Por Ricardo Vásquez Kunze- Político.pe
Al juez Chávez Tamariz le valió madre las dolencias de la anciana exalcaldesa Susana Villarán y la posibilidad real de contagio de una peste que, si la contrae, la llevaría con toda seguridad a la muerte.
Opino que el juez Jorge Luis Chávez Tamariz no tiene la calidad esencial para ejercer el cargo: ser justo. Ser justo requiere nobleza pero, a mi parecer, el juez ha demostrado con sus actos en la judicatura que es un villano, es decir, todo lo contrario a lo noble.
Yo opino que este juez ha condenado a muerte a la exalcaldesa de Lima Susana Villarán.
La señora Villarán tiene una prisión PREVENTIVA (sin proceso ni sentencia) por el caso de corrupción de las constructoras brasileras mientras ella dirigía la ciudad de Lima. la defensa de Villarán pidió que la señora –que es una anciana de 70 años, con una serie de enfermedades como lupus, hipertensión, entre otras, y que por lo tanto está en la primera línea del grupo de personas de riesgo de contraer el coronavirus en un ambiente cerrado como es la cárcel– purgue la prisión preventiva en su domicilio. Al juez Chávez Tamariz le valió madre las dolencias de la anciana y la posibilidad real de contagio de una peste que, si la contrae, la llevaría con toda seguridad a la muerte.
Fue este mismo juez, que peca de severo e implacable, el que dictó prisión preventiva para los 14 de 16 árbitros que participaron en procesos arbitrales donde una de las partes era la constructora brasilera Odebrecht. Al final, y haciendo valer el sentido común (esto es, que es imposible que el 95% de los árbitros sea corrupto) y el de estricta justicia, una sala superior anuló el disparate y liberó del arraigo a casi todos los árbitros al que había condenado Chávez Tamariz, entre ellos reputadas eminencias del derecho en la cátedra universitaria y en el quehacer jurídico.
Es decir, ¿qué puede haber en la formación del tal “señor” juez para hacer pasar el rigor por justicia, cuando lo único que denotan sus actos es maldad? ¿Es un resentido? ¿Pretende las de súperhéroe contra la corrupción “caiga quien caiga, tanto mejor si tienen buena fortuna y/o apellidos”? ¿Quiere competir con la mala leche de los fiscales Pérez y Vela o complota con ellos? Quién sabe. Lo que sí sabemos es que cumple con los requisitos para ser considerada una mala persona. ¿Tan mala como para condenar a muerte a Villarán con tal de que Keiko Fujimori (quien, por cierto, pidió un poco de humanidad para la exalcaldesa) tampoco pueda acceder a pasar la prisión preventiva en su casa? ¿Como Pérez, que se retiró de una audiencia en total desacato, con el objetivo evidente de retrasar la libertad de Jorge Yoshiyama (justificándose luego con el riesgo de coronavirus en la sala, aunque no le importe exponer a lo mismo al mismo Yoshiyama, en prisión preventiva?
¿Compiten o complotan? Deseamos de todo corazón que nada le ocurra a la señora Villarán en la cárcel. Pero si contrae coronavirus con riesgo para su vida, simplemente se deberá la maldad de un “juez” que no debería ejercer ni un minuto más tan noble oficio.
El patriarca feminista
Por Ricardo Vásquez Kunze- Político.pe
Estos “científicos sociales” tienen una semana para evacuar un informe que explique por qué el Perú es “un país de desconcertadas gentes” en el que, por ejemplo, las feministas terminan adorando a un patriarca macho alfa. Buena suerte.
Una reciente encuesta de Ipsos cuya base es online y por teléfono, hecha solo en el sector urbano, da cuenta de que un 79% de los peruanos encuestados está de acuerdo con la gestión que está llevando a cabo Vizcarra contra la peste china, coronavirus o COVID- 19. Paradójicamente, ese mismo 79% de peruanos considera que los responsables del incremento de los casos de la peste son los mismos peruanos, por el comportamiento que vienen teniendo frente a las medidas dictadas por el gobierno.
En otras palabras: según la encuesta, la población se echa la culpa a sí misma del descalabro de la crisis sanitaria con referencia al coronavirus, mientras santifican al presidente como el hombre sabio, prudente y veraz que no tiene nada que ver con ese descalabro. Y esto pese a que prometió para fin del año 2019 ochenta hospitales full equipo que no existen; pese a que compró kits serológicos que no sirven para nada así como ventiladores sobrevalorados que tampoco funcionan, y hospitales que son un engaño como el de Ate.
El presidente ha triunfado en percibir que en momentos de crisis nacional y mundial –en que está en juego la vida de las personas– la gente se coge de cualquier madero que le dé esperanza. Si esto se transforma en un “reporte” diario del mandatario en cadena nacional, gracias a la simpatía de los medios de comunicación durante más de 30 días, puede entenderse el lavado de cerebro por el cual ese 79% de peruanos se siente responsable y hasta culpable de la tragedia que vivimos, al tiempo que exonera al presidente de toda responsabilidad. Se convierte así en una suerte de “Papá lo sabe todo”, o en el patriarca (con pelotas) que lleva el barco a buen puerto, aunque este pueda llegar vacío por la peste que lo infesta.
Lo más gracioso es que un gran sector de mujeres se ha convertido en hincha número uno de ese patriarca. Féminas de todas las clases sociales sacan la cara por él achicando cualquier crítica, y declarando su satisfacción por la tranquilidad que les produce el macho alfa que está a cargo de la nación y de la crisis. Y aunque varias de ellas se autoproclaman “feministas”, pareciera como si en este caso lo que llaman “patriarcado” se diluye cuando el mencionado patriarca dice, muy de paso, cuatro palabras a favor de la alternancia de “género” y se declara indignado por el machismo que pretende retrotraer sus “reformas” políticas.
Bueno, un análisis más profundo de esta rara situación la hará sin duda el grupo de caviares bautizado como “grupo temático Ciencias Sociales y respuesta al COVID-19”, entre los que están el sociólogo Aldo Panfichi, de la PUCP; el historiador y exrector de San Marcos, Manuel Burga; la politóloga Adriana Urrutia, de la Universidad Ruiz de Montoya; Felipe Portocarrero, rector de la Universidad del Pacífico; Norma Correa, Fabiola Yeckting, Pilar Collantes, Feline Freier, Sandro Venturo, Ricardo Cuenca, Juan Infante, Cecilia Blondet y María Emma Manarelli, entre otros. Estos “científicos” tienen una semana para evacuar un informe que explique por qué el Perú es “un país de desconcertadas gentes”, en el que las feministas terminan adorando a un patriarca macho alfa. ¡Buena suerte!
Vergonzoso titular
Por Ricardo Vásquez Kunze- Político.pe
¿A qué “actividad económica esencial” obedecen los medios de comunicación, para ser convocados con un representante para decidir y debatir sobre cómo se reabre esa actividad económica?
Es porque la libertad de expresión existe que el diario Perú 21 puede soltar un titular como el del jueves 23 de abril. Libertad de expresión y de opinión se asientan en la democracia de un Estado de derecho que se concibe como independencia de poderes, uno de los cuales: el Congreso.
Sin Congreso no hay democracia ni libertad de expresión. Decimos sin un Congreso de verdad, no uno de fantasía. El titular del diario Perú 21 es golpista y antidemocrático: “De vuelta al show. no pueden con su genio. En plena pandemia, el congreso citará a 6 ministros.” Si hablamos de show, baste con los titulares del diario de marras que tienen que padecer los peruanos y que se le ocurren a la directora de ese medio de comunicación del Grupo El Comercio. La señora Valenzuela se ha convertido en la reina, ama y señora del show barato a través de sus titulares, lamentablemente sin resultados económicos para sus dueños.
Pero habría que decirle a la señora Valenzuela, más allá de que no cabe el show en un Congreso con audiencias virtuales donde precisamente no hay medios de comunicación como el suyo, que es una FUNCIÓN del Parlamento o REPRESENTACIÓN NACIONAL, fiscalizar a los gobernantes, sobre todo si en la pandemia a la que alude el diario se vienen dando una serie de IRREGULARIDADES, ROBOS Y ESTAFAS que, paradójicamente, EL PROPIO DIARIO HA DENUNCIADO.
¿La señora Valenzuela quiere acaso que el Congreso no pregunte sobre el “cabezazo” de la compra de mascarillas y guantes, por millones de soles que nunca llegaron y que denunció su propio diario? ¿O de la compra de tests rápidos que no sirven para nada y que empujan a propagar aún más la pandemia con falsos negativos? ¿No quiere que le pregunten al ministro de Salud sobre la indignante muerte de un excongresista, al que las autoridades de su sector peloteaban hasta que fue atendido en su agonía en EsSalud? ¿O no quiere que le pregunten sobre el desmentido de la asociación de médicos intensivistas y del Colegio Médico sobre la cantidad de camas UCI que el gobierno dice que hay?
¿Eso le parece “show” a la señora Valenzuela? ¿O acaso su vergonzoso titular obedece a que el gobierno le ha dado un cupo a los medios de comunicación con un representante en una comisión que tendrá que decidir qué actividades económicas se reabren de a pocos a partir del 4 de mayo? ¿A qué “actividad económica esencial” obedecen los medios de comunicación para ser convocados a decidir y debatir sobre ello? ¿O no será que están buscando, como otras actividades económicas, un salvataje del gobierno a cambio de portadas infames contra el Congreso o contra cualquiera que lo critique?
¿O será que la señora Valenzuela cree que estamos en Corea del Norte y ella es Kim Yo-jong, la hermana déspota de Kim Jong Un?
Es cierto, es una maldad.