Por Martha Meier Miró Quesada– Diario EXPRESO
Esto no es un gobierno, es un cartel de simpatizantes del narco terrorismo, o quizá parte. Esto no es un gobierno, sino un sindicato de mediocres. Esto no es un gobierno, es una tragedia para el Perú. El llamado presidente es un sombrero con pies, un personaje ficticio creado para la campaña, sin capacidad para enrumbar al país. En tiempos de pandemia y profunda crisis económica, Castillo era lo peor que podía suceder.
El llamado presidente no habla quechua porque la versión cajamarquina de esa lengua está casi extinta; además es incapaz de expresarse correctamente en español, y sin embargo es ‘profesor’. Hasta la fecha no ha compartido ninguna idea o conocimiento importante ni interesante; por su propia dicho sabemos que no es lector pues para la posteridad quedó: “La biblioteca la llevo en la nariz”. Los números tampoco son su fuerte, ¿o no lo vimos en la televisión diciendo 70 x 3=221, una multiplicación simple que hasta un niño de primaria contestaría correctamente (210).
El Premier Guido Bellido hace gala de malos modales y patanería; su ignorancia lo lleva a creer que el quechua cusqueño es comprendido en el Perú entero. Pobre alma. Bellido es admirador de Sendero Luminoso y apologista del terrorismo. Héctor Béjar, el viejo “guerrillero” y asesino entrenado en Cuba, fue empujado a renunciar al ministerio de Relaciones Exteriores por presión de la calle, de los partidos democráticos y de un sector libre de la prensa. El anciano terruco dijo entre otras sandeces, que la CIA, la Central de Inteligencia de los Estados Unidos (“inteligencia del enemigo”, le llama) y la Marina de Guerra del Perú fueron los creadores del terrorismo en nuestro suelo. Este individuo fue capturado en los años 60 y condenado a muerte, pero en el primer gobierno del arquitecto Belaunde esa pena cambiada por prisión. Durante la dictadura militar de Juan Velasco Alvarado, sin embargo, fue indultado.
Hasta al Chino Fujimori se le pasó anular tal indulto y regresarlo a cumplir su condena completa. En los pocos días en el cargo se encargó de alinear al Perú con los países de la órbita castro-chavista. Uno de los viceministros debió renunciar al conocerse que había asesinado a su pareja. Y la lista continúa.
Salvo escasas y muy honrosas excepciones –mencionaremos hoy a la cusqueña Karenina Bayona, despedida de Exitosa por desenmascarar el filo senderismo de Bellido–, los medios rebosan de periodistas cobardes, incultos, preocupados por la quincena y no por la verdad, por hacerse famosos antes que respetables. Los empresarios mediáticos utilizan sus diarios, radios y canales para tapar sus delitos y librarse de la justicia. Ese amasijo de ignorantes serviles a los pillos difamó por décadas a la élite política hasta desprestigiarla. El resultado: un sombrero monitoreado desde Cuba que nos dirige a la miseria y al comunismo.
CASO “LOS PITUFOS DE PAOLA UGAZ” SE VA ARMANDO EL ROMPECABEZAS
Por Uri Ben Schmuel– Diario La Razón.
En menos de un año, lo que empezó con la publicación de las que serían unas conversaciones de Paola Margot Ugaz Cruz realizando supuestas coordinaciones de presunto lavado de dinero con algunas personas, hoy parecería haberse convertido en uno de los casos delictivos relacionados a una red criminal más complejos de la historia reciente en el Perú. De hecho, desde septiembre de 2020 a la fecha, la publicación frecuente de hechos comprobados e información vinculada a lo que sería esta red han sido cada día más verosímiles. Tanto es así, que el Ministerio Público, y específicamente el equipo de fiscales anticorrupción liderado por José Domingo Pérez, han avanzado decididamente en la búsqueda de la verdad sobre este caso, más conocido como “Los pitufos de Paola Ugaz”. En este camino de incesante trabajo, lo que parecía una ruta recta se ha convertido en una especie de laberinto donde cada día se abren más puertas. Y detrás de cada puerta aparece un nuevo entramado de posibles intercambios delictivos con nuevos personajes.
¿Quiénes conformarían la red?
Como hemos venido informando, la red en cuyo vértice estaría Paola Ugaz, tendría como objetivo prioritario hacer ingresar al sistema financiero dinero cuyo origen, por la forma de proceder, se presume dudoso. Según los datos revelados, las modalidades principales que se utilizarían para llevar a cabo dicho trabajo serían hasta cinco:
Depositar dinero en cuentas de terceros quienes por este servicio cobrarían un 15% de comisión.
Compra y venta de terrenos.
Compra y venta de autos usados.
Préstamos informales.
Lavado de dinero en casinos.
Para llevar a cabo estas acciones, Ugaz Cruz no actuaría sola, sino que lo haría a través de una red que se podría comparar con las estructuras de las redes piramidales de ventas de productos en donde no necesariamente todos los involucrados se conocen entre sí, sino más bien cada uno responde a un “líder de grupo”. La información recabada hasta ahora en nuestras investigaciones ha venido corroborando, para sorpresa de muchos, lo publicado en setiembre del pasado año por un diario local. Paola Ugaz tendría un mínimo de tres líderes de grupo que le reportarían directamente a ella y a quienes Ugaz les daría el dinero: Ricardo Marco Antonio Vicente Anderson Campos Ruiz, Fiorella Pinedo Elaluf y Jhosy Mogollón Villarreyes. En el caso de estos tres, todo indica, por fuentes que gozan de la mayor credibilidad pero que prefieren mantenerse en el anonimato, que efectivamente se conocen entre sí.
El grupo liderado por Anderson Campos Ruiz estaría dedicado principalmente al tráfico de terrenos, a la compra y venta de autos usados, y al lavado de dinero en casinos. Anderson es conocido por ingresar grandes sumas de dinero por fichas de juego, sobre todo en un casino ubicado en la Av. El Polo. Debajo de Anderson Campos Ruiz operarían al menos estas personas: Marcos Paz Mansilla y Luis Vega Bermúdez, ambos compañeros de colegio de Anderson; Henry Arana, Mario Ramos Falconí, Marco Huamán Alegría, Pedro Flores Vargas, entre otros. Por su parte, el grupo liderado por Fiorella Desiree Pinedo Elaluf tendría sobre todo la responsabilidad de recibir dinero en sus cuentas a cambio de un 15% de comisión y, como informamos en una nota anterior, el tráfico de tierras en la zona de Mala. Bajo Pinedo Elaluf operarían su esposo Juan Jesús Escate Lira, sospechoso de practicar abortos ilegales en establecimientos de salud públicos, Raquel Rebeca Gonzalvez Donayre, cuyo paradero actual no se conoce, Ángela Llanos y Elizabeth Pareja, quienes aparecen como sindicadas en cartas notariales enviadas por compradores estafados, entre otros. Finalmente, el tercer grupo sería el liderado por la joven Jhosy Lisbeth Mogollón Villarreyes, quien se dedicaría, sobre todo, a hacer los depósitos en cuentas y a servirle a Ugaz de mano derecha en el movimiento del dinero.
En toda esta red que cada día crece más, no podemos olvidar a Daniel Collyns, el cónyuge de Paola Ugaz, quien tendría también un gran desbalance patrimonial que la Fiscalía ya está investigando. Dentro de este ya se habría encontrado la compra de una propiedad que habría pertenecido previamente a Mario Ramos Falconí, quien sería testaferro de Anderson Campos Ruiz. A esto hay que sumarle las grandes sumas de dinero que le debe al sistema financiero, y que no corresponderían con su capacidad de gasto según su propio reporte de ingresos.
Como se puede ver, el caso “Los pitufos de Paola Ugaz” no es una historia simple. Ni tampoco parecería ser un juego de niños. Más bien, las evidencias que van apareciendo cada día muestran que lo que estaría gestionando Ugaz Cruz es algo mucho más grande de lo que se podría pensar pues por el tipo de actividades presuntamente ilícitas que se vienen descubriendo y los montos que éstas requerían para realizarse, la cantidad de dinero que estaría moviendo esta red superaría por mucho el monto original que se supuso en la primera hipótesis que se presentó: 1 millón 700 mil soles. Más bien, realizando una suma a mano alzada, se podría llegar a estimar algunos millones de dólares en movimiento. En todo caso, las investigaciones están en manos de la Fiscalía del Perú y por la información que ha trascendido, los fiscales a cargo de José Domingo Pérez parecen haber encontrado muchas evidencias que ameritarían pasar a una siguiente etapa de investigación. Sin embargo, tal parece que hay intereses de algunos poderosos en riesgo y se estaría haciendo todo lo posible por evitar que los “pitufos” pasen a la etapa preparatoria del proceso. Ello a pesar de que ya es casi imposible tapar el sol con un dedo.
¿Por qué el IDL y el estudio Palacín están tan interesados?
Si bien el caso “Los pitufos de Paola Ugaz”, extrañamente, no atrae la atención de la prensa peruana salvo escasísimas excepciones, no sucede lo mismo con los círculos cercanos a Paola Ugaz y, claro está, con sus colegas del IDL.
Lo primero que salta a la vista y genera suspicacias es: ¿por qué tantos abogados vinculados a la ONG dirigida por Gustavo Gorriti están empeñando sus esfuerzos en la defensa no solo de la sindicada Ugaz Cruz sino también en la de varios “pitufos”? ¿Cómo así, si Ugaz Cruz no se cansa de decir que no conoce a ninguno de los “pitufos”, hay abogados del IDL o del estudio Palacín ejerciendo sus defensas? ¿Cómo así llegan estos “pitufos”, que supuestamente nunca han visto a Ugaz, a que los defiendan abogados de la ONG en la que labora la sindicada o a estudios del nivel de Palacín que no escatima montos a la hora de cobrar? ¿Con qué dinero solventan dicha defensa si, supuestamente, dicen no tener ingresos altos y que todo es un invento? Por ejemplo, Sigifredo Florián Vicente, muy cercano a Carlos Rivera Paz, tan vinculado al IDL, está defendiendo a Paola Ugaz. Por su parte, otro hombre fuerte del IDL, Ronald Gamarra, está acreditado como abogado defensor de quien sería de los peces más gordos en la presunta red de lavado de activos: Fiorella Pinedo Elaluf. ¿Realmente esta ama de casa, sin oficio conocido, esposa de un doctor del MINSA, puede solventar dicho abogado? ¿Cómo así su cónyuge, Juan Jesús Escate Lira, le pagaba sus honorarios primero al mismísimo Julián Palacín, luego al actual Ministro de Justicia Aníbal Torres, y hoy a otro renombrado abogado, si tiene sueldo de doctor de posta médica pública?
En esta línea, durante la semana que pasó, una de las cosas que ha llamado muchísimo la atención dentro del Ministerio Público es precisamente que el doctor Escate Lira, ante el hecho de que el doctor Aníbal Torres fuera nombrado Ministro, tuvo que cambiar de abogado defensor. Y según fuentes internas de la Fiscalía, ha contratado a un abogado que, además de ser muy renombrado, no es de lo más baratos. Lo que ha generado mayor cuestionamiento es que se trataría de uno de los árbitros vinculados al caso Odebrecht pero que, a pesar de que la Fiscalía solicitó su prisión preventiva, a diferencia de otros, sí logro evadir la justicia y no fue preso.
En los pasillos del Ministerio Público se comenta que esta “suerte” la logró gracias a ciertos contactos al interior de la institución y que serían estos mismos “amigos” quienes lo estarían ayudando a que no se incluyan dentro de la investigación del caso de Paola Ugaz a Ricardo Marco Antonio Vicente Anderson Campos Ruiz, a Fiorella Pinedo y a su esposo Juan Jesús Escate Lira, a Marco Paz Mansilla y a Luis Vega Bermúdez. Lo más preocupante es que tal parece que ya es un hecho que estos dos últimos efectivamente ya han sido excluidos de la carpeta fiscal a pesar de que Anderson Campos Ruiz confirmó en una de sus declaraciones que él, Paz Mansilla y Vega Bermúdez sí se conocen.
¿Cómo así este árbitro de ODB consigue que la “suerte” le sonría tanto? ¿Qué privilegios tendrá dentro de la Fiscalía como para que no sólo se libre de la prisión, sino que también hace que personas con serios cuestionamientos en un caso de lavado de activos salgan como si nada de la investigación pasando por encima de inclusive el mismo José Domingo Pérez? Sin duda, es un hecho sobre el que se debe averiguar más, pues parecería que la estrategia es dejar en la fase preliminar a los ‘pitufos’ que pueden complicar a Ugaz y que luego el caso se caiga por supuesta falta de sustento.
Finalmente, también llama mucho la atención el hecho de que abogados como Avelino Guillén o la directora de Asuntos Criminológicos del Ministerio de Justicia, Mariella Valcárcel Angulo, estén interesados en este caso y pretendan ejercer presión para que no se incluya a los ‘pitufos’ en la fase siguiente. Recordemos, además, que el doctor Miguel Ángel Sánchez Mercado, Procurador Público en el Delito de Lavado de Activos y Proceso de Pérdida de Dominio, coordinaría directamente con Ugaz Cruz para hacer movidas dentro de la Fiscalía. Si como dice Paola Ugaz en su defensa, esta no es más que una acusación irrelevante, ¿por qué hay tantos pesos pesados moviendo cielo y tierra para que este caso no pase a mayores? ¿Qué intereses se han tocado abriendo esta caja de Pandora? Seguiremos informando.