Decapitados y descuartizados: encuentran los restos de los primeros mártires coreanos, de 1791
A finales del siglo XVIII, llegó a Corea el primer sacerdote católico… y quedó asombrado de descubrir que ya había allí muchos coreanos católicos. Eran comunidades creadas y organizadas por laicos, especialmente intelectuales que habían viajado a China, habían conocido cristianos y había leído libros cristianos en chino. Incluso después de este primer contacto, tardaron en establecerse sacerdotes allí. Así, la Iglesia católica durante décadas nació y se extendió en Corea sin sacerdotes, sólo con el entusiasmo de los laicos.
Durante esta época, bajo el gobierno de la Dinastía Joseon (o Chosun), se sucedieron varias persecuciones contra los cristianos coreanos de 1791 a 1888, que causaron entre 8,000 y 10,000 muertos a lo largo de este siglo, según los historiadores. De ellos, 227 han sido formalmente beatificados como mártires.
Hallan los restos de los primeros mártires
Ahora, según recoge la agencia AsiaNews, la diócesis de Jeonju, a 240 km al sur de Seúl, ha anunciado en una rueda de prensa que con investigaciones arqueológicas y pruebas de ADN se han localizado los restos de los 3 primeros mártires cristianos de Corea, dos decapitados en 1791 y otro descuartizado en 1801.
Dos de estos mártires son los beatos Pablo Yun Ji-chung y su primo Santiago Kwon Sang-yeon, miembros de una familia noble, decapitados en 1791.
Se considera que Pablo Yun Ji-chung fue el primer coreano en convertirse al cristianismo y recibir el bautismo en 1787. Se bautizó con 28 años.
Cuatro años después, en 1791, destruyó el altar dedicado a sus antepasados en su residencia familiar. Así obedecía al obispo Gouvea de Pekín, que lo exigía a todos los cristianos bajo su pastoreo. Además, enterró a su madre con un funeral católico (tal como ella había pedido) y no confuciano.
En la corte coreana la acción de Yun Ji-chung se vio esto como un escándalo contra todo decoro y contra la tradición confuciana de respeto a los ancestros y las autoridades, clave del orden social. Fue detenido junto a su primo Santiago. Como ambos se negaron a renunciar a la fe cristiana pese a las torturas a las que se les sometió, fueron decapitados el 8 de diciembre de 1791.
Diez años después, las autoridades ejecutaron por desmembramiento a Francisco Yun Ji-heon, hermano menor de Pablo, durante la siguiente ola de persecución.
Mártires coreanos del siglo XIX y finales del XVIII
La diócesis de Jeonju explica ahora que sus restos se localizaron en marzo en Wanju, en una parcela donde se solía enterrar a los mártires y que se estaba convirtiendo en un santuario.
“El descubrimiento de los restos es un acontecimiento verdaderamente colosal y sorprendente“, ha declarado el obispo de Jeonju, Juan Kim Son-tae. “Nuestra Iglesia creció sobre los cimientos del derramamiento de sangre de los mártires y finalmente ha encontrado los restos de las personas que iniciaron la historia del martirio“.
El Papa Francisco beatificó a estos tres mártires coreanos, junto con otros 120, en su visita a Corea en 2014. En 2021, la Iglesia coreana celebra los 200 años desde el nacimiento de San Andrés Kim, primer sacerdote del país, que murió mártir en 1846 con 25 años.
Fuente: ReligiónEnLibertad.com
Mártires coreanos del siglo XIX y finales del XVIII: en la zona superior derecha, con gorro alto y un libro en las manos, el beato Pablo Yun Ji-chung.
Andrés Kim Taegon, Pablo Chong Hasang y 101 compañeros
- Pedro Yi Hoyong
- Protasius Chong Kukbo
- Magdalena Kim Obi
- Anna Pak Agi
- Águeda Yi Sosa
- Águeda Kim Agi
- Augustino Yi Kwanghon
- Barbara Han Agi
- Lucía Pak Huisun
- Damián Nam Myonghyok
- Pedro Kwon Tugin
- José Chang Songjib
- Barbara Kim
- Barbara Yi
- Rosa Kim Nosa
- Marta Kim Songim
- Teresa Yi Maeim
- Ana Kim Changgum
- John Baptist Yi Kwangnyol
- Magdalena Yi Yonghui
- Lucia Kim Nusia
- Maria Won Kwiim
- Maria Pak Kunagi
- Barbara Kwon Hui
- Johannes Pak Hujae
- Barbara Yi Chonghui
- Maria Yi Yonhui
- Agnes Kim Hyochu
- Francis Choe Kyonghwan
- Laurent-Joseph-Marius Imbert
- Pierre-Philibert Maubant
- Jacques-Honoré Chastan
- Pablo Chong Hasang
- Augustine Yu Chinkil
- Magdalena Ho Kyeim
- Sebastian Nam Igwan
- Kim Iulitta
- Agatha Chon Kyonghyob
- Charles Cho Shinchol
- Ignatius Kim Chejun
- Magdalena Pak Pongson
- Perpetua Hong Kimju
- Columba Kim Hyoim
- Lucia Kim Kopchu
- Catherine Yi
- Magdalena Cho
- Peter Yu Taechol
- Cecilia Yu Sosa
- Barbara Cho Chungi
- Magdalena Han Yongi
- Peter Choe Changhub
- Benedicta Hyong Kyongnyon
- Elizabeth Chong Chonghye
- Barbara Ko Suni
- Magdalena Yi Yongdok
- Teresa Kim
- Agatha Yi
- Stephan Min Kukka
- Andrew Chong Hwagyong
- Paul Ho Hyob
- Augustine Pak Chongwon
- Peter Hong Pyongju
- Magdalena Son Sobyok
- Agatha Yi Kyongi
- Maria Yi Indok
- Agatha Kwon Chini
- Paul Hong Yongju
- Johannes Yi Munu
- Barbara Choe Yongi
- Anthony Kim Songu
- Andrés Kim Taegon (Andrew Kim Taegon)
- Charles Hyon Songmun
- Peter Nam Kyongmun
- Lawrence Han Ihyong
- Susanna U Surim
- Joseph Im Chipek
- Teresa Kim Imi
- Agatha Yi Kannan
- Peter Yu Chongnyul
- Catherina Chong Choryom
- Siméon-François Berneux
- Simon-Marie-Just Ranfer de Bretenières
- Pierre-Henri Dorie
- Bernard-Louis Beaulieu
- John Baptist Nam Chongsam
- John Baptist Chon Changun
- Peter Choe Hyong
- Mark Chong Uibae
- Alexis U Seyong
- Marie-Nicolas-Antoine Daveluy
- Martin-Luc Huin
- Pierre Aumaitre
- Joseph Chang Chugi
- Lucas Hwang Soktu
- Thomas Son Chason
- Peter Cho Hwaso
- Peter Son Sonji
- Peter Yi Myongso
- Joseph Han Wonso
- Peter Chong Wonji
- Joseph Cho Yunho
- Juan Yi Yun-il
Paul Yunji Chung y 123 compañeros (beatificados en 2014)
- Paul Yun Ji Chung
- Jacob Gwon Sangyeon
- Peter Won Sijang
- Paul Yun Yuil
- Matthew Choe Ingil
- Sabas Jihwang
- Paul Yi Dogi
- Francis Bang
- Lawrence Pak Chwideuk
- Jacob Won Sibo
- Peter Jeong Sanpil
- Francis Bae Gwangyeom
- Martin In Eonmin
- Francis Yi Bohyeon
- Peter Jo Yongsam
- Barbara Simagi
- Johannes Choe Changhyeon
- Augustine Jeong Yakjong
- Francis Xavier Hong Gyoman
- Thomas Choe Pilgong
- Luke Hong Nakmin
- Marcellinus Choe Changju
- Martin Yi Jungbae
- Johannes Won Gyeongdo
- Jacob Yun Yuo
- Barnabas Kim Ju
- Peter Choe Pilje
- Lucia Yun Unhye
- Candida Jeong Bokhye
- Thaddeus Jeong Inhyeok
- Carol Jeong Cheolsang
- Jacob Chu Munmo
- Paul Yi Gukseung
- Columba Gang Wansuk
- Susanna Gang Gyeongbok
- Matthew Kim Hyeonu
- Bibiana Mun Yeongin
- Juliana Kim Yeoni
- Anthony Yi Hyeon
- Ignatius Choe Incheol
- Agatha Han Sinae
- Barbara Jeong Sunmae
- Agatha Yun Jeomhye
- Andrew Kim Gwangok
- Peter Kim Jeongduk
- Stanislaus Han Jeongheum
- Matthew Choe Yeogyeom
- Andrew Gim Jonggyo
- Philip Hong Pilju
- Augustine Yu Hanggeom
- Francis Yun Jiheon
- Johannes Yu Jungcheol
- Johannes Yu Munseok
- Paul Hyeon Gyeheum
- Francis Kim Sajip
- Gervasius Son Gyeongyun
- Carol Yi Gyeongdo
- Simon Kim Gyewan
- Barnabas Jeong Gwangsu
- Anthony Hong Ikman
- Thomas Han Deokun
- Simon Hwang Ilgwang
- Leo Hong In
- Sebastian Kwon Sangmun
- Lutgrada Yi Suni
- Matthew Yu Jungseong
- Pius Kim Jinhu
- Agatha Magdalena Kim Yundeok
- Alexis Kim Siu
- Francis Choe Bonghan
- Simon Kim Gangi
- Andrew Seo Seokbong
- Francis Kim Huiseong
- Barbara Ku Seongyeol
- Anna Yi Simi
- Peter Ko Seongdae
- Joseph Ko Seongun
- Andrew Kim Jonghan
- Jacob Kim Hwachun
- Peter Jo Suk
- Teresa Kwon
- Paul Yi Gyeongeon
- Paul Pak Gyeonghwa
- Ambrose Kim Sebak
- Richard An Gunsim
- Andrew Yi Jaehaeng
- Andrew Pak Saui
- Andrew Kim Sageon
- Job Yi Ileon
- Peter Sin Taebo
- Peter Yi Taegwon
- Paul Jeong Taebong
- Peter Gim Daegwon
- Johannes Cho Haesong
- Anastasia Kim Joi
- Barbara Kim Joi
- Anastasia Yi Bonggeum
- Brigida Choe
- Protasius Hong Jaeyeong
- Barbara Choe Joi
- Magdalena Yi Joi
- Jacob Oh Jongrye
- Maria Yi Seongrye
- Thomas Jang
- Thaddeus Ku Hanseon
- Paul Oh Banji
- Mark Sin Seokbok
- Stephan Kim Wonjung
- Benedict Song
- Peter Song
- Anna Yi
- Felix Peter Kim Giryang
- Matthias Pak Sanggeun
- Anthony Jeong Chanmun
- Johannes Yi Jeongsik
- Martin Yang Jaehyeon
- Peter Yi Yangdeung
- Luke Kim Jongryun
- Jacob Heo Inbaek
- Francis Pak
- Margarita Oh
- Victor Pak Daesik
- Peter Joseph Yun Bongmun
Francisco de Borja Hong Yong-ho era el obispo de Pyongyang; hasta 2013 la Iglesia aún lo consideraba sólo “desaparecido“; ya se le da por muerto y mártir.
300 coreanos camino de los altares
La comisión especial de los obispos coreanos para la canonización de los santos ha iniciado el proceso nacional que llevará a la beatificación -y posterior canonización- de dos grupos de mártires: el del sacerdote Juan Bautista Yi Byeok y sus 132 compañeros y el de Francisco Borja Yong-ho, primer obispo de Pyongyang y sus 80 compañeros, según informa Asia News.
El Vaticano permitió que el proceso fuese “nacional” y no “diocesano”, dado que los mártires en examen pertenecen a diversas partes del país.
El primer grupo está constituido por mártires asesinados entre 1785 y 1879, durante la dinastía Joseon. Entre ellos destaca el nombre de Juan Bautista Yi Byeok (1754-1785), proveniente de una familia de dignatarios de la corte. Se convirtió al cristianismo y pasó a ser uno de los primeros evangelizadores de Corea. En el grupo están presentes también todos los miembros de su familia, condenada a causa de la fe.
Valentía frente al horror
Otros martirios en examen son el de Tomás Kim Pem-ou, muerto en el exilio, y el de Alessio Hwang Sa-yeong (1775-1801) del cual se sabe que fue ejecutado por la práctica del lingchi: en la que los brazos y las piernas del reo son atadas a cuatro caballos que corren en distintas direcciones descuartizando el cuerpo.
Los 133 miembros de este grupo eran laicos, lo cual confirma la importancia del laicado en el nacimiento y en la difusión de la primitiva Iglesia coreana.
El segundo grupo está formado por los mártires del período moderno de Corea: algunos fueron asesinados durante la masacre de Jeju (1901); otros bajo la persecución comunista después de la guerra coreana y la división entre Norte y Sur (1950/53).
Actualmente Corea del Norte sufre la represión de una brutal dictadura comunista
Entre los 81 de este segundo grupo está también José Kim Sun-young. Él fue enviado a China como misionero en 1930, durante el período del dominio japonés en Corea. No pudo volver a su patria, y fue arrestado y condenado por los comunistas a 15 años de prisión. En 1972 fue dejado libre y murió por consecuencia de los malos tratos recibidos en la cárcel.
En este grupo hay dos obispos, 48 sacerdotes, tres seminaristas, siete monjas y 21 laicos. Entre ellos destaca la personalidad de Francisco Borja Hong Yong-ho (1906-?), el primer obispo de Pyongyang, considerado “desaparecido” hasta 2013 por el Vaticano y que con toda probabilidad murió en algún campo de concentración del Norte.
Entre los misioneros extranjeros está la figura del delegado apostólico de Corea, Patrick James Byrne (1888-1950). Este obispo estadounidense fue raptado por los norcoreanos en Seúl y llevado al Norte a marchas forzadas. Murió durante el camino hacia Pyongyang.
Decisión histórica
Es la primera vez que el tribunal para la causa de los santos examina los casos de testigos de fe en la época moderna. En el pasado la iglesia coreana se había concentrado sobre todo en el período de los inicios de la evangelización en Corea.
Lázaro You Heung-sik, obispo de Daejeon y presidente de la comisión afirma que “se necesitarán al menos 10 años para llegar a la beatificación y canonización de estos mártires, pero para nuestros fieles, estas personas ya son santas”. Él afirmó que durante el proceso es importante también “la oración de los fieles y sus deseos de seguir el espíritu de los mártires”.
Fuente: ReligiónEnLibertad.com
Destaca en Rue de Bac en París un monumento conmemorativo de los misioneros mártires en Corea inaugurado por los padres de la Sociedad para las Misiones Extranjeras de Paris (MEP) para recordar a los religiosos que dieron la vida por la evangelización del pueblo coreano. El monumento ofrecido por los fieles de la catedral de Myongdorng en Seúl, fue llevado a París en enero del 2003 y colocado seis meses después en una calle pública gracias a la intervención de los religiosos del MEP y de la pequeña comunidad católica coreana (cerca de 200 fieles) que vive en la capital francesa. Algunos miembros de la comunidad tramitaron todos los requisitos necesarios en la administración para obtener la licencia de colocar el monumento.
Otras 200 personas participaron en la ceremonia de inauguración en la que la Iglesia parisiense recordó la aportación de sus misioneros en la difusión de la Palabra de Dios en Corea hace 150 años. Los padres del MEP expresaron su agradecimiento a la comunidad católica coreana por este gesto de reconocimiento y de gratitud. El Padre Etcharren, Superior General del Instituto, ha dicho que “este monumento muestra la vitalidad de la Iglesia católica en Corea que ofrece hoy una importante contribución a la Iglesia universal enviando numerosos misioneros a muchas partes del mundo”. El Padre Teófilo Choi Seung-ryong, representante de la Fundación de Investigación sobre la Historia de la Iglesia coreana respondió: “Es una gran honor para nosotros expresar con este gesto una pequeña gratitud a la iglesia que ha dado la vida de sus misioneros para la difusión del Evangelio en tierra coreana”.
Fuente: Agencia Fides.