Archivo de la categoría: Espiritualidad

Tú eres el Mesías

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Evangelio según San Marcos 8,27-35: 
Jesús salió con sus discípulos hacia los poblados de Cesarea de Filipo, y en el camino les preguntó: “¿Quién dice la gente que soy yo?”.
Ellos le respondieron: “Algunos dicen que eres Juan el Bautista; otros, Elías; y otros, alguno de los profetas”.
“Y ustedes, ¿quién dicen que soy yo?”. Pedro respondió: “Tú eres el Mesías”.
Jesús les ordenó terminantemente que no dijeran nada acerca de él.
Y comenzó a enseñarles que el Hijo del hombre debía sufrir mucho y ser rechazado por los ancianos, los sumos sacerdotes y los escribas; que debía ser condenado a muerte y resucitar después de tres días; y les hablaba de esto con toda claridad. Pedro, llevándolo aparte, comenzó a reprenderlo.
Pero Jesús, dándose vuelta y mirando a sus discípulos, lo reprendió, diciendo: “¡Retírate, ve detrás de mí, Satanás! Porque tus pensamientos no son los de Dios, sino los de los hombres”.
Entonces Jesús, llamando a la multitud, junto con sus discípulos, les dijo: “El que quiera venir detrás de mí, que renuncie a sí mismo, que cargue con su cruz y me siga.
Porque el que quiera salvar su vida, la perderá; y el que pierda su vida por mí y por la Buena Noticia, la salvará.

Tomar la propia cruz para acompañar a Jesús en su camino

El papa Francisco rezó la oración y del ángelus desde la ventana de su estudio, delante de una multitud de fieles y peregrinos reunidos en la plaza de San Pedro que le recibió con un caluroso aplauso.
Antes de la oración dijo las siguientes palabras:
« ¡Queridos hermanos y hermanas, buenos días!
El evangelio de hoy nos presenta a Jesús que en camino hacia Cesarea de Filipo, interroga a los discípulos: “¿Quien dice la gente que soy yo? Estos responden que algunos lo consideran Juan el Bautista resucitado, otros Elías o uno de los grandes profetas. La gente apreciaba a Jesús, lo consideraba un ‘enviado de Dios’, pero no lograba aún a reconocerlo como el Mesías anunciado y esperado. Y Jesús pregunta nuevamente ‘¿Y ustedes quien dicen que soy yo?’.
Esta es la pregunta más importante con la cual Jesús se dirige directamente a aquellos que lo han seguido, para verificar la propia fe. Pedro en nombre de todos exclama de manera espontánea: ‘Tu eres el Cristo’.
Jesús queda impresionado con la fe de Pedro, reconoce que ésta es fruto de una gracia especial de Dios Padre. Y entonces revela abiertamente a los discípulos lo que le espera en Jerusalén, o sea que ‘El Hijo del hombre deberá sufrir mucho… ser asesinado y después de tres días resucitar’.
El mismo Pedro que ha apenas profesado su fe en Jesús como el Mesías, se escandaliza de estas palabras. Llama aparte al Maestro y le reta atención.
¿Y cómo reacciona Jesús? A su vez le llama la atención a Pedro por ésto, con palabras muy severas. ‘¡Retírate, ve detrás de mí, Satanás!, -le dice Satanás- porque tus pensamientos no son los de Dios, sino los de los hombres’.
Jesús se da cuenta que en Pedro, como en los otros discípulos –y en cada uno de nosotros– a la gracia del Padre se opone la tentación del maligno, que quiere distraerlo de la voluntad de Dios.
Anunciando que tendrá que sufrir y ser condenado a muerte para después resucitar, Jesús quiere hacerle entender a quienes los siguen que Él es un Mesías humilde y servidor. Es el Siervo obediente a la voluntad del Padre, hasta el sacrificio completo de la propia vida.
Por esto dirigiéndose a la toda la multitud que allí estaba, declara que quien quiere ser su discípulo tiene que aceptar ser siervo, como Él se ha hecho siervo, y advierte: ‘Si alguien quiere venir atrás de mi, reniegue a sí mismo, tome su cruz y me siga’.
Ponerse en el camino de Jesús significa tomar la propia cruz -todos la tenemos- para acompañarlo en su camino, un camino incómodo que no es el del éxito o de la gloria terrenal, sino el que lleva a la verdadera libertad, la libertad del egoísmo, del pecado.
Se trata de operar un neto rechazo de aquella mentalidad mundana que pone el propio yo y los propios intereses en el centro de la existencia. No esto no es lo que Jesús quiere de nosotros. En cambio nos invita a perder la propia vida por Cristo y el evangelio, para recibirla renovada y auténtica.
Podemos estar seguros, gracias a Jesús, que este camino lleva a la resurrección, a la vida plena y definitiva con Dios. Decidir seguir a nuestro Maestro y Señor que se ha hecho siervo de todos, exige una unión fuerte con Él, escuchar con atención y asiduidad su palabra, –hay que acordarse de leer todos los días un pasaje del evangelio– y en los sacramentos.
Hay jóvenes aquí en la plaza, yo les pregunto solamente: ¿han sentido el deseo de seguir a Jesús más de cerca? Piénsenlo, recen y dejen que el Señor les hable.
La Virgen María que ha seguido a Jesús hasta el Calvario, nos ayude a purificar siempre nuestra fe de las falsas imágenes de Dios, para adherir plenamente a Cristo y a su evangelio».
El Papa reza el ángelus… y a continuación dice: 
«Queridos hermanos y hermanas, hoy en Sudáfrica proclaman beato al Samuel Benedict Daswa, padre de familia, asesinado en 1990 -apenas hace 25 años- por su fidelidad al evangelio. En su vida demostró siempre gran coherencia, asumiendo con coraje actitudes cristianas y rechazando costumbres mundanas y paganas.
Su testimonio ayude especialmente a las familias a difundir la verdad y la caridad de Cristo. Y su testimonio se une al testimonio de tantos hermanos y hermanas nuestros, jóvenes, ancianos, jovencitos, niños, perseguidos, asesinados, desplazados por confesar a Jesús. A todos estos mártires, a Samuel Benedict Daswa, agradecemos su testimonio y le pedimos que rece por nosotros.
Saludo con cariño a todos los aquí presentes, romanos y peregrinos provenientes de diversos países: familias y grupos parroquiales, asociaciones. Saludo a los fieles de las diócesis de Friburgo, a la asociación ‘El árbol de Zaqueo” de Aosta, a los fieles de Corte Franca y Orzinuovi, a la Acción Católica ‘Ragazzi di Alpago’ y al grupo de motociclistas de Ravenna.
Saludo a los maestros precarios que han venido desde Cerdeña y deseo que los problemas del mundo del trabajo sean enfrentados teniendo concretamente en cuenta la familia y sus exigencias.
¡A todos les deseo una buen domingo. Y por favor no se olviden de rezar por mi !». Y concluyó con: «Buon pranzo e arrivederci!».
(Texto traducido desde el audio por ZENIT)

Francisco bendice al Perú

El Cardenal Juan Luis Cipriani asistió, el miércoles 9 de setiembre, a la audiencia general en la Plaza de San Pedro y saludó al Papa Francisco llevando el cariño del pueblo peruano y recibiendo la bendición para el Perú.
El Arzobispo de Lima se encuentra en Roma asistiendo a las reuniones de la Comisión de Economía de la Santa Sede, de la que forma parte, para realizar la reforma en la administración de las finanzas vaticanas encomendadas por el Santo Padre.
Fuente: www.arzobispadodelima.org

Mamacha Cocharcas

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Patrona de Apurímac

La imagen de Nuestra Señora de Cocharcas conocida tiernamente en la región como la Mamacha Cocharcas es una advocación mariana propia del Departamento de Apurímac, Perú. Esta efigie es de las más veneradas que se cuenta en la Nación Peruana, su culto formado a fines del siglo XVI y la gran Iglesia ubicada en la serranía de este país constituyen uno de los primeros Santuarios Marianos y foco de peregrinación en América del Sur, comparable a sus contemporáneos de Guadalupe en México y Copacabana en Bolivia.
Sebastián Quimicchi, natural de San Pedro de Cocharcas, fue favorecido por un milagro que le concedió Nuestra Señora de Copacabana, a orillas del lago Titicaca. Como agradecimiento, en 1598 mandó tallar una efigie que fuese su réplica y venerarla en su pueblo, esta imagen fue realizada por Tito Yupanqui descendiente directo de los Incas. El camino hacia el pueblo se volvió una verdadera penitencia, a la vez de emociones en los pueblos que visitaba la imagen en su trayecto, por fin llegó al pueblo y se colocó en la iglesia parroquial más cercana mientras se construía una Capilla,
En poco tiempo comenzó la Virgen a derramar abundantes milagros y ello hizo fama a su culto que creció de manera considerable, organizándose gran romería hasta su Santuario. La celebración de su fiesta está a cargo de la antigua Cofradía y los populares quimichos (nombre derivado del apellido Quimichi), son los encargados de llevar en procesión a la Virgen, por las principales calles.
Existen igualmente muchas otras réplicas de la imagen, producto de la gran devoción que fue impulsada por aquella época por sus devotos fuera del departamento de Apurímac, entre ellas las de mayor importancia se encuentran las de Lima, Sapallanga y Orcotuna (Huancayo).
La Cofradía realiza diversas peregrinaciones con réplicas llamadas “Reina Grande” y “Reina Chica” hacia las ciudades de Cuzco, Huamanga (Ayacucho) y otras localidades vecinas recaudando las limosnas que erogan los devotos. Como parte de su gran celebración regional, también se realizan corridas de toros y bailes tradicionales. Estas festividades tienen lugar después de las cosechas, asociada con las lluvias y la fertilidad de la tierra.
La Virgen es representada con un ramillete de rosas y amancay (lirio de la sierra sudamericana) en la mano derecha, mientras que en la izquierda porta al Niño Jesús con el mundo en sus manos mientras bendice al espectador. Hoy es advocación propia del Perú, desvinculada de la primitiva iconografía de “Candelaria”.
Su Fiesta se celebra el 8 de Septiembre. Este día en la Diócesis de Abancay es “Solemnidad”, y toda la región de Apurimac acude a visitar a su “Mamacha”. Las celebraciones constituyen el alma del Departamento de Apurimác, de manera especial para la provincia de Chincheros, siendo declarado por el Gobierno Regional este día “feriado” acudiendo gran cantidad de peregrinos a visitar y orar a la “Reina de los Andes Peruanos”.
Desde el año 2008 se viene restaurando el Santuario de la Virgen de Cocharcas; estos trabajos estaban a cargo del Instituto Nacional de Cultura – Dirección Regional Cusco hasta el 30 de septiembre de 2010. En la actualidad estos trabajos fueron asumidos por el Ministerio de Cultura – Dirección Regional Cusco.
Fuente: Wikipedia.

Escuchar y evangelizar

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Evangelio según San Marcos 7,31-37.
Cuando Jesús volvía de la región de Tiro, pasó por Sidón y fue hacia el mar de Galilea, atravesando el territorio de la Decápolis.
Entonces le presentaron a un sordomudo y le pidieron que le impusiera las manos.
Jesús lo separó de la multitud y, llevándolo aparte, le puso los dedos en las orejas y con su saliva le tocó la lengua.
Después, levantando los ojos al cielo, suspiró y le dijo: “Efatá”, que significa: “Abrete”.
Y enseguida se abrieron sus oídos, se le soltó la lengua y comenzó a hablar normalmente.
Jesús les mandó insistentemente que no dijeran nada a nadie, pero cuanto más insistía, ellos más lo proclamaban y, en el colmo de la admiración, decían: “Todo lo ha hecho bien: hace oír a los sordos y hablar a los mudos”.

Acoger a refugiados

El papa Francisco ha pedido a “parroquias, comunidades religiosas y monasterios” de Europa que acojan a refugiados como gesto previo al Jubileo de la Misericordia y ha anunciado que así lo van a hacer en los próximos días “las dos parroquias del Vaticano”.
“Ante la proximidad del Jubileo de la Misericordia, pido a las parroquias, a las comunidades religiosas, a los monasterios y a los santuarios de toda Europa que acojan a una familia de refugiados. Un gesto concreto en preparación al Año Santo de la Misericordia”, argumentó el papa.
“Que cada parroquia, cada comunidad religiosa, cada monasterio, cada santuario de Europa acoja a una familia comenzando por mi diócesis de Roma”, expresó Francisco desde la ventana del palacio apostólico del Vaticano durante su discurso después del rezo del Ángelus dominical al referirse a la crisis migratoria.
Jorge Bergoglio recordó que la misericordia de Dios viene reconocida a través de las obras humanas “como ya testimonió la vida de la beata Madre Teresa de Calcuta”, fallecida el 5 de septiembre de 1997.
Por ello, se dirigió expresamente a los obispos y pastores del Viejo Continente para pedirles que cumplan con esta petición, “recordando que misericordia es el segundo nombre del amor: Todo lo que hayáis hecho en favor del más pequeño de mis hermanos, a mí me lo habéis hecho”.
Y para dar ejemplo, el pontífice argentino anunció que en los próximos días “también las dos parroquias del Vaticano acogerán a dos familias de refugiados”.
El papa Francisco abordó el programa del éxodo migratorio que afronta Europa para incidir en que “no vale decir solo: ‘Valentía, paciencia'”, sino que hay que ofrecer a estas personas una esperanza concreta.
“Ante la tragedia de decenas de miles de refugiados que huyen de la muerte por la guerra y el hambre, y que han emprendido una marcha movidos por la esperanza, el Evangelio nos llama a ser ‘próximos’ a los más pequeños y abandonados. A darles una esperanza concreta”, concluyó.
Fuente: Radio Programas del Perú.

Santa Rosa de Lima

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Evangelio según San Marcos (7,1-8.14-15.21-23):
En aquel tiempo, se acercó a Jesús un grupo de fariseos con algunos escribas de Jerusalén, y vieron que algunos discípulos comían con manos impuras, es decir, sin lavarse las manos. (Los fariseos, como los demás judíos, no comen sin lavarse antes las manos restregando bien, aferrándose a la tradición de sus mayores, y, al volver de la plaza, no comen sin lavarse antes, y se aferran a otras muchas tradiciones, de lavar vasos, jarras y ollas.)
Según eso, los fariseos y los escribas preguntaron a Jesús: «¿Por qué comen tus discípulos con manos impuras y no siguen la tradición de los mayores?»
Él les contestó: «Bien profetizó Isaías de vosotros, hipócritas, como está escrito: “Este pueblo me honra con los labios, pero su corazón está lejos de mí. El culto que me dan está vacío, porque la doctrina que enseñan son preceptos humanos”. Dejáis a un lado el mandamiento de Dios para aferraros a la tradición de los hombres».
Entonces llamó de nuevo a la gente y les dijo: «Escuchen y entiendan todos: Nada que entre de fuera puede hacer al hombre impuro; lo que sale de dentro es lo que hace impuro al hombre. Porque de dentro, del corazón del hombre, salen los malos propósitos, las fornicaciones, robos, homicidios, adulterios, codicias, injusticias, fraudes, desenfreno, envidia, difamación, orgullo, frivolidad. Todas esas maldades salen de dentro y hacen al hombre impuro».
Gracias a un proyecto científico multisectorial en el que participaron investigadores peruanos y brasileños que aplicaron tecnología avanzada, se logró reconstruir el rostro original de Santa Rosa de Lima.
El trabajo comenzó el 2 de agosto cuando se exhumaron sus restos en el convento de Santo Domingo, así como también los de San Martín de Porres y San Juan Masías, que también serán sometidos a una reconstrucción facial.
Tras la exhumación, se realizaron los análisis odontológicos, antropológicos forenses y la digitalización en 3D por fotogrametría, con software de código abierto.
En el proceso participaron especialistas de la Facultad de Ingeniería de Sistemas de la Universidad Inca Garcilaso de la Vega, un equipo brasileño de Antropología Forense y Odontología Legal, la Sociedad Peruana de Odontología Legal, Forense y Criminalística y la Universidad San Martín de Porres.
La fase final del estudio se realizará en noviembre próximo en Brasil y concluirá con la exposición real de los rostros y características de los santos católicos.
Fuente: www.americatv.com.pe

Pan de Vida

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Evangelio de Juan 6,60-69:
En aquel tiempo, muchos discípulos de Jesús, al oírlo, dijeron: «Este modo de hablar es duro, ¿quién puede hacerle caso?»
Adivinando Jesús que sus discípulos lo criticaban, les dijo: «¿Esto les hace vacilar?, ¿y si vieran al Hijo del hombre subir a donde estaba antes? El espíritu es quien da vida; la carne no sirve de nada. Las palabras que os he dicho son espíritu y vida. Y con todo, algunos de ustedes no creen».
Pues Jesús sabía desde el principio quiénes no creían y quién lo iba a entregar. Y dijo: «Por eso les he dicho que nadie puede venir a mí, si el Padre no se lo concede». Desde entonces, muchos discípulos suyos se echaron atrás y no volvieron a ir con él.
Entonces Jesús les dijo a los Doce: «¿También vosotros queréis marcharos?»
Simón Pedro le contestó: «Señor, ¿a quién vamos a acudir? Tú tienes palabras de vida eterna; nosotros creemos y sabemos que tú eres el Santo consagrado por Dios». 

Arquidiócesis de Piura

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senior-cautivo-2015

X Congreso Nacional Eucarístico y Mariano

La imagen del cautivo peregrino llegó a Piura tras viajar más de siete horas desde la ciudad de Ayabaca en una comitiva que incluyó delegaciones religiosas, mayordomos, peregrinos y cinco vehículos que dispuso la empresa de transporte Cautivito.
El obispo de Chulucanas, monseñor Daniel Turley Murphy OSA, informó que la imagen salió al promediar las 4:00 a.m. e ingresó al colegio San Ignacio de Loyola pasada las 11:00 horas.
Solamente hubo un pequeño descanso en Paimas en donde el sacerdote ofreció oraciones por nuestro recorrido. En todo momento ha habido mucho apoyo de los feligreses y de la Policía Nacional”, detalló el religioso.
Varias hermandades a bordo de motos lineales flanquearon su ingreso a la ciudad desde la carretera Km 21 hasta el lugar donde permaneció preparándose para su recorrido procesional a las 4:00 p.m. rumbo al Estadio Miguel Grau de Piura donde a las 6:00 pm. se inauguró este importante evento religioso.
Todos pueden participar de este gran evento. Más de 100 mil personas van a participar. Este congreso reúne a dos cardenales entre ellos el enviado especial del Papa, 30 obispos, más de 300 sacerdotes, centenares de religiosas y miles de miles de laicos comprometidos con el Señor”, apuntó Turley.
Por su parte, el monseñor José Eguren Anselmi, arzobispo metropolitano de Piura y Tumbes, inauguró en la Universidad Nacional de Piura, el Congreso Teológico que incluyó la conferencia del cardenal Francisco Javier Errázuriz, arzobispo emérito de Santiago de Chile y la conferencia del miembro de la Comisión Teológica Internacional, Gustavo Sánchez.
A su turno, el general Dennis Pinto, jefe de la Región Policial de Piura indicó que 650 policías han sido desplazados para garantizar el orden y la seguridad durante el desarrollo del congreso Eucarístico y Mariano en sus diversas sedes piuranas.
Fuente: Radio Programas del Perú.

mechita

Por Socorro Poicón Rivas- Diario El Tiempo
El estadio Miguel Grau vibró. Más de 15 mil personas que asistieron al Congreso Nacional Eucarístico y Mariano recibieron entre aplausos y lágrimas a La Mechita. “Gracias madre mía”, fue el canto con el que la recibieron.
Las Fuerzas Armadas y la Policía le ofrecieron un homenaje a su patrona. Los altos mandos cargaron las andas de la sagrada imagen.
A la mitad del recinto, la imagen del Señor Cautivo de Ayabaca llegó al encuentro de la Virgen, el momento conmocionó a los asistentes. Algunos lloraban y cantaban al ver juntos a Madre e Hijo.
Ahora las tres grandes devociones de los piuranos participan del Congreso Nacional Eucarístico y Mariano que termina hoy domingo.  Con el cual se demuestra que Piura es un pueblo de fe, dijo el monseñor José Antonio Eguren.
La Virgen de Las Mercedes vino desde Paita y permaneció en la parroquia Sagrado Corazón de Jesús. 
Defendemos la Vida
El enviado especial del Papa, cardenal emérito  Raúl Vela, señaló que como siervo de Dios defiende la vida. El  Tiempo le consultó sobre el pronunciamiento de la primera Dama del Perú en defensa del aborto por violación, Vela dijo que no hay opinión que dar, porque ellos simplemente cumplen con el principio básico de Jesús: la defensa de la vida. “La defensa de la vida en toda circunstancia. No somos dueños de la vida”, expresó.
Les dijo a los jóvenes que ellos son el futuro, que se inserten más en la sociedad.  Y a los padres que se preocupen mucho por la educación de sus hijos.
El enviado especial del Santo Padre visitó el jueves el penal de Río Seco. Ayer la Universidad Nacional de Piura, presidida por César Reyes, le otorgó el grado de doctor Honoris Causa.

EPISCOPOLOGIO

I Obispo. Monseñor Fortunato Chirichigno Pontolido SDB.
Administrador Apostólico 1939
Primer Obispo de Piura 1940–1953.
(+ 02.1.1953)
Nació en Lima en 1880. Ordenado sacerdote Salesiano el 18 de Diciembre de 1910. De 1931 a 1938 fue Director del Colegio Salesiano de Piura. Fue nombrado Administrador Apostólico de Piura en 1939, pasando a ser en 1941 el primer Obispo de nuestra Diócesis el 15 de diciembre de 1940, tomando posesión canónica del cargo el 18 de marzo de 1941. Sus obras principales han sido la edificación del Seminario Menor de Santo Domingo Savio (hoy Seminario Arquidiocesano San Juan María Vianney) y la reedificación de la Catedral de acuerdo a la dignidad que ésta tiene, adoptando el templo la mayor parte de las características con las que hoy cuenta.
II Obispo. Monseñor Federico Pérez Silva CM.
Obispo Coadjutor 1952
Segundo Obispo de Piura 1953–1957.
(+ Trujillo, 16.10.1965)
Nació en Lima el 7 de Febrero de 1903. Fue ordenado Sacerdote de la Congregación de la Misión el 19 de Diciembre de 1925. Fue consagrado Obispo en 1946, desempeñándose como Auxiliar de Lima antes de ser nombrado en 1952 Obispo Coadjutor de Piura con derecho a sucesión de Monseñor Fortunato Chirichigno, dado su precario estado de salud. Al fallecer Monseñor Chirichigno el 02 de enero de 1953, Monseñor Federico Pérez Silva asumió el cargo de Obispo de Piura. Su obra principal ha sido la edificación del Palacio Episcopal de Piura y Santuario de Nuestra Señora de las Mercedes (Capilla).
En 1957 el Papa Pío XII lo promovió al cargo de Arzobispo Metropolitano de Trujillo, encargándole al mismo tiempo el gobierno de la Diócesis de Piura como Administrador Apostólico con facultad de Obispo Residencial.
III Obispo. Monseñor Carlos Arce Masías
Tercer Obispo de Piura (1959 – 1963)
(+ 06.1.1963)
Nació en Simbal (Trujillo) en 1903. Ordenado sacerdote el 30 de Octubre de 1927 en Roma; primer Obispo de Tacna en 1945; trasladado a Huánuco en 1956; y a nuestra Diócesis el 6 de febrero de 1959, cargo que ocupó hasta el 06 de enero de 1963, fecha en la que falleció.
En su gobierno eclesiástico, entre el 26 y 28 de agosto de 1960, Piura fue sede del VI Congreso Eucarístico Nacional, al que asistió el Señor Cardenal Richard Cushing, Arzobispo de Boston, como Legado Pontificio.
IV Obispo y I Arzobispo. Monseñor Erasmo Hinojosa Hurtado.
Coadjutor entre 1961 a 1963.
Cuarto Obispo y Primer Arzobispo de Piura.
Primer Arzobispo 1966 – 1977.
(+ 06.08.1977)
Nació en Parinacochas, Ayacucho en 1914. Ordenado sacerdote el 1 de enero de 1937. El 03 de mayo de 1961, Monseñor Erasmo Hinojosa Hurtado, fue nombrado Obispo Coadjutor de Piura, con derecho a sucesión. Al fallecer Monseñor Arce Masías, tomó el cargo de Obispo Titular de Piura, constituyéndose en el cuarto Obispo de nuestra Diócesis. Como tal, presidió las celebraciones por las Bodas de Plata de la Diócesis, participó en la II Convocatoria del Concilio Ecuménico Vaticano II.
El 30 de junio de 1966, por medio de la Bula “Sicut Pater Familiae”, el Beato Papa Pablo VI, elevó al Obispado de Piura a Arquidiócesis Metropolitana y Provincia Eclesiástica, siendo Monseñor Hinojosa constituido en Arzobispo Metropolitano de Piura (primero en ostentar este cargo).
Principales Obras: Convocó en Chiclayo el año 1968 a la Primera Reunión de los Obispos de las Diócesis Sufragáneas de Piura; en su mandato se edificó del Santuario de Nuestra Señora de las Mercedes de Paita.
II Arzobispo. Monseñor Fernando Vargas Ruiz de Somocurcio SJ.
Segundo Arzobispo (1978 – 1980)
(+ Arequipa, 08.12.2003)
Nació en Arequipa el 08 de marzo de 1918. Fue ordenado sacerdote Jesuita el 17 de diciembre de 1949, y nombrado Obispo de Huaraz en 1971. El 18 de enero de 1978, Monseñor Fernando Vargas Ruiz de Somocurcio SJ. fue nombrado Arzobispo Metropolitano de Piura. Desempeñó el cargo hasta el 26 de septiembre de 1980, fecha en la que fue nombrado Arzobispo de Arequipa. Falleció en su ciudad natal el 08 de diciembre de 2003.
III Arzobispo. Monseñor Oscar Roland Cantuarias Pastor.
Tercer Arzobispo (1981 – 2006)
Arzobispo Emérito (2006 – 2011)
(+ 08.XI.2011)
Nació en Ascope, Trujillo el 13 de mayo de 1931. Ordenado sacerdote en 1955 y Obispo en 1973. Obispo de Tacna de 1973 a 1981. Arzobispo Metropolitano de Piura entre el 09 de septiembre de 1981 y el 11 de julio de 2006, pasando luego a ser Arzobispo Emérito de Piura, hasta su muerte acaecida el 07 de noviembre de 2011. Durante su episcopado, en 1985, S.S. Juan Pablo II visitó nuestra ciudad. Entre sus principales obras destacan la realización de dos Congresos Eucarísticos Arquidiocesanos (Piura, 1985 y Tumbes, 2000); la ejecución del Hogar del Niño Piurano, entre otros.
Durante su Episcopado, la Jurisdicción Eclesiástica de Piura sufrió los embates de la naturaleza por el Fenómeno de El Niño (1983 y 1998), por lo que convocó en 1983 a una Jornada de Reflexión para la reconstrucción de Piura. También realizó en 1989 un Encuentro Regional sobre Fe y Política.
IV Arzobispo. Monseñor José Antonio Eguren Anselmi SCV.
Cuarto Arzobispo (2006–Actual)
Fue nombrado Arzobispo Metropolitano de Piura por S. S. Benedicto XVI, tomó posesión canónica de la Arquidiócesis el 22 de agosto de 2006.
Principales obras y acciones: Consagración de Arquidiócesis a Nuestra Señora de las Mercedes de Paita; el III Congreso Eucarístico y Mariano “La Eucaristía Construye El Amor En La Verdad” (VIII.2010); el Congreso Teológico Internacional “Firmes en la Fe, sed fuertes” (IX.2012); el Congreso Internacional Mariano “El acontecimiento Guadalupano en el origen de la fe y de la evangelización del Nuevo Mundo Americano” (IX.2013). También bajo su gobierno se ha realizado la restauración de la Basílica Catedral de Piura y se ha iniciado la campaña de restauración del Santuario de la Virgen de las Mercedes de Paita; la puesta en valor del Archivo Arzobispal de Piura, entre otros. Actualmente Monseñor Eguren preside la Comisión para la Familia y la Defensa de la Vida de la Conferencia Episcopal Peruana. Durante su gobierno eclesiástico la Diócesis de Piura cumple su 75 Aniversario de creación.

Monseñor Víctor de la Peña Pérez OFM

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Falleció en la enfermería del Santuario de Nuestra Señora de Regla de Chipiona (Cádiz) el 1 de julio de 2015, a los 82 años de edad, 62 de profesión religiosa, 56 de sacerdocio y 36 en la Misión de Perú. Fue un religioso de grandes valores personales, afable, sonriente y entregado siempre a su labor tanto en la enseñanza en el Seminario de Martos como en su estancia en las Misiones de Perú. Fray Víctor nació en Villaldemiro (Burgos) el 14 de septiembre de 1933. Sus padres, Amancio y Francisca, lo bautizaron el Parroquia Nuestra Señora del Rosario de Villaldemiro y fue confirmado en la misma Parroquia el 8 de abril de 1943. El 17 de septiembre de 1956 hizo su  profesión solemne en el Santuario de Regla. Recibió los Sagrados Ministerios (10-03-1956) y el Diaconado (21-11-1958) en el Santuario de Regla. En este mismo Santuario le ordenó presbítero,  Monseñor Antonio Añoveros el 3 de julio de 1959. Le consagró de Obispo Monseñor Mario Tagliaferri, Nuncio Apostólico, el día 3 de julio de 1983, en Requena (Perú).
Realizó sus primeros estudios en la escuela de su pueblo natal, ingresando en San Pantaleón el 1 de septiembre de 1946, donde completó sus estudios primarios. Seguidamente en Chipiona realizó los estudios de filosofía y teología de 1953 a 1959. En Grottaferrata, Roma, hizo la Licenciatura en Teología y Pedagogía. De 1965 a 1967 hizo la diplomatura en Psicología en el Universidad Central de Madrid. En 1973 le dieron el título de Maestro de la nación peruana en Perú.
Realizó gran actividad en la formación y enseñanza. Maestro de Hermanos no clérigos en Chipiona, San Pantaleón y Martos los años 1959-1972. En 1972 se fue a Perú donde desempeñó distintos cargos en la enseñanza y la pastoral, primero en Orellana como Vicario Cooperador, y después en Requena donde fue Superior de las misiones del Vicariato durante seis años. Definidor de la provincia San Francisco Solano entre 1981 y 1983. El 17 de diciembre de 1982 fue nombrado Obispo Auxiliar de Requena y en mayo de 1986 es nombrado Obispo Titular de Requena. De 1986-1992: Presidente de la Comisión Episcopal de Misiones.
En julio de 2005 se admite en Roma su renuncia por motivos de salud y desde su rereso a España reside como Obispo Emérito en Tarragona y apoya la Parroquia San Juan Bautista hasta octubre del 2010 que se traslada a la enfermería de Chipiona.
Escribió varios artículos en “ANTORCHA UCAYALINA” de la que fue Director desde su fundación en 1975. Recientemente la Fundación Cultura y Misión Francisco de Asís le ha publicado un libro titulado “34 años en la Amazonia peruana”.
Descanse en paz nuestro hermano Víctor.
Fuente: www.vicrequena.org/

Yo soy el pan vivo que ha bajado del cielo

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En aquel tiempo, los judíos criticaban a Jesús porque había dicho: «Yo soy el pan bajado del cielo», y decían: «No es éste Jesús, el hijo de José? ¿No conocemos a su padre y a su madre? ¿Cómo dice ahora que ha bajado del cielo?» Jesús tomó la palabra y les dijo: «No critiquéis. Nadie puede venir a mí, si no lo atrae el Padre que me ha enviado. Y yo lo resucitaré el último día. Está escrito en los profetas: «Serán todos discípulos de Dios».
Todo el que escucha lo que dice el Padre y aprende viene a mí. No es que nadie haya visto al Padre, a no ser el que procede de Dios: ése ha visto al Padre. Les aseguro: el que cree tiene vida eterna. Yo soy el pan de la vida. Vuestros padres comieron en el desierto el maná y murieron: éste es el pan que baja del cielo, para que el hombre coma de él y no muera. Yo soy el pan de vivo que ha bajado del cielo; el que coma de este pan vivirá para siempre. Y el pan que yo daré es mi carne para la vida del mundo».

Obra de Dios

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Por Antonio Elduayen Jiménez CM
Creer en Jesucristo es lo que Dios quiere que hagamos con toda nuestra alma. Es la obra que Dios pide de nosotros -opus Dei (la obra de Dios por excelencia) (Jn 5,29)-, entre las muchas obras que pudiéramos hacer para agradarle y para servir al prójimo. Jesús la dijo pensando en El como Pan de Vida y en la eucaristía, que estaba anunciando a la gente y que había anticipado en el signo de la multiplicación de los panes, que vimos el domingo pasado. El evangelio de hoy (Jn 6, 24-35) es como un puente que une el evangelio del domingo pasado sobre la multiplicación de los panes (Jn 6, 1-15) con el evangelio del próximo domingo (Jn 6,41-51). Los tres juntos, constituyen el nervio del discurso de Jesús en Cafarnaúm sobre la eucaristía.
El puente, que es el evangelio de hoy (Jn 6, 24-35), nos hace pasar por la fe, del pan que sació el hambre corporal de la gente, al pan que es el mismo Jesucristo, y que dará la vida eterna. En esto la fe juega un papel preponderante. Sólo por la fe podemos creer que el pequeño pan que el sacerdote muestra después de la consagración es Jesucristo. ¡Misterio de fe!, decimos. Y que el pequeño pan que se nos da en la comunión es la santa hostia: cuerpo, alma, espíritu y divinidad de Jesús, Jesucristo en persona. Desde luego Dios da al creyente la gracia de creer esto, pero ¿lo creemos de verdad? ¿O es sólo un hábito? El hábito de ir a comulgar
Cuando uno ve a tantos comulgando y a tan pocos adorando luego al Señor, si quiera hasta que el sacerdote se retira del altar al terminar la misa, uno piensa que se va a comulgar por comulgar… Lo mismo cuando uno ve lo poco que aparentemente la comunión cambia nuestras vidas… Sabemos que, a diferencia del pan ordinario que asimilamos en nuestro cuerpo, el pan de la eucaristía nos asimila a Cristo, nos hace (debiera hacernos) parecer más a Jesucristo. Cuando uno ve cómo Jesús llama opus Dei, la obra magna de nuestra vida, a la acogida que le damos al Señor en la eucaristía, nos apena el poco empeño y diligencia que le ponemos por llegar a tiempo y participar. ¿Podemos llamar trabajo duro por el Señor (opus Dei), al esfuerzo que hacemos por tener una buena eucaristía? Puntual, atenta y participada, con adoración por un rato en la iglesia después de la comunión y caminando siempre en su presencia?
Para terminar y abundando en lo dicho, quiero citar dos textos del evangelio, que Jesús dejó para cuantos creemos que Él es el Pan de Vida y que quien lo come tiene la vida eterna. “Trabajen no por el alimento que se acaba sino por el alimento que permanece y da vida eterna” (Jn 6, 27). “El que viene a mí no pasará hambre, y el que cree en mí nunca pasará sed” (Jn 6, 35).

Monseñor Isidro Sala

En una conmovedora carta dirigida “a mis hermanos obispos del Perú”, el Obispo de Abancay, Monseñor Isidro Sala, reveló los horrores que vivió su diócesis durante la época del terrorismo de Sendero Luminoso, en respuesta a las acusaciones hechas por la Comisión de la Verdad y la Reconciliación. La Comisión, que tuvo como tarea evaluar los efectos del terrorismo durante 20 años en el Perú, señaló a Abancay como una de las diócesis en las que supuestamente no se defendieron los derechos humanos, pese a que ninguno de los obispos implicados, ni el ex Presidente de la Conferencia Episcopal Peruana, fueron entrevistados por los comisionados de la CVR.
En la carta, Monseñor Sala señala que he leído con asombro en el nº 142 del informe final de la Comisión de la Verdad y Reconciliación (CVR), que deplora que algunas autoridades eclesiásticas de Ayacucho, Huancavelica y Abancay no hayan cumplido con su compromiso pastoral.
“Soy obispo residencial de Abancay desde noviembre de 1992 -dice el carta- y he sucedido a un santo pastor -Monseñor Pélach-, quien, con más de ocho mil horas a caballo, ha desarrollado una ingente labor pastoral y ha destacado por sus obras sociales y humanitarias, como todos los diocesanos reconocen: centros médicos, hogares para estudiantes campesinos, asilos de ancianos, comedores populares”.
Monseñor Sala señala que “No sé a qué autoridades eclesiásticas se puede referir la CVR. La diócesis de Abancay, actualmente conformada por jovencísimo clero autóctono, estaba entonces atendida por 35 sacerdotes, en su mayoría extranjeros, que desarrollaron una labor pastoral encomiable”.
Entre las obras, el Prelado señala la Casa San Martín, fundada y dirigida por el Padre Donofrio en Andahuaylas y el Hogar San Martín, dirigido por los Misioneros Identes en Abancay, acogieron a docenas de hijos de víctimas del terrorismo. En el Orfanato de las Madres de la Divina Providencia sucedía otro tanto.
Además, Cáritas de Abancay ofreció programas de apoyo antes que ninguna otra institución en las zonas más afectadas por la violencia, señaló el Obispo.
Monseñor Sala revela además los casos de párrocos y religiosas que sufrieron secuestro y amenazas por parte de SL en la provincia de Aymaraes y que varios párrocos presentaron denuncias por desapariciones de campesinos ante la Comisión de Derechos Humanos del Congreso de la República, como hizo el Padre Tomás García, párroco de Nuestra Señora de Guadalupe.
Además, el Prelado revela cómo se impartió formación moral y religiosa, formación en los derechos humanos, con horas de atención espiritual a soldados y oficiales de las Fuerzas Armadas.
Agrega, “toda la labor que no se puede cuantificar: conversiones de uno y otro bando, que quedarán siempre en el secreto. Como siempre, la Iglesia no hace propaganda”.
Por eso, Monseñor Sala se pregunta: “¿A qué autoridades eclesiásticas se puede referir el informe? ¿ De dónde sacó sus informaciones? No recuerdo haber sido visitado por ningún comisionado de la CVR”.
“Me apena comprobar la desinformación de lo que se supone es un informe; me apena el juicio sesgado, apriorístico e injusto que se emite en nombre de la verdad sobre autoridades eclesiásticas de ésta como de otras diócesis vecinas”, concluye el Prelado.
Fuente: ACI Prensa.

Multiplicación de los panes y los peces

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Por Antonio Elduayen Jiménez CM
El milagro de la multiplicación de los panes que nos cuenta Juan (6, 1-15) tiene varias lecturas. La más obvia es la de que Jesús, movido a compasión, sació el hambre del gentío que le seguía. La compasión de Jesús es de nuevo aquí la razón de ser del milagro, como lo fue de cuanto Él hizo y dijo. Otra lectura es ver en lo que hizo un signo de la eucarística, que está en el propósito de Juan, para quien el milagro de Jesús, siendo tan grande, importa sobre todo como signo de otra multiplicación: la de la eucaristía. Jesús se multiplicará a sí mismo por millones, cada día, para darse a comer a millones… Está también la lectura sociológica, que gusta mucho a los socialistas y comunistas, para quienes lo único importante del relato es el hambre del pueblo y la cuestión social que plantea.
¿Habría hecho Jesús el milagro si no hubiera contado con el muchacho que aportó los cinco panes y los dos peces? No lo sé. Probablemente sí, pero lo cierto es que sólo lo hizo cuando contó con la colaboración del muchacho. Como Dios que era, no hubiera necesitado de nadie ni de nada para hacer el milagro, pero sólo lo hizo cuando alguien le ofreció algo. La conclusión del hecho es obvia: para hacer las cosas Dios cuenta con nosotros, con nuestra colaboración. Fue así en este milagro y es así en todo, incluidos el cuidado del mundo y el desarrollo humano. Será bueno que lo recordemos.
Después de la compasión de Jesús, la colaboración fue el otro elemento indispensable en la realización del milagro. El tercer elemento fue la distribución o reparto de los panes entre la gente, previamente sentados en grupos de a 50 (Lc 9,14). La distribución de la ayuda (y de la riqueza), es casi siempre un problema muy difícil, tanto que un gran economista llegó a decir que el problema del hambre en el mundo es sobre todo un problema de distribución. En el caso de Jesús, se contó con la colaboración de los apóstoles -(de nuevo la colaboración!)- , y de la misma gente, que supo mantenerse ordenada, (quizá choqueada por el milagro que estaban presenciando).
El recojo y acopio de las sobras es algo que también llama la atención, sobre todo para nuestra cultura del descarte. Se llenaron 12 canastas, observa Juan. Lo curioso es que la orden de recoger las sobras partió de Jesús: que nada se desperdicie, dijo. Una buena lección, sobre todo en nuestros días. ¿Te sobra algo? Date un tiempo, haz un esfuerzo, recoge lo que te sobra y envíalo a tu parroquia o a los Traperos de Emaús. Y lo final, aunque no lo último, la naturalidad (humildad, sencillez, etc.) con la que Jesús actúa, sobre todo cuando la gente intenta proclamarlo Rey (Jn 6, 15). ¿Cuáles de estos 5 elementos suelen faltarnos, que es por lo que no hacemos todo el bien posible?

Arzobispo Rector

El Papa nombró arzobispo al rector de la Universidad Católica Argentina (UCA), el cordobés Víctor Manuel Fernández, de 50 años. El anuncio fue realizado de manera simultánea en Roma y en Buenos Aires a través del nuncio apostólico, Emil Tscherrig, y fue difundido a través de la agencia Aica.
Fernández fue nombrado arzobispo titular de Tiburnia, es decir, una sede en la Iglesia Católica que existe únicamente en su título. “Es una designación pensando en la Universidad. Voy a seguir con las mismas tareas. “Yo no voy a tener una diócesis a mi cargo, es simbólica esta designación. Yo sigo con las mismas actividades que hasta ahora”, explicó el rector a LV16 Radio Río Cuarto.
La ordenación será en la catedral de Buenos Aires. “Como me hacen arzobispo de la Universidad Católica Argentina, he decidió hacerlo aquí en Buenos Aires. Era más complicado realizar la ordenación en Río Cuarto o en Alcira Gigena”.
El padre “Tucho” (apodo con que se lo conoce a Fernández), narró su estrecha relación con Jorge Bergoglio desde hace tiempo. “El Papa sigue siendo Jorge Bergoglio. Sigue siendo el mismo. Sensible, pobre, cercano. Sorprende por cómo es; pero quienes lo conocemos, vemos a la misma persona. No ha cambiado sus valores”.
Fernández nació Alcira Gigena, al sur de la provincia de Córdoba, el 18 de julio de 1962 y fue ordenado sacerdote en su pueblo natal, diócesis de Villa de la Concepción del Río Cuarto, el 15 de agosto de 1986.
Es licenciado en Teología con especialización bíblica por la Pontificia Universidad Gregoriana, de Roma, en 1988, y doctor en Teología por la Facultad de Teología de la Pontificia Universidad Católica Argentina Santa María de los Buenos Aires (UCA) en 1990.
El 15 de diciembre de 2009 asumió el cargo de rector ad interim de la UCA, sucediendo a Alfredo Horacio Zecca, en tanto que el 20 de mayo de 2011 prestó juramento como rector, cargo que seguirá desempeñando como arzobispo.
Fernández es conocido también por su obra, que incluye libros y artículos sobre espiritualidad. En su ordenación episcopal en la Catedral Metropolitana, el arzobispo de Buenos Aires, Mario Poli, será el consagrante principal.
Fuente: www.lavoz.com.ar

Bergoglio a secas

Por Víctor M. Fernández- Atrio.org
Estos días escribí varias cosas por pe­dido insistente de periodistas y me parecía que esas notas debían ayu­dar al pueblo de Dios a valorar con esperanza la figura del nuevo Papa. Ahora, pensando más en los agen­tes pastorales, me gustaría entrar en otras consideraciones. No obstante, anticipo que no lo voy a hacer desde una perspectiva crítica, pero sí desde el corazón y al mismo tiempo desde convicciones bien personales.
Novedades que puede aportar Bergoglio como Papa
Prefiero decir “Bergoglio” como él siempre se presentaba a sí mismo, pero lo hago para destacar cosas que tienen que ver con característi­cas que él tuvo siempre. Porque sin duda, en esta nueva misión Dios re­cogerá providencialmente esa histo­ria personal.

  • Profundo sentido popular

La palabra “pueblo” es una de las que Bergoglio usa con brillo en los ojos. Valora al pueblo como sujeto colectivo, que debería estar en el centro de las preocupaciones de la Iglesia y de cualquier poder. No es poca cosa decir esto, cuando en algunos sectores de la sociedad y de la Iglesia el pueblo es considerado sólo como una masa llena de de­fectos que deben ser saneados por la acción educativa de los “sabios y prudentes”. No podemos igno­rar que, como obispo, siempre les insistía a los curas no sólo que fue­ran misericordiosos, sino también que supieran adaptarse a la gente, que no sostuvieran ni una moral ni unas prácticas eclesiales rígidas, que no complicaran la vida de la gente con normas bajadas autori­tariamente desde arriba. “Nosotros estamos para dar al pueblo lo que el pueblo necesita”, es una convic­ción que expresó insistentemente. Estoy convencido de que esto no es un populismo oportunista (aun­que pueden llamar lo como quieran), sino la seguridad de que el Espíritu Santo actúa en el pueblo, y lo hace con esquemas y categorías muchas veces intragables para los sectores ilustrados o acomodados, que en su incomprensión suelen demostrar el mismo autoritarismo irracional que ellos critican.

  • Constante y sentida valoración de la piedad popular

La mayor parte del pueblo argentino manifiesta su fe en el modo propio de la “religiosidad popular”, que no siempre coincide con las propuestas de la jerarquía eclesiástica, y que con un di­namismo original crea sus formas propias de expresión. Bergoglio hizo suya esta valoración positiva de la fe popular, entendida como re­sultado de la libre y misteriosa acción del Es­píritu. Cuando estábamos en Aparecida, una noche me dijo que lo que más le interesaba era que el documento conclusivo plasmara de un modo más contundente esa valoración. Me pidió un texto breve pero bien orientado en esa línea. Después me indicó algunos ajustes y me guió para completarlo y enriquecerlo. En Buenos Aires mostró de muchas maneras esta convicción, remarcando que los agentes pas­torales están al servicio de esa vida que corre por las entrañas del pueblo, que nadie es due­ño de ese dinamismo y que más que aplicar le críticas y límites hay que acompañarlo y ofre­cerle cauces.

  • Opción por los pobres

Su preferencia por los pobres es de toda la vida. Siendo arzobispo la orientó dando un especial apoyo a los curas que viven en las vi­llas y barrios pobres. Pero es una opción que se entiende en el marco de los dos puntos anteriores. El pobre no es sólo objeto de un discurso, ni siquiera de una mera asistencia, y tampoco exclusivamente de una “promoción” que lo libere de sus males. La opción por los pobres es todo eso, pero más. Porque es pres­tarles atención, tratarlos como personas que piensan, tienen sus propios proyectos, e inclu­so el derecho de expresar la fe a su modo. Son sujetos, activos y creativos desde su propia cultura, no sólo objetos de un discurso, un pensamiento o una acción pastoral. De todos modos, nadie puede decir que él no haya planteado una crítica a las causas estructura­les de la pobreza. Lo hizo de distintas maneras y en muchas ocasiones.

  • Pobreza y austeridad personal

Su pobreza personal no es oportunista ni mediática. Todos saben que fue siempre así. Austero hasta el sacrificio. Porque hay que re­conocer que cuando uno tiene responsabilida­des importantes, trata de usar los medios que le permitan optimizar el aprovechamiento del tiempo. Pero Bergoglio es coherente con su sentida opción por una vida pobre. Nunca se sintió digno de hacerse servir y son conocidos sus gestos de servicio sencillo, evitando mostrarse como superior.

  • Sencillez evangélica

El gusto por la sencillez es otro aporte que puede llegar a descolocar las prácticas y cos­tumbres del Vaticano. Sencillo no sólo en la ropa y en e! lenguaje (lejos de discursos abs­tractos) sino en las costumbres, con lo cual parece difícil que pueda soportar por mucho tiempo los modismos palaciegos, algunos ritos y formalidades que él más bien detesta, porque no reflejan la simplicidad del Evangelio de Jesús.

  • Jerarquía de verdades y virtudes

Si bien Bergoglio no es estrictamente un pro­gresista, y siente un serio respeto por las en­señanzas tradicionales de la Iglesia y de los papas anteriores, tiene claro que hay algunas cosas más centrales y medulares (el amor, la justicia, la fraternidad…) y otras que no dejan de ser secundarias. Sin restar importancia a nada, entiende que en la predicación hay que mantener una sana proporción donde la insis­tencia en cosas importantes no debería opa­car el brillo de las más importantes, de aque­llas que más directamente reflejan al Jesús del Evangelio.

  • Empeño ecuménico y amistad con el Judaismo

Como arzobispo de Buenos Aires dedicó mu­cho, muchísimo tiempo a conversar con no católicos. Una vez más, quiero destacar que no se trata de una estrategia diplomática. No es frecuente que alguien que esté lleno de compromisos dedique a los “diferentes” tanto tiempo de calidad a encuentros tan gratuitos. El año pasado se pasó varios días encerrado con un grupo de pastores, compartiendo con ellos un retiro. También se mezcló con la gen­te en el encuentro de grupos pentecostales (CRECES) del Luna Park. Recuerdo además, por mencionar algo bien conocido, sus prolonga­das conversaciones con el rabino Skorka y el gusto con que le confirió el doctorado honoris causa en la UCA a pesar de las críti­cas que esto le ocasionaba. Si éste no es un rostro abierto y dialogante de la Iglesia…
Cuestiones eclesiales
En los últimos años parece haberse desarrollado un estilo de Iglesia que no es el que Bergoglio promovería, porque él es un hombre del Concilio Vaticano II. Hay que decir con toda claridad que abogó siempre por una Iglesia misionera y servidora, no cen­trada en sí misma sino al servicio de la gente. Bergoglio abraza a las vie­jas, besa a los pobres, visita a cual­quiera, atiende o llama a las perso­nas más sencillas, pierde tiempo con gente que no tiene poder alguno, muestra una Iglesia despojada y en salida. Se cansó de pedir a los curas que estuvieran disponibles para el pueblo, que se mantuvieran abier­tos a la escucha y al diálogo, que no fueran jueces implacables, que salie­ran a las periferias, que se ocuparan de los “descartables” de la sociedad. No siempre ha sido esa la opción de algunos hombres de Iglesia. Es más, pensando que Bergoglio ya estaba por jubilarse, e imaginándo­lo encerrado en al asilo sacerdotal, abundaban las intrigas para conso­lidar con su desaparición un poder que fueron amasando en los últimos años. Yo mismo estuve en reuniones donde algunos obispos argentinos, y algún representante importante de la Santa Sede (excluyo al actual Nuncio, que es un caballero) se so­lazaban sin pudor criticando a Ber­goglio. Le cuestionaban no ser más exigente con los fieles, no remarcar mejor la identidad sacerdotal, no predicar demasiado sobre cuestio­nes de moral sexual, etcétera. Hace pocos días, antes de la elección del papa Francisco, estuve en un acto donde algunos de ellos -sin imagi­nar lo que iba a pasar- transpiraban aires de inminente victoria. Había allí otro ideal de Iglesia, poderosa, triunfante, jueza del mundo.
La concentración del poder en al­gunos sectores de la Iglesia, y la imposibilidad de resolver todos los problemas con semejante centrali­zación romana, ha dado lugar a una prepotencia que muchos obispos argentinos cuentan haber sufrido en carne propia en algunas visitas a la Santa Sede (excluyen el trato amable y respetuoso del entonces Cardenal Ratzinger).
Una triste experiencia personal: cuando, después de un tiempo de “prueba” que acordamos, el car­denal Bergoglio envió el pedido a Roma para que yo jurara formal­mente como rector de la Univer­sidad Católica, descubrimos que desde Argentina habían enviado algunos artículos míos porque los consideraban poco ortodoxos. Para mostrar lo burdo del asunto, destaco que uno de estos escritos era una brevísima nota periodística que yo había publicado muchos años atrás, por pedido de mi obispo, en un diario de Río Cuarto. En esa nota completamente ortodoxa, yo decía en pocas palabras que la Iglesia no condena a los individuos, pero SÍ se opone al matrimonio homosexual porque quiere sostener una deter­minada concepción del matrimonio. Aunque esa nota podría haber sido escrita por San Josemaría, me obje­taban que allí yo no ofrecía todos los argumentos filosóficos que requiere un tratamiento completo contra el matrimonio homosexual. ¿Quién, entonces, podría atreverse a escribir una nota periodística, un artículo de divulgación o intentar algún diálo­go con la cultura?
Por otra parte, llama la atención que esos escritos no habían sido cues­tionados anteriormente, ni para mi designación como profesor ordina­rio, ni como invitado a Aparecida, ni como decano de la facultad de Teo­logía, tres instancias que requerían una aprobación de la Santa Sede. ¿Qué extraños intereses había en la Universidad Católica que aparecían aquellos textos en ese momento (uno de ellos de veinte años atrás)? Ya antes de esta experiencia, siem­pre me preguntaba: ¿Puede ser que alguien sea cuestionado de manera anónima y que no tenga posibilidad alguna de hablar para defenderse? Para colmo de males, parecía impo­sible opinar diferente aun en asuntos de libre discusión teológica, porque todos los temas adquirían el peso de los dogmas de fe, dentro de un cuerpo doctrinal donde cada detalle parecía absolutamente intocable. En aquella ocasión yo tenía previsto un viaje a Roma, Tenía temor de que no me atendieran, pero el Cardenal mandó una carta a una Con­gregación vaticana rogando que me escucharan. Recibí un e-mail que me confirmaba una fecha y hora en que me iban a recibir. Viajé con una copia de la carta de Bergoglio en la mano. Pero ya estando allá, un día antes me avisaron que no me iban a recibir. Llamé al Cardenal, quien lamentó profundamente el episodio y me pidió paternalmente que tuviera paciencia y no me deja­ra vencer. Como objetivamente estas acusaciones no podían sostenerse, Bergoglio aguantaba aplicando uno de los principios de Juan Manuel de Rosas que él siempre cita: “el tiempo pre­valece sobre el espacio”.
El año pasado pedí nuevamente au­diencia a esa misma Congregación, que me la concedió. Cuando llegué allí me dijeron que no estaba regis­trado. Insistí y finalmente me aten­dieron sólo unos pocos minutos. En noviembre pasado, me anticipé a pedir audiencia para abril de este año. No me respondieron. Insistí en diciembre para poder organizarme. Tampoco tuve respuesta. El 4 de febrero pedí al Nuncio que reitera­ra mi pedido, pero tampoco él tuvo respuesta. La semana pasada, des­pués de la elección de Francisco, el Nuncio volvió a insistir, e inmediata­mente obtuve la audiencia solicitada en la que espero hablar con abso­luta sinceridad. Debo decir que esa Congregación suele recibir a cual­quier sacerdote, e incluso a algunos que van sin haber pedido audiencia. Cualquiera que me conozca sabe que no soy un santo ni un mártir. No juzgo las inten­ciones que pueda haber detrás de estos maltratos, pero sin duda indi­can un estilo que no es el de Bergo­glio, quien solía devolver un llamado o escribir un cariñoso saludo aun a la vieja más sencilla que le hiciera lle­gar alguna inquietud.
Sabemos que para avanzar en el estilo de Iglesia que quiere el papa Francisco hacen falta cambios y re­formas, al menos para que los pro­cedimientos sean más humanos y evangélicos. Además, considero que él puede hacerlo, aunque sea en parte, de un modo eficiente. Acos­tumbrado al poder y conociendo su astucia, creo que no será fácil enga­ñarlo. Desde un punto de vista bien teológico, sabemos que el hecho de que se haya presentado desde el primer momento, e insistentemen­te, como obispo de Roma, ya está indicando un modo de entender el ejercicio del papado. Es Papa en cuanto es obispo de una porción del mundo, lo cual indica un ejercicio del poder marcadamente descentra­lizado, que respeta procedimientos, opciones, historias y culturas locales.
Expresiones características de Bergoglio
Para terminar, comparto con uste­des un breve análisis que publiqué en Clarín (17/03/2013) sobre algunas expresiones que Bergoglio ha usado con frecuencia:

  • “Autorreferencial”. Indica una Iglesia que se mira el ombligo, encerrada en intrigas, internas o necesidades mundanas, en lugar de abrirse, de entregarse con alegría y de servir humildemente.

  • “Reza por mí”. Lo dice siempre. Muestra la conciencia de sus límites, de que necesita la ayuda permanen­te de Dios y la oración de los demás. Por eso, apenas elegido, se inclinó ante el pueblo pidiendo su oración.

  • “Descartables”. Expresa con crudeza cómo la sociedad deja afuera a los que sobran, ya que no entran en la lógica de la producción y del consu­mo. Si no tienen belleza, dinero, po­der o juventud, son arrojados como basura al cesto del olvido.

  • “Humíllate”. Es lo que le dice a una persona que está haciendo mucho bien. Porque está convencido, por su formación jesuítica, de que la humil­dad es indispensable para que no se arruinen las mejores obras: “Humi­llate, para que el Señor pueda seguir haciendo grandes cosas”. Cuando le ofrecieron el papado respondió: “Soy un pecador, pero acepto”.

  • “Audacia”. La usa para dar aliento a los que se achican o se dejan ven­cer por los temores. Para él nunca está todo perdido. No se echa atrás por más que intenten voltearlo con calumnias y ataques. Está seguro de que al final el bien y la verdad siem­pre triunfan. Yo mismo pasé por situaciones en las que habría pre­ferido desaparecer, pero él me sos­tuvo con firmeza diciendo: “Ánimo. Levanta la cabeza y no dejes que te quiten tu dignidad”.

  • “Periferias existenciales”. Invita a los agentes pastorales a no quedarse encerrados y a llegar a las periferias allí donde nadie va: “Salgan de las cuevas, salgan de las sacristías… Prefiero que los atropelle un auto; no que se queden encerrados”. Exhorta a salir de la comodidad personal o del círculo de personas agradables, para estar cerca de todos. Así lo hacía Jesús, que dedicaba tiempo al ciego del camino, al leproso, a la mujer pecadora.

  • “Fervor apostólico”. Lo dice para motivar una entrega generosa desde el corazón. Porque entiende que nadie cambia el mundo haciendo cosas por obligación. Los que han dejado huellas en la tierra siempre han tenido un fuego de fervor inte­rior que los ha movilizado. Por eso critica la “mundanidad espiritual” de los que se aterran a prácticas exter­nas o a la apariencia religiosa, pero vacíos de la fuerza interna del Espíritu.

  • “Cultura del encuentro”. Procura fomentar todo lo que acerca, une, suma, conecta a las personas y a los grupos. Es un enamorado del bien común y de la amistad social.

  • “Cuidar la fragilidad del pueblo“. Lo pide a cualquiera que tenga alguna autoridad. Nadie tiene fuerza o po­der, para obtener beneficios o glorias mundanas, sino para cuidar a ia gente, para sostener y promover a los más débiles. “Cuidar” en general es una palabra que lo define, y que él encuentra plasmada en la figura de San José.

  • “Déjate misericordear“. Es uno de sus felices neologismos. Invita a las personas que se llenan de culpas y escrúpulos a dejarse perdonar y en­volver por la ternura del Padre Dios. Como dice el jesuita Ángel Rossi: “Los más frágiles encontraron en él siempre un padre, casi diría superan­do el límite de lo que puede ser posible, con una magnanimidad con la fragilidad humana que va a marcar el papado”.

Por favor, los que queremos estar con la gente no dejemos de reconocer los valores que encarna este Papa Francisco. Hoy estos valores no son tan frecuentes. Podemos detenernos a encontrar el pelo en la leche y lo vamos a encon­trar. Pero en este mundo no existe la pureza absoluta y creo que estamos ante una oportunidad inmensa para volver a poner en el centro a Jesu­cristo y al pueblo que Dios ama. Las últimas declaraciones de Jalics, junto a la opinión de gente de iz­quierda con buena información, como Pérez Esquivel, Oliveira, Fer­nández Meijide, Navarro y otros, muestran que Bergoglio no fue cómplice de la dicta­dura, no dejó de ayudar a ocultarse o a escapar a quienes se lo pidieran e intercedió por algunos en la medi­da en que podía, porque ni siquiera era obispo. Hace treinta años Pablo Tissera, un jesuita progresista, me decía que en la dictadura Bergoglio había actuado según una convicción que tuvo siempre: “los curas tene­mos que mantenernos siempre lejos de los que tienen poder en el país, para no quedar pegados”.
Para Rossi “los pobres son los que mejor entenderán la designación de Francisco”. Cuánta gente sencilla lle­na de alegría uno se encuentra por la calle. Cuando se transmitió el acto de inicio del pontificado frente a la catedral, la plaza de mayo estaba desbordante de cristianismo popu­lar. Allí festejaban muchos villeros con banderas, murgas, bailes, imá­genes de la Virgen de Lujan en an­das… Perdámonos en el corazón del pueblo con confianza en el Espíritu y compartamos esa alegría.