Por Karla Bardales Farroñay– Diario El Comercio.
El fundador del Sodalicio, Luis Fernando Figari, acusado de múltiples abusos y maltratos, rompió esta semana su prolongado silencio, durante una audiencia fiscal en el Consulado del Perú en Roma. “El Vaticano y el Sodalicio […] me prohibieron hablar e ir a Lima”, intentó excusarse. Sin embargo, el actual líder de la comunidad, Alessandro Moroni, en diálogo vía e-mail y WhatsApp con este Diario, desmiente a Figari y califica su justificación de “absurda”.
—¿Usted le prohibió a Fernando Figari declarar ante la prensa o la fiscalía tal como él señala?
Cuando le impuse a Luis Fernando Figari las medidas disciplinarias en octubre del 2014, dispuse que se mudara del Perú y que su comunicación con los sodálites estuviera restringida. Nunca le prohibí que se comunicara con cualquier autoridad. Posteriormente, cuando en el marco del proceso canónico que se le seguía en la Santa Sede se nombró un visitador apostólico en abril del 2015, recibimos una serie de instrucciones. Una de ellas fue que el investigado debería guardar reserva mientras duren las investigaciones. Nunca le prohibimos dar la cara a la justicia peruana. Es absurdo que ahora Figari pretenda justificarse alegando un impedimento que jamás le impusimos.
—En abril de este año usted expulsó a Figari, declarándolo persona non grata. ¿Por qué él sigue en una casa de la institución?
Figari es una persona non grata porque deploramos su comportamiento y queremos que se haga justicia. Hemos solicitado tres veces al Vaticano su exclaustración de nuestras instalaciones. En una última oportunidad pedimos que sea trasladado a otro lugar más alejado de Roma, pero se nos ha reiterado que por respeto a un debido proceso canónico no se puede variar su situación hasta que la Santa Sede emita una sentencia definitiva.
—Ese mismo mes usted pidió perdón a las víctimas de Figari. ¿En estos seis meses cuáles han sido las medidas que adoptó la institución?
Lo más importante para nuestro consejo superior y toda nuestra institución es la reparación y apoyo a las víctimas que sí existen y merecen toda nuestra atención. Por eso convocamos a personalidades peruanas de impecable trayectoria a la Comisión de Ética por la Justicia y Reconciliación, que ya emitió su informe. Además, contratamos a especialistas extranjeros: Kathleen McChesney, ex número 3 del FBI y asesora de la Conferencia Episcopal Norteamericana hace cerca de 15 años, e Ian Elliott, que estuvo a cargo de la investigación de la grave crisis en Irlanda del Norte desde el 2002. Con la ayuda de Elliott –quien ha sostenido diálogo directo, sin presencia de ningún miembro del Sodalicio, con un número significativo de personas– venimos desarrollando un programa de reparación y ayuda integral, que no excluye un aspecto económico. Por el bien de este proceso no es posible revelar detalles, pero puedo asegurarle que está avanzando y ya comienza a dar frutos positivos. Esperamos que antes de fin de año podamos recibir el informe final de la señora McChesney, que incluye las conclusiones de la Comisión de Ética, el aporte de Elliott y las recomendaciones de Mónica Applewhite, especialista en prevención.
—¿Figari es el único involucrado? Hay personas que denuncian abusos de varios personajes de la comunidad sodálite, responsabilizando a toda la institución.
Esa información es parte de la investigación de McChesney. Cuando tengamos el informe en nuestras manos, podré responderle esa pregunta.
—¿El Sodalicio reconoce que la institución es responsable de abusos psicológicos e intenciones de manipulación? ¿Aún mantiene su postura de que fueron excesos?
Si bien es cierto existen responsables directos de daños psicológicos en algunas personas, los cuales deben responder por sus excesos, quiero reconocer ante usted, la opinión pública y toda nuestra familia espiritual que efectivamente en una etapa del Sodalicio de Vida Cristiana se cometió el error de llevar adelante una formación muy rígida, de tipo militar, que en algunos casos pasó la línea del maltrato. Pero no vamos a escudarnos en eso para no aceptar que han existido excesos inaceptables, que hicieron un daño real a varias personas. Por estos actos pedimos perdón y reitero el total compromiso de mi consejo superior para acoger, escuchar y reparar a esas víctimas. Las cosas han cambiado mucho. Ya cerramos las casas de San Bartolo y hoy nuestros procedimientos de formación se basan en el respeto total y absoluto a la persona humana.
—Muchos de estos delitos habrían prescrito por la antigüedad de los casos. ¿Por qué cree que las víctimas no denunciaron antes?
Entiendo que no es nada fácil para una persona dañada pasar por el proceso de contar sus experiencias por el dolor que ellas representan y el que puede generar a sus familias.
—¿Se han logrado avances en los procesos del tribunal canónico y de la fiscalía peruana, o el único proceso es el que impulsa Pedro Salinas contra Figari?
Tengo la impresión de que tanto en el proceso canónico que lleva adelante la Santa Sede como en el de la Fiscalía Provincial Penal 26 se han logrado avances importantes y estamos colaborando abiertamente en ambos, pero no contamos con el detalle preciso de esos procesos porque son reservados. Con respecto al caso que impulsa el señor Salinas en la fiscalía, el Sodalicio ha tenido y sigue teniendo una importante participación.
—Según Óscar Osterling, a algunas víctimas que denunciaron el caso ante la fiscalía les habrían dicho que no les darán ninguna reparación. ¿Es eso así?
Eso es falso. A pesar de que no hemos recibido aún el informe final de los especialistas extranjeros, ya hemos iniciado el programa de reparación. Lo más conveniente para nosotros sería ahora detallar quiénes y cómo están siendo reparados, pero eso sería violar la privacidad de un proceso estrictamente personal que de ninguna manera se puede hacer público. No quisiéramos que se dañe a nadie más. Con respecto a las personas que han presentado su denuncia, hemos tenido contacto con ellas, a algunas ya se les ha ofrecido algunas formas de asistencia, pero para no desvirtuar el proceso de investigación, en su caso la consideración de cualquier reparación económica deberá aguardar la conclusión de la misma.
—¿Las investigaciones se harán públicas, como aseguró en una entrevista pasada?
Queremos actuar con la mayor transparencia posible. En aquellas partes que no se afecten el honor y la privacidad de las personas que pudieran resultar afectadas, sí se harán públicas.
—¿Usted ha hablado con Figari después de que negara la existencia de víctimas?
No. Hace mucho tiempo que no hablo con Luis Fernando Figari.
—¿Cree que Figari será condenado en alguno de los procesos laico y canónico que se llevan en su contra?
Nosotros no somos los que vamos a definir esa sentencia. Eso lo deben hacer el Poder Judicial y la Santa Sede. Somos muy respetuosos del debido proceso en ambas instancias y estamos colaborando para que se llegue a la verdad lo más pronto posible y se haga justicia. Lo que hemos podido hacer es realizar una condena moral muy clara frente a los actos de Figari. No podíamos mantenernos callados frente a una situación que merece nuestra total desaprobación y rechazo. Lo que sí está en nuestras manos y estamos haciendo es realizar todos los esfuerzos necesarios para que las personas que han sufrido abusos de Figari o cualquier otro miembro del Sodalicio sean atendidas y reparadas. Eso se lo garantizo.
Repararemos a quienes sufrieron
Deja una respuesta
[Visto: 600 veces]