Por Mariella Balbi- Diario EXPRESO.
Puno, departamento fronterizo, cuenta con muchos dones para lograr un desarrollo cabal. Su geografía es singular, el majestuoso lago Titicaca. Los uros son impactantes. La fiesta de la Candelaria es afamada más allá de nuestros límites. Lampa es una ciudad que mantiene intacta su hermosa arquitectura. La riqueza cultural de Puno es notable, alberga a los quechuas y a los aimaras, y su pasado prehispánico es imponente. Tiene una zona minera de gran potencial que le da buenos ingresos.
Sin embargo, la región prohíja el contrabando. La llamada ‘culebra’, modo como se realiza el comercio ilegal, es algo nunca visto en una frontera. Además, el narcotráfico y Movadef/Sendero Luminoso están presentes. Pese a estos acuciantes problemas, el turismo y la inversión hotelera han sido consistentes. Los sepultó la violencia desatada luego de la caída de Pedro Castillo.
La economía puneña está en declive, como la del Cuzco y otros departamentos del sur. Las recientes protestas en Puno han sido las más feroces de todo el país. Quemaron a un policía, apedrearon a una patrulla de soldados cuando cruzaban el río, provocando que seis se ahogaran. La quema de locales fiscales, judiciales y de comisarías fue salvaje. En 2004, en Ilave, lincharon al alcalde de esa ciudad. En 2011, Walter Aduviri lideró la quema de la Sunat.
Actualmente Puno está aislado. Su aeropuerto cerró por el ataque terrorista de febrero pasado, los daños fueron cuantiosos y hubo muertos. El gobierno no parece tener interés en reabrirlo. Ingresar a Puno por tierra es azaroso. La ‘población’ bloquea las vías de acceso cuando quiere. Hay un sometimiento de los puneños a esta violencia.
Puno es una zona liberada desde hace tres meses. Movadef, a través de la Fenate (sindicato magisterial prosenderista) está consolidándose ahí, convirtiendo a esta región en un laboratorio del terrorismo. Las FF.AA. y Policiales están sometidas a sus condiciones. Los funcionarios, ministros, viceministros no pueden visitar Puno, los vapulean. Si el gobierno está realizando un trabajo de inteligencia, este no rinde frutos.
Puno es una bomba de tiempo. El diario Perú21 publicó declaraciones de Efraín Condori, profesor perteneciente a la Fenate, quien califica al terrorismo vivido los meses de enero, febrero y marzo como un “levantamiento popular” de características “similares a la revolución francesa, donde el pueblo tomó el poder por tres meses”.
Movadef y sus parientes radicales son los partidos más organizados ahí. Tienen el liderazgo. El resto está ausente. No importa que sectores de la izquierda progresista nieguen su presencia en este importante departamento. Esa es la realidad.
Desde ayer, el terrorismo ha decretado un ‘paro seco’ en Puno. Nadie entra, nadie sale sin permiso de ‘los pobladores’. El turismo vuelve a perjudicarse y así no remontará. Algunos colegios, vinculados a la Fenate están en paro, pero el gobierno de Dina Boluarte no desconoce a esta federación reconocida ilegalmente.
Este régimen tiene varios talones de Aquiles. Entre ellos, no comprender que Sendero trabaja de manera sostenida y silenciosa. No se detienen. A los sediciosos no les da la gana de dialogar con el gobierno. No les conviene. A quien conversa lo atacan virulentamente.
Hay temor y miedo. Las demandas de los terroristas no son sociales, son políticas. Boluarte no debe olvidar que Evo Morales anda al acecho y es amigo del Movadef.
Puno languidece
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Una sola pregunta para la periodista Balbi, ¿cuál de las regiones del Perú se encuentra más institucionalizada?. Saludos