El Papa Francisco nombró al Padre Arthur J. Colgan CSC, como obispo auxiliar de la diócesis de Chosica (superficie 3,418 Km2, población 1’931,000, catolicos 1’706,000, sacerdotes 131, religiosos 717) en Perú. El obispo electo nació en Dorchester, Massachusetts (EE.UU.) el 8 de noviembre de 1946. Pronunció sus primeros votos religiosos en la Congregación de la Santa Cruz el 16 de julio de 1966 y su profesión solemne el 11 de agosto de 1971.
Fue ordenado sacerdote el 27 de octubre de 1973. Ha frecuentado cursos de especialización filosófica y teológica en Estados Unidos y Chile.
En su ministerio pastoral ha desempeñado diversos cargos de pastoral directa, de gobierno diocesano y de gobierno en su instituto religioso, entre ellos: Superior de la Congregación de la Santa Cruz en Perú de 1974 a 1975; Párroco de Santa Cruz en Chimbote, entre 1975 y 1982; Vicario General de la diócesis de Chimbote, desde 1982 a 1987; Secretario Ejecutivo de la Comisión Episcopal para la Acción Social de la Conferencia Episcopal de Perú.
También ha sido Vicario Episcopal de la arquidiócesis de Lima (1993-1997); Superior provincial de la provincia oriental de la Congregación de Santa Cruz en Bridgeport, Connecticut (Estados Unidos) de 2000 al 2009 y desde 2010 Vicario General de la diócesis de Chosica, cargo que desempeñaba actualmente.
Fuente: http://visnews-es.blogspot.pe y ACI Prensa.
Fundador de la Congregación de la Santa Cruz
El Beato Basilio Antonio María Moreau nació en Laigné-en-Bélin, distrito de Le Mans (Francia), el 11 de febrero de 1799. Fue el octavo de catorce hijos de una familia piadosa, tres de los cuales murieron siendo niños. Sus padres, Luis Moreau y Luisa Pioger, eran agricultores.
Con su párroco, el Padre Julián Le Provost, aprendió las primeras nociones de latín. En 1814 prosiguió los estudios en el colegio de Château-Gontier, y los terminó en el seminario mayor de Le Mans.
El 12 de agosto de 1821, con 22 años recibió la ordenación sacerdotal. En su corazón ardía el celo por las misiones, pero su obispo, Monseñor De la Myre, que lo quería para profesor en el seminario diocesano, lo envió a realizar estudios superiores, primero en San Sulpicio, en París, y después en la “Solitude D’Issy”, dirigida también por los sulpicianos. Allí permaneció de 1822 a 1823, y encontró a quien sería su padre espiritual, el Padre Gabriel Mollevaut. Al volver a Le Mans, enseñó filosofía, teología dogmática y sagrada Escritura desde 1823 hasta 1836. Al mismo tiempo, desarrolló con fruto una intensa actividad pastoral.
En 1835 su obispo, Monseñor Bouvier, le encargó la guía espiritual de la congregación de los Hermanos de San José, constituida por laicos fervorosos que tenían como misión instruir a la gente del campo de Le Mans.
En ese mismo año fundó la sociedad de Sacerdotes Auxiliares, con la finalidad de ayudar a los párrocos mediante retiros espirituales, predicaciones de misiones populares y cursillos. El 1 de marzo de 1837 el Padre Basilio unió los Sacerdotes Auxiliares con los Hermanos de San José en una única comunidad, que tomó el nombre de Congregación de la Santa Cruz.
Completó su obra en 1841, fundando la rama femenina de las Marianitas de la Santa Cruz. De ese modo, realizó su ideal de una única congregación religiosa con tres secciones, siguiendo el ejemplo de la Sagrada Familia de Nazaret: a los sacerdotes les dio el nombre de Salvatoristas; a los hermanos, el de Josefinos; y a las religiosas, el de Marianitas.
Para responder a las peticiones de los obispos, el Padre Moreau, envió a algunos de sus miembros a Argelia, Estados Unidos y Canadá para establecer nuevas casas. Por deseo expreso del Papa Pío IX, el Padre Basilio fundó en Argelia (1840) las primeras escuelas cristianas del país, contribuyó a la introducción y al progreso de la Iglesia católica en Estados Unidos (1841), en Canadá (1847), en Italia (1850) y en 1853 asumió la responsabilidad de la misión en Bengala (actualmente Bangladesh).
La vida del Padre Basilio, como la vida de casi todos los fundadores, estuvo marcada por el sufrimiento y la incomprensión, pero él se sintió siempre un simple instrumento en las manos de Dios: “La obra de la Santa Cruz -escribió a sus hijos espirituales- no es obra del hombre, sino obra de Dios mismo. (…) Por eso los exhorto a renovar el espíritu de su vocación, que es un espíritu de pobreza, castidad y obediencia”.
Más tarde, en medio de crisis y controversias en la Congregación, Moreau renuncia como Superior General. Vivió sus últimos días alejado de su comunidad, pero se mantuvo en activa predicación de las misiones hasta que su salud se lo permitió. Las Marianitas cuidaron de él hasta sus últimos días. Moreau falleció en Le Mans el 20 de enero de 1873.
Basilio Moreau, fundador de la Congregación de la Santa Cruz, fue beatificado por el Papa Benedicto XVI, el 15 de septiembre de 2007, fecha en que se celebra la Fiesta de Nuestra Señora de los Dolores, en Le Mans, Francia. El Beato Basilio Moreau sigue siendo una inspiración para los hombres y mujeres que viven su visión de “llevar esperanza a los demás” en más de 15 países de todo el mundo. En la actualidad está camino a su canonización.
Fuente: www.congregaciondesantacruz.org.pe