La caída de Blanco SAF: la prosperidad de ‘Maruja’ y sus vástagos
Por Ricardo Álvarez P. – Diario EXPRESO.
Blanco SAF deja “colgados” a más de mil inversionistas, lo que equivale a la mitad de San Isidro. La vela de la esperanza se consumió por completo. La SMV, con tardanza e irresponsabilidad, determinó la clausura, mientras “Maruja” Aguirre y sus hijos aún deben explicar S/126.6 millones.
La opereta concluyó. La agonía se prolongó por ocho meses desde que se advirtió que Blanco Sociedad Administradora de Fondos (Blanco SAF) no estaba cumpliendo con sus inversionistas (27/2/24). Finalmente, la Superintendencia del Mercado de Valores (SMV), con paso lento, ordenó la clausura, retirándole la autorización de funcionamiento luego de una intervención de siete meses. Esto reveló un forado patrimonial de S/-126.6 millones en dos únicos fondos públicos: BP6 Soles y BP7 Dólares (Res. N°136-24 8/11/24).
En cuanto a los fondos privados, la cifra sigue siendo un alarmante misterio. Por ello, las angustias y denuncias se alternaron durante este período (“Maruja en el infierno”, Expreso, 15/4/24).
El origen del colapso
Es cierto que la cuarentena por la pandemia de la COVID-19 y la posterior recesión económica multiplicaron los problemas del sistema financiero. Sin embargo, la caída de Blanco SAF comenzó en 2022, impulsada por dos factores decisivos.
El primero fue cuando la fundadora, María Luisa “Maruja” Aguirre Salazar, decidió consolidar el 100% de las acciones con sus hijos: Maruja, con 96.16%, y Diego y Micaela Ortiz de Zevallos, con 1.92% cada uno.
El segundo factor, más relevante para los incumplimientos, fue el ingreso de su excompañero del colegio Wiese, además de socio en otras aventuras empresariales (la mina Mimina Moquegua SAC y la universidad UPAL): el contador José Castillo Carazas. Primero ingresó como director (Hecho de Importancia–HI, 7/4/22), siendo presentado como “director independiente”, y luego asumió como gerente general (10/8/22).
Las desventuras se intensificaron con su llegada. Castillo traía un historial complicado, vinculado al Caso Money Flight (Peru21, 5/9/23) y a la Universidad Alas Peruanas (La República, 24/6/23). No solo eso: formó un equipo cuestionable integrado por:
Eduardo Rabanal Rojo, administrador de empresas y jefe de cobranzas.
Luis Málaga Aguilar, abogado, gerente legal y representante bursátil.
Alfonso Claro Arceo, cubano-peruano, ingeniero informático, gerente de tecnología de la información.
Percy Sandón Caldas, abogado con amplia experiencia en litigios legales, consultor jurídico y representante de Castillo en el Caso Alas Peruanas por lavado de activos.
Curiosamente, el administrador Rabanal omite en su perfil de LinkedIn su paso por Blanco SAF, aunque desempeñó las labores de cajero. Málaga, por su parte, fue compañero de Castillo en Alas Peruanas y hombre de toda su confianza; además, se desempeñó como apoderado legal de la pesquera C&H Fish SAC y gerente general de Apulso SAC, ambas financiadas por los fondos de Blanco SAF y relacionadas con “Maruja” Aguirre.
Asimismo, Alfonso Claro, conocido como “el cubano” y responsable del área tecnológica, reemplazó a Castillo como gerente general (HI, 9/4/24).
Finalmente, el abogado Percy Sandón destaca como pieza clave del equipo. Un reportaje del programa Contracorriente de Willax (6/10/24) sobre la fiscal superior Elizabeth Peralta, conocida como “la madre” de Chibolín, presentó un audio donde Castillo afirmaba: “Conozco a una fiscal que tiene las llaves del paraíso para estas cojudeces”.
También se mostraron cuatro cheques emitidos por Blanco SAF a favor de Sandón, que sumaban US$500,000 en un lapso de ocho días (24/6/22 al 1/7/22). Además, en una dación de pago, se le otorgó un inmueble valorizado en US$125,000 en mayo de 2023.
La ruleta de la fortuna
No pasa desapercibida la buena fortuna de los hijos de “Maruja”, Diego y Micaela Ortiz de Zevallos. Micaela, directora general de BTime en Perú y Chile, distribuidora de relojes Casio y Swatch, administra esta empresa mediante Apulso SAC, ambas financiadas con fondos públicos y privados de Blanco SAF.
Eso no es todo. Micaela también figura en INGEMMET como propietaria de un petitorio minero en Moquegua, donde opera una planta de beneficio de minerales de Minera Sponte SAC. Sorprende saber que esta empresa minera ha recibido préstamos de los fondos de Blanco SAF.
Este petitorio minero originalmente pertenecía a Mimina Moquegua SAC, fundada en 2007 por “Maruja” Aguirre y José Castillo Carazas. Luego, pasó a Minera del Bronce SAC, un deudor recurrente de los fondos de Blanco SAF. Es curioso que “Maruja” no haya ejecutado la garantía mobiliaria (máquinas mineras) por US$1.5 millones y, solo tras la intervención de la SMV, decidiera castigar la deuda en junio de 2024, que ascendía a US$3 millones (Oficio 4311-24-SMV, 26/9/24).
Aunque estas compañías (Mimina Moquegua SAC, Minera del Bronce SAC y Minera Sponte SAC) tienen distintas razones sociales, operan sobre el mismo activo minero propiedad de Micaela Ortiz de Zevallos.
Por otro lado, Diego Ortiz de Zevallos sorprendió a todos hace unas semanas. De ser empleado de la multinacional L’Oreal (París), pasó a adquirir una cadena de tiendas de belleza con 48 locales en España y 24 en Portugal. La noticia, publicada en El Economista de España, calificó esta compra de The Body Shop como el negocio del año en la península ibérica.
De empleado a propietario, Diego parece confirmar el dicho: “Sacristán que vende cera y no tiene cerería, ¿de dónde salen estos recursos, si no es de la sacristía?”.
Toda la información sobre los problemas financieros de Blanco SAF proviene de oficios de la SMV y Registros Públicos. La adquisición de The Body Shop por Diego Ortiz de Zevallos fue publicada en El Economista de España.