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Fraude, lavado de capitales, corrupción y extorsión
El antiguo auditor del Vaticano, Libero Milone, ha asegurado que la muerte del cardenal George Pell estuvo «rodeada de misterio». «En su funeral, junto a su ataúd, le prometí que sacaríamos la verdad a la luz», declaró Milone según informa el diario «The Australian»
El economista insinuó así una conexión entre la muerte de Pell y el escándalo inmobiliario en el Vaticano. Según la investigación del medio australiano, durante meses hubo rumores en el Vaticano sobre las últimas horas de vida de Pell debido a la inusual manipulación de su cuerpo. Después de la autopsia, se dijo que su cuerpo había sido dejado «desordenado» en lugar de ser preparado como suele ser habitual.
Tras una operación rutinaria de la articulación de la cadera, el 10 de enero de 2023 en el Hospital Salvator Mundi de Roma, el ex cardenal curial australiano falleció oficialmente a consecuencia de complicaciones en el postoperatorio.
Según el periódico, fuentes anónimas cercanas al Vaticano afirmaron que la videovigilancia del hospital estaba desconectada en el momento de la muerte de Pell. La correspondiente consulta al hospital no ha recibido respuesta. También se rumorea que no había ningún médico disponible en el momento de la muerte de Pell. Tras la operación, Pell, de 81 años, se despertó inicialmente en estado estable y murió inesperadamente poco después por una paro cardíaco.
Portada de la entrevista del «The Australian».
Además, amigos cercanos en el Vaticano habían instado a Pell a que la intervención médica en su cadera se realizara en Roma y no en Australia. Según el periódico, es insólito que fuera operado en el hospital privado Salvator Mundi y no en la clínica Gemelli, cercana al Vaticano. El Hospital Gemelli es el hospital universitario de una universidad católica de Roma. Allí suelen ser atendidos los altos cargos del Vaticano, incluido el Papa.
Tras ser arzobispo de Melbourne y arzobispo de Sídney, Pell fue prefecto de la recién creada Secretaría de Asuntos Económicos de la Curia de 2014 a 2019. En 2003, fue elevado a cardenal por el papa Juan Pablo II. De 2013 a 2018, Pell fue miembro del Consejo de Cardenales, un estrecho órgano asesor del Papa Francisco. Tras surgir las primeras acusaciones de encubrimiento de abusos contra Pell en 2008, la policía australiana inició en 2017 una investigación sobre los abusos sexuales a menores cometidos por el cardenal durante su etapa como sacerdote y arzobispo en Australia. En 2018, Pell fue declarado culpable, lo que fue confirmado por un tribunal de apelación un año después. En 2020, sin embargo, esta sentencia contra el cardenal fue anulada por el máximo tribunal australiano por falta de pruebas. Pell fue encarcelado durante más de un año siendo inocente.
Como auditor del Vaticano, Milone fue un estrecho colaborador de Pell en la reorganización de las finanzas del Estado eclesiástico en la Secretaría para Asuntos Económicos del Vaticano. En 2017, Milone y otro empleado del Vaticano fueron despedidos por el arzobispo Giovanni Angelo Becciu, entonces adjunto de la Secretaría de Estado. La medida se tomó en relación con el escándalo de las propiedades que desde entonces se ha llevado ante los tribunales vaticanos. Becciu fue condenado a cinco años y medio de prisión así como al pago de una multa por fraude y malversación de fondos en 2023.
Fuente: Acnmex.com
Becciu en Australia
La Agencia de Inteligencia Financiera Australiana entregó a la policía federal del país y a la del estado de Victoria información sobre el presunto envío de cientos de miles de euros de fondos del Vaticano a Australia, a pedido del defenestrado Cardenal Angelo Becciu, supuestamente para influir en el juicio contra el Cardenal George Pell.
El Cardenal Pell había sido acusado de abuso sexual en Australia, y aunque debió pasar 13 meses en la cárcel, finalmente fue declarado inocente y liberado en abril de 2020.
La información sobre el presunto envío de fondos vaticanos la indicó Nicole Rose, jefa ejecutiva del servicio de inteligencia financiera de Australia (AUSTRAC), en una audiencia ante el Senado.
“Puedo confirmar que AUSTRAC ha revisado el asunto y hemos proporcionado información a la AFP (Policía Federal Australiana) y a la policía de Victoria“, dijo Rose al ser preguntada sobre lo publicado hace unos días por medios italianos respecto al presunto envío de 700 mil euros de fondos del Vaticano, a instancias del Cardenal Angelo Becciu, supuestamente para influir en el juicio contra el Cardenal Pell.
AUSTRAC está a cargo de monitorear transacciones financieras para prevenir el lavado de dinero, el crimen organizado, la evasión de impuestos y el terrorismo financiero.
Según el diario italiano Corriere della Sera, la presunta transferencia de fondos de la Santa Sede haría parte de un expediente que manejan investigadores y fiscales del Vaticano contra el Cardenal Becciu, que fue obligado a renunciar por su presunta vinculación con escándalos financieros durante su gestión como Sustituto (número dos) de la Secretaría de Estado del Vaticano.
De acuerdo al diario italiano Il Messaggero, las acusaciones sobre la transferencia de dinero a Australia fueron hechas por Monseñor Alberto Perlasca, quien trabajó durante años como estrecho colaborador del Cardenal Becciu en la Secretaría de Estado en la gestión de las inversiones financieras.
El Cardenal Becciu ha negado en distintas ocasiones cualquier malversación o intento para influir en el juicio contra el Cardenal Pell, quien tampoco se ha referido a las acusaciones, aunque su abogado en Australia, Robert Richter, sí ha solicitado que se investiguen.
Luego de las informaciones iniciales, algunos medios especularon con que los fondos pudieron ser enviados desde cuentas del Vaticano hacia la Nunciatura Apostólica en Australia.
El Papa Francisco recibió en Roma al Nuncio Apostólico en Australia, Monseñor Adolfo Tito Yllana, en una reunión en la que se habría tratado el tema. Sin embargo, la confirmación de AUSTRAC de que la información ya fue enviada a la policía federal y la policía de Victoria sugiere que cualquier transferencia o transferencias en investigación podrían haberse realizado fuera de los canales diplomáticos.
Si bien AUSTRAC ha enviado información a la policía federal y la policía estatal en Victoria, esta última ha recibido diversas críticas por el modo en que manejó las acusaciones contra el Cardenal Pell.
En 2013 la policía de Victoria comenzó la llamada Operación Tethering, una investigación sobre posibles delitos del Cardenal Pell. Cuando se inició no hubo víctimas que acusaran al Cardenal y tampoco había medidas legales en su contra. Pese a esto, la operación se amplió.
CNA ha informado que ambos cardenales chocaron en varias ocasiones debido a los varios intentos del Cardenal Pell para reformar las finanzas del Vaticano y para poner en práctica las reformas ordenadas por el Papa Francisco.
«Ya nadie es intocable en el Vaticano»
El director de la agencia Rome Reports detalla, en un encuentro online, algunos hechos relevantes sobre el caso Becciu.
La agencia internacional de noticias especializada en la cobertura informativa del Papa, Roma y el Vaticano, Rome Reports, organizó un encuentro online con el título: “Entender la dimisión del cardenal Angelo Becciu y las finanzas del Vaticano“.
En este encuentro, liderado por el director de la agencia, Javier Martínez-Brocal junto al Consejero Delegado, Antonio Olivié, se explicaron algunas claves sobre la dimisión del que fuera Prefecto de la Congregación para las Causas de los Santos.
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En primer lugar, extraña que, hasta el momento, la Santa Sede no haya explicado los motivos de tal decisión tomada directamente por el Papa Francisco, salvo un escueto comunicado.
También resulta sorprendente que, al día siguiente de la dimisión, el cardenal Becciu convocara una rueda de prensa a los medios en una residencia de religiosas y apareciera solo en dicha convocatoria.
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Otro de los hechos que explicaron en el encuentro es la investigación realizada por la revista italiana L’Espresso, (tras una filtración) según la cual, el cardenal Becciu habría maniobrado con fines opacos en la gestión del Óbolo de San Pedro, el fondo que recoge los donativos de los fieles para las obras de caridad del Papa. Además le acusa de haber transferido dinero hasta la cooperativa Spes, cuyo representante legal es su hermano, Tonino Becciu, pero “en ningún momento le acusa al cardenal de haber robado, ni de haberse enriquecido“, recalcó el director de Rome Reports.
Se desconoce quién o quiénes han filtrado esa información a dicha revista.
Durante la rueda de prensa, un periodista le preguntó a Becciu si no le parecería que al favorecer a alguno de sus hermanos para que realizara una determinada operación o trabajo con fondos del Vaticano, se incurría en un tráfico de intereses y un posible delito de corrupción. A esta pregunta, el cardenal admitió que todo estaba informado y que aprobaría esas operaciones.
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“Me han tratado como un pedófilo“, ha comentado en alguna ocasión Becciu.
Otra de las claves para entender esta dimisión, como indicó Martínez-Brocal, es que después de que se conociera la noticia de la renuncia de Becciu, el cardenal australiano George Pell, quien una vez encabezó la propuesta del Papa por una reforma financiera como jefe de la Secretaría de Economía del Vaticano y que fue absuelto de las acusaciones de abuso sexual infantil, emitió un comunicado alabando la decisión del Papa Francisco.
Se da la circunstancia de que Benedicto XVI nombró a Becciu Sustituto para Asuntos Generales de Secretaría de Estado. Por debajo sólo de Tarcisio Bertone y el Papa. Por lo tanto, fue el número tres del Vaticano, el encargado de asuntos internos. Por ejemplo, pasó a ser el supervisor de todos los departamentos internos y era quien disponía de los fondos reservados del Vaticano, unos 700 millones de euros. Entre esos fondos circulan cada año los donativos del Óbolo de San Pedro. Durante aquella época afrontó varias situaciones inéditas.
En 2018 Francisco lo nombró cardenal, le retiró de Sustituto y le nombró prefecto para la Congregación para las Causas de los Santos. Una circunstancia que algunos califican como una estrategia pensada del Papa Francisco.
Aunque algunos de los colaboradores de Becciu están siendo investigados, de momento existe la sentencia condenatoria del cardenal Becciu. “El Papa dice: el diablo entra por el dinero. Francisco es muy inteligente y para que haya tomado esta decisión, ha tenido que estar muy seguro y tener mucha información“, se comentó también durante el encuentro de Rome Reports.
Para resolver este asunto y otros similares, el Vaticano ha fichado al abogado italiano, Gianluca Perone como promotor de justicia del Vaticano para los delitos comerciales tras los escándalos financieros de la Santa Sede, como por ejemplo, el caso de la compra opaca de un edificio de lujo en Londres, asunto principal que ha salpicado y forzado la dimisión de Angelo Becciu. Al renunciar como cardenal, Becciu fue juzgado por los magistrados del Vaticano.
“La lectura final que hago: ya nadie es intocable en el Vaticano, nadie puede hacer lo que quiera aunque sea con buenas intenciones. La transparencia en la Santa Sede se está consiguiendo. La dimisión de Becciu entra dentro de la reforma vaticana“, concluyó el director de Rome Reports.
Fuente: Religión Confidencial.
Arzobispo Edgar Peña Parra testifica ante el Tribunal Superior británico
Giovanni Angelo Becciu y Raffaele Mincione no actuaron de buena fe
El equipo legal del Vaticano dijo que el valor declarado de 275 millones de libras (US$350 millones) para la propiedad de Londres en 2018 era una “representación fraudulenta” de su valor de mercado. En su declaración como testigo, Monseñor Edgar Peña Parra dijo que se le informó de “preocupaciones” de que el valor del edificio era menor de lo que el Vaticano había “pensado originalmente“.
Fuente: cnnespanol.cnn.com
Rechazadas las acusaciones del abogado de Mincione
En el juicio civil sobre la venta del edificio de Sloane Avenue, que continúa hasta el 18 de julio, el arzobispo negó todas las proposiciones contrarias del abogado defensor del financiero Mincione: “No acepto sus conclusiones“.
Por Salvatore Cernuzio- Vatican News.
La Santa Sede fue “víctima de un grave fraude” en la compraventa del edificio de Londres. Tres veces lo reiteró el sustituto de la Secretaría de Estado, monseñor Edgar Peña Parra, en su tercer y último interrogatorio en la Corte Real de Justicia de la capital británica, en el marco del juicio civil sobre la operación inmobiliaria de Sloane Avenue, en curso hasta el 18 de julio.
Fue una audiencia caracterizada por un clima de mayor tensión que las anteriores e intercambios a veces poco serenos, sobre todo por parte del abogado Charles Samek, defensor del financiero Raffaele Mincione (condenado en primera instancia por el Tribunal vaticano en diciembre de 2023), cuya demanda hace cuatro años dio inicio al proceso, destinado sobre todo a demostrar su “buena fe” en las negociaciones con la Secretaría de Estado.
Acusaciones
El nombre de Mincione, sin embargo, no se mencionó hasta una hora y media después del inicio de la sesión. Como en las audiencias de los días 4 y 5 de julio, las transacciones con el corredor Gianluigi Torzi, y en particular el pago por la Santa Sede de 15 millones de euros para recuperar el control de una de sus propiedades, ocuparon gran parte de las preguntas del abogado Samek. Éste, al final de la audiencia, enumeró 20 proposiciones contrarias a las posiciones de la Santa Sede, que Peña Parra negó con contundencia. Entre ellas, la afirmación de que el sustituto habría facilitado información parcial e incoherente al Papa en una nota informativa en la que se mencionaba, entre otras cosas, el asunto de Londres.
El Sustituto de la Secretaría de Estado compareció ante el Tribunal Superior de Justicia de la capital británica como testigo en el juicio civil iniciado.
El memorándum al Papa
Un punto -sobre el que el sustituto ya había respondido- rebatido por un documento aportado al inicio de la comparecencia por el defensor de la Secretaría de Estado, Samar Abbas Kazmi. Se trata de una “nota” fechada el 2 de mayo de 2019 en la que Peña Parra, que había asumido su nuevo cargo siete meses antes, reconstruía todo el asunto de Londres al Papa. Así también el asunto del pago a Torzi, certificado con facturas que indicaban servicios del intermediario que en realidad no fueron realizados, tras presiones de este último. Torzi, dijo monseñor Peña Parra en la sala, amenazó con revender el edificio. Así lo demostraba, por ejemplo, “el panfleto” que llegó a las oficinas de la Secretaría de Estado “una semana antes del inicio del momento final“, en el que se decía “abiertamente que la intención era vender el edificio“.
Omisiones y mentiras
“El señor Torzi sólo quería hacer lo que le daba la gana“, dijo el sustituto. Y lo hizo amparándose en las mil acciones con derecho a voto adquiridas con un contrato de compraventa de acciones, el suscrito en su despacho de Londres en noviembre de 2018 en presencia de dos funcionarios de la Secretaría de Estado, firmado “sin autorización” por el entonces jefe de la Oficina Administrativa, monseñor Alberto Perlasca, y ratificado por Peña Parra tras las garantías recibidas del que le habían presentado como “nuestro abogado“, Nicola Squillace (condenado en primera instancia): “Me mandó un monumento de mentiras“.
Torzi, por su parte, “después de enviar aquella factura falsa” (sobre supuestos servicios de gestión inmobiliaria) “no tuvo prácticamente ningún o muy poco contacto” con la Santa Sede, remarcó el sustituto, subrayando que Torzi solía comportarse de esta manera. Ya meses antes, recordó, “en mi despacho” había apartado del consejo de administración del Fondo Gutt a Fabrizio Tirabassi, antiguo funcionario de la Oficina Administrativa (condenado en primera instancia), el único que hasta entonces representaba a la Santa Sede.
Negociaciones con Torzi
El argumento del abogado Samek, que había esgrimido todo el tiempo, era que existía un acuerdo con Torzi. “Se pasaron meses de negociaciones con una persona que tenía sus propias razones para creer fraudulentas“, dijo. “Pagó a la misma persona 15 millones cuando ella y el Papa acordaron pagar 1 ó 2 millones“, dijo al sustituto, refiriéndose a una cifra inicial destinada a poner fin a toda relación con el corredor.
Según Samek, además, con el acuerdo de noviembre de 2018 en Londres (acuerdo marco) se había cerrado toda relación con Mincione y sus empresas. Entonces, ¿dónde estaría la tan cacareada “conspiración” entre Torzi y su cliente? Entre varios puntos, Peña Parra mencionó uno en particular, a saber, el hecho de que la esposa de Mincione seguía utilizando una oficina del edificio, que ya había sido entregada a Torzi, para sus propios negocios (“o alguien más la utilizaba para ella“), sin pagar alquiler alguno.
Las charlas con monseñor Carlino
El barrister (así se llama a los abogados que presentan la acusación ante el tribunal) insistió en que se proyectaran en las pantallas de los ordenadores de la pequeña sala 19 todos los chats entre el corredor y el entonces secretario del sustituto, monseñor Mauro Carlino, el único absuelto entre los diez acusados en el proceso vaticano, y que luego se leyeran durante unos 15 minutos seguidos. Para Samek, esos mensajes de WhatsApp prueban que “su secretario estaba en contacto con Torzi para la elaboración de una factura falsa“. Exactamente lo contrario, rebate Peña Parra, según el cual las insistentes respuestas de Torzi son una prueba clara de lo que los jueces vaticanos calificaron de ‘extorsión’. “La voluntad de Torzi era poner esas actividades falsas porque no había hecho nada por nosotros“.
Las actividades del corredor
“No estoy de acuerdo en nada. Esta es su versión de las cosas“, volvió a decir el testigo Peña Parra. “Rechazamos esa factura y las actividades que Torzi decía que hacía para nosotros, por eso dije claramente a mi equipo que mi carta no era una factura. No dije ninguna mentira“, ha afirmado, subrayando que su indicación al Credit Suisse para el desembolso de la transferencia de 5 millones era “la liquidación total y definitiva de todas nuestras obligaciones contractuales“. Sin embargo, en los anexos de este correo electrónico a Credit Suisse se indicaban otros motivos, entre ellos los servicios prestados por Torzi para propiedades en otras ciudades.
Preguntas y respuestas
En un sistema distinto al italiano, con preguntas basadas en fechas, números y documentos transmitidos inmediatamente en ordenadores y que deben ser encuadrados de inmediato, Peña Parra partía a veces de lejos en sus respuestas para ofrecer “contexto” al Tribunal. “Esta no es la ocasión para hacer discursos…, es distraer de la pregunta”, le interrumpió el letrado, llegando incluso a cuestionar el diferente uso en algunos documentos de “Santo Padre” y “Santidad“. A él mismo, el juez Robin Knowles le recordó que hiciera preguntas más cortas y centradas o que no insistiera en puntos que el testigo ya había contestado o de los que no tenía conocimiento. Como los 200 millones pagados en 2014 a la Sicav (la empresa de vehículos rastreable a la de Mincione) en Luxemburgo. ‘Yo no estaba en el Vaticano‘, respondió lacónicamente el sustituto, ‘llevaba una vida feliz en Mozambique‘.
Tras el atardecer, toda la noche
Cecilia Marogna, la misteriosa dama, entró furtivamente en el apartamento privado del cardenal Angelo Becciu un minuto después de la puesta del sol el 16 de septiembre del 2020 en el edificio del Santo Oficio y desde allí salió. Sólo salió la tarde siguiente con un sobre de mil euros en efectivo ingresados inmediatamente en su cuenta corriente en Intesa San Paolo en el cajero automático de la sucursal de Porta Angelica.
El episodio se cuenta en las 487 páginas de la citación para el juicio del ex cardenal Becciu escrita por los promotores de justicia del Vaticano según la cual atestiguaría la elección del alto prelado de mantener relaciones con la misteriosa dama por su propia cuenta y riesgo incluso después de que el asunto judicial hubiera salido a la luz y un mes antes de la detención de Marogna. El 16 de septiembre de 2020, el sol se pone a las 19.17 horas y exactamente un minuto después, la dama blanca cruza la puerta del Santo Oficio en el primer crepúsculo de la tarde. Los promotores de justicia escriben: “De la reconstrucción de los hechos realizada por el Cuerpo de Gendarmería a través del análisis de las grabaciones del sistema de videovigilancia de este Estado relativas a los días 16 y 17 de septiembre de 2020, se desprende que la señora Cecilia Marogna pasó un tiempo en Palacio del Santo Oficio donde se encuentra el apartamento del Cardenal desde las 19.18 horas del 16-9-2020 hasta las 16.18 horas del 17-9-2020“.
Fuente: www.iltempo.it
Londres, epicentro del fraude de Becciu
El 16 de diciembre del 2023, en su 86ª sesión, el tribunal vaticano dictaminó que el cardenal Becciu era responsable de la compra irregular del edificio de Sloane Avenue en Londres, ya que ésta se hizo “a petición del cardenal”.
El tribunal también le declaró culpable de malversación de fondos por transferir 125,000 euros de la Secretaría de Estado a Cáritas de la diócesis de Ozieri a través de una cooperativa presidida por su hermano Antonio Becciu.
El cardenal también fue condenado por transferir 570,000 euros del departamento vaticano a Cecilia Marogna, que no fueron utilizados para rescatar a los rehenes, como se había afirmado. Marogna fue condenada a tres años y nueve meses de prisión.
Fuente: National Catholic Register.