En una reciente comunicación Marjorie Dennise Vargas nos manifiesta que: “el Padre Ricardo Álvarez OP, no sólo es un gran misionero sino también un gran conocedor de las diversas etnias que existen en nuestra Amazonía. Como MISEMA pertenece al Vicariato Apostólico de Puerto Maldonado, hemos tenido la gran suerte de trabajar juntos en la misión de Sepahua, compartir sus experiencias y nutrirnos frecuentemente de sus vivencias narradas en sus valiosos libros”.
SEPAHUA Viviendo la Esperanza
Autor: Dr. Ricardo Álvarez Lobo OP
Centro Cultural José Pío Aza. 2009
INDICE
Primera Parte
I. Época Prehispánica
II. Época Colonial
III. Entrada de los misioneros a la selva
IV. Movimiento de liberación
V. Las nuevas misiones
VI. Época republicana
Segunda Parte
VII. El boom del caucho
VIII. Etnocidio y genocidio
IX. La nueva estructura de la selva
Tercera Parte
X. La Misión del Sepahua
XI. Construcción de una nueva sociedad
XII. La educación
XIII. La comunidad nativa Sepahua
XIV. La economía en las sociedades nativas
Cuarta Parte
XV. Instituciones indígenas en el Bajo Urubamba
XVI. Grupos étnicos del Bajo Urubamba
XVII. Comunidad nativa Timpía
XVIII. Comunidad nativa Kirigueti
XIX. Cambio del paradigma indígena
Quinta Parte
XX. Departamento de Ucayali
XXI. Distrito de Sepahua
Sexta Parte
XXII. Compañías petroleras
XXIII. La misión católica y los indígenas
XXIV. Los aislados
XXV. Futuro de las sociedades nativas del Bajo Urubamba
Anexos
I. Cronología
II. Derechos indígenas en la ONU
El objetivo principal de esta historia es que los indígenas nativos aprendan su lección: han sido un pueblo soberano e inteligente, pero los han combatido de mil maneras, física, cultural y moralmente, durante toda su historia, hasta en la actualidad, sometiéndolos a la marginación, sin esperanza de sobreponerse; pero en sus manos está el poder recuperar su identidad física, cultural y moral si ponen interés en conocer su historia y en poner en práctica sus lecciones. La lógica de esta historia es eso: Hombres sabios y poderosos, que dominaban y controlaban la selva, se volvieron hombres vencidos física y moralmente, decayendo en una gran depresión y conformismo.
¿Es posible que en el culmen de la historia de un pueblo vencido surjan personas nuevas que tomen conciencia de su identidad y de sus derechos y reivindiquen una vida perdida?
Nuestra convicción es que sí lo será, de modo que en un tiempo no lejano, se darán circunstancias favorables para un cambio radical en la mentalidad de los dirigentes indígenas y en su destino, basado en el derecho natural de éstos a su identidad y a la propia autoestima, en la renuncia de la sociedad occidental al etnocentrismo y al racismo, y finalmente, en las declaraciones de los organismos internacionales a favor de los derechos indígenas, bases que desterrarán la desigualdad y la marginación entre los habitantes de la selva, creando la paz. En esta reivindicación deben participar todos los indígenas, porque nadie puede representar a un nativo inteligente, sabio, conocedor de la selva, que reivindica sus propios derechos, sino él mismo.
Cine y Espiritualidad
La película muestra la vida cotidiana de Santa Teresa de Lisieux, desde que decide ingresar en clausura hasta su muerte. La joven supera los obstáculos de su juventud para hacerse carmelita, acudiendo incluso al Papa. Y se muestra también su etapa de sufrimiento por su tuberculosis, que sabe llevar con buen ánimo. Se dibujan muy bien las hermosas ceremonias litúrgicas de ingreso en la orden, y hay momentos muy bellos, como el de la gozosa secuencia de la celebración de la Navidad.
Santa Teresita del Niño Jesús
Carmelita descalza y Doctora de la Iglesia Católica. María Francisca Teresa Martín Guérin nace en Alençon, en la provincia de Normandía al noroccidente de Francia el 2 de enero de 1873. Cuando contaba 14 años sintió el deseo de convertirse en religiosa. Tuvo muchos inconvenientes para su entrada al convento esto llevo a Don Martín y Teresa a conversar con el Padre superior quien también se negó, de ahí con el Obispo que tampoco aceptó y deciden ir a hablar con el Sumo Pontífice a Roma, para aquel entonces León XIII, quien le recomendó obedecer las instrucciones de los superiores.
Finalmente luego de la intervención de la madre superiora, la insistencia de Teresa el día 9 de abril de 1888 es recibida por fin en el Monasterio del Carmelo.
El nombre Teresa del Niño Jesús fue elegido por la superiora del Carmelo de Lisieux, la madre Gonzaga, quien en un momento de enfermedad de Teresa le envió un mensaje de aliento, en ese mensaje le trata así; “…mi hijita Teresita del Niño Jesús”.
En su vida dio gran valor a la oración y a los pequeños actos. Sufrió la prueba de la fe desde el 5 de abril de 1896, hasta su muerte, tras unos meses de terribles padecimientos. Sus últimas palabras fueron: “Oh, le amo…”, mirando a su crucifijo; y un instante después: “¡Dios mío…os amo!”.
El centro de su espiritualidad fue la misericordia o amor de Dios. Por encima de todo enfatiza siempre la misericordia divina, ante la cual confía y nada hay que temer. Ante todo, Dios es Padre; y Jesús es su Hijo misericordioso. Escribió: “¡Oh Jesús!…estoy segura de que, si por un imposible, encontraras un alma más débil, más pequeña que la mía, te complacerías en colmarla de favores más grandes aun, si ella se abandona con entera confianza a tu misericordia infinita”.
En una carta escrita el 17 de septiembre de 1896 a su hermana escribe la frase que resume el mensaje e ideario de Teresa, sus ideas y pensamientos más arraigados, el motor de su existencia: “La confianza, y nada más que la confianza, es la que debe conducirnos al amor (de Dios)”. Se ha vinculado su espiritualidad con la de santa contemporánea Faustina Kowalska (devoción a la Divina Misericordia).
Su doctrina habla de que Dios está en todas partes y de que son los sencillos actos, hechos con amor, el camino hacia la santificación: «La santidad no consiste en ésta o la otra práctica, sino en una disposición del corazón que nos hace humildes y pequeños entre los brazos de Dios, conscientes de nuestra flaqueza y confiados hasta la audacia en su bondad de Padre».
Cae enferma y muere el 30 de septiembre de 1897 en Lisieux, Normandía (Francia).
Beatificación y canonización
En 1923 es beatificada y en 1925 canonizada. En 1927 es proclamada patrona de la misiones pese a no haber abandonado nunca el convento, pero siempre rezaba por los misioneros y siempre fue su deseo ardiente el convertirse en una. En 1997 es declarada Doctora de la Iglesia, siendo la tercera mujer en conseguir ese nombramiento. Anteriormente habían sido declaradas doctoras Santa Teresa de Jesús, también carmelita, y Santa Catalina de Siena. La Festividad de Santa Teresa de Lisieux es el 1 de octubre.
Considerada por Pio XI como “la estrella de su pontificado”, fue rápidamente beatificada y canonizada, declarada santa patrona de las misiones y patrona secundaria de Francia, después de Juana de Arco. En 1997, el Papa Juan Pablo II hizo de ella la 33° Doctora de la Iglesia, y es conocida como la Doctora del Amor.
La Basílica Santa Teresa, edificada en Lisieux, es el segundo lugar de peregrinación más grande de Francia, después del Santuario de Lourdes.
Obra
La obra escrita de Santa Teresita no es muy extensa, sin embargo, presenta un claro interés espiritual, teológico y hasta antropológico. Consta de tres manuscritos autobiográficos escritos por mandato de dos de sus superioras, que fueron publicados en un libro con el título de “Historia de un Alma”. Además se cuenta con 274 cartas escritas a familiares y otras personas, poemas religiosos, algunas obras teatrales, textos dispersos y las palabras pronunciadas durante su larga agonía que fueron recogidas por sus hermanas: Paulina (Madre Inés de Jesús), María (Sor María del Sagrado Corazón) y Celina (Sor Genoveva de la Santa Faz y de Santa Teresa), monjas en el mismo convento.
Fuente: Wikipedia.
Jornada de Espiritualidad Misionera
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