[Visto: 525 veces]
José Ignacio González-Faus SJ: “¿Hay que quitar las pinturas de Rupnik? Sus magníficas obras de arte no deben ser destruidas“
“No discutimos sobre el juicio que merece Rupnik sino sobre el destino que merecen sus obras“
“Mi argumento es una simple razón de coherencia: es injusto tratar de maneras diferentes a delincuentes iguales“
“Si destruimos las obras de Rupnik habrá que destruir también toda la capilla sixtina del inmoral Miguel Ángel; habremos de deshacernos de todos los cuadros de fra Filippo Lippi“
Por José I. González Faus teólogo- www.religiondigital.org
1.- Quede claro sobre qué discutimos. No sobre el juicio que merece Rupnik sino sobre el destino que merecen sus obras. De Rupnik se puede decir lo peor: su conducta ha sido innoble, canallesca, gravemente pecadora tendríamos que decir, si la palabra pecado no estuviese hoy más devaluada que el peso argentino. Pero ahora no tratamos de la maldad del otro sino de nuestra reacción ante esa maldad.
2.- Mi opinión es que las magníficas obras de arte de Rupnik no deben ser destruidas.
3.- Mi argumento es una simple razón de coherencia: es injusto tratar de maneras diferentes a delincuentes iguales.
Si destruimos las obras de Rupnik habrá que destruir también toda la capilla sixtina del inmoral Miguel Ángel; habremos de deshacernos de todos los cuadros de fra Filippo Lippi: pues las Vírgenes María que él pintaba eran una hermosa novicia (Lucrezia) con la que había dormido la noche anterior (¡qué ofensa tan grande para la Inmaculada!) [1]. También habrá que borrar de la Biblia todos aquellos salmos de los que conste la autoría de aquel rey David, machista adúltero y asesino. Y podría citar otros ejemplos más. Por esta misma razón me opuse a que se deje de cantar el “Tú has venido a la orilla” del abusador Gabaraín, sin que eso signifique dejar de reconocer y de condenar su carácter de abusador.
4.- Mi temor es que esa reacción destructora quizás busque tranquilizar falsamente nuestras conciencias y fomente una de las peores inclinaciones que todos los humanos llevamos dentro (y hoy particularmente): confundir el hambre de justicia con la sed de venganza. Simone Weil se cansó de gritar contra eso, pero no parece que (precisamente en Francia) se le haga mucho caso en este punto. En el fondo es un modo de dar salida al inquisidor que todos llevamos dentro: porque, sin duda alguna, hemos progresado mucho en cuanto al juicio exterior, ya que hoy no quemamos vivos a los herejes. Pero no hemos progresado casi nada en nuestra calidad interior: pues al inquisidor todos lo llevamos dentro: y al castigar a un hereje, lo que se siente mejor no es nuestra conciencia sino nuestro ego.
5.- Quizás me equivoco. Pero intento preguntar a lo más profundo de mí mismo qué haría hoy Jesús de Nazaret con las pinturas de Rupnik. Y estoy casi seguro de que no las destruiría.
Nota:
[1] Que esa conducta se debiera a que (según cuentan los historiadores del arte) el padre de fra Filippo lo había metido en el convento a los 7 años porque no podía alimentarlo, es otra cuestión. Pero nos recuerda que no conocemos nada de la historia previa de tantas malas gentes. Y nos debe llevar a decir con Francisco de Asís: “yo, en su lugar, habría salido más pecador”…
El procedimiento canónico
Las primeras mujeres valientes que decidieron denunciar los abusos de poder cometidos por Mark Ivan Rupnik se enfrentaron a personas que dijeron: “No, no es posible”. Esta es una reacción común cuando el agresor es poderoso y goza de un aura de santidad. En la práctica, la mente humana no puede aceptar tales reconstrucciones. La psicología nos enseña que es en este mismo tejido donde nace la peor violencia.
Sin embargo, las quejas se hicieron cada vez más numerosas y fue necesario iniciar una investigación canónica. S.E.R. Monseñor Daniele Libanori, Obispo Auxiliar de Roma, llevó a cabo una meticulosa investigación para comprobar la veracidad de los relatos. El obispo también viajó a Eslovenia y escuchó y examinó muchos testimonios. No sólo se escuchó a las víctimas, sino también a una serie de personas que gravitaban en torno al artista jesuita.
Nadie puede silenciar la sangre de Abel
Había muchas preguntas que responder: en la Comunidad de Loyola hubo muchas hermanas que abandonaron la vida religiosa, ¿por qué? ¿Había una conexión? ¿Por qué estas salidas fueron traumáticas y violentas? ¿Eran creíbles las consagradas que acusaban a Rupnik? ¿Los relatos eran verosímiles o podían ser venganza contra el jesuita?
“Las víctimas escuchadas son creíbles y su relato es sólido”, estas son las conclusiones de Monseñor Libanori contenidos en un fascículo que se encuentra en el Dicasterio para la Doctrina de la Fe.
“Me obligó a hacer cosas que, de hecho, no quería hacer. Usó la violencia, me golpeó. En sus ojos, en su voz, estaba y está la convicción de que es intocable. Abusó de mí, de mi confianza. Yo era sumisa. Debido a su poder, a la estima de la que goza, está convencido de que nadie pondrá en duda su buena fe”, informa una mujer consagrada.
El círculo de protección
Las mujeres consagradas tuvieron que tomar conciencia de que eran víctimas de abusos. Entonces, tuvieron que aceptar el poder, con un anillo de personas que son poderosas y defienden a Rupnik. Las mujeres consagradas tuvieron que tomar conciencia de que eran víctimas de abusos. Entonces, tuvieron que enfrentarse al poder, a un anillo de personas poderosas que defienden a Rupnik. También en Eslovenia, Ivan Rupnik mantiene un gran poder, y de allí también llegan testimonios.
La estima por Rupnik se expresa desde todo el mundo. Muchos miran sus mosaicos con admiración. Demasiada gente desconoce lo que ocurrió dentro de los muros de algunas comunidades y lo que hizo Rupnik cuando se apagaron los focos. Además, el 30 de noviembre de 2022 recibió la Laurea Honoris Causa de la Pontificia Universidad Católica de Paraná.
La Universidad Pontificia premia a un sacerdote jesuita que sigue en proceso canónico por abusos. Pero, en efecto, ¿cómo pueden saber estas cosas las personas que desconocen los procedimientos canónicos? A pesar de que el Preboste General ha impuesto restricciones a Ivan Rupnik, éste sigue grabando sus homilías y difundiéndolas en el sitio web del Centro Aletti. La investigación previa terminó con un dictamen claro: las mujeres son creíbles, Rupnik debe ser detenido.
“Alguien ha ralentizado el proceso, lo ha dejado en suspenso. Este Alguien está en la cima”, informan en el Dicasterio.
Una de las personas que está al tanto de estos abusos es su hijo espiritual, Su Eminencia el Cardenal Angelo De Donatis. El Vicario de Su Santidad también fue consciente de estos abusos en 2020, cuando encargó a Rupnik la pintura y el mosaico de 1,700 metros cuadrados en la capilla del Seminario Pontificio Romano.
Un proyecto que costó mucho dinero y para el que, De Donatis, incluso pidió dinero a los antiguos alumnos. Una capilla que, además, servirá de poco dado el desierto en que se ha convertido el seminario del Papa. De hecho, ahora hay planes para una más pequeña. ¿Quizás se encarguen más mosaicos al jesuita?
¿La conexión entre Rupnik y Angelo De Donatis favorece al jesuita esloveno? En muchas ocasiones, el cardenal no ha mostrado imparcialidad.
En el Dicasterio para la Doctrina de la Fe, además, ha habido varias “interferencias”. El expediente del clérigo esloveno llegó cuando el Secretario de la Congregación para la Doctrina de la Fe era S.E.R. el Arzobispo Giacomo Morandi. Como es sabido, el actual arzobispo de Reggio Emilia-Guastalla, está muy cerca del Centro Aletti y también ha dado clases en él.
¿Los retrasos en esta decisión se deben a estas amistades de las que disfruta Rupnik? Sin embargo, el asunto no se detuvo en las oficinas de la Curia. El Papa Francisco, cuando recibió a Ivan Rupnik en enero de 2022, conocía las acusaciones contra él y el proceso en curso. ¿Por qué Francisco no lo destituyó del estado clerical? ¿Por qué el Papa lo recibió, sonriente, a pesar de las graves pruebas del expediente?
“No, Santo Padre, todo esto son conjeturas”. En favor de Rupnik también parece haberse levantado una religiosa a la que el Papa nombró para dirigir una sección de un dicasterio de la Curia Romana. La teóloga, sin embargo, parece haber disfrutado de las amistades del jesuita esloveno y seguramente no ha visto el expediente. Una vez más, ¿acaso Francisco decide escuchando aquí y allá las opiniones de alguien?
El asunto recuerda mucho al de Marcial Maciel Degollado. La única diferencia es que Francisco se llama a sí mismo: el que lucha por la transparencia en la Iglesia y lucha contra los abusos.
Fuente: Silere non possum.
“El sufrimiento no ha expirado”: religiosas víctimas del jesuita Rupnik
Las víctimas, abandonadas por el Vaticano, por la ‘Compañía de Jesús’ y por el propio agresor, dicen
Por Manuel Pinto– SETEMARGENS.
El proceso abierto en el Vaticano sobre la conducta del sacerdote jesuita, teólogo y artista Marko Ivan Rupnik fue cerrado, por haber prescrito la materia de hecho. Los abusos físicos, psíquicos y sexuales de varias religiosas de la Comunidad de Loyola, presuntamente practicados en la primera parte de los 90, se extendieron a Eslovenia e Italia y su sufrimiento ciertamente no ha expirado, según han destacado varias fuentes con conocimiento del proceso a 7 MARGENS .
El ex provincial de la Provincia Euromediterránea de la Compañía de Jesús, el padre Gianfranco Matarazzo, también criticó la falta de referencia a las víctimas: “Los jesuitas nos identificamos, con mérito y sin mérito, con las fronteras de la fe, de la justicia, caridad, diálogo, atención a los pobres, investigación”, escribió en su cuenta de Twitter el padre Matarazzo, quien también fue director del Instituto de Formación Política Pedro Arrupe de Palermo, y es delegado para el apostolado social y delegado ante los abusos.
Las víctimas –quienes sufrieron violencia y abusos y quienes las acompañaron– parecen ser las únicas que tienen que seguir sufriendo. Hasta el momento, ni el Vaticano, ni la Compañía de Jesús, ni el propio sacerdote han hecho un gesto público hacia las víctimas.
“Nos aferramos a la receta y esperamos que todo termine aquí. ¿Nos está llamando el Señor a este acercamiento?”, criticó el padre Matarazzo en su mensaje de Twitter. Considerando el caso un “tsunami de injusticia, falta de transparencia” de una “comunidad apostólica sacrificada al líder”, agrega que la declaración de los jesuitas sobre el tema “relanza este tsunami” y revela “un caso paradigmático de justicia negada: incluso se ayudó al presunto agresor”.
El caso causa “daño moral” a los jesuitas y más aún a la Iglesia y por ello el funcionario da cinco sugerencias de lo que considera se debe hacer: total aceptación de responsabilidades y consecuencias; reconstruir en detalle todo lo sucedido; convocar una conferencia de prensa y responder a todas las preguntas de manera transparente; abriendo archivos. En la última, se dirige al padre Zollner, también jesuita, del Instituto de Psicología de la Universidad Gregoriana y miembro de la Comisión vaticana para la Protección de Menores, “una voz autorizada sobre los abusos y siempre exigente con los obispos en cuanto a al tratamiento de esta tragedia: tomar posición sobre su orden”, pide.
Lo que está en juego en este caso, que merece ser analizado, nos obliga a comprender aspectos del camino del padre Marko Rupnik y lo que lo llevó a cruzarse con la comunidad de mujeres consagradas, en un momento en que también él comenzaba su ascensión en la campo artístico y teológico.
Conocimiento y amistad con la Comunidad Loyola
Rupnik nació en 1954 en Eslovenia, donde se unió a la Compañía de Jesús a la edad de 19 años. Sus dotes artísticas fueron reconocidas en el seminario, lo que llevó a sus superiores a enviarlo a la Academia de Bellas Artes de Roma. Después de sus estudios teológicos, en 1991, completó un doctorado en la Universidad Gregoriana bajo la supervisión de su futuro maestro, el futuro cardenal Tomáš Špidlík. Ese mismo año abrió el Centro Aletti en una zona prime de Roma, en una mansión histórica donada a los jesuitas, donde instaló su astillero y centro creativo, con cerca de dos decenas de colaboradores de varias partes del mundo. Fue director de este Centro hasta 2020.
La vinculación del artista teólogo con la Comunidad de Loyola todavía se origina en Ljubljana (capital de Eslovenia) y, más tarde, con personas que fueron, como él, a estudiar a Roma. Otros se unieron, sin embargo. El surgimiento informal de la Comunidad se produce en la primera mitad de la década de 1980, aunque la constitución formal sólo tuvo lugar en octubre de 1994, en la diócesis de Ljubljana, como “instituto de derecho diocesano”. Allí quedó la casa madre, creándose otra casa en Roma como cuartel general. Hoy, la Comunidad tiene casas en media docena de países, en Europa, África y América Latina.
Rupnik tuvo, durante mucho tiempo, relaciones de conocimiento y amistad con la institución, es decir, con el que se convertiría en superior general, y comenzó a tener presencia regular allí, asumiéndose como confesor y consejero espiritual. No se sabe con detalle qué pasó, pero en 1993, durante una peregrinación al Santuario de la Virgen Negra en Częstochowa, en Polonia, se produjo una ruptura entre el sacerdote y la superiora general.
Dos años más tarde, una mujer consagrada que mientras tanto había dejado la Comunidad, presentó la primera denuncia de abuso, siendo el padre Marko Rupnik el presunto autor.
La víctima en cuestión fue escuchada como parte de un proceso abierto para analizar el caso, pero se desconocen los resultados de esa investigación. Sin embargo, parece quejarse de que las sucesivas reuniones que mantuvo con el informante y la supuesta gravedad del asunto denunciado no habían producido ningún efecto. Ella fue una de las que planteó el asunto al Dicasterio para la Doctrina de la Fe, según informó 7MARGENS.
Detalle del mosaico de Rupnik: por culpa del cura, la Comunidad de Loyola está en desintegración. Foto © Sandro Rossi, CC BY-SA 4.0 , vía Wikimedia Commons.
Una comunidad en riesgo de desintegración
La ruptura entre el sacerdote y la superiora general, mencionada anteriormente, terminaría siendo traumática para la propia comunidad, ya que un grupo de mujeres consagradas se puso del lado del jesuita (varias de ellas siguen integrando, con él, el equipo del Centro Aletti ), mientras que otros aceptaron o, al menos, no cuestionaron la versión del responsable de la Comunidad, que había provocado la destitución del sacerdote y sus partidarios.
Lo cierto es que, a partir de entonces, la vida de la comunidad nunca fue la misma, con prácticas autoritarias, denuncias de abusos espirituales y psicológicos y una crisis creciente en torno al carisma de la propia Comunidad. Mientras tanto, quedó claro que los presuntos abusos del padre Rupnik habían ocurrido con varias otras mujeres consagradas. Este tema se volvió tabú internamente, pero los efectos y sus desarrollos perduraron.
La situación interna de descomposición llegó a tal punto que llevó a la Congregación vaticana para la Vida Religiosa y Consagrada a decidir, en octubre de 2020, realizar una “visita canónica” preliminar a ese instituto. Dio como resultado la identificación de situaciones de “inseguridad, miedo e insatisfacción”, problemas en el liderazgo de la Comunidad, resultantes de dificultades con la Superiora General y, finalmente, dificultades de las mujeres consagradas en la interpretación de la Constitución de la Comunidad.
Con estos síntomas agudizándose, el obispo de Ljubljana decidió solicitar el nombramiento de un comisario extraordinario, que recayó en la persona del obispo auxiliar de Roma, Daniele Libanori. Este obispo, también de la Compañía de Jesús, tomó posesión a finales de 2020, asumiendo también, con este cargo y durante su mandato, todas las responsabilidades administrativas de conducción del instituto de la Comunidad de Loyola.
Una carta dirigida directamente al Papa
Según pudo saber 7MARGENS de fuentes eclesiásticas conocedoras del proceso, el informe de este comisario fue entregado el pasado verano, después de que su autor, el obispo Daniele Libanori, hubiera consultado a cada una de las consagradas del instituto. No se conoce el contenido de la información recabada ni las conclusiones, a la espera, en este momento, del veredicto de las autoridades eclesiásticas.
Mientras tanto, la revista italiana Left [Left], que ha abierto de forma permanente un domicilio para denuncias de abusos sexuales, recibió, a raíz de las primeras noticias sobre este caso, copia de una carta dirigida, en 2021, al Papa Francisco por alguien quien afirma haber sido miembro de la Comunidad durante más de 30 años y ahora es partidario de una intervención decidida superiormente. En esa misiva, el suscriptor lamenta que «un número considerable de hermanas» se opongan al proceso de modificaciones que debería resultar de la intervención, considerando «infundadas» y reveladoras de actitudes «persecutorias» del fundador, las denuncias del situación interna de la comunidad y la acción emprendida por los líderes eclesiásticos.
“En los primeros días, dice esta carta, la comunidad también estuvo marcada por abusos de conciencia, pero también abusos emocionales y presumiblemente sexuales por parte del padre Marko Ivan. Como amiga del fundador y de varias hermanas en ese momento, Rupnik fue una presencia constante en la vida personal de todas las hermanas y de la comunidad en general”.
La carta, que según la revista Left fue firmada y fue solo una de varias con el mismo destinatario, también lamenta que nunca se aclararon las responsabilidades en el proceso que condujo a la expulsión del padre Rupnik de la Comunidad. “Al contrario, fueron prácticamente tapados y no denunciados” por los directamente implicados, incluido el superior general, que estaba al tanto de la situación.
Detalle de un mosaico de Marko Ivan Rupnik frente a la iglesia de Ta Pinu (Gozo, Malta). Foto © Sandro Rossi, CC BY-SA 4.0 , vía Wikimedia Commons.
Iglesia y transparencia
En las piezas dedicadas, en los últimos días, a este caso, la web Silere Non Possum [“No puedo callarme”] busca crear, en torno al padre Rupnik, el escenario de una figura poderosa y estimada, escudada por un “anillo defensivo” en la Curia, ante la cual las quejas de las víctimas sólo pueden ser atendidas con el comentario: «¡Pero no es posible!».
En este marco, esta publicación implica conocer, al menos en términos generales, las conclusiones de Monseñor Libanori sobre la credibilidad de las víctimas y avanza que intereses y movimientos internos estarán bloqueando el proceso desde arriba, concretamente en el Dicasterio para la Doctrina de la Fe. Queda, sin embargo, esperar un pronunciamiento, probablemente del Dicasterio para la Vida Religiosa.
Pero se confirmó la garantía que el mismo sitio había dado de que el padre Rupnik ya había sido sancionado por los superiores de la Compañía de Jesús. Más: estas sanciones siguen vigentes, a pesar de la interposición de la denuncia que lo involucra.
También para la Comunidad Loyola, según pudo saber 7MARGENS, es importante y hasta decisivo que no se permita que la situación que ha llegado se deteriore más, para que se haga justicia restaurativa a las víctimas de toda índole.
Marko Rupnik es, para muchos sectores, un “intocable” o, en palabras de Silere Non Possum, “ demasiado grande para fracasar”. Fue (y es) íntimo o cercano a los últimos tres papas; es profesor en la Universidad Gregoriana y en el Pontificio Instituto Litúrgico; es consultor de tres departamentos de la Curia (Culto Divino, Evangelización y Clero – haga clic en el nombre de Marko Rupnik en https://www.centroaletti.com/equipe/), entre varias otras funciones que realiza, sus servicios siendo solicitado en todo el mundo.
Aparentemente, no se nota que esté sujeto a medidas cautelares que restringen significativamente su actividad. Una de las referencias expresadas en el comunicado emitido sobre este caso por la Compañía de Jesús fue la prohibición de los ejercicios espirituales. Pero, contrariamente a lo que decía el comunicado, el padre Rupnik incluso ha anunciado ejercicios espirituales para sacerdotes y religiosos, en el Santuario de Loreto, promovidos por la Delegación Pontificia para esta institución.
Papa Francisco echó de la Iglesia a cura de La Plata por delito sexual
Se trata del sacerdote Roberto Juan Yannuzzi, quien fundó la comunidad Miles Christi. Fue hallado culpable graves abusos sexuales y abuso de poder.
El Papa Francisco destituyó a un sacerdote argentino de La Plata después de una investigación de cuatro años que determinó que tuvo relaciones sexuales con adultos bajo su autoridad, los absolvió del pecado durante la confesión y abusó de su poder.
Se trata de Roberto Juan Yannuzzi, que en 1994 fundó la comunidad Miles Christi. El nombre en latín significa “Soldado de Cristo”. La decisión del Papa se hizo pública esta semana en una declaración del arzobispo de La Plata, Víctor Manuel Fernández.
El movimiento Miles Christi es una orden religiosa de sacerdotes, hermanos religiosos, mujeres consagradas y laicos con presencia en Argentina, Italia, México y en las diócesis de Detroit y San Diego, según su sitio web. En un comunicado, dijeron que sus miembros habían denunciado el abuso y las “irregularidades” de Yannuzzi a partir de 2016 y que “el proceso fue iniciado por las mismas autoridades del Instituto religioso, quienes informaron oportunamente las irregularidades, abusos de autoridad y abusos sexuales con adultos cometidos por el presbítero Yannuzzi a la autoridad competente, el Arzobispado de La Plata, quien a su vez informó a la Santa Sede”, señalaron según el portal Sputnik.
En esa línea, siguieron: “Después de una rigurosa y exhaustiva investigación y recogidos los testimonios pertinentes, las nuevas autoridades de Miles Christi, junto con el Arzobispo de La Plata, llevaron adelante el proceso de expulsión del Padre Yannuzzi del Instituto religioso, proceso que la Santa Sede tomó directamente a su cargo, llegando al presente dictamen”.
“Todos los religiosos y autoridades de Miles Christi lamentan profundamente los actos cometidos por su ex superior general y desde el principio han acompañado y continúan acompañando a los afectados, brindándoles toda la asistencia material y espiritual necesaria para hacer frente a esta dolorosa situación“, dijo el grupo en un comunicado.
La destitución es la sanción más severa que el Vaticano puede imponer a un sacerdote, que está reservada generalmente para ministros que abusan sexualmente de menores. Por su lado, el arzobispo de La Plata evitó nombrar la palabra abuso sexual en su comunicado. Yannuzzi “ha sido encontrado culpable de los delitos contra el sexto mandamiento (actos impuros) con adultos, de absolución del cómplice y de abuso de autoridad”, explicó.
La decisión tomada por el pontífice católico “implica que el señor Yannuzzi no podrá ya ejercer de ningún modo el ministerio sacerdotal ni de manera pública ni de manera privada”, como tampoco la docencia en instituciones que dependan de la Iglesia, explicó la autoridad eclesiástica, según informó la agencia AP. Asimismo, aclaró que la expulsión se produjo a raíz de un informe que envió el 11 de marzo del año pasado a la Congregación para la Doctrina de la Fe, un órgano colegiado en el Estado del Vaticano.
En su página web, Miles Christi señala que es “un Instituto religioso que congrega a Sacerdotes y Hermanos Coadjutores quienes, con la gracia divina, nos proponemos, ante todo, tender fervientemente a la santidad, para la mayor gloria de Dios, dedicándonos con ardor a la santificación de los laicos, principalmente jóvenes universitarios.
“Este Instituto quiere tener entre sus filas solamente una minoría de hombres de corazón, generosos, conmovidos por la magnanimidad de Cristo, indignados por la indiferencia con que muchos responden a su amor, enamorados del Calvario, entusiastas por servir”. Y agrega: “El horror a una vida vulgar, inútil y vacía se lee en lo más profundo de todo verdadero Miles Christi, que mirando a su Señor en la cruz se pregunta: qué he hecho por Cristo, qué hago por Cristo, qué debo hacer por Cristo”.
Fuente: www.perfil.com
Arzobispado de La Plata: nueva denuncia de abuso dentro del Miles Christi
El Arzobispado de La Plata reveló que hubo una investigación dentro del Instituto Miles Christi por una denuncia de abuso sexual contra uno de sus sacerdotes. El hecho se conoció a través de un duro comunicado de la entidad que conduce Víctor Manuel Fernández para desmentir una serie de cuestiones relacionadas a la ruptura de un contrato con dicha congregación, que tenía a cargo la parroquia San Luis Gonzaga de Villa Elisa y el Colegio San Francisco de Asís.
Tal como contó 0221.com.ar, desde el Miles Christi aseguraron: “No hemos recibido acusaciones graves de ningún tipo, ni de abusos ni de ningún otro delito, sea en la Parroquia (San Luis Gonzaga) sea en el Colegio (San Francisco de Asís)”. A su vez, hicieron mención a la expulsión de quien fuera el fundador del Instituto, Roberto Juan Yanuzzi. Es que luego de un juicio canónico, el cura resultó culpable de los delitos de abuso de autoridad en su gobierno y abuso sexual con adultos. Las denuncias fueron hechas por párrocos y seminaristas.
Sin embargo, desde el Arzobispado manifestaron que “los sacerdotes Miles Christi dan a entender que fuera de lo ocurrido con su fundador no han tenido acusaciones de abusos ni de ningún tipo” y remarcaron: “Más allá de cuestiones mencionadas en testimonios reservados, que no son formalmente acusaciones y que no tenemos atribuciones para difundir por este medio, debo informar que en el curso del presente año sí hay una investigación debido a una denuncia de abuso sexual presentada contra un sacerdote” de esa congregación.
En ese sentido, advirtieron que la acusación fue presentada al Superior general de esa congregación durante el primer semestre de este año y luego derivada al Arzobispado, ampliada y finalmente presentada en la Justicia estatal. “No dar esta información después de lo dicho en ese comunicado implicaría alguna forma de ocultamiento o encubrimiento de una denuncia formalmente presentada”, enfatizaron.
Sobre la dimisión de Yanuzzi, desde la entidad que conduce Víctor Manuel Fernández aclararon que es falso que sólo los miembros de Miles Christi se ocuparon de la expulsión de su fundador. “Hay una carta del 11 de marzo de 2019 dirigida a la Congregación para la Doctrina de la Fe, con la cual el propio Arzobispo presentó la documentación que llevó a la condena expresando: ‘He decidido elevar junto con esta carta el expediente completo del procedimiento de expulsión del padre Roberto Yannuzzi a esa Congregación a fin de poner en conocimiento los hechos en autos, y recibir las indicaciones que fuesen oportunas para seguir, según derecho, tan delicado asunto’”, explicaron, al tiempo que manifestaron: “Luego tuvo diversas comunicaciones con el Nuncio en México para que ayudara a agilizar los trámites, además de diversas conversaciones con el oficial Bertomeu, de Doctrina de la Fe, en orden a lograr rápidamente la conclusión a la que se llegó. Esto hasta el punto que el fundador en una nota a la Santa Sede le atribuyó sólo al Arzobispo y no al Instituto su condena, con la siguiente frase bien documentada comunicada por el Prefecto de la Congregación: la parcialidad y corrupción (amaño) de usted en tanto que Ordinario de La Plata”.
En otro pasaje del texto, el Arzobispado local destaca que es “muy grave” la acusación de que el Vaticano se dejó presionar por Víctor Manuel Fernández para mandar un Visitador y un Comisario a Miles Christi. “La verdad es que sabemos bien que, cuando un Instituto Religioso nuevo sufre acusaciones graves y fundadas contra su fundador, tiempo después la Santa Sede envía un Visitador que analiza la situación y posteriormente se analizan los pasos a seguir a través de un Comisario”, detallaron e invitaron a los integrantes de la congregación a “recuperar la calma para evitar escándalos innecesarios”.
¿CÓMO SE DESATÓ LA POLÉMICA?
El arzobispo de La Plata, Víctor Manuel “Tucho” Fernández, anunció la ruptura del contrato con el Instituto Miles Christi, que tenía a cargo la parroquia San Luis Gonzaga de Villa Elisa y el Colegio San Francisco de Asís. A través de un comunicado, Fernández explicó que el motivo de su decisión fue por la reciente expulsión de Yanuzzi. Sin embargo, desde esta congregación apuntaron que el párroco fue echado de la Iglesia tras un juicio canónico, a raíz de serias denuncias por abuso sexual y de autoridad realizadas por seminaristas y curas.
“El Instituto Miles Christi llevaba más de 20 años en Villa Elisa, teniendo a su cargo la parroquia San Luis Gonzaga y el colegio San Francisco de Asís, que fueron objeto de un contrato celebrado el 6 de julio de 2006”, se informó desde el Arzobispado.
A su vez, detallaron que el Vaticano envió a un “visitador que realizó un detallado informe. Últimamente, a partir de ese informe, envió a un Comisario con toda la autoridad para tomar decisiones”, indicaron, al tiempo que agregaron: “Acordamos con el Comisario de la Santa Sede rescindir aquel contrato del año 2006, de manera que la Arquidiócesis de La Plata retomará la gestión de la parroquia y del colegio”.
En otro pasaje del texto, el arzobispo Fernández designó como nuevo párroco de la parroquia San Luis Gonzaga al sacerdote Marcelo Cerniato, quien asumirá sus funciones en marzo de 2023 y prestará juramento el domingo 5 de marzo.
En el colegio San Francisco de Asís ha designado, a partir del 8 de enero, a Stella Maris Crivelli y a Ignacio Manuel Sanguinetti como representantes legales. “Los demás laicos que trabajan como directivos, docentes o administrativos del colegio seguirán normalmente en sus funciones desarrollando las tareas previstas”, aseguró el Arzobispo.
En el comunicado, Tucho resaltó: “Todas las instituciones de la Iglesia tienen distintas etapas, las parroquias cambian de párrocos, pero eso no implica una ruptura. Lo mejor es tratar de recuperar todo lo que haya de valioso en la etapa anterior y seguir sirviendo generosamente, con pasión por el Reino de Dios. No hay que temer que, si hay grupos, instituciones o tareas positivas, el hecho de que pasen a la gestión de sacerdotes de la Arquidiócesis pueda destruir todo lo bueno. Solo hay que estar dispuestos a que lo ya realizado pueda transformarse bajo la guía del Espíritu, pueda enriquecerse y siga creciendo”, sostuvo.
Por último, el Arzobispo agradeció la tarea y el esfuerzo de todos los sacerdotes del Miles Christi que pasaron por esa institución. “Seguramente cada uno habrá dejado algo bueno. Que el Señor se los premie. Ellos mismos saben que todos estamos de paso (yo también) y que la barca del Señor sigue adelante. Es lo que de hecho ya ha ocurrido en la parroquia de El Dique o en Nuestra Señora Desatanudos, que hasta hace poco estaban a cargo de congregaciones religiosas, para dar solo dos ejemplos muy recientes”, cierra el texto.
LA RESPUESTA DEL MILES CHRISTI
En ese marco, el Instituto Miles Christi le informó a su comunidad que la recisión del contrato fue “una decisión del Comisario Pontificio para Miles Christi” junto con Víctor Manuel Fernández. A su vez, hicieron mención a la expulsión de quien fuera el sacerdote fundador del Instituto. “No hemos recibido acusaciones graves de ningún tipo, ni de abusos ni de ningún otro delito, sea en la Parroquia (San Luis Gonzaga) sea en el Colegio (San Francisco de Asís)”, indicaron, al tiempo que agregaron: “Seguiremos desarrollando el apostolado en el Centro San Ignacio de La Plata y el Colegio Santo Tomás Moro”. Algo que fue desmentido duramente por el Arzobispado.
Asimismo, destacaron que desde 2014, los religiosos del Instituto comenzaron una investigación interna por el comportamiento de Yanuzzi, que derivó en su suspensión como Superior General en julio de 2016 por parte del Arzobispo de La Plata. “Después del Capítulo General de Miles Christi, en noviembre de 2018, las autoridades del Instituto, junto con todos sus miembros, dieron curso al proceso canónico que concluyó con la expulsión del estado clerical del Fundador por parte de la Santa Sede en diciembre de 2019”, subrayaron.
Por último, los integrantes de la congregación agradecieron de corazón “todas las numerosas adhesiones y muestras de apoyo y cariño que venimos recibiendo en estas circunstancias difíciles”
QUÉ ES MILES CHRISTI
En su página de Internet, Miles Christi se presenta como un “instituto religioso que congrega a Sacerdotes y Hermanos Coadjutores quienes, con la gracia divina, nos proponemos, ante todo, tender fervientemente a la santidad, para la mayor gloria de Dios, dedicándonos con ardor a la santificación de los laicos, principalmente jóvenes universitarios“.
En 2016, el instituto inició una investigación canónica para determinar si Yanuzzi, era culpable de los delitos de abuso de autoridad en su gobierno y abuso sexual con adultos. Cabe señalar que dicho proceso fue informado a la autoridad competente, la Arquidiócesis de La Plata.
En febrero del año 2020, el Papa Francisco impuso la dimisión del estado clerical al sacerdote Yannuzzi. Su decisión se hizo publica a través de un comunicado del Arzobispado de La Plata: “Ha sido hallado culpable de los delitos contra el sexto mandamiento (actos impuros) con adultos, de absolución del cómplice y de abuso de autoridad”.
La parroquia San Luis Gonzaga de Villa Elisa
Consultados por 0221.com.ar, desde el Miles Christi apuntaron que el comunicado de Tucho Fernández resalta que la razón para romper el contrato es la “reciente” expulsión de Yanuzzi pero “lo cierto es que fue echado de la Iglesia en febrero de 2020 tras un juicio canónico por abuso sexual y abuso de autoridad por los seminaristas y curas de la congregación. Inmediatamente fue suspendido asumiendo el padre Gonzalo Sanguinetti“. En esa línea indicaron que “Yanuzzi había sido discípulo del Papa Francisco y la noticia de los motivos de su expulsión fue publicada en varios medios importantes del mundo, incluso en el New York Times“.
Tras el comunicado del Arzobispado platense, el Miles Christi le informó a su comunidad que “luego de 22 años de servicio a la Arquidiócesis de La Plata en la parroquia San Luis Gonzaga de Villa Elisa, el Comisario Pontificio para Miles Christi junto con el Arzobispo de La Plata, han decidido rescindir el contrato entre el Instituto Religioso y la Arquidiócesis, que vencía en 2056”. Y agregaron: “Les comunicamos con pesar que tendremos que dejar el Colegio parroquial San Francisco de Asís y la parroquia de Villa Elisa, a partir del 1°de marzo. Nos encomendamos a sus oraciones, y les pedimos especiales oraciones por la feligresía y la comunidad educativa del colegio“.
Fuente: www.0221.com.ar