Rupnik despedido de la Pontificia Universidad Gregoriana
En ese claustro el jesuita acusado de abusos dirigía dos tesis doctorales, y tenía compromisos futuros. Vaticano mantiene silencio sobre el caso Rupnik
Informa el portal Church Militant que la Pontificia Universidad Gregoriana en Roma ha despedido al Padre Marko Rupnik SJ, artista acusado de haber abusado de varias religiosas de la Comunidad Loyola. Además ese claustro regentado por jesuitas ha determinado que todas las referencias al sacerdote sean retiradas de su sitio web.
Según una fuente de Church Militant en la Gregoriana, en una reunión de decanos de la universidad ocurrida el pasado martes, el rector Mark A. Lewis SJ insistió en que el Padre Rupnik no podía ser más moderador de dos estudiantes de doctorado de esa institución, incluso aunque uno de ellos estuviese llegando al final de la redacción de su tesis.
El rector Lewis, también ha cancelado todas las actividades futuras del Padre Rupnik relacionadas con la universidad. Rupnik fue profesor de la Gregoriana hasta el 2020, impartiendo cursos de inculturación, misión y arte.
Vaticano mantiene silencio
Acerca de las conclusiones investigativas del Comisario de la Comunidad Loyola, Monseñor Daniele Libanori, que es también Obispo auxiliar de Roma, y quien en comunicación de diciembre a su clero calificó de creíbles las acusaciones entonces publicitadas contra el Padre Rupnik, aún no ha hablado ninguna autoridad vaticana. Las conclusiones de su informe de la visita a la Comunidad Loyola fueron entregadas al Dicasterio de la Doctrina de la Fe a mediados del 2021, y muy probablemente también al Dicasterio para los Institutos de Vida Consagrada, regentado por el Cardenal brasileño Braz de Aviz. Pero aún después de ese informe, el Padre Rupnik siguió cumpliendo una repleta agenda de actividades, incluyendo su participación como consultor en dos dicasterios romanos, retiros espirituales, conferencias, ejecución de obras de arte, etc.
En entrevista con el National Catholic Reporter, Monseñor Charles Scicluna, secretario adjunto del Dicasterio para la Doctrina de la Fe y experimentado investigador en estos casos, dijo que “la mayor parte del sufrimiento que he visto es cuando las víctimas quedan en la oscuridad sin ningún seguimiento de la revelación que ellas han dado”.
Tenemos una ley y tenemos un sistema que faculta a las personas a denunciar abusos o malas conductas, pero usted también tiene el derecho a conocer que ocurre con sus denuncias”, declaró el Arzobispo maltés, quien sin embargo, cuando se le preguntó explícitamente sobre el caso Rupnik, “declinó hacer cualquier comentario”.
Fuente: Gaudium Press.
“Un jesuita compromete a toda la Compañía de Jesús, nos sentimos traicionados”
“Estamos profundamente conmocionados por los hechos de abusos sexuales a las víctimas de Marko Rupnik. El trauma y los daños causados en todas las dimensiones de sus vidas son abrumadores. Las delirantes justificaciones místicas y espirituales son lo contrario del mensaje de San Ignacio que tanto insiste en el respeto y la libertad”, señala el provincial.
“Las respuestas a los abusos a mujeres adultas deben evolucionar, como ha ocurrido con los malos tratos a menores. Las palabras de estas mujeres deben ser escuchadas y creídas”
“Estamos profundamente conmocionados por los hechos de abusos sexuales a las víctimas de Marko Rupnik. El trauma y los daños causados en todas las dimensiones de sus vidas son abrumadores. Las delirantes justificaciones místicas y espirituales son lo contrario del mensaje de San Ignacio que tanto insiste en el respeto y la libertad”.
Quien así se expresa es François Boëdec, provincial de la provincia jesuita de Europa Occidental francófona, quien, en declaraciones a La Vie, asegura que, “aunque no sea miembro de nuestra provincia, nos sentimos traicionados, porque un jesuita compromete a toda la Compañía de Jesús. Reiteramos el llamamiento lanzado por la Curia General de los Jesuitas en Roma, que invita a todas las personas, testigos o víctimas, a presentarse”.
“Estas mujeres deber ser escuchas y creídas”
En opinión del provincial, en cuanto a las lecciones que hay que aprender, “las respuestas a los abusos a mujeres adultas deben evolucionar, como ha ocurrido con los malos tratos a menores. Las palabras de estas mujeres deben ser escuchadas y creídas. El derecho canónico debe proteger a todos y prever sanciones proporcionales a los abusos cometidos”.
Fuente: www.religiondigital.org
La Iglesia católica debe liberarse de esta «pesadilla tóxica»
El martes 11 de enero falleció el Cardenal George Pell. Su último escrito fue publicado por The Spectator y en él aborda de forma concreta el documento preparatorio para el Sínodo sobre la Sinodalidad y más genéricamente también el sínodo mismo. Se trata de un texto marcadamente crítico por parte de un hombre de Iglesia al que el Papa no ha dudado en reconocer públicamente por haber sentado las bases de la reforma económica del Vaticano. De hecho, el Papa estará presente en su funeral el sábado 14 de enero en la basílica de San Pedro. Porque se trata de un artículo que contribuye al debate -algo que el mismo documento preparatorio para la fase sinodal exhorta- ofrecemos la traducción integral al español de este artículo del Cardenal Pell. El título que hemos dado en ZENIT no es arbitrario: está tomado del texto mismo y del título original dado por la fuente inicial.
Por Cardenal George Pell- ZENIT.org
El Sínodo de los Obispos Católicos está ahora ocupado construyendo lo que ellos consideran el «sueño divino» de la sinodalidad. Por desgracia, este sueño divino se ha convertido en una pesadilla tóxica, a pesar de las buenas intenciones declaradas de los obispos.
Han elaborado un folleto de 45 páginas que presenta su relato de los debates de la primera fase de «escucha y discernimiento», celebrada en muchas partes del mundo, y es uno de los documentos más incoherentes jamás enviados desde Roma.
Mientras damos gracias a Dios porque el número de católicos en todo el mundo, especialmente en África y Asia, está aumentando, el panorama es radicalmente distinto en América Latina, con pérdidas tanto para los protestantes como para los laicistas.
Sin ningún sentido de la ironía, el documento se titula «Amplía el espacio de tu tienda», y el objetivo de hacerlo es dar cabida, no a los recién bautizados -aquellos que han respondido a la llamada a arrepentirse y creer-, sino a cualquiera que pueda estar lo suficientemente interesado como para escuchar. Se insta a los participantes a ser acogedores y radicalmente inclusivos: «Nadie queda excluido».
El documento no insta ni siquiera a los participantes católicos a hacer discípulos de todas las naciones (Mateo 28:16-20), y mucho menos a predicar al Salvador a tiempo y a destiempo (2 Timoteo 4:2).
La primera tarea de todos, y especialmente de los profesores, es escuchar en el Espíritu. Según esta reciente actualización de la buena nueva, la «sinodalidad» como forma de ser de la Iglesia no debe definirse, sino simplemente vivirse. Gira en torno a cinco tensiones creativas, partiendo de la inclusión radical y avanzando hacia la misión en un estilo participativo, practicando la «corresponsabilidad con otros creyentes y personas de buena voluntad». Se reconocen las dificultades, como la guerra, el genocidio y la brecha entre clero y laicos, pero todo puede sostenerse, dicen los obispos, con una espiritualidad viva.
La imagen de la Iglesia como una tienda en expansión con el Señor en su centro procede de Isaías, y su objetivo es subrayar que esta tienda en expansión es un lugar donde la gente es escuchada y no juzgada, no excluida.
Así pues, leemos que el pueblo de Dios necesita nuevas estrategias; no peleas y enfrentamientos, sino diálogo, en el que se rechace la distinción entre creyentes e incrédulos. El pueblo de Dios debe escuchar realmente, insiste, el clamor de los pobres y de la tierra.
Debido a las diferencias de opinión sobre el aborto, la contracepción, la ordenación de mujeres al sacerdocio y la actividad homosexual, algunos consideran que no se pueden establecer ni proponer posturas definitivas sobre estas cuestiones. Lo mismo ocurre con la poligamia y el divorcio y segundas nupcias.
Sin embargo, el documento es claro sobre el problema especial de la posición inferior de la mujer y los peligros del clericalismo, aunque se reconoce la contribución positiva de muchos sacerdotes.
¿Qué pensar de este popurrí, de esta efusión de buena voluntad de la Nueva Era? No es un resumen de la fe católica ni de las enseñanzas del Nuevo Testamento. Es incompleto, hostil en aspectos significativos a la tradición apostólica y no reconoce en ninguna parte el Nuevo Testamento como la Palabra de Dios, normativa para toda enseñanza sobre la fe y la moral. Se ignora el Antiguo Testamento, se rechaza el patriarcado y no se reconoce la Ley de Moisés, incluidos los Diez Mandamientos.
Inicialmente se pueden hacer dos observaciones. Los dos sínodos finales en Roma en 2023 y 2024 necesitarán clarificar su enseñanza sobre asuntos morales, ya que el Relator (redactor jefe y gestor) Cardenal Jean-Claude Hollerich ha rechazado públicamente las enseñanzas básicas de la Iglesia sobre sexualidad, alegando que contradicen la ciencia moderna. En tiempos normales, esto habría significado que su continuidad como Relator era inapropiada, incluso imposible.
Los sínodos tienen que elegir si son servidores y defensores de la tradición apostólica sobre la fe y la moral, o si su discernimiento les obliga a afirmar su soberanía sobre la enseñanza católica. Deben decidir si las enseñanzas básicas sobre cosas como el sacerdocio y la moral pueden aparcarse en un limbo pluralista en el que algunos optan por redefinir los pecados a la baja y la mayoría acepta discrepar respetuosamente.
Fuera del sínodo, la disciplina se está relajando, especialmente en el norte de Europa, donde unos pocos obispos no han sido reprendidos, incluso después de afirmar el derecho de un obispo a disentir; ya existe un pluralismo de facto más generalizado en algunas parroquias y órdenes religiosas sobre cosas como la bendición de la actividad homosexual.
Los obispos diocesanos son los sucesores de los apóstoles, el maestro principal de cada diócesis y el centro de la unidad local de su pueblo y de la unidad universal en torno al Papa, sucesor de Pedro. Desde la época de San Ireneo de Lyon, el obispo es también el garante de la fidelidad permanente a la enseñanza de Cristo, la tradición apostólica. Son gobernantes y a veces jueces, así como maestros y celebrantes sacramentales, y no son meras flores de pared o sellos de goma.
“Ampliar la tienda» es consciente de los defectos de los obispos, que a veces no escuchan, tienen tendencias autocráticas y pueden ser clericalistas e individualistas. Hay signos de esperanza, de liderazgo efectivo y cooperación, pero el documento opina que los modelos piramidales de autoridad deben ser destruidos y que la única autoridad genuina proviene del amor y el servicio. Hay que hacer hincapié en la dignidad bautismal, no en la ordenación ministerial, y los estilos de gobierno deben ser menos jerárquicos y más circulares y participativos.
Los principales actores en todos los sínodos (y concilios) católicos y en todos los sínodos ortodoxos han sido los obispos. De una manera suave y cooperativa, esto debería afirmarse y ponerse en práctica en los sínodos continentales para que las iniciativas pastorales se mantengan dentro de los límites de la sana doctrina. Los obispos no están allí simplemente para validar el debido proceso y ofrecer un «nihil obstat» a lo que han observado.
A ninguno de los participantes en el sínodo, laicos, religiosos, sacerdotes u obispos, les conviene que el sínodo decida que no se puede votar y que no se pueden proponer proposiciones. Transmitir al Santo Padre sólo las opiniones del comité organizador para que haga lo que decida es un abuso de la sinodalidad, una marginación de los obispos, que no se justifica ni por las Escrituras ni por la tradición. No es el proceso debido y es susceptible de manipulación.
Por un enorme margen, los católicos que celebran regularmente su culto en todo el mundo no aprueban las conclusiones del actual sínodo. Tampoco hay mucho entusiasmo en las altas esferas de la Iglesia. Las continuas reuniones de este tipo ahondan las divisiones y unos pocos conocedores pueden explotar la confusión y la buena voluntad. Los ex anglicanos entre nosotros tienen razón al identificar la confusión cada vez mayor, el ataque a la moral tradicional y la inserción en el diálogo de la jerga neomarxista sobre la exclusión, la alienación, la identidad, la marginación, los sin voz, LGBTQ, así como el desplazamiento de las nociones cristianas de perdón, pecado, sacrificio, curación, redención. ¿Por qué el silencio sobre el más allá de recompensa o castigo, sobre las cuatro últimas cosas: muerte y juicio, cielo e infierno?
Hasta ahora, el método sinodal ha descuidado, e incluso degradado, lo trascendente, ha encubierto la centralidad de Cristo con apelaciones al Espíritu Santo y ha fomentado el resentimiento, especialmente entre los participantes.
Los documentos de trabajo no forman parte del magisterio. Son una base para la discusión; para ser juzgados por todo el pueblo de Dios y especialmente por los obispos con y bajo el Papa. Este documento de trabajo necesita cambios radicales. Los obispos deben darse cuenta de que hay trabajo por hacer, en nombre de Dios, más pronto que tarde.
Edificio de lujo en Londres: 10 acusados
Los cargos contra Giovanni Angelo Becciu incluyen malversación de fondos y abuso de poder. Una italiana que trabajaba para él fue acusada de malversación y el ex secretario personal del cardenal, el sacerdote Mauro Carlino, fue denunciado por extorsión.
El abogado de Carlino, en tanto, dijo que su cliente es inocente, que “actuó bajo órdenes” y que le había ahorrado al Vaticano millones de euros. Sostuvo además que comenzar un juicio tan pronto no le da a los abogados defensores el tiempo suficiente para prepararse.
Otro eclesiástico será juzgado, monseñor Enrico Crasso, antiguo gestor del patrimonio reservado de la Secretaría de Estado, un maná de varios cientos de millones de euros procedente en gran parte de las donaciones de los particulares al Vaticano.
Las otras personas que serán juzgadas son Tommaso Di Ruzza, antiguo director de la AIF; Cecilia Marogna, llamada “La dama del cardenal”, una joven consultora italiana a la que la Secretaría de Estado habría depositado medio millón de euros en una cuenta en Eslovenia; el inversor Raffaele Mincione; el abogado Nicola Squillace; Fabrizio Tirabassi, un antiguo alto funcionario laico del Vaticano; y Gianluigi Torzi, un empresario arrestado en mayo en Londres.
La inversión en el corazón del escándalo es un edificio en el elegante barrio londinense de Chelsea, 17000 m2 transformados en unos cincuenta apartamentos de lujo. La primera participación en el proyecto tuvo lugar en 2014 a través de un fondo luxemburgués gestionado por el holding de Mincione.
Reapareció Francesca Immacolata Chaouqui, la relacionista pública condenada en julio de 2016 por un tribunal del Vaticano a diez meses de prisión por filtración de documentos reservados. Fue el monseñor español Lucio Ángel Vallejo Balda, del Opus Dei, quien se la presentó a Francisco. Ella y Balda terminaron siendo protagonistas del denominado Vatileaks II, el escándalo por filtración de documentos reservados que estalló durante el pontificado del papa argentino.
Chaouqui fue convocada a testimoniar después que ella habría ayudado a monseñor Alberto Perlasca, exmano derecha de Becciu, a ser el principal acusador de la causa. Antes de ingresar al Vaticano para su cita con la justicia, disparó munición gruesa y adelantó que iba finalmente a decir su verdad, al destacar que llevaba consigo una caja con más de 3000 páginas de documentos.
“Voy a contar cómo el cardenal me alejó del Santo Padre y después cómo el Santo Padre volvió a llamarme a su lado y cómo luché junto a él para que la transparencia que había comenzado con la Cosea siguiera”, dijo. “Voy a demostrar cómo hubo un verdadero intento de poner en jaque la diplomacia pontificia sustituyéndola con una diplomacia paralela que se desarrollaba a través de empresas de inteligencia pagadas por un poder oculto, que se movía a espaldas del Papa y que lo utilizaba”.
Fuente: www.infobae.com y Diario La Nación.