Por Ricardo Vásquez Kunze-Director de Político.pe
El honorable ministro-congresista Carlos Bruce ha calificado de “inaceptable” que su colega Rosa María Bartra siga presidiendo la comisión Lava Jato, que se apresta –luego de innumerables apremios– a interrogar al jefe del Estado el próximo 16 de marzo sobre sus relaciones empresariales con Odebrecht cuando funcionario público. El honorable afirma que “esa comisión tiene que ser presidida por alguien que pertenezca a una agrupación política que no esté bajo juicio”, aludiendo a las recientes declaraciones ante fiscales peruanos de Jorge Barata quien, entre otros mencionados, sindica a Jaime Yoshiyama como receptor de un aporte de campaña para la de Keiko Fujimori en el 2011. Ergo, el honorable Bruce pide la renuncia de Bartra.
Si la lógica del honorable fuese correcta, y los estamentos del Estado o las instituciones derivadas de mandatos políticos o de gobierno no debieran ser presididos por “alguien que pertenezca a una agrupación política que no esté bajo juicio”, antes que Rosa María Bartra el ejemplo lo debería dar el mismo Bruce y renunciar al ministerio de Vivienda. Y esto, según su propia lógica, porque Barata, en la misma declaración afirma que fue Avi Dan On la persona que recibió un aporte de 700 mil dólares para la campaña presidencial del 2011 de Alejandro Toledo, cuyo jefe de campaña fue nada menos que el hoy ministro-congresista Bruce. ¿Ya nos vamos entendiendo?
Según la misma lógica del honorable también debería renunciar en el término de la distancia la embajadora ante el gobierno de su majestad británica, Susana de la Puente, al haber sido sindicada por Barata como la gestionante de un aporte de 300 mil dólares turbios que Odebrecht entregó para la campaña electoral de Pedro Pablo Kuczynski en el 2011. ¿Ya le pidió usted la renuncia, señor ministro?
Y, siguiendo la misma lógica del honorable, ¿por qué no pedir la renuncia del presidente que postuló en una campaña electoral que, dada la sindicación de Barata, también está bajo juicio de recibir aportes bajo la mesa? ¿Ha conversado usted ya sobre el tema con el presidente?
En fin: aquí la que funciona antes que otra es la lógica del techo de vidrio. Dejemos mejor que el papel de pedilón de renuncias lo asuma alguien que no haya estado en la primera fila de campañas electorales que no estén “bajo juicio”, ¿no les parece?
Error de Doctor
Por Ricardo Vásquez Kunze-Director de Político.pe
Eloy Espinoza Saldaña se pasó de la raya. Sería francamente inaudito que en el Tribunal Constitucional algunos de sus amigos sigan apañando a este farsante que ha timado al Congreso de la República, a la comunidad jurídica y a la ciudadanía cuando postuló al cargo de magistrado constitucional, un honor que tiene por fundamento mínimo la honestidad intelectual.
Espinoza afirmó algo que no era: doctor en derecho por la Universidad de Buenos Aires UBA. Así consta en su hoja de vida presentada ante la representación nacional. Nunca quiso enseñar el título que lo respaldaba pues a sus amigos humalistas que lo nombraron les importaba un bledo con tal de que les devolviera el favor llegado el momento que sabían estaba pronto a llegar. Hasta que, finalmente, la verdad salió a la luz y la prestigiosa universidad argentina ha señalado con todas sus letras lo que ya se sabía sotto voce: de doctor nada de nada. Mintió con descaro el tal Eloy.
Pero más descarada aún es su explicación. Dice ahora este doctor bamba que lo del título académico fue un error (¿de tipeo?), y su CV un “documento preliminar” (¿de expectativas académicas?) que tiene “errores”, que ya los corrigió… y así por el estilo. Este sujeto de mala nota es especialista en “corregir errores”. Fue el ponente –y por eso tiene una acusación constitucional que está por resolverse precisamente hoy en la Comisión Permanente– de una resolución que también corrigió un “error”, a saber, el cómputo de un voto que decía que no existía delito de lesa humanidad en el caso El Frontón y que, por lo tanto, los hechos imputados a once marinos ya habían prescrito.
Una interpretación antojadiza terminó “corrigiendo” ese “error” y, en vía de “aclaración”, forzó una nueva votación que mandó a los marinos a juicio.
Este sujeto impresentable no puede seguir ni un minuto más en el Tribunal Constitucional, a guisa de deslegitimarlo moralmente. Deben expectorarlo sus propios miembros si no quieren pasar por cómplices de un timador avezado y sin escrúpulos. Aquí los hechos están claros y las “interpretaciones” de este error de doctor deben tener el fin que se merecen: el wáter.
Así son las cosas, señores magistrados. Por lo menos ustedes salven la cara del tribunal.
CATEDRÁTICO ARGENTINO TERMINA DE CONFIRMAR QUE ELOY ESPINOSA-SALDAÑA MINTIÓ CON “DOCTORADO”
En declaraciones a Correo, el profesor Osvaldo Alfredo Gozaíni, quien conoció a Eloy Espinosa-Saldaña en Argentina en la década de los 90, confirmó que el magistrado del Tribunal Constitucional (TC) no ostenta el grado de doctor en Derecho por la Universidad de Buenos Aires (UBA), tal como consigna en la hoja de vida que presentó al Congreso en el 2011.
Antes de validar esta información, Gozáini se comunicó con la UBA, a través de un correo electrónico, en el que le manifestaron que el tribuno “no ha finalizado el programa de Doctorado”. En respuesta, el miembro del TC dijo que se trataba de un error de tipeo.
El catedrático detalló que “para ser doctor se necesitan tesis sustentadas y aprobadas”, lo que, según remarcó, no ocurre con Espinosa-Saldaña. Es más, indicó que su colega peruano tampoco figura en el registro de profesores de la universidad gaucha. Sin embargo, no descartó que haya podido impartir clases en la UBA en calidad de “profesor invitado”.
Catedrático argentino descubrió la farsa de Eloy Espinosa-Saldaña en Argentina
Gozáini recordó que en su paso por Argentina, el “joven Espinosa-Saldaña” era reconocido “en el mundo jurídico” como “inteligente, estudioso y, sobre todo, (como) un gran ególatra”.
“Lamento mucho que así ocurra con un funcionario de tan alto rango. Creo que el peor problema del profesor Espinosa-Saldaña será caerse de su ego”, remató.
El diario Correo también encontró artículos publicados por Espinosa-Saldaña en el portal web de actualidad jurídica Enfoque Derecho, en los que Espinosa-Saldaña firma como doctor en Derecho por la UBA.
Firmaba artículos atribuyéndose doctorado que no tenía
Uno de ellos, del 20 de febrero de 2010, se titula “Reflexiones a la luz de lo sucedido en el caso Ríos Castillo” –sobre la renuncia al TC de Javier Ríos Castillo por reunirse con personas vinculadas a casos de corrupción- y el segundo, del 15 de febrero de 2011, se llama “Al César lo que es del César”.
Al respecto, Ernesto Álvarez Miranda, extitular del TC, advirtió que cualquier congresista puede presentar una denuncia contra dicho magistrado en la Subcomisión de Acusaciones Constitucionales, grupo parlamentario que deberá elaborar un informe que podría recomendar su destitución por “falsedad genérica”. Hasta el momento el TC no se pronuncia por estas acusaciones.
Fuente: www.manifiestoperu.com