Por Doris Aguirre- Diario La República
Enterado de que la procuradora Julia Príncipe Trujillo lo había investigado y denunciado por presunto lavado de activos, el ex policía Sandro Espinoza Flores insistió tercamente en que la autoridad lo recibiera. Espinoza, amigo y socio del operador montesinista Óscar López Meneses, llegó al despacho de la procuradora con una actitud prepotente el último miércoles 25 de junio a las tres de la tarde.
“¿Por qué me ha denunciado? Yo soy un hombre de negocios honesto que empezó como policía y nada tengo que ocultar”, le dijo Espinoza a Príncipe.
“Señor, usted debe ir a preguntar sobre su caso a la Fiscalía de Lavado de Activos. Como procuradora del Estado, mi deber es denunciar cuando se encuentran indicios de delito”, le respondió la autoridad.
“¡Usted no sabe con quién se ha metido! Yo tengo en mi poder audios que usted ha recibido órdenes para denunciarme. Las grabaciones demuestran que la investigación contra mí está dirigida”, alegó Espinoza. “Si usted tiene audios, muéstrelos. Yo solo cumplo con mi deber de procuradora”, contestó Julia Príncipe.
CON LA PATA EN ALTO
Sandro Espinoza, furioso, se levantó y se fue. El dueño de la empresa Police Security, el capitán PNP en retiro Sandro Espinoza, se enteró de la denuncia en su contra por lavado de activos por una llamada telefónica de La República a su abogado, Juan Gutiérrez Donayre. El martes 24 de junio este diario le pidió a Gutiérrez que su cliente ofreciera una versión sobre el caso. Aseguró que lo haría. Pero no fue así. En lugar de contestar, Sandro Espinoza se dirigió como un bólido a la oficina de la procuradora Julia Príncipe.
El viernes 27 de junio, desde temprano, Sandro Espinoza cumplió su promesa. Comenzó a presentarse en varios medios de comunicación para agraviar a la procuradora Julia Príncipe con el argumento de que la autoridad lo había denunciado como parte de una “conspiración” organizada desde Palacio de Gobierno. En esta línea de pensamiento, el socio del operador montesinista Óscar López Meneses se declaró “perseguido político” por el jefe del Estado, Ollanta Humala, y su esposa, Nadine Heredia.
La verdadera preocupación de Sandro Espinoza, sin embargo, es la investigación penal que le abrió el fiscal especializado en Lavado de Activos y Pérdida de Dominio, Marco Guzmán Baca, a partir de la denuncia de la procuradora Julia Príncipe.
El fiscal Baca resolvió indagar a Espinoza porque encontró incongruencia entre los ingresos que recibía en el periodo que ejerció como teniente y capitán de policía en actividad, el número de empresas que constituyó en dicho periodo y el significativo movimiento de fondos en operaciones financieras y bancarias. ¿Cómo un oficial de baja graduación con modestos ingresos pudo construir una red de empresas relacionadas con la seguridad privada y el negocio inmobiliario?, se preguntó el fiscal. Durante las pesquisas, el fiscal especializado en Lavado de Activos detectó relaciones estrechas entre Sandro Espinoza y Óscar López Meneses. Ante la comisión investigadora Espinoza afirmó que en toda su vida se había reunido con López en ocho ocasiones. No es cierto.
EN CAMPAÑA MEDIÁTICA
El fiscal Guzmán descubrió que el 20 de noviembre del 2013 la empresa de Sandro Espinoza, Non Risk, nombró a Óscar López como gerente general. Además, Guzmán comprobó que otra compañía de Espinoza, Police Security, hizo transferencias de fondos a nombre de Óscar López. Aparte, consiguió un reporte bancario de Police Security en el Scotiabank en el que se observan referencias a nombre de Óscar López Meneses.
Pero hay otro detalle. La República publicó fotos de la fiesta de cumpleaños de Sandro Espinoza a la que este invitó a Óscar López. ¿En el agasajo Espinoza se encontró con su amigo Óscar López por primera, segunda, tercera, cuarta, quinta, sexta, sétima u octava vez?
El domingo 29 de junio, Sandro Espinoza apareció en el programa “Sin peros en la lengua”, de Milagros Leyva, donde repitió la historia de la “persecución política”. Afirmó que el gobierno lo quiere destruir por haber revelado la supuesta amistad entre el presidente Humala y Óscar López. Y que se trataba de una estrategia para destruirlo entre la Procuraduría, la Fiscalía y el Congreso.
Cuando Leyva le preguntó si tenía evidencias para sustentar lo dicho, Espinoza se limitó a decir: “Lo probaré en su momento”.
En el mismo programa, la procuradora Julia Príncipe intervino: “Estoy muy indignada por las afirmaciones falsas y tendenciosa de este señor (Sandro Espinoza). ¿Qué pretende? Dañar la imagen de la Procuraduría y la mía con el propósito de confundir a la opinión pública. Es totalmente falso lo que acaba de decir”.
La procuradora Príncipe recordó que recientemente Sandro Espinoza se presentó en una actitud insolente en su oficina para increparla por la denuncia que formuló en su contra por presunto lavado de activos. También mencionó que la amenazó con la difusión de unos supuestos audios que sustentaban sus acusaciones.
“Cuando este sujeto me visitó en la Procuraduría le dije claramente que si tenía esos supuestos audios que me los presentara o que hiciera con ellos lo que creyera conveniente porque no le tengo miedo”, expresó la procuradora Julia Príncipe.
“De ninguna manera existe una confabulación ni hay protección a Óscar López Meneses. La opinión pública conoce mi trabajo y mi actuación y de ninguna forma está guiada por intereses particulares y menos políticos. Mi actuación es eminentemente técnico-jurídico”, precisó la procuradora.
Nadie sabía de Sandro Espinoza hasta que La República descubrió su identidad en unas fotografías de la fiesta de su cumpleaños en las que figuraba Óscar López Meneses, a quien conoció cuando este estaba recluido en el penal San Jorge. Ahora son socios.
Malas prácticas
Por Doris Aguirre- Diario La República.
Interrogado por el presidente de la comisión investigadora del caso López Meneses, el legislador Juan Díaz Dios, el trabajador Ronald Baca Ávila reconoció que Sandro Espinoza Flores, amigo y socio del operador montesinista, le ofreció dinero y otro tipo de ayuda a cambio de filtrar información sobre las actividades del grupo de trabajo.
Baca mencionó que primero dos sujetos lo buscaron para indicarle que Sandro Espinoza estaba interesado en conversar con él.
Luego lo llamó Sandra Talledo, a quien Baca identificó como la enamorada de Sandro Espinoza, propietario de la empresa Police Security.
A continuación, cuando se encontraba en la Sala María Elena Moyano del Congreso de la República, Sandro Espinoza se le acercó y le entregó su tarjeta personal indicándole que lo llamara.
Algunos días después Ronald Baca Ávila efectivamente se comunicó con Espinoza y se reunieron en el restorán “Bocatta” de la avenida Primavera, en Surco.
En esa ocasión, como se escucha en la grabación que hizo el congresista Juan Díaz Dios del interrogatorio a Ronald Baca, Sandro Espinoza le hace ofrecimientos de prebendas por información relacionada con las acciones de la comisión del caso López Meneses.
Incluso, confiesa Ronald Baca, en esa mismo encuentro, le entregó varios datos.
El legislador Díaz denunció penalmente ante el Ministerio Público tanto a Sandro Espinoza como a Ronald Baca Ávila.