Una, santa, católica y apostólica
Por Lic. Ernesto Vicente Usnayo Villegas
En la edad antigua nuestro Señor Jesucristo nos llamó amigos y fundó realmente su Iglesia de alcance Universal -lo atestigua la historia- sobre el apóstol Pedro en Mt 16, 18 con sus sagradas palabras: ¡“Tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia, y el poder del infierno no la derrotará. A ti te daré las llaves del Reino de los cielos, y lo que ates en la tierra, quedará atado en el cielo; y lo que desates en la tierra, quedará desatado en el cielo”¡ y destinó a Pedro y a sus sucesores como la piedra angular de su Iglesia. El obispo de Roma es el Vicario de Cristo, unido colegialmente con los obispos del mundo. Está verdad divina es proclamada en el Credo (que es el resumen de la santa Biblia).
Creemos por el testimonio que nos legaron la acción de los 12 apóstoles, la Virgen María, San José, los discípulos, los laicos, los mártires, los monjes y monjas, los concilios ecuménicos, la defensa de la fe, los santos como los peruanos Santa Rosa de Lima, San Martín de Porres, el trabajo catequético, los Padres de la Iglesia, los Doctores de la Iglesia.
En la edad media: la creación de hospicios, escuelas, universidades a cargo de la Iglesia; la fundación de congregaciones religiosas; los grandes monasterios por toda Europa con su servicio a los más pobres, usando las tecnologías, de entonces, sin dañar la ecología.
En la edad moderna: las misiones, la aparición de movimientos laicales, el sobrevivir en medio de las persecuciones de todo tipo, la doctrina social de la Iglesia, la defensa de la vida; la mediación para la solución de conflictos internacionales y locales.
En la edad contemporánea: la acción social, política y espiritual a favor de los más desposeídos; el trabajo apostólico de San Juan Pablo II, el Papa Benedicto XVI, el Papa Francisco; la caridad de Dios a través de la Madre Teresa de Calcuta; la alabanza divina con madre Glenda, Sor Cristina, Padre Diego Cabrera, Luis Enrique Ascoy, Las Siervas, Takillakkta, Martín Valverde, Daniel Poli, Pepe Enciso, Malcolm Roberts, Luis Alcázar, Miguel Quiñones, Martín Portugal y su esposa Lilian Beteta; la evangelización actual a cargo de los hermanos carismáticos, el camino neocatecumenal; así como la participación de millones de jóvenes y familias en las Jornadas Mundiales de la Juventud y de las Familias.
Y mi testimonio es haber conocido a Dios de niño en las novenas patronales de mi pueblo y participar en un retiro en la época escolar. La enseñanza de la Iglesia de las virtudes personales y sociales como camino de santidad al Reino de Dios. Gracias a la Iglesia he tenido el honor de conocer muchos amigos en Cristo en el Perú y en el mundo.