Mesa sin diálogo
Dirigentes ashaninkas y nomatsigengas de Río Tambo se retiraron en protesta por la instalación de una mesa de diálogo en el Vraem entre el Gobierno, autoridades locales y comunidades. El incidente ocurrió cuando empezó a hablar el presidente del Consejo de Ministros, Aníbal Torres, mientras agradecía la presencia de los alcaldes de la zona y otros representantes en el coliseo de San Martín de Pangoa.
Cuando iba a empezar su discurso, los representantes de la organización indígena Kanuja se pusieron de pie y se retiraron en protesta porque los alcaldes habían entregado indumentaria propia de su comunidad al primer ministro.
Maltrato a pueblos ashaninkas y nomatsigengas
“Los alcaldes no son dueños, no son pueblos indígenas, por lo tanto nosotros sentimos una falta de respeto que ellos puedan poner atuendo del pueblo indígena cuando no les corresponde”, aseveraron ante la prensa mientras dejaban la mesa de trabajo.
“No tenemos resultados, no tenemos ninguna obra para que se puedan poner nuestro atuendo. Eso es falta de respeto, por lo tanto nos retiramos porque vamos a tomar decisiones drásticas y tenemos que hacer paralización para hacer respetar nuestro pueblo”, agregaron.
Aníbal Torres ofende a los apus en el Vraem
También protestaron porque aseguraron que no se les otorgó la palabra, como sí se hizo con los alcaldes presentes en la zona, a pesar de considerar que el representante de la organización indígena Kanuja debía hablar en nombre del pueblo originario del distrito de Río Tambo.
Tras varios minutos, la instalación de la mesa de diálogo continuó pero sin los representantes Kanuja que abandonaron en grupo el coliseo.
Cabe indicar que Aníbal Torres, con otros miembros del Ejecutivo, habían escuchado la protesta de los representantes indígenas Kanuja así como de otras comunidades.
Fuente: Diario Perú21.
Asesinan a líder nomatsigenga en el Vraem
Ulises Rumiche Quintimari, líder indígena y gerente de Pueblos Originarios Amazónicos de la Municipalidad distrital de Pangoa, en la región Junín, fue hallado muerto con un impacto de bala en la cabeza. La policía investiga el móvil del asesinato, mientras las organizaciones indigenas de la zona norte del Valle de los ríos Apurímac, Ene y Mantaro (Vraem) demandan justicia.
Por Geraldine Santos– Ojo-publico.com
Ulises Lorenzo Rumiche Quintimari, de 39 años, era integrante de la Asociación Unión Asháninka y Nomatsiguenga del Valle de Pangoa (Kanuja), que agrupa a 57 comunidades en la selva central. Además, a propuesta de esa misma organización, era gerente de Pueblos Originarios Amazónicos de la Municipalidad distrital de Pangoa (provincia de Satipo, en la región Junín) desde el 5 de enero de 2021. También era docente de educación intercultural bilingüe y pertenecía a la Organización de Maestros Bilingües Nomatsigenga y Asháninkas de Pangoa.
Su cuerpo fue hallado por personal del serenazgo de la Municipalidad Distrital de Pangoa, en la carretera Naylamp de Sonomoro del centro poblado San Ramón de Pangoa, en el sector El Piñal, tras recibir una llamada telefónica que, a las 5 a.m. del 20 de abril, informaba del hecho. Al llegar, los agentes se percataron de que se trataba del líder nomatsigenga. Rumiche Quintimari presentaba un impacto de bala en la nuca, contó el subgerente de Seguridad Ciudadana de esa municipalidad, Julio Otoya Abad, a OjoPúblico.
“Estuvimos trabajando con normalidad un día antes, hablamos y no noté nada extraño, desconozco de alguna amenaza”, dijo Celso León Llallico, alcalde distrital de Pangoa, a este medio. La autoridad municipal pidió al Ministerio Público celeridad para investigar el caso, que está a cargo del fiscal Diógenes Martín Cáseres Mendoza, de la Fiscalía Provincial Penal Corporativa de Satipo y efectivos de la Comisaría de Pangoa.
Horas antes del crimen, Rumiche Quintimari se reunió con funcionarios del Viceministerio de Poblaciones Vulnerables en la ciudad de Satipo. Luego de la actividad, el funcionario regresó a la municipalidad de Pangoa y dejó su centro de labores a las 6 p.m. “Todos los días iba a la comunidad San Antonio de Sonomoro, donde vive con su familia, y realizaba un viaje de 25 minutos, de su trabajo a su casa. No sabemos qué pasó en el camino para que apareciera muerto”, explicó Otoya Abad.
A través de sus redes sociales, el Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables lamentó el fallecimiento del funcionario de Pangoa, a quien consideraban como un “gran aliado de las organizaciones de mujeres”, y exigió investigación y sanción a los responsables del asesinato.
El mismo pedido realizó la Comisión Nacional para el Desarrollo y Vida sin Drogas (Devida) a través de su cuenta de Twitter, donde indican que el indígena era “aliado fundamental para promover el desarrollo sostenible en el norte del Vraem”.
Devida precisó que trabajan con Kanuja, la organización que integraba Rumiche Quintimari, desde el 2019 para impulsar proyectos de desarrollo alternativo en agricultura, con cultivos de café y cacao. Entre 2019 y 2021, Devida invirtió S/8’878,925 en diversos proyectos, y para este año está previsto un presupuesto de S/2’863,149 para actividades en beneficio de 864 familias indígenas de Kanuja.
Este jueves 21, el Primer Despacho de la Primera Fiscalía Provincial Penal Corporativa de Satipo, a cargo del fiscal provincial Diógenes Cáceres Mendoza, abrió investigación preliminar por el delito de homicidio de Rumiche Quintimari. Tras el levantamiento del cadáver y su internamiento en la morgue de Satipo, donde se le practicó la necropsia de ley, el fiscal Cáceres Mendoza participó en la inspección técnico policial en la zona donde fue hallado el cuerpo del líder indígena, tomó declaración a sus familiares y solicitó se designe un equipo especial de la División de Investigación de Homicidios de la Policía Nacional para las diligencias preliminares.
Debido a que Rumiche Quintimari es líder de un pueblo indígena e integrante de la Asociación Unión Asháninka y Nomatsiguenga del Valle de Pangoa, las diligencias posteriores serán asumidas por la Fiscalía Especializada en Derechos Humanos, Interculturalidad y Delitos de Terrorismo de Junín, informó el Ministerio Público.
Un territorio peligroso
El distrito de Pangoa se encuentra en la zona norte del Valle de los ríos Apurímac, Ene y Mantaro (Vraem), en la provincia de Satipo, región Junín. Tiene una población de 61.318 personas, entre ellos indígenas nomatsigenga y asháninkas que viven en 76 comunidades. De ellas, el 72% no están tituladas por la Dirección Regional de Agricultura.
Además, la jurisdicción del distrito de Pangoa está a cargo del Frente Policial Vraem. En la zona hay presencia de grupos narcoterroristas, que usan el distrito para trasladar cocaína procedente de Cusco y Ayacucho hacia Lima. “Los asesinatos en la ciudad son poco frecuentes, ocurren uno cada dos meses”, sostuvo el subgerente de Seguridad Ciudadana de Pangoa, Julio Otoya Abad.
La Presidencia del Consejo de Ministros (PCM) instaló este jueves 21 de abril una mesa técnica en Pangoa para establecer las prioridades territoriales de las jurisdicciones que forman parte del Vraem. Participaron el primer ministro Aníbal Torres, ministros, autoridades regionales y locales, así como congresistas y representantes de la sociedad civil.Los líderes indígenas de los distritos de Vizcatán del Ene, Río Tambo y Pangoa que acudieron a esta reunión se retiraron de la mesa técnica en rechazo a los alcaldes que no respetan las tradiciones de los pueblos indígenas ni la jerarquía de sus líderes, indicó Fabián Antúnez, presidente de la Central Asháninka de Río Tambo. “Ni un minuto de silencio realizaron por Ulises Rumiche“, dijo Antúnez.
Además, expresaron su indignación con las autoridades locales porque usaron la cushma, entre otros atuendos indígenas, para reconocer a funcionarios de la PCM. “El atuendo indígena no es un instrumento folclórico ni debe servir para las fotos“, señalaron en una carta dirigida al primer ministro. Acordaron que se prohíba su uso como un acto de reconocimiento sin autorización de los pueblos asháninkas y nomatsigengas.