[Visto: 547 veces]
Por Pedro Canelo- Diario El Comercio
“Lusers” es una película castigada por sus carencias: le falta todo. Un guion que no se enciende ni con una chispita Mariposa, una dirección de actores casi ausente y un argumento tan cándido como cualquier capítulo de “Mi pequeño pony”. Dicen que un largometraje debe ser medido según el objetivo que persigue. Bajo esa escala de valores, somos generosos si solo decimos que estamos ante una cinta más que deficiente. Con otras producciones como “¡Asu Mare!”, era sensato reconocer que si querían carcajadas lo lograron sin discusión. Tenía valor desde la meta cumplida. En cambio, “Lusers” no es fiel a su naturaleza cómica, si incluían risas grabadas de series estadounidenses evitaban el papelón en algunas salas. Una vecindad sin el Chavo, Quico, Don Ramón y la Chilindrina es mil veces más graciosa que “Lusers”.
“Lusers” es una película castigada por sus carencias: le falta todo. Un guion que no se enciende ni con una chispita Mariposa, una dirección de actores casi ausente y un argumento tan cándido como cualquier capítulo de “Mi pequeño pony”. Dicen que un largometraje debe ser medido según el objetivo que persigue. Bajo esa escala de valores, somos generosos si solo decimos que estamos ante una cinta más que deficiente. Con otras producciones como “¡Asu Mare!”, era sensato reconocer que si querían carcajadas lo lograron sin discusión. Tenía valor desde la meta cumplida. En cambio, “Lusers” no es fiel a su naturaleza cómica, si incluían risas grabadas de series estadounidenses evitaban el papelón en algunas salas. Una vecindad sin el Chavo, Quico, Don Ramón y la Chilindrina es mil veces más graciosa que “Lusers”.
En ese recuento del buen cine peruano en este 2015 tampoco podríamos incluir a “Lusers”. No solo por su fallida realización, sino también porque es una coproducción sudamericana. Y en esa condición de “cine continental” se pueden ver los primeros resbalones de esta película en su accidentado desfile por las pantallas. Con ese afán por cruzar fronteras se quedaron sin la chispa del humor local, se perdió el código de una comunidad. A su capacidad para ser chistosos en todos lados le negaron el pasaporte internacional.
Tres hombres entregados a su mala suerte hacen girar el difícil timón en “Lusers”: el siempre querido Carlos Alcántara, el argentino Pablo Granados (“VideoMatch”) y el chileno Felipe Izquierdo se conocen en medio de una improvisada expedición rumbo a Río de Janeiro para ver la final del Mundial Brasil 2014. No suena mal esta idea central pero la narración de la historia está repleta de lugares comunes y de forzadas referencias a las costumbres de cada país. Dos momentos con descuidos casi estudiantiles en este largometraje dirigido por el chileno Ticoy Rodríguez: la torpe caricatura de una tribu amazónica y el viaje en una embarcación brasileña donde el único actor que se había preparado para hablar un correcto portugués fue Diego Lombardi. Podríamos hacer hasta un top ten con más escenas pero no queremos “quemarle la película” a los entusiastas que aún deseen verla.
Hay películas regulares (“¡Asu Mare!”), malas (“¡Asu Mare 2!”), pésimas (“A los 40”) y “Lusers”. Producida por la peruana Tondero y la chilena Bamboosa, esta película transnacional no es la mejor oportunidad de esparcimiento en este feriado largo que recién comienza. El octogenario Melcochita, quien con solo mirar a la cámara daría más risa que los 100 minutos de “Lusers”, podría ser el mejor jurado para darle un valor a esta cinta: No vayan.
Tres hombres entregados a su mala suerte hacen girar el difícil timón en “Lusers”: el siempre querido Carlos Alcántara, el argentino Pablo Granados (“VideoMatch”) y el chileno Felipe Izquierdo se conocen en medio de una improvisada expedición rumbo a Río de Janeiro para ver la final del Mundial Brasil 2014. No suena mal esta idea central pero la narración de la historia está repleta de lugares comunes y de forzadas referencias a las costumbres de cada país. Dos momentos con descuidos casi estudiantiles en este largometraje dirigido por el chileno Ticoy Rodríguez: la torpe caricatura de una tribu amazónica y el viaje en una embarcación brasileña donde el único actor que se había preparado para hablar un correcto portugués fue Diego Lombardi. Podríamos hacer hasta un top ten con más escenas pero no queremos “quemarle la película” a los entusiastas que aún deseen verla.
Hay películas regulares (“¡Asu Mare!”), malas (“¡Asu Mare 2!”), pésimas (“A los 40”) y “Lusers”. Producida por la peruana Tondero y la chilena Bamboosa, esta película transnacional no es la mejor oportunidad de esparcimiento en este feriado largo que recién comienza. El octogenario Melcochita, quien con solo mirar a la cámara daría más risa que los 100 minutos de “Lusers”, podría ser el mejor jurado para darle un valor a esta cinta: No vayan.