“Esto no es para nosotros los pobres”
Por Marvin Romero- BBC News.
Tres dólares al día, cuando hay suerte, es lo que consigue reunir Francisca Rivas vendiendo en un mercado popular en el norte de San Salvador.
Con eso, menos de US$100 al mes, debe sostener a sus tres nietas, de 12, 9 y 4 años.
“Somos gente pobre que pasamos (vivimos) con las monedas que nos caen al día“, dice sentada sobre un taburete de madera en el interior de su modesto negocio de abarrotes.
Los poco más de dos metros cuadrados de esa habitación son oscuros, compactos y casi invisibles en un lugar en donde otros dos centenares de pequeños comerciantes recibieron con escepticismo la posibilidad de recibir el pago por sus servicios en bitcoin.
Desde este 7 de septiembre El Salvador se convierte en el primer país del mundo en el que esta criptomoneda es de curso legal.
A Francisca se le pueden leer las siete décadas y media de dura vida en el rostro, en las manos desgastadas por el trabajo: un pergamino con historias de carencia y abandono escritas en cada surco de su piel.
“Ese pisto (dinero) no nos conviene, porque nos va a llevar más a la pobreza“, le dice a BBC Mundo. Y da un sorbo a su taza de café.
Con “pisto” se refiere al bitcoin, la criptomoneda impulsada por el gobierno del presidente Nayib Bukele.
Es legal la realización de pagos a través de un monedero digital (wallet) instalado en un teléfono celular
Uno de los mayores temores de Francisca es que esos US$3 que lleva a diario a casa se reduzcan y presiente que eso sucederá cuando deba negarse a realizar una venta a alguien que, teléfono en mano, quiera pagar en bitcoin.
“Si no tenemos para un aparato de esos, el bitcoin no es para nosotros los pobres“, dice.
Moneda legal
Con la entrada en vigencia de la ley para el uso del bitcoin, El Salvador se convierte en laboratorio mundial de la criptomoneda.
Bajo un ambiente de rechazo, confusión e incertidumbre, el presidente Bukele dedicó las primeras horas de la jornada a publicitar la puesta en marcha de la polémica medida en sus redes sociales.
Horas antes, Bukele confirmaba la compra de 200 nuevas criptomonedas, con lo cual el monto total adquirido por el gobierno salvadoreño ascendía a 400 unidades de la divisa digital.
Desde esa adquisición, el valor del bitcoin comenzó un rápido descenso, el más abrupto en un mes, con lo cual algunos analistas estiman en cerca de US$1 millón las pérdidas del gobierno de El Salvador. Y eso tan solo 12 horas después del arranque como moneda oficial en el país.
Ese no fue el único tropiezo del debut oficial del bitcoin en El Salvador. A pesar de que el gobierno prometió que su monedero digital, Chivo App, estaría vigente desde el primer minuto, eso no sucedió.
La Ley Bitcoin convierte a El Salvador en el primer país del mundo en adoptar la criptomoneda como divisa de curso legal.
Al mediodía, la descarga de la aplicación solo estaba disponible en móviles de la marca Huawei y no era posible hacerlo en teléfonos con sistema operativo Android o iOS.
El mismo Bukele tuvo que pedir disculpas por el retraso y hasta exigió a las tiendas de Google y Apple agilizar el lanzamiento de la aplicación, lo cual despertó el debate sobre si el software programado por el gobierno salvadoreño cumple o no con los requisitos de seguridad que ambas empresas exigen a los productos que pueden descargarse en sus plataformas.Protesta en El Salvador contra el Bitcoin. Imagen Reuters.
A esto se sumaron quejas en redes sociales de usuarios que consiguieron descargar la aplicación y acceder a los US$30 que el gobierno ofrece por el uso de su app oficial, reportando que no recibieron la cantidad exacta debido al cobro de comisiones y a la fluctuación en el valor de la divisa.
El medio centenar de cabinas especializadas para las transacciones de bitcoin lucieron casi desoladas durante toda la mañana, reviviendo el debate sobre el costo que implicó la construcción de esos espacios frente a la utilidad que tendrán.
Buena parte de la población aún desconoce cómo funciona la criptomoneda.
“Como toda innovación, el proceso del bitcoin en El Salvador tiene una curva de aprendizaje. Todo camino hacia el futuro es así y no se logrará todo en un día, ni en un mes“, dijo Bukele en Twitter.
BBC Mundo acompañó a un usuario, que prefirió mantener su nombre en privado por razones de seguridad, a un recorrido por dos zonas comerciales de San Salvador para verificar el uso o la aceptación de la criptomoneda en comercios locales.
Francisca es una comerciante que logra US$3 al día y teme la llegada del bitcoin. Imagen Marvin Romero.
Y pudo corroborar que, fuera de grandes cadenas de servicios, los medianos y pequeños negocios, además de los comercios informales, están lejos de estar completamente preparados para realizar transacciones con bitcoin.
“Sentí mucha inseguridad de colocar mi dinero en esta aplicación, no hay garantía de una compra limpia“, dice el usuario, luego de que en algunos establecimientos comenzaran con el proceso y tuvieran que detenerlo o hasta intentar revertirlo cuando no hubo claridad en alguno de los pasos.
En los negocios pequeños o informales, la posibilidad de comprar a través de la Chivo App fue imposible.
“Si me va a comprar, cómpreme en dólar; si no, no le vendo“, fue la respuesta de Reyna García, una comerciante del Centro Histórico de San Salvador que además expresó un temor que es recurrente entre la población salvadoreña: “Eso dejará más pobres“.
Las críticas
El temor de Reyna es habitual en El Salvador. La poca información divulgada por el gobierno dispuso un clima de incertidumbre que se incrementó a medida que se acercaba la fecha para que entrara en vigencia la ley, que fue aprobada por la Asamblea Legislativa controlada por el partido del presidente Bukele.
Fueron 90 días de contradicciones por parte de voceros oficialistas y del mismo Bukele sobre la obligación de aceptar pagos con la nueva moneda y hasta con amenazas de sanciones a quienes no la acepten.
Hay temores sobre si el bitcoin puede servir para encubrir delitos de lavado de dinero y dudas sobre el origen de los fondos para la implementación del proyecto, sobre la ausencia de reglas claras y sobre el posible efecto entre la población más pobre y con menos acceso a la tecnología digital.
El enfado de ciertos sectores por el bitcoin se suma a las protestas por las recientes decisiones del oficialismo. En las últimas semanas se aprobó la destitución de fiscales, jueces y magistrados constitucionales y se abrió la puerta a la reelección de Bukele, algo que prohíbe la propia Constitución del país.
Por ello, centenares de salvadoreños marcharon este martes en protesta por las calles de la capital salvadoreña.
Todo mientras la especulación del mercado, a la que el valor del bitcoin se sujeta, causa pérdidas en las inversiones del gobierno, que insiste en la promesa de efectividad de la medida económica.
Pese a la caída de la criptomoneda, Bukele anunció la compra de 150 unidades más de bitcoin para un total neto de 550 unidades.
Una mujer atiende en un comercio en El Salvador. Imagen Marvin Romero.
La impopularidad de la nueva medida económica de Bukele también comienza a reflejarse en las encuestas de opinión, como la recientemente publicada por la Universidad Centroamericana José Simeón Cañas (UCA) en la que la economía se ubica como el segundo problema que más afecta a los salvadoreños.
La encuesta revela que al menos cuatro de cada diez salvadoreños creen que la economía del país empeorará con la entrada en vigencia de la criptomoneda y más del 66% considera que la Asamblea Legislativa, en poder del partido del presidente Bukele, debería dar marcha atrás y derogar esa ley.
Según el sondeo, nueve de cada diez salvadoreños no tienen conocimiento claro de qué es el bitcoin o su funcionamiento.
“Nosotros no sabemos nada, el presidente no explicó nada ni preguntó si lo queríamos. Yo hubiera dicho que no“, dice Elba Santos, comerciante que vende sus productos a las afueras de San Salvador.
“Si ni yo lo conozco, cómo lo voy a aceptar“, dice Elba, que cuenta que junto a otro grupo de pequeños comerciantes buscó a autoridades locales para recibir capacitación o información antes de la entrada en vigencia de la criptomoneda. Y dice que no obtuvo respuesta.
“Como vendedores estamos frustrados“, confiesa, y confirma que en su negocio no permitirá pagos que no se realicen en dólares, la moneda oficial de El Salvador.
Esa también es la opinión de Osmin Crespín, comerciante de frutas y verduras, que considera que los mayores perdedores de la puesta en marcha del bitcoin como moneda de curso legal serán los pequeños comerciantes.
“Yo le diría a él que se preocupe por la gente pobre, como prometió“, reclama a Bukele el vendedor, que se une al amplio sector de pequeños comerciantes que de momento se resiste a aceptar pagos con bitcoin.
La fiesta del chivo
Por Esther Meneses.
El libro se centra en la vida de Rafael Leónidas Trujillo, dictador de la República Dominicana que estuvo en el poder desde 1930 hasta su asesinato en 1961. Su historia se nos cuenta desde tres puntos de vista diferentes que, a partir de cierto hecho que ocurre hacia la mitad del libro, se irán entremezclando entre sí: se alternan los capítulos narrados por Urania Cabral, hija de uno de los hombres de mayor confianza de Trujillo, por el propio dictador y por el grupo de hombres que atentarían contra su vida el 30 de mayo de 1961.
Los dos últimos mencionados son los más similares, porque ambos transcurren en 1961. Los capítulos de Trujillo abarcan uno o dos días hasta el atentado del 30 de mayo, mientras que los de los hombres que perpetraron el mismo ocurren en solo unas horas de ese mismo día. A lo largo de estos capítulos, cada uno de los implicados narra, a modo de flashback, sus razones para odiar a Trujillo y querer acabar con su vida. Por su parte, los capítulos que nos muestran el punto de vista de Urania están situados en el presente (no se especifica, pero se entiende que en el año 2000 aproximadamente, fecha de la publicación de la novela). Ella ha pasado toda su vida fuera del país, estudiando y trabajando en EE.UU., y en un determinado momento decide volver a la República Dominicana, lugar del que guarda un amargo recuerdo que ha marcado toda su vida y que nos irá desvelando poco a poco.
Lo que más me ha llamado la atención y lo que más me ha gustado ha sido la manera en la que el autor construye a los personajes: a través de divagaciones y disertaciones, Vargas Llosa va dando pistas sobre las preocupaciones, los intereses y las maneras de pensar de ciertos personajes que son importantes para la trama. El más destacado de todos ellos y protagonista absoluto de la novela es, sin duda, Trujillo. Leyendo estas páginas, he sentido llegar a conocer al dictador, lo cual me ha resultado aterrador porque el autor consigue hacer un personaje tremendamente realista y verosímil. Todas las narraciones, todos los puntos de vista y todos los detalles que se aportan están ahí para construir a Trujillo y, en ese sentido, la novela es magistral. El Benefactor o el Jefe, como más habitualmente se le llama a lo largo del libro, es un hombre impecable en su manera de vestir y de comportarse, es pulcro y minucioso en sus tareas diarias, es educado con quienes lo rodean pero implacable con quien osa contradecirle. Se nos presenta, en definitiva, como un ser muy carismático de cuyo influjo parece imposible escapar.
La visión más intimista del dictador nos la dan los capítulos narrados por el propio Trujillo. Por su parte, aquellos que están preparando su atentado, cada uno de ellos, nos aporta una perspectiva del estadista y gobernador antes que del hombre. En estos capítulos hallamos a un hombre entregado a su país, al que no le tiembla la mano a la hora de castigar a aquellos que quieren derrocarlo de su poder. Se considera a sí mismo el salvador de la República Dominicana, y así se lo hacen saber sus colaboradores más cercanos, por lo que solo él puede mantener en pie al país como uno de los más prósperos del Caribe. Durante la narración de estos apartados, Trujillo se nos muestra como un hombre frío y cruel, incluso para con sus hombres más cercanos. Se sabe querido, admirado e idolatrado, y se aprovecha de ello para alimentar su ego, aplastando a los que se encuentran a su alrededor.
La narración de Urania, por último, nos presenta el lado más machista y brutal (a mi parecer) del dictador, pero no puedo ahondar mucho aquí porque estaría haciendo spoiler del final de la historia. Pero creedme si os digo que Trujillo, aunque solo fuese por los capítulos que cuenta Urania, es un ser despreciable como pocos.
La Fiesta del Chivo es, para mí, una novela de personajes o, más bien, del personaje de Trujillo. No hay mucha acción, apenas hay diálogo y, en ocasiones, la lectura se hace un poco densa por la cantidad de datos, fechas y nombres que aparecen.
Usuario en un cajero de bitcoin en El Salvador.
¿El Salvador al borde de la quiebra tras invertir millones en bitcoins?
El precio del bitcoin cayó por debajo de los 26,000 dólares por primera vez en 16 meses y la economía de El Salvador se complica luego de adoptar a esta criptodivisa como su moneda legal.
Según recientes datos del mercado, el bitcoin se ha recuperado de la caída de primera hora de la mañana, cuando llegó a perder más del 10% influida por el desplome de la criptomoneda TerraUSD. Al cierre de las bolsas en Europa sube el 3.2%, hasta 29,380 dólares; sin embargo, el gran afectado sería El Salvador, que apostó por esta criptodivisa como su moneda legal.
Cabe recordar que el presidente Nayib Bukele convirtió en setiembre del año pasado a El Salvador en el primer país en establecer el bitcoin como moneda legal en curso, a la par del dólar estadounidense. Un mes después, convirtió unos 25 millones de dólares de las reservas nacionales a bitcoins, cristalizando la apuesta por esta criptomoneda.
Para el mandatario, el bitcoin es una criptomoneda que “arregla el colonialismo”, en alusión a la supremacía del dólar de Estados Unidos, país con el cual el gobierno de Bukele mantiene de momento una relación tirante, según informa AFP.
Cuando Bukele lanzó su plan, el bitcoin rondaba los 47,000 dólares y a principios de noviembre del año pasado alcanzó los 67,000 dólares, pero luego su precio ha ido en descenso hasta situarse por debajo de los 30,000 dólares.
El Fondo Monetario Internacional (FMI) urgió en enero pasado a El Salvador retirar el bitcoin como moneda de curso legal, señalando “grandes riesgos asociados” al uso de la criptomoneda, pero Bukele ha continuado con su plan.
A través de su cuenta de Twitter, el 9 de mayo el presidente anunciaba que su gobierno adquirió 500 bitcoins más por 15.3 millones de dólares, aprovechando la caída en el precio de la criptomoneda. Ese mismo día, el diario El País alertaba que los bonos de El Salvador cayeron con el desplome del bitcoin, cotizando a un 40% de su valor original, generando dudas por parte de los inversionistas de que el país pueda cumplir con el próximo pago de su deuda.
Con la última adquisición, El Salvador posee 2,301 bitcoins.
Fitch Ratings ya redujo drásticamente la calificación de la deuda de El Salvador pasándola del nivel B- a CCC, el nivel más bajo y consideró su perspectiva a futuro como negativa. Una baja calificación se traduce en intereses más altos que el Gobierno tiene que pagar a los acreedores y le impide el ingreso los mercados globales para emitir más deuda.
Cae el bitcoin
El mercado de las criptomonedas perdió más de 200,000 millones de dólares en un solo día, paralelamente a las caídas sufridas por los principales índices de Wall Street, donde las ventas se han impuesto en las últimas jornadas, informó el medio especializado CNBC.
Entre las principales monedas, el bitcoin cayó por debajo de los 26,000 dólares por primera vez en 16 meses, tas perder cerca de un 20% en cinco jornadas.
El declive del sector está ligado a la prudencia de los inversores por el temor relacionado con la guerra en Ucrania, el confinamiento en China y la adopción de una política monetaria restrictiva en Estados Unidos.
Además, los inversores están retirando sus inversiones en estos valores que se han visto también perjudicados por la inflación, la política agresiva de subida de tipos de interés de la Reserva Federal de Estados Unidos y por la revisión a la baja de las proyecciones económicas.
“Es posible que haya repuntes temporales, pero mientras siga subiendo el rendimiento de los obligaciones de Estado y del dólar” por la determinación de la Fed, “las caídas aún más fuertes son el principal riesgo” para las criptomonedas, advirtió Fawad Razaqzada, analista de City Index.
Fuente: Diario Perú21, EFE y AFP