Juan Pablo Hermosilla, abogado de denunciantes de Felipe Berríos: “Yo creo que no debiera haber ninguna investigación de la Fiscalía”
Por Ana María Sanhueza- Ex-ante.cl
Tres de las siete denunciantes del jesuita Felipe Berríos, cuyos casos la penalista María Elena Santibáñez consideró verosímiles en la investigación previa encargada por la Compañía de Jesús, son representadas por la Fundación para la Confianza. Su abogado, Juan Pablo Hermosilla, dice que, por ahora, el caso seguirá en el sistema canónico pese a la autodenuncia del sacerdote.
-Dijo que las denunciantes, cuyos testimonios la abogada Santibáñez consideró creíbles, no se conocían entre sí ¿tiene algo en común los 7 casos?
-Las denunciantes que nosotros representamos son personas jóvenes que describen hechos que ocurrieron en algunos casos cuando eran menores de edad y, en otros, cuando eran muy jóvenes y recién cumplían la mayoría de edad. En los casos que nosotros representamos, no se conocían entre ellas.
-De los 7 casos declarados verosímiles en la investigación previa ¿cuántos son representados por la Fundación para la Confianza?
No todos. Y eso es muy importante, para que no aparezcan teorías conspirativas. Nosotros representamos a tres de las siete. Entonces, creo que desde ese punto de vista es importante entender que hubo chicas que entregaron su testimonio sin pasar por la Fundación para la Confianza y en la misma línea de las otras.
-El comunicado de la Compañía de Jesús se refiere a hechos de connotación sexual y usted habló de “patrones de conducta” ¿por qué?
-Yo creo que de las cosas más importantes que surgen de esta investigación es que en los testimonios de estas personas, independientes unas de otras, es que aparece en mi opinión un parámetro de conductas que son estándar y que se repiten en el tiempo, e incluso frases que se repiten. Yo creo que eso da mucha verosimilitud al tema y muestra cómo estos no fueron casos aislados, sino que se trata de un comportamiento sistemático.
-¿Qué efecto tiene el resultado de la investigación previa de la abogada Santibáñez en el caso que tiene la fiscal de la Fiscalía Metropolitana Sur Jazmín Salech luego de que Felipe Berríos se autodenunciara?
-Ninguno. De hecho, yo creo que no debiera haber ninguna investigación en la Fiscalía. Lo que dice la ley chilena es clara. Desde los inicios de la República se le reconoce a las mujeres el derecho a no denunciar este tipo de delitos por las razones que estimen pertinentes. No tienen que dar explicaciones sobre eso. Y el Ministerio público o el Estado chileno no tiene facultades para investigar un caso de abuso sexual sin la denuncia previa de la víctima. En mi opinión, el Ministerio Público no tiene capacidad de investigar estas hechos porque, que yo sepa, no ha habido denuncia. Entonces, esto no tiene ninguna incidencia.
-Pero Berríos se autodenunció señalando, precisamente, que quería que se investigaran las denuncias.
-Pero es que no existe la autodenuncia en materia de delitos sexuales. Y la ley es clara: no se puede iniciar una investigación por abuso sexual sin que haya una denuncia o una autorización previa de la víctima, que tiene el derecho a no hacerlo. No puede ser presionada por el Ministerio Público ni por nadie.
–Entonces ¿qué implicancias puede tener la autodenuncia de Felipe Berríos?
-Ninguna. Lo dije en su momento, que me parecía más un tema mediático que jurídico. Esto no lo discute nadie: no se puede abrir una investigación sobre delitos sexuales sin consentimiento de las víctimas. Y eso viene antes de la existencia del Código Penal.
-Tras el informe de la abogada Santibáñez, y dado que 3 de las 7 denunciantes, cuyos testimonios fueron señalados como verosímiles, son asesoradas por la Fundación para la Confianza ¿Harán una denuncia en la Fiscalía contra Felipe Berríos?
-Las instrucciones que hemos recibido de ellas es mantener la situación actual. Nosotros estamos disponibles para hacerlo como abogados, pero no hemos recibido instrucciones de denunciar o querellarnos. Y mientras no tengamos una instrucción de las clientas, no vamos a concurrir.
–¿Por qué no irán a la Fiscalía si tienen un informe de la investigación previa que les da credibilidad?
-Porque estiman que quedan demasiado expuestas. Además, han conversado con otras víctimas. Está, por ejemplo, el testimonio de Marcela Aranda (que denunció a Renato Poblete). Y está la sensación de que el Estado chileno cuando investiga estos delitos, tarde mal y nunca investiga bien esto y la persona termina siendo revictimizada. Esa es su decisión, pero lo importante es que la ley les reconoce el derecho a no denunciar sin dar explicaciones. Y nuestra misión como Fundación para la Confianza y como abogado, es asesorarlas a ellas y respetarles su voluntad en ese sentido. Así que, hasta el momento, no hay cambios desde ese punto de vista.
¿La decisión de denunciar a Felipe Berríos fue solo para que se hiciera una investigación canónica?
-Así es. La instrucción que recibimos de nuestras clientas fue poner esto antecedentes a disposición del sistema canónico de la Compañía de Jesús para que ellos mismos investigaran el tema, para que, además, no haya posibilidad de teorías conspirativas ni de que aquí hay una especie de campaña contra la iglesia ni contra los jesuitas ni contra Felipe Berríos. ¿Y quién más podría investigar esto en forma más neutral y más creíble que su propia Compañía de Jesús?
-¿Solo buscan una sanción de parte de la Iglesia?
-Sí, pero eso es por ahora. Nosotros estamos, como toda entidad legal que apoya y asesora a sus clientes, a disposición si el día de mañana nos dan la instrucción de querellarnos.
-En su investigación María Elena Santibáñez descartó, por no ser verosímil, un caso que “habría afectado a una menor de 7 u 8 años”. ¿Conoce ese caso?
-Ahí tienen una confusión. Esa no fue una denuncia como tal. Lo que aparece descartando es un relato vago que la misma persona que lo hace dice que no está segura si ocurrieron esos hechos. Entonces, dicho técnicamente, no es por sí una denuncia. Pero, en todo caso, eso está bien, pues no contradice ni siquiera lo que dice ella, que aclara que no está segura que ocurrieron los hechos. Este es un testimonio muy vago de cuando la persona era muy chica y, por lo tanto, tiene recuerdos fragmentados que no es capaz de incorporarlos como hechos que tenga la certeza que ocurrieron.
-¿Qué tipo de relatos son los que entregaron las tres representadas por la Fundación?
-No puedo entregar detalles.
¿Qué precisiones tienen esos testimonios que los diferencia del caso que se descartó?
-Los que se dan por acreditados son con precisiones exactas. Son hechos concretos, en espacio temporal muy claro y con conductas muy claras que se le reprochan a él.
-¿Cómo recibieron las de las denunciantes el resultado de la investigación previa de María Elena Santibáñez?
-Muy bien. Todo esto remueve muchas cosas y es fuerte para ellas, pero lo recibieron muy bien. No voy a decir que estén contentas o felices, porque son hechos graves. Pero sí hubo mucha satisfacción y una sensación de cierto agradecimiento por el hecho de que ya no es solo la palabra de una u otra, porque se trata de chicas que no se conocen entre ellas y presentaron en forma muy valiente su testimonio. Y que haya habido alguien externo, bajo el paraguas de la propia Compañía de Jesús que investigue esto seriamente y llegue a la conclusión de que son hechos verosímiles y que, además se notan ciertos patrones de conducta, las deja muy tranquilas. Esperan que esto concluya en la forma más adecuada, acreditándote totalmente los hechos y que se le apliquen las sanciones más graves del punto de vista canónico.
Felipe Hernán Berríos del Solar SJ: “La Fundación para la Confianza se presta para un show mediático“
Aunque matizó con que dicha organización “lleva adelante una causa loable y necesaria para que no haya abuso infantil“, criticó que “en el último tiempo sus prácticas y estándares no han sido los adecuados”.
Acerca del proceso investigativo, dijo que “hubiera esperado mayor ecuanimidad”, pero que los jesuitas “se sienten con ‘tejado de vidrio’ por los delitos cometidos por religiosos, que hacen que actúen aterrados”.
El sacerdote jesuita Felipe Hernán Berríos del Solar, quien se mantiene suspendido de sus funciones tras abrirse una investigación previa canónica en mayo pasado por “actos de significación sexual”, apuntó sus dardos contra la Fundación para la Confianza, a quienes acusó de montar “una estrategia comunicacional”, con un modus operandi “muy claro, que se presta para un show mediático”.
A inicios de mayo la Compañía de Jesús en Chile informó de una denuncia en contra de Berríos por hechos de connotación sexual sobre una -en ese entonces- menor de edad, por lo que se abrió una investigación previa canónica. En el intertanto, el cura se autodenunció ante el Ministerio Público, aunque afirmó que los hechos a los cuales se le acusa son falsos. Posteriormente, a finales de agosto pasado, la investigación de la Iglesia Católica estableció la “verosimilitud” de los actos denunciados por parte de siete mujeres jóvenes y adolescentes.
En entrevista con La Tercera, Berríos expresó que su reacción al enterarse de la primera denuncia fue de “incredulidad, desazón, rabia” y sobre quienes lo acusaron y denunciaron, el sacerdote jesuita asegura que sólo conoce a una de las cuatro denunciantes, a quien la recuerda cuando tenía unos siete años y que conoce a su familia también: “Conversé con ella mientras su mamá y mi secretaria estaban a pasos de donde conversábamos. Fue algo breve, solicitado por su madre, y luego ambas se fueron agradecidas”, acotó.
Al ser consultado por la posibilidad de haber cometido “actos impropios” por ser un “cura cercano”, Berríos indicó que “nunca me he aprovechado de mi condición de sacerdote; puedo afirmar que no he cometido los actos de supuesta significación sexual que se describieron ante la investigadora y que la Compañía de Jesús describió como ‘tocaciones y diversos traspasos de límites'”, recalcando que en ese comunicado se declaró inverosímil el relato de una denunciante (ahora de 32 años) en que ella “aludió a una supuesta imagen en la que habría recordado una relación sexual que me involucraría. Pero eso quedó totalmente desacreditado”.
CRÍTICAS A LA FUNDACIÓN PARA LA CONFIANZA Y LA IGLESIA
Aun así, el sacerdote apuntó sus dardos a la Fundación para la Confianza, organismo creado para acompañar a las víctimas de abusos eclesiásticos tras el destape del caso de Fernando Karadima. “Lo indesmentible es que acá se montó una estrategia comunicacional (…) hay un modus operandi muy claro de la Fundación para la Confianza, que se presta para un show mediático a través de su abogado, el señor (Juan Pablo) Hermosilla”, señaló, puntualizando que antes que se conociera el resultado de la investigación previa, dicho organismo “filtra información a la prensa”.
“Fui emplazado públicamente por una fundación, por un abogado y por muchos usuarios anónimos en redes sociales y medios de comunicación y ahora resulta que me critican por querer tener una investigación justa y transparente”, haciendo referencia a la autodenuncia, explica el sacerdote, agregando que “hay gente que tiene derecho a acusarme de conductas impropias, a filtrar información falsa a los medios, etc., y resulta que yo no tengo derecho a pedir una investigación”.
Aunque sí matizó con que la Fundación para la Confianza “lleva adelante una causa loable y necesaria para contribuir a que no haya abuso infantil en Chile, causa que comparto en un mil por ciento”, pero que, a su juicio, “es evidente que en el último tiempo sus prácticas y estándares no han sido los adecuados”.
Otra de sus críticas es a la justicia canónica, asegurando que “lo que más me afecta es el trato desigual, trato desigual que también se refleja en que la Iglesia tenga una justicia paralela a la justicia de todos los chilenos, que prescinde de la justicia ordinaria. Un mundo inquisidor, secreto y en el que no puedo defenderme”, ya que no existe la “presunción de inocencia”.
También lamentó el trato que ha tenido la Compañía de Jesús en este caso, ya que la investigación previa no habla de “víctimas ni de compensaciones”, pero que “nadie se ha molestado en reparar en eso ni ninguna autoridad jesuita lo ha destacado, porque acá todo es silencio, secreto, tomar distancia”.
Respecto a qué esperaba del proceso, dijo que “hubiera esperado mayor ecuanimidad. Los jesuitas, como toda la Iglesia, se sienten con “tejado de vidrio” por los delitos cometidos por sacerdotes y religiosos y sus ocultamientos, que hacen que hoy actúen aterrados… las injusticias no se enfrentan doliéndose de ellas, sino que desenmascarándolas”. Finalmente, al ser consultado sobre una posible renuncia al sacerdocio, dijo que “mi vocación es jugármela por el Evangelio de Jesús… es lo que he tratado de hacer toda mi vida y lo que seguiré haciendo”.
Fuente: Cooperativa.cl
Allanan sede jesuita por caso de sacerdote acusado de abusos sexuales en Chile
Por WALTER SÁNCHEZ SILVA– ACI Prensa.
Las autoridades de Chile allanaron una sede de los jesuitas en Santiago para obtener documentación sobre el caso del sacerdote progresista Felipe Berríos, acusado de abusos sexuales contra siete mujeres.
Según informa el diario chileno La Tercera, la Policía de Investigaciones de Chile (PDI) hizo el allanamiento para obtener la investigación canónica realizada por la abogada María Elena Santibáñez.
La Fiscalía Metropolitana Sur emitió la orden judicial de allanamiento, que finalmente efectuó la PDI.
El caso está a cargo de Yazmín Salech, fiscal especializada en delitos sexuales y violencia intrafamiliar, quien también tuvo a su cargo la investigación de los abusos del fallecido sacerdote jesuita Renato Poblete.
Las acusaciones
El 25 de agosto, la Compañía de Jesús (Jesuitas) en Chile publicó un comunicado sobre las acusaciones contra el Padre Berríos, excapellán de la organización Un Techo para Chile y quien sostiene posturas contrarias a la doctrina católica.
“Tras una acuciosa investigación, que contó con la declaración de más de 40 testigos, la instructora ha determinado la verosimilitud de actos de significación sexual de distinta relevancia que habrían afectado a siete mujeres jóvenes y adolescentes”, señala el texto del 25 de agosto.
En el comunicado se precisó que se mantiene la suspensión del ejercicio público del ministerio sacerdotal del Padre Felipe Berríos; mientras que los jesuitas reiteran su rechazo a todo tipo de abusos.
Tras la publicación del comunicado de los Jesuitas de Chile, el sacerdote progresista publicó una declaración en la que cuestionó el texto de su orden y negó las acusaciones en su contra.
¿Quién es Felipe Berríos?
El Padre Felipe Berríos fue capellán de Un Techo para Chile y en más de una ocasión se ha expresado públicamente contra la doctrina católica.
En 2013, en una entrevista concedida al programa “El informante” del canal Televisión Nacional (TVN), el sacerdote jesuita dijo que la Iglesia “ha lucrado creyéndose la dueña de la Salvación“, alegó que los sacerdotes no tienen pastores y criticó a los obispos chilenos afirmando que “no han hecho nada bueno” porque “no son capaces de jugársela por los que sufren“.
Un año después, en 2014 y también en TVN, el Padre Berríos defendió el mal llamado “matrimonio” homosexual, redujo la defensa de la vida a un asunto de opinión y criticó la canonización del Papa San Juan Pablo II, a quien también fustigó en la entrevista de 2013 por haberse opuesto a la teología de la liberación.
Juan Carlos Cruz, víctima del sacerdote Fernando Karadima, activista LGBT y desde marzo de 2021 miembro de la Pontificia Comisión para la Tutela de Menores, elogió en el pasado al Padre Felipe Berríos.
En octubre de 2015 escribió en su cuenta de Twitter: “Estoy seguro que Dios quiere mucho a Felipe Berríos” y en noviembre de 2016 dijo: “Un grande Felipe Berríos SJ en #mhcc Curas q necesitamos”.