Sin la protección debida

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EsSalud gastó S/366 millones en 281 contrataciones directas en implementos y equipos para combatir la pandemia de la COVID-19. En la lista de compras hay mascarillas sobrevaloradas para el personal y los equipos biomédicos que fueron adquiridos sin justificación legal.
Por El Foco.
“¡Oiga, métele marroca! ¡Llévelo ya a la camioneta para que se identifique!”, grita un policía. Acto seguido seis efectivos rodean y toman del brazo a un hombre de avanzada edad, lo enmarrocan y lo dirigen hacia unas escaleras. Como el detenido tiene dificultades para bajar los peldaños, de pronto alguien grita: “¡Suboficial, agárrelo!”. Entonces, dos hombres lo sostienen del brazo y lo ayudan a bajar las gradas. El detenido es un cardiólogo de EsSalud.
La escena relatada ocurrió el pasado 23 de marzo del 2020, una semana después de haberse establecido el Estado de Emergencia en el Perú, cuando un grupo de médicos se reunieron para organizarse frente a la COVID-19. Ellos reflexionaban sobre la importancia de prevenir los contagios y cómo exigir a EsSalud equipos de protección personal, ya que temían que el cuerpo médico sea el principal afectado por el temido virus y, en el mediano plazo, dificulte la batalla contra la pandemia.
Hoy, diez meses después, aquellos temores de los médicos se hicieron realidad: con 239 decesos somos el tercer país con más médicos fallecidos en América Latina. Es triste, pero, en medio del rebrote de casos -o lo que la ministra de Salud Pilar Mazzetti ya terminó por reconocer como una segunda ola-, podría hacer que nuestro país ascienda en esa lista. ¿Qué pasó con las adquisiciones de equipos de protección? ¿Se entregaron a tiempo? ¿Se compraron las indicadas?
El 20 de julio del 2020, cuando el Perú enrumbaba al pico de la primera ola, EsSalud dispuso comprar 1.6 millones de mascarillas para proteger a su personal médico. La adquisición aparentaba ser natural debido a la crisis sanitaria, pero lo insólito fue que cada caja de mascarilla aséptica descartable, con 50 unidades, fue adquirida a 160 soles. Es decir, a S/3.2 cada mascarilla. EsSalud pagó sobreprecio, y es que, por ese entonces, la caja de mascarillas oscilaba entre 40 y 50 soles, la tercera parte de lo desembolsado por la institución que dirige Fiorella Molinelli.
En julio, EsSalud pagó 160 soles por caja de mascarillas descartables, similares a las de la foto. La institución que dirige Molinelli pagó tres veces más que el precio promedio cuando se realizó la adquisición.
La adquisición, no obstante, no solo llama la atención por el costo, sino también porque eran mascarillas asépticas y descartables, las cuales no se ajustaban a los requerimientos médicos, donde se deben usar unas que brinden mayor protección, tales como la KN95. ¿Por qué comprar más de un millón y medio de mascarillas si estas no cumplían el objetivo de proteger al personal médico?
La empresa proveedora de las mascarillas fue R&S Pharma SAC, que tiene como gerente general a Roberto Manuel Gutiérrez Echevarría. El contrato firmado con EsSalud ascendió a 5.1 millones de soles, una cifra sin precedentes en el historial de ventas estatales de la empresa de Gutiérrez. R&S Pharma se hizo del contrato debido a que fue la única empresa invitada a venderle mascarillas a EsSalud, según figura en la Contratación Directa Nº41-2020/EsSalud-CEABE del Sistema Electrónico de Contrataciones del Estado (Seace).
Tanto la invitación, como la presentación de ofertas y la adjudicación fueron otorgadas en un mismo día: el 20 de julio. R&S Pharma está en el mercado desde febrero del 2018, y en estos tres años EsSalud ha sido su más importante cliente. A la fecha, según datos de la Sunat, tiene 16 trabajadores, pero eso no fue impedimento para hacerse con mayor compra de mascarillas descartables llevada adelante por una entidad pública en medio de la pandemia de la COVID-19.
Reporte de la compra de 1 600 000 mascarillas que EsSalud hizo R&S Pharma por más de 5.1 millones de soles.
“Hemos tenido muchas deficiencias. Cada uno de los médicos ha tenido que asumir el costo de su equipo de protección personal”, comenta Pedro Huamaní, presidente del Cuerpo Médico del Cusco, quien señala que durante meses estuvieron pidiendo a la Presidencia de EsSalud mejores condiciones de protección. Situaciones como la que describe Huamaní, llevaron a que el Sindicato Nacional Médico del Seguro Social de Salud (Sinamssop) denuncie a Molinelli ante el Ministerio Público por atentar contra las condiciones de seguridad y salud en el trabajo, que, según el Código Penal, se sanciona con una prisión de cuatro a ocho años.
La compra de mascarillas es solo una de las 281 contrataciones directas que se hicieron en EsSalud en implementos y equipo médicos durante la pandemia de la COVID-19. La cifra global que desembolsó la institución en este rubro ascendió a S/366 millones, un monto cercano al presupuesto anual que tiene el Ministerio de Trabajo.
Otra de las principales compras hechas por EsSalud en este rubro se produjo en abril, cuando en el Seguro Social adquirieron 469 equipos biomédicos para la Villa Panamericana, recinto destinado para albergar a las personas que daban positivo de la COVID-19. En lista figuraban estetoscopios, tensiómetros, aspiradores de secreciones, coche de paro equipado, equipos de rayo X portátil, lámparas quirúrgicas rodables y monitores de funciones vitales, entre otros.
La compra fue encargada a la Central de Abastecimientos de Bienes Estratégicos (Ceabe) de EsSalud, que estipuló que el desembolso por los equipos médicos debía ser S/4.3 millones. Carolina Cabanillas, gerenta encargada del Ceabe, se encargó de invitar a los proveedores y, finalmente, la presidenta de EsSalud Fiorella Molinelli dio el visto para la compra. Las empresas que obtuvieron los contratos fueron Droguería AYT SAC, Prov Representaciones Unimport SRL, Medelco SRL, X Ray Sales and Service SAC, Open Medic SAC, Grupo JHS SAC, JK Medical EIRL y Consultora y Equipadora Médica SA.
Lista del paquete de equipos biomédicos comprados por EsSalud en marzo y abril. El desembolso ascendió a S/4.3 millones.
La compra de equipos biomédicos parecía haber sido realizada correctamente, pero el último 14 de diciembre la Contraloría General emitió un informe señalando irregulares en la adquisición. El documento, al cual tuvo acceso EL FOCO, dice que diez proveedores que vendieron a EsSalud esos equipos biomédicos no cumplían con las exigencias requeridas. Lo más sorprendente es que estas anomalías no se subsanaron a pesar de haber transcurrido varios meses. También se detalla, además, que los proveedores entregaron los equipos hasta con 86 días de retraso.
Pero, lo más grave encontrado por la Contraloría es que EsSalud no logró sustentar el porqué compró esos implementos vía contratación directa. Y es que los productos estaban enmarcados en el DS Nº11-2020-SA, que contenía la relación de bienes y servicios requeridos para enfrentar la pandemia de la COVID-19. En pocas palabras, nunca se hizo un expediente de contratación y, con el pasar de los meses, tampoco se subsanó. Según el Decreto de Urgencia Nº025-2020 el plazo de subsanación se tiene que dar en un máximo de 30 días hábiles.
Lo que también llama la atención es que los problemas en esta compra de equipos biomédicos se detectaron por la propia Oficina de Asesoría Jurídica de EsSalud. Esa gerencia encontró que había faltas en el requerimiento. En el informe de indagación de mercado, en el referido informe técnico y en la certificación presupuestal. Toda esa lista de inconvenientes fue advertida a un día de vencerse el plazo para regularizar el referido contrato, pero Fiorella Molinelli y su equipo hicieron caso omiso a las advertencias.
Los proveedores seleccionados por EsSalud para vender equipos médicos tienen una historia aparte. En el caso de JK Medical EIRL llama la atención que la empresa solo cuenta con 2 colaboradores y, sin embargo, ha obtenido con EsSalud contratos de más de 3.6 millones de soles durante el año pasado. En el caso de Medelco, esta empresa ya había sido sancionada en el pasado por el Tribunal de Contrataciones del Estado por cometer infracciones previstas en el artículo 50 de la Ley de Contrataciones del Estado en un proceso con el Hospital Nacional Docente Madre Niño San Bartolomé, y estuvo inhabilitada de contratar con el Estado.
Conclusiones del informe de la Contraloría General de la República sobre la adquisición de equipo biomédicos comprados por EsSalud: se transgredieron varias normas.
Ninguna de las empresas a las que EsSalud les dio los contratos para equipos biomédicos no entregaron cartas fianzas, como dicta cualquier licitación de esa envergadura. La falta de presentación de las garantías viene frustrando el cobro de penalidades por demora que ascienden a S/166,339. La Contraloría ha recomendado abrir investigación por esta compra a Fiorella Molinelli, como la responsable de mayor jerarquía al no haber supervisado y controlado que las adquisiciones de los equipos 469 biomédicos.

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