Congreso exhorta al presidente Pedro Castillo

A través de la Moción N°2323, el Congreso aprobó exhortar a Pedro Castillo a renunciar de manera irrevocable al cargo de mandatario, por el bien moral de la nación.
Esto, con el respaldo de 61 legisladores, que incluyó la adhesión de la titular del Parlamento, María del Carmen Alva, quien en la víspera solicitó a Castillo dimitir.
La propuesta fue sustentada por Rosselli Amuruz, de Avanza País. «Estamos con un gobierno incompetente. En ocho meses hubo cincuenta ministros de Estado y tres gabinetes», recordó en su intervención.
Antes del veredicto, 63 parlamentarios votaron a favor para que se admita a debate la moción. Cuarenta integrantes del Congreso se pronunciaron en contra y tres se abstuvieron.
Fuente: Diario EXPRESO.

Bacteria cerrón-castillista

Por Martha Meier Miró Quesada- Diario EXPRESO.
La diferencia entre los bacterias patógenas y el actual régimen, es que las primeras solo pueden ser vistas bajo el microscopio. En todo lo demás el cerrón-castillismo se comporta igual que los agentes infecciosos capaces de enfermarnos y matarnos. La capacidad infecciosa del régimen está por convertir en cadáver a nuestra democracia liberal, porque el sistema inmunológico, léase el Congreso, está seriamente comprometido y es incapaz de eliminar a los agentes dañinos. Cuando una infección prolifera y el sistema inmune falla, se recurre a antibióticos y otros químicos aniquilantes de lo que nos perjudica; al mismo tiempo se procura reforzar el sistema de defensa natural y desterrar los hábitos poco saludables que puedan interferir con la curación. Para el caso el G2 cubano, cuya sola presencia en el Perú afecta la salubridad de la vida política nacional.
La presión de la calle genera esperanza, pero no es el antídoto más fuerte ni confiable contra un gobierno infeccioso. Los cacerolazos y consignas emotivas jamás ganaron una guerra, como tampoco se curó nadie con los cantos y las maracas de un brujo. Un enfermo de gravedad, como lo está hoy nuestro país, requiere de juntas médicas en la que los más notables galenos indiquen las acciones a tomarse para salvar al agónico. En ese sentido, seguir las recomendaciones de líderes políticos confiables y con experiencia es el único modo de superar este cuadro casi terminal. En momentos tan complejos, la ciudadanía y los propios congresistas deben escuchar las propuestas de los líderes y estudiosos más duchos: Lourdes Flores, Mauricio Mulder, Martha Chávez, Enrique Ghersi, Hernando de Soto, Francisco Tudela, entre otros. Recordemos que el problema no solo es el de turno sino un Congreso al que le falta el fuego de la fiebre que combate a los gérmenes, un parlamento comatoso que nutre, sin darse cuenta, a la bacteria que mata a la patria.
“La política es un acto de equilibrio entre la gente que quiere entrar y aquellos que no quieren salir”, sostuvo el intelectual y clérigo francés Jacques-Bénigne Lignel Bossuet (1627-1704). Hoy vemos el imperio del desequilibrio y cómo todos quieren entrar pero muy pocos están dispuestos a salir, a dejar su chacrita de poder, su curul, aunque esa permanencia sea una sentencia de muerte para el Perú tal como lo conocemos y queremos. Si estos siguen avanzando lo arrasarán todo con su desapego a la Ley y desprecio a los principios constitucionales.
La bacteria cerrón-castillista ha afectado todo mecanismo de control gubernamental y contrapeso de poder; es corrupta y ha normalizado la mentira. No asume la defensa ni preservación de los símbolos comunes a la nación peruana, nuestro patrimonio histórico, acervo cultural, artístico, ecológico y territorial, heredado. Quieren refundar el Perú con su marxismo-leninismo-mariateguismo. Y repudian los 200 años de vida republicana, porque no soportan la grandeza.