Archivo por meses: agosto 2016
PBI al 2050
Paridad de poder adquisitivo- PPA
China ya es la economía más grande del mundo en términos de PPA y nuestras proyecciones indican que India podría tener el potencial para que, hacia 2050, supere a Estados Unidos como la segunda economía más grande del mundo en términos de PPA (aunque la diferencia que se proyecta es pequeña en relación con el margen de incertidumbre en torno a dichas proyecciones). Nuestras proyecciones indican que la brecha entre las tres economías más grandes (China, India y Estados Unidos) y el resto del mundo crecerá en las próximas décadas. En 2014, la tercera economía más grande en términos de PPA (India) es aproximadamente 50% mayor que la cuarta economía más grande (Japón).
En 2050, se espera que la tercera economía más grande en términos de PPA (Estados Unidos) sea aproximadamente 240% mayor que la cuarta economía más grande (Indonesia). El ascenso de Indonesia y Nigeria en la clasificación mundial durante el periodo 2014-2050 es sorprendente: Indonesia pasa de la novena posición en 2014 a la cuarta en 2050 y Nigeria pasa de la vigésima posición en 2014 a la novena en 2050. Sin embargo, el ingreso promedio per cápita (es decir, el PIB per cápita) de las economías avanzadas continuará siendo significativamente mayor hacia 2050 que en las economías emergentes. La brecha actual del ingreso per cápita entre los países desarrollados y aquellos en desarrollo es demasiado grande como para cerrarse totalmente durante este periodo.
Fuente: PwC.
China, centro del mundo
Adam Smith en Pekín
Por Giovanni Arrighi
Este libro analiza magistralmente cuál ha sido la senda de evolución socio-económica de China durante los últimos siglos al hilo de los cuales el capitalismo surgió en el extremo occidental de Eurasia llegando a subyugar a todo el planeta a finales del siglo XIX, y cómo esa senda ha divergido profundamente del modelo europeo caracterizado por una revolución militar y tecnológica permanente que ha sustentado sus modalidades de construcción del Estado, acumulación de capital y conquista territorial. Estudia también el modelo de crecimiento chino basado en un uso intensivo del mercado que no mutó para convertirse en el crisol de un desarrollo capitalista y en un recurso mucho más moderado a la guerra en comparación con las pautas bélicas occidentales. Para acometer esta tarea Giovanni Arrighi reivindica las sociologías de Adam Smith y de Karl Marx como críticos del capitalismo y analiza sus aportaciones en torno a la experiencia secular china de estructuración social y de la posible organización de nuevos modelos de acumulación y crecimiento económico más respetuosos con los equilibrios sociales, ecológicos y humanos.
A partir de estas reflexiones Arrighi analiza cuáles pueden ser las pautas de evolución del sistema-mundo capitalista tras la emergencia de China (y del sudeste asiático) como nuevo polo de acumulación y como nuevo actor geopolítico a partir de sus tendencias seculares de construcción del Estado y de organización de la esfera económica en un entorno de crisis irreversible de la hegemonía estadounidense y occidental así como de definitiva emergencia de las clases dominadas del Sur global como sujeto político decisivo para transformar el capitalismo histórico y sus pautas de comportamiento geoestratégico.
Entre la razón y la compasión
Por Manuel Fraijo– Diario El País.
En su nuevo libro, Karen Armstrong analiza las figuras de Buda, Confucio, Sócrates y Jeremías, y sus enseñanzas en India, China, Grecia e Israel. Su conclusión es clara: la religión que declare la guerra a la razón moderna sufrirá la derrota de la fe que proclama. Y a su vez, la sociedad laica que prescinda de los saberes religiosos se verá gravemente dañada.
Con motivo de la publicación de uno de sus últimos libros, The Sunday Times se refería a la británica Karen Armstrong (1944) en estos términos: “Posee un talento deslumbrante; es capaz de abordar un tema complejo y reconducirlo a sus aspectos esenciales, sin caer en simplificaciones”.
Es, tal vez, la mejor caracterización que se puede ofrecer de esta “monja fugitiva”, como ella misma se autocalifica, aludiendo así a los siete años de rígida vida monacal que pasó en un convento de la Sociedad del Sagrado Niño Jesús. Abandonado el convento, Karen Armstrong emprendió una vida, también “rígida”, de estudio, docencia e investigación. Fue decisivo el viaje que, en 1984, la condujo a Jerusalén. A partir de esta fecha se centró en un gran proyecto de investigación: el estudio de las grandes tradiciones religiosas de la humanidad, especialmente de las monoteístas: judaísmo, cristianismo e islamismo. Hoy es ya una voz imprescindible. La avalan títulos de resonancia mundial como Una historia de Dios; Jerusalén, una ciudad y tres religiones; El islam; Los orígenes del fundamentalismo en el judaísmo, el cristianismo y el islam, y La gran transformación.
Karen Armstrong no predica ninguna religión
Sólo pretende que impere la lucidez en todas ellas. De ahí que las estudie y analice con detenimiento, intentando desvelar sus lejanos orígenes y narrar, con notable objetividad, su milenaria historia, ambigua y ejemplar a la vez. Considera que las religiones monoteístas -no sólo el islam- han desarrollado una forma agresiva de fe frente a la cultura laica moderna. Y, como Kant, Armstrong piensa que una religión que declare la guerra a la razón moderna no podrá, a la larga, salir victoriosa. Ése es un camino que conduce inexorablemente a la derrota de la fe. Pero puede haber más derrotados. “Occidente”, escribe Armstrong, “también tiene un problema”. También la moderna cultura laica occidental puede resultar gravemente dañada si prescinde de sabidurías -religiosas- más antiguas que ella. “Una educación puramente racional no basta”, sentencia nuestra autora. La cultura heredera del Siglo de las Luces no debería rechazar ninguna luz, aunque sea religiosa y venga acompañada de las inevitables sombras que el paso del tiempo se encarga siempre de acumular. Al final de La gran transformación, su autora deja constancia de que vivimos en un mundo trágico donde no hay respuestas sencillas. Si las religiones aportan sentido a ese mundo roto, sean bienvenidas. Y hay algo innegable: en el fondo de todas las religiones anida la compasión, sin la cual la supervivencia de la humanidad no parece fácil ni viable. Parece, pues, que un encuentro educado y amable entre la razón de Occidente y la compasión de las religiones no perjudicaría a ninguna de las partes. La actitud combativa debería hacer sitio al diálogo y al entendimiento.
En La gran transformación, obra que lleva por subtítulo El principio de nuestras tradiciones religiosas, la autora emprende un largo, original y fascinante viaje. Llama “gran transformación” a aquella impresionante revolución espiritual que Karl Jaspers denominó “tiempo-eje” o “era axial” de la humanidad. Se trató de un tiempo decisivo para el devenir de las culturas y de las religiones. Jaspers habla incluso de una “tercera fundación de la humanidad” (la primera sería la “hominización” y la segunda “el surgimiento de las grandes culturas”). Según Karen Armstrong, hubo que esperar hasta el siglo XVI para vivir una nueva época axial: la que supuso la “revolución científica” que transformó el mundo. Esta vez todo se debió al genio científico occidental. Sus “héroes” fueron Newton, Freud y Einstein. La otra, la que estudia Armstrong, fue cosa de genios espirituales de la talla de Buda, Sócrates, Confucio, Jeremías, los místicos de los Upanishad, Platón, Aristóteles y algunos otros. Se trató de un periodo prolongado. Modificando la cronología de Jaspers, Armstrong lo sitúa entre los años 900 y 200. El escenario fueron cuatro regiones muy diferentes de la tierra en las que aparecieron las grandes tradiciones mundiales que continúan alimentando a millones de seres humanos: confucianismo y taoísmo en China; hinduismo y budismo en la India; monoteísmo en Israel, y racionalismo filosófico en Grecia. La era axial conocerá un segundo, tardío, florecimiento: el judaísmo rabínico, el cristianismo y el islamismo.
La aventura que espera al lector de esta voluminosa obra es apasionante
Ante sus ojos irán desfilando excelentes retratos de los sabios axiales empeñados en descubrir cómo debería ser un ser humano. Eran gentes que andaban constantemente “buscando algo más”. Tal vez fue esa permanente inquietud la que los convirtió en guías fiables, en orientadores filosóficos, en maestros espirituales. De hecho, el paso del tiempo los ha respetado. Hasta ahora no hemos superado la sabiduría de la era axial. Una sabiduría que se concretaba en descubrimientos tan “sencillos” como éstos: la vida es más importante que las teorías; el ser humano trasciende lo que le rodea; existe la experiencia de lo inefable -el misterio- y su escucha silenciosa; los rituales y los sacrificios, tan propios de la era preaxial, han sido desplazados por la ética; el acceso a lo que los sabios axiales llamaban Dios, Nirvana, Brahman o “el Camino” pasa por una vida compasiva; en realidad, la religión era compasión, empatía, benevolencia universal, regla de oro sin fronteras; rechazo de la agresividad, de la violencia, de la guerra y hasta de las miradas hostiles; prevalencia de lo personal sobre lo grupal, de la interioridad sobre la llamada del exterior. Y un largo etcétera.
Eso sí: no hay luces sin sombras. La era axial no se enteró de que había mujeres. No hay sabias axiales. El motivo, según Karen Armstrong, no hay que buscarlo en la misoginia, sino en la más perfecta de las indiferencias frente al género femenino. Cuando se hablaba de “grandes hombres” no se incluía ciertamente a hombres y mujeres. Y es que, probablemente, casi todas las grandes espiritualidades de la era axial se desarrollaron en entornos urbanos, dominados por el poder militar y la actividad comercial agresiva; en tales escenarios, las mujeres tendían a perder el estatus del que habían disfrutado en una economía rural.
Finalmente: este libro, como todos los de Armstrong, es de alta divulgación y de estilo literario sobrio y atractivo. Sus lectores, además de aprender mucho, disfrutarán no poco.
Fernando León y Marcos Alegre
Mediante las Resoluciones Ministeriales N° 007-2016-MINAM y 008-2016-MINAM, publicadas en el diario oficial El Peruano, fueron designados el ingeniero forestal Fernando León Morales y el ingeniero sanitario, Marcos Alegre Chang como viceministros de Desarrollo Estratégico de los Recursos Naturales y de Gestión Ambiental, respectivamente.
Fernando León Morales es ingeniero forestal de la Universidad Nacional Agraria La Molina; cuenta con un Máster del Instituto Centroamericano de Administración de Empresas de Costa Rica; y estudios de Doctorado en la Universidad Internacional de Andalucía. Fue responsable del equipo que coordinó la creación del Ministerio del Ambiente, en el año 2008. Además de contar con un reconocido ejercicio profesional en economía y financiamiento ambiental, así como en el diseño de políticas públicas para la conservación de la biodiversidad.
Por su parte, Marcos Alegre Chang es ingeniero sanitario de la Universidad Nacional de Ingenieria; Máster en Ciencias en Agua y Gestión Ambiental para Países en Desarrollo por la Universidad de Loughborough del Reino Unido; y becario del Gobierno de Israel para la especialización en el Manejo Integrado del Ambiente. Con amplia experiencia en los ámbitos de ingeniería y gestión ambiental, ejercía antes de esta designación el cargo de director del Centro de Ecoeficiencia y Responsabilidad Social Empresarial del Grupo GEA.
Cabe destacar que ambos viceministros han realizado diversas y reconocidas publicaciones en los ámbitos de la ecoeficiencia, la gestión de riesgos naturales, los servicios ecosistémicos, el financiamiento ambiental, la conservación áreas naturales protegidas y la gestión de la biodiversidad.
Fuente: www.minam.gob.pe
Guerra de 1941
La guerra peruano-ecuatoriana, conocida también como Guerra del 41, fue uno de diversos conflictos armados que ocurrieron entre los países de Perú y Ecuador como consecuencia de su secular disputa territorial y por falta de fronteras reconocidas y aceptadas por ambos países; siendo los otros la Guerra peruano-ecuatoriana de 1858-1860, el conflicto límítrofe denominado como “Falso Paquisha” o “Paquisha” de 1981, y la Guerra del Cenepa de 1995. Esta guerra no declarada comenzó el 5 de julio de 1941 y como consecuencia de ello el 29 de enero de 1942 se firmó el Protocolo de Paz, Amistad y Límites de Río de Janeiro de 1942.
Las fuerzas armadas peruanas traspasaron la línea del statu quo de 1936 (una frontera provisional que deslindaba los territorios que de facto ocupaban ambos países) y ocuparon militarmente las siguientes provincias ecuatorianas:
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Costa: El Oro, hasta las riberas del río Jubones, ocupando militarmente su capital Machala y otras ciudades como Puerto Bolívar, Santa Rosa y Pasaje; y ejerciendo la Marina de Guerra peruana un bloqueo marítimo en el canal de Jambelí y el golfo de Guayaquil, con el fin de impedir el envío de tropas y suministros desde la ciudad homónima hacia Puerto Bolívar.
- Sierra: Una parte menor de la provincia de Loja.
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Oriente: Partes de las antiguas provincias ecuatorianas de Napo Pastaza y Santiago Zamora, que en tiempos de la colonia española correspondían a la antiguas Gobernaciones de Maynas y Quijos, territorios que el Perú disputaba entonces al Ecuador.
Según Ecuador, el Perú invadió su territorio, trasgrediendo el statu quo de 1936, agresión que no pudo repeler al hallarse escasamente armado, sin recursos y en una difícil situación política interna; dicha invasión fue la segunda realizada por el Perú sobre el Ecuador, siendo la primera la de 1858-1860. Según el Perú, fue el Ecuador quien violó el statu quo de 1936, cuando desde ese año y hasta principios de 1941, las fuerzas ecuatorianas atacaron diversos puestos peruanos a lo largo de la frontera. En ese sentido, las fuerzas peruanas solo habrían ejercido un acto de represalia reconocida en el derecho internacional, con el objetivo obligar a Ecuador manu militari a respetar los derechos del Perú sobre su territorio, sin tener un móvil de conquista o desmembración territorial; tan así que, tras la firma del protocolo de Río de Janeiro, el Perú desocupó esos territorios y no exigió indemnización de guerra.
En el trasfondo de este conflicto, se hallan los mutuos reclamos territoriales que venían haciéndose los dos países desde hacía un siglo. El Ecuador, en su deseo de acceder con soberanía al río Amazonas, reclamaba las antiguas provincias de Tumbes, Jaén y Maynas, en posesión del Perú desde lo albores republicanos. El Perú consideraba que su soberanía sobre esos territorios se hallaba jurídicamente respaldada por la Real Cédula de 1802 (por la que Maynas retornó al Virreinato del Perú tras haber estado bajo la jurisdicción del Virreinato de Nueva Granada); el uti possidetis iure de 1810; el principio de la libre determinación de los pueblos (Tumbes, Jaén y Maynas juraron la independencia del Perú); y su posesión territorial ininterrumpida. El Ecuador, por su parte, argumentaba que esos territorios le correspondían por la cédula de erección de la Real Audiencia de Quito de 1563; el uti possidetis de 1810 (pues según su versión, la Real Cédula de 1802 nunca se aplicó); el tratado de Guayaquil de 1829 (que reconocía las antiguas fronteras coloniales, aunque sin especificarlas); y el Protocolo Pedemonte-Mosquera (que señalaba la frontera en el Marañón o el Amazonas), instrumento este último que el Perú considera inexistente. Por su parte, el Perú reclamaba el territorio de la antigua Gobernación de Quijos (actual Oriente ecuatoriano), que, al igual que Maynas, había retornado a la jurisdicción del Virreinato del Perú por la Real Cédula de 15 de julio de 1802, territorio que el Ecuador afirmaba haber ocupado desde el inicio de su vida republicana, pero que, según la versión peruana, solo a partir de 1881 empezó esa ocupación, aprovechando que el Perú se debatía en la guerra del Pacífico.
Incidente del 5 de julio de 1941
La guerra peruano-ecuatoriana se desarrolló entre 1941 y 1942. Las versiones de Perú y Ecuador sobre quien inició las hostilidades solo coinciden en que los primeros encuentros ocurrieron en la mañana del sábado 5 de julio de 1941.
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La versión ecuatoriana afirma que los incidentes del 5 de julio se iniciaron cuando una patrulla fronteriza ecuatoriana encontró a algunos civiles peruanos, protegidos por policías, limpiando de vegetación un terreno en el lado ecuatoriano del río Zarumilla. Al divisar a la patrulla, los policías peruanos abrieron fuego y mataron a dos soldados ecuatorianos (Emboscada de Bramador), a esto siguió un intercambio de disparos entre las tropas ubicadas a ambos lados de la frontera, a la vez que dos oficiales ecuatorianos fueron enviados a Aguas Verdes para hablar con el oficial al mando. Ellos fueron advertidos por las autoridades peruanas de volver a sus líneas.
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La versión peruana, según el Parte oficial del Alférez GC Miguel Bocángel Cuadros Jefe del Puesto de la Guardia Civil del Perú establecido en la localidad de Aguas Verdes, señala que a las 10.30 horas de la mañana del sábado 5 de julio de 1941, el Ejército de Ecuador atacó a los puestos peruanos de Aguas Verdes, La Palma, El Porvenir, Lechugal, Quebrada Seca y Matapalo. La Guardia Civil del Perú, que contaba con medios limitados de combate, por más de 30 minutos se enfrentó al atacante y contuvo su avance. Ante ello, los peruanos respondieron enviando una compañía de infantería a Aguas Verdes que rechazaron a los ecuatorianos obligándolos a retirarse al otro lado del río Zarumilla. Luego de los incidentes entre las guarniciones de Huaquillas y Aguas Verdes, los enfrentamientos se extendieron a otros puntos de la línea de frontera, siendo particularmente intensos en la región de Chacras, en donde las fuentes peruanas refieren otro intento ecuatoriano de atravesar el río, el cual habría sido rechazado por personal del Batallón de Infantería N° 5. Tras los incidentes, el Comando del Agrupamiento del Norte dispuso el desplazamiento de la 1a. División Ligera a sus posiciones previstas a lo largo de la ribera del Zarumilla. El 6 de julio, la aviación militar peruana realizó ataques aéreos contra los puestos fronterizos ecuatorianos a lo largo del río.
De cualquier forma, las fuerzas peruanas, más numerosas, mejor equipadas y preparadas, superarón fácilmente a las fuerzas ecuatorianas. que eran de 5,214 hombres, retirándolos de los márgenes del Zarumilla y procediendo a ocupar la provincia de El Oro.
Luego de los incidentes fronterizos, en la noche del 6 de julio el Comandante Superior del Ejército ecuatoriano dispone la formación de la V Brigada de Infantería en El Oro, al mando del Coronel Luis Rodríguez, a ser constituida teóricamente por un batallón de Carabineros tomado de Guayaquil, dos batallones de infantería que debían marchar desde Quito, el Grupo de Artillería “Mariscal Sucre” y los elementos de la Jefatura de Seguridad de la Frontera, compuestos por los batallones “Montecristi” y “Cayambe” y un batallón de carabineros.
El ejército peruano utilizó en su campaña en la costa ecuatoriana, un Destacamento de Tanques formado por 12 LTP checoslovacos los cuales eran bastante avanzados tecnológicamente para la época y tenían autonomía de 250 km, los que fueron útiles para permitir el avance las fuerzas peruanas en el territorio ecuatoriano.
Batalla de Zarumilla
El 23 de julio de 1941, luego de diversos choques fronterizos, las fuerzas militares peruanas lanzaron una ofensiva militar contra la provincia costera de El Oro donde merced a su superioridad numérica, cualitativa y material derrotaron a las fuerzas ecuatorianas de la zona. Ante ello, rápidamente el presidente ecuatoriano Carlos Arroyo del Río ordenó a los militares ecuatorianos un unilateral e inmediato cese de fuego, que se declaró a partir de las 06:00 horas del 31 de julio de 1941.
Arroyo del Río fue acusado de traidor por varios sectores de su país, arguyendo que ordenó la concentración de tropas y de material bélico en los alrededores de la capital ecuatoriana y traer desde las ciudades del interior del Ecuador, que aún no estaban ocupadas militarmente por las tropas peruanas, todas las tropas disponibles por tren hacia Guayaquil, e iniciar la defensa de aquellas dos principales ciudades ecuatorianas.
Combates de Yaupi-Santiago
A pesar del acordado cese al fuego hubo enfrentamientos armados en la zona amazónica habiendo las tropas peruanas de la División de Selva iniciado, entre el 1 y el 2 de agosto de 1941, una ofensiva sobre las guarniciones ecuatorianas ubicadas sobre los ríos Yaupi y Santiago.
Caída en combate del subteniente del Ejército ecuatoriano Hugo Ortiz
El 2 de agosto de 1941 en Gapizum, a orillas del río Santiago, el puesto ecuatoriano de diez soldados, comandando por el subteniente Hugo Ortiz Garcés, de 20 años de edad, fue tomado por fuerzas peruanas. Ortiz se negó a rendirse y fue muerto por los soldados peruanos, quienes lo enterraron envuelto en la bandera del pequeño destacamento ecuatoriano, que resguardaba la zona de Yaupi. Sus restos fueron traslados a Quito en 1943. Previamente, había sido atacado el 1 de agosto el puesto de Yaupi, según el parte del propio Ortiz, por no menos de 100 soldados peruanos armados con ocho ametralladoras.
En la confluencia de los ríos Yaupi y Santiago Ecuador estableció dos pequeñas guarniciones, una situada sobre el Río Santiago y otra sobre el Río Yaupi, separadas por una distancia de alrededor de 2 km una de otra, se caracterizaban por estar aislada en medio de la selva sin poblaciones cercanas, teniendo que ser abastecidas a lomo de mula en viajes de varias semanas.
El 1 de agosto de 1941 unidades peruanas atacaron y tomaron el destacamento del Río Yaupi, el Sub-teniente Ortiz supo que su destacamento sería el próximo en ser atacado y envió a su superior un último parte.
Operaciones navales
Avión del Cuerpo Aeronáutico del Perú escoltando a uno de los Cruceros Exploradores del Destacamento Naval de la Marina de Guerra del Perú durante el curso del bloqueo del litoral ecuatoriano en la Campaña Militar del Norte y Nororiente de 1941.
Como parte de las acciones navales efectuadas durante el conflicto, la Marina de Guerra del Perú participó con sus unidades enviándolas progresivamente hacia el norte peruano, teniendo como misión inicial efectuar la vigilancia en la zona fronteriza de los Esteros en el Departamento de Tumbes mediante el empleo de las unidades de la Flotilla de Patrulleras, las mismas que también efectuaron la defensa de los puestos fronterizos peruanos y la expulsión de tropas infiltradas ecuatorianas. El empleo de las unidades de la Escuadra tuvo como objetivo asegurar la libre navegación en el extremo norte del Perú.
En el caso de ruptura de hostilidades, estuvo previsto que las unidades de la Escuadra actuasen ofensivamente, para interceptar las comunicaciones marítimas de la provincia de El Oro con Guayaquil, mediante el bloqueo del litoral ecuatoriano. En virtud a dicha misión, a la Escuadra se le asignó como área de operaciones, el área marítima Paita-Golfo de Guayaquil bajo las órdenes del Comandante General de la Escuadra, cargo desempeñado en ese entonces por el Capitán de Navío Grimaldo Bravo Arenas; a la Flotilla de Patrulleras de Esteros, el área de los Esteros ubicada sobre la frontera de ambos países, comprendida entre la Boca de Capones y Noblecilla, a la que los ecuatorianos llaman isla Alto Matapalo; y, a la Fuerza Fluvial del Amazonas, se le encargó el área fluvial fronteriza con el Ecuador.
En el caso de la Armada del Ecuador, carecía de unidades de combate de gran calado, estando conformada la Escuadrilla ecuatoriana por el buque escuela “Presidente Alfaro”, el cañonero “BAE Calderón” y el aviso “Atahualpa”, un pequeño barco de aprovisionamiento. Todas estas naves fueron adquiridas a fines del siglo XIX y principios del XX, por lo que al momento del conflicto ya eran obsoletas. Además, no eran barcos de guerra sino mercantes armados. La de mayor tonelaje era el “Presidente Alfaro”, un yate de 869 toneladas, fabricado en Inglaterra en 1917, que carecía de blindaje. El “Calderón” había sido fabricado en 1884 en Inglaterra y sirvió como remolcador en Chile, y entró en servicio en 1886 en la Armada del Ecuador, con el nombre inadecuado de “Crucero Cotopaxi”. Desplazaba apenas 300 toneladas, con velocidad máxima de 8 nudos y dotación de 54 hombres. El comandante del “Calderón” era el teniente de fragata Rafael Morán Valverde. Los primeros barcos de guerra de la Armada del Ecuador se compraron recién en 1950. Ecuador carecía de submarinos, pues los primeros se adquirieron en 1974.
Al iniciarse en conflicto (5 de julio), solo cuatro unidades de la Escuadra peruana se hallaban en condición de hacerse presentes de inmediato en el Teatro de Operaciones Norte. Estos buques eran el crucero “Coronel Bolognesi” y el destructor “Almirante Villar”, que se hallaban en el Callao y los submarinos “R-1″y “R-2”, que se hallaban en Talara desde el 9 de mayo efectuando ejercicios y patrullajes en el litoral norte. El crucero “Almirante Grau” y el destructor “Almirante Guise”, se hallaban completando su recorrido y carena anual en la Base Naval del Callao. Por su parte, en el puerto chileno de Valparaíso se hallaba el transporte “Rímac”, efectuando un viaje comercial, y el petrolero “Pariñas” se encontraba realizando cabotaje en la costa peruana.
Ni bien se conocieron las noticias acerca de los incidentes en la frontera con el Ecuador, el Jefe de Estado Mayor General de la Marina ordenó al Comandante General de la Escuadra el 6 de julio por la noche el envío inmediato de las unidades operativas, en virtud de lo cual se dispuso el alistamiento del destructor “Almirante Villar” y del crucero “Coronel Bolognesi”, con la misión de zarpar hacia Zorritos, para apoyar en las operaciones militares del Agrupamiento Norte. Consecuentemente a la orden recibida, el día 7 de julio, el “Almirante Villar” zarpó hacia puerto Villar en Zorritos con órdenes de reabastecerse allí y esperar órdenes, seguido luego por el “Coronel Bolognesi”, que hizo lo propio pero dirigiéndose primero al puerto de Salaverry, en donde embarcó al Batallón N° 3 de Infantería del ejército con el equipamiento respectivo, arribando a Talara dos días después.
A la llegada del “Coronel Bolognesi” a Talara, a bordo se efectuó una reunión entre el Capitán de Navío Bravo Arenas, Comandante General de la Escuadra y el General de Brigada Eloy Ureta, Comandante General del Agrupamiento Norte (AGRUNOR), con la finalidad de coordinar el apoyo requerido de las unidades de la Escuadra.
Luego, entre los días 10 y 13 de julio, el “Coronel Bolognesi” y el “Almirante Villar” efectuaron el convoyado desde el Callao hacia el norte de los transportes “Mantaro” e “Ireland” de la Compañía Peruana de Vapores, así como al petrolero “Pariñas” (que se había incorporado a la Escuadra), buques todos que transportaban tropas y pertrechos para el Ejército en el Norte.Firma del Protocolo de Río de Janeiro (1942).
Hacia el día 21, anticipando una posible acción ecuatoriana en la línea de frontera, el Agrupamiento Norte tuvo listo planes para efectuar una contraofensiva, la que finalmente se dio entre los días 22 y 23 de julio, en lo que se ha conocido como la Batalla de Zarumilla. Siendo esta situación de conocimiento del alto mando naval peruano, el 21 de julio, el jefe del Estado Mayor General de la Marina, emitió el Plan de Campaña N°1, a ejecutarse en caso de un recrudecimiento de las acciones, contemplándose la ejecución de las operaciones en cinco fases a ser desarrolladas en coordinación con el ejército y la aviación. La quinta fase, que correspondía a una escalada mayor en el conflicto, consideraba el asedio a Guayaquil, luego de haberse desembarcado y capturado las islas Puná, Santa Clara y haber bombardeado y desembarcado en Santa Helena.
Luego, el día 22 de julio hallándose en Zorritos, el Comandante General de la Escuadra recibió la Orden de Operaciones del Agrupamiento Norte N°3, en la cual se ordenaba entre otras misiones, que las unidades de la Escuadra se mantuviesen en aguas territoriales, listas a cortar las comunicaciones de Puerto Bolívar con Guayaquil, interceptando el Canal de Jambelí, especificando que el ingreso a aguas ecuatorianas se haría con orden desde AGRUNOR, en apoyo a avance terrestre, para cortar retaguardia y reabastecimiento ecuatoriano. Al día siguiente, el “Coronel Bolognesi” y el “Almirante Villar” efectuaron navegaciones de exploración y patrullaje hasta Boca Capones (que era el límite de las aguas territoriales peruanas), con el objetivo dar protección a las tropas del ejército en sus operaciones de avance hacia el norte por el lado de mar.
Según la Armada del Ecuador, el 23 de julio, personal del aviso “Atahualpa”, al mando del alférez de fragata Víctor Naranjo Fiallo repelió el ataque de los varios aviones peruanos, logrando el derribo de uno de ellos. Según el parte del alférez Naranjo, el grumete Eleuterio Chalá logró el derribo en la zona del canal de Jambelí.
Incidente de Jambelí
El 25 de julio, el “Abdón Calderón”, un pequeño cañonero artillado ecuatoriano, que ingresaba al Canal de Jambelí, se retiró hacia Puerto Bolívar, luego de avistar al destructor peruano “Almirante Villar”, efectuándose un breve intercambio de disparos sin consecuencia alguna. El Calderón también repelió varios de los ataques aéreos peruanos.
El día 25 de julio, el destructor “Almirante Villar”, zarpó de Zorritos con la misión de ingresar en aguas ecuatorianas y efectuar patrullaje y reconocimiento en la zona. Fue entonces, que hallándose en inmediaciones del canal de Jambelí, divisó al cañonero ecuatoriano “Abdón Calderón”. El buque ecuatoriano, que se hallaba en tránsito hacia Guayaquíl, ni bien reconoció al buque peruano, viró 180º respecto a su rumbo, emprendiendo huida hacia Puerto Bolívar efectuando disparos. El “Almirante Villar” hizo lo propio maniobrando en círculos evitando aproximarse demasiado a la costa por el bajo fondo allí existente, y tras 21 minutos de intercambio de disparos infructuoso por ambos lados, concluyó el incidente.
Cabe señalar que este suceso, denominado “combate” en el Ecuador, no tuvo ningún tipo de consecuencias en el desarrollo de las operaciones por parte de las unidades de la Escuadra Peruana y el destructor “Almirante Villar”, continuó sus operaciones ininterrumpidamente en el Teatro de Operaciones Norte hasta el mes de octubre de ese año. En cambio, de acuerdo a lo informado por su propio comandante, el “Abdón Calderón” sufrió graves daños en su caldera, al forzar su huida y ocultarse tras la densa vegetación existente en el Canal de Jambelí y estero de Santa Rosa.
Además, nunca se ha podido demostrar hasta la actualidad, ni documental ni materialmente con pruebas, que el destructor peruano “Almirante Villar” haya recibido los impactos y sufrido las averías que el Comandante ecuatoriano Morán, a cargo del “Abdón Calderón” presumió haber logrado en su informe.
Asimismo, se debe indicar, que a partir del ingreso de las unidades de la Escuadra Peruana en aguas ecuatorianas (25 de julio), ninguna nave ecuatoriana volvió a hacerse a la mar hasta la culminación del conflicto.
En los días subsiguientes, las naves de la Escuadra continuaron con su misión: el “Almirante Grau” y el transporte “Rímac” zarparon el 23 de julio hacia Paita y Talara transportando a dos batallones de infantería, un regimiento de caballería, 12 tanques, ganado, munición y otros pertrechos. Los submarinos “R-3” y “R-4” concluyeron su recorrido y carena, zarpando el 25 de julio e incorporándose a la escuadra en Paita el día 27. Y el último buque en partir del Callao fue el destructor “Almirante Guise”, que luego de concluir recorrido, arribo a Zorritos el 26 de julio por la tarde.
Una vez reunidas todas las unidades peruanas en el norte, se dispuso una reorganización administrativa de la Escuadra mientras durasen las operaciones por el conflicto. Mediante una orden de operaciones, el Comandante General de la Escuadra dispuso la conformación de dos bases y un grupo de exploración con base avanzada en Puerto Pizarro. En la base establecida en Paita, se hallaría un grupo de exploración conformado por el submarino “R-4” y tres hidroaviones del Cuerpo Aéreo a ser asignados para conformar el escuadrón de cooperación de la Marina; en Zorritos a cargo de COMDRA, quedaban el “Almirante Grau”, el “Almirante Villar”, el “R-3” y el “Rímac”; y en el Puerto Pizarro, a órdenes del Comandante de la División de Submarinos, quedaron el “Coronel Bolognesi”, el “Almirante Guise” y los submarinos “R-1” y “R-2”.
En preparación al avance de las tropas peruanas sobre la provincia ecuatoriana de El Oro, las unidades de la Escuadra Peruana efectuaron varias misiones en cercanías de la costa ecuatoriana. El 28 de julio, los submarinos “R-1” y “R-2” efectuaron un reconocimiento en la boca del Canal de Jambelí a fin de detectar la presencia de artillería. Al día siguiente, el “Coronel Bolognesi” y el “Almirante Guise”, durante el patrullaje frente al Canal de Jambelí, realizaron el bombardeo sobre Punta Jambelí y Puerto Bolívar, en preparación al avance peruano sobre El Oro. Como resultado de estas acciones, la población del puerto ecuatoriano evacuó dicho lugar, lográndose adicionalmente la suspensión de todo el tráfico de cabotaje hacia allí y la interrupción del transporte de tropas y abastecimientos a las guarniciones ecuatorianas del área.
Finalmente, previa la orden de cese de hostilidades emitida por el AGRUNOR para hacerla efectiva el 31 de julio a 18:00 horas, la Comandancia General de la Escuadra recibió instrucciones de efectuar la captura de Puerto Bolívar, acción que fue cumplida por personal naval procedente del crucero “Coronel Bolognesi” y del remolcador “Guardián Ríos”, buque al que se le encargó ejecutar la misión. Ese mismo día, en Puerto Bolívar desembarcó una sección con 20 hombres a cargo del Teniente Segundo Jesús Polar Valdivia de la dotación del “Coronel Bolognesi”, quienes se hallaron con la novedad que Puerto Bolívar había sido evacuado a consecuencia de los bombardeos de la Escuadra y del Cuerpo Aéreo, hallando asimismo a tres paracaidistas peruanos que habían llegado previamente allí luego de ser lanzados desde una aeronave del CAP. Los marinos peruanos permanecerían en Puerto Bolívar hasta el 18 de agosto inclusive. Durante la ocupación de Puerto Bolívar, la Armada nombró a un oficial naval peruano para desempeñar las funciones de Capitán de Puerto.
Debido al total repliegue de las naves ecuatorianas hacia Guayaquil, y dado que en el frente marítimo ya no existía ninguna amenaza, la Escuadra se fue replegando progresivamente al Callao, el “Coronel Bolognesi” llegó al primer puerto el 24 de agosto; el “Almirante Villar” el 1° de octubre, seguido por los submarinos “R-3” y “R-4” el 25 del mismo mes; mientras que en diciembre retornaron el “Almirante Guise” y los submarinos “R-1” y “R-2” los días 15, 18 y 23, respectivamente. El único buque que permaneció en Talara hasta el año siguiente fue el “Almirante Grau”, desde donde tomaría parte nuevamente con los demás buques de la Escuadra en patrullajes de guerra en el Norte por la Segunda Guerra Mundial.
Campaña aérea
Bombardeo aéreo de la localidad ecuatoriana de Arenillas hecho por los aviones bombarderos del Cuerpo Aeronáutico del Perú en la Campaña Militar del Norte y Nororiente de 1941.
El Cuerpo de Aviación del Perú (CAP) era más numeroso y tecnológicamente más avanzado que la aviación ecuatoriana de combate.
El núcleo de la aviación peruana estaba constituido por una escuadrilla de 5 cazas NA-50, conocidos como Torito, que eran una versión del North American P-64 y que habían sido entregados por Estados Unidosen mayo de 1939. Al igual que en el caso de los blindados, Ecuador prácticamente carecía de aviones de combate, pues al inicio de las hostilidades la Fuerza Aérea Ecuatoriana contaba solo con seis aviones tipo Curtiss-Wright CW-19R Sparrow, y tres biplanos de reconocimiento y ataque I.M.A.M. (Industrie Meccaniche Aeronautiche Meridionali’s) Ro-37 que se encontraban en mal estado.
El 6 de julio, la aviación militar del Perú comenzó a ejecutar varios bombardeos aéreos primero en las ciudades ecuatorianas fronterizas con el Perú de Huaquillas, Arenillas, Santa Rosa y Pasaje. 2 semanas después los aviones de guerra peruanos volvieron a invadir el espacio aéreo ecuatoriano y bombardearon sistemáticamente por 20 días seguidos las ciudades ecuatorianas de Machala, Puerto Bolívar, Loja y Guayaquil. Estas últimas distantes ya de la frontera y en lo profundo del territorio del Ecuador.
Para fines de agosto de 1941 la aviación peruana había bombardeado, las vías férreas y las estaciones del ferrocarril de la costa, por donde se exportaba el banano (principal producto de exportación del Ecuador hasta la época en que comienza la explotación del petróleo), la recientemente inaugurada Vía Panamericana, varios puentes de la Carretera Panamericana (sector de la Costa), centrales eléctricas, comisariatos de la Aduana, comisarías de los Carabineros, las bases militares ubicadas entre Huaquillas, Loja y Guayaquil, las bases navales de la Armada del Ecuador en Puerto Bolívar y Guayaquil.
Una unidad de paracaidistas del Cuerpo de Aviación del Perú eficazmente tomaron el puerto ecuatoriano de Puerto Bolívar el 31 de julio de 1941, pasando a la historia de la aviación militar, en lo que se considera la primera vez que se utilizaron fuerzas aerotransportadas en toda América.
En contraste, el Ecuador carecía también de fuerzas aerotransportadas, la aviación militar ecuatoriana no contaba con aviones para ese tipo de operaciones.
Posteriormente en 1950 el CAP cambia de denominación, adquiriendo su actual nombre Fuerza Aérea del Perú (FAP).
Inmolación del héroe de la aviación peruana Teniente CAP José Quiñones Gonzales
Esta guerra dio al Perú su primer héroe de la aviación, el Teniente CAP José Quiñones Gonzales, quien, volando un avión de caza cumpliendo una misión sobre Quebrada Seca, fue alcanzado por el fuego antiaéreo enemigo. En esa circunstancia, en vez de usar su paracaídas, dirigió su avión contra el emplazamiento de las baterías ecuatorianas, estrellándose y muriendo en el acto. Cumplió así su misión de silenciar las baterías enemigas, a costa de su vida.
El 23 de julio de 1941, la 41.ª Escuadrilla peruana despegó de Tumbes para cumplir una misión, al mando del teniente comandante CAP Antonio Alberti e integrada por los tenientes CAP Fernando Paraud y José Quiñones y el alférez CAP Manuel Rivera, a bordo de sus aviones caza North American NA-50 o Toritos. La misión consistía en bombardear el puesto enemigo de Quebrada Seca, donde los ecuatorianos habían concentrado el grueso de su artillería antiaérea y colocado ametralladoras.
Pocos minutos después de la partida ya estaban sobre el objetivo e iniciaron el bombardeo del puesto ecuatoriano de Quebrada Seca. Cuando el aparato pilotado por el teniente Quiñones, efectuó el descenso para lanzar sus bombas, fue alcanzado por el fuego antiaéreo ecuatoriano. En vez de saltar del avión y utilizar su paracaídas, en cuyo uso era diestro, Quiñones enrumbó su máquina hacia el blanco ecuatoriano, estrellándose y muriendo en el acto. Los otros aviones que conformaban la Escuadrilla 41 continuaron con su misión y efectuaron un siguiente ataque, retornando a Tumbes.
El 19 de octubre de 1941 (tres meses después de su deceso), el Coronel del Ejército de Ecuador Octavio A. Ochoa, jefe de la IV Zona Militar, entregó a nombre de las Fuerzas Armadas Ecuatorianas los restos mortales del peruano.
En homenaje a su sacrificio y en reconocimiento a su inmolación en la misión aérea contra las baterías ecuatorianas en Quebrada Seca, el Teniente CAP José Quiñones Gonzales fue ascendido póstumamente a Capitán de la Fuerza Aérea del Perú y declarado Héroe Nacional del Perú por la Ley N.° 16126 del 10 de mayo de 1966.
En julio de 1991, con motivo del 50° aniversario de su muerte y reconociendo nuevamente su heroísmo, el Banco Central de Reserva del Perú, decidió que la imagen de Quiñones aparezca en adelante en los billetes de 10 Nuevos Soles. Asimismo, cada 23 de julio(día de su inmolación) se conmemora el Día de la Fuerza Aérea del Perú.
El Congreso de la República del Perú le otorgó a título póstumo el grado de Gran General del Aire del Perú a través de la Ley Nº 29160 del 18 de diciembre de 2007. Finalmente, el 15 de abril de 2014, el Congreso aprobó dar al espacio aéreo peruano el nombre de “cielo de Quiñones”, en honor a los 100 años del nacimiento del héroe.
Bloqueo de Guayaquil
Para el 31 de agosto de 1941, y enfrentando una delicada situación política y de seguridad nacional, el Presidente del Ecuador Carlos Alberto Arroyo del Río decidió mantener una considerable parte del Ejército del Ecuador con el fin de resguardar militarmente la capital, Quito. Esta orden militar fue dada debido a informes de inteligencia provenientes de los servicios de inteligencia del Brasil, Chile y los EEUU que informan al Presidente Arroyo del Río y a los altos mandos militares ecuatorianos que Perú estaba a menos de 48 horas de Guayaquil partiendo desde Machala y Puerto Bolívar, el segundo puerto del Ecuador.
Las tropas peruanas se encontraban a menos de 170 km del área metropolitana de Guayaquil y la intención de los militares peruanos era, en el caso de que Ecuador no respete los derechos del Perú sobre las provincias de Tumbes, Jaén y Maynas, asaltar y capturar el primer puerto del Ecuador. Una vez ocupada Guayaquil, las fuerzas peruanas que se encontraban en la parte de la sierra ecuatoriana ocupada por estas partirían desde Loja, que esta a menos de 600 km de la capital, e iniciarían la ocupación militar de Quito, operación que, considerando que las fuerzas armadas ecuatorianas prácticamente habían dejado de existir en septiembre, duraría un tiempo máximo de 10 días.
Para fines de agosto de 1941 el Perú ocupó militarmente en la costa: las provincias y cantones de El Oro, Puerto Bolívar e inició el bloqueo de Guayaquil principal puerto comercial y base naval del Ecuador.
En la sierra estaban ocupadas las provincias y cantones Loja y Zamora Chinchipe.
En la selva las fuerzas armadas del Perú reivindicaron para el Perú: Sucumbios, Napo y Pastaza en las partes que corresponden a la antigua Gobernación de Quijos que, según la Real Cédula del 15 de julio de 1802, pasó al Virreinato del Perú y que Ecuador ocupó aprovechando que Perú enfrentaba a Chile en la guerra del guano y del salitre de 1879.
Fuente: Wikipedia.
Lámparas encendidas
Evangelio según San Lucas 12,32-48:
No temas, pequeño Rebaño, porque el Padre de ustedes ha querido darles el Reino.
Vendan sus bienes y denlos como limosna. Háganse bolsas que no se desgasten y acumulen un tesoro inagotable en el cielo, donde no se acerca el ladrón ni destruye la polilla.
Porque allí donde tengan su tesoro, tendrán también su corazón.
Estén preparados, ceñidos y con las lámparas encendidas.
Sean como los hombres que esperan el regreso de su señor, que fue a una boda, para abrirle apenas llegue y llame a la puerta.
¡Felices los servidores a quienes el señor encuentra velando a su llegada! Les aseguro que él mismo recogerá su túnica, los hará sentar a la mesa y se pondrá a servirlo.
¡Felices ellos, si el señor llega a medianoche o antes del alba y los encuentra así!”
Entiéndanlo bien: si el dueño de casa supiera a qué hora va llegar el ladrón, no dejaría perforar las paredes de su casa.
Ustedes también estén preparados, porque el Hijo del hombre llegará a la hora menos pensada”.
Pedro preguntó entonces: “Señor, ¿esta parábola la dices para nosotros o para todos?”.
El Señor le dijo: “¿Cuál es el administrador fiel y previsor, a quien el Señor pondrá al frente de su personal para distribuirle la ración de trigo en el momento oportuno?
¡Feliz aquel a quien su señor, al llegar, encuentre ocupado en este trabajo!
Les aseguro que lo hará administrador de todos sus bienes.
Pero si este servidor piensa: ‘Mi señor tardará en llegar’, y se dedica a golpear a los servidores y a las sirvientas, y se pone a comer, a beber y a emborracharse,
su señor llegará el día y la hora menos pensada, lo castigará y le hará correr la misma suerte que los infieles.
El servidor que, conociendo la voluntad de su señor, no tuvo las cosas preparadas y no obró conforme a lo que él había dispuesto, recibirá un castigo severo.
Pero aquel que sin saberlo, se hizo también culpable, será castigado menos severamente. Al que se le dio mucho, se le pedirá mucho; y al que se le confió mucho, se le reclamará mucho más”.
Catedral Santa Ana de Tarma
La Catedral de Santa Ana de Tarma fue construida en 1954 por disposición del entonces presidente de la República General Don José Manuel Apolinario Odría Amoretti. Tiene un estilo arquitectónico neoclásico con planta en forma de cruz latina y consta de dos torres y tres naves; en la nave central está ubicado el altar mayor donde se encuentra la imagen de Santa Ana – Patrona de Tarma- y la escultura de la Santísima Trinidad, en la nave lateral derecha se encuentra el Baptisterio, hecha de mármol de Carrara, que ostenta una hermosa escultura del bautizo de nuestro Señor Jesús y en la nave lateral izquierda se encuentra la Coral. Durante las festividades por Semana Santa y en las Fiestas de octubre es frente a la catedral y en los alrededores de la Plaza de Armas que se elaboran las vistosas y hermosas alfombras de flores silvestres que le han valido a la ciudad de Tarma la obtención del Record Guiness de la “Alfombra de Flores mas grande y Bella del Mundo”. Hasta antes de 1954 se tenía una capilla colonial, la que fue derrumbada para dar paso a la catedral. En el interior hay altares menores donde se ubican las imágenes de la Virgen de las Nubes, la Virgen de Fátima, la Virgen de Cocharcas, San Martín de Porres, el Señor de Los Milagros, Santa Rosa de Lima y las imágenes de la Virgen Dolorosa, Jesús Nazareno, el Señor de la Agonía, Cristo Yacente y Cristo Resucitado, imágenes que salen en las procesiones durante la Semana Santa. Son 18 las columnas que sostienen la estructura y bóveda de la cual se hallan suspendidas 22 artísticas arañas para su iluminación. La araña principal que cuelga de la cúpula tiene un peso de 1.5 TM. En la torre izquierda está el histórico y centenario reloj público a cuerda donado por el Mariscal Don Ramón Castilla. Al interior se hallan dos criptas con los restos del Presidente Manuel Odría y del Obispo Lorenzo Unfried.
Fuente: www.mincetur.gob.pe
Línea 2
La línea 1 del tren eléctrico, uno de los proyectos más importantes del primer gobierno de Alan García, se concluyó en el 2011, luego de muchos años de haber tenido trenes y columnas de concreto abandonados, como monumentos al derroche y la corrupción. Ahora, la línea 2 del metro de Lima empieza a mostrar demoras. Este proyecto, valorizado en US$5 mil millones, ya tiene 15 meses de retraso y acusaciones de gastos excesivos.
La Contraloría General de la República citó a la prensa para dar a conocer los resultados de la supervisión al contrato y la ejecución de este proyecto que unirá Ate y el Callao. El titular del órgano de control, Édgar Alarcón, mencionó una grave denuncia sobre un hecho que se arrastra desde el 2013.
Aquel año, Pro Inversión adelantó los trabajos en 4.3 km de la primera etapa de la obra (entre las estaciones Evitamiento y Santa Anita), para que estén operativos en julio de este año.
Según la contraloría, este anticipo generó al Estado un gasto extra de US$156 millones, pese a que ese tramo del metro no generaría un impacto significativo, pues no absorbería la gran demanda de usuarios. Además, la fecha prevista para acabarlo no se ha cumplido.
Otra de las observaciones halladas es que la ejecutora cavó cinco kilómetros de túnel con excavadoras, cuando el contrato solo estipulaba cavar un kilómetro con este método y el resto con tuneladoras, un sistema más rápido y de menor impacto.
La gravedad del asunto radica en el costo. Cada metro de túnel construido con tuneladora -fabricada a medida. cuesta US$17 mil, y con excavadora -que emplea martillos hidráulicos y explosivos- US$44 mil. Al cierre de esta edición, esto no fue explicado por el consorcio ejecutor Línea 2 del Metro ni por Pro Inversión.Retrasos y denuncias
“No se están cumpliendo los plazos de operación y entrega de terrenos. Hemos verificado los plazos y hasta ahora hay un retraso de 15 meses. Por cómo se está avanzando la ejecución, estimamos que podría duplicarse el plazo previsto para la ejecución”, dijo Alarcón. Si las palabras del contralor se cumpliesen, las obras concluirían no en el 2021 sino en el 2026.
Por estas presuntas irregularidades, la contraloría precisó que hay 23 funcionarios involucrados en un informe presentado al Juzgado Civil de Lima 36. La institución dijo esperar que el caso se investigue, por tratarse de un perjuicio económico contra el Estado.
Entre los funcionarios figuran integrantes del Comité Pro Integración, el jefe de Asesoría Jurídica y altos funcionarios de la dirección.AUMENTA EL CONTROL DE MEGAPROYECTO
Ayer se publicó en “El Peruano” una directiva que establece una nueva modalidad de intervención de la contraloría en los megaproyectos que se realizan en el país. La institución podrá dar seguimiento permanente y en forma paralela a los principales proyectos de inversión pública.
Los cinco primeros proyectos que verificará son: la línea amarilla y la línea 2 del metro, en Lima; y el gasoducto sur peruano, la refinería de Talara y la carretera Interoceánica, en el resto del país.
Fuente: Diario El Comercio y Revista PODER.
Pozo sin fondo
Por Silvia Crespo- Revista CARETAS.
Adriano Pozo Arias (25) no sale de su casa desde el pasado 16 de julio, fecha en la que cumplió once meses de carcelería en el penal de Yanamilla (Ayacucho). “Creo que hay que guardar cierto respeto por la opinión de la sociedad. Si salgo pensarían que no me importa nada. No es momento de exponerme, ya irán pasando los días y esto se irá apaciguando”, reflexiona el joven. Pozo es hijo del regidor de Ayacucho Jorge Pozo Palomino, y desde el año pasado ostenta el infame apelativo de ‘calato pegalón’.
Pozo agredió a Arlette Contreras (26) cuando se encontraban en el hotel Las Terrazas la madrugada del 12 de julio del 2015. La sentencia impuesta por el Poder Judicial de Ayacucho ha generado la indignación colectiva de la sociedad. Por ello un nutrido grupo de activistas está organizando la marcha #NiUnaMenos para el próximo 13 de agosto. La movilización ha tomado el caso de Arlette y el de la exbailarina Lady Guillén, quien fue agredida por su expareja Ronny García y este solo fue condenado a cuatro años de cárcel suspendida. Los dos, ahora, son casos-insignia en la lucha contra la violencia hacia la mujer. Ahora, desde Ayacucho y a una semana de la marcha, Adriano Pozo habla con CARETAS.
–Lo sentenciaron a un año prisión suspendida por agresiones leves pero Arlette lo acusa por tentativa de violación y feminicidio, ¿niega los cargos?
–A nivel de Fiscalía nunca me han podido probar esos cargos. En ningún momento se ha podido corroborar lo que ella dice. Dentro del mismo juicio ha habido contradicciones por parte de la fiscal como por parte de la señorita.
–¿Por qué decide arrastrarla del cabello como se ve en el video? ¿Qué pasó por tu mente en ese momento?
-Me frustré totalmente. En el hall del hotel ella decía “me quiere matar y violar”. En ningún momento le había manifestado eso.
–¿Sentía que ella era de su propiedad y quería volver a tenerla?
–No, en ese instante quería saber por qué me confundió con otra persona por tercera vez.
–¿Fueron celos?
–Sí, yo le abrí todo mi mundo. Ella estaba en reuniones familiares, podía utilizar mi celular, entraba a mi correo y a mi Facebook. La persona con la que me confunde fue su pareja y era jugador del Ayacucho Fútbol Club, el paraguayo Lucas Prieto.
–¿Es usted borderline? Arlette sostiene que usted es un peligro para la sociedad y por eso debe estar tras las rejas.
–Mi enfermedad nunca ha sido un peligro para la sociedad. Los diagnósticos psiquiátricos señalan que el trastorno es un problema para uno mismo. Tengo dependencia emocional. No es como ella quiere que parezca, no soy un monstruo o un peligro.
–Tras la sentencia, Contreras ha pasado a ser el símbolo del movimiento #NiUnaMenos. ¿Qué opina de su próxima participación en la marcha?–¿Se arrepiente de haberla atacado?
–Por supuesto, ¿cómo no me voy a arrepentir de algo que está tan mal? Yo tengo una mamá, una hermana, tengo tías y todas ellas están sufriendo con esto. Ellas son conscientes de que no todo es verdad, pero hay una agresión contra la mujer. Eso, venga de quien venga, no se puede tolerar. Cometí un error gravísimo y quizá en este instante sea una de las personas más repudiadas del Perú. Está bien que me juzguen y debo asumir las consecuencias de mis actos.
–Hay diferentes tipos de agresión. Una es la agresión física y otra la emocional. Ella al haberme confundido varias veces de nombre y generado inestabilidad, me agredió emocionalmente. Si bien ha sido víctima no se puede aceptar que una persona mienta tanto para su propio beneficio y use la figura de la violencia desproporcionadamente, habiendo casos de mujeres que verdaderamente han sufrido. No creo que ella deba ser tomada como bandera de esta marcha.
–Su padre es regidor de Ayacucho y amigo de la presidenta del Poder Judicial. ¿Existe conexión con la sentencia?
–El juicio no lo ha perdido ella por sobornos o influencias. Lo ha perdido por sus propias mentiras.
–Ella y mucha gente quieren verlo tras las rejas. En los tres meses de relación, ¿cree que Arlette lo quería realmente?
–Se supone que ella me quería, pero al parecer no es así sino lo que quería era el dinero y estaba interesada. No existió ese amor verdadero porque ella pidió una reparación civil de S/ 500 mil.
–¿Cree que la sentencia pueda variar en segunda instancia?
–(Interviene su abogado Ernesto Laynes) De ninguna manera. No ha habido ninguna intención de violar y matar. Las personas que piensan que ha habido influencias o corrupción, verán que en cualquier lugar del país el sistema es el mismo. No se trata de que Ayacucho sea un pueblo chico, machista o que haya un tipo de poder en la familia. Además el proceso no busca vengar a la sociedad sino destrozar la presunción de inocencia.
“Impossible is nothing”, dice un tatuaje en el brazo derecho de Pozo. La cita de Muhammad Ali sugiere a un amante del boxeo. Pero él no quiere hablar del tema. Erradicar por completo la violencia contra la mujer parece ser una tarea, esta sí, imposible. Según el último informe del Observatorio de Igualdad de Género de América Latina y el Caribe (OIG), el Perú es el segundo país con la mayor tasa de feminicidios en la región.
Para el penalista existe una discordia en la ley porque “para que se produzca daño psicológico la lesión física debe haber causado 30 ó más días de incapacidad”. El caso de Arlette Contreras no es aislado. Según el Observatorio de Criminalidad del Ministerio Público en Ayacucho se han presentado 18 casos de tentativas de feminicidio entre los años 2009 y 2015.
“En apariencia no hubo lesiones graves, pero el Código Penal también hace referencia a lesiones psicológicas”, precisa el experto en derecho penal Luis Lamas Puccio sobre el caso. “Si una mujer es agredida en esos términos, evidentemente eso genera una perturbación en su personalidad”, añade el penalista. El abogado agrega que las lesiones psicológicas configuraban el delito de lesiones graves “por la forma y la manera cómo se suscitaron”, precisa Lamas.
En su columna semanal del diario La República el psicoanalista Jorge Bruce precisa que en los casos de violencia contra la mujer las afectadas “han preferido no sentar una denuncia por temor a que el remedio sea peor que la enfermedad”. Añade que “solo cuando las víctimas dicen basta, se unen y exigen con coraje y firmeza que una sociedad cobarde, pacata e hipócrita, con una justicia corrupta y una policía mayormente incapaz de entenderlas, se porte a la altura de sus obligaciones, es que las cosas pueden cambiar”. Para el psicoanalista los testimonios de mujeres agredidas vertidos en el Facebook del grupo cerrado Ni una menos: movilización nacional ya “no es solo una catarsis colectiva, en la cual las mujeres se desahogan y reconfortan y siguen con sus vidas. La marcha del 13 de agosto es un punto de inflexión, estoy seguro”, finaliza Bruce.
Y para colmo el precario estado de la salud mental en el Perú se cuela en esta historia. Según el Ministerio de Salud, en el país actualmente hay 6 millones de peruanos que requieren servicios especializados para su salud mental.
Adriano Pozo es parte de esa cifra. Pozo sufre de Trastorno Límite de Personalidad (TLP) oborderline. Los que padecen esta enfermedad pueden tener impulsos no controlados, un estado cambiante de humor y un considerable nivel de agresividad. Además, el trastorno está relacionado con la crianza complaciente. Justamente Pozo pertenece a una de las familias más tradicionales de Ayacucho y fue criado bajo el abrigo de padres protectores.
El año pasado Pozo no pudo lidiar con su enfermedad y por ello abandonó sus estudios de Ingeniería Industrial en la Universidad de Lima. Ello ocasionó que vuelva a Ayacucho y descuide sus medicamentos. La noche de la fatal agresión él se encontraba bajo los efectos del alcohol.
En su reciente discurso a la Nación el presidente Pedro Pablo Kuczynski prometió luchar “contra los problemas de salud mental”. Un tema pendiente que no solo perjudica a los pacientes sino que violenta la vida de otros.
Ministro Gonzalo Tamayo
El economista Gonzalo Tamayo Flores asumió sus funciones como titular del Ministerio de Energía y Minas (MEM), en una ceremonia de transferencia donde ratificó a sus viceministros de Minas y Energia.
Tamayo Flores resaltó que el compromiso del Gobierno es que el bienestar de todos los peruanos aumente progresivamente hacia el Bicentenario de la independencia del Perú. En ese sentido, destacó que su sector tiene una gran responsabilidad pues genera importantes ingresos para el país y contribuye a mejorar la calidad de vida de los peruanos, a través de la electricidad, el gas y la actividad minera.
“Nuestra intención es recuperar el balance en los sectores donde el MEM tiene competencia, como son los recursos naturales, el desarrollo sostenible y el respeto al medio ambiente”, enfatizó ante los trabajadores, que se congregaron en el patio interior de la sede institucional, en San Borja.
El ministro también ratificó en este acto protocolar a los viceministros de Energía y Minas, Raúl Pérez-Reyes y Guillermo Shinno, respectivamente. Destacó la labor profesional de ambos funcionarios en cada uno de los sub sectores.
Cabe recordar que Tamayo Flores es economista de la Pontificia Universidad Católica del Perú, y cuenta con estudios doctorales y una maestría en Economía por la University of California–Los Angeles (UCLA).
Antes de asumir el cargo, se desempeñó como gerente general de Macroconsult, y es especialista en regulación y competencia en los sectores de infraestructura, reforma institucional y analista económico financiero.
Durante más de 20 años de experiencia ha liderado y participado en diversos estudios de regulación, evaluación de la actividad privada y competencia en industrias de electricidad, hidrocarburos, transporte, logística, entre otros.
Asimismo participó en los directorios del Fondo de Consolidado de Reservas, el Organismo Supervisor de la Inversión Privada en Telecomunicaciones (OSIPTEL) y Electroperú. También desarrolló actividades de investigación académica.
Fuente: www.minem.gob.pe
INPE bajo la lupa
Acusado de violación se suicidó en penal de Huacariz
La Tercera Fiscalía Provincial Penal Corporativa de Cajamarca investigará la muerte del profesor Luis Vásquez Da Silva. El docente se habría quitado la vida en la celda en la que permanecía tras haber sido capturado unos días antes.
Vásquez era acusado de haber abusado sexualmente de 18 alumnos de la Institución Educativa N° 112 de Cajabamba. El fiscal a cargo de la investigación será Jaime Vásquez Ramírez.
El fiscal dispuso que se tome las declaraciones a los funcionarios del Instituto Nacional Penitenciario (INPE) encargados de la seguridad del penal y del docente Vásquez. Además, también se interrogará al recluso que dio aviso de la muerte de aquel.
Además, la investigación también incluirán los resultados de la necropsia que señala como causa de muerte la asfixia por ahorcamiento. Asimismo de los diversos análisis a los que se sometió el cadáver y cuyas muestras han sido remitidas al Instituto de Medicina Legal en Lima.
En tanto, la Primera Fiscalía Provincial Penal de Cajabamba, encargada de investigar las presuntas violaciones del fallecido, se encuentra a la espera de la entrega oficial del certificado de defunción para solicitar el archivo del caso.
El fiscal Guillermo Calderón Amador dispuso que los menores afectados sigan recibiendo tratamiento psicológico especializado. En tanto, la Fiscalía Provincial Civil y Familia abrió una investigación contra el director y algunos docentes del colegio por contravención de los derechos de los menores.
Fuente: www.americatv.com.pe
INPE La Oroya es una coladera
La tarde del último domingo 3 de julio, 6 reos que permanecían internos en el penal de La Oroya, ubicado en el distrito de Santa Rosa de Sacco, departamento de Junín, fugaron del mencionado recinto penitenciario.
El INPE informó que fueron Marlon Larea Campos, Diego Rosales Araujo, Jesús Puris Arzapalo, Cristian Aguilar Rosas, Andrés Sabino de la Cruz y Teófilo Retis Gerónimo los reclusos que lograron escapar, luego de reducir a los trabajadores penitenciarios.
Se dieron a conocer algunos detalle más de la fuga, pero un video colgado en YouTube por el usuario Tony Conteras, muestra el preciso instante en que los 6 presos ya libres logran huir antes de ser atrapados por los agentes del INPE.
Las imágenes fueron captadas por una cámara de seguridad ubicada en los exteriores del recinto penitenciario y muestran claramente como los 6 sujetos salen corriendo de la cárcel y logran emprender la huída. Uno de ellos se queda rezagado al final, pero este aborda un vehículo que lo ayuda en su escape.
Luego de algunos segundos, aparecen en escena los efectivos del INPE que van tras los pasos de los delincuentes, pero sin obtener resultados favorables.
Fuente: Diario Perú21.