciones de la Junta, trató de copar la Fiscalía y el Poder Judicial»

Por Wilber Torres- Diario EXPRESO.
Cuestionamientos a investigación de magistrados que la integran responde a intereses políticos de la izquierda, aseguró.
En los últimos días diversos sectores pertenecientes a los espectros políticos de la izquierda han protestado en contra de la investigación iniciada por la Comisión de Justicia del Congreso hacia los miembros de la Junta Nacional de Justicia (JNJ). Según ellos, esta iniciativa es inconstitucional y viola el principio de separación de poderes sobre los cuales se erige un Estado de derecho.
Falso. El Congreso tiene la facultad constitucional de investigar y sancionar a los miembros de la Junta Nacional de Justicia. Es parte del sistema de ‘check & balances’ de la Constitución. No hay ninguna violación a la autonomía institucional, más aún cuando existen indicios de que han cometido faltas graves“, recordó el jurista Enrique Ghersi.
Tan es así que lo hizo con el último Consejo Nacional de la Magistratura (CNM), llevando inclusive a una reforma en todo el sistema de justicia“, subrayó.
Sobre el tema está el acta de resolución legislativa de la sesión del 20 de julio del 2018, en una legislatura extraordinaria convocada por Martín Vizcarra, en donde el pleno decidió remover de sus cargos a los miembros de la CNM por causa grave. De forma que “donde hay la misma razón, hay el mismo derecho”, señala el analista.
Precisamente respecto de este antecedente, Ghersi sostuvo que los mismos personajes políticos y funcionarios que hoy protestan en contra de la investigación a los integrantes de la JNJ, fueron los mismos que aplaudieron en su momento la investigación y posterior defenestración de aquellos magistrados que, tras las investigaciones, resultaron responsables de actos irregulares.
Las responsabilidades legales de los altos funcionarios públicos son materia de control por parte del Congreso. Nadie está por encima de la ley. Es más, en una reciente sentencia del TC precisamente se reconoció tales facultades al Congreso, por lo que no hay duda alguna de que está actuando dentro de sus atribuciones”, subrayó el también exdiputado.
Por lo demás, la JNJ no es producto del 80% del último referéndum sino es creación del gobierno de Martín Vizcarra; una Junta que pasó de ser un ente de control disciplinario de la magistratura a un mecanismo de control político -lo que es inconstitucional- y que responde a los intereses de sectores políticos e ideológicos afines al exmandatario, así como también a quienes fueron sus aliados durante su mandato, afirma.

Botín político

Hay una desnaturalización de las funciones de la Junta, y es por eso que sus miembros han reaccionado histéricamente y han buscado el apoyo de toda la izquierda caviar, porque lo que estaba haciendo esta Junta era tratar de copar la Fiscalía, el Poder Judicial, porque ha habido magistrados independientes que han resistido, como la señora fiscal de la Nación, Patricia Benavides”.
Mediante esta desnaturalización lo que quiere la Junta es apoderarse del Ministerio Público y del Poder Judicial, lo que pretende la Junta es un instrumento para convertir en botín político la administración de justicia en el país”.
Esta ofensiva caviar va a fracasar, porque el Congreso ya se ha movilizado para evitarlo”, advirtió.
A la CIDH
La Junta lo que hace es pretender levantar una acción política amenazando al Congreso de la República con ir a la Corte Interamericana para emprender una campaña política contra el país. Eso revela que la Junta Nacional de Justicia no es un instrumento para control disciplinario de la magistratura, sino que ha excedido largamente sus funciones y que es un instrumento de poder”, sentenció Ghersi.

Coordinador residente usurpó nombre de ONU contra Congreso para fallar a favor de JNJ

Coordinador chileno izquierdista, Igor Sacha Garafulic Olivares, lanzó comunicado con mentiras. Artículo 157 de Constitución sí permite destituir a miembros de la JNJ.

Quedó al descubierto la campaña de un sector que se favorece de fondos para organismos extranjeros, a favor de los cuestionados miembros de la Junta Nacional de Justicia. El “comunicado de la Organización de las Naciones Unidas” contra la investigación iniciada en el Congreso, en realidad había sido firmado por un funcionario de nivel administrativo.
Se trata del chileno Igor Garafulic, quien hace cuatro años ocupa el cargo de coordinador residente. Este personaje ha sido militante político de izquierda en su país, e incluso postuló al Congreso, sin éxito en 2001.
“Un representante de una agencia de Naciones Unidas, digamos FAO, o un coordinador residente de Naciones Unidas acreditado ante un país debe ser absolutamente respetuoso de las reglas constitucionales que rigen en el país que los acoje. El comunicado del “sistema de Naciones Unidas en el Perú” interfiere en la política local, pretende ser intervencionista”, explicó Javier González-Olaechea Franco, PhD en Ciencia Política e internacionalista.
El especialista indicó a EXPRESO que Garafulic usó su cargo en forma irregular, ya que este tipo de temas solo se difunden previo acuerdo de la Asamblea de la ONU, o por decisión de la Secretaría General. Además, criticó que el chileno desconozca el artículo 157 de la Constitución Política del Perú, el cual faculta al Congreso a remover a los miembros de la JNJ.
“Ni el secretario general de la ONU ni la Asamblea General han dicho ni han expresado preocupación alguna. Tampoco podrían porque, reitero, guste o disguste vivimos en democracia. He sido funcionario internacional de la ONU por dos décadas, concretamente de la OIT, y también jefe de Misión acreditado en varios países. Jamás he visto un comunicado de tal arrogancia, direccionamiento y torpeza. El coordinador residente debe practicar golf con la mano izquierda”, acotó.
También nos comunicamos con el expresidente del Tribunal Constitucional Ernesto Álvarez, quien enfatizó que el Estado de derecho peruano permite destituir a integrantes de la JNJ, e incluso del TC, previo proceso normado, y por decisión mayoritaria
“En el articulo 157 de la Constitución se prevé el caso de que uno o algunos miembros de la JNJ cometan faltas graves como una infracción constitucional, omisión a sus funciones o una interferencia contra las funciones de un órgano del Estado”, dijo a EXPRESO.
Asimismo, explicó que 87 congresistas pueden sancionar a los magistrados de la JNJ durante una sesión del pleno. Sin embargo, consideró importante que la Comisión de Justicia y las instancias parlamentarias correspondientes otorguen facilidades a los referidos jueces cuestionados para que ejerzan su defensa.
“Tiene que puntualizarse las acusaciones para que los miembros de la Junta puedan tomar conocimiento y ejercer su defensa. Lo que más interesa al país es que todos quienes ejercen cargos públicos están sometidos al control constitucional y al político dentro del marco de la Constitución”, indicó.
Además, aclaró que las acciones de la JNJ para investigar injustificadamente a la fiscal de la Nación, Patricia Benavides –por haber cambiado de lugar a personal en su institución–, son parte de una estrategia eloborada por los seguidores del tres veces vacunado Martín Vizcarra y del golpista Pedro Castillo.
“Hay mucha gente que se pone de perfil al expresidente Vizcarra, que está interesado en mantener a los elementos que constituyen su propia maquinaria política personal y la fiscal de la Nación fue atacada por ella. Por eso es que el tema de Zoraida Ávalos ha sido instrumentalizado por los mismos que quieren que no se investigue a la JNJ”, refirió.
Álvarez indicó que se está viviendo una guerra dentro por parte de las instituciones que imparten justicia en el Perú, cuyos fines son netamente políticos.
“Todo indica que hay dos bandos en toda la administración de justicia en el Estado y que estarían en pugna. Por eso es importante que se esclarezca si algún miembro de la JNJ han cometido falta grave, paras que sean reemplazados”, añadió.
Tras expresar su enérgico rechazo al comunicado firmado por el “Sistema de Naciones Unidas en el Perú”, la bancada de Renovación Popular demandó que la canciller Ana Gervasi pida el relevo de Garafulic, de manera formal, ante la Secretaría General de la ONU.
Fuente: Diario EXPRESO.