Rabino Eliezer Simcha Weisz. Publicado a través de Wikimedia.
Por Edgar Beltrán– ThePillarCatholic.com
El destacado rabino dijo en una carta abierta que los recientes comentarios del Papa Francisco sobre la conducta de Israel en Gaza representaban “un peligro histórico”.
En su carta al Papa, el rabino Eliezer Simcha Weisz, miembro del Consejo del Gran Rabinato de Israel, argumentó que las recientes declaraciones papales habían “revivido los patrones más oscuros de la historia de la Iglesia Católica, patrones que durante siglos transformaron las falsas acusaciones en violencia contra el pueblo judío”.
La carta, publicada el 9 de enero por el Jewish News Syndicate bajo el título “Yo acuso: Una carta abierta al Papa Francisco”, subrayó las tensiones en las relaciones entre católicos y judíos en medio de la guerra entre Israel y Hamás.
La carta llegó después de que el Papa dijera en su discurso del 21 de diciembre a la Curia Romana que las muertes de niños en medio de los bombardeos en Gaza eran una “crueldad”. El comentario del Papa ha sido interpretado por algunos en Israel como una acusación de que el ejército israelí está atacando deliberadamente a los niños.
Durante su discurso del 21 de diciembre, el Papa también lamentó que al cardenal Pierbattista Pizzaballa, patriarca latino de Jerusalén, no se le hubiera permitido entrar en Gaza el día anterior, a pesar de una aparente promesa de las autoridades israelíes.
A Pizzaballa se le permitió entrar a Gaza al día siguiente, 22 de diciembre.
En Israel, las declaraciones del pontífice del 21 de diciembre suscitaron duras críticas.
En la víspera de Navidad, el ministro de Asuntos Exteriores israelí, Gideon Sa’ar, convocó al nuncio apostólico en Israel, el arzobispo Adolfo Tito Yllana, para expresar su “fuerte disgusto” por las declaraciones del Papa.
Y en una carta del 9 de enero, Weisz acusó al Papa de mostrar un “sesgo evidente” desde el ataque liderado por Hamás contra Israel el 7 de octubre de 2023, que mató a casi 1,200 personas, principalmente civiles.
El rabino afirmó que el Papa había “establecido repetidamente una falsa equivalencia moral entre una nación democrática que defiende a sus ciudadanos y terroristas que perpetraron la masacre más bárbara de judíos desde el Holocausto”.
“Cada víctima de esta guerra es una tragedia, pero la responsabilidad recae directamente sobre Hamás, que maximiza intencionalmente las bajas civiles con fines propagandísticos. Su silencio sobre estas tácticas, sumado a su persistente descripción de Israel como agresor, envía ondas destructivas a través de la conciencia global a una velocidad y escala inimaginables para sus predecesores”, escribió.
Las estimaciones del número de muertos en Gaza varían, pero un estudio publicado el 9 de enero en The Lancet concluyó que hubo 64,260 muertes debido a lesiones traumáticas en la Franja de Gaza entre el 7 de octubre de 2023 y el 30 de junio de 2024.
Se sabe que el Papa Francisco está en contacto regular, incluso diario, con la única parroquia católica de Gaza, donde cientos de personas han buscado refugio.
Weisz se convirtió en el primer rabino del Reino Unido designado para el Consejo del Gran Rabinato de Israel en 2018. El consejo asiste a los dos rabinos principales de Israel, uno de los cuales es asquenazí y otro sefardí.
Nació y creció en Manchester, Inglaterra, donde fue rabino de la comunidad de Whitefield antes de mudarse a Israel en la década de 1980.
En su carta, el rabino también cuestionó las relaciones amistosas de la Santa Sede con Irán, que ha mantenido enfrentamientos directos con Israel desde el ataque terrorista del 7 de octubre.
“Cada apretón de manos, cada reunión, es fotografiada, filmada y difundida a nivel mundial en cuestión de minutos”, dijo.
“Al reunirse con representantes de un gobierno que llama abiertamente a la aniquilación de Israel y al mismo tiempo no cuestiona su grotesca apropiación de Jesús en su campaña contra Israel y Occidente, usted ha otorgado autoridad papal al antisemitismo moderno”.
Los observadores han sugerido que las relaciones entre el Vaticano y los judíos están en un punto históricamente bajo desde el Concilio Vaticano Segundo, y la situación ha sido particularmente delicada desde los comentarios del Papa en su discurso a la Curia.
En vísperas de Navidad, el ministro israelí de Asuntos de la Diáspora y Lucha contra el Antisemitismo, Amichai Chikli, acusó al Vaticano de difundir “libelos de sangre modernos” en un discurso ante el Knesset, el Parlamento israelí.
“Es profundamente desalentador ver al Papa –líder de una institución que permaneció en silencio durante el Holocausto– ahora promoviendo libelos de sangre modernos contra el Estado judío”, añadió Chikli.
Apenas una semana después, en la víspera de Año Nuevo, la Conferencia de Presidentes de las Principales Organizaciones Judías Estadounidenses escribió una carta en la que calificaba de “incendiaria” la retórica del Papa sobre Gaza.
Al día siguiente, el Jewish News Syndicate publicó una columna que acusaba al Papa Francisco de mantener un “doble estándar, especialmente en contraste con el relativo silencio [del Vaticano] sobre otros abusos de los derechos humanos”.
Por su parte, en lo que pareció ser un intento de reducir las tensiones, el Papa condenó enérgicamente el aumento mundial del antisemitismo en su discurso sobre el “estado del mundo” del 9 de enero.
“Las crecientes expresiones de antisemitismo, que condeno enérgicamente, y que afectan a un número cada vez mayor de comunidades judías en todo el mundo, son motivo de profunda preocupación”, afirmó el Papa.
Sin embargo, Weisz escribió que la relación del Vaticano con la comunidad judía está en uno de sus puntos más bajos desde el Concilio Vaticano II.
“El progreso logrado bajo el papa Juan XXIII hacia la sanación de las relaciones entre católicos y judíos está siendo socavado sistemáticamente por su pontificado. A través de su vasto púlpito digital, la iglesia se ha convertido en un megáfono global para quienes utilizan el antisemitismo como arma bajo el pretexto de apoyar a los oprimidos”, argumentó.
“La existencia de Israel no sólo representa la supervivencia, sino un resurgimiento, una refutación viviente de la idea de que los judíos deben aceptar la persecución como su destino. Sin embargo, sus palabras, amplificadas por la tecnología moderna, amenazan esta soberanía ganada con mucho esfuerzo con un alcance y una influencia sin precedentes”, añadió Weisz.
Weisz concluyó la carta instando al Papa a “reconocer la enorme responsabilidad que conlleva su alcance global sin precedentes. Cada palabra suya moldea opiniones y acciones en todo el mundo con una velocidad y una escala históricas”.
“El mundo necesita ahora más que nunca su liderazgo moral, un liderazgo digno de su influencia sin precedentes. El camino a seguir requiere la adhesión a la verdad y la justicia, no la amplificación de antiguos prejuicios a través de medios modernos”, concluyó.